Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Candelabro cenizo por Shinjimasu

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Había comenzado  llover, por lo que la duda sobre la reparación de mi sembradío se hizo presente en mi cabeza. Confiaba en que había hecho un buen trabajo, pero aun así no pude evitar recordarlo.

Esas flores eran muy especiales para mí y el hecho de tener que perderlas por culpa de una estúpida tormenta me enojaba bastante, pero no tanto como que un hada se encargara de comérselas tan descaradamente como lo había hecho él. Esa era la razón por la que ahora estaba en mi casa, y sus descuidos por lo que lo mantenía esposado y semidesnudo sobre mi cama.

-Me pregunto dónde debería marcarte- dije colocándome sobre él –Porque sí recuerdas que lo haría hoy ¿O también lo olvidaste?-

Él no me respondió, lo que hizo que empezara a molestarme; las primeras veces fueron divertidas, pero ahora era irritante. Preferí dejarlo pasar como última vez y me incliné hacia su abdomen.

-¿Crees que aquí sería un buen lugar?- pregunté marcando un ligero chupetón, pero de inmediato reaccionó e intentó detenerme.

-¡N-No! Por favor, no en mi vientre… por favor- pidió angustiado.

-Vaya, después de todo sí puedes hablar-

-No me muerdas ahí, p-por favor, te lo suplico ¡No ahí!-

-Lo tengo, lo tengo, no te haré daño- sonreí –Aunque realmente estoy tentado a marcarte aquí… sería maravilloso poder clavar mis colmillos en esta parte tan suave- agregué presionando suavemente con mi uña.

-No… por favor, puedes hacerlo en cualquier otra parte, donde desees, pero aquí…-

-¿Y desde cuanto tú eres el que puede disponer de eso?- pregunté mirando su aterrada expresión.

-Te lo ruego ¡Por favor!-

-Te he escuchado decir eso muchas veces en estos dos días. Se está tornando muy molesto para mí porque me haces creer que de esa manera piensas que puedes controlarme ¿No es así? Abusas de mi buena voluntad- fingí estar indignado.

-¡No, no lo hago!-

-¿Entonces qué pretendes? ¿Qué me apiade de todas tus suplicas? Así no funcionan las cosas para mí. Debes aprender quien está a cargo-

-¡E-Esp…!-

-No, no te escucharé esta vez- lo interrumpí –No quiero que empieces a creer que conmigo podrás hacer de las tuyas, así que es momento de poner otro tipo de reglas: Número uno, nada de suplicas ni ruegos, ni chantajes ni lloriqueos ni mucho menos berrinches. De lo contrario me veré en la penosa necesidad de infligir castigos que no te gustaran en lo absoluto. Número dos, y esta es más una aclaración, TODO tú eres MÍO; cada cabello, cada pluma, cada lágrima ¿Entendido? Por ello puedo hacer lo que me plazca contigo, estés de acuerdo o no. Y número tres… bueno, esa la guardaré para después- sonreí acercándome de nuevo a su vientre –Entonces, si yo quiero morderte justo aquí ¿Estás de acuerdo con eso?-

Su rostro no mentía, de verdad no quería que lo hiciera. Estaba llorando y me miraba de una forma tan lastimera que podría fácilmente conmover a cualquier ser vivo del mundo, pero eso no funcionó para mí. Cerró sus ojos y asintió lentamente.

Me estremecí.

Tenerlo solo para mí era gratificante. No había deseado conseguir ningún tipo de compañera, pero él funcionaba a la perfección y mucho mejor que cualquier relación que pude haber imaginado tener. Las mujeres demonio eran arrogantes y vanidosas puesto que eran muy bellas, pero para mí no bastaba eso. Me gustaba tener el control y con esta hada no había nada más que pudiera desear.

Mi legua recorrió su vientre y mis labios se expandieron sobre su piel para chuparlo. Por alguna razón la sensación era interesante y seguí así  por algunos segundos.

-¿Cuál es tu nombre? ¿Tienes uno?- pregunté al darme cuenta de que había pasado por alto un detalle importante.

-T-Te-Tenshi…- sollozó

-No está mal- sonreí acariciando su vientre –Te queda muy bien-

-N-No…-

-¿Qué? No te estoy haciendo nada malo ¿O sí? ¿Acaso te duele?-

-No…-

-¿Entonces? Porque si tratas de engañarme podría molestarme mucho contigo y algunas veces, cuando me enojo, pierdo el control en mi cuerpo- le dije presionando mi índice sobre su piel –Podría ocurrir un accidente lamentable ¿No lo crees?-

-S-Sí…- contestó con voz temblorosa.

-Qué lindo, ya entendiste que debes responder- sonreí acercándome a su rostro para lamer su mejilla –Si te sigues portando bien podría considerar en hacerte un favor y dejar que decidas dónde te marcaré… pero eso depende de qué tan obediente seas ¿Qué dices? ¿Quieres intentarlo?-

-¡S-Sí! ¡Si quiero!- respondió de inmediato.

-Qué entusiasta- le sonreí sentándome frente a él. Sin duda aquello sería divertido.

Me levanté de la cama y liberé sus manos sin dejar de besar alrededor de sus muñecas donde se marcaba el metal que lo sujetaba. Le sonreí antes de regresar a mi lugar y recargarme en mis almohadas -¿Sabes? Hoy tuve un día cansado. Me vendría bien un poco de cariño- le dije haciéndole una seña para que se acercara –Consiénteme-

Como esperé su reacción fue temerosa y asquerosamente linda. Limpió sus ojos antes de acercárseme y se sentó sobre mis piernas, llamando por completo mi atención. Sujetó mi rostro, besó mis mejillas y mi cuello mientras acariciaba mis hombros y mi pecho. Realmente nunca hubiera esperado que lo hiciera por cuenta propia, pero no me molestó; su rostro expresaba algo que yo no podía comprender, no era tristeza ni pesar, mucho menos odio, era más bien como vergüenza, pero como una que no era desagradable. No sé explicarlo, pero me agradaba.

Su piel tenía un aroma tan dulce que soporté poco el hecho de no poder tocarlo tanto como quería y terminé por detenerlo –Date la vuelta- le dije. Cuando lo hizo y finalmente lo tuve sentado de espaldas a mí, lo rodeé con mis brazos para acercarlo. Lamí su piel y mordí suavemente su hombro derecho sin dejar de acariciar su torso.

-Quiero morderte justo aquí, no sabes cuánto lo deseo- le dije clavando mis colmillos tan solo un poco –Pero prefiero guardar esta zona para el final, así que ¿Ya te decidiste?-

-En cualquier parte está bien… solo no en mi vientre… por favor- me dijo, lo que era obvio desde un principio.

-¿Seguro que en cualquier parte? Podría morder tu pezón de nuevo- respondí llevando mis manos hasta ellos para pellizcarlos tan solo un poco –O podría ir un poco más abajo- agregué tocando su entrepierna –Hacerlo aquí sería doloroso ¿No te parece?-

-No importaría si lo fuera…-

-Oye, decir eso es irresponsable- sonreí –Si estuvieras adolorido no podrías trabajar adecuadamente. Aunque pensándolo bien ni siquiera estando sin dolor puedes hacerlo; en ese caso creo que estaría bien ¿O no?-

Él asintió.

–Entonces está decidido- respondí bajando de la cama para colocarme frente a él. La vista era maravillosa nuevamente gracias a que seguía desnudo. Sujeté sus piernas y las halé hacia el borde de la cama de manera que mi cabeza quedo en medio de ellas. Me relamí para clavarle los dientes en su blanca piel, pero antes lo observé –Esta zona es demasiado sensible, pero recuerdo haberte escuchado decir que no importaba si dolía ¿Cierto? En ese caso creo que, ya que no te importa, te prohibiré gritar. Si escucho algún sonido proveniente de tu boca te marcaré justo aquí- le dije señalando la parte en su vientre donde anteriormente marqué un chupetón –Y esta vez nada me evitará hacerlo ¿Entendido?-

Él asintió de nuevo.

En verdad era tan lindo que no podía dejar de ser cruel. Mi placer se centraba en hacerlo sufrir y resultaba ser tan satisfactorio que comencé a pensar que no sería tan mala idea asesinarlo cuanto antes.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).