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15. La Locura de Sungmin por dayanstyle

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Notas del capitulo:

buahahah si señores un cap por dia porque ya voy a comenzar a trabajar y dentro de poco la uni... asi que voy a actualizar los mas que pueda oka oka

       —¿Sungmin?— Xiumin preguntó cuando entraron al vestíbulo, Kibum lo seguía de cerca.

       —Hola, Xiumin, Kibum. —Bueno, eso era extraño. Al parecer sus clientes más leales vivían bajo el mismo techo. Nervioso miró alrededor. ¿Podría Sa Eun salir en su escoba en cualquier momento?

—Sungmin es mi…novio — le dijo Kyuhyun a Xiumin y Kibum.

  

  Una conocedora mirada pasó entre los tres. Sungmin se preguntaba qué significaba la palabra ‘novio’ en su idioma, porque todo parecía demasiado críptico, y él olvidó su anillo decodificador en la caja del cereal que comía hace veinte años.

      —Me alegra tenerte aquí. —Xiumin le sonrió. Si, como si fuera a confiar en esa sonrisa. Para él Xiumin era un pequeño demasiado sonriente después de ver la mirada que ellos compartieron. No caería en esa maldita mirada de inocencia.

     —Si, bienvenido. —Kibum chocó sus nudillos con los de Sungmin. Sungmin bajó la mano, viendo a Kibum de arriba hacia abajo. Y él que creía que Kibum era un chico agradable. Esa mirada compartida significaba algo, y Sungmin iba a descubrirlo. Nada se le pasaba a él. No, señor.

      —Está bien. —Sungmin miró alrededor de la enorme casa, preguntándose si Kyuhyun era el propietario de esto. A él realmente no le gustaba entrar con un papi rico. Él disfrutaba su independencia, y si Kyuhyun era rico, tenía la sensación de que el sexo caliente que habían tenido podría terminar.

—Hola.

     Sungmin bajó la vista hacia la pequeña Niña con cara de querubín. El debería de ser Nana. Ella era linda como un botón de rosa. —Hola, Nana. —Al menos ella no tenía esa conocedora mirada en esa linda carita.

  Sus ojos se abrieron más. —¿Cómo sabes mi nombre?

      Sungmin se encogió de hombros y señaló su cabeza. —Soy psíquico.

—¿En serio?

       Sungmin tocó con un dedo su frente y arrugó la cara. —Y tú eres el única niña aquí.

     —Wow. —Nana lo veía maravillada con los ojos aún más grandes—. ¿Puedes decirme en dónde está mi león?

      —¿En Oz?— Sungmin vio hacia Kyuhyun en busca de ayuda. ¿Realmente tenían leones aquí? No, ellos no podrían tenerlos, debía de ser un animal de peluche.

      —Vamos, rebenka. —Kyuhyun se reía mientras jalaba a Sungmin. Él miró a la pequeña Niña una vez más antes de permitir que Kyuhyun lo guiara.

 

      Entraron a una gran oficina con sillas de cuero y un gran sofá. Le gustaba el estante de libros en la pared del fondo. Sus ojos revisaron el cuarto, detrás del escritorio estaba sentado un hombre con el cabello corto y negro, ojos grises y vestido como si perteneciera a una pandilla de motociclistas. El tipo era alguien que Sungmin intentaría evitar lo más posible. Se veía peligroso.

—Rebenka, él es Jongin.

      —Hola, Sungmin. —Jongin inclinó la cabeza hacia él. Sungmin preferiría a Sa Eun cualquier día antes que a ese hombre. Se deslizó detrás de Kyuhyun, temía que el hombre pudiera levantarse y las puertas del infierno aparecieran detrás de él.

       Espera, ¿cómo es que ese hombre sabía su nombre? Sungmin se mordió el labio. ¿Estrecharía la mano del hombre o se inclinaría frente a él y le rendiría culto al demonio? —Hola. —Eso parecía ser suficientemente bueno para él.

 

      Jongin solo se rió y sacudió la cabeza. —No te asustes. Solo como chicos malos.

       Sí, ahora era un buen momento para orinarse en sus pantalones. Jaló el brazo de Kyuhyun, esperando como el infierno salir de ahí. Gracias a los dioses el hombre entendió sus gemidos.

—Solo le muestro los alrededores a mi mat.

     Una vez que estuvieron de nuevo en el pasillo, Sungmin rodeó a Kyuhyun. —¿Qué significa mat?

     Kyuhyun le sonrió, sus dedos pasaron juguetonamente por el mentón de Sungmin. —Significa, pareja, novio, o amigo. Cómo sea que quieras traducirlo.

      A Sungmin eso le gustaba cada vez menos. Empujó sus manos dentro de los bolsillos de sus pantalones solo para hacer un gesto de dolor. ¿Cómo pudo olvidar su muñeca?

     —Ahora podrías hablarme acerca de tu lesión. —Kyuhyun suavemente levantó su muñeca y la examinó.

      Sungmin suspiró. No podía recordar la mentira que le había dicho, así que la verdad parecía ser la ruta más segura. —Tengo un acosador. Ella golpeó mi muñeca con un martillo.

      Sungmin lo veía fijamente, él no parecía creer una palabra de lo que le dijo. —Mentira, ahora la verdad.

—Esa es la verdad. Lo juro.

       Kyuhyun negó con la cabeza, viendo a Sungmin con desaprobación en su mirada. —Quizás algún día te sientas lo suficientemente cómodo para decirme.

 

      Esto era increíble. Finalmente se había abierto para decirle a alguien acerca de Sa Eun y él no le creía, solo jodidamente genial. —Su nombre es Sa Eun. Ella quiere que escriba otro libro.

—¿Eres escritor?

       Bueno, eso solo desgarraba sus pantalones. No sabía si debería sentirse ofendido con el tono de sorpresa de Kyuhyun o no. Sungmin solo se encogió de hombros. Era mejor permanecer en silencio. Él lo había causado con las mentiras que había dicho. Ahora el hombre no le creía ni una palabra de lo que salía de su boca y esta vez era la verdad.

      Kyuhyun dio un bajo gruñido. —Vamos, rebenka. —Jaló el brazo bueno de Sungmin y lo guió una vez más.

      Sungmin se preguntaba por qué su vida siempre parecía ir bien por un momento y entonces colisionaba, toda la locura se destaba y su vida ya no era su vida. Primero en la ciudad con el mafioso, a continuación, Sa Eun con su estridente locura, y ahora Kyuhyun con su macho ‘vamos, rebenka’. Sungmin iba a tener que cuidar lo que decía. Él se aseguraría de que no fuera una locura.

     ¿Por qué no podía mudarse a algún lugar libre de locura? ¿Y por qué infiernos se dejaba guiar por Kyuhyun sin siquiera preguntar hacia dónde iban?

      Niño, tienes un buen pene en tu vida y repentinamente sigues el dorado pene como si intercambiaras tu cerebro por algunos orgasmos cósmicos.

     Con eso Sungmin recordó, él había olvidado dejar grabando la telenovela. Maldición, ahora no sabría lo que sucedería. Mierda.

 

       Sungmin metió los dedos bajo la venda, rascándose la seca piel. Quizás necesitaba retirar la venda y dejar que su piel respirara un momento. Se estremeció un poco cuando sus dedos estiraron el material. Este no era su día.

       Sungmin gritó y saltó hacia la espalda de Kyuhyun, tratando de subirse a la cabeza cuando un tigre rodeó la esquina. Quizás el león por el que preguntaba Nana era real. Eso significaría que también habría un león rondando por ahí.

—¿Qué infiernos sucede aquí, Kyuhyun?— Sungmin gritó. Kyuhyun maldijo.

      Este no era un buen momento para que Ren diera un paseo en su forma were. Ni siquiera había tenido tiempo para explicarle a su pareja sobre los lobos que vivían aquí. Supongo que el gato se salió de la bolsa. Literalmente.

      Kyuhyun llevó a su pequeña pareja por un lado hasta que alcanzó su recámara, entonces cerró la puerta, viendo intrigado a Sungmin. —Tranquilo, pareja.

       —¿Pareja? ¿Por qué tengo la sensación de que no significa amigo o compañero?— Sungmin bajó de su espalda y se puso de pie. Su pareja se acomodó la ropa y entonces miró fijamente a Kyuhyun con los ojos entrecerrados y una delgada línea como labios.

Él ahora estaba en problemas.

     —Toma asiento. —Kyuhyun señaló hacia la cama—. Tengo algunas cosas que explicarte.

 

      Sungmin lo veía pero se sentó en el borde de la cama. Kyuhyun se paseaba de un lado a otro, tratando de pensar en la mejor forma de explicarle todo. Su pareja era media-raza. Él debería de entender, ¿verdad? No era como que fuera nuevo en las cosas paranormales.

     Kyuhyun veía a su pareja mientras tomaba la banda de su chaqueta negra y se anudaba el cabello.

     ¿Por dónde empezar? Se detuvo para ver a Sungmin de nuevo. El hombre era impactante. Grandes y confiados ojos ámbar, ese suave cabello que enmarcaba su cara y el más sexy cuerpo que había visto sentado frente a él. Kyuhyun sacudió la cabeza. Él estaba saliéndose del camino.

—¿Sabes que eres media-raza de lobo?

       Sungmin se limpió la garganta y miró sus manos. — ¿Regresamos a eso de nuevo? Pensé que íbamos a hablar sobre el zoológico de aquí. Lo siguiente que me dirás es que tienen osos. Eso podría completar el conjunto. Oh Dios. —Sungmin se rió nervioso de su propia broma.

       Kyuhyun suspiró fuerte. Él no lo estaba explicando correctamente. Se dirigió hacia su pareja y se arrodilló frente a él, tomó las manos de Sungmin y se aseguró de que Sungmin lo mirara a los ojos. —También soy un lobo, solo que de sangre pura.

      Sungmin se apartó de Kyuhyun, la ira se formó en su expresión. —No necesitas mentirme. Deja de divertirte conmigo —dijo molesto.

      —No lo hago. —Kyuhyun liberó su lobo, sus caninos se alargaron y sus ojos cambiaron a carmesí.

      Sungmin tranquilamente se deslizó hacia atrás en la cama. —Dios, maldición. ¿Puede toda esta mierda loca dejar de estar alrededor de mí por una vez en la vida? ¿Cómo infiernos eres un lobo?

 

      —¿Qué es lo que quieres decir con ‘cómo’? ¿No era uno de tus padres un shifter?— Kyuhyun no podía entender cómo su pareja no lo entendía. Seguro que él había esperado para decirle a su pareja, pero eso era porque él quería que se sentaran y hablar con él, no tener que hacerlo en el calor del momento. Pero que él no tuviera ni idea era desconcertante.

        —Quedé huérfano. Aprendí lo que era de un vagabundo que solía ir a mi librería en la ciudad. Él me explicó acerca de los shifter tigres. Eso es lo que creía que era. Ahora me dices que soy un lobo. Hablando sobre crisis de identidad. —Sungmin giró las manos en su regazo, con la mirada perdida y al borde de las lágrimas. Kyuhyun trató de acercarse, pero Sungmin alejó su mano.

    —¿Si eres un lobo, entonces por qué vi un tigre en el pasillo, hmm? Explícame eso, destructor.

       —Acortaré la larga historia, Ren y Taemin fueron secuestrados en el Japón, traídos aquí para ser usados como esclavos sexuales, el guerrero Minho los salvó, y ahora ellos viven aquí. Cuándo ellos se emparejaron, descubrieron que eran tigres —dijo la versión editada. Kyuhyun no quería pasarse la mayor parte del día tratando de explicar toda la larga y sórdida historia.

       —¿Qué es lo que sucede, Kyuhyun? Estoy confundido como el infierno —Sungmin murmuró.

      —Soy un shifter lobo de sangre pura. El destino me permite solo una pareja, y eres tú, rebenka. —De nuevo la versión editada. Dejó fuera todos los hechos. Si su pareja quisiera detalles, entonces Kyuhyun se los daría.

       Sungmin miraba alrededor del cuarto, sus ojos empañados por las lágrimas. —¿Qué soy yo?

      Kyuhyun subió a la cama. La mirada de desolación de su pareja le razgaba el corazón. ¿Cómo podía quitarle el dolor? ¿Cómo darle a su pareja lo que nunca había tenido? Un sentido de identidad, el conocimiento de dónde provenía o incluso lo que era. —Mírame, amor.

      Sungmin se limpió los ojos y miró a Kyuhyun a los ojos. Kyuhyun acunó su cara y suavemente le dio un beso en los labios. — Estarás bien.

       —Tú puedes decir eso. Sabes quién eres. —Sungmin se apoyó ante el toque. ¿Por qué Sungmin no mencionó nada sobre la revelación de que eran pareja? Kyuhyun sabía que iba a tomar mucho tiempo para que la adorable criatura aun confundida entendiera eso. Jaló a Sungmin a sus brazos, besándolo suavemente, haciendo su mejor esfuerzo para asegurarle que estaría aquí para él.

—¿Pareja, huh? «¿Ahora menciona eso?» Kyuhyun sonrió. El chico definitivamente veía las cosas en un orden al revés. —Sí, pareja. —Pasó su mano por un lado de la mano de su pareja, quería tocar la piel desnuda.

       —De nuevo haces que mi cerebro se derrita —Sungmin gimió. Su pareja se quitó los zapatos, y luego la camisa sobre su cabeza y la lanzó al suelo—. Hablemos de locura después, ahora sexo loco.

      Kyuhyun no podía argumentar contra eso. Se apartó de su pareja y rápidamente se quitó su ropa. —Quítate los pantalones.

      Sungmin desabrochó el botón y jaló los jeans hacia abajo. Su hermoso pene se levantó erecto y orgulloso. Ahora, ahora él iba a saborearlo. Kyuhyun tomó los tobillos de Sungmin y lo jaló al borde de la cama. —Sostén tu pene, ofrécemelo.

     —¿Qué es esto?— Sungmin tomó la base y sacudió su pene—. ¿Quieres saborear mi  dulce-piel?— su pareja se carcajeó.

       —¿Con cuántas lamidas podré llegar al centro de tu paleta?— Kyuhyun gruñó cayendo de rodillas.

      —Oh, por favor, déjame descubrirlo. No prestes atención si te ofrezco mi cuenta bancaria. —Sungmin mostró sus hermosos dientes cuando sonrió ampliamente. Kyuhyun quería tomar una fotografía de esa sonrisa que detenía su corazón y tenerla en un mural sobre su cama. Eso sería tan impactante. La manera en que sus ojos brillaban con travesura hacía que su corazón se acelerara.

       Kyuhyun primero lamió los dedos de Sungmin. Su lengua lamió entre los dedos, y siguió hasta los nudillos. Era sexy como el infierno ver la mano de su pareja sosteniendo su propio pene mientras Kyuhyun lo adoraba.

      Apartó las piernas de Sungmin y enterró la nariz bajo las bolas de su pareja e inhaló profundamente, el aroma almizclado hizo que su pene saltara. Kyuhyun chupó una de las esferas, y la lamió disfrutando la sensación de moverla alrededor de su lengua mientras la bañaba. La vista desde ahí era mejor que un Picasso.

      Su pareja empezó a empujarse, siseando y gimiendo. Sus manos se deslizaron entre sus piernas ofreciéndole a Kyuhyun sus bolas. Mierda, él se iba a correr con solo ver esos largos y delgados dedos masajeando sus propias bolas.

     Kyuhyun pasó su lengua sobre las bolas y los dedos, lavando ambos. Sungmin levantó sus bolas, ofreciendo su agujero a Kyuhyun. Kyuhyun estaba loco cuando Sungmin se movió y separó sus nalgas. La cabeza de Kyuhyun estaba inundada de lujuria.

 

     La entrada de su pareja era tan intoxicante que casi olvida que quería hacer que su pareja se corriera en su boca. Su pene estaba luchando porque cambiara de opinión y lo enterrara dentro de ese apretado agujero. Kyuhyun lo recorrió, jodiendo con su lengua esa dulce tentación.

      —Si, sigue así, ahí justo así —Sungmin jadeaba. Separó más sus nalgas, sus dedos enterrándose en su propia piel. Kyuhyun apoyó sus manos en los dedos de su pareja y empujó la lengua profundamente.

—Voy a…

      —No, no así —Kyuhyun gruñó y se tragó el pene de Sungmin en su garganta. Bombeaba con su cabeza y hundía sus mejillas ante la poderosa succión. De nuevo, su pareja tomó la base de su pene mientras gemía y se retorcía. Kyuhyun relajó los músculos de su garganta y lo llevó todo el camino hacia abajo, su nariz golpeó la mano de su pareja. Quitó los dedos y completó su camino hacia abajo.

       —Oh infiernos, usa esos músculos de la mandíbula, hombre loco —Sungmin gritó mientras jodía la boca de Kyuhyun en un errático ritmo. Jalaba el cabello de Kyuhyun mientras su caliente semilla bajaba por la garganta de Kyuhyun—. Bueno, tan jodidamente bueno —dijo Sungmin.

      Kyuhyun lamió a su pareja limpiándolo, complacido de mantener la paciencia para completar la mamada sin venirse y joder a Sungmin hasta la inconsciencia.

       —YA hochu k poshel na hui. —Kyuhyun tomó la base de su pene mientras guiaba la cabeza de éste hacia la apretada estrella de Sungmin, respirando profundamente antes de empujarse pasando el anillo y entrando en su pareja.

     —¿Qué fue eso?— Sungmin preguntó antes de gemir y mover la cabeza de un lado a otro.

—Quiero joderte —Kyuhyun gruñó.

—Jódeme, no te detengas. Por favor no te detengas.

  Kyuhyun detuvo sus caderas. «Esperando por…»

     —Maldición, te daré todo mi patrimonio si empuJas ese pene profundamente hasta mi garganta. —Sungmin encajó sus uñas en los bíceps de Kyuhyun, haciendo su mejor esfuerzo para empujarse en Kyuhyun.

 

       Kyuhyun se carcajeó, eso es lo que había estado esperando. Amaba cómo Sungmin perdía todo el sentido de auto- preservación cuando estaba acostado bajo él. Kyuhyun comenzó a empujar sus caderas de nuevo, tomó las piernas de Sungmin por debajo de las rodillas y jaló las piernas de su pareja hacia atrás. Sus caninos se extendieron, una acción que no hubiera podido evitar ni queriéndolo.

      —Jódeme hombre. Como un erótico cavernícola. —

Sungmin se lamió los labios, sus ojos rogaban. Kyuhyun se inclinó hacia adelante, empujó su pene completamente dentro del culo de su pareja hasta que no había ni un centímetro de separación.

       Sungmin lamió los caninos de Kyuhyun, sus propios colmillos se extendieron y sus ojos cambiaron a carmesí. Kyuhyun sintió una onda eléctrica un segundo antes de que su pene explotara, la vista era la más erótica inimaginable. Siseó, gruñó, gimió y finalmente gritó mientras descargaba dentro del culo de su pareja. Sus caderas se levantaron mientras sus músculos se tensaban, el mejor orgasmo de su vida jalaba sus bolas hacia su cuerpo.

—Yo sigo, yo sigo —Sungmin apasionadamente rogaba.

       Kyuhyun parpadeó unas cuantas veces para aclarar su cabeza y tomó el lleno pene de Sungmin y bombeó con frenesí. Se inclinó hacia adelante, aun temblando con los estremecimientos de después del orgasmo que recorrían su cuerpo mientras su pareja se retorcía y gritaba mientras su caliente semilla hacía erupción sobre su puño.

 

       —Quiero reclamarte, Sungmin —Kyuhyun gruñó, las sensaciones aun saltaban en su cuerpo. Había estado tan perdido ante la vista de su pareja que había dejado pasar la oportunidad de reclamarlo mientras lo jodía. Si, él quería hablar con él primero, pero la primitiva necesidad de reclamar lo que era suyo, dejar que todo el mundo supiera que ese hombre estaba fuera de los límites, estaba consumiendo sus racionales pensamientos.

     Empujó su pene semi-erecto dentro de su pareja, causando que Sungmin gimiera.

     —Eso es lo que nos hará pareja, ¿verdad?— Sungmin gruñó y empujó su culo hacia el pene de Kyuhyun.

—Si, una pareja, una de por vida. ¿Me aceptas?

      —Ya robaste mi corazón, solo no lo lances y dejes que algún vagabundo lo encuentre.

       Kyuhyun se tensó e inclinó su cabeza. ¿Qué jodidos? Kyuhyun sacudió la cabeza, su pene regresó totalmente a la vida ante la psicótica respuesta. —¿Eso es un sí?

—Uh-huh.

—¿Me aceptas como tu pareja, Sungmin?

—Si, Kyuhyun, si —Sungmin gritó.

      Kyuhyun se empujó, sus caderas lo empujaban dentro de su pareja, sus caninos entraron en la suave carne mientras tomaba lo que necesitaba para el reclamo.

     —Oh mierda, siento eso —Sungmin gimió mientras movía sus caderas empujando su culo hacia el pene de Kyuhyun.

      Kyuhyun también lo sentía. Sintió los lazos de su alma desanudarse de su cuerpo, danzar hacia los de Sungmin y entrelazarse juntos, luego regresar a su interior, sus corazones se sincronizaron y Sungmin estaba con él. Sungmin era suyo, enlazado a él por el resto de su vida.

      Sungmin se acurrucó en los brazos de Kyuhyun, su espalda contra el pecho de Kyuhyun. ¿Qué jodidos acababa de hacer? «¿Pareja?»

       Sungmin se rodó y vio al hombre dormido. ¿Cómo alguien tan devastadoramente hermoso podía quererlo? Las delgadas ceJas de Kyuhyun se arqueaban hermosamente. El suave vello alrededor de la boca del hombre era para babear. Nunca había tenido sexo con un hombre con barba de candado antes. Eso hacía que la piel de Sungmin hormigueara cada vez que rozaba su piel.

      Sungmin pasó un mechón de cabello de Kyuhyun entre sus dedos, viendo cómo se deslizaba. Para ser un hombre loco, Kyuhyun era impactantemente hermoso.

     Sungmin estudió el cuerpo dormido. Dios, tenía tantos músculos, él podría vencer a Sa Eun sin siquiera sudar.

      Pasó su dedo por la larga vena que cruzaba el grueso bíceps de Kyuhyun. Su piel era casi café de tan bronceada. Sungmin se inclinó y besó el labio inferior del hombre, sin dar mucha presión.

      Kyuhyun gimió y jaló a Sungmin más cerca de su cuerpo. ¿Realmente ese sexy hombre era suyo? Sungmin nunca había tenido a nadie que llamara suyo antes. Creciendo en hogares de acogida no se permitió ese apego, y entonces en su vida adulta había sido un solitario. Temiendo que alguien descubriera su secreto, evitaba hacer amigos.

 

      Cuándo se mudó aquí, empezó a relacionarse con Xiumin y Kibum e incluso con Luhan y los otros hombres que vagabundeaban por su tienda, pero él nunca busco hacer conexión con ellos. ¿Quién hubiera sabido que ellos estaban informados sobre el bizarro mundo en el que él vivía?

      Sungmin se deslizó fuera del brazo de Kyuhyun, su estómago le avisaba que estaba hambriento. No había comido nada desde la comida.

       Se puso los pantalones y los tenis. Con una sonrisa tomó la camiseta de Kyuhyun en lugar de la suya. El olor del hombre impregnado en la tela hacía que Sungmin se sintiera más cerca de él por alguna extraña razón.

      Cerró la puerta cuidadosamente y comenzó a explorar la gran casa. Era media noche, así que no vio a nadie alrededor. Finalmente encontró la cocina, abrió el refrigerador para ver qué podía encontrar. Hombre, nunca había visto una cocina tan bien equipada antes.

      Buscó alrededor y llenó un plato con sobras de pollo asado y ensalada de macarrones. El pollo podría estar bueno para hacerse un sándwich. Normalmente no comía mucho en la noche, pero con lo poco que había comido hoy, sentía como si su estómago estuviera tratando de desgarrar su camino hacia afuera y un simple bocadillo no sería suficiente para calmarlo.

      Sungmin se giró para dejar las cosas en el mostrador y gritó con toda la fuerza de sus pulmones. Ahí, tras la ventana de la cocina estaba Sa Eun.

 

      Kyuhyun saltó fuera de la cama y tomó sus jeans se los puso rápidamente y corrió hacia las escaleras y hacia la cocina. Su pareja estaba desmayado en el suelo. Los guerreros llegaron a la cocina mientras Kyuhyun levantaba la cabeza de su pareja revisando que no tuviera lesiones o chichones. Tenía un chichón del tamaño de un juego de ganso en la parte de atrás de su cabeza. ¿Qué infiernos había sucedido aquí?

      —Sa Eun —Sungmin murmuró mientras levantaba su mano a su cabeza, acunándola.

—¿Tu acosadora?— Kyuhyun preguntó.

      —En el patio, ella estaba viéndome a través de la ventana de la cocina. —Kyuhyun jaló a su pareja más cerca, sintiendo el temblor que recorría el cuerpo de Sungmin cuando su pareja señalo la ventana vacía. ¿Le había dicho la verdad antes? T.O.P y Yongguk cambiaron a su forma de lobo y revisaron el patio. Ellos regresaron un momento después en su forma humana y negaron con la cabeza. —No hay ningún rastro, nada —dijo T.O.P suavemente viendo compasivamente a Sungmin.

      Kyuhyun miró a su pareja. Quizás el que Sungmin estuviera loco no era una broma.

      La única cosa que le intrigaba era el hecho de que no había manera de que pudiera haber inventado la forma en que había reaccionado, pero si su mente estaba fuera de balance, entonces Sungmin creería que eso era real.

 

continuara...

Notas finales:

les dejo ese suspenso neness.... dejen RW


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