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18. Suho es de Yixing por dayanstyle

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Notas del capitulo:

estoy actualizando todo el fic para mis nenessss

—¿Llamó, su alteza?

       Jongin gruñó ante el Elf de los Bosques. Suho sabía cómo se sentía el Alfa, pero desafortunadamente no se permitía matar a una pareja. —Papá Pitufo se llevó a dos parejas humanos junto con Nana. ¡Encuéntralos!

      La expresión de Tao cambió totalmente. Visiblemente tragó, asintió y desapareció.

      —¡Nunca vuelvas a hablarle así a mi pareja de nuevo! —Kris gritaba mientras bajaba corriendo las escaleras.

      Jongin levantó su muy grande mano. Era del tamaño de un maldito plato. —No quiero oír esa mierda. Las parejas de tus hermanos y Nana fueron secuestrados. Tu jodida actitud puede esperar.

      La cabeza de Kris se giró hacia Suho y Yongguk, un bajo gruñido vibró en su pecho. —Estoy harto de ese jodido hada azul. Kiseop juró que la guerra había terminado.-

      Suho negó con la cabeza. —Este no era el mismo tipo azul. Este era alguien más. —Estaba listo para desgarrar algo. Quería a Yixing de regreso y no la continua fricción entre su hermano y el Alfa. Suho sólo estaba preocupado por encontrar a los tres y matar al bastardo azul.

    Jongin lanzó la cabeza hacia atrás una vez más y gritó.

r13;¡Kiseop!

     Suho estaba impresionado. El elf azul asustaba a muerte, pero no a Jongin. Estaba gritándole como si él y Kiseop fueran conocidos de mucho tiempo.

—Te dije que nunca me llamaras —el elf azul le gritó a Jongin.

       —Sí, lo haré si uno de tus pitufos se roba a tres de los míos.

r13;Para ser honestos, si el hada no fuera malditamente perverso, el largo cabello blanco que fluía era impactante en contraste con la piel azul.

      Claro, nadie era tan impactante como su pareja, pero Suho le dio una directa mirada a Kiseop.

      A Suho no lo tranquilizó que Kiseop le diera a Jongin una mirada intrigada. —Dije que la guerra había terminado. Ninguno de los hombres de mi tribu debería de involucrarse en nada contigo o con los Elves del Bosque. —Kiseop bufó en la última parte.

      —Supongo que no todos recibieron tu memo. Los quiero de regreso, o la guerra que acaba de terminar será un juego de niños comparada con mi ira.

      —¡Quiero a mi jodida pareja, ahora!— Suho le gritó a Kiseop. A él no le importaba lo atemorizante que fuera. Yixing no estaba y lo quería de regreso.

      Destruiría a cualquier persona o cosa ahora mismo. Su pareja debía estar temblando de miedo y sólo eso haría que quisiera matar al hombre azul frente a él.

      Cualquier instinto protector en él estaba apareciendo feamente en su cabeza y su lobo se estaba poniendo furioso. Casi se sentía como si saltara a la cabeza de Suho.

    —Si dañan a Zelo, todos los bastardos azules morirán—Yongguk agregó con rabia en su voz.

     —No les debo ni una maldita cosa después de lo que le sucedió a mi hermana, pero los buscaré. —Kiseop desapareció.

 

      Suho se sintió inútil. No había nada que pudiera hacer ahora. Por todo lo que sabían, su pareja y los otros podrían haber aparecido en cualquier lugar del planeta.

     Yixing jaló a Zelo y a Nana más cerca, viendo a la niña con el brazalete que el hombre azul le había colocado en su muñeca.

       Él estaba haciendo su mejor esfuerzo para no enloquecer o desfallecer. Los otros dos lo necesitaban cuerdo.

       —Está bien, Nana, ¿puedes decirle a tu tío Yixing qué infiernos sucede? —Yixing jaló su bolsa con equipaje y su bolsa de hombre más arriba en su hombro, deseando haberla dejado en el vestíbulo. Eso le agregaba carga que él ahora no quería.

      La gatita se pellizcó el puente de la nariz, exhalando fuertemente. —Tengo diez años. Por favor háblame como a un adulto, y no como si tuviera nueve.

     A Yixing realmente le agradaba ella. —Lo siento. ¿Entonces qué es toda esa locura del viaje en el tiempo?

     —No es viaje en el tiempo. Nosotros los elves tenemos la capacidad de entrar y salir de los lugares desapareciendo.

      Las esperanzas de Yixing se renovaron. Realmente podrían salir de ese lío. Gracias a Dios. Se limpió la garganta y le habló calmadamente a Nana, escondiendo el miedo que lo recorría.

—¿Entonces puedes sacarnos de aquí desapareciendo?- Nana levantó su delicada muñeca. —Duh, lo he intentado desde que estamos aquí.

      —Realmente inteligente, sabelotodo, ¿verdad?— Zelo entrecerró los ojos ante ella—. ¿Te gustaría que tu tío Zelo te castigara durante un año?

     Nana le sacó la lengua a su hermano. —Inténtalo. Jongin no te dejaría. —Zelo cruzó los brazos sobre su pecho, actuando tan infantil como Nana.

—¿Quién es ese, tu padre?

       —Sí, así que no trates de intimidarme. Tengo a alguien más intimidante respaldándome. Por cierto, tengo dos papás, Jongin y Luhan, así que no trates nada o ellos te aplastarán igual que a un pequeño gusano.

     —¿Realmente son tus padres? —Yixing estaba confundido como el infierno. Jongin y Luhan eran una pareja gay. ¿Cómo encajaba todo eso?

      —Creo que lo son, y eso es todo lo que importa. Ellos me crían como su hija, entonces ¿por qué no debería darles el crédito como mis papás?

      Ella tenía un buen punto. Yixing suponía que no importaba quién era el donador de esperma. Si el hombre o los hombres en este caso, cuidaban a la niña eso los hace padres.

     —Pero ¿qué acerca de tu hermano DongHae? preguntó.

—Yixing

—Él es un gran hermano, pero no puede ser mi papá. Duh.

      —Tiempo-fuera, te lo advierto. —Zelo entrecerró los ojos hacia ella.

Qué mal que su papá y el de Zelo hubiera muerto hace años. Él había aceptado a Yixing por quien era, nunca se quejó de que su hijo actuara como una hada; como su mamá elocuentemente le decía. Su papá lo defendía cuando su mamá salía con uno de sus reproches. Realmente lo extrañaba.

      —¿Dónde está tu mamá? —Zelo preguntó sin preocuparse  de la privacidad de Nana o de sus propios asuntos personales.

     —Soy Fey. Mis verdaderos padres fueron asesinados y yo fui secuestrada. Yoona me adoptó y me crió. Cuando ella se lastimó, mi hermano adoptivo DongHae me llevó a la Casa. Jongin y Luhan me han criado desde entonces. Ellos me dijeron que podía decirles papá cuando les pregunté.

        Nana tomó una respiración y entonces continúo:—Le rogué a mi mamá que me dejara aquí, y después de una eternidad ella aceptó. Mi papá me lleva a verla seguido, y yo le hablo todo el tiempo por teléfono. Mi hermano DongHae vive aquí, así que creo que eso le ayudó a decidir. —Nana se pellizcó la nariz de nuevo y entonces suspiró mientras los veía a ambos—. Está bien, gente, suficiente para mi, nosotros tenemos que imaginar cómo salir de aquí. —Nana colocó sus manos en las caderas viéndolos como si ellos tuvieran todas las respuestas.

       —Creía que tú tenías todas las respuestas —Zelo le dijo a ella, haciendo pucheros.

     —Veo caricaturas y tengo fiestas de té con los animales de peluche. ¿Qué sé yo acerca de tipos malos y escapar?

—Haré que sean dos años, sabelotodo.

     Yixing ignoró a los dos. Ellos actuaban más como hermano y hermana que como si acabaran de conocerse. A él no le importaba su discusión, tenía su mente ocupada en salir de la situación.

     Yixing miró alrededor, buscando cualquier posibilidad de salir del cuarto. No podía ver ninguna otra manera de salir de ahí, además de la puerta. Le recordaba a Yixing una bodega. No había ventanas, así que no sabía quién estaba afuera o qué había afuera.

      Hacía lo mejor para no pensar en hombres lobos, vampiros o jodidas hadas. Si lo hacía, sus miedos los mantendría adentro de esa bodega y ellos necesitaban salir.

      Empujó la puerta, probándola, pero sabía antes de hacerlo que sería un intento inútil. Ningún tipo malo era tan inepto como para dejar la puerta sin llave teniendo prisioneros. Aunque uno podía tener esperanza.

        Se mordió el labio inferior, revisando el cuarto de nuevo. Tenía que haber alguna herramienta en esos estantes, algo que pudiera utilizar, pero Yixing no vio nada que pudiera utilizar para salir de este lío. Estaba comenzando a frustrarse. La responsabilidad de mantener a esos dos a salvo recaía en sus hombros. «Piensa, maldición».

       —Si pudiera quitarme este brazalete, podría desaparecer, pero la maldita cosa está pegada a mí. —Nana trató de nuevo de retirar el pequeño y circular grillete.

     Yixing podía ver ese grillete en la muñeca. Ellos no iban a poder quitar esa cosa. Tenía que pensar en otra manera de salir.

       —Shh. —Zelo levantó la mano, Yixing y Nana se acercaron a él. Oyeron las llaves tintinear del otro lado de la puerta y luego la puerta abrirse.

      Eso no era bueno. La única esperanza de escapar era rodear a esos dos. Y viendo a los dos secuestradores, eso sería algo difícil de hacer.

      —Finalmente los tenemos. —La perra loca se reía mientras entraba con el hombre azul detrás—. Jongin pensó que él podría ser más inteligente que yo.

      —Una pulga puede ser más inteligente que tú —Zelo le dijo molesto.

      Yixing saltó frente a su hermano cuando el hombre azul soltó un golpe que conectó en la sien de Yixing. —Muéstrale algo de respeto a Sa Eun.

     —Cuándo ella encuentre sus tornillos —Nana le gritó—. Mis animales de peluche son más inteligentes que ella.

      —Me tomó mucho tiempo obtenerte, malcriada. El doctor estará complacido. —Ella se dirigió hacia Nana, pero Yixing de nuevo bloqueó cualquier avance hacia la jovencita capturada.

     —Pensé que ellos habían matado al médico loco —dijo Nana desde detrás de Yixing.

      ¿Qué estaba mal con esos dos? Zelo y Nana, esos dos niños enfrentándose a estos dos psicóticos. Él iba a patearles a ambos el trasero si no se callaban.

      —¿Crees que el doctor Washington era el único? No, aun tenemos al doctor Han San Tae. —Ella de nuevo se dirigió hacia Nana, pero Yixing y Zelo la empujaron detrás de ellos y dieron un paso hacia atrás.

      Yixing no estaba seguro de lo que iba a hacer, pero no dejaría que ese loco doctor tomara a Nana. Ellos tendrían que matarlo primero. Se movió ligeramente, colocando también a su hermano detrás de él. Si algo sucedía, él tomaría la peor parte.

 

     —¿Creen que dos humanos pueden detenerme?— Sa Eun preguntó con ira—. Podría cambiar y desgarrar a ambos en minutos.

       Está bien, Yixing no quería morir aquí. Incluso con lo amenazadora que era ella, no iba a permitir que le hiciera daño a Nana o a Zelo. Lucharía con el lobo, con el hombre azul e incluso con los mismos dioses para salvar a los dos bocas flojas detrás de él.

       —Suficiente —dijo Sa Eun, cambiando a su forma de lobo frente a él. «¡Santa mierda!»

      Yixing no lo pensó. Tomó unas tijeras que estaban en la mesa de la derecha y se las encajó al lobo que estaba en el aire y lanzó su escaso cuerpo contra ella.

      Ella gimió cuando ambos cayeron al suelo. Yixing rápidamente se levantó y los tres gritaron mientras los empujaba lejos del hombre azul que se acercaba.

      Eso era todo. Yixing no podía pensar en una manera de defenderse del gran hombre azul. Tendría que luchar contra él para permitir que los otros dos escaparan. Yixing no esperaba hacerlo, pero era el más fuerte de los tres.

       Yixing se quedó con la boca abierta cuando otro hombre azul apareció tomando al que estaba con ellos y lanzándole una llave a Yixing, desapareciendo antes de que Yixing pudiera incluso pensar. Esta mierda se volvía más bizarra con cada segundo.

      Tomó la llave del suelo de donde había caído, se giró hacia Nana y rezó porque fuera del brazalete. El grillete se abrió y cayó. Nana se inclinó, lo tomó y lo guardó en el bolsillo de sus jeans. —Tomen mis manos —ella indicó.

      —Espera, ¿crees que deberíamos llevarla con nosotros?— Yixing señalo hacia el flácido cuerpo de Sa Eun en el suelo.

—Pero ella está muerta —Zelo gimió.

       —No, no lo está —Nana confirmo los temores de Yixing—. Ella es una shifter, y puede sanar en cualquier momento, así que necesitamos movernos.

      Yixing realmente no quería tocar a la bestia. Así que en lugar de eso, aplastó entre sus pies la cara de ella. Hey, aun así la estaba tocando.

       Los tres y la loba aparecieron directamente en algún tipo de oficina. El alto hombre, Jongin, se apresuró a rodear el escritorio, Suho y Yongguk tomaron a Zelo y a él antes de que hubieran aparecido completamente.

      —¿Qué infiernos sucede? —Suho preguntó mientras revisaba el cuerpo de Yixing.

      Yixing palmeó sus manos, avergonzado cuando su camisa se levantó y su redondo cubierto por spandex trasero se mostró a todo el mundo.

      —La loca mujer nos tomó —Nana señaló al aún flácido lobo—. Pero Yixing nos salvó.

       Yixing se ruborizó cuando todas las miradas de los shifter iban del lobo a él.

      Levantó la vista hacia Suho cuando su pareja gruñó. —¿Quién te golpeó? —Suho giró su mentón y entrecerró los ojos viendo la cara de Yixing.

 

      Yixing se había olvidado del hombre azul que lo había golpeado con todo ese caos. Su rubor se profundizó cuando Suho besó su moretón varias veces. Amaba el hecho de que a Suho no le importara quién estuviera alrededor, se aseguraba de mostrarle a Yixing cómo se sentía.

      —El hombre azul —Nana contestó desde los brazos de Jongin. Su papá la abrazaba y le acariciaba el cabello con una expresión de alivio en su cara.

      Jongin la sentó y entonces tomó un puñado de pelaje de Sa Eun y salió de la oficina con ella. Yixing tenía una buena idea de lo que le sucedería a la perra.

       —¡Eso es, papá, pateale el trasero! —Nana gritó en el pasillo—. Eso le enseñará a no meterse con Jongin —Nana bufó y salió de la oficina—. Voy a ver caricaturas —dijo sobre su hombro antes de desaparecer.

       Hombre, esa pequeña niña se recuperaba rápidamente. Ella actuaba como si el evento que acababa de suceder no la hubiera asustado. ¿Qué tan a menudo estas cosas sucedían para que ella se hubiera acostumbrando? —¿Él va a hacer más que patearle el trasero, no es así? —Yixing le preguntó a Suho.

     —No quieres saberlo. Ella no ha sido más que un problema, creo que el Alfa está por terminar el reinado de terror de ella, permanentemente.

       Yixing se aferró al cuello de Suho. Ahora que eso había terminado, su adrenalina había desaparecido y lo tenía temblando en los brazos de Suho.

      —Te tengo, unicornio. —Suho rodeó con sus brazos a Yixing levantándolo y acunándolo en sus enormes brazos. Yixing apoyó la cabeza en el pecho de su pareja mientras lo llevaban a la recámara.

      Gimió cuando Suho entró en la recámara y le acariciaba la espalda calmándolo. —Está bien, te tengo.

     —Desparecimos, una mujer cambió a loba y había un hombre azul. ¿Cómo eso va a estar bien? —Yixing gimió.

       —Te acostumbrarás a todas las locuras que están alrededor, lo prometo. Será como una segunda naturaleza para ti después de un tiempo. —Suho pasó sus manos por el cabello de Yixing, besándole la frente y meciéndolo.

       —¿Dónde está Zelo? —Yixing trató de sentarse, pero los fuertes brazos de Suho lo evitaron.

—Yongguk está con él, se asegurará de que Zelo esté bien.

      Yixing se relajó en los brazos de Suho, sabiendo que de alguna manera Yongguk ayudaría a Zelo a atravesar esto como Suho estaba haciendo con él. Después de todo, era feliz de que su hermano tuviera a alguien que lo confortara. Yixing no estaba en posición de ayudar a su hermano ni mental ni físicamente por ahora.

      Suho frotaba la espalda de su pareja, viendo cómo Yixing se quedaba dormido. Ni siquiera podría comenzar a describir el alivio que sintió cuando los vio aparecer en la oficina de Jongin.

      Estaba orgulloso de que su unicornio los hubiera salvado, extremadamente impresionado sería una mejor descripción. Suho había estado preocupado de que su pareja pudiera haberse desmayado, pero Yixing le había probado que era un guerrero. El orgullo henchía su pecho mientras veía a su unicornio.

       Resopló cuando algo en la cadera de Yixing comenzó a vibrar. Suho sacó el teléfono celular de donde estaba y revisó el identificador. Mostró que era la más extraña mami. Sonrió y entonces se preguntó por qué ella no podía aceptar el hecho de que Yixing era gay y lo dejaba en paz. ¿Por qué la insistencia de criticarlo y devaluarlo?

       Su pareja prefería a los hombres, ¿y qué? No es como si saliera a robar bancos o tuviera una vida de criminal. Yixing era una buena persona y Suho odiaba la manera en que era tratado por quien le dio la vida y lo crió.

      Se debatía entre contestar o no, pero decidió que no. No quería más problemas sobre su pareja o su hermano. Estaba seguro de que ella tenía un plan para acabar con la autoestima de Yixing. Suho no iba a permitir que eso sucediera. Él sabía lo que se sentía ser diferente, que todos te vieran como si fueras un raro.

      Seguro que Yongguk y Kris no lo veían de esa manera, pero él no podía evitar sentirse así cuando ellos bromeaban acerca de que fuera un chico pasivo.

      Sentía una conexión con Yixing, más que solo por su lazo. Ambos habían luchado por ser quién eran. Tratando pero fallando por ser aceptados por sí mismos.

      Eso era difícil, entendía lo que Yixing había pasado. Cuando oyes bromas y devaluaciones durante tanto tiempo, eso apesta, ya sea que lo creas o no.

       Se levantó y llevó a su pareja a la cama, acostando a su unicornio. Suho se dirigió a la puerta cuando oyó suaves toquidos. —¿Él está bien? —Luhan y Heechul estaban del otro lado con cara de preocupación.

       Era bueno ver que las parejas aceptaban a Yixing. Pero a las parejas les gustaba eso. Sin importar quién, qué o de dónde venías, si eras una pareja, estabas escrito en oro en su libro. —Lo estará. Gracias por preguntar.

     Ambos asintieron. —Sabes, él puede venir con nosotros cuando despierte —dijo Heechul.

       Suho les sonrió, le alegraba que Yixing fuera aceptado. Su madre podía pensar que él era una abominación, pero en la Casa era aceptado, amado y le ayudarían de la manera que pudieran. Kris pudo haber rechazado la idea de que una manada era necesaria, pero momentos como este le probaban a Suho que él y Yongguk habían tomado la elección correcta cuando decidieron unirse a una.

      Una manada estaba ahí sin importar qué, en los tiempos buenos y los malos. Algunas manadas no eran así, como en la que habían crecido y eso era una vergüenza. Manadas como esa podrían tomar clases de la manada Kim. Todos ellos podrían ser gay, pero nadie se metía con uno de los suyos.

      Quizás la dañada autoestima de su pareja podría sanar aquí. Suho cerró la puerta, caminó de regreso a la cama, se desnudó y se metió bajo los cobertores, jalando a su pareja a sus brazos, feliz de que no lo hubieran lastimado. Excepto el moretón en un lado de su cabeza. Eso molestaba a Suho. Él quería encontrar al jodido que le había hecho eso y tener una cercana y personal conversación con él.

—¿Suho?

Suho vio hacia su pareja. —¿Si, unicornio?

 

      —Gracias. —Yixing se acurrucó más cerca. Suho envolvió a su pareja en sus brazos, inhalando ese maravilloso y único olor. Suho gruñó cuando Yixing comenzó a masajear su pene.

—Quiero joderte, Suho.

      El aura entera de Suho se estremeció con esas palabras. El destino le había dado una pareja para que cuidara de todas sus necesidades. El par era perfecto de todas las maneras.

       Giró la parte superior de su cuerpo, abrió el cajón y tomó el lubricante. Lo colocó en la mano de Yixing antes de girarse.

      —No, sobre tu espalda, solo no trates de partirme a la mitad con esos muslos tuyos. Suho sonrió. —Te lo prometo, unicornio.

      Yixing sacudió la cabeza y tomó la almohada, colocándola por la cadera de Suho. Suho se levantó, Yixing empujó la almohada bajo su culo. Su culo se apretó al pensar en tener ese extra grande pene en su culo una vez más. —¿Unicornio?

—¿Tranquilo?— Yixing levantó a Suho, dejando el lubricante.

—¿Piensas menos de mi por querer ser jodido?

       Yixing inclinó la cabeza y lo estudió durante un momento. r13;No. Imagina que toda la vida los chicos te usen por tu pene. O que seas el pasivo porque ellos están demasiado intimidados o que seas el activo y nunca oigas de ellos de nuevo. —Yixing pasó sus manos por las piernas de Suho, sonriéndole—. Encontré a un hombre que me deja estar arriba y sigue conmigo. No lo dejaría por nada en el mundo. Eres sexy como el infierno acostado debajo de mí.

      Suho se relajó, viendo la verdad en esos profundos ojos verdes. Sentía que podía ser él mismo con Yixing y no ser juzgado. Eso era refrescante. —Entonces jódeme.

—Será un placer, Señor Hipopótamo.

      Suho veía cómo Yixing lo preparaba, amaba cómo lo estiraba. Él podía ser el Alfa de los dos pero en la recámara, le agradaba someterse a su unicornio.

       Gruñía cuando los dedos de Yixing trabajaban entrando y saliendo de él. Podría ser objeto de bromas por ser pasivo, pero Kris y Yongguk no tenían idea de lo que se perdían.

      Suho cerró los ojos mientras Yixing lentamente entraba en él. La sensación de ser llenado ni siquiera podía comenzar a describir la experiencia. Sus piernas temblaban envolviéndolas alrededor de Yixing, pero estaba demasiado asustado de lastimar a su pareja.

r13;Yixing.

       Yixing se inclinó y apoyó sus palmas en el pecho de Suho mientras se apartaba y volvía a entrar. Su pareja se mordió el labio inferior, una mirada de inseguridad en sus ojos. —Está bien, unicornio. Tu pene es muy bueno.

     La cara de Yixing se iluminó, sus ojos brillaban mientras se empujaba más duro. Suho podía ver que el elogio tuvo un efecto muy positivo en Yixing. —Ámame duro, unicornio.

       Yixing tenía la mandíbula tensa y con una expresión de determinación en su cara, el sudor bajaba por su cuerpo. Suho jaló las piernas hacia su pecho, gritando para que Yixing lo jodiera más duro. Ese pene triple X lo golpeaba duro, acariciando su próstata y haciendo que perdiera el control.

—¿Te gusta que te joda?— Yixing preguntó.

 

        Oh infiernos, si le hablaba sucio, Suho no iba a durar. —Sí, unicornio, empuja tu pene en mi culo.

—¿De quién es este culo?

       Suho quería carcajearse pero imaginó que en ese momento sería realmente malo. —Tuyo, unicornio, sólo tuyo.

       —Estás en lo cierto. —Suho gritó cuando Yixing palmeó su trasero—. Sólo mio.

       Oh joder, Yixing estaba siendo dominante. Eso encendía a Suho aun más de lo que debería. ¿Cómo un hombre tan grande podría disfrutar que un hombre pequeño lo dominara en la cama? Suho dejó las reflexiones, disfrutando las sensaciones de que el pene de su pareja estuviera dentro de él. —Voy a correrme, unicornio.

—No, aun no te lo permito.

      Suho tomó su pene de la base, apretándolo fuerte para evitar explotar.

      Yixing lo había ordenado y él lo obtendría. —Por favor, deja que me corra. —A Suho no le molestaba eso, darle a su pareja algo de sensación de control de nuevo en su vida. No lastimaba a su ego ceder las riendas de su sexualidad ante Yixing.

     Después de lo que su pareja había atravesado, Yixing lo necesitaba.

       Yixing movió sus caderas, haciendo que su pene recorriera alrededor del agujero de Suho como una pajilla en un vaso. Él podría tener que desobedecerlo pronto. Su pene estaba demasiado pesado con la necesidad de liberarse. —No puedo aguantar —le advirtió.

—Córrete.

 

       Suho hizo erupción ante la orden de Yixing, su semilla golpeó su pecho y su mentón. Suho hizo erupción de nuevo cuando Yixing se inclinó y lamió la semilla de su cuello. —Tu sabor es bueno.

      Yixing se tensó y se empujó con todo su poder dentro del agujero de Suho. Gritó el nombre de Suho mientras se estremecía. Suho tomó a su pareja y lo jaló a sus brazos. —Te amo, unicornio.

      —También te amo. —Yixing rodeó el cuello de Suho con sus brazos y lo sostuvo.

     Ellos eran dos personas que se entendían el uno al otro, sus necesidades mutuas y Suho sólo podía amar a Yixing por eso.

      Yixing cruzó la habitación saltando, feliz por la declaración de Suho mientras tomaba el teléfono celular. La cosa no dejaba de timbrar, indicando que tenía una llamada perdida. Él no se avergonzaba de su cuerpo frente a Suho. El hombre parecía amarlo totalmente. Gran trasero y todo.

       Se rió graciosamente cuando Suho lo cazaba tomando su trasero en sus manos. —Solo me quieres por mi extraordinario trasero y mi largo pene.

—¿Hay algo malo en eso?— Suho se reía frente a su oreja.

      Yixing se reía graciosamente antes de recuperar su correo de voz. Su corazón se salía de su pecho cuando oyó la voz de su mamá.

—Tomé un taxi a tu departamento y ninguno estaba aquí. Quiero que lleves a Zelo a casa justo en este instante. Mi casa. Tomaré un taxi de regreso. Esperaré su llegada antes de las siete. Aparentemente no eres buena influencia para que estés alrededor de él. A las siete, no más tarde o llamaré a la policía.

       Yixing colgó el teléfono y entonces vio el reloj. Seis quince. Mierda. —Me tengo que ir. Mi mamá va a llamar a la policía si no llevo a Zelo a la casa a las siete. —Yixing lanzó el teléfono a un lado, agarró lo que podía encontrar y se lo puso.

—Vamos a llegar a tiempo. —Suho se vistió rápidamente.

       —No, no puedes ir. —Yixing vio el dolor en la cara de Suho, pero él sabía que no había manera de que pudiera ir—. Si te muestras ella puede prohibirme verlo hasta que tenga dieciocho.

—¿Cuándo es eso?

      —En cinco semanas. ¿Puedes llevarme a mi departamento para tomar mi carro?— Yixing tomó su bolsa de hombre y su bolsa de equipaje, abrió la puerta y corrió hacia las escaleras—. ¡Zelo!

 

     Yixing entró en pánico cuando Zelo no se apareció. Gritó de nuevo, mordiéndose las uñas pintadas. Eso era todo lo que necesitaba, traer problemas a esta casa.

       Por extraño que las cosas fueran aquí, la sentía más su hogar de lo que incluso podía pensar. Odiaba irse, pero le molestaba incluso más tener que alejar a Zelo de la familia que aparentemente lo había aceptado y cuidaba de él.

       —¿Qué? —Zelo preguntó saliendo del estudio junto a un grupo de chicos. Los otros hombres lo veían con curiosidad, pero Yixing no tenía tiempo para explicaciones. Él sabía que se veía frenético, pero la situación lo requería.

      —Tenemos que irnos. Mamá te quiere en su casa a las siete o llamará a la policía. —Oh Dios, él conocía esa expresión. Zelo iba a tener una rabieta. «No ahora».

       —No voy. No he hecho nada malo ni tú tampoco. —Eso era cierto, pero trata de decirle eso a mamá.

      —Por favor, Zelo —Yixing rogó. Ellos tenían menos de treinta minutos ahora, y no los iba a desperdiciar discutiendo. Yixing conocía a su mamá. Ella podría cumplir sus amenazas.

—Escucha a tu hermano —Yongguk le dijo a Zelo.

       —Pero no me quiero ir —Zelo le rogó a Yongguk. Yixing podía ver el dolor en la expresión de Zelo ante las palabras de Yongguk.

 

 continuara,,,

Notas finales:

dejen rw 

se acerca el final nenesss... ganence otro fic hoyyyy


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