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23. Ryu (02) por dayanstyle

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Him Chan pensó en el apartamento de Jin y apareció en la sala de estar. Lo primero que notó fue a Ryu hecho una bola sobre la silla, su aterrorizada mirada se dirigía a la cocina. Se apresuró por la sala y entró a la cocina, frenándose en seco.

 

--Bueno, mierda, el guardián realmente tiene sentido del humor. - Dijo Him Chan mientras caminaba dentro.

 

¿Qué diablos es eso? - Preguntó Jin mientras miraba a Him Chan.

 

-A mí me parece que cualquiera quien sea esta persona se quedó atrapada en el hechizo. Sabía que sería bueno, pero joder. - Him Chan cruzó la cocina, mirando el par de brazos y piernas suspendidas en el aire. - Parece que nuestro invitado no deseado está atrapado en tu casa y donde quiera que haya usado las sombras.-

 

-Todavía quiero saber cómo se las arregló para entrar la primera vez. - Dijo Jin mientras caminaba alrededor de los miembros. - Esto es jodidamente asqueroso.-

 

-Creo que Soo Man ayudó a esta persona. Está empezando a conocer el cristal, acercándose a aprender a manejarlo. Solo con el cristal se puede ir a lugares prohibidos. Esto es jodidamente malo. - Him Chan rió. - Horripilante de hecho.-

 

Jin arqueó una ceja.

 

-¿Y eso es divertido?

 

-Claro que lo es.

 

-¿Qué es eso? - Jadeó Ryu detrás de ellos.

 

 

 

 

Ryu no estaba seguro de lo que estaba viendo. ¿Cómo podían estar un par de brazos y piernas suspendidas en la cocina?

 

-Creo que es el hombre de la pasada noche. - Dijo el líder mientras se volvía hacia Ryu.

 

Rabia como nunca antes había sentido lo consumió mientras se lanzaba hacia adelante, atacando los miembros suspendidos.

 

¡Hijo de puta! - Gritó arañando los brazos. - Maldito bastardo.

 

La ira y la impotencia que se estaban centrando en su interior se liberó, volviéndolo salvaje.

 

Pequeñín. - Jin lo estrechó en sus brazos y lo apartó. - Espera a que todos lo vean antes de patearle el culo como Rambo.-

 

Ryu miró los miembros ahora bañados en sangre y se echó a reír. Empezó siendo una risa pequeña, hasta que se convirtió en una histérica. Ryu se inclinó, colocando sus manos sobre sus rodillas, mientras lágrimas caían de sus ojos.

 

-Golpeé un par de brazos.-

 

¿Estás bien, pequeñín? - Jin dio un paso más cerca. - ¿Es necesario que llame a Phoenyx, traiga un vaso de agua y una camisa de fuerza?

 

Ryu se secó los ojos mientras permanecía de pie. Señaló las extremidades que colgaban en el aire.

 

-Me tienes, bastardo. - Se rió entre dientes. - Me tenías corriendo, temiéndole a mi propia sombra. - Ryu enfrentó a su guerrero y le dio una débil sonrisa. - Voy a estar bien, honestamente.-

 

Me alegra oír eso. - Sonrió Him Chan. - Nunca permitas que alguien remplace tu risa con el miedo.-

 

Ryu asintió con la cabeza. Ese era un buen consejo.

 

-¿Está bien?-

 

Ryu asintió con la cabeza hacia los miembros.

 

-Está vivo. Me ocuparé de ello. Vayan a descansar. Him Chan los despidió con la mano.-

¿Quién es? - Preguntó Ryu. - ¿Por qué a mí?

 

-Es uno de tu tío.-

 

Eso es todo lo que Ryu necesitaba escuchar. Así que Soo Man no lo dejaría ir así de fácil. Veríamos eso. Estaba cansado de que la presencia de su tío arruinara su vida. Siguió a su compañero lejos de la cocina, sintiendo que estaba recibiendo una nueva vida. Ryu alcanzó con sus manos los bolsillos traseros de los jeans de Jin, después de que su compañero lo llevó a la habitación de invitados.

 

-¿Por qué estamos aquí?-

 

Ryu retiró sus manos cuando Jin se dio la vuelta.

 

-Pensé que tal vez no querías ir a la otra habitación. Has dormido en el sofá cada noche después del ataque.-

 

-Era cierto. La habitación jodidamente lo aterrorizaba. Cada vez que miraba hacia la habitación un frío terror llenaba su corazón.-

 

-Entonces hagamos mejores recuerdos para mí.- Jin vaciló, mirándolo fijamente.

-¿Estás seguro?-

 

Le encantaba la manera en que Jin era protector con él.

 

-Estoy seguro.

 

 

Un poderoso temblor sacudió su cuerpo mientras los ojos de Jin se oscurecían.

 

-Entonces haremos un recuerdo que bloqueara cualquier otro pensamiento.-

 

Jin puso sus manos sobre las caderas de Ryu y caminó hacia atrás, sonriéndole, y luego guiñándole el ojo. Ryu sintió que su cuerpo se derretía con el guiño.

 

Jin tenía el poder de ponerlo de rodillas con una sonrisa, una caricia, y enviar a lo alto sus sentidos cada vez que le hacía el amor. Los dedos de Jin pasaron a acariciar las palmas de sus manos, poniendo su piel de gallina.

 

Ryu gimió cuando las manos de Jin acariciaron su espalda, haciendo que se arqueara cuando lo besó en la nuca, y luego alrededor de la concha de su oreja.

 

-Te he echado de menos.

 

Ryu estaba volando en los brazos de Jin. Los suaves labios rozaron su mejilla, moviéndose lentamente, en broma, hasta que ambos pares de labios se encontraron. Ryu se abrió, rompiéndose en los labios de Jin, bebiendo de ellos.

 

Libérame. - Susurró Jin contra sus labios.

 

Ryu desabrochó los jeans de Jin, sus dedos moviéndose hacia la cremallera mientras Jin le acunaba la cara, sus pulgares yendo y viniendo sobre su piel. Su mano tiró de la cinturilla de la ropa interior de Jin, sintiendo el calor en la cabeza inflamada de la polla de Jin. Jin se quejó, sus piernas separándose mientras Ryu agarraba su  erección.

 

No hay lugar, no hay un jodido lugar donde Ryu alguna vez deseara estar si Jin no estuviera allí también. Jin era su todo, su mundo, su amor, su vida, cada una de sus respiraciones. Inclinó la cabeza, usando su lengua para disfrutar el sabor de Jin en su boca.

 

Alejó la polla de su compañero, rozando sensualmente con sus manos la piel de la cintura estrecha de Jin, mientras sus dedos empujaban hacia abajo, a los muslos, los jeans. Ahora había espacio para explorar. Sus manos cubrieron el hinchado eje entre las potentes piernas de Jin, asombrado de cómo su puño no podía cerrarse alrededor del eje. Su mano libre se deslizó sobre el saco de Jin, dejando que la punta de su dedo índice corriera detrás de la arrugada bolsa, jugando con la sensible piel entre el agujero y el saco de su compañero.

 

- Oh, Dios, pequeñín.

 

La respiración de Jin era dura, irregular. Su boca se cernía sobre Ryu mientras gemía. Los ojos del guerrero revoletearon cerrados. Su rostro era signo del placer. Ryu miró asombrado. Era él quién estaba haciendo que las piernas del guerrero amenazaran con fallar.

 

Los dedos de Jin acariciaron su cara mientras apretaba la mandíbula. Podía sentir la polla del guerrero pulsando en su mano. Ryu estaba decidido a hacer que Jin se corriera. Utilizó el líquido pre-eyaculatorio como lubricante, acariciándolo mientras su compañero abría lentamente los ojos, mirando a Ryu con una necesidad tan primaria que la respiración se le quedó atrapada en el pecho.

 

Los ojos de Jin se velaron, una mirada perdida al mismo tiempo que su respiración se hacía más desigual. Su boca se abrió, un pequeño gemido escapó, y luego su polla disparó su semilla con una poderosa y caliente explosión volcánica. Jin seguía rodando su boca sobre la de Ryu, jadeando y gimiendo. Ryu se humedeció los labios, jadeando por la espectacular vista.

 

-P-Pequeñín.

 

Jin hundió sus manos en el cabello de Ryu, cerrando la distancia, consumiéndolo mientras lo recogía y lo ponía en la cama. Jin le quitó la camisa, empujándola fuera y lejos mientras se pegaba a uno de sus pezones, chupándolo como si fuera el puro cielo.

 

Ryu plantó los pies en la cama, perdido en la sensación del fuerte y poderoso cuerpo que cubría el suyo. Sus caderas se elevaron de la cama, empujando su dura polla contra el estómago de Jin. Quería que ahora mismo le quitara los pantalones. Necesitaba sentir su piel contra la de su compañero.

Quítalos. - Se quejó. - Jin, quita mis pantalones.

 

La boca de Jin nunca dejó su pecho cuando llegó entre ellos, sus manos moviéndose desesperadamente sobre la cremallera, casi rasgando la tela, mientras trabajaba apresurado para deshacer la ropa de Ryu. Ryu levantó los pies, permitiendo que Jin cumpliera con su objetivo.

 

-Mejor. Mucho mejor.

 

Ryu flexionó su culo una vez más, su polla chocando contra el abdomen de Jin. Estaba fuera de control, ahogándose en el fuego que lo consumía. Su vientre. El fuego había comenzado allí, disparándose a través de su sistema para engullir todo su ser. Clavó las uñas en la espalda de su compañero, follando la parte baja del abdomen de Jin. Su culo se apretó mientras empujaba de nuevo hacia adelante.

 

Las manos de Jin agarraron sus costados, sosteniéndolo mientras rozaba sus pollas juntas. Oh, dulce misericordia, eso era todo. Eso era lo que había necesitado, sentir ese largo y grueso pedazo de carne arremeter contra a él con una velocidad increíble, que lo tenía mareado y frenético.

 

Jin agarró sus tobillos, los levantó, y luego se echó hacia atrás. Ryu cayó en los magníficos y profundos ojos marrones. Echó la cadera hacia atrás, presentando su agujero para que Jin lo reclamara. La mano de Jin pasó por encima de su frente, deslizándose a través de su pelo, halándolo y enredándolo.

 

Sintió que la cabeza de roma de la polla de Jin empujaba contra su culo. Ryu abrió los brazos, colocó los pies a los lados de Jin, y luego dejo caer su cabeza cuando Jin empujó dentro de su cuerpo.

 

La mente de Ryu se destrozó, fragmentándose mientras Jin se movía en su interior. Ryu se movió de lado a lado, luego giro las caderas, queriendo a Jin más profundo, que tocara su alma.

 

Oh, pequeñín. Tan hermoso, tan sexy. - Jin pasó las manos sobre el pecho de Ryu. - Esto tiene que ser un sueño, una persona no puede ser nunca tan feliz.

 

 

Ryu se sentía como si estuviera flotando entre las estrellas. Sus sentidos se nublaban cuando la polla de Jin se movía en su interior. Gimió cuando Jin palmeó su eje, presionando el pulgar contra la ranura. El caliente placer se precipitó atravesándolo cuando Jin ordeñó su pene con su grande mano. Tan grande, tan fuerte.

 

Su aliento se quedó atrapado en su pecho cuando Jin comenzó a moverse más rápido, su mano, su eje.

 

¡Jin! - Ryu gritó mientras se corría.

 

Su cuerpo se retorció mientras el guerrero expertamente ordeño hasta la última gota de su semilla. Jin se llevó la mano a la boca, lamiéndola para dejarla limpia antes de agarrar con ambas manos la cintura de Ryu, luego se inclinó hacia adelante, dándole hasta el último centímetro que tenía por ofrecer.

 

Jin se arqueó. Allí, de rodillas, en una posición erguida, Jin le dio su caliente semen, inundándolo con el mismo. Ryu levantó sus caderas para que Jin pudiera ir más profundo, manteniendo los ojos fijos en su compañero viéndolo caer en el borde.

 

Ryu se rió cuando Jin lo agarró por la cintura y lo arrastró fuera de sus pies, lanzándolo sobre su hombro con facilidad.

 

-Listillo.-

 

Le dio una nalgada.

 

Ryu estalló en carcajadas mientras Jin lo llevaba por la Avenida Broadview. Estaban consiguiendo unas cuantas extrañas miradas pero le importo una mierda eso. Tomaría un millar de miradas divertidas solo por escuchar la risa de su pequeñín.

 

-Puedes bajarme ahora.

 

-¿Qué pasa si te quiero llevar de esta manera?

 

Ryu comenzó a hacerle cosquillas en los costados, por lo que Jin cedió y lo puso sobre sus pies antes de dejarlo caer. Atrapo por el rabillo del ojo al dueño del banco, Jinu, y al bastardo que había desaparecido por un tiempo, Baek Kyoung, discutiendo mientras cruzaban una esquina. Jin miró a Ryu para ver que estaba sonriendo y caminando a su lado, sin darse cuenta de lo que pasaba a una manzana.

 

Esta era la segunda vez que había visto al par juntos, y las dos veces habían estado discutiendo.

 

Jinu Kim siempre le pareció tan recto, tan tenso. ¿Por qué el cambia-formas estaba discutiendo gustosamente con Song Baek Kyoung? Se sentía mal, como si el dueño del banco escondiera algo. Hizo una nota mental de llamar a su líder una vez que llegaran a donde Jeonghan y tuviera un poco de privacidad.

 

Jin mantuvo la puerta abierta para que Ryu entrara, Jeonghan y Jenissi saludaron a su compañero.

 

-¿Puedo ir a casa ahora? ¿Ya terminaste de ser sombrío? - Preguntó Jenissi.

 

-Dale un descanso. Pasó por una mierda dura. - Jeonghan le frunció el ceño al humano. - Su cerebro necesitaba unas vacaciones. - Jeonghan se volvió hacia Ryu. - ¿Ya terminaste tus vacaciones?

 

Estoy de vuelta. - Le dio un rápido abrazo a Jeonghan. - Entonces, ¿qué hay para comer, además de galletas? - Preguntó, riéndose.

 

-Nunca dejarás eso, ¿verdad?- Jeonghan le golpeó el pecho.

Jin pensó en la primera noche que había puesto sus ojos sobre Ryu. Fue una experiencia que le cambio la vida.

 

Entró en la cocina para ver a Joshua discutiendo con el guerrero, Ravi.

 

-¿Qué demonios pasaba aquí?

 

-¿Qué pasa, muchachos?

 

Está siendo un cabeza-dura. -Contestó Ravi.

 

No sería Joshua si no lo fuera. - Jin sonrió mientras apoyaba su cuerpo contra el mostrador. Colocó las manos detrás de su espalda, apoyándose en el mostrador mientras miraba a ambos guerreros. - Entonces, ¿qué es lo que este cabeza-dura hizo?

 

Un gruñido salió de los labios de Ravi mientras apartaba su mirada de Joshua hacia Jin.

 

-Piensa que Jeonghan sólo debe empacar e irse. Le digo que le dé algo de tiempo. El hecho de que son compañeros no significa que no debe darle a Jeonghan la libertad de tomar decisiones.-

 

Jin pensó en ambos lados de la moneda. Podía entender de dónde venía el pensamiento de Joshua,  pero…

 

-Estoy de acuerdo con Ravi.

 

Joshua levantó las manos con exasperación.

 

Sólo escucha. - Jin levantó la mano. - Si…

 

El tirón en su pecho comenzó, lo que indicaba que un alma estaba siendo  tomada.

 

¿Tan pronto? - Joshua los miró con los ojos abiertos como platos. - Por lo general no sucede cuando estamos juntos.

 

Jin se apartó del mostrador y se dirigió a la sala de estar. Los tres hombres se quedaron en silencio cuando entró. Ryu se veía tan relajado, tan a gusto. Odiaba tener que molestarlo.

 

Tengo que irme. - Levantó a su compañero del sofá y lo abrazó. Sus dedos tocaron la mejilla de Ryu. - No tardaré.

 

Ryu asintió con la cabeza, sus ojos llenos de miedo mientras lo seguía cuando se lanzaba junto con Ravi fuera de la casa. Joshua se quedó atrás. Protegería sus espaldas.

 

Deseó que hubiera coches aquí. Permitiría que llegaran más rápido a donde tenían que ir, pero por una desconocida razón, Him Chan se los prohibió. No podían usar las sombras, tenían que seguir el tirón, era su guía. No podían atravesar un portal, ya que no tenían ni idea a dónde se dirigían.

 

Bajaron corriendo por la Avenida Broadview, el corazón de Jin en la garganta, sus pensamientos en su pareja. Estaba ansioso por regresar junto a su pequeñín. Con todo lo que había pasado en un lapso tan corto de tiempo, ponía su piel de ganilla el no tener a Ryu a su lado.

 

Podían ver a alguien en el suelo mientras se acercaban al edificio de apartamentos. Oh, mierda, no puede ser.

 

Ravi maldijo a su lado. Joshua cayó en cuclillas mientras levantaba los parpados de Teddy Park. ¿Ahora mismo el demonio era un zombi? Trató de sacudir a Teddy Park, para sacarlo de su inconsciencia.

 

Teddy Park gimió, sus manos agarrando su cabeza y sus ojos finalmente se abrieron.

 

-¿Cuál es mi nombre?

 

Imbécil. - Respondió Teddy Park con un gemido.

 

No es él. - Jin ayudó al demonio, recostando a Teddy Park contra una pared. - ¿Quién hizo esto?

 

Teddy Park lo miró y luego golpeó las manos de Jin, alejándolas.

 

-Eres un jodido enfermo. En primer lugar, tratas de matarme y ahora estas preocupado. Vete a la mierda.-

 

Jin dio un paso atrás, preguntándose si Teddy Park se había golpeado la cabeza más duro de lo que parecía.

 

-No estaba cerca de ti.

 

­-Bueno, era una mierda parecido a ti. - Teddy Park se tocó la parte posterior de la cabeza e hizo una mueca de dolor. - Por lo menos lucha justamente.

 

-¿Qué quieres decir?

-Me congelas y luego me sacas la mierda.

 

La mente de Jin comenzó a agitarse. Pensó en el dueño de Pancake House, pero descartó la idea. El demonio no tenía ninguna habilidad. A continuación, pensó en el falso Xero. Cuando había desaparecido, había utilizado las sombras del patio de Jeonghan. ¿Y Jin Ho? ¿Por qué trasladó el maldito cuerpo por la calle? Nadie nunca hacia eso en público.

 

No se puede duplicar nuestra capacidad. - Dijo Jin en voz alta.

 

Ravi lo estudió y luego asintió.

 

-Parece que se puede transformar en lo que quiera.

 

-¿Un camaleón? - Preguntó Teddy Park acercándose. - Pensé que era un mito.

 

Puede que no lo sea. - Jin se frotó la parte posterior del cuello, mirando a su alrededor. - Entonces, ¿dónde está el chupa-almas?

 

Se centró en sí mismo, tratando de volver a encontrarlo. El tirón comenzó nuevamente en su pecho y, Ravi y él, empezaron a seguirlo una vez más.

 

 

 

Him Chan entró en el ‘Reino Humano’. Fue recibido por el Alfa Jongin.

 

-Ahora, ¿qué pasa?

 

Recordó su primer encuentro, cuando el joven medio-demonio, Zelo, había entrado en su fortaleza.

 

-¿Está Zelo?

 

-No.

 

El were-lobo se inclinó hacia su escritorio, sus brazos cruzados sobre su pecho. Him Chan admiraba al hombre. No es que lo fuera a admitir en voz alta. Se había impresionado por el tamaño de Jongin cuando lo conoció.

 

-Se trata de la mamá de Zelo.

 

-Ella está bajo llave. No hay necesidad de preocuparse.

 

Him Chan se acercó a la estantería y pasó los dedos por los lomos de los libros, impresionado por la colección del cambia- formas.

 

-¿Los has leído todos?

 

El crujido de la silla de cuero donde estaba Jongin atrajo la atención del líder de nuevo al tema en cuestión.

 

-¿Qué pasa con ella?

 

El Alfa se levantó, con los ojos fijos en Him Chan mientras ladeaba la cabeza.

 

-Creo que hay algo que necesitas saber.

 

 

 

Ryu miró a Joshua cuando salió de la cocina. Los pelos de la nuca se le erizaron cuando el guerrero se sentó en la silla. No podía poner el dedo en la llaga, pero algo estaba fuera de lugar.

 

-Voy a hacer algo de comer. ¿Me acompañan?

 

Ryu agarró a Jeonghan y a Jenissi de los codos, tirando de ellos mientras se levantaba del sofá.

 

-Seguro.

 

Jenissi miró a Ryu, la desconfianza en sus ojos. Así que el hombre también lo había sentido. Ryu se impresionó, pero no tenía tiempo para alabarlo.

 

Los tres entraron en la cocina, Ryu inmediatamente enfrentándolos.

 

-Ese no es Joshua.

 

¿Qué? - Jeonghan lo miró como si tuviera dos cabezas. - Creo que debo saber cómo es mi compañero.

 

Ryu sacudió la cabeza mientras se dirigía a la puerta de atrás.

 

-No puedo explicarlo. Es solo una sensación. Tenemos que salir de aquí.

 

Pies, no me fallen ahora. - Dijo Jenissi mientras corría hacia la puerta de atrás.

 

¿Qué demonios estás esperando, Jeonghan? - Preguntó sobre su hombro.

 

Jeonghan miró hacia la sala y luego a los dos hombres que impacientes lo esperaban en la puerta.

 

Bien. - Caminó a través de la cocina y los siguió al patio trasero. - -¿Y ahora qué?

 

Ryu se mordió las uñas mientras su cerebro daba vueltas, tratando de pensar en algún lugar donde pudieran ir. No podían entrar al edificio de los guerreros sin que estos los llevaran. Eso estaba fuera de cuestión. Al único que podían pedírselo era a Joshua. Hablarle sobre la derrota a propósito.

 

¿Por qué no corres y encuentras a Jin? - Sugirió Ryu.

 

Sería mucho más rápido si Jeonghan corría en busca de ayuda. Con su súper velocidad tendrían un ejército en cualquier momento.

 

-No sé dónde buscar.

 

Ryu notó que Jenissi dio un paso alejándose de Jeonghan. Sus ojos miraron a Ryu, tratando de transmitirle algún tipo de mensaje.

 

-Jodidamente huyan.

 

Joshua levantó el brazo que estaba rojo-fuego antes de que una gran llama saliera de su mano y se dirigiera a Jeonghan.

 

Jenissi saltó fuera del camino, estrellándose contra Ryu, y cayendo hacia atrás.

 

-Ese no es Jeonghan. Ese no es Jeonghan. - Gritó Jenissi.

 

Ryu se puso de pie y agarro a Jenissi por el brazo, halándolo mientras corría hacia la casa.

 

-Entonces, ¿dónde demonios está Jeonghan?

 

Aquí arriba. - La cabeza de Ryu salió disparada para ver a Jeonghan en la parte superior de la escalera. - Joshua me dijo que me escondiera aquí cuando mi falso apareció.

 

-¿Qué demonios está pasando en este lugar? - Preguntó Jenissi.

 

Así que por eso Joshua parecía un poco alterado. Estaba esperando a ver lo que el falso Jeonghan iba a hacer. Podría haberle advertido hermano. Maldita sea.

 

Joshua irrumpió en la sala y subió las escaleras, arrastrando a Jeonghan en sus brazos.

 

¿Cómo sé que eres tú? - Preguntó Jenissi. - Podrías ser el falso.

 

Joshua levantó la mano, dejando que se encendiera.

 

-Truco de salón. Muéstrale a Jeonghan tu polla, él nos dirá.

 

Ryu se quedó con la boca abierta mirando al humano mientras Jeonghan se reía.

 

-Es Joshua. Reconocería a mi hombre en cualquier lugar.

 

-Más te vale. - Murmuró Jenissi. - No quiero que mi cerebro sea comido.

 

Nosotros no comemos cerebros. - Ryu sacudió la cabeza. -

¿Dónde está “Jeonghan” ahora?

 

-Puede que no tuviera la súper velocidad de Jeonghan, pero el cabrón era rápido. Arrancó por un lado de la casa y se fue. Parece que no podía soportar el calor que salía de la cocina.

 

Ryu sabía que debían detener esto antes de que esas cosas causaran graves daños haciéndose pasar por otros. Primero que todo, tenían que saber que eran.

 

 

Jin terminó en el lago. Su caminar se volvió lento cuando vio al grande troll sobre su espalda. Cuando se acercó, vio que otra persona yacía a unos seis metros. Por lo visto, el troll ahora era un zombi, pero el otro estaba muerto. Sus miembros estaban torcidos de una anormal manera.

 

Maldita sea. - Susurró Ravi. - No debería de haber muerto de esa manera.

 

Jin se puso las manos en las caderas, su cabeza cayendo hacia atrás mientras miraba hacia el cielo lleno de estrellas.

 

Esto se estaba convirtiendo en una locura. Sintió la necesidad de agarrar a Ryu y correr tan lejos como pudiera, tan rápido como le fuera posible.

 

-¿Puedes encargarte de esto? Tengo que volver con Ryu-. Ravi asintió con la cabeza mientras se acercaba a los cuerpos.

 

 

Ryu se dio la vuelta, mirando a los hermosos ojos marrones de Jin. ¿Cómo había llegado a ser tan jodidamente suertudo?

 

-Te amo.

 

Le sonrió mientras se deslizaba en la cama y apoyaba su cabeza sobre el desnudo pecho de Jin, escuchando los fuertes latidos de su corazón debajo de su oreja. Poderosos brazos se envolvieron a su alrededor, haciéndolo sentir cálido y seguro.

 

-Yo también te amo, pequeñín.

 

Jin besó la parte superior de su cabeza. Ryu paso sus uñas sobre el enorme pecho de su compañero, preguntándose si la vida podía ser mejor que ahora.

 

 

 

 

Soo Man levantó el cristal, mirándolo como brillaba, con una amplia sonrisa cruzando su rostro.

 

-Aprenderé tus secretos, mi belleza.

 

 

FIN

Notas finales:

KHEEEEEe....

esto pica y se extiende.... 

SOO MAN medio demonio medio elfo?? ok whattt??

pues si señores hay un cristal poderoso el cual puede desatar el caos en el reino demonio... ahora que hará Him Chan para controlar todo este alboroto?????

no se... nos leemosssssss... deje los pinche RW maldcion....

 

a continuacion 24. El Viaje de Yoseob. (20) serie Manada Kim


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