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27. Xero (03) por dayanstyle

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Jenissi estaba enojado como el infierno. Había pasado una semana completa, y Xero todavía no había mostrado su rostro. Se sentó en una de las mesas de Useung’s, la barbilla apoyada en sus manos cuando tomó la hora del almuerzo — al igual que había hecho durante toda la semana —, mirando la puerta a ver si Xero mostraba su cobarde cara.

 

No era del tipo de joder y ya, y no apreciaba que Xero hubiera jugado con él de esa manera. Jenissi se sintió usado. Juzgando a Xero por sus acciones, el sólo había querido follarlo. ¡Qué bastardo!

 

—Va a aparecer, —trató de tranquilizarlo Peter.

 

—Agradezco el apoyo, pero he terminado con eso de perseguirlo. Si esta es la forma en que trata a sus conquistas, entonces no tengo nada más que decirle. — Jenissi podía sentirse cada vez más enojado por minuto, y luego se apagó. Xero hace tiempo le había dicho perfectamente claro, una y otra vez, que no lo quería.

 

Tenía que aceptar ese hecho y dejarlo libre. Al principio se había preocupado cuando no pudo encontrar al Demonio Guerrero después de su feliz noche de amor, pero todo el mundo le aseguró que Xero estaba bien.

 

Jenissi se sintió estúpido por lanzarse al guerrero. Lo único que hizo Xero al follarlo era demostrar que podía hacerlo, y permitirle ahogarse en su propio pozo de auto—compasión. —Creo que volveré al ‘Reino Humano’. Me mudare para que nadie pueda encontrarme. Estaré fuera del peligro, y todos serán felices, todos menos yo.

 

—No me gusta esa idea. ¿Quién te está esperando? —Peter preguntó mientras palmeaba la mano de Jenissi.

 

—Nadie, —admitió a regañadientes. No tenía familia o amigos. Ryu había sido su único amigo. Sin Xero, Jenissi estaría solo de todos modos, no importa dónde fuera. Era mejor que estar en este mundo con todos sus recuerdos.

 

Los recuerdos que su mente trataba de olvidar. No le haría ningún bien insistir en una magnifica noche que pasaron juntos, una noche donde nadie más importaba, sólo él y Xero. El guerrero lo había tratado como un precioso don, y ahora lo tiraba como un juguete usado. Jenissi se levantó, caminando directamente donde Useung. —Me voy a casa, Useung.

 

Su jefe asintió con la cabeza, comprendiéndolo. Jenissi le había dicho lo que paso y por qué estaba tan irritado últimamente. —Vuelve cuando te sientas mejor.

 

—No creo que me entendiste. Me voy a casa en el  ‘Reino  Humano’. No pudo estar más aquí. —Jenissi sabía que podía usar el Río Negro para ir a casa. Jeonghan le había explicado cómo usarlo. Todo lo que tenía que hacer era pensar en dónde quería ir cuando entrara, y lo llevaría allí.

 

—Realmente creo que debes evaluar tus opciones. Hay un montón de gente que está encariñada contigo.

 

Jenissi hizo un gesto con su mano, incapaz de enfrentar nada en este momento.

 

—Cariño… me jodieron y me dejaron con el culo mojado. Estoy harto de cariño. —Jenissi caminó fuera de la cafetería. Todo lo que tenía que hacer era ir por Tulip, y entonces podría irse.

 

Jenissi dio vueltas alrededor del edificio dos veces mientras trataba de encontrar una manera de entrar. Sabía que no había una puerta visible desde el exterior, pero se mostró reacio a llamar a cualquiera de los demonios en busca de ayuda. Sólo tratarían de hacerla cambiar de opinión de volver a casa.

 

Jenissi se dio la vuelta cuando escuchó un ruido detrás de él. El hombre de pie al lado del edificio de los guerreros le resultaba familiar. Espera, ¿ese no era el tipo que lo agarró en el supermercado y le llamó humano? ¿Qué estaba haciendo aquí?

 

—Eres un humano, —repitió lo que había dicho la semana pasada.

 

—No, soy un jodido duende verde que está en busca de una olla llena de oro. ¿Has visto al idiota que la robó? —Era demasiado fácil.   Estaba enojado como el infierno ya que Xero lo había usado y luego pasado a su próxima conquista, ¿por qué no desquitarse con ese tonto repetitivo?

 

—Eres un ser humano, —dijo el hombre mientras nuevamente agarraba a Jenissi por su brazo y tiraba de él a la parte trasera del edificio.

 

—Oh, demonios. Realmente eres un jodido idiota. Conozco a los Demonios Guerreros, y te patearan el culo cuando se enteres que me raptaste.

 

Los ojos del hombre se redujeron dándole una sonrisa lasciva y retirando sus labios. —Estoy contando con eso, humano.

 

 

 

Xero persiguió al cambia—formas camaleón abajo. Había conseguido finalmente encontrar a quien se hacía pasar por otras personas en la Ciudad Serenity. Xero y Ravi habían estado detrás de él durante toda una semana. Casi se les había escapado dos veces, pero se las habían arreglado para volver a encontrarlo.

 

Xero hizo una explosión de velocidad mientras saltaba por los aires y atrapaba al bastardo. Estaba cansado, con hambre, y extrañando a Jenissi como un loco. Le había sorprendido cuan unido estaba con el peculiar humano. Rápidamente superó su sorpresa y trato de regresar pronto donde su compañero.

 

Xero había decidido en ese momento dejar de luchar contra lo inevitable. Jenissi era suyo, y Xero estaba orgulloso por ello. Lo único que le fastidiaba de esa noche era el hecho de que tuvo que dejar la cama de Jenissi cuando sintió el tirón. Alguien estaba perdiendo su alma, y le correspondía a los guerreros atrapar al causante.

 

Lo que encontraron fue una persona corriendo fingiendo ser alguien que no era cuando se encontraron cara a cara. El hijo de puta se parecía a Xero. Una vez superó la conmoción inicial, la persecución había iniciado.

 

Había dejado una nota en la cómoda de Jenissi explicándole que tenía una misión lejos y que regresaría a sus brazos tan pronto    como pudiera. La idea de estar con su compañero nuevamente hizo que sacara las esposas de neutralización y las colocara en las muñecas del cambia— formas camaleón. —Hay alguien que espera con impaciencia su llegada.

 

El cambia—formas lucho contra Xero y Ravi. —Por favor, no me lleven donde Him Chan.

 

—    Debió de haberlo pensado antes de atravesar la ciudad fingiendo ser alguien que no es, — espetó Xero mientras lo agarraba junto a Ravi de cada lado del cuerpo, caminando con él a través de las sombras y emergiendo al ‘Reino Demonio’. Caminaron directamente hacia la sala de su líder, posando al cambia—formas a los pies de Him Chan.

 

—  Cambia, —ordenó Him Chan.

 

Xero vio que su imagen desaparecía lentamente y dejaba paso a la verdadera del cambia—formas. Todo el mundo se quedó sin aliento por el hombre que yacía a los pies de su líder.

 

 

 

Peter se mordía las uñas mientras caminaba rápidamente hacia el edificio de los guerreros. Había seguido a Jenissi tan pronto como salió de la cafetería. Por desgracia, lo había perdido. Sólo había un lugar donde podía ir antes de irse, a recoger a Tulip.

 

Supo de inmediato que el humano era un amo excelente y no dejaría a su perrita atrás. Peter sólo esperaba llegar a tiempo antes de que Jenissi desapareciera para siempre. Tenía que haber una manera de lograr que se quedara.

 

Jenissi no estaba pensando claramente, y Peter se negó a creer que Xero lo había usado. Los ojos del guerrero demostraban mucha fascinación y amor cuando mira al humano, con ganas de agarrarlo o golpearlo. Algo estaba mal, y Peter estaba decidido a averiguarlo antes de perder a su amigo.

 

Ahora todo lo que tenía que hacer era encontrar una manera de entrar  al  edificio.  Peter  caminaba  de  un  lado  al  otro,     finalmente deteniéndose a darle un vistazo. Nunca había visto a alguno de los guerreros, a excepción de Xero en el parque y luego en el restaurante. Pensaba que el Demonio Guerrero lo golpearía cuando se había dirigido a su mesa. Gracias a Dios, se había ido con la misma rapidez. Podría ser un vampiro, pero no era lo suficientemente estúpido para pensar que podría vencer al guerrero.

 

Peter se puso rígido cuando vio a alguien con un inconsciente Jenissi sobre su hombro. Se escondió junto a un basurero mientras observaba al hombre caminar cruzando en una esquina. Deslizándose al lado del contenedor azul, corrió por el lado del edificio y se asomó por la esquina.

 

No era bueno siguiendo a nadie. Perder a Jenissi lo demostraba. Peter aspiraba ser un vampiro, y estaba cansado de ser ridiculizado por su semejante, así que se había quedado por su cuenta. Hasta que Mitzy y Mickey quisieron jugar con Tulip.

 

Había cambiado todo.

 

Se agachó detrás de unos arbustos al ver que el hombre con Jenissi se detenía en la parte posterior del Malcor’s. Si se daba prisa, podría advertirle a Xero y esperar a que salvara al loco humano.

 

Peter se levantó, dio la vuelta y corrió hacia la dirección por la que había llegado. El tiempo era esencial, y tenía que encontrar alguna manera de entrar al edificio.

 

 

 

Jenissi se despertó con un dolor de cabeza. No estaba seguro de lo que había sucedido ni dónde estaba, pero este no era su apartamento en el ‘Reino Humano’ o el de Jin. Jenissi miró a su alrededor, tomando nota del gris y oscuro cuarto.

 

Encogió sus piernas contra el pecho, preguntándose por qué estaba allí. El hombre de la tienda. El recuerdo inundó nuevamente su mente. ¿Por qué el hombre seguía diciendo que era un humano? ¿Qué de especial tenía serlo?

 

Jenissi miró el desorden a su alrededor. Tenía que estar en una bodega. Habían cajas y cajas apiladas a su alrededor. Incluso algunos productos de limpieza en una estantería de la esquina. Su cabeza se levantó cuando oyó voces que venían desde el otro lado de la puerta.

 

Se levantó de la manta donde había estado sentado. Cruzó la habitación y presionó su oreja contra la puerta, tratando de oír lo que decían. Las voces eran apagadas como si estuvieran debajo del agua. Jenissi se apretó más cerca, conteniendo el aliento, esperando que eso le ayudara.

 

Se puso frustrado cuando no sirvió de nada y no pudo oír lo que las voces decían. La parte triste de toda esta jodida situación es que todo el mundo probablemente pensaría que había vuelto al ‘Reino Humano’. Lo había gritado en la cafetería.

 

Nadie vendría a buscarlo.

 

Jenissi se sentó sobre la rancia manta que había sido extendida en el piso. Abrazó sus piernas contra su pecho mientras miraba alrededor. Era una habitación sin ventanas, lo que no daba una esperanza de escapar. Había una desnuda bombilla colgando en el techo, iluminando la habitación y una puerta. ¿Cómo saldría de este lío? Imaginó todas las soluciones posibles.

 

Saltó cuando oyó el ruido de la manija de la puerta. Daba temor ser secuestrado en el ‘Reino Humano’, pero en el ‘Reino Demonio’… estaba aterrorizado. Su garganta comenzó a cerrarse cuando su corazón empezó a latir fuera de control. Oró para que alguien se hiciera cargo de Tulip, una vez que encontraran su cuerpo.

 

Detuvo un grito antes que se le escapara de la garganta cuando la puerta se abrió. Llevó una mano sobre sus ojos, tratando de que estos se acostumbraran a la total luz cegadora. Aunque la bombilla no tenía sobre carga, iluminaba tenuemente. Jenissi parpadeó un par de veces para que su visión se ajustara, y vio al hombre de la tienda con una sádica sonrisa en el rostro. —Eres un humano.

 

Jenissi sintió su temperamento disparar al techo. Ya era bastante malo que estuviera atascado en este mundo con un hombre que lo había usado y arrojado a un lado, pero ahora, ¿lo secuestraba un tonto repetitivo? Por supuesto que no, no estaba sucediendo. Sabía que no podía vencer al grande hombre, pero seguro como el infierno que se llevaría su ataque verbal. —Entiendo, soy un humano, ¿Ahora podemos pasar al siguiente tema, o vas a seguir repitiendo lo mismo, estúpido? —Se levantó del piso, mirando al hombre con sus manos en sus caderas. No era más que una reprimenda, pero Jenissi estaba muy molesto para pensarlo.

 

—¿Siguiente tema? —El hombre parecía un poco desconcertado con la situación. Jenissi sintió un escalofrío recorriendo su espalda cuando el hombre entró a la habitación—. El siguiente tema es que drenaré tu sangre humana.

 

Kim Goo. —Him Chan gruñó el nombre del reportero—. Por lo menos ahora sabemos cómo escribes tan rápidamente tus noticias.

 

—Pensé que era un vampiro, —dijo Joshua con desdén—. ¿Cómo diablos puedes ser un cambia—formas camaleón?

 

Kim Goo se arrodilló a los pies del líder, lucía como un ciervo atrapado por los faros, pero no dijo una palabra. Xero se sentía mal por él. El cambia—formas parecía que se iba a partir los huesos si seguía temblando tan fuerte.

 

Los ojos color verde—esmeralda de Kim Goo miraron a todos los demonios en la habitación. Se llenaron de temor cuando enfrentó a Him Chan. —No hice nada malo, Him Chan. Lo juro. —Su voz era tan inestable como sus miembros. Cuando las esposas empezaron a traquear por el estado asustado, Him Chan asintió con la cabeza a Xero para que se las quitara.

 

Su líder no tenía que decir nada. había trabajado a su alredor durante mil años, por lo que sabía lo que Him Chan quería sin necesidad que lo dijera. Xero metió las esposas en uno de los bolsillos de sus jeans, ansioso por ver a su compañero. Sabía que tenía que esperar hasta que esto se resolviera, pero la espera lo estaba matando.

 

—Entonces dime por qué fingiste ser Jin Ho y trataste de robar al hombre que estaba tirado al lado de Diablo’s. —Joshua dio un paso más cerca del cambia—formar—. Me acuerdo que te hiciste pasar como un guerrero y tomaste el cadáver lejos.

 

Kim Goo se deslizó una pulgada más cerca en sus rodillas al líder. —No estaba tratando de hacer algo malo. Quería ayudarle. Sólo me perdí del camino.

 

—¡Mentiroso! —Joshua gritó—. También pretendiste ser el dueño de Pankake House y Xero, dos veces. —Joshua señaló a Xero con el dedo—. ¿Por qué?

 

—Soo Man, —dijo en voz tan baja que apenas oyó el nombre.

 

—¿Qué tiene que ver con esto? —Him Chan se acuclillo, consiguiendo estar al mismo nivel que el cambia—formas—. Habla conmigo.

 

Kim Goo negó con la rubia cabeza. Las lágrimas corrían por su rostro antes de secarlas con el dobladillo de su camisa. —Me matará si te digo.

 

—Noticias de última hora. Mata a todos los que contrata en lugar de pagarles, —siseó Joshua—. Así que no puedes estar tranquilo, te golpeara hasta la muerte.

 

—No. —Kim Goo sacudió la cabeza con vehemencia—. No lo hice por dinero.

 

—Entonces, ¿por qué? —Preguntó Him Chan con un tono suave. Xero se alejó lentamente. Conocía aquel tono. Daba dos significados. O el líder realmente iba a ayudar al cambia—formas, o estaba recolectando toda la información antes de matarlo en el acto.

 

Normalmente sólo llevaban a los chicos malos al inframundo donde el portero, quien era juez y verdugo, y quien los declaraba culpables o inocentes. Si eran hallados culpables, serían torturados haciendo que revivieran una y otra vez sus malos actos.

 

Pero en raras ocasiones, Him Chan era juez y verdugo, matando a los culpables en el acto. Xero miró a los otros guerreros, dándose cuenta que también se estaban alejando.

 

—Dijo que mataría a mi hermano si no hacia lo que dijera. —Kim Goo se limpió la cara una vez más, bajando la cabeza en su posición arrodillada—. No le miento, se lo juro.

 

El líder extendió la mano, ayudando a que Kim Goo se pusiera de pie.

Xero contuvo el aliento, esperando a ver que iba a hacer Him Chan.

 

—Quiero que te vayas con Phoenyx. Te mantendrá oculto mientras solucionamos esto. —Kim Goo asintió con la cabeza y Xero dejó escapar el aliento. El periodista se detuvo delante de él, inclinando la cabeza—. Me disculpo por hacerme pasar por usted.

 

No supo que responder. La disculpa era sincera. Xero lo podía decir por el tono de voz de Kim Goo. —Eso sí, que no vuelva a suceder, — criticó a la ligera. Bueno, se estaba convirtiendo un blandengue.

 

Xero inclinó la cabeza hacia un lado cuando oyó que su nombre era gritado. Era como un eco lejano. Identificó a la persona que lo llamaba, cuando camino hacia la sombra del pasillo. Para su sorpresa, Peter iba y venía delante del edificio. Paraba cada pocos segundos para gritar su nombre con toda la fuerza de sus pulmones.

 

—¿Qué quieres? —Rompió Xero, cuando se acercó. No le gustaba el tipo. Aunque Jenissi era su compañero, Peter podría seguir quedando con él. Eso hizo que Peter fuera una de las personas que menos le gustaba en su lista.

 

—Sé que no te gusto por que salí con Jenissi. Así es el amor. Te eligió. No es por eso que estoy aquí. — El vampiro metió las manos en sus bolsillos, mirando a Xero.

 

—Tienes cinco segundos para decirme por qué estás aquí antes que necesites marcharte. —Se moría de ganas por ir donde su compañero. No tenía tiempo para estas tonterías. El concurso de quien se llevaba a Jenissi había terminado, él como ganador.

 

Peter sacó las manos de los bolsillos y señaló acusadoramente a Xero, con evidente enojo en su rostro. —Sabes, debí haber llamado a otro guerrero. Después de la forma en que lo trataste, dejándolo llorando, no te mereces a Jenissi.

 

—¿Qué demonios sabe de lo que paso entre nosotros? —El paso de avance se detuvo cuando las palabras de Peter finalmente penetraron en su cerebro—. Espera, ¿qué quieres decir con llorando? ¿Cuándo lloró? ¿Por qué estaba llorando?

 

Peter dejo escapar un gruñido ronco de su garganta. —¿Qué diablos te pasa? Traté de decirle que no eras un gran imbécil. La forma en que lo mirabas contradecía eso. —Los ojos de Peter brillaron con desaprobación—. Pero por la manera en que actúas ahora, estoy cambiando de idea.

 

—¿Quieres decirme simplemente de qué demonios estás hablando? — Xero había estado ausente durante una semana. Tal vez Jenissi había decidido que ya no le quería. ¿Por qué su compañero había estado llorando? Nada de eso tenía ningún sentido.

 

—Está bien. Si quieres que saque los trapos sucios aquí en la calle.

¿Cómo podías joderlo y luego desaparecer? ¿No sabes que el hombre está enamorado de ti? Está caminando por ahí con el corazón arrancado del pecho. —Peter levantó los puños, como si se estuviera preparando para una pelea—. Y eres un jodido puto por tratarlo de esa manera.

 

—No tengo jodida idea de lo que estás hablando, Peter. Ahora deja de actuar como un idiota y dime qué pasa. No lo jodí y lo deje elocuentemente. No es asusto tuyo, pero tenía que tratar una misión. Le deje una nota.

 

Peter parpadeó, bajando los puños. —¿En serio? No mencionó una nota.

 

—Mierda. —Las piezas cayeron en su lugar en la cabeza de Xero. Si Jenissi no había encontrado la nota, entonces él podría estar pensando que Xero lo había jodido y luego desechado después de la mejor noche de su vida. Eso si que era jodido—. Me tengo que ir. —Giró sobre sus talones. No había mucho que pudiera explicar. Si Jenissi no había encontrado esa nota, debía de estar sentado en algún lugar como loco. Xero no podía aceptar eso.

 

—¡Espera! —Peter gritó.

 

Xero se volvió hacia el vampiro. —No tengo tiempo para esta mierda. Mi compañero me necesita.

 

—Mierda, ¿tu compañero? ¿Le dijiste eso?

 

—No, y es por eso que tengo que encontrarlo.

 

Peter negó con la cabeza mientras agarraba el brazo de Xero.

 

Miró hacia los dedos del vampiro con una ceja enarcada.

 

—Lo que sea. Mira, él estaba en la cafetería sentado deprimido como el infierno. Estaba hablando de volver al ‘Reino Humano’ y mudarse para dejar todo esto atrás.

 

Xero tiró su brazo lejos y se dirigió al lado del edificio. No podía dejar que Jenissi desapareciera de su vida. El pequeño y sexy polluelo no se iba a alejar. —¿Hace cuánto tiempo? —Le gritó a Peter por encima de su hombro.

 

—No se fue.

 

Xero se detuvo, volviéndose hacia el vampiro. —No tengo tiempo para estos jodidos juegos. Dime dónde está.

 

Peter señaló hacia la parte trasera del edificio. —Lo seguí con ganas de hablarle y darle un poco de sentido. Lo perdí por un minuto, pero cuando lo encontré, un chico lo llevaba en su hombro… Jenissi estaba inconsciente.

 

Xero rugió y se dio la vuelta, golpeando repetidas veces el basurero que estaba a su lado derecho. Podía sentir la pérdida de su control. —Dime que sabes dónde está Jenissi, — gruñó con dientes apretados.

 

—Lo sé. Los seguí y luego volví por ayuda.

 

Xero inclinó la cabeza hacia un lado, mirando al vampiro. Pensó rápidamente que Peter era el único en este momento capaz de salvar su escuálido culo.

 

—Entonces llévame dónde está.

 

—¿No crees que deberíamos contar con apoyo? Sólo en caso de tropezarnos con un problema mayor. — Peter se encogió de hombros mientras daba un paso atrás—. No sería una perdida. Nunca se sabe.

 

Xero sabía que lo que Peter decía tenía sentido. Su mente no estaba trabajando bien en esos momentos. Luchaba por mantener el control.

 

Xero  tomó  su  celular  y  bruscamente  marco  el  número de Him Chan. Miró a Peter, observándolo de cerca. Si este vampiro tenía algo que ver con el secuestro de Jenissi, lo mataría sin pesar.

 

—Necesito ayuda, Jebissi fue secuestrado.

 

 

continuara...

Notas finales:

...


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