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PARECIDO por Mariela

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CAPÍTULO 5: Secuestro

 

Al día siguiente, los cuatro detectives se reunieron en la oficina del Escorpión para discutir el caso. El primero en llegar fue Albafica, le siguió Sasha, y al final Dégel.

 

-Bueno, parece que ya están todos-dijo Kardia en su silla-Empecemos entonces.

 

-Creo que primero tenemos que…

 

-Entablar las piezas  que faltan en la historia que construimos-interrumpió Sasha a  Dégel-Ayer nos dijeron lo que sabían, ahora es nuestro turno.

 

-Su teoría es muy buena-tomó una manzana y la llevó a su boca-Pero hay vacíos en ella.

 

-Nosotros llenaremos esos vacíos-Sasha se sentó y cruzó las piernas, mientras encendía un cigarrillo y lo consumía-Regresemos a la parte en la que el sujeto no identificado pero similar a Saga de Géminis termina de voltear la cámara y regresa a la habitación con una llave de mecánico en sus manos.

 

-No, enana. Retrocedamos un poco más hasta cuando entra a la habitación 345 con Aioros en sus brazos-mordió y tragó un trozo de manzana-Este bastardo lo llevó  a la recamara y lo puso sobre las sábanas confiando en que no despertaría pronto, se encimo sobre él e intento cogerlo mientras dormía.

 

-Antes de marcharnos de la comisaría anoche, le pedimos a Mu que nos dijera cuánto dura el fármaco que habían usado en Aioros y nos dijo que no más de 40 minutos, por lo que, si el recorrido del bar hasta el hotel es aproximadamente de 30 a 35 minutos, Aioros debió despertar en cuanto llegó a la habitación. Si reaccionó cuando el sujeto intentaba sobrepasarse, entonces…

 

-Debió tratar de defenderse-completo Albafica.

 

-Exacto. El sujeto debió sostener una batalla con él, una que no le agrado para nada. Seguro golpeó más de una vez a Wyvern para que cediera, sin embargo, no logró el objetivo deseado.

 

-¿En qué te basas para asegurarlo, Sasha?-preguntó Dégel cruzando los brazos.

 

La de cabellos morados exhaló el humo de su cigarro y sin perder su semblante serio, continuó.

 

-En lo que ustedes mismos nos dijeron-ambos parpadearon con confusión-Dijeron que el sujeto lo obligó a desnudarse con la llave, ¿cierto?-asintieron-Entonces el fácil de deducir tomando en cuenta este hecho.

 

-¿Qué?

 

-Escucha cerebrito-habló Kardia-Estamos hablando de un sujeto trastornado desde la niñez, alguien obsesionado con Aioros si fue capaz de esperar siglos para acercarse en la barra sin ser atrapado por su esposo, sin embargo, este bastardo no deseaba de él solo su cuerpo, eso es claro. Intento tomarlo por la fuerza haciendo uso de la violencia para someterlo, un acto brutal que nos dice por sí mismo que estaba desesperado por tenerlo, por ver una muestra de amor de su parte, o quizás, una muestra de aceptación por parte de una persona. Deseaba que Aioros lo amara, pero Wyvern debió decirle algo en medio de su pelea que lo hizo cambiar de táctica. Algo como…

 

“-¡Suéltame! ¡¡Eres un maldito!!

 

-¡¡CÁLLATE!!”

 

-…debió recordar una infancia no muy feliz, y se desesperó por una muestra de amor de su parte.

 

-Solo una muestra, una señal de ser suficiente para alguien-Sasha volvió a consumir su cigarro y exhaló el humo-Lo dejo, luego de darle una paliza, y fue por el arma. Salió al pasillo para voltear la cámara y asegurar que aún si algo salía mal, nadie pudiera culparlo. Revisando la cámara encontramos aunque sea la captura de cuándo entraron.

 

-Mientras el agresor hacía sus prevenciones, Aioros se quedó en la recamara solo por unos minutos cortos.

 

-Cortos, pero suficientes para llamar a alguien.

 

-¿Cómo que llamar a alguien?-preguntó Albafica.

 

-Al único contacto que tenía a la mano-aseguraron los detectives  al mismo tiempo.

 

-En nuestra investigación descubrimos que Sísifo de Sagitario contrató a diversos investigadores privados para hallar al hijo que había abandonado en su juventud, ninguno pudo darle razón de su paradero hasta que un tal  Hades logró decirle al menos el nombre de la mujer que lo recogió del contenedor donde lo había abandonado: Pandora de Wyvern-explicó la de cabellos morados.

 

-Sísifo solo tuvo que ponerse en contacto con su viejo amigo Radamanthys para dar con él, y en el último mes, luego de que coincidieran en el hospital donde trabajaba, lo había estado buscando para arreglar las cosas, supongo que si quería que hablaran debió darle más de una tarjeta con su número telefónico.

 

-Aquella noche quizás olvidó desechar la reciente y con la desesperación y el miedo no pudo recordar el número de alguien más. Eso claro si tenía a alguien más a quien llamar, puesto que no tenía familia ni muchos amigos. Wyvern llamó a su padre, quien salía de su trabajo junto a su segundo esposo. El Cid de Capricornio. Sísifo se asustó ante su llamada y no dudo en salir en su auxilio apenas supo dónde estaba.

 

-Su trabajo quedaba cerca del hotel, así que no tardó en llegar.

 

-Pero la recepcionista no le permitió el paso-dijo Albafica captando la atención de los otros dos-Debió entrar por otro lado si llego al piso donde se encontraban y donde fue asesinado por el  agresor.

 

-Mientras él intentaba entrar, el sujeto debió volver con Aioros-habló Sasha-Lo amenazó con el arma y lo hizo desnudarse para sentir que se entregaba a él por voluntad propia. Las cosas no  salieron bien, y llegamos a la parte en la lo alcanza en las escaleras.

 

-Tal vez Sagitario llegó justo cuando Aioros fue empujado por las escaleras-dijo Kardia terminándose la manzana-Fue testigo de la supuesta muerte de su hijo y debió enfurecerse con el atacante. Seguro lo confrontó, lo amenazó con llamar a la policía y ese fue su error.

 

-El sujeto no se arriesgaría a que lo encerraran-comentó Dégel, comenzando a comprender el sentido de la teoría-Golpeó a Sísifo con la llave hasta matarlo, y luego bajó a ver a Aioros para verificar que no lo había asesinado, y quizás no fue así.

 

-Si lo quería a la fuerza debió ver la oportunidad para lograrlo sin que nadie interfiriera.

 

-Notó el parecido entre padre e hijo-Albafica abrió los ojos sorprendido.

 

-Y subió por el cuerpo para ponerlo en el lugar de Aioros-dijo Sasha.

 

-Tomó a la víctima y se marchó por la puerta de atrás para no ser visto, lo llevó lejos y contó con que creyéramos que el muerto era Wyvern.

 

-Así no habría investigación sobre el secuestro-concluyó Kardia sonriente.

 

Dégel y Albafica se miraron entre sí sorprendidos ante   el increíble sentido de deducción que Kardia y Sasha poseían. Con solo unas palabras habían visto lo que ellos simplemente habían dejado pasar como si nada, sin duda, no por nada fueron los mejores de la comisaría cuando aún trabajaban ahí.

 

-¿Ahora qué?-preguntó Albafica.

 

-¿Qué clase de pregunta es esa, afeminado? Buscamos al bastardo.

 

-¿Cómo? Lo único que sabemos es que se parece a Saga, pero eso en sí no nos sirve de mucho.

 

-Sabemos otras cosas, Detective Albafica-dijo Sasha, levantándose de su asiento-Por ejemplo, era cercano a Aioros, llevaba mucho tiempo obsesionado con él y seguramente hostigándolo, por lo que, si investigamos  en su trabajo estoy segura que alguien nos dará razón de él.

 

-Cierto. Con un nombre será más sencillo…

 

-Pero ya lo tenemos-todos se volvieron hacía el de Acuario-De igual forma, investiguemos más a fondo entre los conocidos de Aioros, creo que a noche alguien me reveló la identidad del sujeto.

 

-¿Te dijo quién es?

 

-Sí. Kanon de Dragón del Mar.

 

OOOOOO

 

Luego de que Dégel les contara lo sucedido con Camus, omitiendo su nombre claro, los cuatro detectives se repartieron el trabajo para terminar pronto su investigación. Querían llegar al secuestrador cuanto antes, pues sabían que si realmente Aioros estaba en sus manos no faltaría mucho para que ya no lo estuviera. Albafica y Sasha se ofrecieron a investigar a ese tal Kanon, mientras que a Kardia y a Dégel no les quedó de otra más que interrogar JUNTOS  a los compañeros de trabajo de Aioros.

 

En la editorial cada uno trabajo por su parte como si fueran dos desconocidos investigando casos distintos, lo que dejaba en claro aquella barrera forjada al calor de la molestia y al frío  de la decepción que se levantaba entre ellos, una que sería difícil de derribar incluso para ambos.

 

En un par de horas más, tanto Kardia como Dégel ya estaban de nuevo en el auto del de Acuario para compartir la información que habían obtenido.

 

-¿Qué averiguaste?-preguntó el de cabellos verdes sin rodeos.

 

-Que al parecer más de uno quería follar con su jefe-respondió mordiendo por última vez su manzana.

 

-Habló en serio, Escorpio.

 

-Yo también-tragó el trozo que había mordido-Todos los imbéciles a los que interrogue me confesaron sus ocultos “intereses” con Wyvern, ese chico debe tener un buen trasero si a muchos les interesaba.

 

-Si no vas a decir nada útil para el caso, mejor cierra la boca-volvió su vista al frente y se dispuso a arrancar, cuando de pronto una mano lo detuvo.

 

-Cálmate francesito, no es mi culpa que no tengas cerebro para entender lo que te digo-contestó burlesco-Y dicen que los franceses son todo poderoso.

 

-¡Cállate! ¡Y no me llames “francesito”!

 

-Sí, sí, lo que digas-hizo un gesto con su mano para restarle importancia-Escucha, la ventaja de interrogar a pretendientes es que los idiotas enamorados siguen a su imposible a todos lados, ya sea literal o con la mirada, y aunque  tuve que encañonar a un bastardo osado llamado Ikki de Fénix, obtuve información relevante.

 

-¿Ikki de Fénix?

 

-Sí. Un idiota que fantaseaba con Aioros desnudo para él-se recargó en el asiento cruzando los brazos-Me contó que en varias ocasiones vio a un sujeto de bufanda y lentes oscuros hablando con él a “escondidas” de todos.

 

-¿Cómo dices?-exclamó sorprendido-Ese podría ser….

 

-Kanon-interrumpió-Fénix dijo que ese sujeto parecía muy insistente con Wyvern, y que en una ocasión tuvo que intervenir porque trató de besarlo a la fuerza. Claro, eso quedó entre ellos y por eso nadie más se enteró.

 

-Entonces ya tenemos a un sospechoso oficialmente. Todo lo que hay que hacer es revisar las cámaras de la editorial y hacer un reconocimiento facial.

 

-Exacto. Tú tienes el caso Dégel, aquí entras tu-Kardia notó el sobresalto que el de cabellos verdes había tenido al pronunciar su nombre, y entrecerró  los ojos sin dejar de mirarlo. Conocía esa reacción-Dégel…

 

-Nos vamos-cortó y puso en marcha el auto.

 

El griego suspiró. Esta situación no sería sencilla para ninguno, solo esperaba que terminaran pronto para volver a sus propias vidas. Una vida sin la persona a su lado.

 

OOOOOO

 

Luego de obtener las dichosas grabaciones regresaron a la estación de policía para revisarlas, y dado que Sasha y Albafica aún no habían regresado se vieron en la obligación de quedarse solos con el otro nuevamente.

 

Dégel se encontraba sentado frente a su computadora revisando las grabaciones de cada una de las cámaras de la editorial, parecía totalmente concentrado aunque la realidad era que no podía centrarse absolutamente en nada. La prueba estaba en que tuvo que revisar todo dos veces para encontrar al dichoso sujeto de lentes y bufanda que Ikki había descrito, y todo por la insistente mirada del de ojos azules sobre él.

 

Desde que llegaran, Kardia no había dejado de mirarlo ni un segundo, lo cual le causaba incomodidad y no le permitía concentrarse en su trabajo. Sentía la necesidad de reclamarle, pero conociéndolo como lo conocía, sabía que eso solo abriría el camino a una conversación que llevaría a otra que no deseaba mantener por ahora. Es más, nunca. Eso ya había sido arreglado en el pasado y…

 

-¿Vas a seguir ignorándome, francesito?

 

Guardo silencio.

 

-Vaya, pero que frío Dégel-sonrió con burla-Tal vez deberían  cambiarte el nombre a uno que signifique hielo. Hmmm-lo pensó unos momentos-¿Qué tal “Ice” o “Frozen”?

 

“¡No respondas, no respondas, no respondas!”-se repetía.

 

-Esos ni siquiera son nombres, y para tu información me gusta el mío-respondió mordaz-“¡Maldición!”

 

-Hasta que al fin hablas, ya empezaba a creer que te habían comido la lengua los ratones.

 

-Pues ya ves que no, ahora cállate.

 

-Oh, pero que cruel. Y yo que tenía las mejores intenciones de socializar-dijo fingiendo sentirse mal, sin embargo, no obtuvo ningún tipo de reacción de parte del de cabellos verdes, quien no despegaba la vista de la pantalla-Y…-analizó cuidadosamente sus siguientes palabras-¿Cómo has estado, francesito?

 

-Eso no te concierne, y por segunda vez, no me llames “francesito”.

 

-Está bien. ¿Cómo has estado, Dégel?

 

-Ya te dije que eso no te concierne.

 

-Sí, yo también he estado bien. Ebrio y con trabajo, pero bien. ¿Qué has hecho en estos dos años? Yo, resolviendo casos con la enana gruñona de Sasha.

 

-No me interesa.

 

-Sí, también he estado sumido en el trabajo como tú.

 

-¡Te dije que no me interesa!

 

-Comprendo, a mí también me interesa saber más de lo que has hecho con tus casos, pero ahora no hay tiempo…

 

-¡Kardia!-exclamó, perdiendo la paciencia.

 

-Está bien, si insistes te contare.  Veras, el otro día un idiota llegó a mi oficina y…

 

-¡¡Kardia!!-palmeó el escritorio con fuerza-¡Tenemos trabajo y un caso que resolver, así que…-el timbre de la computadora lo interrumpió.

 

Volvió su vista a la pantalla sabiendo que el reconocimiento facial, con base a la oreja del sujeto desconocido, había finalizado pero lo que vio en el expediente lo dejo helado. Kardia, al ver la expresión de su compañero se acercó para ver la computadora.

 

-¿Qué pasa francesito? Tienes cara de haber visto un fantasma y…-se interrumpió al ver la pantalla-¿Ese es…

 

-Kanon-respondió incrédulo.

 

-Pero si… ¡Es exactamente igual a Saga de Géminis!

 

OOOOO

 

-¡Saga!

 

El aludido volteó para encontrarse con su amante corriendo hacia él con una enorme sonrisa.

 

-¡Aioria!

 

El castaño se lanzó a sus brazos y lo beso apasionadamente, sintiendo como era correspondido por el de cabellos azules, quien lo estrechaba con fuerza por la cintura.

 

-¿Cómo estuvo la universidad?-preguntó cuándo se separaron.

 

-Pesada. Ahora dime, ¿vamos a comer o…?

 

-La comida no suena mal, pero yo pensaba en una visita en mi casa antes de ir.

 

-¿A tu casa?-sonrió con picardía-¿Hay algo nuevo ahí?

 

-Claro, mi amor-rodeó con sus brazos su cuello-Especialmente sabiendo que ya te deshiciste de las cosas de tu es-po-si-to, ahora yo calentare tu cama.

 

Saga cambió completamente su mirada ante ese comentario. Frunció el ceño y se separó del castaño con una expresión de total preocupación.

 

-¿Saga?-lo miró desconcertado-Saga, ya te deshiciste de sus cosas, ¿verdad?

 

-¿Por qué?

 

-¡¿Cómo que porque?! Saga, por amor a Zeus, tu esposo no va a regresar, ¿comprendes? ¡No va a regresar! Ya es hora de que lo olvides-lo tomó del brazo para que lo mirara-Yo soy tu pareja ahora y te exijo que me des mi lugar.

 

-Tú mismo lo dijiste Aioria, mi pareja más no mi esposo…aún no. Aioros acaba de morir, ¿y ya me exiges que lo olvide? ¡No puedo, Aioria! ¡No puedo!

 

-¡¿Por qué?! ¡¿Acaso no me amas?!

 

-Si…digo no…si…¡No lo sé!-exclamo molesto.

 

-¡¿Cómo que no lo sabes?! Entonces, ¡¿Qué demonios te hace tenerme en tu cama si no sientes nada por mí?!

 

-Aioria…

 

-¡Nada! ¡Tú me pediste que te esperara y eso es lo que he hecho todo este tiempo! ¡No puedes tratarme como si fuera una ramera! ¡Aioros está muerto y me alegro  mucho por él! Porque ahora me toca ocupar su lugar como tu marido y te exijo que me trates como tal.

 

-¡Tu no lo entenderías!

 

No lo entendería. ¿Cómo podría hacerlo? Él no estaba en su lugar y no veía las cosas como las veía. Y es que, ¿Cómo hacer entender a su amante que sentía un terrible dolor y culpa por la muerte de su esposo? ¿Cómo hacerlo entender que aunque muchas veces se rió del castaño a sus espaldas y le fue infiel incluso en su propia cama, él aun lo quería? Quizás, no lo amaba como un esposo amaría a su pareja, pero sí lo quería. Lo apreciaba y le era difícil dejar de hacerlo.

 

Cuando conoció a Aioros hace dos años cometió el error de dejarse llevar por el deseo y el sexo que el castaño le brindaba, de casarse creyendo amarlo cuando lo único que había deseado era su cuerpo, nada más, y fue un error que pago muy caro, pues cuando conoció a Aioros conoció a su verdadero amor, pero estaba atado a alguien más. Cierto, quería divorciarse para estar con el menor, incluso pensaba en llegar a un juicio para no perder ni uno solo de sus bienes, y había planeado arrebatarle todo a Aioros, pero jamás deseo que algo le pasara. Jamás deseo que muriera, porque aunque no lo amaba, si lo apreciaba de cierta forma, más aun cuando Aioros siempre fue tan dulce y lo trataba como a un rey todo el tiempo, ¿Cómo no tenerle afecto a ese chico  tan encantador con el que convivía día a día? Era imposible.

 

Y lo peor es que solo se dio cuenta de esto cuando ya no lo vería nunca más.

 

Aioria no entendería aquel sentimiento de remordimiento que lo albergaba, aquel arrepentimiento que lo consumía. No, no lo entendería.

 

-¡¿Qué se supone que no entendería?! ¡¿Eh?! ¡¿Qué aun lo amas?! ¡¿Es eso?! ¡Si es así, solo dímelo y me iré, Saga!

 

-¡No!-tomo sus manos y lo estrello contra el auto-No quiero que me dejes Aioria, pero por favor, trata de comprenderme, Aioros…

 

-¡¿Aioros qué?!

 

-¡Aioros merece que…

 

-¡Aioros merece estar muerto!-volvió a interrumpirlo-¡Desde que te enteraste lo único que has hecho es hablar sobre él! ¡Aioros esto, Aioros aquello, Aioros, Aioros, Aioros! ¡¡Estoy cansado Saga, cansado!

 

-¡¡Entonces, vete!!-lo empujo violentamente para apartarlo de su auto, y justo cuando abría la puerta para entrar, sintió un fuerte golpe en la cabeza que lo hizo caer inconsciente.

 

-¡Saga!

 

Lo último que vio antes de perder la conciencia fue a unos hombres de negro sujetando a Aioria y llevándolo a una camioneta vieja sin matrícula, mientras uno de ellos se acercaba a él con una sonrisa sádica.

 

-Hola, hermanito.

 

OOOOO

 

No puso mucho tiempo para Albafica y Sasha regresaron a la comisaria, y cuando estuvieron ahí, sus compañeros les informaron lo que habían obtenido incluyendo la incredulidad que sentían por el parecido entre Saga y Kanon.

 

-Kanon de Dragón del Mar, 28 años. Nació el 25 de junio como único hijo de Unity de Dragón del Mar y de su esposo el millonario Julian Solo. Unity está cumpliendo dos cadenas perpetuas en una prisión de alta seguridad por doble asesinato. Mató a su esposo Julian y a su amante en su casa, mientras mantenían relaciones sexuales, además de que asaltó dos tiendas de auto servicio mientras estaba fugitivo por la ley. Su hijo, Kanon, tenía 8 años cuando eso sucedió, y fue enviado a casa hogares por no tener más familias. Ha entrado y salido de correccionales desde los quince, ha sido despedido  diez veces  de diversos trabajos por agresión, y trabaja actualmente conduciendo un taxi aunque ha tenido problemas con los pasajeros.

 

-Ya veo-Sasha suspiró-Parece que al final ese parecido con Saga sigue siendo un misterio.

-¿Qué encontraron ustedes?-pregunto Dégel.

 

-La razón de su estado mental-respondió Albafica.

 

-Descubrimos que sus padres enfrentaron demandas múltiples por violencia familiar cuando estaban juntos, las cuales no aparecen en su expediente. Demandas por la que nunca fueron detenidos debido a la importante influencia que Solo tenía en el sistema judicial, por lo que toda denuncia fue ignorada por la policía.

 

-¿Qué tipo de violencia, enana?-pregunto Kardia.

 

-Con la poca investigación que la policía logro reunir antes de que Solo interviniera, sabemos que fue tanto violencia psicológica como física por parte de ambos padres.

 

-Ocho años soportando maltratos y humillaciones, debió quedar muy afectado mentalmente-comento el de Acuario-Lo que explica su comportamiento por demás inusual.

 

-¿Saben si tiene amigos o conocidos que nos puedan brindar más información?

 

-De hecho Kardia, si tenemos a alguien que nos puede ayudar.

 

 

-¿De quién se trata?

 

-Del único amigo de Kanon-poso su vista en el de cabellos verdes, desconcertando a los demás-Camus de Acuario.

 

El francés cerró los ojos apretando los puños, ya se esperaba algo así, y ante esto solo había algo que hacer.

 

-Este sujeto es un periodista y trabaja para el periódico “Diario Oficial de Atenas”. Tenemos que interrogarlo para…

 

-Yo lo hare-interrumpió  Dégel a la de ojos verdes-Yo lo interrogare si no les importa, ustedes pueden ir a descansar un poco, creo que no han dormido mucho con el caso, ¿no es así?

 

-Está bien-Albafica miró su reloj y tomó sus cosas, dispuesto a marcharse-Iré a mi departamento a dormir al menos una hora, cuando tengan el testimonio no duden en llamarme, ¿de acuerdo?

 

-De acuerdo. Nos vemos más tarde, Piscis.

 

-Nos vemos, Dégel, caballeros.

 

-Yo también necesito descansar-dijo Sasha, dirigiéndose a la salida-Llámenme cuando todo esté listo, esperare su llamada chicos.

 

-Claro enana, duerme bien.

 

-¡Deja de llamarme “enana”, Kardia!

 

En cuanto Sasha se marchó, tanto el de cabellos azules como el de cabellos verdes se miraron de manera, pero antes de que el primero pudiera decir algo, el otro le cortó.

 

-Andando Escorpio, tenemos trabajo que hacer.

 

Kardia solo gruño molesto ante esa actitud, pero prefirió no decir nada por el momento pues sabía que habría más de un testigo en ese interrogatorio, y rogaba porque todo saliera de la mejor manera posible.

Notas finales:

Hola, hola,

 

jejeje, lo lamento, de verdad, tarde mas de lo que habia dicho, mucho mas, pero tuve mucho trabajo, pliss lo siento.

 

espero que les guste este cap, no olviden comentar

muchos besos y abrazos

 

hasta la proxima


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