— Hay una feria en la ciudad por el puerto. ¿Quieres ir? —Jonghyun preguntó mientras se ponía las botas.
Kibum estaba de pie en medio del cuarto, impactado. ¿Realmente le estaba pidiendo Jonghyun que salieran? El corazón de Kibum se aceleró y su emoción era tan grande que apenas podía contenerse al pensar que pasaría tiempo con su pareja designada.
— Está bien —logró decir mientras trataba de mantener sus hormonas bajo control.
— Bueno. Le diré a un guerrero que te acompañe.
— Espera, ¿no vas a ir? —Kibum preguntó con decepción y confusión entrelazándose en la pregunta.
— No, tengo turno para patrullar hoy, pero me aseguraré de que tengas dinero y alguien que te cuide —Jonghyun sonrió y salió del cuarto.
Kibum apretó los dientes mientras las lágrimas ardían en sus ojos. Quería gritar la rabia que se formaba en su interior. Kibum quería desgarrar el cuarto. Su ira aumentó cuando las lágrimas finalmente cayeron.
Kibum tomó una bolsa de algodón de azúcar mientras caminaba, el azúcar azul se derritió en su lengua mientras él y Kang In hacían línea para subir a la rueda de la fortuna. Kang In era un lobo muy amable, pero Kibum no podía evitar desear que fuera Jonghyun. Sabía que había una manera para iniciar el ser pareja, pero todas las parejas habían mantenido los labios cerrados sobre eso. Además, ¿realmente quería forzar el reclamo? Siempre se preguntaría si Jonghyun realmente lo quería o era porque Kibum lo había engañado.
La rueda de la fortuna se detuvo arriba y Kibum vio hacia abajo para ver la actividad. Algunas veces deseaba ser cualquiera menos él mismo. Podía oír la música, ver las sonrisas de las parejas que se agarraban de las manos y se reían. ¿Por qué no podía ser él? Vio a todos los guerreros abajo. No era difícil no ver los enormes cuerpos. Incluso vio a las parejas correr por varios de los puestos, tratando de ganar un animal de peluche.
Kibum vio patinadores más allá de la feria. Ellos estaban en una especie de parque mostrando sus habilidades. Sus ojos siguieron los giros y vueltas de la actuación de los chicos. Quizás podía hablar con Kang In e ir un momento allá.
El asiento tembló cuando lentamente descendieron bajando a la tierra.
— ¿Podemos ir al parque un momento?
— ¿Por qué quieres ir allá? —Los suspicaces ojos de Kang In veían a Kibum fijamente. El lobo era conocido por tener un aire de peligro a su alrededor. Heechul una vez dijo que él exhalaba dolor. Kang In no aceptaba mierdas de nadie.
— Solo quiero ver a los patinadores un momento. —Kibum estudió a su escolta por el día. Era un hermoso lobo. Tenía el cabello oscuro, y unos hermosos ojos café que parecían brillar. Kibum lo vio de arriba abajo, apreciando los firmes músculos en sus pantalones de trabajo y su ajustada camiseta. Él no era voluminoso como algunos de los guerreros. Era esculpido y compacto, justo con la cantidad adecuada de volumen.
Kibum se inclinó acercándose, inhalando el masculino aroma de Kang In. Su pene se movió con el almizcleño aroma que inundó sus sentidos. Se apartó cuando se dio cuenta lo que estaba haciendo. Él no era Jonghyun, y necesitaba mantener las distancias. Entonces ¿por qué quería acercarse de nuevo?
Kang In se encogió de hombros. — No veo que haya problema en eso.
Él guió al guerrero a la orilla del parque en donde ambos vieron el talento de los chicos. Kibum deslizó su mano sobre la de Kang In y lo guió a una banca. No la soltó cuando se sentaron, Kibum sudaba a mares.
Kang In suavemente jaló su mano liberándola mientras Kibum tomaba una profunda respiración. Estaba confundido por sus acciones, preguntándose sobre la reacción de su cuerpo, Jonghyun era su pareja, ¿no es así? Kibum sentía la conexión, entonces, ¿Por qué se sentía atraído hacia Kang In? Kibum apoyó los codos en sus rodillas mientras veía a dos ardillas correr, persiguiéndose la una a la otra hacia arriba y hacia abajo en un árbol mientras oía que raspaban el pavimento. Sintió el calor de los muslos de Kang In cerca.
¿Realmente quería ver a los patinadores o quería estar a solas con Kang In? El pensamiento lo asustó. Quizás ellos deberían regresar a la feria. Kibum pensó en Jonghyun y lo vio con su hermoso y desordenado cabello negro húmedo después de la ducha, sus negros ojos brillaban cuando trataba de bromear con Kibum. La manera en que él veía a Kibum con decepción y la manera en que Kibum siempre se sentía solo y aislado.
Kibum se frotó la cara y se recargó en la banca. ¿Qué infiernos estaba mal con él? Quizás la tinta del tatuaje tenía veneno y se le estaba comiendo sus neuronas. Dejó caer la cabeza hacia atrás por la manera en que estaba actuando.
— ¿Estas bien, cachorro? —Kang In se inclinó con preocupación en su rostro.
Kibum acortó la distancia. Cuando sus labios rozaron los de Kang In, se quedó sin aliento.
Kang In se sobresaltó y se apartó, el shock lentamente aumentó y entrecerró los ojos.
— ¿A qué estás jugando, Kibum?— Kang In vio alrededor para ver si alguien habría podido ver el casto beso.
— Yo–Yo. —Kibum se levantó de la banca y corrió entre la multitud mientras su mente se apresuró a tratar de explicar qué infiernos había sucedido. Jonghyun, él quería a Jonghyun. No a Kang In ni a ningún otro hombre del planeta. Jonghyun.
Corrió pasando el camino y bajó hacia el muelle, se apoyó en el barandal cuando sintió que la bilis subía a su garganta. Lágrimas ardían en sus ojos mientras contemplaba saltar al agua y alejarse de su traidor ser. ¿Cómo pudo haberle hecho eso a su lobo? ¿Por qué lo había hecho?
— ¡Kibum!
Kibum no podía verlo. Oyó a su hermano, Heechul, gritarle, pero él no quería que lo encontraran. ¿Cómo podría ver la cara de su guerrero sabiendo que lo había traicionado? Eso era imperdonable.
Kibum miró sobre sus hombros y vio a los guerreros dirigirse hacia él con sus parejas en rastra. Sus ojos vieron a Kang In y la vergüenza llenó todo su ser. Sus manos se aferraron al barandal mientras subía las piernas, saltando a las frías y furiosas aguas.
— ¿Puedo hablar contigo, Jong In? —Ricky preguntó tocando en la puerta de la oficina.
Jong In bajó las piernas de su escritorio y se enderezó. -Seguro, entra. —Le señaló a Ricky uno de los sillones de cuero frente a su escritorio. Jong In se recargó y acarició el labio inferior con su pulgar, anticipando la conversación.
Vio afectuosamente al pelirrojo Centinela. Ricky era la paradoja de su manada. Él era un fuerte y capaz guerrero, pero estaba construido delgado y solo medía un metro setenta y cinco. Se mantenía a sí mismo como el mejor de ellos, pero hacía unas galletas de chocolate y un Manicotti para morir. Jong In no podía dejar de pensar en Ricky como si fuera un guerrero femenino o un guerrero con un toque femenino. Sabía sin dudarlo que era un verdadero sumiso. No de la pareja en su manada, pero sí de su pareja. O lo sería si sacara la cabeza de su culo y dejara que Chang Jo lo reclamara.
— No quiero meter en problemas a nuestra manada. Solo estoy un infierno confundido. Me siento dividido. Es peor entre más espero. También quiero reclamarlo, quiero a mi pareja, Es solo que.. - Ricky retorció sus manos en su regazo.
— Baekho —Jong In sugirió.
— Sí. Lo amo con todo mi corazón pero nunca me engañé con eso, él nunca sería mi pareja. No puedo lastimarlo, Alfa. Él es mi mejor amigo, mi Code-man. —Ricky tomó aire y lágrimas llenaron sus ojos.
Jong In rodeó el escritorio y se sentó en la silla al lado de Ricky, apoyando su mano en el hombro del guerrero con los ojos llorosos.
— No te voy a forzar a hacer lo que aún no estás listo para hacer. Solo recuerda que dos corazones están involucrados y uno se va a quebrar. Solo tienes que buscar en ti y decidir cuál. Baekho aún tiene la posibilidad de encontrar a su pareja, la tuya te está esperando. ¿Realmente quieres dejar pasar tu oportunidad? Solo es una. Recuérdalo. —Jong In le sonrió compasivamente mientras Ricky se iba sumido en sus pensamientos.
Kibum estaba helado hasta los huesos, su cuerpo temblaba y sus dientes castañeaban tan fuerte que podrían llegar a quebrarse. Sus manos cerradas en un puño mientras mantas eran apiladas alrededor de él.
Kang In lo sostenía cerca mientras el agua goteaba de su cabello. El cerebro de Kibum medio trabajaba, pero sabía que Kang In se había tirado detrás de él. ¿Por qué? ¿Por qué el guerrero quería salvarlo después de la humillación que le causó?
— Gracias, Suk Jin —alguien dijo cuándo más mantas rodearon su tembloroso cuerpo.
— Voy a llevarlo a casa. —Kang In se puso de pie y cargó a Kibum hacia la camioneta que esperaba. Subió al asiento trasero, acurrucando más cerca a Kibum. ¿Por qué Kang In era tan protector? Kibum tenía demasiado frio y estaba demasiado exhausto como para tratar de darle sentido a eso. Apoyó la cabeza en el pecho de Kang In mientras trataba en vano de absorber el calor del cuerpo del lobo.
— ¿Por qué, Kibum? —Kang In le murmuró al oído.
— ¿Besarte o saltar? —bromeó tranquilamente.
Kang In gruñó. — Ambos.
Kibum evitó su mirada. ¿Por qué lo hizo? No estaba en la crisis de la mediana edad, solo tenía dieciocho años. Ahora no sentía una urgencia. ¿Solo fue una momentánea debilidad? ¿Por qué había sido débil?
— No lo sé. —Se encogió de hombros viendo a Kang In, sintió el cariño inundar su pecho pero nada más.
— ¿Te sientes atraído hacia mí, Kibum? —Kang In preguntó incluso más bajo. Eunhyuk estaba manejando.
— De nuevo, no lo sé. —Kibum se acurrucó en el regazo de Kang In cuando pregunta tras pregunta bombardeaba su mente.
— Duerme, jovencito. Preocúpate acerca de esto después.- Kang In jaló las mantas más apretadas a su alrededor mientras el movimiento del camino arrullaba a Kibum y se quedó dormido.
Jonghyun corrió al vestíbulo y tomó a Kibum de los brazos de Kang In. — ¿Qué sucedió? —Podía sentir a su pareja temblando y húmedo.
— Saltó al agua en el puerto —Eunhyuk le contestó.
— ¿Por qué infiernos hizo eso? —Jonghyun jaló a Kibum más fuerte hacia su pecho mientras esperaba que alguien le explicara lo que había sucedido.
— Honestamente no sé —Chan Hee contestó.
Jonghyun tomaría las medidas necesarias para lograr quitarle la ropa húmeda a Kibum y darle líquidos calientes. Sabía que los humanos podrían enfermarse fácilmente, y él no quería que su pareja pudiera enfermarse. Había cosas como la neumonía y el estreptococo en la garganta que podrían lastimarlo. Kibum era joven con un saludable sistema inmune, pero él no quería correr ningún riesgo.
Llevó a Kibum a su cama y le quitó las botas mojadas, después los empapados calcetines. Kibum parecía estar exhausto porque seguía dormido. Jonghyun jaló suavemente los brazos de Kibum para quitarle el suéter sobre la cabeza. La cosa pesaba como una tonelada por el agua. Se detuvo un momento y se dio cuenta que por primera vez vería desnudo a su pareja.
Jonghyun alejó esos pensamientos. Esto era para conseguir que estuviera caliente lo más rápidamente posible, ¿no es así?
Él le quito la camiseta negra y tomó una respiración. Jonghyun vio el tatuaje en el pecho de Kibum. Pasó sus dedos sobre él, asombrado al ver su nombre tatuado en un hermoso patrón. Las nubes sobre las letras se veían irreales con la luna escondiéndose. Se acercó y descubrió que su nombre no estaba trazado con líneas sino con una palabra que se repetía una y otra vez: amor.
Sus manos temblaban cuando desabrochó la mojada mezclilla y la bajó por sus piernas, él iba al natural. Jonghyun vio su flácido pene acurrucado contra su muslo. Incluso en estado flácido quitaba el aliento. Kibum mantenía el vello recortado, lo que JOnghyun consideró que era más sexy que el infierno. Su propio pene saltó ante le vista y empezó a llenarse. Bajó los jeans el resto del camino y luchó contra la lujuria que lo invadía... tomó una manta y cubrió a su pareja. Gritó en las escaleras y pidió que alguien le llevara sopa caliente y té.
Tomando la ropa mojada la echó por el conducto que conducía a la zona de lavandería y regresó a la cama. Jonghyun estaba impactado con el jovencito. Su corto cabello rubio con mechones más claros. Su rostro era como el de un ángel cuando dormía. Los piercing parecían fuera de lugar en su suave cara. Le gustaban. Solo que no parecían ajustar ahora.
Su pareja era delgado y medía uno setenta y nueve. Jonghyun siempre tenía problemas para respirar cuando Kibum giraba sus cristalinos ojos hacia él.
Kibum se movió y Jonghyun se sentó al lado de él, pasando su mano por el cabello de su pareja. Lo amaba más que a nada en el mundo. Quizás estaba siendo egoísta por esperar. Solo estaba tratando de protegerlo. Se inclinó y pasó sus labios sobre los de Kibum, sintió que Kibum exhalaba. Jonghyun giró la cabeza y acarició con su nariz la mejilla de Kibum, sintiendo la suave piel bajo él.
Jonghyun se alejó cuando tocaron a la puerta, Ricky traía una bandeja con los artículos necesarios. Se lo agradeció y los llevó a la cama. ¿Debería dejarlo dormir? Necesitaba calentarse. Podría dormir de nuevo una vez que tomara la sopa y el té.
— Despierta, bebé. —Jonghyun pasó su mano por un lado de la cara de Kibum y él parpadeó— Eso es. Despierta.
Kibum comenzó a estremecerse. Sus labios temblaban a causa del frío. Jonghyun lo jaló, sentándolo y llevó la taza de caldo a sus labios.
— Bebe. Está caliente. —Jonghyun sostenía la taza mientras los labios de Kibum tocaban la taza, sus ojos fijos en los de Jonghyun. Una sola lágrima se deslizó por la cara de su pareja.
— Tranquilo, bebé, sécate los ojos. Discutiremos los por qué después. Quiero calentarte ahora. —Jonghyun levantó la taza a los labios de Kibum una vez más pero Kibum giró la cabeza. Sus hombros se estremecían mientras confesaba.
— Yo te fui infiel, Jonghyun.
El mundo de Jonghyun giró sobre su propio eje. Las cuatro palabras se repetían una y otra y otra vez. No. no, no. No su pareja, ¿Quién? ¿Quién había tocado a su Kibum? ¿Quién se acostó con su pareja?
La rabia desgarraba su alma mientras sus caninos salían y sus ojos se volvían carmesí. Sus garras quebraron la taza en sus manos cuando salieron por sus dedos, el líquido caliente se esparció por sus muslos. Tenía que alejarse de su pareja pero no antes de descubrir con quién.
— Nombre, ahora. —Gruñó en una voz que rivalizaba con la de Satán.
Kibum negó con la cabeza y se apartó aterrorizado.
Jonghyun lanzó la cabeza hacia atrás y soltó un aullido. Su dolor y angustia podían oírse en su aullido.
Jonghyun colocó sus manos en la almohada a los lados de la cabeza de Kibum. — No vas a salir del cuarto y nadie… —Se acercó casi rozando los labios de Kibum— Nadie entrará a este cuarto. ¿Me has entendido?
Kibum asintió con un rápido movimiento de cabeza, entonces Jonghyun se apartó.
Se puso de pie, viendo hacia abajo a Kibum con dolor en su corazón. Kibum comenzó a llorar, pero él no trataría con eso ahora. Jonghyun sacudió la cabeza, entonces se dirigió a la puerta y escapó. Jonghyun tenía un mundo de dolor. Cambió fuera de la habitación y corrió hacia las escaleras. No podía pensar. Su cabeza y su corazón tenían una batalla. Jonghyun atravesó la ventana del frente y corrió con el dolor amenazando con arrancar su corazón.
continuara....