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10. El Sueño de Leeteuk por dayanstyle

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Notas del capitulo:

mmm... me estan convenciend de triple actu hoy...mmmm

vamo a pensarlo (meme)...

a leer

— ¿Puedo tocar? —Taemin miraba fijamente a Leeteuk.

— No, no puedes tocar. No es un juguete.

Taemin rogó, — Pero es tan…tan tentador.

Leeteuk rodó los ojos. ¿Cuántas veces había oído eso antes? — No, Taemin. No va a suceder.-

— Solo una vez. No le diré a nadie que me dejaste. —Taemin juntó sus manos como si estuviera rezando.

— No, tú dices una vez, pero una vez nunca es suficiente. Siempre rogarás por más. —Leeteuk no cedería ante esto.

— Te prometo que no la tomaré demasiado apretado.

— No.

— Por favor.

— No.

— Bien, iré a conseguir una de contrabando, dado que quieres tratarme como a un niña, puedo hacer eso, lo juro.

Leeteuk gruñó. — Minho, ven por tu pareja —gritó en el estudio.

— ¿Qué sucede? —Minho miró de Taemin a Leeteuk.

— Taemin está rogando por tocarla. Dile que está cargada, y que puede dispararse con solo tocarla ligeramente.

— Dragonfly, no puedes jugar con armas. —Minho levantó a su pareja llevándolo de nuevo al estudio.

— Necesito conseguir un trigger lock en esta casa —Leeteuk murmuró saliendo a buscar a Jong In. Se sentía un poco tenso. Necesitaba apartar su mente de la sed que desgarraba su garganta.

— Yo también lo siento. —Brazos rodearon la cintura de Leeteuk y sus hombros mientras besaban su nuca—. Vamos, salgamos a caminar.

Kang In jaló a Leeteuk sacándolo por la puerta de la cocina mientras hablaba. — Este lugar ha tenido el nombre de Jong In durante dos siglos. Es la casa para los lobos que su propia manada evitaban por su preferencia sexual, un refugio seguro. Aunque los lobos Timber son la raza más fuerte, todo el mundo necesita una manada.

Leeteuk miró alrededor hacia el hermoso bosque. El patio era enorme con un jardín a la derecha y un pequeño patio de juegos para niñas. — Debe ser lindo ser quien eres y correr libre. —Algo que Leeteuk deseaba hacer cuando el deseo por el alcohol lo golpeaba duro. Ser capaz de correr libre se oía increíblemente perfecto.

— Admito que es agradable sentir la tierra bajo tus patas cuando corres kilómetros. Limpia tu cabeza y te enfoca.

— ¿Puedo convertirme en lobo ahora que me mordiste? —La pegunta había estado dando vueltas en la cabeza de Leeteuk. Si era como en las películas de horror eso se veía doloroso como el infierno, entonces no quería esa parte. ¿Tendría elección?

— No, tienes que nacer de esta forma. Aunque ahora que estamos emparejados, no te enfermarás, y las lesiones curarán más fácilmente que un humano no emparejado.

— Cool. Siempre parecía tener gripe. —Eso parecía tonto, pero Leeteuk no podía pensar en otra cosa que decir. ¿Nunca se enfermaría? Eso era jodidamente genial— ¿Qué quisiste decir cuando dijiste “que también lo sentías”?

— Si estamos en el mismo cuarto, uno cerca del otro, puedo sentir tus emociones. —Kang In lo guió por un camino que llevaba al bosque.

¿Eso era algo bueno o malo? Leeteuk no podía decidirse, pero sería difícil mentir que todo estaba bien cuando no lo estaba.

— Vamos, quiero mostrarte mi lugar favorito, cuando necesito que mi cabeza se enfoque. Nunca he compartido este lugar con nadie, serás el primero, como debe de ser.

Leeteuk siguió a Kang In durante algunos kilómetros, hasta un claro.

— Es hermoso, Kang In. —Leeteuk se paró en una roca de donde una mini cascada caía a un pequeño estanque. Había sapos y peces alrededor, las plantas decoraban toda la circunferencia como una pequeña rebanada del paraíso. Era un escenario pacífico, uno que Leeteuk sabía que regresaría a visitar. La atmosfera era pacífica, un lugar para solo sentarse y tomarse el tiempo para relajarse.

— Ahora es también tu punto.

— ¿Lo compartes conmigo?

Kang In se rió. — No estés tan impactado. Como los humanos dicen, todo lo mío es tuyo.

Leeteuk tomó una profunda respiración. — ¿Te puedo preguntar algo, Kang In? —Cuándo el alto hombre asintió, Leeteuk continuó— ¿Cuándo me viste por primera vez…por qué me odiaste?

Kang In guió a Leeteuk hacia una roca al borde del estanque y jaló a su pareja entre sus piernas, colocando su pecho en la espalda de Leeteuk y su mentón en la cabeza. — No te odié, nunca te odiaría. Estaba tan frustrado porque no sentías la atracción o porque no me reconocías.

— Pero ni siquiera te conocía, Kang In.

Kang In cerró los ojos ante la verdad. Eso era lo mismo que Jong In le dijo.

— ¿Lo que yo sentía era la atracción? —Leeteuk preguntó.

— Sí.

— Eso hacía que quisiera girar y correr a tus brazos —Leeteuk le confesó.

— Desearía que lo hubieras hecho. Estaba tan frustrado, me enorgullecía de mi control. Siempre pensando claramente, y tú te llevaste eso.

Leeteuk se rió. — Parece que ambos estábamos enojados por eso. Estaba furioso por la misma razón.

— ¿También eres un loco del control?

— Sí. Tenía que serlo. Cuándo mi mamá se suicidó, sabía que no quería terminar como ella, no dejaría que nadie tuviera tanto control sobre mí que pudiera llevarse mi personalidad. Comía control de desayuno. Me presioné a mí mismo para terminar la escuela, ser el mejor. ¿Tú sabes?

— Puedo ver por qué lo necesitabas. —Kang In besó la cima de la cabeza de su pareja— En cuanto a mí, tenía problemas para manejar la ira. Casi mato a un chico de mi edad cuando era jovencito porque se burlaba de mí porque me gustaba otro chico. Sabía que si no tomaba el control de mis emociones, podría estar muerto antes de que tuviera la suficiente edad para dejar a mi manada.

Se quedaron ahí sentados un momento, perdidos en sus pensamientos. Leeteuk quebró el silencio. — Empecé a beber cuando a mi compañero le dispararon y murió. Estábamos en un interrogatorio de rutina, y el rufián no quería ir a la cárcel así que sacó una pequeña pistola y le disparó al pecho a mi compañero. La bala fue directo al corazón, él murió instantáneamente. Nosotros solo investigábamos un robo en su lugar de trabajo. El chico ni siquiera tenía antecedentes. Después descubrimos que él había sido quien cometió el robo.

Kang In pasó sus manos arriba y debajo de los brazos de Leeteuk, dejando que liberara los demonios que había mantenido tanto tiempo. Podría sanarlo si los dejaba ir. ¿Cómo hubiera sido vivir la vida de su pareja? ¿Se hubiera vuelto loco? ¿Una persona, solo un humano, podría manejar tanto estrés?

— Eso hizo que me diera cuenta que realmente nunca tienes control sobre tu vida. En un día, en un parpadeo, dejas de existir. Estaba asustado con solo pensarlo. —Kang In tenía la sensación de que Leeteuk acaba de admitir su mayor temor. El miedo de entregarse totalmente a alguien y entonces perderlo.

Kang In estaba de acuerdo, pero él tenía que hacerle saber a su pareja cómo se sentía. — Pero no puedes dejar que el miedo a morir o a perder a alguien que amas controle tu vida.

Leeteuk se rió. — Eso se oye fácil.

Kang In mordió su oreja. — Así es cuando dejas tus miedos y te entregas a alguien a quien amas y en quien confías, pareja.

Leeteuk se apoyó contra su pecho. — Me gusta esa palabra. Pareja. Se oye diferente a novio o amante, o incluso compañero. Eso hace que la palabra se sienta diferente a lo que he experimentado antes. Se siente más cercano, profundo…y Dios, me escucho como una chica.

— Te oyes bien para mí. Me gusta que te sientas de esa manera. Lo que nosotros tenemos es diferente. Hay una ventaja más de que seas mi pareja. —Kang In dejó esto para el final, esperando que Leeteuk no enloqueciera con él.

— ¿Y cuál es?

— Tengo doscientos treinta y cuatro años, y viviré mil…y también tú. —Sostuvo el aliento, esperando. Cuando su pareja se apoyó en él sin decir nada, la ansiedad de Kang In alcanzó un nuevo nivel. Algunas veces el silencio era peor que una rabieta.

— Huh. Mil años. Ni siquiera logro entender cuanto tiempo es.

Kang In empezó a respirar de nuevo.

— Eres viejo. —Leeteuk se carcajeó cuando Kang In lo apretaba más fuerte— Tienes la edad suficiente como para haber visto el progreso de la modernización.

— No te imaginas lo felices que nos hizo a los Centinelas que se inventara el teléfono celular. Apestaba estar en una caseta telefónica desnudo haciendo una llamada por cobrar.

— ¿Desnudo?

— Cuando cambiamos la ropa se va, y cuando regresamos a la forma humana, no hay ropa.

Leeteuk bufó. — No quiero que cambies alrededor de nadie más, amigo.

Kang In inclinó la cabeza y le dio un suave beso en los labios. — Eres sexy cuando estás celoso.

— E imaginarte desnudo dentro de una caseta telefónica es caliente como el infierno, casi como si estuvieras mostrándote para mí. —Leeteuk se rió suavemente.

Su pareja gimió dentro del beso, estirándose para llegar a los labios de Kang In. El lobo lo levantó… entonces lo lanzó al estanque.  -Hey, ¿qué fue eso? —Leeteuk preguntó mientras se quitaba el agua de los ojos.

Kang In estaba de pie carcajeándose, Leeteuk se veía hermoso mojado. Su pareja llegó al borde y jaló la pierna de Kang In, desbalanceándolo, haciendo que cayera a su lado. Leeteuk se reía mientras trataba de nadar alejándose de Kang In que gruñía y lo cazaba.

 

 

 

Leeteuk jaló la bastilla de su camiseta. Miró alrededor, rezando para que nadie lo llamara. No estaba listo para eso.

Min Seok tomó su mano, apretándola ligeramente, mostrándole a Leeteuk que estaba ahí con él y que no iría a ningún lado. Leeteuk sostuvo la pequeña mano, no estaba seguro si era para tranquilizar a su pequeño amigo o para tranquilizarse él mismo. Aunque tampoco importaba. La sentía como una línea de vida que ahora necesitaba.

Estaban en un cuarto del centro recreativo en donde diez personas estaban en círculo contando sus historias, Leeteuk sabía que había mucho alcoholismo. Solo no tenía ni idea de que hubiera tanta gente en un pequeño pueblo afligidas por eso. Cinco de esas personas del grupo sufrían lo mismo que él.

Jong Dae y Kang In estaban esperando afuera. Leeteuk había insistido que él podía mantener seguro a Min Seok, pero una vez que le explicaron sobre los lobos rebeldes y los vampiros, Leeteuk se sentía mejor sabiendo que dos grandes lobos shifter esperaban por ellos.

Él podía tener entrenamiento policial pero no era un estúpido suicida. Él tenía también que pensar en Min Seok.

La reunión duró una hora. Leeteuk estaba agradecido de que no le pidieran contar su historia, pero él había escuchado la de otros, incluso la de Min Seok, y eso hacía que viera a su pequeño amigo con una nueva luz. Entendía claramente lo que Min Seok había pasado. No se sentía solo con su problema.

Kang In también le había hablado de las otras parejas y sus luchas, él quería matar al papá de Kibum y Heechul. Nunca había entendido el abuso infantil, abusar sexualmente era lo peor de eso. Violar a tu propio hijo era la cosa más vil para Leeteuk.

Había aprendido mucho sobre la manada durante las pasadas semanas. Los lobos a los que se les decía Centinelas, eran los guardianes de las parejas. A ellos comúnmente se les decía guerreros, y Leeteuk podía ver por qué. Ellos eran enormes, excepto por uno llamado Kevin. Parecía un pequeño litro.

Jong In era su Alfa. Parecía que podía quitarte la respiración solo con la mirada. Entonces estaba el Beta, Siwon. El comandante de los Centinelas era Chanyeol. A Leeteuk no le gustaría encontrarse con ese hombre en un callejón oscuro. Pero era Kang In quien sembraba el temor en los corazones de muchos. Tenía un aire de peligro que hacía que todos se mantuvieran a distancia, pero Leeteuk estaba enamorado de él. Y él pudo ver un lado del lobo que la mayoría no veía.

— ¿Cómo les fue? —Kang In preguntó cuándo los cuatro se dirigían al Café.

— Bien. Sentí como si no tuviera que atravesar solo por esto, como si el problema no fuera solo mío.

— ¿Crees que las reuniones te puedan ayudar?

Leeteuk miró a la otra pareja. Jong Dae abrazaba a Min Seok, mimándolo. Según la descripción de Min Seok de cómo había sido su vida y cómo era ahora con su pareja, sabía que las reuniones hacían un mundo de diferencia. — Si, ellas me van a ayudar.

Aunque Min Seok seguía luchando con su problema, aun sentía el deseo por la droga, él le había dicho a Leeteuk que ahora era menos frecuentemente.

Cuándo Leeteuk le preguntó cómo había atravesado por la necesidad de la droga, Min Seok le dijo que vivir con la Manada Kim lo había ayudado tremendamente.

Le dijo a Leeteuk que cada persona de la casa lo había apoyado al cien por ciento. Eso ayudó en su largo proceso de curación.

Leeteuk había ido con su capitán y le había explicado sobre su adicción. Su capitán le dio un permiso sin goce de sueldo para que se atendiera. Eso aparecería en su expediente, pero su vida era más importante.

Justo ahora iba a comenzar a trabajar, y con la cabeza más clara, era más optimista. Kang In no se había puesto demasiado loco con el hecho de que él arriesgara la vida a diario, y estuvo enfadado algunos días, pero al final aceptó que regresar al trabajo podría ayudar a Leeteuk con su problema con el alcohol. Necesitaba ayudar a la comunidad. Además, ¿cuánto drama podía suceder en un pequeño pueblo?

Los cuatro entraron al café y ordenaron sus bebidas disfrutando de la noche.

Leeteuk miró a los ojos a Kang In, entonces al cuarto de baño. Su pareja lo captó inmediatamente, amaba eso de él.

— Nos disculpan. —Kang In tomó la muñeca de Leeteuk y lo jaló. Entraron al cuarto de baño, lo cerraron y se acomodaron frente al lavado, Leeteuk estaba en un frenesí de lujuria. Cayó de rodillas, y jaló los jeans de Kang In con todo y ropa interior a las rodillas— Mío, qué lindo niño eres. —Leeteuk lamió sus labios y tomó la base del pene de su pareja, empujando la virilidad de Kang In hasta el fondo de su garganta.

— Joder. Leeteuk —Kang In siseó, cuando echó su cabeza hacia atrás golpeó en el espejo— Espera. —Kang In jaló a Leeteuk y se acomodó en la otra pared— Mejor.

— pervertido bastardo. —Leeteuk se rió, notando que la nueva posición le permitía a Kang In ver la espalda de Leeteuk por el espejo.

— Provócame. —Kang In pasó sus nudillos por la cara de Leeteuk mientras él chupaba el glorioso pene. Hipnotizado por las caricias de Kang In, la piel de Leeteuk hormigueaba bajo las puntas de los dedos de Kang In.

Leeteuk levantó la vista para ver que Kang In dejaba caer su cabeza de nuevo, viendo la cabeza de Leeteuk bombear su pene en el espejo. Él solo podía imaginar cómo se veía.

Leeteuk bombeó el pene de Kang In chupando la ancha cabeza. Su lengua giraba alrededor de la esponjosa cabeza lamiendo el nudo de nervios en forma de V de abajo, la otra mano agarraba las nalgas de su pareja, disfrutando la sensación del maravilloso trasero. Se preguntó de nuevo si una moneda rebotaría ahí.

— Cerca, bebé. Realmente cerca.

Leeteuk lentamente llevó el pene más allá en su garganta, dejando que los músculos de su garganta se relajaran hasta que el vello púbico le hacía cosquillas en su cara.

— Dios, Leeteuk —Kang In gruñó mientras el caliente líquido rápidamente llenaba la boca de Leeteuk. Las caderas de Kang In se movieron unas cuantas veces más. Leeteuk no lo liberó de inmediato. En lugar de eso, limpió cada gota y permitió que el eje flácido dejara su boca.

— ¿Qué decías de provocar? —Leeteuk le sonrió a su pareja. Kang In pasó su mano por la cabeza de Leeteuk, su cabello era demasiado corto para tomarlo.

— Dije que te levantaras.

Leeteuk se levantó, Kang In sacó el doloroso pene de Leeteuk. El lobo se giró, presionando la espalda de Leeteuk contra su pecho. — Mira.

Leeteuk estaba perdido en la erótica imagen frente a él. La gran mano de Kang In envolvía su pene, bombeando más y más rápido. Leeteuk se paró en las puntas de sus pies mientras se corría, disparando al suelo, humedeciendo la mano de Kang In. Sus ojos se giraron hacia atrás, saciado sintió sueño.

— Fue un infierno de vista cuando te corrías. —Kang In besó su cuello, caminó hacia el lavabo y se lavó las manos, luego tomó unas toallas de papel para limpiar el suelo. Leeteuk solo se apoyó en la pared, disfrutando las sensaciones.

Todo lo que Leeteuk podía hacer era gruñir cuando su pareja lo jaló. Kang In le sonrió. — Vamos, bebé. —Le quitó la llave a la puerta y jaló al debilitado Leeteuk.

— Ahora regresamos. —Jong Dae tomó la mano de Min Seok y se fue en la misma dirección.

— Creo que iniciamos algo. —Leeteuk le sonrió a Kang In.

— Más parejas vendrán y a los niños se les prohibirá estar aquí.

Leeteuk se inclinó y besó a su pareja. — Gracias, necesitaba eso.

— Tú lo iniciaste debería ser yo quien te lo agradeciera.

 

 

 

— Tienes que investigar mi cuarto.

Leeteuk miró hacia abajo a Nana parada frente a él, sus brazos cruzados sobre su pequeño pecho. Ella era la hermanita de Donghae.

— ¿Y qué quieres que investigue hermosa? —Ella era demasiada linda cuando ponía esa cara de seriedad, cuando estaba determinada a conseguir algo.

— El señor Peepers se fue.

— Muéstrame el camino. —Leeteuk siguió a la pequeña cuyos mechones castaños saltaban. Min Seok pronto los siguió, nombrándose a sí mismo el detective honorario junior de Leeteuk. Min Seok había empezado a leer novelas de espías y ver películas de James Bond. La pareja necesitaba salir más. Leeteuk no iba a destruir sus sueños de un día ser un agente secreto. Esa era una fase que él podría superar.

— ¿Qué sucedió? —Min Seok preguntó sacando su pequeña libreta y pluma.

— El señor Peepers se ha perdido. —Leeteuk mantuvo la risa consigo mismo. Quería mantenerse profesional para Nana.

— ¿Ves?, él no está aquí. —Un pequeño dedo señaló junto a su cama.

Leeteuk miró alrededor. Esa era la recámara de fantasía de una pequeña niña. Quien fuera que lo decoró no escatimó en gastos. Leeteuk caminó hacia el sofá con Nana. Se inclinó y estudió a todos los animales alineados. Obviamente había un lugar vacío entre los animales. — ¿Les preguntaste a estos chicos si alguno de ellos vio algo? —Leeteuk señaló a los animales ahí acomodados.

Nana rodó los ojos. Leeteuk sonrió. Élla era tan dramática. — Ellos no hablan. Ellos no son reales, tonto.

— Mis disculpas, estaba pensando en mi cuarto.

— ¿Tú hablas ahí con los juguetes?

— Tengo un lobo que no logro que se calle.

Min Seok se rió graciosamente.

— ¿Puedes decirme cómo se ve el señor Peepers?

Nana extendió la mano frente a él, señalando hacia el sofá. — Como un animal de peluche.

— Está bien. ¿Qué tipo de animal es?

— Él es un león.

— ¿De qué color es?

Nana se pellizcó el puente de su nariz. Leeteuk podía ver con quién pasaba más tiempo. Jong In hacía lo mismo cuando trataba con los lobos.

— Duh, de color de león.

— Eso no fue muy agradable, hermosa —Leeteuk gentilmente la amonestó.

— Lo siento. Solo quiero que regrese. Él está solo y se asusta sin mí.

— Haremos que regrese, ángel —dijo Leeteuk.

Leeteuk captó un frío. Se levantó y se dirigió a la ventana, haciendo a un lado las cortinas. — Xiumin, sácala de aquí.

 

 

continuara...

 

Notas finales:

QUIEN SE LLEVO AL SR PEPPERS??

QUIEN ESTA FUERA DE LA VENTANA???

dejen rw


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