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23. Ryu (02) por dayanstyle

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Ryu se sentó en la mesa de Melting Pot. Escuchó como Soo Man habló sobre los dos cambia-formas que habían invadido su territorio y estaban tratando de vender narcóticos tipo placebo. Ryu estaba en contra de las drogas, pero le enfado aún más, el pensar en alguien que vendía medicamentos falsos fue asesinado, probablemente con la limpieza del hogar. Algunas personas tenían alma de espada y la consciencia de un  guisante.

 

Ryu miro a su alrededor, escuchando a medias, pensando en Jin. Todo en lo que pensaba era en Jin. Todo lo que él le decía a su amigo Jeonghan era sobre Jin. Todo de Ryu anhelaba a Jin. ¿Entonces porque un jodido pánico lo hizo escapar cuando se le dio la oportunidad de estar a solas con Jin en el apartamento del guerrero?

 

Una de las principales razones era que Ryu no quería que el guerrero participara en su jodida vida. Ya era bastante malo que Ryu caminara por un sendero estrecho y angosto, pero Jin no se merecía quedarse atrapado en su desorden.

 

Sin embargo, Ryu podía ver los ojos marrones en ese momento. Su cabeza se levantó cuando Soo Man lo llamó por su nombre. Tenía que concentrarse, conseguir sacar a Jin fuera de su mente.

 

¿Huh?

 

Míralo. - Soo Man se echó a reír mientras ponía al elfo-juguete cerca de él y señalaba en dirección de Ryu mientras los hombres a su alrededor se echaban a reír. - Una chica tiene su mente convertida en puré. ¿Quién es ella?

 

-Él.

 

-Sabe que no me gustan esas cosas. No hay una chica que quiera compartir conmigo todas las cosas retorcidas. - Ryu se echó a reír, carente de cualquier humor, mirando a Soo Man y a los matones alrededor de la mesa. Los grandes demonios siempre le daban escalofríos. - Yo podría golpear a los pollitos, pero ninguno de ellos tienen mi cabeza retorcida.

 

Aunque Soo Man mantenía a su lado como amante a un elfo masculino, el tipo haría estallar una jauría si se daba cuenta que Ryu era gay. Soo Man lo tenía jodido de esa manera. Haz lo que digo, no lo que hago. Lo que era un jodido lema. Y realmente esta mierda solo se aplicaba a Ryu.

 

Bueno. Quiero que mantengas la cabeza bien puesta. Tienes trabajo que hacer y no quiero que ninguna dama interfiera en eso.

 

Soo Man miro hacia atrás, como si fuera el dueño del mundo. Ryu miro a los hombres preguntándose si ellos podían ver más allá de la fachada del hombre. Ninguno de ellos le prestaba atención. Esto es bueno. Empezó a pensar por enésima vez sobre cómo había acabado en el apartamento de Jin y como había sido golpeado. Tan duro como Ryu lo intentaba, nada le llegaba.

 

-Vamos, sal de aquí y haz tu trabajo.-

 

Soo Man despidió a Ryu a medida que el demonio pasaba la mano hacia arriba y abajo por el brazo del elfo. Pudo ver al elfo estremeciéndose, pero Ryu sabía a ciencia cierta que era por repulsión. La leve mueca en la cara del elfo lo demostró. Porqué el elfo se quedaba al lado de Soo Man cuando este ponía su piel de gallina, era algo que Ryu nunca podía averiguar. Los elfos podían desaparecer y aparecer a su antojo.

 

 

Ryu se olvidó del elfo mientras salía del Melting Pot. Su mente, una vez más, corrió a la persona en la cual no podía dejar de pensar. Se detuvo junto a la puerta, preguntándose si Jin le daría la bienvenida a una visita suya cuando lo  vio salir con otro guerrero, Xero, del Diablo’s.

 

Ryu comenzó a entrar en pánico, sus ojos en busca de salidas para escapar. No podía permitir que ninguno de los dos lo vieran aquí. Si alguna vez hacían la conexión de quien y donde se encontraba Soo Man, ellos también descubrirían a Ryu.

 

Pegó su espalda contra la puerta cuando los dos guerreros dieron la vuelta en la esquina y caminaron por el callejón que separa al Diablo’s con Malcor’s Melting Pot. Ryu silenciosamente se arrastró hasta que estuvo en el borde del edificio, y miró a su alrededor. Los dos guerreros estaban hablando, pero Ryu no podía entender lo que decían.

 

Vio a la pareja que se dirigió a una oscura sombra y luego desaparecían. Ryu se sintió bastante aliviado mientras caminaba por el callejón. Llego hasta el lugar en donde los guerreros habían desaparecido. Sabía que ellos viajaban a través de las sombras, pero Ryu quería estar donde Jin estaba al mismo tiempo que pensaba en el hombre que obsesionaba sus todos sus pensamientos. En cierta forma, eso lo hacía sentir más cerca del chico.

 

-Te ves muy culpable parado allí.-

 

Ryu se dio la vuelta para ver al vecino lo-sé-todo, de pie, atrás suyo. ¿Qué diablos estaba haciendo Teddy Park aquí? Se enderezo, cuadró los hombros mientras ponía una actitud calmada de culo.

 

¿Qué coño quieres?

 

Te vi salir del restaurante. Y parecía como si te estuvieras escondiendo de Jin y Xero. Me preguntó si están interesados de conocer esto. ¿Crees que no sé qué pasa en restaurante Melting Pot? - Teddy Park se acercó un paso más, sus ojos brillaban con una mirada de odio. - Puede que sea un montón de cosas. Un hambriento de dinero, un bastardo entrometido, etcétera, etcétera, pero no conspirare contra ellos.

 

-Estás hablando desde tu punto de vista. No estoy planeando un carajo. -Ryu rozó cuando paso al bastardo entrometido.

-Puedes decir lo que quieras. Nada de eso será verdad.-

 

Joder, ¿y ahora qué? Eso era todo lo que necesitaba. Ahora el vecino lo-sé-todo iba a correr a contarle a Jin sobre todo lo que acababa de ver.

 

Ryu se volvió y le preguntó en voz baja:

 

-¿Pensé que las personas debían de pagar por tu información?-

 

-Soy conocido por ser generoso de vez en cuando, y me siento muy generoso en este momento.-

 

Teddy Park le sonrió a Ryu. La sonrisa era cualquier cosa menos fácil. Era de burla y conocimiento. Ryu tenía que llegar a donde Jin antes que Teddy Park y darle una historia plausible del porqué había estado allí. Llevar las cosas de manera casual.

 

-Nos vemos… espía.-

 

Teddy Park pasó a Ryu y él se quedó allí preguntándose qué haría Teddy Park.

 

Había una falla en el plan de Ryu de llegar en primer lugar donde Jin. No sabía dónde quedaba el edificio de los guerreros. No era como cualquier otro edificio a su alrededor. No podías simplemente acercarte como un valiente allí. Tenías que saber cómo entrar, y Ryu no tenía ni idea. Salir de este era fácil. Entrar era la parte difícil.

 

 

Ryu corrió por la calle King Kennedy, cruzando a la derecha en Broadview. Se dirigió directamente a la casa de Jeonghan y rezó como el infierno por el camino para que Jeonghan estuviera.

 

Ryu estaba sin aliento y jadeando al tiempo que corría por las escaleras y tocaba el timbre. Miro a su alrededor, mientras trataba de frenar su corazón acelerado y obtener que su respiración volviera a la normalidad.

 

¡Sí! Joshua abrió la puerta, sonriéndole. Maldita sea, estos guerreros eran grandes como la mierda.

 

-Hey, ¿puedo pasar?-

 

-Siempre.-

 

Joshua se hizo a un lado, lo que le permitió a Ryu entrar. Le sorprendía como Joshua pasó de querer matarlo a ser amigable como el infierno en tan poco tiempo. Joshua lo había etiquetado como un espía, y luego, cuando Ryu le había salvado la vida a Jeonghan, se había vuelto instantáneamente amigable.

 

Ryu todavía estaba molesto que uno de los hombres de Soo Man le hubiera perseguido cuando estaba con Jeonghan. Gracias a Dios ninguno de ellos resultó muerto y ahora el bastardo estaba en una celda de detención. Ah, sí, afortunadamente Soo Man también le había dicho que se detuviera, también. Eso fue una gran ventaja.

 

-¿Está Jeonghan aquí?-

 

-Corrió hacia su trabajo hace un momento. ¿Hay algo en que pueda ayudarte?-

 

Ryu recordó las galletas de la basura que Joshua le había tratado de servir la primera noche que había vuelto y se quedaba a cenar. Se estremeció. Aunque ahora Joshua estuviera actuando amigablemente, no gracias.

 

-Tenía que preguntarte algo.-

 

-Dispara.-

 

¿Debería hacerlo?

 

-Necesito hablar con Jin.-

 

Estaba lo suficientemente desesperado en ese instante para pedirle ayuda a Joshua, incluso a pesar de las galletas.

 

¿Eso es todo? - Joshua se rió mientras sacaba su teléfono celular. - Fácil de hacer.

 

Ryu se encontró mordiéndose una uña -algo que nunca antes había hecho- mientras esperaba que Joshua hablara con Jin.

 

-Hey, aquí hay alguien que te busca. -Joshua le hizo un guiño a Ryu-. Maldita sea, ¿cómo adivinaste?

 

Ryu tragó saliva al ver a Jin de pie en las escaleras del segundo piso. ¿Hizo una carrera el hombre? Era tan frío y espeluznante como los guerreros hacían eso. A pesar de que los había visto hacerlo un par de veces, seguía siendo raro. Ryu se preguntó porque solo los guerreros tenían la capacidad de caminar a través de las sombras, pero rápidamente empujo a un lado el pensamiento. Estaba demasiado ocupado mirando al hombre más hermoso.

 

-¿Qué pasa?-

 

Jin asintió una vez con la cabeza hacia Ryu, sus ojos llenos de lujuria estudiando su cuerpo. Ryu trago salía y miro a Joshua, quien estaba allí, sonriendo. Miro a Jin, preguntándose acerca de lo que el guerrero estaba pensando.

-¿Hay algún sitio donde podamos hablar?-

 

Claro. - Jin sonrió y extendió el brazo. Ryu dio un paso adelante y puso su mano sobre la de Jin, sintiendo la calidez de esta y notando como a su vez se tragaba la suya. Se sentía tan condenadamente delicado al lado de Jin. - Sígueme. - Dijo Jin con un profundo timbre que tenía a la polla de Ryu llenándose.

 

Caminaron a través de la cocina hacia el patio trasero. Jin se aferró a su mano mientras caminaban hacia una sombra. Había ido a través de un portal en el Black River, pero por una sombra era una experiencia nueva. ¿Le dolería?

 

Jin debió de haber sentido sus dudas.

 

Es fácil. No tengas miedo. - Dijo Jin con un suave y persuasivo tono.

 

Ryu asintió con la cabeza, dejando que Jin lo llevara a través de una sombra. Se sintió un poco mareado y desorientado a medida que aparecían en un dormitorio. De alguna manera utilizar las sombras era diferente. Jin se volvió, tirando a Ryu en sus brazos.

 

-Ahora, ¿qué era lo que necesitabas?-

 

Ryu capto la insinuación en las palabras de Jin, y su corazón empezó a correr. No tenía experiencia, pero estar con el guerrero, era todo sueño de un hombre gay. Así que, ¿por qué estaba temblando?

 

No lo involucraba.

 

Ryu se alejó, pensando que estaba loco por hacerlo.

 

-Solo quería preguntarte acerca de mis moretones.-

 

La excusa sonó coja, incluso para sus oídos.

 

Frente a él, Jin se endureció y apretó la mandíbula.

 

-No sé mucho al respecto. ¿Tienes enemigos?- Un montón, pero no se lo confesaría a Jin.

-No puedo pensar en nadie que improvisadamente me hiriera.-

 

Ryu se sentía como una mierda por mentirle, pero no podía decirle a Jin lo que realmente sucedía con su vida. El guerrero lo odiaría.

 

-Te encontré inconsciente en el suelo.

 

Jin llevo a Ryu fuera de la habitación hacia el pasillo. Noto la cama grande y cómoda, y la mesita de cristal. Había grandes ventanas de piso-a-techo ocupando toda una pared. Este lugar tenía en si un ambiente muy masculino.

 

Reconoció donde estaba. Estaban en el apartamento de Jin. Cuando Ryu se detuvo a observar todo, sintió una fuerte presión de un pecho contra su espalda. Los brazos de Jin circundaron sus hombros, al mismo tiempo que la cabeza de Jin se inclinaba contra su espalda.

 

Ryu miro a los hermosos marrones ojos. Los mismos que lo perseguían desde que conoció a Jin.

 

- Te quiero.

 

Jin bajó la cabeza y besó a Ryu ardientemente. El mareo fue instantáneo, pero no por caminar entre sombras.

 

Los labios de Jin eran suaves, en contraste contra su cuerpo duro como una roca. Ryu gimió y permitió el paso mientras Jin le daba un lento y adictivo beso. Las manos de Jin ahuecaron cada lado de la cara de Ryu, y frotó sus mejillas de arriba hacia abajo. Su pulgar acarició el mentón de Ryu mientras Jin presionaba con mayor firmeza su cuerpo contra el suyo.

 

Podía sentir la erección de Jin presionando contra su espalda. Ryu se moría de ganas de encontrar un banquillo para poder sentir el duro eje contra su culo. No por primera vez en su vida, Ryu maldijo su baja estatura.

 

El cuerpo de Ryu se sacudió cuando la mano de Jin serpenteo a su alrededor y se apodero de su erección. Las grandes manos sabían exactamente qué hacer. Podía sentir los dedos de Jin apretando la cabeza de su polla a través de sus pantalones.

 

La lujuria, el deseo, el querer, y la necesidad corrían por Ryu. ¿Cómo podía mantener su distancia cuando Jin le probaba cuan condenadamente bueno era? El beso continuó mientras Jin le desabrochaba sus pantalones. Quería gritar de alegría cuando la caliente mano de Jin rodeó su polla. Su fruncido agujero pulsaba con miseria. Ryu anhelaba ser llenado por este gran guerrero. Jin era todo lo que un hombre podía desear. Era guapo, fuerte, tierno, divertido, y si no estaba equivocado, era protector.

 

La última palabra sacó a Ryu del estupor de su lujuria.

 

Jin. - Se quejó Ryu en la boca de Jin.

 

No quiso que sonara como un gemido. Debería haber sonado como una protesta, pero Ryu no podía encontrar el tono adecuado para ello. Jin tenía su cerebro convirtiéndose en puré.

 

Soo Man.

 

Jin. - Dijo Ryu con un poco más de fuerza en esta ocasión.

 

¿Si, pequeñín? - Preguntó Jin mientras su mano comenzaba a moverse arriba y abajo sobre el eje de Ryu, su pulgar deslizándose por la cabeza de su polla, esparciendo el líquido pre-seminal sobre su eje, volviendo loco a Ryu. Jin aplastó su polla contra la espalda de Ryu, haciéndolo gemir de nuevo.

 

¿Qué era lo que iba decir?

 

Ryu movió su cuerpo, dándole a Jin la fricción que el guerrero necesitaba. Jin susurró en su boca mientras lentamente caminaba con Ryu en dirección al sofá de gran tamaño. Se quejó cuando Jin se inclinó sobre él. Ryu sacó el culo y lo pegó contra Jin como una puta, cuando el guerrero le acarició la polla. Dios, como quería a Jin por el peor camino.

 

La respiración de Ryu se quedó atrapada cuando sintió como le bajaban el pantalón. Su piel se estremeció ante el aire fresco cuando Jin se movió detrás de él. Cuando Ryu sintió la cabeza de la polla de Jin besar su agujero, sus sentidos regresaron.

 

-No puedo.-

 

Ryu rodó por debajo de Jin y se puso de pie, tirando de sus pantalones y ajustándolos.

 

Jin se quedó mirándolo confundido. Los ojos de Ryu vagaron hacia abajo, y a pesar que lucho por no mirar, vio lo bien dotado que el hombre era. Wow. Miró a Jin nuevamente para ver que la confusión se había vuelto una fría sonrisa.

 

-¿Es una costumbre tuya calentar y luego dejar colgando? ¿Te burlas mucho de los hombres? Eres afortunado porque me puedo controlar. Alguien más podía haber terminado lo que iniciaste. - Jin metió de nuevo la polla en sus pantalones, luciendo enojado como el infierno. - Sabes, puedo entender que alguien cambie de opinión. Puedo lidiar con eso. Pero que me llame, venga conmigo, que tenga mis jodidos pantalones en los tobillos y mi polla casi empujando en su culo, para decirme que no. Maldita sea. Eso es bajo. - Jin se dirigió a su dormitorio. – Conoces la salida.-

 

¿Cómo había empezado esto? Jin fue quien lo abrazó por detrás. Ryu dejó escapar un suspiro mientras se dirigía a la puerta. En realidad no importo quien lo había iniciado. Ryu probablemente arruinó cualquier oportunidad que hubiera podido tener de estar con Jin.

 

Todo lo que quería era proteger al Demonio Guerrero de su vida.

 

Agarro el pomo, lo giro, y luego salió, sintiéndose depresivo como el infierno.

 

Mierda. Ni siquiera se  había suavizado por  estar en el Melting Pot. ¿Ahora para qué? Jin probablemente no quería oír nada que Ryu tuviera que decir. ¿Podría culparlo?

 

Ryu se tocó los labios mientras bajaba por las escaleras. Su mente revivió la calidez del beso-terciopelo de Jin. Estaba loco. Ryu abrió la puerta y salió del edificio.

 

Tuvo que haber dejado a Jin en el dormitorio. Debería haberlo detenido cuando Jin envolvió los brazos alrededor de sus hombros. Pero se había sentido tan bien, tan seguro. El cuerpo de Jin era como una grande y sensual manta de seguridad a su alrededor, y Ryu no pudo alejarse.

 

Ahora se sentía tan frío. Ryu quería a los brazos de Jin envueltos en torno a él. Sabía que había metido feo la pata. Incluso si corría y gritaba contra las ventanas, Jin no respondería. Había creído que Ryu le había tomado el pelo. Esa era la última cosa que haría. Su actuación está noche había sido diferente ante los ojos y pensamientos de los guerreros.

 

 

Ryu decidió ir a casa. No había mucho que pudiera hacer, excepto acurrucarse en la cama y lamerse las heridas. Caminó hasta Black River que corría detrás de la ciudad Serenity. Era un portal entre el ‘Reino Demonio’ y el ‘Reino  Humano’.

 

Con la mierda en la que estaba metido, a Ryu le pareció prudente vivir en el ‘Reino  Humano’.

 

Vio al troll sentado al borde del agua, y decidió ser muy discreto. Además, los guerreros estaban buscando a alguien con el cristal. Algo que Ryu no tenía ni deseaba. Incluso si supiera como usarlo, ¿por qué iba a querer liberar a alguien de las celdas de detención?

 

Se deslizó detrás de un árbol y se metió en el agua, hundiéndose más abajo al ver al troll. Ryu finalmente sumergió todo su cuerpo y salió a su sala de estar. Gracias a Dios que realmente no se mojaba en el río. Qué asco. Tendría un montón de ropa cara dañada si eso pasara.

 

Apagó su teléfono celular y lo tiró sobre la mesita de noche. Había cortinas por todo el apartamento. Al ser un demonio, su forma corpórea se desvanecía a la luz del sol. Ryu no estaba tratando de asustar a sus vecinos.

 

Hablando de estos. Ryu caminó por el pasillo del apartamento de Jenissi. A pesar de que no pasaba mucho tiempo en el ‘Reino Humano’, Jenissi siempre era una buena compañía. Algo que era muy necesario en estos momentos. Ryu golpeó la puerta y esperó mientras pensaba en la manera en que realmente jodió las cosas con Jin.

 

Entra. - Dijo Jenissi después de abrir la puerta.

 

Ryu caminó y se sentó, poniendo los brazos sobre sus ojos. Gracias a Dios aquí era de noche, o Jenissi habría pensado que un fantasma lo había golpeado.

 

-¿Algo malo?-

 

Ryu sintió su caída contra el sofá.

 

Yo realmente la jodí. - Se lamentó.

 

¿Qué hiciste? - Preguntó Jenissi en broma.

 

-Encontré al hombre perfecto. Quería dormir conmigo, y en el último segundo, dije que no.-

 

-¿Cómo que último segundo?-

 

Ryu bajo el brazo y miró al hombre. Levantó una ceja y torció los labios.

 

-¿En el último segundo? Mierda. Yo hubiera pateado tu culo.-

 

Jenissi se inclinó hacia atrás mientras se reía. Esa era una cosa que Ryu debía de decir acerca del humano. Jenissi decía lo que pensaba, sin importar si le gustaba o no a los demás.

 

Quiero patear mi propio culo. - Gimió Ryu. - He estado detrás de él desde que lo vi por primera vez. Allí estaba… - Ryu extendió las manos delante de él, sus dedos curvados a medio camino de sus palmas. - …y yo la jodo diciéndole que no.

 

¿Había alguna razón, o necesitas ver a un psiquiatra? Ryu lo miró.

¿Qué quieres decir?

 

Jenissi puso los ojos en blanco.

 

-¿Mal aliento? ¿Tenía el ene pequeño? Ya sabes, los principales problemas.-

 

¿Estás bromeando? - Ryu sacudió la cabeza y alzó las manos en el aire. - Era perfecto en todos los sentidos. Su aliento y sus besos increíbles, su cuerpo como el de una dura roca, y su polla es la más grande que he visto.

 

Entonces, vuelvo a mi teoría que necesitas un psiquiatra. - Dijo Jenissi con aire de suficiencia. Ryu no sabía si reírse o ahorcar al hombre. - Relájate, eres bien parecido, otro ya vendrá.

 

Ryu se dejó caer a su lado, frotándose los ojos con las palmas de las manos.

 

Pero yo no quiero a otro. Lo quiero a él. - Se quejó.

 

-Entonces, ¿tienes grandes desvíos que temes que él conozca? Espero que no. Eso sí que podría arruinar la imagen que tengo sobre ti.-

 

Se rió Jenissi.

 

-No lo creo. Nunca he tenido ninguna queja.-

 

¿Cómo podría explicarle al humano que solo estaba tratando de proteger al Demonio Guerrero? No podía. Así que se sentó allí, sufriendo.

 

Maldita sea, el pensamiento golpeó a Ryu de la nada. Estaba sufriendo. Pensó que Jin era la cosa más caliente en dos patas, pero, ¿sufriendo? ¿Qué tan profundos eran sus deseos?

 

-Envíale flores. Acampa fuera de su ventana. Envuelve tu flaco culo en una cinta y entrégate a ti mismo en la puerta delantera. Solo asegúrate de que ningún policía este a los alrededores.-

 

Realmente todas no eran malas ideas. La pregunta era, ¿cómo regresar al edificio? Tenía la sensación de que Joshua no le iba a ayudar. Y cuando Jeonghan lo descubriera… Estoy muy  jodido.

 

Ryu necesitaba hacer las paces con Jin, pero aún tenía que preocuparse por cumplir con su trabajo, o de lo contrario Soo Man iba a enviar a una persona tras él.

 

Por una vez, Ryu estaba realmente interesado en alguien y quería a Jin de la peor manera, obsesivamente. ¿Cómo iba a salir de esta?

 

 

 

 

Him Chan le entregó el periódico a Joshua.

 

Simplemente ocurrió ayer por la noche y es noticia de primera página.

 

Joshua agarró el Diario y miro fijamente los titulares que hablaban del cadáver detrás de Pancake House y como Ryu había sido hallado.

 

-¿Crees que alguien habló con el periodista?

 

No sé quién contactó con Kim Goo, pero quiero que visites al gerente para ver si sabe si él o alguno de sus empleados habló. No necesito que todo el mundo piense que ciudad Serenity se está volviendo violenta.

 

Joshua cruzó la habitación y salió al lado del restaurante. Tenía que hablar con el dueño. Es la única persona en la cual podía pensar que sabía que los guerreros estaban buscando al camarero, Joan.

 

¿Puedo hablar con usted? - Preguntó Joshua mientras se acercaba al propietario.

 

Naturalmente. - El alto hombre caminó detrás del mostrador hacia un pasillo. Abrió una puerta que daba a una oficina. - Ahora, ¿cómo puedo ayudarle? - Preguntó mientras se paraba en medio de la habitación.

 

-Se trata de la pasada noche. ¿Fue hacia el periodista después de que hable con usted?

 

Joshua se inclinó un poco, molesto como el infierno por los actos del hombre.

 

-¿Ayer por la noche? Lo siento, pero no tengo ni idea de lo que me está hablando. Nunca he hablado con usted antes. Aunque soy consciente que es un Demonio Guerrero, pero no he tenido el honor de conocerlo hasta ahora.-

 

Joshua se preguntaba que juego era el que estaba jugando el dueño.

 

Hablé con usted ayer por la noche. Me dijo el nombre del mesero al que estaba buscando.

 

El ceño de Joshua se frunció cuando vio la mirada perpleja en el rostro del propietario.

 

El demonio negó con la cabeza.

 

-Lo siento mucho, pero yo no estaba aquí ayer por la noche, pregúntele a mis empleados. Estaba en el ‘Reino Humano’ celebrando el cumpleaños de mi pareja.-

 

¿Qué demonios estaba pasando?

 

continuara...

Notas finales:

dejen rw

 


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