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PARECIDO por Mariela

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DESCUBRIMIENTO

-Hasta que al fin llegas-dijo irritada al verlo sentarse frente a ella-Creí haberte dicho en 15 minutos, no en 40, ¿Dónde estabas?

 

-¡Atrapado en el jodido trafico!-gruño-¿En dónde más, enana?

 

-Olvídalo. Tengo algo importante que decirte, no podemos interrogar a Aioros porque…

 

-Porque está muerto-completo, ante la mirada atónica de la cabellos morados-De camino aquí, Radamantys me llamo para preguntarme sobre el asesinato de Aioros, parece que salió en el periódico de ayer.

 

-Ya veo. Lo curioso es que lo asesinaron justamente en la madrugada; lo cual coincide con la desaparición de Sísifo. ¿Crees que estén relacionados?

 

 -Sí. De hecho lo pensé cuando confirme que Aioria y Aioros eran hermanos. Supuse que si Sísifo ya había encontrado a su hijo, debió verlo en algún momento, y que las cosas no habían salido bien. Aprovechando la llamada de Wyvern confirme también que fue Aioros con quien discutió en el hospital aquel día, además de que después de eso estuvo insistiendo en que hablaran. El mismo Sísifo se lo conto a su fiel amigo Radamantys antes de desaparecer, por ello, mi teoría fue que la llamada que recibió Sísifo antes de su muerte pertenecía a Aioros.

 

-¿Pero porque lo llamaría?

 

-¿Dégel te dijo que Wyvern apareció muerto en el hotel “El Zodiaco”?

 

Sasha se sorprendió ante la pregunta, pero prefirió no decir nada.

 

-Sí, sí lo hizo.

 

-Bien, estoy seguro que si pedimos una orden para acceder a los registros telefónicos de la habitación donde se hospedaba daremos con el número de Sísifo y podremos asegurar que fue a él a quien llamo.

 

-Lo que explicaría su repentina huida de anoche, pero aun no me dices, ¿Cuál sería la razón de su llamada?

 

-Según lo que leí en el periódico, alguien ataco a Aioros sexualmente y luego lo asesino. Él no tenía familia, supongo que no era muy sociable por su trabajo, y si estaba en peligro con su atacante tratando de derribar la puerta debió marcar el primer número que encontró en su bolsillo. A veces la desesperación y el miedo bloquean nuestra mente, peor aun cuando nuestros nervios se alteran, por lo que estoy seguro que Aioros contacto al primer número que encontró.

 

-¿Crees que ese número era de Sísifo?

-Supongo que le dio más de una tarjeta con este anotado si buscaba que arreglaran las cosas, quizás esa noche olvido desechar la reciente.

 

-Entonces, en medio del peligro llamó a su padre para que lo ayudara.

 

-Sísifo debió asustarse, amaba a su hijo y quería arreglar las cosas con él, si estaba en peligro no dudaría en ir a ayudarlo, no dejaría que se separaran de nuevo, por lo que apenas supo la razón de su llamada salió corriendo hacia el hotel.

 

-La clave está ahí, lo que sea que paso, causo la desaparición de Sísifo y la muerte de Aioros. Sin embargo, tenemos el problema de que no nos dejaran acceder si el caso pertenece a la policía.

 

-Yo no veo ningún problema, enana-tomó un sorbo de su café ya frio-Tenemos derecho a la información si ayuda a nuestro caso, así que solo nos queda llamar a una persona. Creo que le agradara oír lo que sabemos sobre su investigación.

 

-Por cierto, ¿Cómo supiste que Dégel investigaba el crimen?

 

-Porque él fue quien me corto la llamada, ¿lo recuerdas? Además, no fue difícil de deducir siendo el mejor de la estación junto a Albafica de Piscis, el afeminado.

 

-Entiendo.

 

Entonces, el celular de Kardia comenzó a sonar y abrió los ojos por completo al ver de quien se trataba.

 

-Detective Privado, Kardia de Escorpio. ¿Quién habla?

 

-Soy el Detective Dégel de Acuario. Tenemos que hablar.

 

OOOOOO

 

Apenas caía la noche de un día largo, cuando el auto de Sasha se estacionó frente a la estación de policía, y los dos detectives se adentraron al edificio.

 

Caminaron rápidamente ante las miradas de sorpresa y confusión de los que trabajaban ahí, no podían creer que, después de dos años, los detectives que habían resuelto el caso de las gemelas Paradox e Integra, regresaran a trabajar con quienes actualmente ocupaban sus antiguos puestos, siendo que al finalizar el caso habían renunciado sin dar más explicaciones. Los vieron detenerse frente a la oficina del capitán, y llamar dos veces antes de adentrarse en ella.

 

-Vaya, no creí vivir para el día en que ustedes dos volvieran a cruzar la puerta a mi oficina, jejeje-rio divertido-Ha pasado mucho tiempo, mis queridos Kardia y Sasha, ¿Cómo han estado?

 

-Hola Dohko-saludo la de ojos verdes, acercándose al escritorio junto a su compañero, cuya mirada recayó en el de Acuario-Me da gusto verte, Kardia y yo hemos estado bien, gracias.

 

-Claro- dijo, arqueando una ceja-Trabajando como detectives privados en casos muy por debajo de sus capacidades debe ser bueno, estoy feliz por ustedes.

 

-¡Oye! Chino de mierda, ten cuidado con lo que dices-advirtió Escorpio con molestia.

 

-¡No le hables así al capitán!

 

-¡Tú no te metas afeminado!

 

-Irrespetuoso como siempre Kardia, ya te extrañaba-rio el pelirrojo-Pero lamentablemente no tenemos tiempo para eso, hay un caso que resolver y necesitamos su ayuda.

 

-Irónico. Nosotros también necesitamos la suya-dijo Sasha, sentándose frente al escritorio-Nuestro caso requiere información sobre el asesinato de Aioros de Wyvern.

 

-Y el nuestro, sobre Sísifo de Sagitario-dijo Dégel.

 

-Siendo así, creo que la única solución es trabajar juntos si queremos llegar al fondo de esto.

 

--Concuerdo con el afeminado-comento Kardia, divertido ante la expresión de molestia del de cabellos celestes.

 

-Sasha, dinos lo que sabes de ese sujeto.

 

-Creo que sería conveniente que ustedes hablaran primer, tienen un rompecabezas más armado que nosotros, quienes apenas completamos lo básico.

 

 -Está bien, Dégel.

 

-Esto es lo que sabemos-deslizo una carpeta del escritorio hacia la de ojos verdes-Hace dos noches, Aioros y su esposo Saga salieron a celebrar su aniversario al bar “El Cangrejo” exactamente a las 9:45 pm. Se divirtieron durante un rato hasta que una hora después Saga ingreso a los sanitarios donde tuvo un encuentro pasional con su amante Aioria de Leo, mientras eso sucedía, un hombre parecido a Géminis, según lo que sabemos se acercó a Aioros en la barra, y de lo que sea de lo que hayan hablado, Manigoldo los vio salir a las 10:58 pm con Wyvern inconsciente en los brazos de ese sujeto no identificado.

 

-¿Inconsciente?-Kardia frunció el ceño.

-Según la toxicología tenía un fármaco en su sistema, suministrado aparentemente con alcohol-respondió Albafica.

-Debió haber estado un buen rato esperando a que el esposo se descuidara para acercarse-hablo Sasha.

 

-Lo que nos da la idea de que se trataba de alguien que ya los conocía, alguien cercano para saber que estarían en ese bar justamente esa noche.

 

-¿Alertaron al esposo infiel?

 

-No-negó con la cabeza el de ojos morados-Era un bar donde se bebe hasta perder la consciencia, si alguien los vio debió pensar que se había pasado de tragos o algo por el estilo, y Manigoldo, quien nos brindó “amablemente” esta información, creyó que Aioria y Saga eran ellos, por lo que no hizo nada, además de que los 5 minutos los vio salir de los sanitarios.

 

-Ese sujeto debió parecerse en extremo a Saga si Manigoldo los confundió.

 

-Ya sabes cómo es ese bastardo, Sasha. Ya me imagino cual borracho debió estar-rio divertido.

 

-Y tú eres un experto en eso, ¿verdad, Kardia?-la frialdad en sus palabras desconcertó  a Albafica y a Dohko, pero a Sasha y a su compañero no, ya se esperaban algo así de su parte, y el aludido no pudo menos que mirarlo con reproche.

-Ejem-el de cabellos celestes llamo su atención-Continuemos, si no les importa-todos asintieron-Suponemos que el atacante llevo a Aioros hasta el hotel “El Zodiaco” en esta camioneta-saco de entre las páginas de la carpeta la fotografía del vehículo-Sin matrícula para que no lo rastrearan, debió prever que algo podría salir más y no quería arriesgarse.

 

-Lo extraño es que se registró como “Saga de Géminis”-continúo Dégel-Y en las cámaras de seguridad de la recepción oculta su rostro con una bufanda y lentes oscuros, los cuales pareció olvidar cuando volteo la cámara del pasillo de su habitación lo que sirvió para reconocerlo en las grabaciones de la cámara del pasillo que se conectaba a ese.

 

-Si es así, ¿Por qué no lo buscaron en la base de datos?

 

-Porque no sabemos que pensar Sasha, parece que a quien vemos es realmente Saga de Géminis.

 

-¿Tan iguales son? No puedo creerlo.

 

-Olvida eso enana, ¿Qué fue lo que hizo con Wyvern ahí?

 

-Intento abusar de el-respondió Albafica-Uso una llave de mecánico para obligarlo a desnudarse primero, luego se lanzó sobre él, en la cama con la intención de poseerlo, sin embargo, Aioros tomo lo que creemos era un vaso de vidrio de la mesita de noche y lo estrello en su cabeza para aturdirlo el tiempo suficiente para tomar la camisa de su atacante y escapar.

 

-Se cortó la planta del pie con uno de los fragmentos  de vidrio, pero logro salir y correr por el pasillo hacia el ascensor. Este estaba ocupado, por lo que decidió tomar las escaleras al ver a su agresor ya recuperado acercándose a él.

 

-El sujeto lo alcanzo antes de que pisara al menos el primer escalón, forcejearon y al ver que Aioros se resistía lo empujo por las escaleras haciendo que rodara y se golpeara la cabeza  fuertemente en el barandal de esta.

 

-Debió quedar inconsciente, pero no sabemos con seguridad si está vivo o muerto porque ni siquiera hemos encontrado su cuerpo.

 

-¡¿Qué?!-exclamaron Kardia y Sasha con desconcierto y confusión.

 

-Verán, el cuerpo que encontramos en las escaleras  no pertenece a Aioros de Wyvern.

 

-Y es aquí donde entran ustedes-dijo Dégel, mirándolos fijamente-El atacante pretendió engañarnos sustituyendo a Aioros con Sísifo de Sagitario, padre de Aioria de Leo, y según ustedes, también de él.

 

-¡¿Cómo que sustituyendo?!-Sasha se levantó abruptamente-¿Qué quieren decir con eso?

 

-Sasha-Albafica cerró los ojos-El cuerpo que encontramos en las escaleras, aunque estaba desnudo con la camisa  que Aioros debió llevar puesta en ese momento, no era el, sino Sísifo de Sagitario. Revisando las fotos de sus expedientes nos dimos cuenta que existía cierto parecido entre ellos, además de que compartían rasgos físicos  similares, lo que ayudo al cambio.

 

-Asesino a Sísifo golpeando en el rostro con la llave que llevaba, luego lo arrastro hasta donde se encontraba Aioros y cambio sus ropas para hacernos creer que la víctima del homicidio era Wyvern, lo que nos da la suposición de que quizás, el chico estaba vivo todavía, pero no sabemos que es lo que hizo, ni porque asesinaría a Sagitario solo para usarlo como sustituto, tampoco que hacia ese hombre en el hotel justamente a esa hora.

 

Kardia y Sasha se quedaron en silencio. No parpadeaban. No suspiraban. Solo total y completo silencio sin ni siquiera el más efímero ruido que se pudiera emitir.

 

El de cabellos azules apretó los puños con ira contenida, El Cid de Capricornio era uno de los pocos amigos que había logrado conservar luego del caso de las gemelas Paradox e Integra, cuyo seguimiento hizo que sus amigos le dieran la espalda por meterse en terreno peligroso, solo él lo había apoyado. Esta noticia iba a devastarlo y no podía negarlo, a él también le dolía perder al de Sagitario.

 

Sasha no estaba mejor, pensar en cómo se sentiría El Cid cuando se enterara, le hizo recordar la muerte de su propio hermano Alone.

 

La red de tráfico de personas  que manejaban las gemelas también trabajaba con la esclavitud, y su hermano pereció antes de que diera con su paradero, algo que nunca se perdonó.

 

-Queremos verlo-dijo seriamente.

 

-Por supuesto-contesto Dohko levantándose, quien se había mantenido al margen de su conversación-Vengan conmigo.

 

Salió de ahí seguido por los detectives, dejando a Dégel y Albafica solos. Este último miró  con suspicacia a su compañero.

 

-¿Qué paso entre tú y ese tal Kardia?

 

 -Nada-respondió secamente-Es tarde, vamos a casa. Mañana continuaremos con el caso-comenzó a caminar hacia la salida, seguido pronto por su amigo.

 

-Como quieras.

 

OOOOO

 

Ella no pudo contener un par de lágrimas que se escaparon de sus ojos cuando estuvo frente al cuerpo inerte de Sagitario, solo pudo pensar en esa manera tan cruel en la que lo habían asesinado, y justo cuando había encontrado a su hijo. Era triste. Volvió su mirada hacia su compañero para no seguir viendo la suerte de ese pobre hombre que nada, realmente nada, había hecho para merecer un final así.

 

Notó, entonces, los puños apretados del de ojos azules, tanto que sus nudillos se habían puesto blancos debido a la fuerza que estaba usando. Sonrió, para luego tomar uno de sus puños entre sus manos y acariciarlo con extrema ternura, logrando que este se abriera lentamente como señal de calma ante su toque.

 

-¿Te sientes triste, Kardia?-no obtuvo respuesta, el de ojos azules  ni siquiera apartaba su mirada del cadáver-Yo también-sus ojos finalmente se encontraron-El señor Cid estará devastado con esta noticia, no quiero ni imagina lo triste que se va a poner.

 

-Es fuerte-dijo, pero sin emoción alguna.

 

-Lo sé, pero igualmente le dolerá.

 

-Las pérdidas son inevitables en muchas ocasiones…e injustas.

 

-Te aseguro que nadie lo sabe más que yo.

 

El griego volteo y al ver la expresión de nostalgia en su compañera, se acercó y la estrecho entre sus brazos tan fuerte como pudo. Sasha se aferró a su pecho sintiendo la extraña sensación de calidez que este le transmitía, y recordó que no la había abrazado así desde el caso de las gemelas Paradox e Integra, durante el funeral de su querido hermano Alone.

 

Paradox e Integra tenían todo a su favor, acaudaladas y con una imagen pública que los hacia intachables ante la sociedad, cuando descubrieron las marañas que manejaban en los barrios más bajos de la ciudad, nadie quiso apoyarlos, sus pruebas nunca eran suficientes y al final, solo se tuvieron a sí mismos. Cierto, que fue la de cabellos morados la que se lanzó sin temor a un terreno que bien pudo haberla inducido a la muerte, pero Kardia nunca la dejo sola, y por eso, cualquiera que fuera su decisión ahora, lo apoyaría porque aún le debía ese favor.

 

-Kardia-murmuro, tanteando el terreno-Con esto, supongo que el caso ya está resuelto.

 

-Hmps- sonrió de una forma que Sasha no pudo interpretar-Tienes razón, este caso ya se cerró, pero…-la separo para mirarla fijamente-Justo en este momento, ya tenemos otro.

 

-¿Qué?

 

-Encontrar al asesino de Sísifo, ¿no te parece que es lo mínimo que podemos hacer por él?

 

-Supongo que sí. ¿Cuándo empezamos?

 

-Ahora mismo. Sígueme-se dio la vuelta y la de cabellos morados lo siguió curiosa por lo que estaban por hacer.

 

OOOOO

 

-Lo siento Albafica, pero esta noche no puedo…Sí, sí, comprendo que sean pocas las veces en las que tienes tiempo libre, pero de verdad esta noche no puedo…Lo sé, yo también desearía que saliéramos a cenar, pero...-detuvo su auto frente al edificio, y bajo para dirigirse al ascensor, mientras seguía hablando por teléfono-No Afrodita, no tiene nada que ver con Albafica ni que no quiera verte, es solo que estoy investigando un caso y la verdad, estoy muy cansado…Gracias por comprender. Nos vemos, que descanses-suspiro, ese chico sí que era insistente.

 

Dégel sabía que tenía que poner las cosas claras pronto con el menor, no deseaba una relación ni tampoco que Afrodita se ilusionara, por lo que se anotó mentalmente  darse una cita con él y decirle la verdad antes de que todo empeorara. Desde su primera cita no había dejado de llamar e insistir en que lo repitieran, tanto que ya lo estaba fastidiando esa situación, al grado de sentir unas inmensas ganas de mandarlo al infierno, tan solo se contenía por su amigo Albafica, quien seguro lo estrangularía si llegaba a enterrarse. Sin embargo, no podían seguir así y lo sabía. En cuanto ese caso se resolviera se encargaría de explicarle las cosas al de cabellos celestes, estaba seguro que lo entendería.

 

En cuanto llego a su piso, salió del ascensor y se encamino hacia la puerta de su departamento, pero al llegar se topó frente a frente con alguien muy parecido a él,  quien seguramente ya llevaba un buen rato esperándolo en la puerta por su aspecto cansado. En cuanto sus miradas se cruzaron, Dégel no pudo evitar recordar la razón por la que ya no era tan cercano a esa persona, y eso lo enfureció. Estaba dispuesto a entrar a su departamento sin dirigirle la palabra, pero como siempre, el pelirrojo no puedo simplemente marcharse ante su frialdad. No tenía que insistir  con algo que según el de cabellos verdes ya había quedado claro hace dos años.

 

-Dégel.

 

No hubo respuesta. En cuanto vio que la puerta se abría inmediatamente la cerro de nuevo estrellando su palma contra la madera de forma brusca, dándole a entender que lo dejaría entrar hasta que lo escuchara.

 

-Dégel, necesito hablar contigo.

 

-¿Qué es lo que quieres Camus?-lo miro fijamente-Si vienes por lo que paso hace dos años es mejor que te vayas, no tengo deseos de hablar contigo.

 

-Sobre ese tema no tengo nada que decir. Hace mucho que me quedo claro que diga lo que diga, tú seguirás creyendo que te traicioné.

 

-Porque eso fue lo que hiciste.

 

-No quiero discutir eso de nuevo. Vine por algo de más importancia.

 

-Sea lo que sea, no quiero escucharlo-intento abrir la puerta, pero nuevamente su hermano la cerro y esta vez, se recargo en ella para evitar que ejerciera más fuerza.

 

¡¿Por qué demonios tenía una puerta que se abría hacia afuera?! Iba a considerar mandar a cambiarla por una hacia dentro.

 

-¡Déjame pasar, Camus!

 

-¡No, hasta que me escuches!

 

-¡Llamare a la policía si no te mueves!-amenazo, pero aun así, Camus no se movió-¡Hable en serio, apártate!

 

-¡No!-al ver que su hermano trataba de moverlo a la fuerza, decidió ser directo-Por favor Dégel, necesito que me escuches. Es sobre el caso Wyvern.

 

-¿Qué?-exclamo sorprendido y dejo de empujarlo-¿Cómo sabes que investigo ese caso?

 

-Porque lo vi en el periódico de ayer.

 

-¿Y qué quieres? ¿Información? Sabes que detesto tener a periodistas husmeando en mis casos. Ahora, lárgate.

Lo aparto lo suficiente para tomar la perilla e intentar abrir la puerta, pero en cuanto tiro de ella, el pelirrojo se recargo más evitando que la abriera.

 

-¡Camus!

 

-¡Escúchame!-decía exasperado-No vengo como periodista ni como tu hermano, vine porque tengo información valiosa para ti.

 

-¿En serio?-arqueo una ceja.

 

-Sí. Mira, sé que no crees, pero estoy diciendo la verdad. Tengo un amigo, uno que estaba obsesionado con Aioros de Wyvern, y creo que él está involucrado en esto.

 

-¿Cómo que involucrado? ¿Quién es ese amigo?

 

-Alguien a quien creo capaz de haber asesinado a Aioros, él siempre me contaba las obsesivas cosas que hacía para llamar la atención de ese chico, y si hay alguien sospechoso de ese crimen es  él.

 

-¿Quién?

 

-Kanon de Dragón del Mar.

Dégel lo observo por unos instantes en silencio. No parecía que estuviese mintiendo, pero tampoco de creía, o más bien, no quería creerle.  Se le hacía muy molesto que después de dos años, un simple caso de homicidio removiera piezas de su pasado que se suponía ya había desechado, primero Kardia de Escorpio  y ahora su hermano menor. ¿Quién seguía? ¿Milo? Solo  él faltaba en la fiesta. ¿Por qué demonios de pronto todos a los que conocía tenían relación con el caso?

 

Aparto a Camus sin que este se opusiera, y se dispuso a entrar a su casa, no sin antes escuchar las últimas palabras de su hermano.

 

-Investígalo Dégel, esto no puede ser una coincidencia.

 

-Adiós Camus-y le cerró la puerta en la cara.

 

Por supuesto que lo investigaría, conocía lo suficiente  al pelirrojo como para saber lo persistente que era, si no lo escuchaba lo tendría esperando fuera de su departamento durante varios días hasta que lo hiciera, y eso no lo podía permitir. Todo lo que ahora quería era terminar cuanto antes ese caso para poder alejarse por un tiempo, pues parecía que la vida se empeñaba en ponerle  enfrente a quien menos quería ver y esa situación empezaba a afectar su perfecta estabilidad en la que había trabajado todo este tiempo. Una estabilidad por demás imaginaria.

 

OOOOO

 

-Hola-saludo amable, cerrando nuevamente aquella pesada puerta de metal detrás suyo -Pensé que tendrías hambre, así que te traje algo de comer-se sentó en el borde de la cama donde el menor estaba esposado por el tobillo a los barrotes de esta-Te traje algo de sopa.

 

-…-

 

-¿No quieres?

 

-…no me gusta la sopa…-murmuro apenas audible.

 

-¿Y qué te gustaría?

 

-…que me dejaras ir…

 

-Eso no va a pasar-frunció el ceño.

 

-¿Por qué?

 

-Porque eres mío y debes estar a mi lado.

 

-¡Yo no soy tuyo ni te pertenezco!-alzo la voz-¡¡Entiéndelo por favor!! ¡No te amo y nunca te voy a ama-¡¡AH!!-se quejó al sentir una fuerte bofetada en el rostro.

 

-¡¡CALLATE!!-se levantó arrojando la comida al suelo-¡¡TU ERES MIO!! ¡¿COMPRENDES?! ¡MIO!

 

El menor retrocedió en la cama, asustado ante esa reacción, lo cual hizo que el otro se calmara, más aun al ver las lágrimas que empezaban a desbordarse de sus ojos.

 

-Lo siento, lo siento, mi amor-decía desesperado, mientras lo abrazaba –Perdóname, perdóname, por favor. En verdad, lo lamento mi cielo, pero tú ya deberías saber que tu lugar está aquí, a mi lado, para siempre. Yo te amo, y por eso no puedo dejarte ir, ¿entiendes?

 

-Si…-susurro con temor a hacerlo enfadar de nuevo.

 

-Bien-lo beso en los labios y salió de ahí, dejándolo solo.

 

El tiempo se terminaba para él, y rogaba porque lo encontraran pronto antes de que ese hombre lo matara.

 

“¿Dónde estás Saga?”

 

 

Notas finales:

HOLA, HOLA

jejej, finalmente pude traer la conti, espero que les haya gustado, y pliss, dejen reviews.

muchos besitos y apapachos.

chao, chao


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