—Siento tu polla acosar sexualmente la mía.
Jenissi se deslizó de la cama y corrió a la puerta del baño. Se volvió hacia su compañero con una maliciosa sonrisa en su rostro. —No hay derecho de jugar ahora. Voy a llegar tarde al trabajo.
Xero se levantó y estuvo a su lado en cuestión de segundos, su grande cuerpo cerniéndose sobre Jenissi. —No vas a ir.
—¿En serio? —Jenissi le dedicó una sonrisa y luego se volvió hacia el cuarto del baño—. ¿Quieres apostar? —Cerró la puerta y encendió la ducha. Cuando se duchó, se dirigió de vuelta a la habitación para ver a Xero delante del armario, con los brazos cruzados sobre el pecho, diciéndole con su postura que no se iba a mover.
—Voy a trabajar desnudo si no te mueves. —La sonrisa de suficiencia cayó de la cara de Xero.
—Se razonable, bebé. No es seguro para ti.
—Tú mismo lo dijiste, no pasó nada. Ahora muévete antes de que me coja la tarde.
—Pero Jenissi…
—No voy a discutir contigo en este momento, —cantó Jenissi cuando salió desnudo de la habitación. Por lo menos se podía salir sin ayuda de los guerreros del edificio. Entrar sería complicado si Xero se enojaba con él.
¿Dónde iba a guardar su teléfono si no tenía bolsillos? Oh, bueno, le tendría que pedir a Jeonghan que llamara a Joshua para que pudiera entrar.
Xero dio un oscuro gruñido detrás de él. —Si tratas de salir desnudo, voy a golpear tu culo.
Oh, ahora eso parecía prometedor. Lástima que no tuviera tiempo para ver cuán cierta era la amenaza de Xero. Podría ser divertido. —Lo único que vas a hacer con mi culo es verlo atravesar esa puerta. —Jenissi chilló y se lanzó hacia la puerta cuando Xero se disparó a perseguirlo. Tan divertido como era esto, ahora no tenía tiempo.
Se agarró de la manilla de la puerta, ignorando las protestas de Xero. Jenissi no llegó muy lejos. Xero lo levantó antes de que pudiera salir. — Vale, vístete.
—Oh, pero hubiera sido un día tan interesante si me hubiera ido a trabajar desnudo. Piensa en la propina que hubiera hecho, —bromeó.
—Piensa en cuantas personas habrían perdido la vista cuando les sacara los ojos, —respondió Xero a la broma.
—Bien, déjame. Llegaré tarde. —Jenissi respiró cuando Xero lo dejó ir. Podía ver una tienda en el pantalón de la pijama de su compañero. Eso debió de encenderlo. ¡Que desperdicio de una erección en perfecto estado!
Jenissi tuvo que apresurarse y ponerse unos jeans. No era como si no estuviera afectado por el juego. Estaba pasando un tiempo difícil por controlarse. Le encantaba el sexy gruñido que Xero hacia cuando estaba encendido. Ser responsable era muy difícil. Y controlarse también estaba resultando serlo.
Xero metió la mano dentro de sus pantalones de pijama, palmeando su polla y liberándola, dándole a Jenissi una sexy mirada.
Mierda. Estaba caliente. Señor, el hombre estaba sacando todas las armas de fuego esta mañana. Si Jenissi no salía de allí pronto, iba a caer de rodillas y rendirle homenaje a la gruesa polla.
Tragó saliva y pusó la camisa sobre su cabeza cuando vio que liquido pre-eyaculatorio se reunía en la cabeza de la polla de Xero. ¡No era justo!
Jenissi metió los pies en sus zapatos y prácticamente corrió hacia la puerta. —Si todavía la tienes para cuando llegue a casa, te la voy a chupar hasta que el grueso señor cante. —Jenissi le guiñó el ojo y cerró la puerta detrás de él.
Dios, eso estuvo cerca. Otros treinta segundos y habría estado de espaldas con las piernas en el aire, pidiéndole a su compañero que lo jodiera hasta dejarlo sin sentido.
Ahora tenía que ir a trabajar con una furiosa erección. Gracias, amor.
—Espera, —gritó Peter a unos pocos metros de distancia—. Te acompaño al trabajo.
— No, tú también. Te lo juro, me siento como si estuviera de vuelta a la escuela primaria donde mi mamá mantenía como una sombra detrás de mí. Ella pensaba que no me daba cuenta, pero no es así. —Con un puchero, Jenissi se dirigió a trabajar. Sabía que Xero lo seguía de cerca. Era su compañero, y no esperaba nada menos del hombre.
—Claro, lo que sea. —Peter se rió cuando alcanzó a Jenissi.
—¿También eres mi niñera? —Jenissi añadió elevando la barbilla. Dejó escapar un suspiro cuando Peter se ruborizó—. Así que lo eres.
—Eres mi amigo, y estoy preocupado por ti. Se habla que varios presos se escaparon de las celdas.
—¿Cómo…? —Jenissi lo dejó ir. ¿Cómo diablos se había enterado Peter de las celdas? ¿Y cómo sabía lo que estaba pasando? Nada había pasado ayer, según Xero, así que, ¿cómo la gente sabía sobre el río crecido?
¿Qué demonios estaba pasando aquí?
Entraron a Useung’s, y Jenissi echó un vistazo alrededor. Se veía normal. No iba a preocuparse por ello hasta que no tuviera una razón para hacerlo. No le gustaba preocuparse. Nunca conseguía nada más que una enorme, enorme migraña.
No es algo que deseara. Le sonrió a Jeonghan que estaba detrás del mostrador, al ver a Joshua salir. —¿Has tenido que discutir para estar aquí?
—Le preguntó mientras se ataba el delantal a la cintura y anotaba que empezaba turno.
—No tienes ni idea. —Jeonghan rodó los ojos cuando se acercó—. Pensé que tendría que noquear a Joshua y ocultar el cuerpo.
—Lo mismo digo. Me toco amenazarlo que vendría a trabajar desnudo si no se quitaba del armario y me dejaba vestir.
Jeonghan se echó a reír cuando fijó la mirada en la comida especial de la vitrina. —Eso hubiera sido interesante.
—Pensé exactamente lo mismo. Supongo que Xero no quiso que todos vieran mi culo, porque se apartó del armario. A pesar de que trato de sobornarme con sexo.
Las carcajadas resonaron mientras Jeonghan se reía. —Joshua también lo hizo.
—Hombres, —resopló Jenissi al mismo tiempo que el primer cliente entraba—. Estaba pensando en ver una pelí. ¿Quieres junto a Joshua tener una cita doble?
—Por supuesto. Hay una de miedo que me estoy muriendo por ver.
—Genial. Pero si me hago pis en los pantalones, no me culpen. No sirvo mucho para ver pelís de terror.
El resto del día transcurrió en una nebulosa de servir bebidas y bromear con Jeonghan. Ryu pasó en el almuerzo, Jin vigilándolo desde la puerta. No se sentía mal. Parecía que todos los guerreros acoplados estaban siendo cautelosos. Xero lo había visitado cinco veces durante la mañana.
—Me voy y me ducho. Nos encontramos, —dijo Jenissi con una alegre sonrisa cuando Joshua y Xero se presentaron en el momento adecuado. Llegó a la casa sin incidentes y se dio una rápida ducha. Jenissi estaba realmente emocionado por salir y se sorprendió cuando Xero aceptó de buena gana. Debe de estar sintiéndose también tenso.
Todos necesitaban un descanso.
Xero vio a su compañero prepararse para la cita doble. Le preocupaba salir. ¿Qué pasaba si algo sucedía mientras estaban fuera?
Todo tipo de escenarios corrieron por su mente, pero no iba a decepcionar a su pareja. Jenissi lucía demasiado entusiasmado, saltando como un perrito cuando le dijo acerca de ir a ver películas.
¿Cómo se iba a negar a eso?
El miedo aún apretaba su pecho, haciéndolo sentir nervioso. Xero haría cualquier cosa para mantener a su pequeño compañero seguro.
—Estoy casi listo, —llamó Jenissi desde la habitación.
Xero sentía la necesidad de cerrar la puerta de la habitación y no dejar que Jenissi saliera hasta que todos este lío se resolviera. Sabía que no podía hacer eso, pero era tentador.
Su aliento se atrapó en su garganta, cuando Jenissi se pavoneaba en su dormitorio, luciendo tan bien como para comérselo. Los ojos de Xero siguieron todos sus movimientos, viendo su camisa apretada que abrazaba su cintura, y sus jeans de bajo vientre.
Nunca había visto a su compañero vestido así antes, y su polla se sentó y tomó nota. Xero tuvo que apretar su mano contra su erección, pero eso no ayudo. —Maldita sea, bebé.
Jenissi dio un giro. —¿Te gusta?
—Claro. —Círculó a su compañero, deseando desesperadamente tirar esa ropa y joderlo hasta el próximo milenio. ¿Cómo había terminado siendo tan jodidamente suertudo?
—Bueno, ahora, se te está cayendo la baba. Vamos a ir antes de que se te salgan los globos oculares por mi culo. —Jenissi se dirigió hacia la puerta, un caliente y jodidamente cachondo Xero detrás. Niño, los malos pensamientos ahora llenaban su cabeza.
Iba a tener mucha diversión al desnudar a su compañero esta noche.
Tal vez si era realmente bueno, conseguiría algún tipo de striptease.
Xero gimió. Iba a ser una larga noche.
Se reunieron con Jeonghan y Joshua en el pasillo, Jeonghan luciendo tan espectacular como Jenissi. Sólo iban a ir a cine, ¿verdad? Xero se sentía mal vestido con sus vaqueros y camisa.
Miró sus botas de combate, notando peladuras y un par de manchas de barro. Fue consciente que Joshua hizo lo mismo.
Levantó al ceja al otro guerrero, pero Joshua se encogió de hombro. Siguieron a sus citas abajo por las escaleras, sabiendo lo mucho que Jenissi odiaba las sombras.
Xero, junto con Joshua, querían usar las sombras para llegar allí, pero los dos hombres que caminaban delante de ello habían insistido en un agradable paseo.
Sus ojos recorrieron la calle mientras caminaba junto a su compañero.
No importa lo mucho que lo intentara, no podía relajarse.
Jenissi tiró de su mano, un ceño fruncido en su rostro. —Relájate. Es nuestro tiempo libre. Nada de cosas de guerrero.
Atrapó a Joshua riéndose y lo miró. No es como si estuviera siendo el Señor Perfecto. Sus ojos se movían siguiendo los lugares donde hace un momento estaban los de Xero. Xero envolvió un brazo protector en su compañero mientras llegaba el turno de luchar por no reírse. La película de categoría B no fue lo mejor. ¿Cómo es que Jeonghan veía estas cosas y se asustaba? Joshua había dicho que su compañero era un adicto a las películas de terror.
Lástima que no hubiera sido algo decente.
Xero y Joshuas esperaron a que sus parejas salieran. —Que porquería.
Joshua se rió entre dientes. —Estas son las que a Jeonghan le encanta ver.
Dejé de cuestionármelo hace mucho tiempo.
Sus ojos se agrandaron cuando Xero sintió el tan conocido tirón en su pecho. A alguien le estaban succionando el alma.
¡Mierda!
Xero irrumpió en el cuarto de baño, viendo a ambos hombres lavarse las manos. Se estaban riendo y hablando, normal.
Xero odiaba matar el estado de ánimo. Tenía planes muy indecentes para la ropa y ese caliente culo de su compañero.
—Tenemos que irnos.
Jenissi lo miró para protestar, pero una sacudida de cabeza de Xero lo tranquilizó. Salieron del cuarto de baño, en dirección a la oscura sala de cine. — No me gusta que nuestra noche termine, pero el deber llama.
—Entiendo, —dijo Jenissi, pero su cara contaba una diferente historia. Podía ver la decepción en los ojos de su pareja.
Xero ahuecó su rostro, le dio un beso rápido, porque nada más difícil que tener que irse, y luego llevo a su compañero de regreso a casa.
Joshua, Ravi y él, se reunieron en el pasillo mientras seguían el tirón. Terminaron detrás de Malcor’s viendo a un hombre con mirada vidriosa en sus ojos, lo que decía que le habían quitado el alma. No estaba ni de cerca de saber que había sucedido.
—Esto está jodido, —maldijo Joshua.
—¿Crees que tiene algo que ver con el río? —Ravi preguntó mientras recogía el cuerpo.
— Por la forma en que se ven las cosas, no lo descartaría, —comentó Xero mientras revisaba la zona.
Ravi giró a la izquierda mientras Joshua y Xero daban un vistazo alrededor. Algo parecía fuera de lugar. Era sólo una sensación en la tripa, pero estaba allí en su estómago.
Caminaron hacia el frente del restaurante, observando a la gente. Xero notó a JinJobo al otro lado del restaurante, asintiendo con la cabeza hacia él y Joshua para que se acercaran.
Le dio a Joshua una palmada en el pecho y señaló hacia Jinjobo. Joshua le siguió mientras la cabeza de Xero se quebraba en todas direcciones.
—¿Qué pasa?
Jinjobo se apoyó contra el callejón entre Malco’s y Diablo’s Night Club. —Hay algo extraño sucediendo por aquí.
—Dime algo que no sepa.
Jinjobo arrugó la cara mientras los miraba. —Sólo estoy tratando de ayudar. Teddy Park pateará mi culo si lo supiera.
—¿Vistes quién asaltó ese tipo detrás del Malcor’s? —Joshua preguntó.
—Si, y no era muy agradable. El hombre sólo lo estrelló contra la pared y le quitó el alma. Era repugnante.
—Así que, ¿quién era?
Jinjobo miró a su alrededor, como para comprobar que estaban solos. Hizo que Xero y Joshua también lo hicieran. Cuando Xero lo volvió a mirar, parecía que Ace había alcanzado su máximo punto. —El hermano de Soo Man ha escapado. Es peor que Soo Man. Están tratando de mantenerlo en secreto, pero Kim Soo Hyun tiene la mala costumbre de succionar almas. Así que ya lo saben.
Xero maldijo. Sabía que algo no estaba bien. Soo Man había descubierto la manera de sacar a los prisioneros sin usar el río. —¿Sabes si alguno más escapó?
—Sé que Danny Im salió.
Joshua golpeó la pared de ladrillo al mismo tiempo que una serie larga de maldiciones escapó de su boca. —Ahora Jeonghan está en peligro.
—¿Qué hay de Kim Woo Bin? —Xero le preguntó a jinJobo.
—¿Quién?
Tal vez ellos tendrían una pequeña oportunidad se Kim Woo Bin estaba todavía encerrado y al parecer lo estaba ya que Jinjobo no sabía de quién hablaban.
—Gracias. —Xero y Joshua arrastraron sus culos devuelta al apartamento. Ambos chequearon a sus compañeros antes de correr al apartamento de Him Chan. Había otros guerreros sentado en la sala.
—Lo sé. —Him Chan asintió con la cabeza mientras caminaba por la sala. Xero nunca antes había visto al líder tan agitado. Era inquietante por decir menos.
—Acabo de hablar con el portero, y está llegando la guerrera. Tres personas escaparon. Soo Man encontró la forma de desbloquear el cristal y ayudó a su hermano. En el proceso, Danny Im y Kim Woo Bin escaparon. Usó magía negra para crear una distracción mientras Kim Soo Hyun escapaba. Parece que fue quien puso el collar para que Jenissi lo encontrara. Soo Man quería que lo llevara hasta el portero. Todo era un jodido plan.
Xero se sentó en el sofá. Su peor temor haciéndose realidad. Kim Woo Bin había escapado.
Jenissi despertó con ligeros besos en su cuello. Xero lo haló más cerca y se agarró a él. De inmediato se dio cuenta que algo iba mal.
—¿Qué es?
Xero negó con la cabeza, su polla acurrucándose mientras exploraba su cuello. Jenissi podía decir que Xero estaba tratando de perderse en el momento, por lo que Jenissi abandonó el tema.
Se acostó a su lado mientras Xero le besaba la nuca y el cuello. La necesidad salía a ondas de su compañero.
Jenissi se mordió el labio inferior mientras Xero se empujaban en él, agarrando sus piernas y tirándolas hacia arriba, cubriendo su muslo.
Jenissi agarró el brazo de Xero, sosteniéndose de éste mientras Xero llegaba todo el camino. —Te amo, Jenissi. —Xero le besó el costado del cuello, enterrando su rostro mientras inhalaba profundamente.
—Me estás asustando, —respondió Jenissi mientras Xero se empujaba y salía.
—Lo sé.
Jenissi todavía no empujó el tema. Dejo que Xero se perdiera en su cuerpo. Si esto es lo que necesitaba su compañero, Jenissi se lo daría.
Los sensuales gemidos que se derramaban de su compañero hicieron que Jenissi olvidara los problemas que Xero había llevado a la cama y se perdió en el acto.
El calor caliente de la carne de Xero era embriagante, por lo que su cuerpo respondió de la única manera que podía hacerlo con su compañero.
Gritó cuando Xero agarró su pene y lo acarició hasta que la semilla de Jenissi salpicó las sabanas. Su compañero no estaba demasiado lejos, mordiéndole con sus romos dientes el cuello de Jenissi cuando gruñó y se quejó.
Xero jadeó mientras Jenissi metía la cabeza debajo de su barbilla.
Se quedaron en silencio hasta que Xero habló.
—Unos pocos escaparon.
La respiración de Jenissi se atrapó en su garganta. Sabía que al su compañero estar tan tenso y el río desbordándose, era el peor escenario posible.
—¿Quién? —No era como si no supiera, pero quería que su compañero se lo dijera, y se relajara.
—Kim Soo Hyun, Danny Im, y el peor de todos, Kim Woo Bin.
Jenissi había escuchado a los guerreros charlas sobre tomar iniciativas para recuperar el control.
Se quedó en silencio.
¿Qué iba a decir? Apenas estaba aceptando su vida como vampiro, y luego que su compañero era su guerrero. Jenissi tenía la sensación de que las cosas iban empeorar en vez de mejorar.
Xero lo abrazó estrechamente, haciéndole saber que no estaba solo. Jenissi se volvió en sus brazos y envolvió su cuerpo alrededor de su compañero, dejando que el Demonio Guerrero supiera que no estaba solo en esto.
No importa lo que pasara, Jenissi se quedaría al lado de Xero y le ayudaría a atravesar esto. Amaba al hombre con todo su corazón, desde el momento en que lo había mirado.
Jenissi dejó escapar un suspiro. No importa lo que pasara, supo que era un hombre afortunado por haber encontrado a Xero.
Fin