— Entiendo que estén en un país extraño. Entiendo que ambos estén asustados. Incluso entiendo que ames a tu primo. Lo que no entiendo es por qué tratas de enjaular su inocencia, su emoción. Es igual de atemorizante para él como para ti, pero elige manejarlo de manera diferente, como una experiencia nueva. Y no me vengas con ese maldito coreano quebrado porque mis instintos me dicen que eres demasiado inteligente para eso.
Taemin se puso de pie en todo su metro setenta y siete de estatura, no permitiendo que Minho lo intimidara.
— ¡Bien! Nosotros fuimos sacados de la calle, empujados a una van, lanzados dentro de una caja de carga y transportados a través del océano sin siquiera un sanitario. Las heces y la orina estaban en una maldita esquina. Las puertas se abrieron y no solo no estábamos en nuestro país, sino que teníamos a unos pervertidos tratando de ¡follarnos! Tomé a mi primo y corrí, el amable hombre Suk Jin nos escondió, solo para entregarnos a unas montañas que quieren manosear el trasero de Ren. Infiernos, jodidamente no. ¡Eso no sucederá! ¿Mi coreano es lo suficientemente bueno para ti? —Taemin gritó.
— Guau. Eres un verdadero pistolero, ¿verdad? ¿Quién manoseó su trasero?
— Demonios ni sé su nombre. Todos los coreanos se ven igual.- Taemin le sonrió cínicamente.
— Realmente inteligente, ¿verdad?
— Más inteligente que tú —Taemin respondió.
— No vayas tan lejos, pequeño.
— Al menos a mi cerebro no le falta oxigeno debido a la altura en que flota tu cabeza.
— Al menos puedo alcanzar el sanitario. —Taemin fue tomado fuera de guardia. Su mente se quedó en blanco. No podía pensar en nada inteligente que contestarle ni aunque su vida dependiera de eso. Minho le afectaba de maneras en que ningún otro hombre antes lo hizo. Se sentó en la silla de la oficina, tratando de pensar en algo rápido.
—Jódete. — ¿Eso fue lo mejor que pudo hacer? Taemin mentalmente se golpeó la frente sintiendo que debería esconderse debajo de una roca.
— Pequeña mierda.
Taemin soltó una carcajada y Minho se le unió. Él podría tener el cerebro desconectado un momento, pero Minho pareció disfrutarlo mucho. Ahora él tenía un brillo.Taemin podía sentir el rubor subir de su cuello. Avergonzado bajó la cabeza, inclinándose ligeramente para acomodar la bastilla de sus pantalones.
— En serio. ¿Quién palmeó su trasero?
— Un gran tipo.
— Taemin —Minho gritó su nombre advirtiéndole.
— Bien. Cabello negro, ojos negros, más pequeño que tú y piel blanca, con una maldita sonrisa demoniaca.
Minho se dirigió a la puerta. — ¡KYUHYUN!
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Kibum estaba de pie en la cocina viendo a todo el mundo reír. Él lentamente estaba trabajando con su ira y agradecía a las parejas que no le guardaran rencor. Era agradable ser incluido, sentía que quería ser aceptado por ellos.
Aún tenía muchos asuntos que trabajar, incluyendo llegar a buenos términos con el ser gay. Después de muchas conversaciones con Jonghyun, él estaba avergonzado de la cruel manera en la que había actuado. Todo eso era parte de su manera de sacar el dolor. Pero estos hombres no se merecían eso.
Baekhyun se reía mientras Luhan negaba con la cabeza. — No, Ren. En ningún lado crece el dinero en los árboles. Eso es una manera figurativa de hablar.
— Desearía —Heechul murmuró.
Ren vio fijamente la barra del piercing en el labio inferior de Kibum. — ¿Por qué muerdes un palo?
Baekhyun lloraba de lo fuerte que se reía. Min Seok se tomaba del costado mientras se reía.
— No muerdo un palo. Alguien lo encajó ahí.
— ¿Por qué?
— Porque pensé que se vería cool. —Kibum trató de no sonreír, pero el pequeño hombre era gracioso.
— No entiendo— Ren juntó las cejas.
— Cool. Genial.
— ¿Tienes un palo en la cadera?
— Jesús, alguien que me ayude a salir de esto.
Luhan que se reía. Trató de ayudar a Kibum a salir, pero él no podía colocar dos palabras juntas, sin empezar a reír de nuevo.
Taemin entró en la cocina y Kibum inmediatamente le pidió ayuda. Taemin habló con Ren en su lengua nativa mientras el entendimiento iluminó el rostro de Ren. — Oh, es un estilo de jóvenes. Ya veo. Aun así no deberías de morder un palo.
Taemin sonrió ante la ingenuidad de su primo. Él le había recordado a Ren que se comportara con sus anfitriones. Su primo nunca escuchaba. Todo era emocionante para él. Juraría que el chico tenía ADD (N/Y: Síndrome de Atención Dispersa), pero él lo amaba más que a su vida. Ellos se habían criado juntos como hermanos, pero Ren era demasiado ingenuo para su propio bien. Taemin lo había sacado de demasiados líos en los que se metía confiadamente.
Amaba su inocencia. Creciendo juntos, Taemin había tratado de asegurarse que Ren la conservara. Él veía el mundo con ojos de niño. Había muy pocas cosas puras como Ren. La mayoría de la gente crecía demasiado rápido y se volvían cínicos. No Ren.
— Hey, Ren. —Minho rizó su cabello.
— Hey, ojos Stormy. —Ren le dio un guiño a Baekhyun.
— Quiero mostrarte a ti y a Taemin dónde pueden dormir —Minho dijo mientras jalaba a Taemin a sus brazos, él no luchó, se sentía correcto, bien.
— Oh, dalkomhan (dulce en coreano). Tendré mi propio cuarto. —Ren juntó sus manos.
— ¿Quieres tener tu propio cuarto? —Minho preguntó. Taemin se preguntaba cuándo Minho le iba a informar dónde estaba su cuarto.
— No. Me gusta decir dalkomhan. Es una palabra divertida. —Ren brillaba.
— ¿Qué te parece un cuarto adjunto? —Minho debería de saber tan pronto como lo dijo que Ren no lo entendería. Taemin le estaría traduciendo todo o Ren iba a aprender realmente rápido. Taemin sacudió la cabeza. Si solo Ren hubiera prestado atención en las lecciones.
— ¿Huh? —La cara de Ren estaba en blanco. Taemin sonrió. La cara de su primo a menudo causaba eso cuando mostraba la total incomprensión. Eso también era divertido. Minho vio a Taemin por ayuda. De nuevo Taemin tradujo.
— Oh, dalkomhan. Aun así es mi propio cuarto.
— ¿Dónde infiernos aprendió a hablar coreano? —Heechul preguntó.
— Doramas. Traté de que se sentara y enseñarle. Pero creo que mi primo tiene ADD.
Las cinco parejas veían a Taemin con la boca abierta.
— ¿Qué?
— Tú hablas un buen coreano —Kibum declaró.
— No hablo un buen corean. Quebrado. Tan leeento.
— Chico listo —Minho sonrió.
— Jódete.
— Pequeña mierda.
Taemin veía alrededor de la recámara, asombrado de lo lujoso que era, y lo enorme. Minho le había dicho a Ren que él podría tener su propia recámara adjunta, pero no mencionó dónde dormiría Taemin. Tenía un presentimiento de que sabía.
— Ren, aquí es donde puedes dormir. —Minho abrió la puerta hacia una recámara más pequeña que la enorme a la que se unía, pero igual de lujosa. Taemin sentía como si estuviera en un hotel de cinco estrellas. Él y Ren se habían criado en la pobreza, pero ellos eran felices. La madre de Ren murió cuando él nació, así que la madre de Taemin había tomado la responsabilidad. Ella había muerto el año pasado y la responsabilidad recayó en Taemin. Una responsabilidad que Taemin amorosa y seriamente tomó.
Ren entró en el pequeño cuarto asombrado. Rodó en la cama y presionó los botones del control remoto de la televisión. Incluso saltó en los cojines del asiento en la ventana.
— ¿Él está seguro, no caerá de la ventana, verdad? —Taemin no podía evitar preocuparse.
— Él está bien. La ventana tiene doble panel. —Minho cerró la puerta de la habitación de Ren y guió a Taemin a su recámara.
— Yo estoy arriba —Taemin soltó.
Minho levantó una ceja hacia él. — ¿Discúlpame?
— Yo estoy arriba en todo momento. Espero que te guste estar abajo. —Realmente, Taemin no tenía una maldita razón para decir eso. Ni siquiera había experimentado con el sexo. Había estado demasiado ocupado criando a Ren y manteniéndolo lejos de los problemas para tener alguna relación con alguien.
Parte de él estaba emocionado del duelo verbal con Minho, normalmente no tenía mucha diversión. Pero parte de él estaba aterrado a morir.
— No creo eso. No hay manera de que estés arriba de mí.- Minho cruzó sus brazos sobre su enorme pecho. Taemin vio los músculos saltar con ese simple acto. El hombre era una montaña. Taemin se sentía como un pequeño gatito al lado de un león. Aunque él era extremadamente hermoso. Y el pensar eso lo asustaba mucho.
Taemin se dirigió hacia el asiento en la ventana se subió y apoyó la espalda. —Bueno, dónde se supone que me quedaré. ¿Dónde se supone que voy a dormir? ¿Hmm? ¿Con Ren?— «Por favor di que no. Por favor di que me quieres».
— En mi cama. Y nada está resuelto, pequeña mierda. —Minho jaló a Taemin a sus brazos y lo llevó cargando hacia la cama depositándolo sobre el colchón.
— Bien. Espero que no jales los cobertores o te ruedes sobre mí.- Taemin se atrevía cada vez a más con él. ¿Minho iba a querer sexo? ¿Esta noche? ¿Qué debería hacer? ¿Actuar como el chico de mundo que debía ser o decir la verdad? Se sentía atraído por él. ¿Quién no? Especialmente con todo ese cabello sedoso, oscuro y ondulado. Taemin esperaba que le permitiera jugar con él y cepillarlo. Taemin quería sentirlo en su piel desnuda. Apostaba que se sentía como hilos de seda.
Minho se quitó la ropa quedando en ropa interior y subió a la cama, se metió bajo las mantas. Taemin se acostó tenso y totalmente vestido sobre las mantas. Él no sabía qué hacer.
— No muerdo…duro. Logra dormir algo, pequeña mierda.- Minho se rodó y Taemin se relajó. Levantó las caderas y se quitó los pantalones, se sentó y se quitó la camisa, doblando la ropa y dejándola en la mesita de noche. Rezando porque Ren estuviera bien solo.
Taemin despertó sintiendo un horno envolviéndolo. Oscuros mechones cubrían su visión. Le tomó un momento recordar dónde estaba.
Ren.
Taemin se movió para liberarse y corrió a la habitación de su primo, entre abrió la puerta. Ren estaba profundamente dormido. Taemin lo vio un momento antes de regresar a la cama.
— ¿Él está bien? —Minho jaló a Taemin a sus brazos.
— Sí. Él está dormido. —Taemin se acurrucó adormilado.
— Realmente lamento que tu primera experiencia en nuestro país haya sido una mierda. —Minho acariciaba el cabello de Taemin.
— No es tu culpa. Solo me alegra haber podido huir y que Suk Jin fuera lo suficientemente amable para ayudarnos. Estaba aterrado de pensar en lo que le pudiera sucederle a Ren. Él es virgen. Su primera vez no debería de ser traumática. —Taemin esperaba que la de él tampoco lo fuera. Aunque por alguna razón se sentía a salvo con Minho. Sus instintos le decían que Minho sería gentil con él. Cuidadoso. Sentía una conexión que no podía explicar y eso lo aterraba. Todo lo que había tenido era a Ren y a su madre. Él nunca había tenido una relación. ¿Cómo se supone que debería de actuar? Ya empezaba a sentirse atraído por el guerrero.
— Él está a salvo, Taemin. Nadie va a lastimarlo. Tendré una conversación cara a cara con KyuHyun hoy. Los otros hombres pueden arrancarle los miembros si se acerca a Ren. Te lo prometo.
Taemin giró la cara hacia Minho. Pasó su mano por los oscuros cabellos que se moría por tocar. Eran realmente suaves como hilos de seda. — ¿Puedo cepillarte el cabello?
— Claro. —Minho se sentó y salió de la cama, tomó el cepillo del cuarto de baño. Se sentó en el borde de la cama de espaldas a Taemin.
Taemin cepilló el cabello, lo tomó entre sus manos. Su propio cabello era sedoso pero tan delgado. El cabello de Minho era tan abundante. Su madre a menudo le pedía a Taemin que le trenzara el cabello. El de ella era largo pero tan delgado como el suyo.
— ¿Qué eres, Minho? —Sus dedos seguían en la tarea.
— ¿A qué te refieres, Taemin?
— Veo en tus ojos algo…diferente. No que cambien de colores, sino tu alma vieja. Mi madre creía que todas las almas pertenecían a criaturas de la naturaleza. Ella creía que la mía era una dragonfly. ¿Qué es la tuya? —El suave jalón continuó, solo le tomó más tiempo.
— Lobo.
— Pensé eso. Eres feroz. Pero…mierda. ¿Tu lobo realmente existe? ¿Realmente vive en ti? —Taemin había sentido algo diferente no solo en Minho, sino en todos los otros hombres también. Estaba en sus ojos.
— Si —Minho contestó.
— Eso pensé. ¿Y todos los hombres de abajo?
— También lobos.
— ¿Ren y yo estamos en peligro?
— Nunca.
— Eso es bueno.
Taemin había oído viejas historias sobre los shifters. Solo que en Japón eran historias de Xiamen tigres, shifter felinos que vivían en la parte más al sur de Japón. Él nunca lo creyó, pero con la revelación de Minho, estaba empezando a preguntárselo.
— Listo, terminé. Tu cabello es hermoso.
Minho jaló a Taemin a su regazo sosteniéndolo entre sus fuertes brazos.
— Uh-oh. Ojos Stormy trata de besar a Taemin. Travieso, travieso.
Taemin vio a Ren parado en el marco de la puerta.
— ¿No te he dicho que tienes que tocar? —Taemin suavemente reprendió a Ren en su lengua nativa.
— ¿No lo estás regañando, verdad? —Minho vio de Ren a Taemin.
— No, solo le recuerdo que toque. —Taemin se enderezó en el regazo de Minho.
— Lo siento, Tae. Solo me asusté cuando desperté solo.- Ren se quedó junto a la puerta esperando que Taemin lo perdonara.
— Vamos, Ren. —Taemin extendió sus brazos y Ren lo abrazó— Aquí no tienes que estar asustado, ¿Estas bien?
Ren asintió. — Roger that.
Minho se rió mientras revolvía el cabello de Ren. — Vamos, pequeños, necesitamos comprar algo de ropa.