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19. La Monta de Yongguk por dayanstyle

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Notas del capitulo:

capitulo final nenesssss, ya se les viene la proxima serie

Yongguk se sentó en una silla plegadiza en la banqueta viendo a los trabajadores de la construcción en su tienda y el refugio. La gente caminaba alrededor de él, viéndolo ahí sentado y pensando que había perdido la cabeza.

 

Se encogió de hombros, no le importaba lo que cualquiera pensara. Él estaba cansado e irritado, se había quedado toda la noche patrullando el refugio. Un buen día de sueño y una ducha caliente era lo que quería y no necesariamente en ese orden. Pero lo que más quería era acurrucarse al lado de su pareja.

 

Kyuhyun, uno de los guerreros llegó con su camioneta al frente de la librería de Sungmin, su pareja salió del asiento trasero. Dios, le ardían los ojos. Estiró los brazos arriba de su cabeza mientras movía la espalda. Joder, estaba cansado.

Zelo lo vio y cruzó la calle. —Te extrañé. —Zelo le dio un grande y húmedo beso en los labios.

 

—También te extrañé, cachorro. —Yongguk pasó sus manos por el costado de Zelo, disfrutando la sensación de su pareja. Sentía como si hubiera pasado una vida desde que había estado en el patio de Zelo, hablando por teléfono. No habían oído nada de la mamá de Zelo, su hermano mayor J-Hyo, había tomado posesión de la casa. Ni a Lay ni a Zelo le importó. De cualquier modo no era como si J-Hyo hubiera sido una parte activa en sus vidas.

 

—¿Cómo está YoSeob? —Zelo le preguntó.

—No lo sé. No lo quise molestar. Se fue a la cama anoche, y yo me quedé afuera patrullando el área. Puede haber despertado. —Yongguk se puso de pie, se estiró más y siguió a Zelo al interior. Estaba unos grados más frío el interior. Jongin había ordenado un clima central que sería instalado dentro de una o dos semanas, Yongguk sentía el frío en su piel mientras caminaba detrás de Zelo hacia donde dormía YoSeob.

 

Yongguk inhaló el aroma del nuevo edificio, dejando que el aroma de pintura fresca llegara a sus pulmones. Zelo y YoSeob caminaron hacia el frente. Yongguk se mordió una risa cuando vio la desaliñada apariencia de YoSeob.

 

—Sólo quería avisarles que estamos cerca de terminar. —El capataz entraba por la puerta y su mirada estaba fija en YoSeob.

—Le avisaré a Jongin —dijo Yongguk acercándose a él.

—Mi nombre es Doo Joon. —El capataz le ofreció la mano.

—Yongguk —dijo y estrechó la mano—. ¿Puedo tener unas palabras contigo?

—Seguro. —Doo Joon salió con Yongguk. Se giró para ver a la cara al capataz.

—No sé qué sucede, pero si te acercas a YoSeob, patearé tu jodido trasero.

Doo Joon gruñó hacia Yongguk. —¿Qué sucede con los lobos shifters? ¿Todos los lobos Timber son imbéciles psicóticos?

Yongguk empujó su dedo en el pecho de Doo Joon. —No tengo ni idea de lo que estás diciendo, pero ese humano que está ahí, ha pasado por suficiente. No necesita a nadie tratando de avanzar hacia él. Apártate con una jodida —Yongguk le advirtió.

 

—Primero que nada —dijo Doo Joon, metiendo sus guantes en el bolsillo trasero—, no estoy tratando de avanzar sobre él. Como elocuentemente dices. Él es mi pareja, así que tú apártate con una jodida. —Doo Joon lo vio fijamente, cuadrando los hombros mientras veía a Yongguk.

—Bien, maldición. —Yongguk se apartó—. Eso es todo lo que tenías que decir. —Él pasó sus manos a través de su cabello mientras veía al refugio y luego a Doo Joon—. Mira, él está huyendo de un imbécil que solía usarlo como su bolsa de boxeo personal. Todo lo que estoy diciendo es que le des algo de espacio.

Ambos se sobresaltaron cuando oyeron gritos viniendo del refugio. Ambos atravesaron la puerta y vieron a YoSeob acobardado en una esquina y a Zelo levantando los muebles de todo el cuarto hacia la puerta trasera que iba a los dormitorios. —¿Cachorro? r13;Yongguk le preguntó, aproximándose a su pareja. Vio cómo Doo Joon escondía a YoSeob detrás de él.

—¿Qué sucede?

—Mi mamá —gritó sobre su hombro—. Ella apareció en la puerta y venía detrás de mí con el más grande cuchillo que hubiera visto.

Yongguk se giró y señaló la puerta del frente. —Saca a YoSeob de aquí, llévalo a donde sea que esté seguro.

Doo Joon asintió y sacó a YoSeob del refugio.

—Espera, ¿por qué envías a YoSeob con él? —Zelo le preguntó con la voz llena de pánico.

—Porque Doo Joon es su pareja. Ahora deja caer los muebles para que salgamos de aquí. —Zelo vio la puerta, dejó caer los muebles contra ella y vio la puerta del frente. Lentamente caminó hacia atrás hasta que llegó al marco de la puerta, bajó los brazos y salió con Yongguk siguiéndolo.

—¿Crees que logró escapársele a los guerreros? —Zelo jadeaba mientras cruzaba la calle.

—Creo que necesitamos encontrar a Him Chan y tener algunas palabras con él. —Entraron a la camioneta de Yongguk y se dirigieron rápidamente a la Casa. Yongguk veía por el espejo retrovisor como si Ji Eun pudiera aparecer detrás de ellos. Zelo se sostuvo del cinturón de seguridad por su vida cuando Yongguk dio un rápido giro y entró al camino de grava.

Ambos salieron, marcaron el código de la puerta y entraron. Yongguk tomó la mano de Zelo y corrieron hacia la oficina de Jongin.

Zelo se dejó caer en el sofá mientras Yongguk cerraba la puerta. El Alfa los veía con curiosidad.

—Su mamá decidió hacerle una visita —Yongguk jadeó señalando a Zelo.

Jongin automáticamente se puso de pie y cerró las cortinas para que nada de luz pudiera filtrarse. —Him Chan —el Alfa gritó.

Ellos esperaron, Yongguk veía alrededor como si Casper fuera a saltar en cualquier momento. Eso era mierda. —¡Him Chan! r13;Yongguk rugió.

Jongin sonrió y elevó una ceja. —¿Impaciente?

—Tienes la maldita razón —Yongguk gruñó.

Ojos aparecieron y entonces Him Chan entró en la oficina. r13;No soy tu jodida mascota. Deja de llamarme.

—Mi mamá está libre —dijo Zelo, Yongguk caminó hacia el líder de los demonios.

—¿Por qué?

Him Chan giró los ojos y levantó las manos. —Porque el guardián la encontró inocente. ¿Qué más?

—¿Qué infiernos es un guardián, y por qué no me dijiste que había una posibilidad de que ella quedara libre? —Jongin demandó mientras caminaba hacia la ventana en donde se encontraba el líder de los demonios parado—. ¿Hay algo más que necesitamos saber?

—El guardián no es alguien de quien tengas que preocuparte y la razón por la que no te lo dije es que es extremadamente raro que alguien no sea culpable.

—Pero había una maldita posibilidad. —Yongguk soltó las palabras despectivamente—. ¡Deberías de habernos advertido! r13;gritó. Zelo cuadró los hombros y se apoyó en Yongguk, sus caras a escasos centímetros.

—Shifter, no tienes ni idea de lo que soy capaz de hacer. Te recomiendo encarecidamente que te apartes.

Zelo levantó las manos y el sofá comenzó a levantarse. Yongguk arqueó una ceja y vio a su pareja, Zelo se encogió de hombros. —Inténtalo.

—Tus poderes son inútiles contra mi, joven demonio, y te sugiero que no intentes nada de nuevo contra mí. Mi paciencia tiene un límite.

—¿Estás amenazando a mi pareja?

—¿Hay algo más que pueda hacer por ti? Me encargaré del demonio, puedo asegurárselo.

Jongin se apoyó contra el escritorio y se pellizcó el puente de la nariz. —Gracias.

—¿Gracias? ¿Por qué infiernos le agradeces? —Yongguk gruñó jalando a Zelo más cerca a su lado. Eso era una verdadera jodida. Yongguk apenas y contenía su ira mientras el líder caminaba hacia las sombras. Sus manos en un puño a sus lados y exhalando vapor. No podía permitir que Him Chan lo tratara así.

—Necesitamos avisarle a los otros que la mamá de Zelo sigue siendo una amenaza. —Jongin salió de la oficina dejando ahí a Yongguk y Zelo.

—Bueno, maldición, eso no fue de ayuda. —Yongguk pasó sus manos por el cabello de Zelo considerando lo que debería de hacer. El refugio no se había abierto oficialmente, pero ellos aun tenían un ocupante que debían atender. YoSeob necesitaba consejo y otros servicios que técnicamente podría darle Seungri, pero sabía que Zelo iba a querer hacer su trabajo.

—Necesitamos revisar a YoSeob. —Zelo había leído sus pensamientos y los dijo en voz alta—. No me parece correcto quedarme aquí y dejar que el capataz se haga cargo. Él confía en mi, Yongguk.

—Lo sé, bebé. Vamos a buscarlo. —Yongguk revisó los alrededores mientras llevaba a Zelo a una de las camionetas y regresaban al pueblo. Sus sentidos estaban en total alerta, viendo a todo el mundo mientras se dirigían al lugar, todo el mundo estaba limpiando, recogiendo las herramientas y lo que necesitaron para terminar el trabajo.

—¿Puedes decirme dónde encontrar a Doo Joon? —Yongguk le preguntó a uno de los trabajadores.

 

—Él está en la granja de los Moon —uno de los trabajadores le contestó sobre su hombro mientras llevaba una pieza de tabla roca a la parte de atrás de la camioneta.

 

—¿Sabes en dónde está la granja?

Yongguk se sentía estúpido como el infierno mientras sacudía la cabeza. Era una vergüenza que un extraño le dijera dónde alguien vivía en la ciudad. Esperaba que eso cambiara una vez que atendiera su negocio.

 

—Gracias —dijo Yongguk mientras se dirigían de regreso a la camioneta. Cuando se sentaron, tomó la mano de Zelo y le dio un suave apretón—. Creo que quizás deberíamos dejar que YoSeob digiriera lo que sucedió antes de sacarlo de ahí. ¿Qué es lo que le vamos a decir de por qué nos fuimos esta mañana? Después de todo él está con su pareja, y Doo Joon no permitirá que nadie lo lastime.

 

—Me siento terrible de que YoSeob haya visto todo eso. No sólo es que probablemente enloquezca por lo que hice, sino que él ya estaba temblando como el infierno desde antes —Zelo murmuró—. Pero tienes razón. Probablemente sea mejor dejarlo dormir. —Aunque a Zelo no le gustaba la idea, él sabía que Yongguk tenía razón.

 

Zelo veía la vieja casa blanca. Quería patearse por lo que había sucedido en el refugio. YoSeob había confiado en que Zelo le ayudara y él lo había hecho mal.

 

—Estás bien, cachorro. —Yongguk tomó su mano una vez que ellos salieron de la camioneta. Estaba agradecido de la fuerza de su pareja. Yongguk había estado detrás de él todo el nuevo camino que estaba emprendiendo y Zelo sabía que el tener a alguien a su lado le ayudaba tremendamente.

 

—¿Puedo ayudarles en algo? —dijo un señor mayor saliendo de la puerta con una escopeta en el hombro. Sólo genial, ¿qué tanto mas traumatizado podría Zelo encontrar hoy a YoSeob?

—Busco a Doo Joon y a YoSeob —dijo Yongguk mientras caminaban hacia el porche del frente. Yongguk había jalado a Zelo hasta tenerlo parcialmente detrás de él. A su pareja no pareció gustarle el hombre que sostenía la escopeta y a Zelo tampoco.

 

—¿Amigos? —preguntó el hombre bajando ligeramente el arma.

—Si. ¿Podría decirle que Yongguk y Zelo están aquí afuera? r13;Yongguk preguntó.

—Esperen aquí. —El hombre señaló el porche con la escopeta—. Si entran a mi casa sin ser invitados, les dispararé.

—Parece amistoso —dijo Zelo subiendo al porche y tomando asiento en una de las mecedoras a la izquierda de la puerta.

—Fuertemente amistoso —Yongguk resopló mientras se paraba frente a Zelo y bloqueaba la vista. Zelo palmeó la cadera de Yongguk y asomó la cabeza por un lado.

—Muévete.

—No mientras aun respire —Yongguk gruñó y cruzó sus brazos sobre el pecho.

—¿Zelo? —preguntó YoSeob inseguro, saliendo al porche.

—Soy yo, aquí detrás del señor montaña. —Zelo movió a su pareja y se aproximó a YoSeob—. Mira, siento lo que viste que sucedió ayer. Sé que eso debió hacer que lamentaras tu decisión de venir aquí, pero te prometo que es seguro.

YoSeob negó con la cabeza y vio hacia atrás a la puerta de malla. —Doo Joon me explicó mucho. Creo entenderlo.

—¿Entonces no tratarás de huir de regreso a la ciudad?

—¿Por qué haría eso? Estoy bien, Zelo. —YoSeob metió las manos en los bolsillos del frente de sus jean viendo alrededor del porche.

—¿Entonces regresarás al refugio?

 

YoSeob negó con la cabeza. —Prefiero quedarme aquí. El señor Moon es realmente amable, y también Doo Joon y sus hermanos.

 

¿Qué infiernos se suponía que Zelo haría ahora? —Te hice una cita con Seungri, él es uno de los consejeros, es para hoy a las diez. —Zelo comenzó a entrar en pánico. Todas las cosas por las que había trabajado parecían derrumbarse a su alrededor.

—Iré. Sólo que no quiero quedarme en el refugio. —YoSeob caminó hacia los escalones y se sentó en uno.

 

—¿Es por el refugio? Dime qué no te agrada. —Zelo tomó asiento al lado de YoSeob en el escalón, doblando sus piernas y rezando por no haber hecho una mala decisión al abrirlo.

 

Sentía que su sueño se evaporaba con la brisa, sus hombros bajaron, sintiéndose derrotado. Yongguk se arrodilló al lado de él, masajeó los hombros mientras Zelo veía su oportunidad de una vida productiva deslizársele por los dedos.

 

—Oh no, el refugio es muy cómodo. Simplemente prefiero quedarme aquí. —YoSeob movía la cabeza a los lados con los ojos más abiertos—. A menos que quieras que regrese ahí.

—Nadie te forzará, YoSeob. Si te sientes más cómodo aquí, eso es lo que importa. —Yongguk intervino cuando Zelo sentía su lengua como si estuviera pegada al techo de la boca—. Vamos, cachorro. Regresemos a casa. —Yongguk palmeó sus hombros mientras se ponían de pie.

 

—¿Irás a tu cita hoy? —preguntó Zelo mientras se ponía de pie y sacudía su pantalón.

—Lo prometo. —YoSeob extendió su mano—. Gracias por ayudarme, Zelo.

Zelo sonrió y estrechó la mano de YoSeob. —Ese es mi trabajo. Llámame si necesitas algo.

—Incluso si quiero charlar. —YoSeob le sonrió mientras terminaba la oración.

—Te veré después en el refugio.

Zelo tomó la mano de Yongguk y regresaron a la camioneta. —Quiero montar en motocicleta.

Yongguk se rio y subió en el lado del conductor. —Yo quiero montarte.

 

Zelo bajó de la parte de atrás de la motocicleta de Yongguk después de recorrer los cincuenta kilómetros de la casa a la pequeña panadería y Yongguk se estacionó junto a la panadería. Ahora era el crepúsculo, las estrellas comenzaban a brillar. Ellos ya estaban cerrando, pero lograron comprar sus postres.

Zelo se dirigió al gazebo y Yongguk lo siguió de cerca. Dejó la bolsa con el pan y el queso en la banca y rodeó la cintura de Yongguk con sus brazos. —Parece que ha pasado toda una vida desde que estuvimos aquí.

—Si, eso parece. —Yongguk le daba pequeños besos en el cuello a Zelo—. Recuerdo cierto alguien que enloqueció después de darme una mamada. —Se rio en el cuello de Zelo—. Ahora él es un profesional.

—Y yo recuerdo a un engreído que quería darme una estrella dorada por el entusiasmo mostrado. —Zelo se rio—. La hierba sigue alta. —Movió las cejas mientras corría hacia el lugar.

—Bueno, entonces lograré que chupes mi pene de nuevo. r13;Yongguk salió a su caza.

 

Zelo oyó las carcajadas detrás de él mientras corría hacia la hierba, con Yongguk acercándose. Él se sobresaltó cuando un brazo lo detuvo, gritando y tratando de zafarse.

—Bastardo te dije que Lay te contagiaría —su mamá gritó, encajándole los dedos dolorosamente en su brazo.

 

—¿Por qué estás haciendo esto? Eres mi mamá —Zelo gritó mientras trataba de alejarse, veía la sangre bajar lentamente por su brazo. Esto era una jodida pesadilla.

—Sólo por la sangre, marica. —Ella lanzó a Zelo al suelo, Sacó un largo cuchillo aserrado de la funda en un lado de la pierna—. No puedo curarte, así que voy a matarte.

La visión de Zelo se nubló cuando levantó el cuchillo. Él estaba llorando y trató de alejar las lágrimas para poder ver. ¿Por qué? ¿Por qué quería ver a su propia mamá acuchillarlo? Zelo comenzó a enojarse. No había hecho nada malo y su jodida madre demonio trataba de matarlo.

—¡No! —gritó mientras levantaba la mano e hizo que el cuchillo saliera de la mano de ella y cayera en algún lado de la tierra cubierta de alta hierba.

—Veo que tus poderes están aumentando, malcriado. Pero aun no son suficientes.

Zelo vio con horror cómo Yongguk en su forma de lobo saltaba sobre la alta hierba, derribando a su madre luchando por salvar la vida de Zelo. —¡Yongguk! —Zelo se puso de pie y corrió hacia donde el par luchaba sintiéndose inútil para hacer algo.

—Apártate —dijo Him Chan mientras salía de entre la hierba. El líder levantó una mano y la movió con fuerza, su madre voló por el aire. Vio a dos Guerreros Demonios derribarla y colocarle las esposas.

—Eres un jodido marica. Esto no ha terminado. Ni por asomo. Te mataré. —Ella luchaba contra sus captores mientras se la llevaban.

—Creo que es el momento de darle al guardián una razón para detenerla. —Him Chan inclinó la cabeza en señal de despedida y se alejó.

Yongguk cambió y envolvió sus brazos alrededor de Zelo que seguía aturdido. —Ella trató de matarme —dijo en shock.

—Lo sé, cachorro. —Yongguk pasó su mano arriba y abajo de la espalda de Zelo, tranquilizándolo como nadie más podía—. Las cosas se ven locas por el momento, pero mejorarán.

Zelo resopló. —Difícilmente. Vivimos en un mundo de paranormales. Las cosas siempre se complicarán.

Yongguk se rio, su desnudo pecho vibró con una carcajada. r13;Cierto. Pero nunca nos aburriremos.

 

Zelo se apoyó en los hombros de Yongguk y envolvió sus piernas alrededor de la cintura de su pareja. —La vida contigo nunca será aburrida. Ahora, puedo jurar que alguien mencionó algo acerca de montar.

Zelo se reía mientras Yongguk gruñía cayendo al suelo y abriendo más los brazos. —Monta de Yongguk a tu servicio.

 

 

FIN

 

a continuacion... Serie Manada Changjo  20. Ricky (01)

Notas finales:

awwww se acabo esta alocada historia.....

pues si señores comenzaron las drabbles.. sin quejarse...

ahora viene una nueva serie.. pero no significa que la Manada de Jongin termino... nahhh peeero.. como los libros tienen una secuencia van haber saltos entre una serie y otra a partir de este momento... no se preocupen nenesss... que luego les subire un listado de orden de lectura a medida que vayamos avanzando 

los libros seguiran teniendo una numeracion inicial en el titulo.. de todas maneras 

DEJEN RW COÑO

 

Serie Manada Changjo 20. Ricky (01)


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