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14. El Lobo de Jaejoong por dayanstyle

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Notas del capitulo:

HOLAAAA HAPPU NEW YEAR NENESSSSSS

sabia que no querian quedarse con la intriga... como yo las quiero muchisisisisisisimo voy a ir actulizando el fic en el trascurso del dia porque es año nuevooo siiiiii.... y como regalo les voy a dar otro ficccc..... como se estan preguntando que pasa con la pequeña Nana es que ella en realidad guarda un secreto que los dejara con lo ojotes como Kyungsoo O_O

a leer

Él bebía cada palabra que Jaejoong decía. Las apartaba y las examinaba en busca de cualquier signo de rechazo. Jaejoong tenía que ser cuidadoso al elegir las palabras hasta que descubriera el travieso sentido del humor de Jaejoong.

      —Lo siento. No trato de ser grosero. —Jaejoong podía sentir que la falta de sueño lo estaba golpeando. Debía verse hecho un desastre. Miró alrededor y notó que el cuarto carecía de espejos—. ¿Puedo usar el cuarto de baño?

       Yunho señaló con la cabeza la puerta de la izquierda, sus ojos siguieron a Jaejoong mientras cruzaba el cuarto. Jaejoong cerró la puerta detrás de él, finalmente era capaz de tomar una profunda respiración. Qué noche había tenido.

 

       Inclinó la cabeza cuando vio que el espejo del cuarto de baño estaba cubierto con una camiseta. ¿Yunho se odiaba tanto? Dejando eso, se echó agua en la cara, se secó con una suave toalla que estaba en la barra detrás de él. Podía oler a Yunho en ella. Inhaló profundamente antes de dejarla en su lugar y abrir la puerta.

 

      Yunho había acomodado la cama. Ahora estaba sentado en el asiento de la ventana. Parecía ser su lugar favorito. Giró la cabeza cuando Jaejoong salió, viendo cada movimiento que Jaejoong hacía mientras se dirigía a la cama. —¿No vas a dormir?

      Yunho negó con la cabeza viendo hacia la noche. Jaejoong quería discutir pero sentía que treinta y seis horas de trabajo continuo lo habían agotado.

 

      Yunho se colocó en cuclillas al final de la cama viendo a su pareja dormir con la primera luz del sol de la mañana que se asomaba entre las persianas. Yunho podía oír a los pájaros cantar y la brisa mover las hojas de los árboles en el exterior. Abrió la ventana, esperando que su pareja disfrutara del aire fresco de la mañana.

        Se veía tan frágil. Después de todo, los humanos lo eran. Yunho había estado muy asustado de lastimarlo durante la reclamación. Ellos no estaban construidos como lo estaban los shifters. Tendría que ser cuidadoso con él.

 

       Yunho trazó la cicatriz en su cara, la que Jaejoong había recorrido con su lengua anoche en la camioneta. ¿Cómo podía su pareja no molestarle esto? No tenía sentido para Yunho el que su pareja pudiera aceptarlo con todo y cicatrices.

       —Puedo sentir que me miras —Jaejoong dijo entreabriendo los ojos.

      Yunho saltó de la cama. Él había estado mirando a su pareja toda la noche, asegurándose de que no lo había lastimado. Yunho vio cómo Jaejoong se estiraba y le sonreía, entonces extendió los brazos. Cuidadosamente se acercó y lentamente subió a la cama.

     —Buenos días. —Jaejoong se acercó y se rió mientras lo besaba.

—¿Por qué te ríes?

—Mi aliento de la mañana. Apesta.

       —No, no apesta. —Yunho se inclinó y lo olió—. Tengo un olfato superior y no apesta.

Jaejoong se rió de nuevo.

      —Te ríes de nuevo. ¿Por qué te ríes de mí?— Los humanos seguían confundiendo a Yunho. Él tenía que conocerlos ahora. Más de lo que trató de conocer a las otras parejas.

—No me rio de ti, bebé. Me rio porque tú me haces feliz.       ¿Lo hacía? ¿Hacía feliz a su humano? ¿Cómo? Yunho quería saberlo porque el sonido era música para su corazón. Lo que sea que él hiciera para hacerlo sonreír, lo repetiría una y otra vez. Yunho había estado aislado por muchas décadas así que el sonido de la voz de su pareja era como una ventana abierta en su alma que traía aire fresco a ella.

 

     —¿Hay algo de comer aquí?— su pareja preguntó besando y mordisqueando el cuello de Yunho.

      —Necesitas alimentarte. Vamos. Rasa te alimentará. — Yunho jaló a su pareja fuera de la cama y oyó el estómago de Jaejoong gruñir. Él no hacía un buen trabajo cuidando de sí mismo. Él era la única persona en su vida que no iba a alejar así que la salud de Jaejoong era incluso más importante que la suya.

       —Espera bebé. Déjame usar el cuarto de baño. —Jaejoong se dirigió al cuarto de baño viendo a Yunho sobre su hombro con los ojos llenos de lujuria. Su pene se endureció ante esa mirada.

      Yunho vio cómo su pareja desaparecía. Él lo estaba tomando muy bien. Yunho sabía que los humanos no sabían de ellos. Así que ¿por qué su pareja estaba tan tranquilo sobre eso? Pasó su mano sobre su pecho pensando en cómo las cicatrices no molestaron a su pareja. ¿Cómo podía ser cuando incluso a él le molestaba verlas?

 

     Jaejoong salió del cuarto de baño unos minutos después con una gran sonrisa. —Listo.

       Jaejoong tomó la mano de Yunho y lo jaló hacia la puerta de la recámara, abriéndola. —Muéstrame a ese Rasa.      Yunho tomó a su pareja y lo jaló hacia atrás de él cuando Taemin en su forma de tigre pasaba por ahí. El tigre se detuvo y miró a Yunho y luego a Jaejoong. Dejó salir un pequeño gruñido y fue hacia Jaejoong.

—No, Taemin, —Yunho le advirtió suavemente.

       —Está bien. Creo que él quiere jugar. —Jaejoong aplicó cierta presión en la espalda de Yunho, se movió a un lado y se arrodilló, rascando al tigre detrás de las orejas—. ¿No es adorable?— le sonrió a Yunho.

      El tigre se rodó de espaldas moviendo las cuatro patas hacia la mano de Jaejoong.

      —No lo lastimes, Taemin. —Yunho dio un paso adelante inseguro de qué hacer. Su pareja era delicada. El tigre podría lastimarlo.

      —Él no lo hará. —Jaejoong se reía mientras Taemin mordía ligeramente su mano.

      —Dragonfly. —Minho se reía mientras alcanzaba a su pareja.

        Jaejoong se puso de pie y Yunho jaló a su pareja entre sus brazos mientras Minho se aproximaba y le sonreía amorosamente al tigre. Se arrodilló y frotó el abdomen del tigre antes de ponerse de pie frente a ellos. —Hola, soy Minho.

Jaejoong estrechó su mano. —Jaejoong.

 

     Yunho deslizó su mano en la de Jaejoong separándolo de la de Minho.

      —Encantado de conocerte. No te preocupes por mi pareja. Él es nuevo como shifter y ama estar en su forma de tigre. —Minho se inclinó y rascó al tigre detrás de las orejas.

      —Él es adorable. —Jaejoong jaló a Yunho más cerca cuando él dejó salir un bajo gruñido. Minho miró a Yunho, estudiándolo por un momento antes de sonreír.

       —Es bueno verte con pareja, Yunho. —Minho guió al tigre y se alejaron.

—Él parece agradable.

      —Mío —Yunho gruñó, jalando a Jaejoong más cerca. Jaejoong era lo único en la vida de Yunho que le pertenecía solo a él. Podría matar a quien se interpusiera entre ellos dos. Sabía que Minho no estaba coqueteando y tampoco Jaejoong, pero su posesividad lo golpeaba y hacía que quisiera lastimar a cualquiera que se acercara a su pareja.

      —Querido aliméntame. Dios, tengo a un cavernícola. Vamos,

      —Lo siento. Lo olvidé. —La cara de Yunho se cayó mientras jalaba a Jaejoong hacia abajo por las escaleras. Él tenía que cuidar mejor a su pareja. Olvidar alimentarlo era muy malo.

      —Bueno, pero si es mi amigo Yunho. —Rasa le sonrió a Yunho que guiaba a Jaejoong al interior de la cocina.

      —Rasa, él es, uh, mi pareja. Su nombre es Jaejoong. — Yunho sacó una silla y su pareja se sentó. Rasa lo vio de cerca y entonces inclinó la cabeza saludándolos.

      —Me alegra conocerte —Rasa dijo girándose hacia la estufa con la espátula en la mano.

—A mí también. —Jaejoong sonrió.

       —Mi pareja está hambriento, ¿puedes alimentarlo?— A Yunho no le gustaba tener que pedirle a alguien más que viera por las necesidades de su pareja, pero él era un pésimo cocinero y no quería matar al chico. Era experto quemando el pan y rezaba por nunca tener que cocinarle a su pareja.

     —Claro. —Rasa comenzó a lanzar cosas en los sartenes y quebró algunos huevos.

        Yunho estaba detrás de la silla de Jaejoong con las manos en su espalda. Veía a Rasa revolver los huevos y colocar el pan en la tostadora y colocar papas en el horno. Su pareja iba a disfrutar de eso. Yunho lo hacía cada vez que Rasa cocinaba.

 

      Jaejoong veía a Yunho, pero su lobo no le gruñó a Rasa. Así que estaba bien hablar con los hombres pequeños pero no con los grandes. Entendido. Jaejoong hizo una nota mental para no tocar a los más grandes.

 

      —Eso huele bien, Rasa. —El estómago de Jaejoong amenazaba desgarrar su camino hacia afuera para tener ese aroma. Había pasado mucho tiempo desde que había comido comida casera. Su madre no era del tipo de cocinar. El cocinero en la casa de sus padres era bueno, pero habían pasado años desde que vivió ahí. Usualmente tomaba lo que fuera en la cafetería del hospital y en las noches que no trabajaba él ordenaba comida o salía a comer a un restaurante.

 

      Rasa se giró hacia Jaejoong y le sonrió inclinando la cabeza. r13;Gracias, estará listo en un momento. —Giró la espátula en su mano y comenzó a silbar suavemente.

       Jaejoong tomó su teléfono celular que comenzó a vibrar en su cadera. Rezó porque no fuera su padre. Jaejoong no estaba de humor esa mañana para oír sus tonterías. Sabía que tarde o temprano tendría que oír la boca de su padre, pero él prefería que fuera tarde, mucho más tarde. Parecía que Jaejoong lograba un instantáneo dolor de cabeza cada vez que incluso veía a su querido padre.

 

      Cubrió la pantalla y se llevó el teléfono al oído. —Doctor

Kim Jaejoong —contestó.

 

—Bueno, no suenes tan profesional.   Jaejoong sonrió ante la voz de Soo Young. Estaba consciente de que Yunho estaba justo detrás de él diseccionando cada palabra. —Hey, Soo Young.

      —JaeJae, tu padre está furioso, gritando acerca de que abandonaste tu turno a la mitad. Llamó para preguntarme si quizás tuve una emergencia que te hubiera alejado. ¿Dónde estás?— Su voz se oía llena de preocupación.

 

     Jaejoong se rascó el cuello, no quería tener esta conversación justo ahora. Aun sentía las manos de Yunho pasando sus dedos por la irritada piel. Jaejoong se inclinó ante el toque. —Lejos. —Dios, solo sentir que Yunho lo tocaba era un bálsamo calmante para su alma. Instantáneamente se relajó.

—¿Lejos? ¿Tuviste suerte?— Ella se carcajeó.

      —De hecho la tuve, verdaderamente suerte. —Yunho era todo lo que quería, roto y todo. No había nadie más en el planeta que Jaejoong quisiera. Yunho lo hacía sentir seguro y protegido, amado y querido. Incluso aunque él tenía a sus padres, a Soo Young, y a su trabajo, Jaejoong siempre se había sentido solo, hasta que conoció a Yunho.

 

      —Ve por él, niño. Levanta ese culo una vez por mí. —Ruido de carcajada se oyó del otro lado de la línea. Jaejoong apartó el teléfono para que su oído no sangrara. Choi Soo Young  podría tener dinero, pero seguro como una mierda que no actuaba de esa forma. Jaejoong sonrió. Le agradaba que ellos fueran capaces de ser amigos a pesar de la situación.

      Se rió graciosamente regresando el teléfono a su oído.— Trataré de recordarlo.

Soo Young se puso seria, —¿Tienes un hottie?

      Jaejoong miró sobre su hombro a su pareja. —Él es hermoso. r13;Yunho se ruborizó, sus dedos se movieron a la mandíbula de Jaejoong y con su pulgar acarició el labio inferior. Jaejoong tenía urgencia de ponerse de rodillas ahí en la cocina y chupar a Yunho hasta que colapsara.

     —No es justo, siempre consigues un hottie —Soo Young dijo con un puchero.

 

      —Ahora son todos tuyos. Yo me quedaré con este. — Jaejoong olvidó que Rasa estaba en la cocina cuando miró los ojos de Yunho y éste deslizó su pulgar dentro de la boca de Jaejoong. Su lengua recorrió la yema y sus labios se cerraron alrededor del dedo. Comenzó a chuparlo con entusiasmo viendo a Yunho cerrar los ojos y abrir los labios. Yunho gimió y Jaejoong dejó el teléfono en la mesa.

       Jaejoong se puso de pie, envolvió sus brazos alrededor del cuello de Yunho y chupaba la lengua de Yunho. Yunho acomodó una de sus piernas entre las suyas y Jaejoong presionó sus bolas en ella, necesitaba la presión para aliviarse. Su cabeza se fue hacia atrás cuando Yunho chupó su camino por su cuello. Las manos de Yunho se deslizaron por la espalda de Jaejoong mientras él se acercaba. Jaejoong se rodó en su pierna más duro. Él estaba tan cerca.

       Cuando Yunho tomó y apretó su pene a través del traje de cirugía, Jaejoong gritó, disparando en sus pantalones. Yunho chupaba su cuello, frotando la sensible piel mientras Jaejoong flotaba de regreso.

     —Santa mierda, no me extraña que E.Den me atacara anoche.

 

      Jaejoong miró sobre su hombro. Rasa estaba ahí de pie con la boca abierta, la espátula en la mano, humo salía de la estufa.

     —Tu comida se quema. —Jaejoong señaló a la estufa aun cuando las palabras parecían no haber sido registradas.   —Mierda. —Rasa se giró, raspó las papas y las tiró al fregadero.

 

      Jaejoong se giró de nuevo. Los ojos café chocolate de Yunho estaban profundamente fijos en él. Se estiró y besó a su pareja. La pierna de Yunho afortunadamente seguía entre las suyas. La mano de Yunho se deslizó por la pretina de los pantalones y deslizó sus dedos por la grieta del culo de Jaejoong, tocando su estrellado agujero.

 

       —Dios sí. —Jaejoong se empujó hacia atrás. El dedo se deslizó dentro de su agujero mientras Yunho lo veía con la mandíbula tensa y una determinada mirada como si quisiera que Jaejoong se corriera de nuevo. Jaejoong se empujó a ese dedo y otro fue agregado. Yunho colocó su mano libre en la espalda de Jaejoong, evitando que cayera hacia atrás.

—Eh, amigos. Sigo aquí. —Rasa se limpió la garganta.

      Yunho empujó su dedo más profundamente, haciendo que Jaejoong subiera por su muslo. Oh, joder, él iba a correrse de nuevo solo con esa fija mirada de determinación en él, esa tensa mandíbula y esa delgada línea de sus labios. Yunho giró los dedos, golpeando la próstata de Jaejoong y Jaejoong gritó descargando una segunda vez. Yunho le daba ligeros besos por el cuello y frotaba su espalda.

 

       —Ahora regreso. —Rasa corrió fuera de la cocina pero no sin que antes Jaejoong viera el bulto que presionaba el frente de sus jeans.

—¿Quieres hacer más?— Yunho murmuró en su cuello.

      —Por favor, jódeme —Jaejoong rogó. Yunho lo giró bajando los pantalones de cirugía y bajó sus jeans hasta las rodillas, con el semen de Jaejoong lubricó su agujero. Jaejoong gritó cuando Yunho entró en él, tomándolo de las caderas mientras Jaejoong se agarraba del mostrador. Era difícil abrir las piernas con sus pantalones de cirugía en sus tobillos, deteniéndolo en el lugar. Yunho lo levantó apoyándolo en el mostrador mientras lo penetraba como un taladro hidráulico.

—Oh, mierda —dijo JongIn y salió de la cocina.

      —Más duro, Yunho —Jaejoong gimió mientras Yunho se empujaba más duro. La mano de Yunho tomó el pene de Jaejoong y comenzó a jalarlo de arriba abajo mientras partía a Jaejoong en dos. Jaejoong bajó la cabeza hacia atrás y se corrió, Yunho gritó detrás de él. Cayó hacia el mostrador, eso no era bueno para nada, ahora quería dormir.

 

       Yunho suavemente lo bajó, levantó los pantalones de cirugía hasta su cintura y lo jaló hacia su pecho. —No puedo moverme r13;Jaejoong gimió. Suaves labios besaron la parte de atrás de su cuello mientras Yunho lo movía a una silla y lo sentaba.

      —Rasa dejó los huevos. ¿Los quieres?— Yunho tomó el plato y sirvió los huevos.

       —Seguro. —Jaejoong movió su mano sin fuerza hacia Yunho, no estaba seguro de tener la fuerza necesaria para levantar el brazo y comer. Había tenido el más fantástico sexo de su vida. Yunho era como una adicción de la que no podía tener suficiente. Jaejoong miró al lobo y sabía que había caído profundamente enamorado del hombre. Yunho era todo lo que Jaejoong había estado buscando.

       Yunho colocó el plato en la mesa, giró el asiento de Jaejoong y se sentó a su lado, alimentándolo con los huevos. Él abría su boca, tomando lo que Yunho le daba, pero realmente no lo estaba saboreando.

 

      —Necesitas dormir, bebé. —Yunho tocó tiernamente Su cara haciendo que se derritiera de nuevo.

       Jaejoong bajó la mirada, impactado de ver el plato vacío. Ni siquiera recordaba haber comido tanto. —Vamos, te llevaré.

r13;Jaejoong envolvió sus brazos alrededor del cuello de Yunho mientras su pareja lo jalaba de la silla, estaba demasiado saciado como para discutir.

 

      Yunho lo sostuvo fuerte mientras lo llevaba arriba de las escaleras. Jaejoong quería protestar cuando el lobo lo sentó, pero rápidamente cambió de opinión cuando Yunho comenzó a desnudarlo. Jaejoong obedientemente lEvantó las piernas cuando Yunho bajaba su ropa y se la quitaba y la enrollaba.

 

      Su pareja fue al cuarto de baño, humedeció una toalla y regresó para limpiarlo de sus juegos en la cocina, la tela caliente se sentía maravillosa en su piel.

 

      —Duerme. —Yunho besó su frente, retiró su cabello de los ojos mientras Jaejoong cerraba los ojos y se olvidaba de que el mundo exterior existía.

 

      JongIn asomó la cabeza por la esquina, revisando cada centímetro cuadrado del estudio antes de mirar sobre su hombro y asentir. —Todo despejado.

 

      Luhan, la pareja de JongIn, entró y todas las demás parejas lo siguieron. Luhan se giró hacia JongIn, rodando los ojos mientras cruzaba los brazos sobre su pecho. —Nosotros no somos vírgenes ni puritanos, sabemos cómo se ve el sexo —Luhan señaló con su dedo su pecho y el del Alfa—. Nosotros nos hemos convertido en unos expertos en eso. No necesitamos que nos protejas.

      JongIn entrecerró los ojos y vio fijamente a Luhan, su mandíbula tensa. —Mi pareja no necesita ver a otras parejas teniendo sexo.

 

       Luhan resopló colocándose detrás de él y frotando su trasero. r13;Seguro como el infierno que verlos te encendió. —Luhan pensó que JongIn iba a partirlo por la mitad esa mañana.

       —Ese no es el punto y lo sabes —JongIn gruñó—. El punto es…bueno…cuando piense en eso, tú serás el primero en saberlo

r13;gruñó.

       Luhan quedó impactado por un momento. Era extremadamente raro que su pareja se ruborizara. Una sonrisa se formó en sus labios. Era sexy como el infierno ver que al gran Alfa se le anudaba la lengua.

—¿Él se fue?— Xiumin murmuró.

      Luhan se giró y vio al grupo. Caminó hacia la entrada del estudio y asomó la cabeza hacia el vestíbulo. —Él se fue.

     —Esto es mejor que esos eróticos libros que Chen me compró r13;dijo Xiumin excitado mientras todas las parejas salían de puntas. Ellos subieron los escalones, esperando encontrar a la nueva pareja en una posición comprometedora fuera de la recámara. Parecía que a ellos no les importaba en dónde estaban cuando la urgencia los golpeaba, parecían conejos.

      Gracias a los dioses Nana estaba confinada a su habitación hasta que los granos rojos desaparecieran. A Luhan le recordó cómo se sentía cuando recién se emparejó con JongIn. Lo excitado y emocionado que estaba. Su Alfa no parecía tener suficiente de él y Luhan estaba más que seguro que nunca tendría suficiente de su hermoso para morirse pareja.

 

       JongIn había arrastrado a Luhan fuera del estudio esa mañana, recorrieron el pasillo y luego lo lanzó en el escritorio de su oficina, desgarró la ropa de Luhan y lo penetró. Luhan tenía que ver a qué venía todo ese revuelo.

      —Quizás arriba de las escaleras —Kibum murmuró. Ellos estaban siendo muy silenciosos debido al excepcional oído de los lobos Timber.

     —Vamos. —Luhan se llevó su dedo a la boca mientras buscaban a la recién formada pareja.

 

       Yunho besaba la parte de atrás del cuello de Jaejoong cuando su pareja lEvantó un libro. Parecía que él no podía tener suficiente.

      Era adicto al olor de su pareja, el ver la pasión en él cuando se corría y la manera que gritaba el nombre de Yunho. Todo tenía un efecto afrodisíaco que encendía la sangre de

Yunho.

     —Te quiero. —Yunho besó las palabras en la piel mientras su lengua seguía un rastro por el cuello de su pareja.

      Jaejoong gimió, empujó su culo hacia la ingle de Yunho. Presionó su erección contra los redondos globos de su pareja, sus necesidades aumentaron en espiral con ese acto.

 

      Yunho pasó su mano por arriba de la espalda de su pareja y suavemente lo empujó hacia el escritorio de la biblioteca. Deslizó sus manos dentro de los verdes pantalones y lentamente los bajó hasta los tobillos de Jaejoong. Yunho depositó una lluvia de besos por la columna de Jaejoong y entonces sobre cada montículo antes de pasar su lengua por la apretada estrella.

     —Oh, infiernos. —Jaejoong  levantó una de las piernas y empujó su trasero hacia atrás, moviendo su cuerpo hacia la lengua de Yunho.

       Yunho lamió alrededor de su arrugado agujero, su pulgar deslizándose dentro hasta que su lengua siguió el rastro hacia el sur, pasando sobre las bolas de Jaejoong que se apretaban contra el cuerpo de su pareja.

—Yunho, por favor. Te necesito —Jaejoong gimió.

 

continuara....

Notas finales:

nos leemos nenessss


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