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11. Eli no es Gay por dayanstyle

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Notas del capitulo:

oh oh.. habrá problemas

Él tenía que moverse. Por favor, que Kevin dijera que podía moverse. El sudor se formaba en su cuerpo y sus músculos temblaban ante la fuerte tensión, sus caderas comenzaron a empujar.

Eli apoyó su frente contra la de Kevin, sonriéndole mientras se concentraba en el bienestar de su pareja.

— Estoy bien. —Kevin mordió su labio inferior y sonrió tímidamente mientras sus ojos bajaban.

Eli tomó la boca de Kevin en un lento y profundo beso mientras se movía en el interior de su cachorro. Eli levantó la pierna derecha de Kevin sosteniéndola contra el pecho de su pareja mientras empujaba sus caderas.

— Más duro. No me quebraré, lo prometo —Kevin rogó.

Eli tomó su palabra. Él se empujó al interior del culo de Kevin. A Eli le gustó el hecho de que Kevin a diferencia de las mujeres no se quejaba de que estaba siendo demasiado rudo.

Él se dejó ir, viendo la cara de su pareja en caso de que estuviera siendo demasiado duro. Kevin solo mostraba un brillo en sus ojos de alegría. Eli tomó a Kevin por debajo de las rodillas y las empujó hacia atrás mientras golpeaba más duro.

Mierda, esto era el cielo.

Eli sentía que no tendría suficiente del suave cuerpo de Kevin bajo el suyo. Sus labios se encontraron y la lengua de Kevin enviaba oleadas de deseo que recorrían el cuerpo de Eli.

No estaba seguro qué lo atraía a Kevin, pero él estaba atrapado ahora. Solo un encuentro y él sabía que vendría por más.

Eli estaba cerca de perder el control por la sensual manera en que Kevin gemía y jalaba los brazos y hombros de Eli. Los dedos de Eli recorrían el cabello de Kevin, masajeando el cráneo mientras le hacía el amor al cuerpo de Kevin.

Eli inhaló el olor de Kevin mientras sus labios exploraban cada centímetro del cuello y pecho de Kevin.

— Eli. Siento que estoy sentado en una estrella, viéndote.- Kevin arqueó su espalda, gruñendo mientras giraba la cabeza a un lado.

Eli abrió los labios cuando su boca se encontró con la de Kevin. Él estaba llegando a un nivel de pasión al que nunca había llegado antes.

Mordió suavemente el labio inferior de Kevin, jalándolo mientras veía la mirada de adoración que Kevin le daba. Eli sonrió y lo liberó, trazó con su lengua su lastimado labio.

— ¿Me aceptas como tu pareja, Kevin? —Jong In le había dicho que dijera esas palabras. Rezaba porque el Alfa supiera de lo que estaba hablando.

— Si, Ellison. —Kevin tomó los hombros de Eli, levantando más las caderas.

Eli se inclinó hacia adelante, permitiéndole a Kevin que lo mordiera. Sintió la pasión elevarse como un caliente fuego, su cerebro se nubló y tomó el cabello de Kevin, sosteniendo la cabeza de su pareja contra su cuello.

Kevin mordió y chupó su cuello, sus manos, en todos lados. Eli golpeaba duro dentro del culo de Kevin mientras gritaba su liberación. Sentía que algo en su interior fue jalado y luego regresado y una parte de Kevin venía con él. Él podía sentirlo. Estaba asustado de que no funcionara con él por ser un humano.

— Sentí eso, Eli. Te siento conmigo. —Kevin encajó sus uñas en el antebrazo de Eli.

— Yo, también, bebé. —Eli pasó sus labios sobre los de Kevin. El lobo se estremeció y entonces se tensó, gritando dentro de la boca de Eli cuando se corrió.

Joder, eso fue un caliente sexo anal. Eli jadeando vio cómo Kevin esparcía semen entre ellos. Pasó sus dedos a través de eso, saboreándolo.

— Te ves tan caliente haciendo eso —Kevin jadeó, apartando sus uñas de la carne de Eli.

Kevin abrió la boca cuando Eli pasó sus dedos a través de eso de nuevo, esta vez se lo ofreció a su pareja. — Salado —Kevin comentó como un conocedor.

— Pero bueno. —Eli se rió ante la juguetona conducta de Kevin.

— ¿Te arrepientes de esto? —Kevin preguntó, bajando la mirada— Sé que no eres gay y que solo la atracción te trajo a mi cama. ¿Me odias por esto?

Eli podía sentir la tensión poniendo rígido a Kevin. Después de lo que acababan de compartir, él no iba a permitir esto. Él le contestó honestamente a su pareja. — Ni por un segundo, amor. No te odio, bebé. Solo estoy un poco confundido. —Eli lo besó y entonces se salió, ambos gruñeron cuando el suave pene de Eli salió del cuerpo de Kevin.

Eli se alejó de Kevin, se puso de pie y se dirigió al cuarto de baño, regresando con una toalla caliente. Limpió a Kevin y lanzó la toalla a la puerta del cuarto de baño.

— Deslízate. —Eli se acurrucó detrás de él, en cucharita con el pequeño hombre. Eli jaló la cabeza de Kevin bajo su mentón, mientras pasaba la mano arriba y abajo del pecho y abdomen de Kevin.

— ¿Vas a abrir un taller aquí?

— Si, encontré un lugar a la derecha de la oficina de correos.

Kevin se acurrucó más cerca. — Conozco el lugar del que hablas. Gran localización. Vas a hacer un gran negocio ahí.

— No busco hacerme rico, solo quiero hacer lo que me gusta.- Eli pensó acerca de algo más que le había dicho Jong In. Ahora que se había emparejado con Kevin, él viviría mil años. Eso realmente era mucho tiempo. ¿Qué vería en los siguiente diez siglos? ¿De qué eventos de la historia sería testigo? Él ya no tenía familia. Su abuelo había sido el último. ¿Podría abrirse totalmente a Kevin ahora que sabía que el pequeño hombre no lo iba a dejar?

Ahora solo quedaba él. Bueno, él y Kevin. Eli se rió. Su abuelo le hubiera pateado el culo si le dijera que se había emparejado a Kevin. Su abuelo era un hombre chapado a la antigua y no creía que la gente del mismo sexo debía estar junta. Su abuelo se quejaba muchas veces de que las partes del cuerpo no encajaban, especialmente para las mujeres. Si tan solo su abuelo supiera lo bien que los cuerpos de Kevin y él encajaban juntos. Eli jaló a Kevin más cerca para un rápido abrazo.

— ¿Qué es tan divertido? —Kevin le preguntó mientras se giraba en los brazos de Eli.

— Solo pensaba en lo afortunado que soy y cómo impactará a la gente que conozco.

— No tienes que decirles. Entiendo cómo funciona el mundo. Cómo algunas personas te trataran si lo saben. No quiero que pierdas amigos.

— ¿Crees que me avergüenzo de ti? —Eli estaba asombrado de lo que Kevin creía— Nunca te escondería. —Nadie en esta vida valía la pena como para lastimar a su pareja— Dije cuando la gente lo sepa, no amigos. Solo te conozco por todo un día y puedo elegirte sobre cualquiera en mi vida. ¿Qué te dice eso?

— ¿En serio?

— No te oigas tan impactado. Lastimas mis sentimientos. —Eli se rió y lo jaló fuera de la cama— Vamos, pareja. Tiempo de enfrentar la música.

— Pero no quiero —Kevin gimió.

— Eres adorable cuando gimes. —Eli jaló a su pareja al cuarto de baño, metiéndolo bajo la ducha— Todo el mundo estará aliviado de ver que atravesaste el ataque y no te convertiste en salvaje.

— Si, entonces ellos patearán mi culo. —Kevin hizo un puchero.

— Deja de maldecir. No se oye correcto viniendo de ti.

Kevin cruzó los brazos sobre su pecho. — Bien, espero que te guste la carne bien-cocida porque así estaré cuando los guerreros terminen conmigo.

Eli tomó el culo de Kevin. — En cuanto esto siga intacto.

— En cuanto se siga sintiendo mágico contigo en cada ocasión. Me aseguraré de eso.

 

 

 

— Bien, al menos sobreviviste al ataque. —Jong In le indicó a Kevin que tomara asiento. Ellos estaban en el estudio, la manada entera sería testigo de su vergüenza. Eli se sentó al lado de él, pasando la mano por el muslo de Kevin. Él le dio un ligero apretón, diciéndole a Kevin que todo estaría bien.

— Si, señor.

— Podría jurar que le dije a cierto lobo que no fuera a la ciudad. —Jong In caminaba alrededor del estudio con las manos detrás de su espalda— ¿Qué castigo crees que te mereces por desobedecerme y casi lograr que te maten?

— Yo–yo no sé, señor. —Kevin estaba aterrado. ¿Podría su Alfa hacer que abandonara la manada? ¿Podría alejar a Eli de él? Él nunca había desobedecido a Jong In antes, pero recordaba lo que su Alfa le había hecho a su asistente. Cuando Kyungsoo trató de matar a Luhan, su pareja, el Alfa había asesinado a Kyungsoo. ¿Ese era el precio por hacer enojar al Alfa? Kevin se estremeció— Solo por favor, no me mate.

Jong In cruzó el cuarto y se paró frente a Kevin, su mirada se suavizó. — ¿Crees que hubiera luchado tan duro para mantenerte vivo, solo para dar la vuelta y matarte? —Jong In se arrodilló frente a Kevin, su voz era tierna— Hay una razón por la que te prohibí ir. Aun eres demasiado joven para estar por tu propia cuenta.

— No soy un bebé. —Kevin hizo un puchero y cruzó sus brazos sobre su pecho, molesto porque todo el mundo lo veía de esa forma.

— Puede ser, pero creo que dejaré el castigo en manos de tu pareja. Confío en que no se vuelva a repetir ahora que él está aquí. —Jong In le dio un guiño a Eli. Poniéndose de pie le indicó a todo el mundo que se dirigieran al comedor.

— ¿Cuál será mi castigo? —Kevin miró a su pareja. Al menos no lo expulsaron de la manada. Él podría manejar cualquier cosa. No es que hubiera sido su propósito luchar contra los vampiros. Todo lo que quería era a su pareja.

— Lo discutiremos después de la cena, en privado. —Eli guió a Kevin por el pasillo, acariciando su nuca. Ellos lo discutirían después de la cena porque Eli tenía que pensar en algo.

No es que pensara que tuviera que tratar con castigos en una base regular. ¿Qué podría hacerle a alguien que solo corrió detrás de él? Eli sentía que mucho de eso fue su culpa. No había dejado una nota, no explicó a dónde iba. Él actuó tan irresponsablemente como Kevin.

 

 

 

— Entonces. Oí que alguna gente de los alrededores llama a esto cow tipping (N/T: empujar a la vaca cuando duerme). Saldremos a intentarlo. —Luhan miró a cada pareja. Habían excluido a Leeteuk y Rasa. Ambos eran muy viejos, ellos podrían protestar y lo más probable es que lo informaran.

— ¿Cow tipping? —Kevin preguntó— No se oye correcto. Sabes que no debemos salir de noche. —Kevin entrecerró los ojos hacia Luhan, quien ignoró la mirada.

— ¿Ahora eres uno de nosotros o no? —Luhan colocó las manos en sus caderas. Él estaba aburrido, no había salido en tanto tiempo que podía decir cuántos nuevos vellos le crecieron en las cejas.

Kevin infló el pecho y lo tocó con el pulgar. — Incluso aunque ahora sea una pareja. Aun soy un Centinela. Tengo que ser responsable y decirte que lo desapruebo. A pesar de que tu idea me intriga, mi trasero aun esta dolorido del castigo que Eli me dio.

— ¿Te gusto eso? —Heechul le dio un codazo.

Lo único que Kevin podía hacer era ruborizarse. Le había gustado, demasiado. Le sorprendió el correrse con el castigo. Quizás si él seguía a las parejas, Eli lo castigaría de nuevo. Ocho siluetas se deslizaban por el frente de la casa, corriendo por el camino de grava. Ellos recorrieron kilómetro y medio, brincando la primera cerca que encontraron.

— Ahora, los chicos decían que las vacas dormían de pie y que si las empujaban se caían. —Luhan empujó su hombro hacia la vaca pero nada sucedió.

— Quizás no eres lo suficientemente grande. —Min Seok se unió, empujando con ambas manos.

— Eso no parece estar funcionando. —Kevin estableció lo obvio. Si él había salido a hurtadillas, yendo contra todo lo que le habían enseñado, al menos la maldita cosa tenía que funcionar. ¿Qué estaba haciendo aquí afuera? Él lo sabía mejor que nadie. ¿Por qué se había permitido caer ante la presión tan pronto como se convirtió en una pareja? ¿Le era tan urgente querer ser aceptado como pareja?

— Déjame intentarlo. —Kevin ayudó a Min Seok y Luhan. Si él se iba a meter en problemas era mejor que valiera la pena.

La única cosa que sucedió fue que la vaca reorientara sus patas.

— Todo esto está lleno de mierda de vaca. —Baekhyun hizo pucheros.

— Valió la pena intentarlo. Nosotros acabamos de demostrar que es un mito. —Luhan se carcajeaba mientras todos ellos estaban alrededor de la vaca. La criatura se movió y se alejó unos cuantos metros.

— Entonces, ¿nos arriesgamos por nada? —Kevin preguntó con irritación en la voz.

— Logramos salir de la casa. —Luhan levantó un dedo señalando un hecho.

— ¿Quién anda ahí? —Una gruesa voz gritó y la luz de una linterna danzaba sobre el oscuro pasto.

— ¿Qué hacemos? —Baekhyun entró en pánico, corriendo en círculos.

— ¡Corran! —Kevin gritó. Todos ellos salieron corriendo por el campo, en dirección opuesta por la que habían venido. Ellos tuvieron que detenerse un par de veces cuando Ren se caía.

— No tienes bubis. No deberías caerte —Baekhyun gritó sobre su hombro.

Ellos llegaron a un enorme y rojo establo, en donde Donghae encontró una pequeña puerta de acceso. Sostuvo la puerta abierta para que las parejas entraran. Todos, los ocho, se acurrucaron detrás de la puerta asomándose para ver si alguien los había seguido.

— ¿Qué infiernos?

Se giraron ante la pregunta de Kibum, y un colectivo gemido se oyó en el establo. Tres. Kevin contó, tres cuerpos desnudos balanceándose ligeramente en sus sogas individuales. Se acercó, un estremecimiento recorrió su columna ante la pálida complexión de cada uno. Tenían los labios extrañamente azules.

Kevin no podía verlos a los ojos, sabía que si lo hacía eso lo acecharía el resto de su vida. Se atrevió a mirar más allá de los cuerpos colgados. Había una mesa con brillantes cuchillos de todos los tamaños.

¿Qué infiernos había sucedido aquí?

Gimió ante algo que las parejas apenas si habían registrado, y el olor era nauseabundo. Kevin levantó el pie, vio sangre que manchaba su bota. Viendo más allá, vio un charco de gruesa y pegajosa sangre. Esos hombres habían sido drenados.

— Tenemos que salir de aquí ahora. —Kevin se dirigió hacia la puerta solo para detenerse inmediatamente, inclinando la cabeza.

Su lobo tenía un oído superior y levantó la mano para detener todo movimiento. — Alguien viene. Miró alrededor tratando de encontrar algún lugar que pudiera mantener a los ocho a salvo.

El desván.

Kevin señaló hacia arriba. Se quitó las botas para no dejar un rastro de sangre y se alejó. Las parejas más altas ayudaron a los pequeños a subir la desvencijada escalera.

— Nadie puede hacer ruido —Heechul les advirtió en un tono bajo. Todos asintieron, arrastrándose hasta el fondo sobre sus manos y rodillas.

Kevin se puso sus botas y se asomó por un lado, viendo a un hombre que atravesaba la pequeña puerta. Sostenía una linterna en una mano y una escopeta en la otra. Las parejas eran humanos. La mayoría de ellos, pero de cualquier manera, nadie sobreviviría a un balazo.

Sostuvo el aliento, sintiendo a una de las parejas contra él, temblando incontrolablemente. Él era un Centinela. Era su trabajo mantenerlos a salvo. Si, él lo haría, él podría cambiar y alejar al humano, dándoles a las parejas una oportunidad para escapar.

— Sé que están aquí, los vi entrar —dijo el hombre en una fría y amenazadora voz.

Mierda, ellos estaban jodidos. Heechul tapaba la boca de Baekhyun con su mano, mientras que Kibum cubría la de Ren. ¿Debería atacar ahora al humano para que las parejas pudieran alejarse, o debería atacarlo cuando se acercara y estuviera vulnerable en la escalera?

Todo su entrenamiento y sus habilidades de lucha huyeron al pensar que alguna de las parejas pudiera salir herida o muerta. Él era el Centinela y él era quien tenía que defenderlos a toda costa. Incluso con su propia vida. ¿Qué jodidos debería hacer?

Kevin se sentía tan inútil, como el bebé que todo el mundo decía que era. La elección se salió de sus manos cuando el humano caminó bajo el desván disparando hacia arriba y casi le da en la cabeza a Min Seok.

Inmediatamente, Min Seok se llevó una mano a la boca, mientras se cubría los ojos.

Mierda, Kevin no tenía elección.

Cambió y saltó del desván. El tiro falló en darle a Kevin por un pelo cuando él hundió sus colmillos en el brazo del hombre. No tuvo que decir nada, no tuvo que gritarle a nadie, pero las parejas más altas ayudaron a los más pequeños a bajar las escaleras, y los empujaron a través de la puerta de acceso.

Kibum se quedó, luchando con el hombre, mientras Kevin movía su cabeza de un lado a otro. Kevin mantuvo sus colmillos hundidos en el brazo que sostenía el arma. El pensar en que el alto hombre consiguiera liberar su brazo y dispararle a Kibum no era algo que Kevin iba a dejar que sucediera.

Habían pasado solo tres días desde que había sanado y sus músculos estaban protestando por ser usados tan rudamente tan pronto. Su fuerza lo estaba dejando. Él tenía que salvar a Kibum.

El tipo levantó un pie y pateó a Kevin, haciéndolo gritar. Renovando el ataque, Kevin se mantuvo para salvar su vida. Kibum hacía su mejor esfuerzo por golpear al tipo en la cara repetidamente. El hombre no era un pequeño humano, le recordaba a uno de esos montañeses enormes.

Una gorda y bestial mano rodeó el cuello de Kibum y lo levantó en el aire. Kibum pateaba mientras luchaba por respirar, Kevin solo pudo pensar en una manera para que el hombre liberara a la pareja. Kevin liberó el brazo del hombre que estaba desgarrando y hundió los caninos en las joyas de la familia del hombre.

El hombre gritó, dejando a Kibum y golpeando en la cabeza a Kevin. El hombre usó un infierno de fuerza para que liberara su ingle, pero Kevin estaba determinado a derrotarlo. Movía su cabeza de un lado a otro, una y otra vez, aplicando presión, hasta que sus mandíbulas casi se cerraban en el lugar.

Kevin comenzó a frustrarse cuando Kibum no se iba. En lugar de eso, saltó a la espalda del hombre haciendo su mejor esfuerzo para rodear el grueso cuello del hombre con su brazo.

Leeteuk atravesó la puerta, con la pistola levantada mientras gritaba que todo el mundo se detuviera. Jong In tomó la escopeta que el hombre sostenía en su puño, tomó el cuello de Kevin y le dijo que estaba bien. Que podía liberar al hombre ahora.

Kevin gimió y Jong In entendió.

— Bájate, Kibum. Kevin no va a soltarlo a menos que vea que estás a salvo. —Cuando Kibum bajó, caminó alrededor para dejar que Kevin supiera que estaba a una distancia segura, Kevin liberó al hombre.

— ¿Qué infiernos sucedió aquí, Kibum? —Leeteuk preguntó mientras apuntaba su arma hacia el hombre que había caído de rodillas sosteniendo su ensangrentada entrepierna.

— No sé. Encontramos esos cuerpos colgados y ese tipo nos disparó. Trató de matar a Xiumin —Kibum jadeó, apoyó sus manos en sus rodillas, tragando aire. Kevin podía ver que Kibum temblaba ligeramente y supo que la pareja trataba de ser valiente.

— Creo que encontré mis tres hombres desaparecidos. —El detective Park Leeteuk circuló alrededor de los cuerpos.

Kibum y Kevin caminaron hacia la puerta y el aire fresco y luces los rodearon. Ellos caminaron hacia Eli y Jonghyun. Kevin guió el camino alejándose, aun en su forma de lobo. — Tienes mucho que explicar, pareja —Eli gruñó, mientras abría la puerta del pasajero de la camioneta de Jong In.

 

 

 

Kevin estaba sentado en la cama, con la cabeza baja, mientras Eli se paseaba de un lado a otro tratando de calmarse. Jong In ya los había reprendido. Probablemente la gente de tres distritos debió haberlo escuchado.

Le había caído tierra, pequeñas partículas de heno y astillas en los ojos a Min Seok. El médico de los lobos lo había tratado. Jong Dae maldecía al jodido gordo que lo había causado. El hombre no se calmó hasta que el doctor revisó a Min Seok y le aseguró que no perdería el uso de sus ojos.

Kevin había renunciado a sus deberes de Centinela. La manera en la que se había congelado solo sirvió para hacerle ver que él no estaba listo para el puesto. Jong In y Eli trataron de hablar con él sobre eso, pero había sido muy claro para él que no era material de Centinela. Aún no. Aun necesitaba madurar más. Si él fuera un Centinela que mereciera el título, no se habría ido con las parejas para probar que era uno de ellos. Él se habría resistido a la presión.

— No puedo decirte suficientemente cuán jodidamente asustado estaba cuando las otras parejas llegaron corriendo a través de la puerta del frente gritando que tú y Kibum estaban deteniendo a un hombre armado. —Eli tenía las manos en un puño a los lados. A Kevin no le gustaba la mirada de su pareja. ¿Eli iría a castigarlo pero no de buena manera? Sus nervios estaban tensos, temiendo lo que el hombre iba a hacer con él.

— Y encima de todo, todas las parejas estaban arañadas. Al parecer dos tigres los habían arañado cuando ellos los levantaron tratando de evitar que llegaran con Kibum y contigo. Todos ellos estaban temblando tanto que ninguno de los guerreros podían calmarlos. ¿Y la cereza del pastel? El hombre era realmente un shifter, un shifter rebelde que era lo suficientemente sádico para torturar a esos pobres hombres antes de matarlos. Según Leeteuk, eso fue un jodido acto al azar. ¿Sabes lo que les pudo haber sucedido a todos ustedes? —La voz de Eli era tan profunda que más parecía un bajo gruñido. Kevin no tenía disculpas para lo que ellos hicieron, así que solo se quedó en silencio.

Era asombroso que en una semana, Kevin hubiera pasado de ser un respetable Centinela a ser la pareja de un humano que decía no ser gay. Él había sido tratado como si fuera un bebé y estado malditamente cerca de morir en dos ocasiones. ¿Qué infiernos sucedería la siguiente semana? Pensándolo bien, él no quería saberlo.

Realmente no había mucho que Kevin pudiera decir. Todo lo que podía hacer era seguir ahí sentado y aceptarlo. Ya tenían un lobo gris entre ellos, Yunho, que había venido a reemplazar a Ricky. Ahora Jong In tenía que reemplazarlo a él, todo porque ellos fueron a cow tipping. Y ni siquiera lograron tumbar a una.

— Prepárate para la cama, estoy demasiado enojado para esto ahora.

A Kevin se le secó la boca cuando Eli se quitó la ropa y entonces le hizo señas con su dedo. — Ven aquí. —Kevin se acercó a su pareja, con su corazón acelerado y fuera de control. El largo pene entre las piernas de su pareja, estaba rojo y pulsante. Kevin se lamió los labios y entonces levantó la vista hacia los ojos de Eli. Quería ese enorme pene entre sus labios.

— Desnúdate.

Kevin deslizó las piernas fuera de la orilla de la cama y con manos temblorosas se quitó su ropa. ¿Qué iba a hacer? No pensaba que fueran a venir nalgadas. Su pareja estaba demasiado enojado para eso.

Se estremeció cuando Eli tomó sus antebrazos, lanzándolo a un lado de la cama, boca abajo. Sus rodillas fueron levantadas al colchón. Las rodillas de Kevin fueron empujadas hasta sus codos, exponiendo su más íntima parte. Lo que fuera que Eli tenía planeado, Kevin esperaba que lo hiciera ver estrellas como antes.

 

 continuara..

 

Notas finales:

dejen RW


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