Yu Kwon se despertó sobresaltado. No solía despertarse en la cama de otra persona. Y definitivamente no solía sentir a nadie entre sus brazos.
Abrió rápidamente los ojos para ver a Min Hyuk dormido, acurrucado contra él. Yu Kwon nunca pensó que vería este día. No podía decir que no estaba feliz, porque estaba extasiado. Pero estaba preocupado de que Min Hyuk lo mirara de manera diferente ahora.
Yu Kwon sólo quería mantener a Min Hyuk en sus brazos todo el tiempo que pudiera. Algo así como por siempre. Él había sido el más dulce amante que Yu Kwon hubiera llevado a la cama. Contuvo el aliento cuando Min Hyuk finalmente abrió los ojos.
Estos brillaban con placer. Buenos días.
Yu Kwon dejó escapar el aliento mientras pasaba las manos por entre el sedoso cabello de Min Hyuk, sintiendo a su corazón corriendo fuera de control ante la etérea vista. Hola.
Min Hyuk sonrió, se estiró, y luego salió de la cama. Yu Kwon vio su cuerpo desnudo caminar hasta el baño. Lo había hecho. Finalmente había tenido a Min Hyuk. Sentía ganas de reír, gritar, y batir sus brazos en el aire ante lo glorioso de eso.
Y Min Hyuk no estaba molestó por lo que había sucedido como Yu Kwon había temido durante tanto tiempo.
¿Necesitas desayunar?
Yu Kwon miró sobre su hombro para ver a Jaehyo en las sombras. Se acordó de hace dos noches, de la forma tan ruda en que había tomado a Jaehyo. La culpa comenzó a arrastrarse por su conciencia por la forma en que había tratado al Príncipe.
No lo hagas. Disfruté cada minuto de eso le aseguró Jaehyo mientras cruzaba la habitación. Yu Kwon no podía dejar de sentirse culpable. Después de la forma en que fue tratado hace ya tantos años, ¿cómo él podría no hacerlo?
Iré a traerles el desayuno a los dos. Jaehyo se inclinó y besó los labios de Yu Kwon de manera sensual antes de irse desapareciendo ante los ojos de Yu Kwon. Bueno, estas cosas paranormales eran extrañas como el infierno. Gracias a Dios que él estaba acostumbrado a eso.
Los ojos de Yu Kwon se precipitaron en dirección al cuarto de baño cuando Min Hyuk salió, viéndose increíblemente hermoso. Su polla quería jugar de nuevo, pero reprimió el impulso. Su amante estaría dolorido de la noche anterior.
Jaehyo está trayéndonos el desayuno dijo Yu Kwon mientras Min Hyuk se metía en la cama. Yu Kwon le ofreció sus brazos y su amante de inmediato entró en ellos.
Bien, me muero de hambre. Min Hyuk abrazó a Yu Kwon, haciéndolo sentir como si fuera el rey del mundo.
Min Hyuk buscó a Kikwang tan pronto como llegó al club. Le agradaba el vampiro y quería bailar con él esta noche. Vio al hombre por el bar, pero antes de dar un paso hacia él, Jun lo detuvo.
Tengo algo para ti, pequeño Príncipe.
Min Hyuk no estaba muy seguro de eso. La última vez que alguien le dijo algo como eso, un collar de cuero negro fue colocado alrededor de su cuello. Miró primero a Jun y entonces le preguntó: ¿Qué podría ser? Si sacaba una tira de cuero, saldría corriendo de allí.
Para su sorpresa y deleite, Jun le tenía una variedad de collares brillantes y de colores. Le sonrió y los aceptó. — Muchas gracias. Sonrió mientras miraba a través de los colores.
Ah, no es nada. Sé que te gustan mucho. Jun se sonrojó.
«¿Podían los vampiros sonrojarse? Parece que sí». Min Hyuk sintió ganas de abrazar al hombre, pero sabía que a Yu Kwon y Jaehyo les daría un ataque si lo hiciera. Así que se conformó con un apretón de manos.
Corrió por la habitación, queriendo mostrarle a Kikwang lo que le habían regalado. Mira lo que Jun me dio. Le mostró la colección con orgullo. ¿Quieres usar uno?
Seguro. Kikwang sonrió. Elige tú el color.
Min Hyuk miraba los diferentes collares cuando se dio cuenta de que Sam se acercarse a él. Miró hacia arriba al segundo nivel, pero Jaehyo y Yu Kwon no estaban en la sala. Min Hyuk miró los brillantes collares, le entregó unos cuantos a Kikwang, y luego se volvió hacia Sam.
De alguna manera sabía que si su guardaespaldas se acercaba no era una buena señal. Tal vez era la expresión de su rostro, o la forma en que su cuerpo parecía decir te voy a matar a cada paso. Tenía que ser el vampiro más grande que Min Hyuk hubiera visto hasta ahora.
Principito, sígame. D.K se alejó. Min Hyuk lo siguió de cerca. ¿Qué sabía de D.K? Su nombre ya lo sabía. ¿Que el hombre era su guardaespaldas? Aparte de eso, Min Hyuk no sabía nada acerca de él. Jaehyo confiaba en él, por lo que debería ser un tipo de fiar.
Cuando se dirigieron hacia los cuartos oscuros, los pasos de Min Hyuk se volvieron dubitativos. Le habían dicho una y otra vez
que no volviera allí. ¿Por qué D.K lo estaba llevando en esa dirección? ¿D.K?
El enorme vampiro volvió la parte superior de su cuerpo, deteniéndose cuando vio que Min Hyuk no se movía. Todo está bien, Principito. Tenemos que ir por este camino.
Min Hyuk miró más allá de D.K, hacia el pasillo que estaba prohibido para él. Esto no se sentía bien, pero Jaehyo confiaba en Sam. Min Hyuk asintió mientras daba un paso más cerca de su guardaespaldas. ¿Dónde estaban Yu Kwon y Jaehyo?
Min Hyuk se mantuvo cerca de D.K, ya que no quería una repetición de lo que sucedió la primera vez que vagó por esas habitaciones. Unos pocos hombres pasaron por su lado, echándole un vistazo abiertamente. Min Hyuk sintió que su piel estallaba en piel de gallina por la cruda lujuria en sus ojos.
Habían pasado cuatro años, pero aun recordaba esa mirada, y nunca había sido un buen presagio para él. Sus manos comenzaron a sudarle, su corazón latía a un ritmo entrecortado mientras seguía al vampiro de gran tamaño. Sam golpeó una barra empujando la puerta de atrás, manteniéndola abierta para que Min Hyuk siguiera.
Mientras pasaba por el marco de la puerta hasta donde lo había llevado D.K, se dio cuenta que ésta daba al exterior. Cuando Min Hyuk vaciló, dando un paso hacia atrás, Sam extendió la mamano y lo agarró, obligándolo a pasar a través de la puerta.
Jaehyo enseñó los colmillos cuando se enfrentó al grupo de rebeldes que había invadido su club. Se preocupaba por Yu Kwon de pie a su lado, pero sabía que su aquelarre, su guardaespaldas, su segundo al mando, y el propio Príncipe morirían para proteger al pequeño Príncipe.
Se precipitó hacia el primer vampiro que saltó hacia él, llevándolo hasta el suelo y rasgándole la garganta. Jaehyo rodó sobre su cuerpo y se puso de pie con un suave movimiento, mirando para asegurarse de que Yu Kwon aún estaba a salvo.
Jun le informó que había visto a Sam poner a salvo a Min Hyuk. No se sentía nada bien el no tener a su cervatillo en su punto de mira, pero Jaehyo tenía que lidiar con el problema entre manos primero. Luchó mano a mano con el que él supuso era el líder de estos rebeldes.
La idea era estúpida en sí misma, teniendo en cuenta que los rebeldes eran solitarios y que no seguían las reglas establecidas por ningún aquelarre. Jaehyo se movió a una velocidad sobrehumana, superando rápidamente a su rival y matándolo allí mismo, en la pista de baile.
Cuando él puso sus ojos de nuevo en su feroz pareja, Yu Kwon estaba luchando contra uno de los rebeldes. El instinto protector de Jaehyo había hecho que cruzara la habitación, dispuesto a defender a su pareja cuando Yu Kwon dio un golpe con su pierna, tomando por sorpresa al rebelde y llevándolo hacia el suelo.
Jaehyo estuvo sobre el rebelde con rapidez, causándole la muerte ahí mismo donde estaba tendido. No hagas eso de nuevo.
Yu Kwon no le hizo caso y corrió en dirección hacia otro rebelde. Jaehyo gruñó y siguió a su compañero intencionalmente. Antes de que Yu Kwon pudiera entrar en combate, Hong Bin estuvo allí, matando a los vampiros.
Rome comenzó el proceso de borrado de mentes mientras su aquelarre comenzó a llevar los cuerpos de los rebeldes hacia la parte de atrás. ¿Dónde está Min Hyuk? Los ojos de Jaehyo escanearon el club, pero su pequeño cervatillo no estaba por ningún lado.
Vi a D.K llevárselo Jun le informó.
Jaehyo cazaría y asesinaría al cabrón si la muerte hubiera alcanzado a su compañero. Cerró los ojos, abriendo sus sentidos a la sangre de Min Hyuk. Lo llamó como si él fuera un faro en la noche. Una enorme necesidad de proteger y estar cerca de su compañero hizo que se le apretara el pecho a Jaehyo.
Al desmaterializarse, sus moléculas persiguieron lo que era suyo. La idea de que Min Hyuk estuviera en peligro hizo que Jaehyo se presionara para llegar hasta su compañero. Se rematerializó en su dormitorio, Min Hyuk estaba sentado en su cama. Sam se giró, dejando al descubierto sus colmillos cuando Jaehyo apareció.
Parecía como si le hubiera tomado un momento al enorme vampiro darse cuenta de que era Jaehyo quien estaba frente a él. Se dio cuenta que el guardaespaldas tenía instintos y reflejos rápidos. Retírate ordenó Jaehyo.
Sam asintió con la cabeza. Estaré afuera si necesitas algo.
Gracias por traerlo a un lugar seguro. Sam se inclinó. Es mi trabajo.
Jaehyo estaba agradecido. Fue capaz de luchar esta noche sin preocuparse por su pequeño cervatillo. Sin embargo, Yu Kwon era otro tema del cual se iba a encargar tan pronto como su pareja llegara. Jaehyo envió un mensaje mental, diciéndole a Hong Bin que trajera a Yu Kwon a él.
¿Estás bien, cervatillo? Jaehyo dijo mientras se acercaba a la cama. Min Hyuk no parecía haber sufrido ningún daño, pero él quería una confirmación verbal.
Estoy bien. Min Hyuk le asintió a Jaehyo. ¿Dónde está Yu Kwon?
Estará aquí dentro de poco. Gracias por seguir a D.K sin incidentes.
Min Hyuk se encogió de hombros mientras sus dedos jugaban con las sábanas. Jaehyo se dio cuenta de que algo estaba en su mente. ¿Qué te está molestando?
Min Hyuk cruzó las piernas mientras dejaba que la tela se deslizara de sus dedos. Yo estaba asustado porque no sabía lo que estaba pasando. Pensé que D.K me llevaba lejos.
Jaehyo se arrastró sobre la cama, jalando a Min Hyuk a sus brazos. Recuerda, Min Hyuk. Puedo seguirte a cualquier lugar. Siempre seré capaz de encontrarte. D.K podría haberte llevado a otro país, y yo te hubiera encontrado.
Me gusta eso. Min Hyuk sonrió. Me gusta sentirme a salvo contigo.
Jaehyo quitó los largos y sedosos mechones de cabello de la cara de su pareja. Siempre estarás a salvo. Se inclinó hacia abajo, acariciando con sus dedos las suaves mejillas de Min Hyuk mientras rozaba con sus labios el rostro de Min Hyuk.
Min Hyuk contuvo el aliento mientras cubría con sus manos las manos de Jaehyo. Hazme el amor.
Jaehyo no podía negarse ante tal petición. Había querido a Min Hyuk desde el momento en que había puesto los ojos en él. El hombre era un irresistible sueño.
Jaehyo besó a Min Hyuk, llevándolo hacia atrás, hasta que los hombros de Min Hyuk tocaron el satén y Jaehyo se cernió sobre él. Su ropa desapareció, junto con la de Min Hyuk. Siempre le había gustado ese pequeño truco de los suyos. Sin embargo, ahora le gustaba más teniendo a su pareja debajo de él. Jaehyo siseó cuando Min Hyuk se movió hacia abajo por la cama hasta que estuvo besando la polla de Jaehyo.
Sus afilados colmillos se alargaron cuando los suaves y húmedos labios se envolvieron alrededor de su polla. Jaehyo se volvió de lado, dejando que su compañero hiciera temblar al jodido mundo, y eso era exactamente lo que estaba haciendo Min Hyuk.
Jaehyo pasó las manos por entre el cabello de Min Hyuk, empujando suavemente su cadera en cortas ráfagas. Jaehyo se inclinó y se volcó alrededor de Min Hyuk, tomando la polla con su boca. El placer de mamar y ser mamado hacía sentir a Jaehyo vivo. Pero tenía que ser cuidadoso. Sus colmillos estaban en toda su longitud, capaces de hacer mucho daño.
Lamió la cabeza en forma de hongo, lamiendo el pre-semen que se escapaba como si fuera un río de la más exquisita ambrosía. Min Hyuk tenía que haber sido hecho sólo para él. Sabía demasiado jodidamente bueno. Jaehyo trazó la vena que corría por un lado de la polla de Min Hyuk, sus dientes dolían por hundirse en ella.
Jaehyo lamió hacia abajo hasta el saco de Min Hyuk, atrayendo una a una las esferas en su boca. Cuando separó las nalgas de Min Hyuk pudo ver la hermosa estrella, en la que sabía que tenía que estar profundamente enterrado cuando se corriera.
Lo lamió allí, para conseguir relajarlo y humedecerlo antes de insertar un dedo. Min Hyuk se estremeció y gimió. Jaehyo volvió a chupar la polla de Min Hyuk mientras él insertaba un dedo tras otro. Cuando tres dedos consiguieron estar allí, supo que no podía esperar más.
Sobre tu espalda, amor.
Min Hyuk soltó el pene de Jaehyo, acostándose y extendiendo sus piernas. Joder, si esa no era una atractiva invitación. Jaehyo agarró el lubricante de debajo de su almohada y preparó el apretado culo de Min Hyuk para su longitud.
Jaehyo lubricó su polla y luego la alineó, los ojos los puso en blanco cuando entró en su pareja. Agarró las piernas de Min Hyuk, arrojándolas sobre sus hombros y luego lo agarró de las caderas. La sensación de sentirse apresado por un puño lo tenía respirando con dificultad.
Bajó la mirada a los ojos de Min Hyuk, viendo la confianza que su pareja le estaba entregando. Jaehyo se empujó dentro y fuera de él, volviendo la cabeza para besar la pantorrilla de Min Hyuk.
Jaehyo escuchó la puerta del dormitorio abrirse y cerrarse, y supo que Yu Kwon había llegado. Continuó empujándose dentro de Min Hyuk, a la espera de ver lo que su pequeño soldado iba a hacer. Sorpresa no alcanzaba siquiera a empezar a describir lo que sintió cuando Yu Kwon subió a la cama desnudo, tomando los labios de Min Hyuk con los suyos.
¿Se siente bien? Yu Kwon le murmuró a Min Hyuk.
Sí siseó Min Hyuk mientras levantaba las caderas más alto. Jaehyo casi pierde el sentido cuando sintió los dedos de Yu Kwon abriéndose camino dentro de él. Se inclinó hacia delante, besando el cuello de Min Hyuk mientras Yu Kwon lo preparaba.
Había tenido más de un amante en su cama durante siglos, pero el pensamiento de tener a sus dos parejas hacía que la cabeza de Jaehyo girara fuera de control.
Tu cuerpo se siente tan bien Jaehyo canturreó en el oído de Min Hyuk.
Bebe de mí le rogó Min Hyuk mientras que las manos de Yu Kwon relajaban a Jaehyo.
Jaehyo recorrió con la punta de su colmillo la delicada piel de Min Hyuk y luego se hundió en su cuello, bebiendo profundamente en el mismo instante en que Yu Kwon lo penetraba.
Jaehyo y Yu Kwon encontraron un ritmo mientras su polla se deslizaba dentro y fuera de Min Hyuk. Sus brazos rodearon a Min Hyuk, tirando de él mientras sus labios se sellaron alrededor de la mordida. Bebió antes de sellar la herida, sus papilas gustativas protestaron por la pérdida.
Min Hyuk fue el primero en gritar, su semilla bañó sus pechos mientras Yu Kwon se clavaba en Jaehyo.
No podía aguantar más, el cuerpo de Min Hyuk ordeñaba su orgasmo. Jaehyo rugió cuando se corrió, completando así el vínculo entre él y Min Hyuk. Podía sentir el amor y la confianza saliendo de su pequeño cervatillo en ondas.
Jaehyo devoró su boca en un hambriento frenesí mientras Yu Kwon se puso rígido y gritó detrás de él. Acariciaba a Min Hyuk, sonriendo mientras Yu Kwon se desprendía y se extendía junto a los dos.
Ahora todo lo que tenía que hacer Jaehyo era ganarse la confianza de Yu Kwon. Una confianza que tendría que abrirse paso dentro de su pequeño soldado y completar el apareamiento.
De alguna manera sabía que no iba a ser fácil.
Yu Kwon vio que Hong Bin e Jun hablan en el bar. Se preguntó si se quedarían callados si él se acercaba. Eso ocurría mucho con Changjo. El hecho de que lo escucharan una vez, no significaba que él ya era parte de la camarilla de vampiros.
Se acercó y se sentó en un taburete de la barra, le pidió agua helada a Jae Kyung, mientras esperaba a ver qué era lo que los dos iban a hacer.
Hong Bin fue el primero en darse la vuelta y verlo allí sentado.
Hey, Yu Kwon. Le estaba diciendo a Jun de que tu idea funciona dijo en una voz baja y cómplice. Buena jugada, debo añadir.
Yu Kwon asintió con la cabeza. ¿Se encuentra a salvo? El hecho de que fuera él quien tuvo la idea no significa que quisiera causarle daño a alguien.
Estará bien. Él sabe cómo manejarlo dijo Hong Bin.
Yu Kwon atrapó lo que había querido decir Hong Bin. Ellos no querían que nadie se enterara de la identidad de quien fue enviado a espiar al otro aquelarre.
Hay un juego de póker en la parte de atrás, y nos dirigimos hacia allá. ¿Quieres unírtenos? Jun le preguntó mientras tomaba su copa de la barra.
Yu Kwon estaba en shock. Sí, claro. Tomó su agua con hielo y los siguió a los dos, Yub persiguiéndolo de cerca. Yu Kwon no estaba seguro de cómo se sentía acerca de su guardaespaldas, pero con todas estas personas extrañas y criaturas en este lugar, no le parecía tan malo tener uno.
Yu Kwon los siguió hasta los cuartos oscuros, preguntándose por qué se dirigían ahí. Jun abrió y mantuvo abierta una de las puertas de la izquierda mientras los cuatro se filtraban en la habitación. Para su sorpresa, en realidad una partida de póker estaba siendo jugada allí.
Tenemos a un nuevo jugador anunció Jun mientras se sentaba en la mesa redonda. Yu Kwon se sentó en frente, mirando a todos a su alrededor. Tae Ho se situó detrás de Yu Kwon, sin decir una palabra.
Oye, tú eres el pequeño Príncipe dijo uno de los hombres.
Yo no soy pequeño. Yu Kwon gruñó. Estaba tan cansado de los apodos que le imponían sólo porque era más bajo de la estatura promedio de los hombres. Los apodos eran ofensivos para él, y se sentía francamente molesto cuando alguien le decía uno.
Relájate, amigo. No quise decir nada con eso dijo el vampiro, sacudiendo la cabeza mientras se repartían las cartas.
A Yu Kwon pronto se le olvidó su enojo y comenzó a disfrutar realmente del juego. Los hombres alrededor de la mesa lo trataban como a un igual y por primera vez Yu Kwon sentía como si estuviera haciendo amigos.
Después de unas horas el juego se rompió, Yu Kwon se alejó un poco más rico.
A la misma hora la semana que viene, Yu Kwon el vampiro que lo había llamado previamente pequeño le recordó.
Entendido, Junhyun. Golpearon sus nudillos y Yu Kwon salió de la habitación seguido de Hong Bin y Jun, Yub los seguía de cerca.
Yu Kwon se dirigió hacia su escolta y lo miró. ¿No te aburres siguiéndome?
Tae Ho se encogió de hombros. Normalmente consigo estar muy muy aburrido durante una asignación, pero tú has demostrado ser un humano muy interesante.
Yu Kwon no estaba muy seguro de ser una persona interesante. ¿Qué quieres hacer esta noche?
Tae Ho parecía estar un poco sorprendido de que Yu Kwon le hubiera preguntado. La decisión no depende de mí. Mi trabajo es mantenerte a salvo.
Yo no te pregunté cuál era tu trabajo. Te pregunté lo que querías hacer dijo Yu Kwon mientras se apoyaba en la pared. Lo que quieras, lo haremos. Es mi manera de decir gracias por seguirme sin pensar por todos lados.
Tae Ho resopló mientras cruzaba sus enormes brazos sobre su ancho pecho. Yo no iría tan lejos como para decir sin pensar, Príncipe.
Yu Kwon se empujó de la pared y caminó hacia la parte delantera del club. Llámame Yu Kwon. Príncipe suena demasiado formal.
Sé de algo que podemos hacer, pero requiere que salgamos del club. ¿Estás listo para eso?
Yu Kwon sonrió para sus adentros, mientras se daba la vuelta. Muéstrame el camino.
¿Qué están haciendo? Min Hyuk le susurró a Kikwang, ya que ellos se habían colado para echar un vistazo a uno de los cuartos oscuros.
Se llama adficio venatus. El juego de drenaje. Los dos vampiros se turnan para darle pequeños mordiscos al humano, tomando una pequeña cantidad de sangre de él. El objetivo del juego es ver cuál de los mordiscos hace que el humano tenga un orgasmo.
Min Hyuk observaba con fascinación cómo uno de los vampiros mordía en el cuello al humano. El cuerpo del hombre se estremecía y luego el vampiro se alejaba, cada uno tomando su turno. Él sabía lo que era ser mordido. Jaehyo le había mordido, pero Min Hyuk no estaba muy seguro de que pudiera jugar este juego. ¿Acaso no tienes que preocuparse por la persona que muerdes?
Mira, mira, mira. Kikwang lo golpeó en el brazo para que Min Hyuk se inclinara un poco más. El vampiro de la izquierda mordió, haciendo que el humano gritara. Su polla se sacudió mientras su semen explotaba sobre su pecho.
Creo que no deberías estar viendo algo tan íntimo.
Kikwang cayó de culo tratando de alejarse de la puerta. Min Hyuk se dio la vuelta para ver a Jaehyo detrás de él. Fue pillado y no tenía ni una sola excusa para dar. Jaehyo llegó junto a ellos y cerró la puerta de la habitación que habían estado espiando.
Ve a nuestra sala, Min Hyuk le ordenó Jaehyo con calma.
Min Hyuk miró a Kikwang, orando para que el vampiro no fuera a estar en un mierdero de problemas. Habían sido curiosos. ¿Qué tenía de malo ser curioso?
No se iba a quedar para preguntar. Min Hyuk se alejó por el pasillo.
En el momento en que llegó a la sala en el segundo nivel, su corazón estaba acelerado. Observó a Jaehyo subir lentamente por las escaleras, su rostro estoico.
Min Hyuk no estaba tan seguro de que quisiera que Jaehyo se le uniera. En cambio sí estaba muy muy seguro de que no lo quería. El Príncipe se deslizó en la sala, colocando las manos sobre la mesa frente a él.
¿Por qué estabas en los cuartos oscuros? ¿No te he advertido que nada bueno puede venir de que te aventures ahí?
Min Hyuk jugaba con sus manos sobre su regazo mientras miraba las manos de Jaehyo. ¿El Príncipe haría que volviera con Changjo por haber sido desobediente nuevamente? Min Hyuk no quería serlo, pero el mundo de los vampiros le fascinaba. Quería explorarlo, no tenerlo prohibido.
Sí respondió él.
¿Puedes decirme por qué fuiste allí esta vez?
«Kikwang». Min Hyuk dijo la palabra en su mente, pero él no iba a dejar a su amigo solo en esto. Se encogió de hombros, no muy seguro de lo que debía decir. Su amigo pudo haber sugerido que fueran allí, pero fue su curiosidad la que lo hizo seguir al vampiro.
La curiosidad no siempre es buena, cervatillo. Adficio venatus es un juego muy privado. Es el equivalente a que alguien nos mire mientras hacemos el amor.
Min Hyuk jadeó cuando levantó la vista hacia el Príncipe. Yo no lo sabía. Por favor, créeme.
Jaehyo asintió mientras su mano se acercó a acariciar el cabello de los hombros de Min Hyuk. Te creo. Los cuartos oscuros son privados. Y pienso que nadie debería invadir su privacidad.
No lo haré. Prometo no volver allí de nuevo.
La parte posterior del dedo índice de Jaehyo rozaba arriba y abajo la mejilla de Min Hyuk. Quería apoyarse en éste, pero tenía miedo de que el Príncipe estuviera muy molesto con él, como para que Min Hyuk tomara el placer de su contacto.
Jaehyo le sonrió. No creo que cumplas esa promesa.
Ahora veo que eres tan curioso como un gato.
Los dos se volvieron cuando Hong Bin se acercó a la mesa. Podía ver la oscuridad caer sobre los ojos del Príncipe.
Estoy teniendo una conversación privada con mi pareja en este momento. ¿Puedes esperar? Jaehyo le gruñó a Hong Bin.
El vampiro visiblemente tragó saliva mientras negaba con la cabeza. Yu Kwon desapareció, junto con su guardaespaldas.
continuara...