Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Candelabro cenizo por Shinjimasu

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Esa era la segunda vez que vomitaba.  Me había despertado como consecuencia de una terrible sensación de asco. Todo mi cuerpo estaba adolorido y sentía que la cabeza me iba  a estallar en cualquier momento. Tenía sed.

Realmente nunca me había sentido tan mal.

Regresé mis pasos hacia la habitación y me dejé caer sobre la cama junto a él. Sí, habíamos pasado la noche juntos, sin embargo no era precisamente lo que hubiera querido. El aroma embriagante de la noche anterior había desaparecido junto con mis imprudentes síntomas salvajes y ahora solamente quería descansar.

Giré mi cabeza para ver a Tenshi, encontrándolo dormido aún y cubierto apenas por una sábana. Se veía cansado, no era para menos, pero parecía estar bien. Llevé mi mano a su rostro y retiré el fleco de su frente. Parecía tan tranquilo y emitía una sensación de paz tan grande que por un momento en verdad me sentí feliz de haberlo encontrado ese día. Por fortuna para mí no duró mucho esa sensación.

Tomé mi ropa y entré al baño para ducharme: sin importar qué, debía trabajar.

Cuando salí lo encontré sentado sobre la cama. Su cabello estaba alborotado y parecía que acababa de despertar. Me miró con pena después de bostezar y… me sonrió.

-Buenos días- me saludó en voz baja.

-Buenos días- respondí por cortesía antes de buscar mi ropa para vestirme –Deberías ir a bañarte-

-Lo haré. Gracias- contestó.

Con eso creí que estaba implícito que quería que saliera de mi habitación, pero contrariamente solo se quedó quieto, probablemente esperando que yo me fuera. No quise tomarle mayor importancia puesto que aún no me sentía del todo bien y tomé mis cosas para irme. Cuando estuve por salir me detuvo.

-Akuma- me llamó por mi nombre por primera vez –Quiero ayudar-

-¿Con qué?-

-Lo que sea-

-No sé qué sea eso-

-Quiero decir… haré lo que en principio debí hacer- me dijo impulsándose ligeramente hacia adelante. Parecía emocionado -¡Quiero ayudar!-

-Ya te di dos oportunidades que desperdiciaste ¿Por qué debería darte una tercera?-

No escuché respuesta. Si seguíamos así perdería tiempo que no tenía.

-Bien, pareces entusiasmado- respondí regresando hasta donde estaba –Pero sé que entiendes que esta es la última vez… y si fallas, no me molestaré en esposarte-

Asintió sin apartar su vista de mí -¡G-Gracias!- exclamó.

Sentí algo entonces, pero no me detuve a investigar lo que era.

Ese día llegué tarde a casa. Cuando atravesé la puerta estaba demasiado cansado como para preocuparme de algo más, así que solo avancé hacia mi habitación para dormir. Todo el día me había dolido la cabeza, así que era mi mejor solución para acabar con eso. Cuando llegué al pasillo y lo vi dormido en su cama recordé la conversación que habíamos tenido en la mañana. Bastarían solo un par de segundos para que avanzara hacia él y lo castigara por haber olvidado su promesa, sin embargo antes de que llegara hasta donde estaba, un aroma nuevamente invadió mi nariz. No era como la vez pasada, ahora era uno muy diferente. Regresé mis pasos y encontré que en la mesa estaba la cena servida; sobra decir que nunca antes me había pasado algo similar puesto que desde muy pequeño había vivido solo.

Absurdamente me acerqué con duda, era muy extraño contemplar esa escena. Había garbanzos cocidos dentro de una cacerola pequeña sumergidos en caldo (parecía ser una sopa), fruta, raíces y semillas en otra, pan y una jarra con agua ligeramente verdosa. Un plato hondo, uno extendido y cubiertos. Todo parecía muy bueno; en realidad delicioso. Y sí que lo estaba.

No sé si era porque nadie había cocinado para mí antes o porque las habilidades culinarias de las hadas eran maravillosas, pero todo lo que comí fue increíblemente sabroso. Acabé con todo y me sentí mejor, pero aun con sueño.

Dormir sería lo mejor ahora. No me molesté en acercármele de nuevo y solo entré a mi habitación para descansar. Fue una noche sin sueño para mí.

Cuando desperté estaba el desayuno servido en la mesa y nuevamente Tenshi dormía en su cama. No era como si tuviera intenciones de agradecerle puesto que era obligación suya servirme, sin embargo al menos hacer contacto visual sería lo correcto. Con la luz del día pude ver que toda la casa estaba en orden y limpia; al parecer sí había hecho todo lo que en un principio le había ordenado como paga por su estancia. Quizá la amenaza estaba más que clara ahora.

Y así como ese fueron pasando varios días. Algunas veces lograba verlo despierto, otras no. Cruzábamos pocas palabras en esos momentos, las suficientes como para que ambos supiéramos que estábamos ahí.

Todo era normal, como debió ser en un principio.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).