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23. Ryu (02) por dayanstyle

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Ryu recordó cerrar los ojos esta vez sin necesidad de que Jin le dijera. Se le hizo el viaje desde la casa de Jeonghan al apartamento de Jin un poco más tolerable.

 

Podía ver a Jin moverse a su alrededor cuidadosamente. Ryu sabía que el guerrero tenía miedo de una repetición de la última vez que estuvo aquí. Ni siquiera estaba seguro si algo iba a pasar, pero si era así, estaba en este momento listo. Quizás. Ojalá. Ryu quería que pasara.

 

¿Quieres algo de beber? - Preguntó Jin mientras salía de la habitación.

 

Ryu alcanzó a ver un poco de aprensión en los ojos de Jin.

 

-Eso estaría bien.-

 

Ryu mordió su labio inferior mientras seguía a Jin a la cocina. Espero en el marco de la puerta mientras Jin hurgaba en la nevera.

 

Tengo agua, jugo de naranja y leche. - Jin abrió la leche y la olió, arrugando la nariz. - Está bien, solo agua y jugo.

 

Lanzó la caja de cartón a la basura mientras miraba a Ryu en espera de una respuesta.

 

-Agua está bien.-

 

Ryu miró alrededor de la cocina, preguntándose cómo romper el hielo. Agarró el agua que Jin le entregó, y luego ambos se quedaron allí en un incómodo silencio.

 

Estoy extremadamente flexible. - Espeto finalmente Ryu.

 

Podía sentir que su cara se calentaba por la confesión. Ryu desenroscó la tapa de la botella y bebió un trago, con la esperanza de que Jin se hubiera quedado sordo al último minuto y no hubiera escuchado.

 

No tuvo suerte.

 

Hmmm, ¿lo estás? - Jin colocó la botella encima de la mesa e invadió el espacio personal de Ryu. - ¿Me dejaras averiguarlo?

 

La polla de Ryu se endureció ante la pregunta. Su ritmo cardiaco aumentó y sus manos apretaron más estrictamente la botella cuando Jin metió la pierna entre sus muslos. Cuando las bolas de Ryu entraron en contacto con la gran musculatura del muslo, dejo caer la botella, lastimando su oído cuando esta entró en contacto con el suelo. Se agarró de los hombros de Jin, clavándole las uñas, y empezó a empujarse fuertemente contra el muslo musculoso.

 

Jin agarró las caderas de Ryu, tirándolo cerca de sus poderosos hombros y luego empujándolo hacia abajo, ayudándole a perderse en el sensual viaje. Su pene y su saco hormigueaban por la fricción.

 

Te sientes tan condenadamente bien. - Le susurró Jin al oído antes de besar un camino hacia abajo, por su cuello.

 

Podía sentir los dedos de Jin que excavaban más en sus caderas, y los dedos de Ryu hicieron un agarre mortal en los hombros de Jin.

 

Jin, me voy a correr. - Gimió en el cuello de Jin.

 

Córrete para mí, pequeñín. - Jin comenzó a empujar y a tirar de las caderas de Ryu más rápido, lamiendo y mordiendo la piel debajo de la oreja de Ryu. - Córrete. - Exhaló Jin.

 

Ryu se arqueó y su cabeza cayó hacia atrás. Gritó mientras sus pantalones se llenaban del pegajoso líquido de su semen.

 

Jin envolvió sus brazos alrededor del cuerpo de Ryu, aferrándose a él, mientras Ryu caía por el éxtasis.

 

La cabeza de Ryu cayó contra los hombros de Jin mientras se aferraba al guerrero, respirando con dificultad al mismo tiempo que su corazón latía fuera de control. Jin pasó una mano por su pelo mientras besaba una vez más un camino por su cuello. El guerrero había encontrado la zona erógena de

 

Ryu, su cuello, y eso dirigía la polla de Ryu a la locura. Su piel zumbaba mientras sus sentidos se tambaleaban.

 

Una protesta salió de sus labios cuando Jin se alejó. Miro los ojos de Ryu antes de tomar su boca en un ardiente beso. Ryu trato de escalar el cuerpo de Jin. El interior de sus muslos se sentía vacío sin la pierna de Jin entre ellos. Podía sentir la polla de Jin pulsando en su estómago y la quería enterrada profundamente dentro de su cuerpo.

 

Ryu rompió el beso.

 

- Jodeme, Jin, por favor.

 

Jin metió la mano entre ellos, soltando sus pantalones mientras tiraba de la camiseta de Ryu, diciéndole sin palabras que lo quería de rodillas.

 

Ryu nerviosamente se arrodilló, recordando lo grande que era la polla de Jin. ¿Podría tomarla toda en su boca? ¿Eso sería conveniente?

 

Ryu levantó la vista para encontrarse con los ojos marrones- cobrizos de Jin que se oscurecían mirándole.

 

- Solo si quieres, pequeñín. Tu elección.

 

Los ojos de Ryu parpadearon cuando Jin liberó su polla, sosteniéndola por la base con su grande mano. Ryu notó que Jin solo dejaba libres unos centímetros de su eje, diciéndole que no lo tenía que tomar todo.

 

Ryu se inclinó hacia adelante y puso las manos sobre los muslos de Jin, abrió la boca y chupo la cabeza. Jin silbó cuando Ryu le lamió la raja, succionando con avidez el semen antes de que se escapara. Los labios de Ryu se estiraron cuando tomo la polla más adentro.

 

La mano de Jin apretó más estrictamente su polla, acariciándola lentamente, mientras que con la otra le acariciaba el cabello a Ryu. Los labios de Ryu estaban húmedos por su saliva, y empezó a mover la cabeza arriba y abajo sobre el eje. La polla de Jin pulsaba en su boca, haciéndole saber que el guerrero estaba cerca.

 

Alcanzó la grande mano de Jin y deslizó los dedos sobre su saco, masajeándolo con los dedos.

 

Si, pequeñín, justamente así. - Gimió Jin cuando sus caderas hacían empujes rápidos, casi asfixiando a Ryu.

 

Colocó nuevamente la cabeza en posición y comenzó a mamar, ahuecando con su mano las pelotas de Jin, y luego masajeándolas ligeramente antes de tirar de ellas.

 

Jin gritó mientras calientes chorros le daban en la parte posterior de la garganta a Ryu. Bebió como un hombre deshidratado, lamiendo la raja por más. Jin se salió de su boca y se dejó caer de rodillas, tirándolo a un abrazo.

 

Muy bueno.

 

Jin acarició el cuello de Ryu.

 

No podía creer que en realidad hubiera sido capaz de hacer que Jin se corriera. Estaba seguro que el tamaño de la polla de Jin era mucho para él. Ryu sonrió en los brazos de guerrero, feliz de haber hecho a Jin correrse.

 

Vamos, bebé, sal de tus pantalones para lavarlos. - Jin se puso de pie y levantó también a Ryu. - ¿Quieres ir a tu casa para una ducha?

 

-Por favor. No tengo ropa aquí.

 

No quiero sonar presuntuoso, pero puedes dejar unas cuantas mudas aquí. - Jin tomó la mano de Ryu y lo llevó por el pasillo. - No tiene que ser por sexo. Sin embargo, sería conveniente.

 

Ryu cerró los ojos mientras se dirigían desde la habitación de Jin a la suya.

 

-Podría hacer eso.

 

Ryu se ocupó de reunir una camisa limpia de su armario y un par de pantalones negros.

 

-Te vistes jodidamente bien, pequeñín. Mira esto.

 

Jin empujó los ganchos de ropa a un lado y sacó la camisa Dolce & Gabbana favorita de Ryu.

 

¿Te gusta esa? -Ryu la tomó de las manos del guerrero cuando Jin asintió con la cabeza. La puso en la cama junto con los pantalones que llevaría. Colocó la otra camisa en el armario y se dirigió hacia el baño. - Siéntete como en casa.

 

Jin se puso cómodamente a caminar por la casa de Ryu, como un maldito entrometido. Dio la vuelta, dándole un buen vistazo a todo. Jin no buscaba nada en concreto, solo quería conocer un poco mejor cómo vivía Ryu.

 

Jin notó que Ryu no tenía ninguna foto en las paredes ni en la cómoda. Vagó por la sala de estar, esperando ver unas allí, pero no encontró ninguna.

 

La casa de Ryu era como un escondedero, no había nada personal que la identificara como suya. Ryu tenía una muy contemporánea casa. El demonio tenía un muy caro negro sofá-cama, una lámpara de cromo se alzaba por los muebles, y tenía tres candelabros para adornar. Incluso la mesa de café parecía cara.

 

Jin miró hacia la puerta cuando oyó un golpe, preguntándose si debería de contestar. Miró hacia la puerta de la ducha, pero seguía escuchando agua caer. A la mierda. Cruzando la habitación, Jin abrió la puerta para ver a un humano al otro lado con un ramo de rosas.

 

Esto no le pintó bien en lo absoluto.

 

¿Quién jodidos es usted? - Gruñó Jin. El humano le sonrió.

Debes ser el dios de Ryu. Aquí. - Empujó las flores a la mano de Jin. - Podrías dárselas.

 

Jin las agarro antes de que cayeran al piso. ¿Qué demonios pasaba aquí?

 

-Una vez más, ¿quién eres?-

 

Jenissi, vecino de Ryu. - Parecía que el hombre vivía en el apartamento atrás del de Ryu. - Entonces, ¿dónde está?

 

Jin miró las rosas y nuevamente a Jenissi.

 

-En la ducha.-

 

Así que finalmente salió de su culo. - Jenissi se echó a reír mientras pasaba a Jin y entraba a la sala de estar. - Bueno, estaba empezando a creer que tendría que poner fin a su miseria.-

 

Jin dejo las flores en la mesa del café, y luego se lo pensó mejor. Las llevo a la cocina y se quedó mirando el bote de basura por un momento antes de agarrar un vaso, empujarla en este, y llevarlas bajo el grifo. Lo llenó con agua, dejándolas en el caro-mostrador, y caminó de regreso a la sala de estar.

 

Jenissi estaba sentado en el sofá, con los pies sobre la mesa.

 

Pon tus pies en suelo. - Le espetó.

 

-Wow. Eres una malgeniada montaña, ¿no?-

 

Jin ladeo la cabeza, y estudió al extraño humano.

 

¿Eres el novio de Ryu? - Fue directo al grano.

 

Quería saber si tenía que reubicar al humano… en Alaska. Jenissi se echó a reír mientras negaba con la cabeza.

-Ya me gustaría. Solo somos vecinos y amigos.-

 

Jin no estaba seguro si debería estar enojado o no. Jenissi definitivamente estaba interesado en Ryu, pero parecía que el demonio no estaba interesado en Jenissi, no de una manera sexual por lo menos.

 

-Entonces, ¿quién demonios eres tú?-

 

Jin se sentó al final del sofá.

 

-Uh, Jenissi. Creo que ya habíamos dicho esto.-

 

A Jin le gustó, a pesar de que quería tirarlo por la ventana por desear a Ryu.

 

-Quiero decir: ¿Quién eres? Ya sabes, ¿cuáles son tus aficiones?

¿Qué haces para ganarte la vida? ¿Qué coño quieres de Ryu?-

 

Él es mi vecino y amigo. - Declaró Ryu mientras se les unía. Jenissi silbó bajo.

-Siempre luces bien, Ryu. Demonios, hasta hueles rico-. Jin gruñó.

-Uno de estos días encontraras el tuyo y lo utilizaras.- Ryu se rió mientras se sentaba al lado de Jin.

Jin tenía una imperiosa necesidad de tirar a Ryu en sus brazos y besarlo frente a Jenissi. En cambio, puso una mano sobre la espalda de Ryu, necesitando el contacto.

 

-¿Qué te trae por aquí? Además de acosar a Jin.-

 

-He traído unas flores para conquistar a tu hombre, pero veo que es innecesario.-

 

Jenissi subió sus pies a la mesa de café, una vez más.

 

-Gracias, pero creo que puedo manejarlo.- Ryu le dio una mirada a Jenissi.

-Así que ahora iban a alguna parte.- Jin se inclinó hacia adelante, mirando al humano.

 

-¿Por qué necesita las flores?

 

Será mejor que no. - Ryu amenazó a Jenissi.

 

-Me dijo que había encontrado al hombre perfecto y que quería patearse el trasero por irse justo antes de follar. Sigo pensando que necesita ver a un psiquiatra, porque… demonios, eres caliente.-

 

Jin no sabía qué demonios decir.

 

-Puedo cambiar de opinión. Él es caliente.-

 

Jenissi señaló hacia la puerta del dormitorio de Ryu.

 

La cabeza de Jin se volvió para ver a Xero saliendo de la sombra del pasillo. Volvió a mirar a Jenissi para verlo con la boca abierta y con un poco de asombro en sus ojos. Jin no estaba seguro si era porque el humano pensaba que Xero estaba caliente o porque vio al guerrero emerger a través del portal.

 

-Tienes que enseñarme ese truco.-

 

Jenissi se levantó de un salto, corriendo detrás de Xero, extendiendo las manos a tientas por el pasillo.

 

¿Cómo hizo eso? - Gritó Jenissi desde el dormitorio de Ryu.

 

-Uh, creo que llegue en un mal momento.-

 

Xero miraba de Jin y Ryu hacia la habitación.

 

-Ahora, el gato salió de la bolsa.-

 

Ryu se puso de pie y fue al dormitorio. Jenissi regresó, caminó hacia Xero, y lo rodeó.

 

-Eres real, ¿cómo hiciste eso?-

 

-Vine a decirte que…-

 

Corran. - Gritó Jin, cuando oyó armas siendo disparadas en la habitación de Ryu.

 

Xero agarró a Jenissi y Jin a Ryu. Abrieron la puerta del apartamento y salieron disparados de la casa. Patearon una puerta y atravesaron la sala.

 

Mierda, eso es lo que vine a decirte. - Gruñó Xero. - He oído a algunos hombres hablar en el Diablo’s sobre venir tras Ryu.

 

-Congélalos, maldita sea. - Gritó Ryu.

 

Esa era mi puerta. - Se quejó Jenissi.

 

Jin se mostraba reacio a utilizar sus poderes frente al humano, pero no tenía otra opción cuando los hombres que le disparaban a Ryu se dirigían directamente a ellos.

 

Jin miro que los ojos del humano se agrandaban cuando los hombres se congelaron justo en la puerta.

 

-Vamos a tener que llevarlo con nosotros. Es demasiado peligroso dejarlo atrás.-

 

Espera. - Jenissi levantó las manos. Xero lo cargo en su brazo como a un balón de futbol. - Tulip, tengo que traer a Tulip.

 

-¿Quién diablos es Tulip? - Xero preguntó mientras lo bajaba.

 

-Es mi Terrier australiano.-

 

Jenissi corrió a una habitación al final del pasillo. Jin oyó ladrar y rodo los ojos cuando Jenissi sacó a una pequeña café- negro perra. Una jodida perra.

 

¿A dónde vamos? - Preguntó Jenissi mientras miraba a los dos hombres congelados.

 

Apretó a la perra contra su pecho mientras miraba hacia Xero.

 

-Lejos de ellos.-

 

Xero asintió con la cabeza hacia los hombres y luego recogió a Jenissi antes de que los cuatro entraran al armario de Jenissi.

 

Voy a vomitar. - Advirtió Jenissi cuando emergieron en el apartamento de Jin.

 

Coloco una mano sobre su boca mientras bajaba a Tulip, y comenzaba a correr en círculos.

 

Mierda, entra allí.

 

Jin señaló el cuarto de baño. Ryu agarró el brazo de Jenissi y lo llevó.

 

Xero estaba en la puerta de la cocina, sosteniendo el marco superior con las manos y miro a Jin.

 

-Cobarde.-

 

Se rió entre dientes.

 

El rostro de Jin se agrió mientras apartaba la mirada de la pareja que corría y se volvía hacia el guerrero que estaba de pie junto a él.

 

-Escucha, mientras este en ello. No tenía la intención de gritarte ayer en la noche. Solo me sorprendiste.-

 

Xero frunció el ceño.

 

-¿De qué estás hablando? No te vi ayer en la noche-. Los brazos de Xero bajaron.

Ahora mierda, eso estaba muy extraño.

 

-Estabas en el patio trasero de Jeonghan. Te vi allí. El infierno, hable contigo.-

 

-Jin, ayer en la noche estaba en Diablo’s. - Ellos se miraron el uno al otro por un momento antes de que Xero hablara. - Joshua dijo que el dueño del Pancake House fingió no saber nada sobre la conversación que tuvo con Joshua la noche que Ryu fue atacado y el cambia-formas asesinado.

 

¿Qué cambia-formas fue asesinado? - Preguntó Ryu en cuanto salió del cuarto de baño, un pálido Jenissi siguiéndole.

 

Parecía que el humano iba a vomitar de nuevo. Jin se sintió igual de enfermo cuando Ryu le fulminó con la mirada.

 

-No me dijiste que el cambia-formas había muerto.-

 

¿Quieres ver si Jin tiene algo para tu estómago? Xero agarró a Jenissi y corrió a la cocina.

Ryu cruzó los brazos sobre su pecho, una ceja arqueada firmemente.

 

-¿Y bien?-

 

Mierda, ¿cómo iba a salir de esta? Un millar de diferentes escenarios corrieron por su mente.

 

-No te lo dije porque no quería molestarte. No es gran cosa.-

 

Quitarle importancia. Una buena. Jin choco los  cinco mentalmente.

 

-¿No es gran cosa? ¿Qué pasó?-

 

Te encontramos inconsciente, como te dije. - Jin cruzó las manos detrás de su espalda mientras caminaba de un lado al otro. - Lo que no te dije fue que un cambia-formas yacía asesinado a centímetros de ti. Un camarero del Pancake House.

 

-Pero, ¿cómo? ¿Por qué?-

 

Parecía que Ryu estaba al borde de las lágrimas.

 

No tengo idea, y tú no recuerdas. Hemos tratado de juntar las piezas, pero las cosas siguen siendo más extrañas cuando creemos acercarnos.

 

Ahora Ryu parecía estar enfermo. Jin se acercó, y levantó la cabeza de Ryu desde el mentón.

 

-Háblame, pequeñín.-

 

Ryu se alejó, meneando la cabeza mientras miraba por la ventana de la sala de estar.

 

-No puedo. No recuerdo lo que pasó.

 

Pero sabes más de lo que dices. - Jin jugaría su vida por ello. Cuando Ryu no respondió, apretó otro tema. - Por lo menos dime si te sigue perjudicando.

 

-He crecido de una forma muy diferente a la mayoría.

 

Ryu se acercó a la ventana y miró hacia la noche. A pesar de que los faroles inundaban de luz las calles, Jin sabía que Ryu no miraba más allá de ellos mientras hablaba.

 

-Mi familia acaba de mudarse aquí después de vivir un largo tiempo en el ‘Reino Humano’.- ¿Cómo podían? Es muy difícil para nosotros vivir con la luz del sol.

 

Ryu se encogió de hombros.

 

-Lo hemos logrado.

 

Jin se acercó a la ventana y colocó sus manos sobre los hombros de Ryu, viendo el reflejo del demonio en la ventana. Los ojos de Ryu estaban tristes mientras parpadeaban un par de veces.

 

-He hecho cosas de la que no estoy orgulloso.-

 

Jin quería saber lo que eran esas cosas, pero no insistió.

 

-Al vivir tanto tiempo como nosotros, al -ser inmortal, estas cosas están destinadas a que sucedan.

 

Tal vez. - La voz de Ryu era un eco, como si hablara con el cristal en vez de Jin. - Fui a ver a mi tío ayer.

 

Cuando Ryu no dijo nada más, Jin le dio un apretón en los hombros animándolo.

 

Ryu se secó las lágrimas de los ojos y comenzó a hablar de nuevo.

 

-Alguien nos había tomado unas fotos desde la ventana. Imágenes que mostraban lo que había sucedido la primera vez que estuvimos juntos.

 

Jin pensó en esa noche. En lo mal que había manejado la situación. Sus nervios se tensaron cuando empezó a entender las palabras de Ryu. Tenía la sensación de que podía ver hacia donde iban, y eso le enviaba un escalofrió por la espalda.

 

-Mi tío tiró las fotos sobre la mesa y dijo que no iba a tener a un sobrino maricón.-

 

La manzana de Adán de Ryu se balanceo un par de veces.

 

¿Fue él quién te golpeó? - Preguntó Jin mientras miraba el reflejo de Ryu y luego la calle, preguntándose si alguien en ese momento los observaba.

 

-Si, fue mi tío quien me golpeó.-

 

Ryu se quedó sin aliento cuando Jin lo arrastró hacia el dormitorio. Eso era todo. Jin iba a decidir que su familia era demasiado como para enfrentarla por él. Sintió la pérdida aunque Jin no dijo ni una palabra.

 

Cuando Jin azoto la puerta del dormitorio y le puso llave, Ryu se preparó para los golpes. Jin parecía estar listo para arrancarle las uñas. ¿Por qué diablos le había dicho la verdad? Mantenerlo alejado de tu vida. Idiota.

 

No te quiero cerca a tu tío. - Dijo Jin enfadado mientras lentamente se le acercaba.

 

Ryu podía sentirse temblando por el nerviosismo. No estaba seguro de cómo enfrentar el estado de ánimo de Jin. ¿Se dirigía a él?

 

Eso es imposible. - Dijo Ryu cuando Jin se detuvo enfrente de él.

 

-¿Por qué? Tu tío te golpea para sacarte la mierda. Tengo la sensación de que tampoco es la primera vez.-

 

No, no lo era. Su tío tenía muy mal genio, y cuando Ryu no hacia lo que le ordenaba, pagaba el precio.

 

-No lo puedo explicar, ¿vale? No quiero que te involucres en esto, Jin.-

 

Jin agarró su brazo impidiéndole que escapara.

 

-Pequeñín, ya estoy involucrado. - Dijo Jin en voz baja. - Mi corazón se involucró ahora mismo. No te hare daño.

 

El corazón de Ryu golpeaba tan fuerte en su pecho que pensó que estallaría. ¿Qué quería decir Jin con que su corazón ahora estaba involucrado? Ryu no quería llegar a conclusiones. Joder, esto está muy complicado. Ryu dudó, desgarrado por las contradictorias emociones.

 

-Te puedo ayudar.-

 

Ryu cerró los ojos. ¡Tenía tantas de que Jin le ayudara! Pero el pensamiento de que su tío pusiera sus manos sobre el guapo guerrero era demasiado.

 

Abrió los ojos y miro a Jin.

 

-Dije que no quiero que te involucres.-

 

Y yo dije que ya lo estaba. -Jin le sonrió-. Muy mal, muy triste. Te ayudare, te guste o no.

 

¿Qué edad tenía Jin?

 

-Suenas como un niño.-

 

-Y tú te comportas como una terca mula.-        -

 

Jin le sacó la lengua a Ryu. El guerrero se veía ridículo haciéndolo, pero logro verse sexy a la vez. Hombre, Ryu estaba mal por este chico.

 

Una sonrisa tiró de los labios de Ryu.

 

-Eres un idiota.-

 

 continuara...

Notas finales:

...


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