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27. Xero (03) por dayanstyle

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Jenissi se apresuró del cafe para que Jin los llevara a él, a Ryu y a Jeonghan a través de las sombras. Luchó contra la sensación de náuseas mientras corría a su armario para encontrar algo que ponerse. No todos los días le pedían una cita para cenar con un vampiro.

 

¿Peter comería? Jenissi se dio cuenta que no le importaba. Que por fin iría a alguna parte, además de la tienda de comestibles. Algo que se había estado muriendo por hacer, desde que había llegado a este loco mundo. Con la ropa extendida en su cama, Jenissi corrió a tomar una ducha. Quedo con Peter en treinta minutos.

 

El vampiro no le había dicho a dónde iban. Dijo que era una sorpresa. Jenissi se sintió mareado mientras se apresuró a vestirse. No le cayó nada bien que Xero no se interpusiera, pero el guerrero había dejado bien claro que nada iba a pasar entre ellos. Así qué, ¿por qué dejaría pasar esta oportunidad?

 

Peter era un buen chico, divertido y cálido. No había ninguna razón para no acepta su oferta. Si se quedara esperando a que Xero cediera, terminaría necesitando un bastón y una dentadura postiza. Bañándose con sus lociones, Jenissi declaró que estaba sexy y listo.

 

—No tomará mucho tiempo, —le dijo a Jin y a Ryu mientras caminaba por la sala. Ellos estaban en su lugar habitual, Jin en la silla y Ryu sentado a sus pies. Parecían estar en paz de esa manera. Jenissi deseaba que Xero cambiara toda su forma de pensar, pero parecía imposible.

 

—Phoenyx va a mantener un ojo en ti a una distancia, —Jin le informó.

 

—¡¿Qué?! No necesito una jodida niñera. Tengo veinticuatro años. Edad suficiente para saber si quiero follar o no. —Resopló mientras caminaba hacia la puerta. No estaba pensando en dormir con Peter, pero la noticia de ser acompañado lo cabreó.

 

 

—Sigues teniendo una niñera, —llamó Jin mientras Jenissi cerraba la puerta detrás de él. Y allí Phoenyx lo esperaba en el pasillo.

 

—¿Listo?

 

—Por supuesto que no. No necesito a nadie que cuide y me vigile. ¿Y si hace un movimiento hacia mí, le darás un puñetazo?

 

Phoenyx se echó a reír. —No es probable. No estoy diciendo que tampoco dejare de vigilarte. Eso sí, no follen en la mesa del restaurante, y todo va a estar bien.

—¿Qué pasa si lo quiero hacer? ¿Sacaras su polla de mi culo?  Phoenyx se detuvo en la escalera, su boca cayendo a su pecho. —Tienes realmente una deficiencia cerebral que se conecta con tu boca, ¿no?

— Preguntó asombrado.

 

—Me han llamado cosas peores. —Jenissi sabía que estaba siendo crudo, pero estaba tratando que Phoenyx diera la vuelta y se alejara. Lástima que no funcionó.

 

Jenissi salió, y vio a Peter que lo esperaba con una sonrisa.

 

Supo que no intimidarían. Tan guapo como Peter era, no era Xero. Su corazón no estaría en ello. —Te ves comestible. —Peter extendió el brazo para agarrar a Jenissi.

 

—Gracias. Trata de no comerme. —Rió.

 

—No sueño con ello. — Peter le dio unas palmaditas en la mano mientras caminaban abajo por King Kennedy. Sus ojos se agrandaron cuando terminaron su caminata en un  restaurante  llamado  Malcor’s Melting Pot. Le pareció muy caro y lujoso.

 

— ¿Estás buscando que tengamos sexo?

 

Peter se rió entre dientes mientras mantuvo la puerta abierta, para luego seguir a Jenissi. —No lo estaba, pero no me negare si te ofreces.

 

—Podría suceder si sigues tratándome de manera tan especial. —Le sonrió Peter, una vez que se sentaron.

 

Miró por encima de sus menos, ordenaron la comida y luego comenzaron a charlar. —Entonces, ¿cómo están mis dos perros favoritos?

 

Peter se echó hacia atrás y sonrió, apoyando perezosamente los brazos en la mesa. —Bien. Tengo que decir, que les gusta bastante Tulip. Mickey seguía ladrando y arañando la puerta una vez que llegamos a casa.

 

—Tulip cayó y se durmió. Termina así después de un paseo.

 

Peter se inclinó hacia adelante, mirando a Jenissi directamente a los ojos. —Nunca he conocido a nadie como tú, Jenissi. Es refrescante encontrar a alguien tan honesto. Me gustaría llegar a conocerte mejor. Es una pena que alguien ya haya robado tu corazón.

 

—¿Estás hablando de Xero?

 

Peter asintió con la cabeza, mientras deslizaba la mano por la mesa y tomaba la de Jenissi. —Puedo ver cómo te mira. Como si fueras el único hombre en cientos de kilómetros. Lo tienes mal, Jenissi. —Se rió suavemente—. ¿Por qué estás conmigo?

 

Jenissi sonrió y estrechó la mano de Peter. —Por un lado, eres un jodidamente apuesto hombre. Grrr. — Jenissi suprimió la risa. — Y para ser honesto, quería salir. Probablemente no cuentas conmigo. Sólo quiero a un hombre, el problema es que él ha dejado claro que no me quiere.

 

—¿Se lo has dicho? ¿Has dejado claro tus intenciones?

 

— Creo que decirle de cuantas maneras me podía follar es muy claro.

 

Peter echó la cabeza hacia atrás mientras reía. Jenissi se echó a reír junto a él. — Eres refrescante, Jenissi.

 

—Gracias. Tomé una ducha, —bromeó con el vampiro.

 

 

 

Xero estaba siendo consumido por la rabia mientras se paseaba enfrente del Malcor’s. Vió a Peter tomar la mano de Jenissi  y  la  forma en que sus ojos se suavizaron mientras hablaba con el humano. Estaban muy cerca.

 

—¿Así que irás allí por él o vas a desgastar la acera, paseándote todo el tiempo? —Preguntó Joshua mientras se apoyaba en el edificio, Phoenyx a su lado sonriendo.

 

Xero apretó los puños cuando vio a Peter inclinarse y susurrarle en el oído a Jenissi, y luego el rubor de Jenissi.

 

Rompió la puerta, pisando fuerte dentro del restaurante.

 

Los ojos de Jenissi se abrieron como platos al notar a Xero. —¿También tienes una cita aquí? —Jenissi preguntó sarcásticamente.

 

Ohhh, estaba pidiendo una nalgada. Jenissi estiró sus labios en una sonrisa indolente mientras se quedaba mirando a Xero. Su sangre golpeaba sus oídos mientras veía las manos entrelazadas. Xero salió del restaurante, azotando la puerta, y comenzó a caminar de nuevo.

 

—Maldita sea, me alegro no estar en el extremo de receptor de ese resplandor tuyo. —Phoenyx rodó los ojos mientras cruzaba los tobillos. Joshua rió.

 

—Cállate, —espetó Xero mientras trataba de averiguar qué hacer. Entró y luego volvió a salir. No tenía duda de que estaba haciendo un culo de sí mismo, pero estaba confundido como el infierno por lo que estaba sintiendo.

 

—Sí, hazlo, esto es divertido. —Phoenyx rió.

 

Xero miró a Phoenyx y luego de nuevo al restaurante. Jenissi y Peter estaban sonriendo mientras hablaban, lucían como si Xero no hubiera lanzado un berrinche. Él no era así. Siempre mantuvo una distancia segura con sus amantes o amantes potenciales, sin dejar mezclar sentimientos.

 

¿Amantes?

 

Oh diablos, había perdido definitivamente su mente. ¿Cómo había pasado  a  estar  interesado  en  estar  alrededor  de  Jenissi  para…  para qué? ¿Volverse un imbécil obsesionado?

 

—Si no vas a hacer nada al respecto, entonces déjalo ir. No arruines la cita de Jenissi porque no puedes tomar una decisión, —dijo Phoenyx con actitud.

 

—Vamos. —Xero marchó, dejando a Phoenyx y a Joshua detrás mientras caminaba sin rumbo. No le mostraría a nadie que sentía algo por el humano. Era demasiado peligroso para Jenissi. Si alguno de sus enemigos lo hubieran visto, la vida de Jenissi estaría en peligro.

 

Joshua se encontró con él, caminando. — Vamos a seguir con nuestro plan y preguntaremos a unas cuantas personas. Phoenyx lo va a vigilar.

 

Xero se dirigió a través de la tienda de videos de segunda, malditamente cerca de romper la puerta, para luego atravesarla. Joshua lo empujó contra la pared, y le dio una mirada de advertencia antes de acercarse al mostrador.

 

Muy bien, tenía que quedarse. No tendría que sudar. Inclinó la cabeza hacia atrás, dejando escapar un largo suspiro para mantener su ira bajo control. Phoenyx estaba en lo cierto. Si no iba a hacer nada al respecto, entonces tendría que dejarlo ir. Xero se apoyó contra la ventana de vidrio, sintiéndose como un idiota total por cómo había actuado.

 

Jenissi se merecía ser feliz, incluso si no estaba con él. La pareja se veían felices juntos. Le deseaba la mejor de las suertes a Jenissi con Peter.

 

¿A quién diablos estaba engañando? Quería extraerle la garganta al vampiro. Xero salió a la calle, necesitando aire fresco para despejar su mente. ¿Qué estaba mal con él? Se sentía adolorido y necesitado. ¿Y que coño era eso de sentir mariposas en el estómago cada vez que veía a Jenissi?

 

 

Xero gruñó cuando vio a Song Baek Kyoung cruzar la calle con Jinu, el dueño del banco. Baek Kyoung era el hermano de uno que habían llevado al inframundo, encerrado por absorber el alma de otras personas, y desde entonces, Jinu tenía una erección por Jeonghan, el compañero de Joshua.

 

Xero corrió cruzando la calle cuando la pareja se detuvo. Iba a llegar al fondo de esto. A pesar de que sabían que Soo Man había robado el cristal, y tenía la capacidad de bajar al inframundo y liberar hasta los peores presos, tenía que saber qué papel jugaba Leam y Falcon.

 

Estaba a seis metros de ellos cuando Baek Kyoung lo vió y salió corriendo.

Xero comenzó a correr tras él cuando Jinu se interpuso en el camino.

 

—¡Fuera de mi camino!

 

Jinu lo miró y negó con la cabeza. —¿Han descubierto quien robó el cristal de la Bóveda? —Oh, ¿ahora estaba interesado? Cuando se dieron cuenta que había desaparecido, Jinu había hecho todo lo posible para ocultarlo de los guerreros—. ¿A qué se debe tu preocupación?

 

—Sólo quiero recuperar lo que por derecho pertenece a mi bando.

No con buenos ojos se ve cuando se hace el ridículo.

 

Demasiado tarde, Xero se dio cuenta lo que Jinu estaba haciendo. Baek Kyoung no estaba a la vista. —¿Qué demonios está pasando? —Dio un paso más cerca del grifo3 el cambia—formas—. ¿Por qué no me dejaste perseguir a baek Kyoung?

 

— No sé de lo que estás hablando. Tan sólo lo detuve a preguntarle por el cristal.

 

Xero estaba hasta las orejas de la mierda de todo el mundo el día de hoy. —Averiguaré lo que está pasando entre los dos. Y cuando lo haga, clavare tu culo en mi pared.

 

Jinu le dio la espalda a Xero, hablando por encima de su hombro mientras se dirigía a su bando. —Buena suerte con eso, guerrero.

 

 

Jenissi se despertó de sus sueños al sentir una presencia en la sala. Todavía era de noche. Mentalmente puso los ojos, recordando que siempre estaba oscuro aquí en el 'Reino Demonio'. Incluso con la gran cantidad de farolas y la iluminación de los negocios y residencias, todavía era de noche.

 

—¿Has dormido con él? —Xero preguntó airadamente mientras se dirigía a la habitación de Jenissi desde una sombra.

 

—¿Amante celoso? —Se sentó y se restregó los ojos mientras miraba al guerrero—. No sabía que estabas en este rol. Espera, tengo que encontrar mi papel. —Jenissi plantó los pies en el suelo. Solo una delgada sabana cubría su desnudez—. Oh, espera. Esto es correcto. No tengo ningún papel, en mi jodida realidad, porque no somos amantes, —espetó—. ¿Por qué te importa, tonto, cabeza dura e imbécil guerrero?

 

Xero estaba al otro lado de la habitación en cuestión de segundos, poniendo a Jenissi sobre sus propios pies. La sabana se deslizó, dejando al descubierto el eje erguido y orgulloso, que daba golpecitos contra su estómago. Maldijo por mostrar su excitación en el momento equivocado. — Te dije que no jugaras con fuego, humano.

 

—Y yo te dije que podía manejarlo, creo… espero. —Con tal de que estuvieran juntos. No digas algo estúpido o descabellado. Solo interesante. Está a tu alcance.

 

—No vamos a dormir juntos, Jenissi. —Xero una vez más se repitió como un disco rayado. Solo que está vez, no había convicción detrás de sus palabras. Era casi una súplica. Jenissi empujo las manos de Xero lejos de su cuerpo, retrocediendo.

 

—Entonces, ¿qué haces aquí preguntando sobre mi vida privada?¿Eh? —Jenissi cruzó sus brazos sobre su pecho, mirando a Xero observar su polla. — Si no estás interesado, entonces el que salga con ese sexy vampiro no te molesta.

 

—No debería, pero lo hace. —Xero miró hacia arriba a Jenissi, y luego volvió a mirar su furiosa erección.

 

—No te entiendo, Xero. He hecho todo lo posible en que he podido pensar para conseguir que te fijaras en mí. Me ignoras como si fuera un zancudo zumbando alrededor de tu cabeza, pero entonces apareces como un amante celoso. ¿Qué pasa? —

 Levantó su pierna derecha y con su pie se rascó su pantorrilla izquierda. Su piel alrededor de su pantorrilla se sentía como si un millar de pequeñas hormigas caminaran por todas partes. Estaba muy excitado y nervioso como el infierno, al mismo tiempo.

 

—Me he dado cuenta. —La voz de Xero cayó a un ronco susurro, cerrando la distancia. El aliento de Jenissi quedó atrapado cuando Xero lo levantó en sus fuertes brazos.

 

—Mierda, eres todo músculos. —Jenissi envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Xero, sosteniéndose en esta guerra para salvar su vida. Si Xero cambiaba de opinión en este momento, Jenissi lo golpearía con su dura polla.

 

—¿Por qué no me dejas? —Xero preguntó mientras sus dedos excavaban en las mejillas del culo de Jenissi—. Insistes en burlarte de mí, en atormentarme. No podemos hacer esto, Jenissi.

 

—Los dos somos adultos. No veo cual es el problema. — Gimió cuando las manos de Xero se deslizaron por su culo, aumentando su excitación—. Quieres, quiero. Ambos deseamos lo mismo.

 

—Lo que más deseas no siempre es bueno para uno, —dijo Xero mientras pasaba las manos por el pelo largo y caoba—castaño de Jenissi. El guerrero lo besó en la sien, por lo que los ojos de Jenissi se cerraron de placer.

 

—Necesito sentir una parte de ti dentro de mí, —declaró Jenissi suavemente mientras halaba suavemente el pelo de Xero.

 

Con un suspiro de satisfacción, Jenissi sintió una fuerte y cálida mano separando sus mejillas, y un dedo dando vueltas alrededor de su entrada. Tironeó hacia abajo contra el dedo de Xero, tratando de empalarse en este.

 

Xero gruñó en su oído mientras cumplía su deseo. —Diré cuando puedas manejar otro.

 

Jenissi asintió con la cabeza rápidamente. —Vale. Puedo manejar este. Ahora otro, dame otro dedo.

 

La piel de Jenissi ardió cuando Xero le dio una nalgada. Su cabeza pasó a dar vueltas cuando Xero añadió un segundo dedo. La nalgada valió la pena, cuando los grandes dedos de Xero acariciaban su sitio travieso. Colgaba cerca del borde cuando Xero añadió un tercer dedo.

 

—Oh, Jeseús, —enfatizó Jenissi la palabra cuando pequeños cohetes estallaban en su interior.

 

Xero lo iba a enviar al otro mundo, simplemente lo sabía. Agarró un puñado de pelo de Xero mientras el guerrero lo jodia como loco con los dedos.

 

—Quieres sentir mi polla en tu culo, ¿eh? —La voz de Xero era espesa con pasión, y se estaba moviendo, caminando lentamente hacia la cama de Jenissi.

 

Los ojos de Xero ahora estaban clavados en su polla mientras lo bajaba a la cama lentamente. Jenissi apretó las mejillas del culo, nada dispuesto a dejar que los grandes dedos lo abandonaran. Se sentían perfectos, demasiado bien, justo donde se encontraban. —Quiero sentir algo en mi culo, preferentemente tu polla.

 

Jenissi se quejó cuando el guerrero libero sus dedos. Xero tiró su ropa a un lado y Jenissi vio al guerrero musculoso en toda su gloria. —Ahora, esto es jodidamente un buen aspecto corporal. Dame un poco de esa polla de caballo que te cuelga. —Jenissi movió los dedos hacia Xero, siendo impaciente como siempre.

 

Xero le dio una palmada en el trasero de nuevo. —¡Ay! ¿Y eso por qué fue?

 

—Por tu boca sucia.

 

—Sabes que te gusta. —Sonrió con aire de suficiencia al guerrero de la polla extra—grande.

 

Xero rastrillo a Jenissi con sus ojos color chocolate, haciéndolo temblar con su seductora mirada. Jenissi enganchó sus rodillas con sus manos, tirando de sus piernas hacia su pecho y dándole a Xero una muestra de lo que tenía para ofrecer.

 

Xero se lamió los labios mientras se arrastraba hacia la cama y alineaba su polla. Jenissi se sintió frustrado cuando Xero no entro en él. Ya sabía que no necesitaban condones, Ryu le había informado, así que, ¿qué pasaba? El pánico se apoderó con la idea de que Xero hubiera cambiado de opinión haciendo que Jenissi se preocupara. —¿Qué está mal?

 

Xero apresó las muñecas de Jenissi y las llevó por encima de su cabeza, clavándolas con sus grandes manos en el colchón. —Nada. Deja que el lubricante natural haga el trabajo.

 

Jenissi se estremeció al oír la profunda voz de Xero. Era conmovedora y erótica.

 

—¿Natural? —Esto se estaba poniendo mejor y mejor. Jenissi apenas celebró mientras esperaba. Podía sentir los músculos de su entrada empezar a relajarse, algo húmedo deslizándose sobre su pliegue—. Eso es tan condenadamente  genial. —Suspiró.

 

Xero bajó la cabeza, tomando la boca de Jenissi en su primer beso. Xero reclamaba sus labios como un hombre poseído, y Jenissi estaba bien con eso. Su lengua exploro los lugares escondidos de la boca de Jenissi mientras sus manos seguían apresando las muñecas.

 

El guerrero se comportaba como un demonio, y Jenissi no podía haber estado más feliz. Su cabeza cayó hacia un lado cuando Xero empezó a explorar su cuello, mordiendo su hombro. Las caderas de Jenissi se resistieron cuando Xero lo besó para quitar el dolor.

 

Los tobillos de Jenissi se clavaron en la sólida y musculosa cadera de Xero cuando finalmente entró en él. Se quedó sin aire cuando la gran polla rozó su punto travieso y siguió su camino. Sus dedos se abrían y cerraban cuando la picadura de dolor se convirtió en el más asombroso placer jamás imaginado.

 

—Jenissi. Infiernos, Jenissi. —Xero parecía como si le estuviera pidiendo limosnas con los ojos para que Jenissi hiciera algo. Se veía torturado y lleno de lujuria, al mismo tiempo. Sus muslos poderosos subieron un poco más, por lo que el culo de Jenissi se elevó más alto.

 

Los labios de Xero tocaron los pezones de Jenissi con una posesividad tentadora cuando comenzó a moverse dentro del culo de Jenissi. Se comportaba como si fuera un hombre muerto de hambre, sus labios chupando cada centímetro del cuerpo de Jenissi como si tratara de comérselo vivo.

 

La cabeza de Jenissi iba lado a lado, el aliento saliendo bruscamente mientras Xero lo follaba más fuerte. Los musculosos muslos lo empujaron hacia adelante, haciéndolo gritar por un inextinguible placer.

 

—Oh Dios, Xero. —Un sentimiento de cercanía absoluta se apoderó de él. Jenissi se sentía como si estuviera dentro del cuerpo de Xero, como si fueran uno.

 

La cabeza del guerrero se levantó mientras miraba a Jenissi con ojos desmesurados. — No puede ser.

 

—¿Qué? ¿Qué no puede ser?

 

En lugar de responderle, Xero trató de follar a través del colchón el piso debajo de ellos. Jenissi se perdió, envuelto en un agonizante placer que parecía apoderarse de su mente, cuerpo u alma.

 

Nunca en su vida había sentido tan agobiante hedonismo. Fue sacado de la habitación y disparado directamente al cielo, donde Xero le hacía desear que esto durara para siempre.

 

Xero enganchó sus muslos más allá, llegando a su jodido punto travieso en cada empuje. Jenissi tiró de sus muñecas, tratando de liberarlas para poder cavar en los duros músculos de Xero.

 

Arqueó la espalda y alzó la voz cuando su polla explotó en el pecho de Xero. El guerrero cerró su boca sobre la de Jenissi cuando sus caderas empezaron a martillar en su culo.

 

Jenissi se sintió como si estuviera en caída libre. Estaba en un lugar de pura felicidad cuando Xero le demostró cómo podía follarlo. El guerrero prácticamente apretó su cuerpo alrededor de Jenissi, mientras gritaba en su cuello, su semilla caliente rellenando el canal de Jenissi.

 

Jenissi respiró borbotones desiguales de aire ya que sus sudorosos cuerpos estaban entrelazados. Xero lo abrazó con más fuerza, hundiendo la cara en el pelo de Jenissi e inhalando profundamente.

 

Sabía que Xero lo llevaría a otro mundo, y es allí donde Jenissi se sentía en estos momentos. Finalmente había tenido al feroz guerrero en su cama.

 

—No puedo. —Xero sacudió la cabeza como si luchara contra algo. Jenissi no entendía lo que estaba pasando. Habían compartido el mejor sexo del planeta.

 

—¿No puedes qué?

 

Xero negó con la cabeza mientras sostenía a Jenissi, su polla enterrada aun profundamente dentro de su cuerpo.

 

Todo tipo de posibilidades pasaban por su mente mientras la respiración de Xero comenzó a nivelarse. Permitió que el guerrero lo tirara contra su pecho cuando Xero se puso de lado y se aferró a Jenissi.

 

El guerrero estaba luchando algún tipo de batalla interna. Jenissi lo podía ver en sus ojos mientras lo miraba.

 

Quería ayudar, pero no sabía que hacer ya que Xero no le decía que estaba mal. Jenissi supo que preguntándolo no iba a recibir respuesta. El hombre grande había demostrado en el poco tiempo que lo conocía que esa teoría era cierta, una y otra vez.

 

—Prométeme que te mantendrás a salvo.

 

De todas las cosas que esperaba oír después de tan alternante sexo, esa no era una de ellas. Jenissi asintió mientras miraba hacia el otro hombre, el hombre más hermoso que jamás había visto. —Lo prometo.

 

Xero escondió la cabeza debajo de la barbilla de Jenissi, quedándose dormido. Jenissi parpadeó, sintiendo que había cerrado los ojos hacia sólo pocos segundos, pero eso no podía ser cierto. Debía de haber pasado algún tiempo porque cuando abrió los ojos, estaba solo.

 

Xero lo había dejado

 

continuara...

Notas finales:

....


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