Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

15. La Locura de Sungmin por dayanstyle

[Reviews - 56]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

ME encantan sus RW aunque no sean muchos y no les repsponda a todos me dan ganas de actualizar la serie completa en un solo dia... peeeero como la mayoria que lee no dejan rw pueees les voya dar uno al dia porque soy malvada y rencorosa BUHAHAHAHHA

Sungmin parpadeó unas cuantas veces cuando miró a Kyuhyun. Un tic comenzó a formarse bajo su ojo derecho. Sintió que sus caninos seguían extendidos. —Por favor —murmuró.

       —Está bien, rebenka. Todo va a estar bien. Tranquilízate. — La mano de Kyuhyun frotaba un lado de la cara de Sungmin, calmándolo de sus preocupaciones con las yemas de sus suaves dedos. Se estremeció cuando Kyuhyun se inclinó y besó sus extendidos dientes. ¿Esto era una locura? Sungmin trató de cubrirlos con sus labios pero las agudas puntas rompieron su carne.

       —No los escondas de mí. —Kyuhyun le dio la más sexy sonrisa que Sungmin hubiera visto. Oh infiernos, ahora podía ver que Kyuhyun tenía su corazón sin importar lo mucho que luchara contra eso—. Son tan jodidamente sexys.

      Los labios de Sungmin se movieron a un lado mientras consideraba las palabras de Kyuhyun. —¿Y tú me dices loco? —Adorablemente loco. —Kyuhyun sonrió.

      Sungmin destrozó su decisión de permanecer célibe y la arrojó por la ventana. No importaba lo que este hombre decidiera hacer después, él iba a tener algo de esta delicia ahora. Apretó el sexy trasero del hombre. —Linda agarradera. Kyuhyun se rió a un par de centímetros de su cara. —¿Linda que?

       —Agarradera. —Sungmin le dio otro apretón para enfatizar sus palabras, y su hombre tenía mucho de donde apretar. El trasero de Kyuhyun era una burbuja y musculoso. Si, él tenía que revisarlo. ¿Qué no haría con un hombre que se veía tan oscuro y delicioso como Kyuhyun? Tendría que estar certificado como loco para no hacerlo.

 

      Sungmin liberó el fuerte musculo y pasó sus manos por el cabello de Kyuhyun, acomodándoselo detrás de la oreja del hombre. —¿Por qué?

       —¿Por qué, qué, Rebenka?— Kyuhyun se inclinó hacia adelante, sus labios apenas tocaban la piel de Sungmin, recorriendo su cuello y su cara. ¿Qué había preguntado? Oh sí.

       —¿Por qué yo? Tú me agradas…y yo te agrado. —Sungmin soltó una respiración de frustración. No podía creer que la erección de su hombre presionaba contra la suya—. Seriamos la bella y la bestia.

      —Eso me haría a mí la bestia. —Kyuhyun gruñó bajo mientras mordisqueaba el mentón de Sungmin.

      —Difícilmente. Eres hermoso, y yo no soy un hombre tan atractivo como para ser tan afortunado de ganarme tu atención.

      —¿Siempre eres tan duro contigo mismo?— Kyuhyun preguntó mientras seguía saboreando la piel de Sungmin.

       —No, no siempre, tengo el domingo libre. —Sungmin gimió cuando Kyuhyun mordisqueó su cuello. Raspó con sus dientes el hueco de la clavícula de Sungmin, la punta de la lengua trazaba el rastro. Sus dientes recorrieron el cuello de Sungmin, besándolo mientras los dedos de Kyuhyun se entrelazaban entre los suyos.

      —No hay nada…—La lengua de Kyuhyun trazaba un camino por el cuello de su pareja hacia su oreja—…absolutamente nada…—sus labios besaron su piel hasta que llegó al hombro de su pareja—…jamás…—Kyuhyun inhaló en su cuello y llegó a la boca de su pareja—…que hiciera que cambiará algo de ti. —Sus labios chocaron contra los suyos en una maníaca tormenta de duelo de lenguas. Sungmin juraba que Kyuhyun estaba tratando de chupar su lengua desde su garganta.

 

      —Por favor no quiebres mi corazón, —Sungmin pensó para sí mismo mientras quebraba el beso ante la gran necesidad de oxigeno.

—No lo haré.

     Oh Dios, ¿lo había dicho en voz alta? Su control seguro como el infierno que estaba funcionando mal.

      Kyuhyun no podía creer que su pareja era medio-raza. Sinceramente no le importaría si fuera un extraterrestre púrpura con plumas saliendo de su culo, bueno quizás no púrpura, pero Sungmin tenía sangre shifter en él. Sentía un parentesco con su pareja a causa de ese hecho.

      Kyuhyun llevó su mano entre ellos y abrió el botón de la cintura de sus jeans. Su mano entró bajo la pretina, su excitación aumentaba mientras buscaba su premio. ¿Dónde infiernos estaba el pene de su pareja? Todo lo que Kyuhyun sentía era vello púbico. Se colocó de rodillas y bajó la vista. Soltó una exhalación de alivio cuando vio el bulto de la erección de su pareja en la pierna del pantalón. Por un segundo pensó que se había emparejado con una muy masculina mujer. Eso hubiera sido un desastre. No es porque tuviera algo en contra de las mujeres, solo era que prefería a los hombres.

       —¿Sucede algo malo?— Sungmin se apoyó en los codos para verlo. Dios, su pareja era sexy con el cabello revuelto y los labios hinchados por los besos. Sus dedos recorrían el abdomen de su pareja, sintiendo el ligero temblor.

 

       —Ni una maldita cosa. —Kyuhyun curvó sus dedos en la pretina de los jeans de Sungmin y los bajó, liberando el sedoso eje. Su corazón se aceleró con la vista del pulsante pene que escurría, la cabeza del pene de un fuerte púrpura—. Deslízate hacia arriba. Sungmin hizo lo que se le dijo, viendo cada movimiento de Kyuhyun. «Hachador», Kyuhyun mentalmente se rió de las cosas que habían salido de la boca de su pareja. Hablando de eso…Kyuhyun tomó la base y empujó las piernas de su pareja con los brazos, acomodándose confortablemente en la V de las piernas de Sungmin.

    

       Sungmin se lamió los labios viendo a Kyuhyun con un profundo y ardiente deseo en sus ojos, el anhelo y el ruego se mezclaban en esa seductora mirada. La lengua de Kyuhyun lo rodeó como una serpiente, saboreando por primera vez lo que el destino le había dado.

      Pre-semen se disolvía en su lengua enviando una oleada de sensaciones. La suavidad de la piel de su pareja era asombrosa. Kyuhyun empujó el pene entre sus labios y dejó que bajara por su garganta, viendo todo el tiempo a su pareja.

      Su corazón se derritió cuando Sungmin retiró el cabello de Kyuhyun a un lado y le sonrió.

       Kyuhyun movía su lengua arriba y abajo del eje de su pareja, trazando la larga vena que recorría toda la longitud. Sungmin gimió y se dejó caer hacia atrás en el sofá. Levantó sus caderas y una mano se aferraba a la mesita de café y la otra al respaldo del sofá.

       Manteniendo el eje seguro dentro de su boca, Kyuhyun bajó los jeans de su pareja y se los quitó, entonces colocó las piernas de Sungmin en sus hombros. Mucho mejor. Ahora Sungmin estaba sentado mientras Kyuhyun estaba arrodillado en el suelo frente a él.      —Santa mierda, el hombre loco sabe cómo chupar un pene r13;Sungmin jadeó.

    

   Kyuhyun se rió alrededor del eje de su pareja. Acunó las bolas de Sungmin y las rodó mientras chupaba la cabeza del pene, y llevaba su lengua a la ranura. El pene de Sungmin escurría fuertemente un delicioso sabor, y Kyuhyun limpió cada gota que salía. Él se apartó y besó la cabeza del pene antes de empujar las piernas de Sungmin hacia atrás.

      —No, no, no, regresa. Te daré lo que quieras si pones de nuevo mi pene en tu boca. ¿Quieres mi tienda? Toda tuya, ahora chúpalo. —Sungmin balbuceaba moviendo la cabeza de un lado a otro.

     —Vasha kozha kak letniĭ briz, kotoryĭ laskaet mne mozhet —Kyuhyun murmuró contra la piel de Sungmin y entonces movió su lengua por la cabeza del pene de Sungmin.

—Si, si tú lo dices. —Su pareja gimió debajo de él.

      —Tu piel es como una brisa de verano que acaricia mi alma r13;Kyuhyun tradujo para su pareja. Él mordió el muslo de Sungmin y entonces besó la marca alejando el ardor antes recorrer con su lengua el perineo de Sungmin.

     Kyuhyun pasó su lengua sobre las escondidas joyas de Sungmin. Bañó el apretado agujero, chupando la piel, entonces usó la punta de la lengua para circularlo.

       —Está bien, está bien —Sungmin repetía. Kyuhyun levantó la vista para ver a Sungmin, sus ojos estaban oscurecidos por el deseo. El ámbar brillaba como pequeñas flamas. Sus labios recorrían el agujero de su pareja abriéndolo y entonces deslizó un dedo al interior, la piel se estiró dándole la bienvenida al toque.

 

       Su lengua siguió trabajando en el músculo hasta que lo relajó, permitiendo que otro dedo se uniera al primero. Kyuhyun lamió alrededor de sus nudillos, humedeciendo la entrada hasta que sus dedos entraban y salían fácilmente. —Tan hermoso — jadeaba.

      La cabeza de Sungmin se movía de un lado a otro, sus labios ligeramente abiertos, gimiendo y jadeando.

      —Sabes tan jodidamente bien —Kyuhyun lo elogió. Mordió el muslo de su pareja. Lujuria, deseo y cada maldita emoción sexual bajo el sol lo recorrían. La necesidad de reclamar a Sungmin carcomía su alma.

      Kyuhyun se apartó y tomó una profunda respiración. Nunca en su vida había sentido una fuerte oleada de necesidad, posesividad y un anhelo tan urgente que creía que perdería la cabeza. Había oído que cuando se encontraba a la pareja la necesidad de reclamarlo era fuerte, pero nadie le había mencionado cómo todo eso podía consumirlo.

      —Estoy listo, lo juro. —Sungmin se empujó hacia los dedos de Kyuhyun, empalándose y rogando ser jodido. Kyuhyun empujó dos dedos más, estirando a su pareja, moviendo y girando su muñeca.

        Cuándo sintió que su pareja podía manejar su pene, Kyuhyun retiró sus dedos, se puso de pie y se quitó las botas, entonces los jeans y la camiseta lanzándolo todo en una pila de ropa, entonces se arrodilló frente a su pareja, tomando el puchero en los labios de su pareja, el intoxicante aroma seguía en sus labios y lo compartía con el hombre que amaría por siempre.

—Te necesito.

     —Lo sé, rebenka. —Kyuhyun jaló a Sungmin sobre su espalda, colocando las piernas sobre los hombros de Kyuhyun. El pene de su pareja estaba tan lindo sobre su bajo abdomen. La vista le hizo agua la boca a Kyuhyun por saborearlo de nuevo.

«La próxima vez».

      La siguiente vez saborearía ese largo, grueso y lleno de sangre pene. Justo ahora necesitaba estar dentro de su pareja, enterrarse profundamente y comenzar a ser una sola entidad.

—Jódeme Kyuhyun —Sungmin murmuró.

      Su pareja comenzó a retorcerse, empujando su culo hacia la erección de Kyuhyun.

        —Mantente inmóvil. —Kyuhyun colocó una mano en el abdomen de su pareja—. Déjame amarte. —Kyuhyun alineó su pene y sintió el cuerpo de Sungmin abrirse para él, aceptándolo como a un amante de mucho tiempo. El apretado agujero tomaba firmemente su eje jalándolo a su interior.

      Kyuhyun luchó contra el hormigueo en sus encías. No quería que su pareja se asustara hasta que pudiera explicarle a Sungmin lo que era.

      Aunque su pareja era media-raza, quería que Sungmin lo aceptara con la mente clara y sabiendo lo que eso significaba. Por ahora disfrutaría del cuerpo de su pareja y le brindaría gran placer.

       Se apartó, moviendo sus caderas volvió a entrar. Kyuhyun movía y giraba sus caderas. Veía la pasión cruzar por el hermoso rostro de Sungmin.

       —Kyuhyun, tan bueno. —Sungmin inclinó la cabeza hacia atrás, sus pequeños caninos salieron de nuevo. La vista amenazaba con llevar a la locura a Kyuhyun. Kyuhyun se inclinó y pasó su lengua por los alargados dientes, la punta de su lengua presionó la punta de los caninos de su pareja.

 

       Sungmin lo mordió y chupó su lengua en el interior de su boca tomando la pequeña cantidad de sangre que Kyuhyun sabía que había drenado. Sungmin chupaba mientras Kyuhyun empujaba sus caderas, sus penes se hincharon aún más preparándose para su liberación. Kyuhyun jaló las piernas de Sungmin alrededor de su cintura y pellizcó los pezones de Sungmin. Se pusieron duros bajo sus dedos mientras Sungmin se estremecía.

      Los pellizcó más duro, y Sungmin se empujó un poco fuera del sofá. r13;Maldición —Kyuhyun gimió dentro de la boca de Sungmin. Quebró el beso, viendo la roja piel bajo sus dedos. Tan malditamente sexy.

      Kyuhyun tomó las muñecas de Sungmin cuando su pareja comenzó a mover las manos perdido en su pasión, tuvo cuidado con la muñeca vendada. Las llevó sobre la cabeza de Sungmin y se empujó más duro y más profundo.

      —Si, justo así —Sungmin gritó y empujó sus brazos para tratar de liberararlos—. Me gusta esto. —Sungmin movía su cabeza de derecha a izquierda, su boca se abría y se cerraba. Kyuhyun colocó su cuello sobre la boca de Sungmin permitiendo que su pareja mordiera su carne.

      —Joder —Kyuhyun gritó cuando entró en él. Su piel ardía y su cabeza estaba inundada por una niebla. Se apartó dejando solo la cabeza dentro y se volvió a empujar.

      Sungmin lo liberó, su pene hizo explosión y los cuerpos de ambos se pintaron con su liberación. Kyuhyun no tardó mucho. Se tensó, gruñó y entonces un caleidoscopio de colores explotó alrededor de él. Sus uñas se extendieron, pero logró que no entraran en la piel de su pareja.

      Su pene estaba ultrasensible, su cuerpo se estremecía mientras vaciaba la semilla que aún le quedaba. Kyuhyun colapsó sobre Sungmin, toda su fuerza se había ido. Sungmin seguía debajo de él, sudoroso y agotado, jadeando por aire. Podía oír el corazón de su pareja fuera de control.

 

      Kyuhyun soltó los brazos de su pareja y se acomodó sobre Sungmin jalando a su pareja más cerca de él. Acarició con su nariz el cuello de Sungmin e inhaló profundamente.

      —Acerca de mi tienda. —Sungmin pasó sus manos por el cabello de Kyuhyun—. No hablaba en serio acerca de cedértela.

      —No creí eso, rebenka. —Kyuhyun se rió entonces le dio pequeños besos en los labios a su pareja—. Aunque tener mi propio negocio es tentador.

       —¿No lo harías?— Sungmin preguntó en una voz para ver si se atrevía.

—No, nunca te quitaría nada.

      Sungmin trató de quitar a Kyuhyun. —Oh mierda, mi tienda. La dejé abierta.

     —No te preocupes. —Kyuhyun quitó su peso de encima de Sungmin—. Mis amigos la están cuidando.

        —¿Ellos saben cómo atender una librería? Tengo algunos libros raros ahí. Kyuhyun se puso de pie y tomó su ropa. —Mierda, vamos.

       Sungmin saltaba alrededor mientras trataba de lograr que sus jeans cooperaran. —Te juro que si ellos los vendieron a dólar, voy a estar realmente enojado.

 

       Sungmin finalmente logró ponérselos y los subió a su cintura, y los abrochó, entonces se puso sus tenis. Pasó una mano a través de sus alborotados rizos y tomó sus llaves.

      —Pagaré por cualquier pérdida que ellos hayan causado —Kyuhyun prometió mientras se inclinaba a abrochar las cintas de sus botas.

      Sungmin miró al oscuro y hermoso hombre. Él debía ser ruso por su acento, pero su piel era tostada como del medio oriente. ¿De qué nacionalidad sería este hombre? —¿Qué eres?

     Kyuhyun se tensó, sus ojos lentamente se encontraron con los de Sungmin. —¿Qué quieres decir, rebenka? Soy un hombre, ¿Por qué podrías pensar otra cosa?

      —Hablas Ruso, pero tu piel es dorada y bronceada. —No se le pasó a Sungmin notar que Kyuhyun se veía aliviado. ¿Qué habría pensado el hombre que Sungmin quiso decir? Si pensaba en eso, él realmente no concía al hombre. Seguro, que sus hormonas habían tomado el control y el sexo fue algo de otro mundo, pero ¿qué sabía acerca de Kyuhyun?

      —Soy ruso, mi nombre es Cho Kyuhyun. También tengo ancestros del Cairo. Sangre mezclada. —Kyuhyun terminó de atarse las botas y se puso de pie. Él le dio a Sungmin otros de esos besos que hacía que las puntas de sus pies se curvaran antes de salir. Sungmin aún seguía aturdido, su mente saltando hacia la tierra mientras su piel se erizaba con la excitación.

      —Vamos tenemos que ver lo que T.O.P y Yongguk han hecho con tu librería. —Sungmin lo siguió como un cachorro, viendo la espalda de Kyuhyun y suspirando. En el último segundo recordó poner llave a su puerta.

       Ellos caminaron juntos hacia la librería, Sungmin vigilaba por si veía a Sa Eun. No estaba seguro de si Kyuhyun pudiera ayudarle. Acababa de conocer al hombre. ¿Qué derecho tenía de esperar que utilizara su fuerza para rescatarlo? Estaba seguro de que Sa Eun podría atacarlo incluso si Kyuhyun estaba al lado de él. La perra loca probablemente blandiría su martillo porque Kyuhyun estaba a su lado.

 

      Kyuhyun sostuvo la puerta abierta para que él entrara en la tienda, viendo alrededor a los estantes. Afortunadamente parecían estar como los dejó. —Hola. —Inclinó la cabeza hacia los hombres que estaban en su tienda que parecían más matones que usaron esteroides que vendedores de libros.

        Los dos hombres y Kibum le sonrieron. —Vendimos algunos libros. Veinte dólares cada uno, ¿está bien?— El hombre calvo preguntó, viéndose orgulloso de sí mismo. Su pecho estaba sobre inflado y tenía una arrogante sonrisa.

      —Depende de qué tipo eran. —Sungmin rezó para no hubieran sido los raros. «Por favor no dejes que mi suerte sea tan malditamente mala».

     —Asesinatos y misterios —Kibum contestó, viéndose igual de complacido.

      —¿Veinte dólares? Eso es un poco elevado. —Él tendría que encontrar a quien se lo vendieron y entonces darle algún crédito.

      El hombre calvo miró hacia Kibum. —Lo siento, lo iba a vender a cuatro dólares, pero Kibum dijo que era demasiado barato.

 

    Kyuhyun le sonrió a Sungmin y se inclinó a hablarle al oído. —Él es T.O.P. Puedo patearle el culo si quieres. «Si, correcto». Entonces después él se ganaría la lotería y sería rico. Eso no sucedería. El hombre era solo un par de centímetros más pequeño que Kyuhyun y eso no era pequeño.

 

       El oscuro y encantador hombre que había robado su corazón medía un metro noventa y cinco, y ambos eran musculosos como el infierno. Sungmin se sentía como un geek en la playa al lado de los musculosos. T.O.P se encogió de hombros. —Yo traté. Le dije que no sabía qué hacer. —Salió de detrás del mostrador con una expresión de ‘oh bueno’ en su cara.

        —Gracias. —Sungmin sacudió la cabeza mientras se dirigía a su oficina. Necesitaba ver las órdenes online para ver lo que necesitaba hacer. Visiones de un oscuro y fuerte cuerpo se filtraron a su mente. Se estremeció cuando pensó en esas suaves palabras, y esos sexy ojos. Sungmin se estremeció de nuevo al pensar cómo Kyuhyun era un maestro de la seducción.

     Su mente dejó de soñar cuando vio una nota pegada en el monitor. Despegó la hoja de la pantalla y abrió el pedazo de papel.

«Tick tock, tick tock. Escribe o serás borrado».

       Las manos de Sungmin comenzaron a temblar. Ella había estado en su oficina, usado su computadora para teclear una nota, imprimirla y pegarla. «¡Ella había estado en su oficina!»

      Sungmin se sobresaltó cuando unos brazos rodearon su cintura y un mentón se apoyó en su hombro.

      —¿Qué sucede, rebenka?— Kyuhyun tomó la nota de su mano y la reviso—. ¿Qué es esto?— gruñó viendo a Sungmin y esperando la respuesta.

      —Oh, eso. —Se rió nervioso y movió la mano desestimándolo—. Es un recordatorio de que escriba algunos cheques antes de que las fechas se venzan. —Mordió su labio, esperando que Kyuhyun no preguntara más. El hombre probablemente lo dejaría caer como una papa caliente si descubría los problemas de Sungmin. ¿Quién querría tener citas con un hombre con un drama en su vida? La gente de esos despreciables talk shows nunca se veía como Kyuhyun y él no quería correr riesgos de perder al hombre que le interesaba.

      Kyuhyun le dio una penetrante mirada. —Uh-huh. ¿Así que te escribes horribles recordatorios?

       —Hey, me asusta escribir esos cheques, así que funciona. — Los ojos de Sungmin iban de un lugar a otro sin ver nunca a Kyuhyun. Iba a descubrir que mentía si seguía preguntando.

      —Está bien. Extraño pero efectivo, supongo. —Kyuhyun le entregó la amenazante nota. Sungmin le sonrió, sabiendo malditamente bien que el hombre no le había creído. Además, él sabía, que en cualquier momento metería la pata.

   

  Sungmin había tenido una manera un poco extraña de pensar, que nunca le había molestado antes, pero el pensar que sus enredados patrones de cerebro hicieran que este hombre lo dejara ahora le molestaba. Mentir no era su fuerte.

       —Los chicos se fueron. Siento que T.O.P estafara a tus clientes.

      Sungmin negó con la cabeza mientras se acercaba a Kyuhyun.

—No hay problema. Yo les daré crédito a los clientes y todo estará bien en el mundo de nuevo.

      ¿Por qué el hombre no dejaba de verlo con suspicacia? Otras mentiras recorrían su mente, pero Sungmin decidió mantener su boca cerrada. Estaba cavando su propio hoyo y eso solo lo haría más profundo. Pronto estaría tan profundamente enterrado que conocería y saludaría a Satán. Se estremeció ante el pensamiento.

 

       Caminó hacia la computadora e imprimió la lista de libros que necesitaba ordenar. —El trabajo llama. —Con una tensa y falsa sonrisa levantó la hoja hacia Kyuhyun.

      Prácticamente salió corriendo de la oficina, Sungmin tarareaba para sí mismo mientras revisaba la lista, haciendo su mejor esfuerzo para no pensar en la caliente y sudorosa piel y el más explosivo orgasmo que había tenido. Su pene no escuchaba. Se llenaba en el frente de sus pantalones, rogando por salir de nuevo.

 

       Pensamientos sobre Sa Eun y su retorcido sentido de la realidad se habían ido. Pensamientos de una boca muy caliente y húmeda alrededor de su pene lo hacían querer correr al cuarto de baño y aliviar la presión. Miró sobre su hombro y vio a Kyuhyun relajado en el sofá viendo una revista. El hombre era caliente incluso leyendo ‘Casas y Jardines’.

       Sungmin estaba babeando, viendo la seductora lengua salir y lamer el dedo de Kyuhyun y darle vuelta a la hoja. Dios, cómo deseaba el pulgar de Kyuhyun. La lengua de Sungmin salió y lamió el aire, imaginando que era el pene de Kyuhyun.

       Se controló, se aclaró la garganta y se giró a los estantes. La necesidad de colocarse en cuatro patas y arrastrarse hacia el dios del sexo era fuerte. Se dio otra oportunidad para ver a Kyuhyun que sonreía mientras leía la revista. ¿Habría algún artículo divertido, o Kyuhyun sabría que él estaba caliente?

    —¿Segunda ronda?— Kyuhyun preguntó ante las hoJas. ¿Cómo infiernos lo sabía?

      La boca de Sungmin se abrió para contestar, pero todo lo que salió fue un:—Ung.

       El hombre soñado lanzó la revista a un lado y se movió en el sofá. La mirada depredadora en esos ojos hizo que Sungmin se apartara. El hombre se veía tan…hambriento. ¿Cómo Kyuhyun podía verlo de esa manera?

     —Vamos, rebenka —Kyuhyun habló alto y grueso. Todo el cuerpo de Sungmin se estremeció ante la orden.

      Él dejó caer los libros de sus manos, apenas si notó que cayeron al suelo cuando caminó como en trance hacia la hipnótica voz.

      Con una voz como esa, Kyuhyun podría decirle que vendiera queso en una esquina y Sungmin lo haría con una tonta sonrisa en su cara. Estaba totalmente perdido.

 

       Sungmin se mordía la uña de su pulgar mientras que Kyuhyun recorría el camino de grava de la enorme mansión. Había aceptado conocer a su familia. ¿Quién infiernos conoce la familia de un tipo después de solo dos round de sexo caliente? Una persona loca, quién más.

    —No te pongas nervioso. Ellos son solo hombres normales y comunes.

—¿No tienes otros parientes?

     —Nana, ella es la princesa de la casa. —Kyuhyun apagó la camioneta y abrió la puerta.

       Sungmin asintió, se desabrochó el cinturón de seguridad y salió. Esto era una locura. Los hombres de su familia probablemente le darían un vistazo al descarnado trasero de Sungmin y se reirían de él fuera de la puerta del frente. Si ellos se parecían a Kyuhyun, posiblemente eso fuera real.

       Vio a Kyuhyun usar un código para entrar por la puerta del frente. Niño, hablando de excentricidades. Ese lugar era elegante como el infierno. Se sentía terriblemente mal vestido entrando de esta forma. Aunque Kyuhyun estaba vestido casual, Sungmin no solía estar alrededor de gente con dinero.

      —Vamos. —Kyuhyun le ofreció la mano y Sungmin la tomó. Reconoció algunos de los hombres que visitaban la librería. No sabía sus nombres, pero nadie olvidaría esas hermosas caras.

 

continuara...

Notas finales:

esa perra de Sa Eun no deja en paz a Min... hay eliminarla....

dejen RW


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).