Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Candelabro cenizo por Shinjimasu

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Esos suaves sonidos me hacían dormir, bellos cantos que me dejaban descansar con tranquilidad desde hacía varias semanas. Sorprendentemente ahora no surtían efecto.

No importaba cuantas veces me moviera, simplemente no podía dormir. Ya era tarde y tenía sueño, pero mi cuerpo se negaba a quedarse quieto. La frustración comenzaba a molestarme en verdad; sería mentir creer que si me quedaba acostado encontraría el sueño, así que me levanté a comer algo, esperando que así lograra dormir.

Cuando Tenshi me vio detuvo su canto –No te molestes, sigue- le dije sin mirarlo mientras caminaba hacia la cocina. Lo escuché de nuevo, pero su tono era bastante bajo ahora.

Comí algunas semillas y bebí té hasta que sentí que estaba lleno. Entonces regresé a mi habitación y nuevamente detuvo su melodía.

-Desde hace mucho tiempo no tengo que repetirte lo que digo dos veces- le dije –Sigue cantando-

-¿No te molesta el ruido?-

-Últimamente me hace dormir más que perturbarme. Pero hoy no funciona-

-¿No quieres dormir?-

-Más bien no puedo hacerlo. Estoy muy cansado-

Ni siquiera sabía por qué estaba hablando con él. Quizá porque ya estaba demasiado soñoliento como para pensar correctamente. Y si yo lo estaba, sería mejor hacer que él tampoco pudiera dormir.

-¿Todas las hadas cantan igual? Creo que no te había escuchado hacerlo hace unos meses- pregunté recargándome en la puerta. Incluso mantenerme en pie era difícil.

-Creo que sí- respondió sentado sobre la cama con su espalda recargada en la pared. Una cobija lo cubría y sus manos rodeaban su vientre –Cantamos según nos sentimos-

-¿Por eso no lo hacías cuando recién llegaste aquí?-

Obviamente fue una pregunta indiscreta, por lo que agachó su rostro avergonzado –Sí-

-¿Y ahora porqué cantas?-

-Porque estoy feliz-

¿Feliz? ¿Feliz por qué? –Nuestros conceptos de felicidad son diferentes entonces-

-¿Qué es felicidad para ti?- me preguntó, pero una mirada furtiva de mi parte bastó para someterlo –Lamento preguntar eso-

No respondí. Aun no sentía que podría dormir -¿Por qué estás feliz?-

-Porque no me siento triste-

Una pequeña risa escapó de mis labios -¿Qué razonamiento es ese?-

-Supongo que mis sentimientos son simples- contestó mirando su vientre –Desde hace mucho tiempo ya no me siento solo. Eso me hace feliz también-

En ese momento recordé algo que ya me había preguntado a mí mismo antes –Desde que llegaste aquí no ha habido problemas con las hadas, nadie vino a reclamarte o a pelear por ti ¿Qué hacías antes? ¿Tu pareja tan pronto se olvidó de ti?-

Hubo un silencio entonces, su expresión cambió por completo en pocos segundos –Nunca tuve una-

-¿Entonces te preñaste con magia?- me burlé sin cambiar mi tono de voz. Sabía que seguir preguntando era imprudente, pero no tenía motivos para dejar de hacerlo.

-No- contestó sin apartar la vista de su cuerpo.

-¿Entonces? Te estoy haciendo una pregunta implícita, quiero saber qué sucedió con el hada que te embarazó-

-No lo sé- contestó de inmediato –Yo… no supe quién lo hizo-

Aquello sin duda se ponía interesante, pero por algún motivo su respuesta me hizo sentir algo extraño –Me sorprende que incluso las hadas puedan hacer cosas como esa, creí que solo era común entre otras criaturas. Ni siquiera los demonios hacemos eso con nosotros mismos-

Él se encogió de hombros.

-¿Cuántos fueron?-

-No estoy seguro… recuerdo poco de ese día- me dijo, pero supongo que sabía que volvería a preguntarle -Cuatro… quizá cinco-

-¿Y nadie te ayudó?-

-No- respondió con voz temblorosa. Sabía que quería llorar –Nunca se preocuparon por mí… desde siempre fui diferente-

¿Diferente? Quizá solo porque era más hermoso que todos los demás –Puedes ser más específico-

-No puedo volar- respondió –Mis alas son inútiles… no puedo sentir nada-

Reaccioné al escucharlo. Fue por eso que cuando lo mordí ahí en aquella ocasión no se quejó. Además de que eso explicaba por qué no había intentado escapar cuando lo traje a la aldea y su inmediata resignación: no podía huir aunque quisiera hacerlo. Ahora me sentía como un idiota por no haberme dado cuenta antes.

-Una hada que no vuela… bastante diferente diría yo- respondí –Supongo que escapaste y por eso te encontré en mi floral-

Él asintió.

Me resultó gracioso que se hubiera ido de su aldea  y de inmediato fuera secuestrado por mí. Sin duda no sabía cuidarse solo. Eso también explicaba la razón por la que no se opuso a que me lo llevara, no tenía a donde ir después de todo -Lo que no entiendo es porqué decidiste conservar eso si fue producto de una violación masiva- le dije –Ni siquiera sabes de qué sujeto es, eso por sí mismo ya es bastante malo como para que todavía tengas que cargar con…-

-¡Pero es mío!- exclamó de pronto. Nunca olvidaré la expresión de su rostro, pues duró apenas unos segundos: estaba molesto. Cayó en cuenta de eso casi de inmediato y se arrepintió de inmediato –L-Lo siento, estoy siendo muy grosero-

-Eso no es por lo que deberías disculparte, sino por ser irresponsable- contesté –Estabas decidido a sacrificarte por una cría que NO pediste tener, una que fue concebida por el dolor y no por el amor; eso es estúpido-

Sus ojos se llenaron de lágrimas y empezó a llorar. Había encontrado su punto débil. Curiosamente no me sentía tan bien como esperé, sino que por el contrario, ahora me encontraba en un conflicto: no podía dormir si él seguía quejándose.

 –Oye, ya basta- le dije para callarlo, pero no me hizo caso -¡Dije que basta!- exclamé acercándome y obligándolo a obedecerme. Lo miré serio, pero la expresión de su rostro me hizo ceder nuevamente. Fruncí mi entrecejo como respuesta natural a la impotencia que tenía por no enojarme y llevé mis manos a su rostro para limpiarlo –Vamos, no quieras causarme más problemas-

-Estoy bien- contestó dejándome ayudarlo. Era obvio que no se atrevería a alejarme.

Sin embargo, sabiendo todo eso aún tenía una duda, una que había olvidado por un tiempo.

-¿Por qué me dejaste hacértelo?- pregunté por simple curiosidad –Digo, no es como si en ese momento fuera a detenerme, pero aun después de  todo por lo que pasaste… hubiera creído que sería doloroso para ti, incluso que te atreverías a evitarme-

Hubo una pequeña pausa. Pude notar que quería decir algo, pero no lograba expresarlo de la manera más conveniente -Contigo no se sentía desagradable- me dijo sin mirarme.

No respondí. Después de todo no había nada más que decir.

–Quiero dormirme ya-  le dije haciendo que se parara -Canta para mí-

-¿Ah? Pero…-

-Hoy dormirás conmigo, así que ven- lo interrumpí para evitar que continuara. Di la vuelta y lo obligué a seguirme. Para cuando me di cuenta ya estábamos en mi cama. Era bastante grande y cabíamos perfectamente. Las almohadas le permitían recargar ligeramente su espalda en una posición bastante cómoda y yo me basté con cruzar los brazos debajo de mi cabeza –Quiero que cantes- repetí.

Tenshi se acomodó y estuvo en silencio unos segundos. Sin duda estaba nervioso, pero fui paciente. No lo suficiente. Suspiré, tomé su mano y la acaricié discretamente con mi pulgar –Vamos, canta-

Por la posición en la que estábamos no podía verlo, pero solo bastó con eso para que empezara con su melodía. En un principio pensé que no podría hacerlo si no estaba a gusto, sin embargo, para mi sorpresa, lo hizo y era muy  parecida a la que cantaba antes. Me tomé la libertad de pensar que estaba feliz de nuevo.

Aunque me hubiera gustado saber que era lo que pensaba en ese momento.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).