E.Den le hizo señas a Chan Hee, y éste asintió entonces cambió. Él se arrastró hacia atrás hasta que se deslizó por la puerta trasera. Kang In escalaba los balcones hasta que llegó al techo. Minsoo cambió y se arrastró por la ventana del sótano. KyuHyun fue al lado este de la casa, deslizándose a través de la ventana del primer piso y Baekho se quedó frente a la calle observando. Él estaba en su forma de lobo, así podría ladrar rápidamente ante cualquier señal de problema.
Luces parpadearon, gritos atravesaron la tranquila noche, explosión de un arma de fuego y entonces todo fue silencio.
Luhan entró en la cocina mientras Taemin tomaba una botella de jugo del refrigerador y ellos se quedaron en silencio. Luhan pasó sus dedos por la mesa viendo a Taemin por el rabillo de los ojos.
Taemin movía su peso de un pie al otro.
Ninguno dijo una palabra.
Luhan se aclaró la garganta. — Así que, ¿fue realmente tan malo? —Veía hacia abajo a la mesa moviendo sus labios mientras que sus dedos trazaban círculos.
— Sí. Después. —Taemin veía la tapa del jugo.
— Tú, uh, ¿quieres jugar video juegos? —Luhan palmeaba con la uña de sus dedos.
— Claro —Taemin le sonrió.
Chanyeol bajó corriendo las escaleras mientras sus guerreros atravesaban la puerta del frente, E.Den era llevado por tres Centinelas.
— ¿Qué sucedió? —Jong In demandó mientras se apresuraba a ayudar a E.Den a llevarlo a la recámara más cercana.
— Le dispararon cuando todo el infierno se desató. La bala está en su columna. Temimos removerla. No tuvimos elección, matamos a los traficantes, y no podemos decir que lo sentimos. —Baekho jadeaba mientras llegaban a la recámara y acomodaban a E.Den sobre su abdomen. Estaba inconsciente y pálido— No cambió. Cree que podría matarlo si lo intentara.
— Llama al médico de los lobos. Dile que traiga su culo lo más rápido que pueda —Jong In gritó mientras Baekho sacaba el teléfono.
— ¿Qué infiernos significa que él no está disponible? —Baekho gritó al teléfono. Golpeó la pared con su puño y lanzó el teléfono por el cuarto.
— Ve al hospital más cercano y encuentra a un doctor que puedas traer. Encuéntralo rápidamente, Baekho. —Jong In se giró hacia E.Den, su mirada determinada y su mandíbula tensa. E.Den había estado bajo sus órdenes por un siglo y medio. Él no iba a perderlo.
— ¿Tuvieron éxito? —Jong In preguntó a nadie en particular.
— Si, ellos están en la camioneta demasiado asustados como para entrar —Chan Hee declaró.
— Ve por Taemin, que su pareja lo lleve afuera. Los quiero en la casa a salvo.
Chan Hee asintió y salió a buscar a la pareja.
Taemin sonreía mientras Minho lavaba su espalda. Siempre usaba sus manos desnudas así él podía explorar más que limpiar. Taemin luchaba contra la espuma que flotaba por todos lados de la tina mientras su pareja gruñía. Taemin vio sobre su hombro para ver a su lobo recargado con los ojos medio cerrados, tocando su pene y sonriendo.
— ¿De nuevo? —Taemin preguntó en shock.
— Tú sabes. —Minho se inclinó y tomó a Taemin mientras el sonido que tocaban a la puerta atravesó la puerta del baño.
— Shh, quizás se vayan —Minho murmuró.
Tocaron más fuerte.
— Maldición —Minho murmuró— ¿Quién infiernos es? —gritó.
— Chan Hee. Lo siento, Minho, necesitan a Taemin abajo. Órdenes del Alfa —grito a través de la puerta.
— Bajamos en cinco minutos —Minho le contestó.
Minho salió de la tina y se secó, maldiciendo todo el tiempo.- Uno de estos días voy a pasar tiempo de calidad contigo a solas, sin interrupciones.
Taemin y Minho bajaron las escaleras al caos. Su pareja lo jaló más cerca mientras buscaba alrededor a Ren. Tenía un mal presentimiento sobre esto. Algo estaba definitivamente mal.
— Necesito que lleves a tu pareja afuera. Encontramos a los tres hombres que fueron traídos junto con él y Ren, pero están muy atemorizados para dejar la camioneta —Jong In le decía a Minho mientras Taemin se apresuraba a la puerta.
Minho lo alcanzó después de que Taemini vio a Ren pegado a la ventana del frente, hablando a mil palabras por minuto, Eunhyuk estaba a su lado.
Taemin abrió la puerta y soltó un grito. Ahí estaban los tres hombres desnudos sentados en el asiento trasero.
— Hyuk, ¿puedes traer algo para que ellos se pongan, por favor? —Minho preguntó.
— Solo esperaba a que alguien saliera así yo podría hacer eso. —Eunhyuk le dio un guiño y regresó a la casa.
Taemin habló en un bajo tono, tratando de calmarlos y darles tranquilidad. Notó por el rabillo del ojo que otras parejas estaban en la puerta del frente, viendo con curiosidad.
Eunhyuk suavemente pasó entre las parejas con tres pantalones de algodón y unas camisetas. Los guerreros se giraron de espaldas mientras Taemin les entregaba la ropa y él también se dio la vuelta. Ren seguía hablando aparentemente ignorante de cualquier modestia que los tres hombres podían tener.
— ¿Qué es lo que les dice? —Minho preguntó mientras esperaban a que los hombres se vistieran.
— Él les está hablando de tus ojos Stormy —Taemin sonrió— También de su mejor amigo, Eunhyuk. Les dice que ellos no tienen nada de qué preocuparse y que en esta casa la comida es genial. -Taemin se rió— Él les habla acerca del gran cuarto de juegos que hay adentro donde pueden jugar juegos de niños o emborracharse.
Minho se rió mientras Taemin se giraba.
Les dijo a los tres hombres que salieran y entonces entraron al estudio donde ellos se sentaron juntos, con una expresión de terror en sus caras. Taemin recordó la sensación. Deseó que ellos también hubieran podido huir cuando él y Ren escaparon. Ellos no habían sido tan afortunados. Su estómago estaba hecho un nudo por lo que ellos debieron haber pasado con los traficantes.
Taemin escuchó que le informaban a Minho acerca de E.Den. Minho se mordió una maldición. Taemin siguió a su pareja aumentando el ritmo hacia la recámara que al parecer tenía a todos los guerreros en el interior. E.Den estaba acostado sobre su abdomen sin moverse. Taemin podía decir que él estaba respirando, pero la palidez le preocupaba.
Jong In salió de su oficina y les informó que Chang Jo había aceptado llevarse a los tres jóvenes hombres a su manada. Él enviaría a uno de los soldados para que se lo presentaran y entonces Taemin les explicaría a dónde irían.
— ¿Por qué no pueden quedarse aquí? —A Taemin no le gustaba la idea de que se los llevaran a algún otro lado en donde no tuvieran un intérprete.
— Este no es su destino. —Eso fue todo lo que Jong In reveló a todo el mundo antes de salir.
— Malditos sueños. Estoy empezando a preguntarme si Jong In no está cultivando marihuana atrás. Seguro que actúa como si lo hiciera en ocasiones, con todas esas tonterías de mierda —Minho gruñó.
El doctor pasó la mitad de la noche en el cuarto con E.Den, los guerreros paseaban por el vestíbulo esperando.
Cuando el medico salió, ellos lo abordaron cuestionándolo sobre el estado de salud de E.Den. El hombre fue acorralado contra una pared, sus ojos se atrevían a ver de una cara a la siguiente, una fina capa de sudor cubrió su frente.
— Apártense ahora —Jong In ordenó en un bajo tono. Los guerreros se apartaron y su Alfa se aproximó con las manos detrás de su espalda.
— ¿Él está bien? —Jong In le preguntó con un ligero y suave tono. El doctor vio a Jong In y tragó saliva.
— Él está descansando. La bala no penetró la columna. Se alojó a unos centímetros a la izquierda. Se recuperará. —Su voz aumentó en firmeza cuando recuperó su tono profesional.
— Gracias, ¿Doctor…? —Jong In preguntó.
— Doctor Kim Jaejoong. —Extendió la mano hacia Jong In.
El Alfa la estrechó y guió al doctor Kim a su oficina.
— ¿Crees que los hombres estarán bien en la manada del Este? —Taemin le preguntó a Minho mientras se acurrucaba a su lado. Él pasó su mano a través del sedoso cabello oscuro de Minho.
— No estoy seguro, amor. Pero no creo que Jong In los enviara a algún lugar donde pudieran lastimarlos.
Taemin trazó las curvas y hendiduras del musculoso brazo de Minho. Se inclinó y besó el bulto del bíceps.
— Taemin —Ren corría hacia el cuarto justo cuando Eunhyuk lo tomaba de la cintura y lo sacaba. Cerrando la puerta silenciosamente.
— Tenemos que conseguirle su propio cuarto —Taemin se carcajeó.
— La primera cosa mañana —Minho jaló a Taemin a sus brazos.
— ¿Por qué tus ojos cambian de color? —le preguntó.
— Por mi lado paterno soy descendiente de magos. Ellos fueron una raza que fue masacrada hasta su extinción. No existe nadie con sangre pura de Mago. Mi sangre está tan diluida que el poder de controlar los elementos ni siquiera me fue dado —Minho le explicó a Taemin.
— Pienso que ellos eran muy misteriosos. Ellos retrocedían y luego se hacían notar —Taemin le sonrió y Minho se derritió.
Ren se asomó a la recámara y vio al gran lobo dormir. Se acercó a la forma dormida. Ren pasó su mano por el feo y arrugado agujero en su espalda y se preguntó si el lobo estaría bien.
— Hey.
Ren levantó la vista y vio al lobo sonreírle sobre su hombro. Él apartó la mano y la llevó detrás de su espalda. Sus ojos fijos en esos ojos tan café que eran casi negros.
— Está bien. Puedes tocarme. —E.Den tomó la mano de Ren y lentamente la guió a su herida.
Ren pasó su mano por la espalda del lobo, levantó la vista para asegurarse de que no lo estuviera lastimando.
— ¿Estás bien? —E.Den pasó su dedo por la cara de Ren.
— Estoy bien. ¿Y tú? —Ren se apoyó al toque.
— Estoy bien. Solo es un raspón. —Le sonrió.
Ren le sonrió mientras apoyaba su mano sobre la del lobo.
Taemin sonrió cuando Luhan luchaba con su control, enojado porque había perdido de nuevo. Estaba feliz de que ellos se hablaran de nuevo. No le gustaba que ellos estuvieran enemistados. Las parejas deberían de estar juntos. Ellos eran los pequeños de la casa.
— Me alegra verlos juntos de nuevo —Ricky les dio un guiño mientras tomaba una cerveza del bar. La destapó y le dio un gran trago.
— Solo fue un malentendido —Luhan palmeó a Taemin mientras iniciaban otro nuevo juego.
Taemin luchaba con su hombre hasta que el de Luhan estaba sangrando en el suelo. A él realmente le gustaba ese video juego. Taemin se giró a tomar su jugo cuando vio a Ren silenciosamente cerrar la puerta del cuarto en donde dormía E.Den. Vio a su primo subir las escaleras y desaparecer. La ira se formó en su interior al pensar en el gran lobo tomando ventaja de la inocencia de su primo. Estaba cansado de tener que vigilar a esos lobos y sus viajeras manos.
— ¿Juegas?
Taemin regresó su atención al juego mientras pensaba acerca de Ren y lo que iba a hacer. Quizás era solo una inocente visita para revisar al guerrero herido. No podía saltar a conclusiones, pero Taemin no podía evitar protegerlo. Se le había inculcado cuidar de Ren.
Terminó el juego y subió las escaleras para descubrir lo que sucedía. Encontró a Ren sentado en la ventana viéndose aturdido.
— Ren, ¿estás bien?
— Estoy bien. ¿Por qué? —Ren giró su atención hacia Taemin.
— ¿Por qué estabas solo en la habitación de E.Den? —Taemin vio el ligero rubor en Ren cuando él se encogió de hombros. Su cabeza giraba por las posibilidades de lo que pudo haber sucedido.
— ¿Él te tocó? —Taemin siseó.
— Soy un hombre adulto. Es mi asunto. —Ren giró la cabeza hacia la ventana como si descartara a Taemin.
— Tú eres mi asunto, jovencito, y exijo saber lo que sucedió.
— No. —Ren cruzó los brazos sobre su pecho y vio fijamente a Taemin. Podía decir que Ren no iba a ceder en esto.
Salió del cuarto para buscar a su pareja. Minho estaba en el patio trasero revisando algunos ladrillos que estaban flojos en el camino hacia el jardín cuando Taemin llegó con él.
— Creo que E.Den hizo un movimiento hacia Ren —Taemin le dijo enojado.
— Espera. Dime lo que sucedió antes de que acuses a alguien más. No voy a arruinar el nombre de nadie más hasta conocer todos los hechos.
Taemin relató lo que había visto y la testaruda postura de Ren.
— Se oye como que Ren tiene razón. Él es un hombre adulto, Taemin, no importa lo mucho que desees que sea diferente. —Su pareja se arrodilló junto a Taemin— Tienes que cortar las cadenas en algún momento. Pero hablaré con E.Den en privado y le preguntaré sobre esto.
— No. No tengo que cortar nada, excepto las bolas de E.Den si se acerca de nuevo a Ren.
— Taemin, sé razonable. Ren no es un niño. Él puede tomar sus propias decisiones, vivir su propia vida…
— Entonces ¿dices que él debería de mudarse? —Taemin lo veía fijamente asombrado.
— Eso no es lo que estoy diciendo. Si tú te calmas, entonces podrías entender…
— No, él no tiene permitido tomar sus propias decisiones. Él necesita guía, él necesita protección, él me necesita —Taemin se mordió un sollozo en la última parte.
— Ven aquí, dragonfly. Veo que estás equivocado. No es que creas que Ren no pueda cuidar de sí mismo. Tú no quieres dejarlo. —Su pareja lo sostuvo en sus brazos y lo besaba suavemente.
— Él es todo lo que tengo, Minho. Por favor no me pidas que lo deje. —Taemin lloró en el cuello de su pareja mientras que las palabras que dijo se hundieron en él. Eso era cierto. No podía dejar a su primo. Él era un recuerdo de su infancia, de su madre y de Japón, y era responsabilidad de Taemin.
— No te pido que lo dejes solo te pido que le des su espacio para crecer, que descubra quién es, sin tu sombra. Confía en él.- Minho llevó a Taemin al interior de la casa y arriba hacia su habitación— Creo que la primera cosa que podemos hacer para darle su espacio es hablar con Jong In. Él tiene un cuarto perfecto para Ren. Estará bien.
— No sé. No creo que pueda hacer eso. ¿Qué si se asusta en la mitad de la noche? ¿Qué si me necesita?
— La casa está llena de gente que puede ayudarlo y si él insiste que seas tú él sabe dónde duermes. —Minho limpió las lágrimas de Taemin y lo sostuvo más cerca.
— Trataré —Taemin prometió.
— Vamos. Quiero llevarlos a ambos al centro recreativo —Minho jaló a Taemin de la cama.
Continuara...