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32. El oso de Junho (22) por dayanstyle

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Notas del capitulo:

YEWOOK buhahahahhhahahahahahaha

YEWOOK couple... soon

Lee Joon tenía un pie en el escalón inferior de la escalera pero se detuvo viendo por arriba del barandal a la sala. No había manera de que estuviera viendo a un vampiro. —¿Quién es el chupasangre? —dijo hacia la sala.

—¡Lee Joon! —su Pa lo amonestó—. Usa tus malditos modales.

Lee Joon quitó su pie del escalón y se dirigió a la sala, al parecer la familia entera estaba sentada ahí, menos Chansung. ¿Por qué no lo invitaron a esa reunión secreta? Lee Joon sólo se había despertado para buscar algo dulce, y aquí estaba su familia teniendo algún tipo de conferencia. —Está bien, ¿quién es el que drena las venas?

Su Pa exhaló fuerte y señaló una silla en el lado opuesto del cuarto. —Toma asiento, dado que tus modales parecen que se quedaron arriba de las escaleras.

Lee Joon entró a la sala y tomó asiento, viendo a Junho, quien estaba sentado al lado del vampiro. Él estaba confundido como el infierno de lo que estaba sucediendo. La pareja de Chansung no debería de estar sentado al lado de un no muerto.

r13;¿Dónde está Chansung?

 

—Él está con Jongin. Regresará pronto —dijo Seung Ho con una sonrisa en su cara—. Y no me moveré hasta que vea a Chansung tratar de matar aquí al Conde Drácula.

—Afuera —Pa le dijo a todos en el cuarto—. Todos ustedes niños vayan a dormir dado que no pueden comportarse.

 

Lee Joon vio al menor, Doo Joon, tomar a su pareja y dirigirse a las escaleras. Soo Hyun y su pareja, Dongho, lo siguieron. Lee Joon no movió un músculo. Él estaba de acuerdo con su gemelo, Seung Ho. Quería el asiento del frente para ser testigo de la ira de Chansung.

—Niños —Pa advirtió. Cuando ninguno de ellos se movió, su Pa se levantó en toda su altura—. Ahora.

En lugar de ir a las escaleras, Lee Joon salió por la puerta del frente. Se sentó en los escalones del porche, escuchando los primeros pájaros de la mañana empezar a cantar sus melodías. La camioneta de su hermano Chansung entró por el camino y se dirigió a la casa.

Lee Joon se puso de pie y caminó hacia la camioneta de Chansung mientras su hermano se estacionaba. —Tenemos compañía. —Sentía que su hermano debería de tener alguna pequeña advertencia antes de entrar a la casa.

Chansung juntó las cejas mientras salía de la camioneta y cerraba la puerta. —¿Quién?

—Junho y un vampiro.

Chansung se apresuró hacia las escaleras ante las noticias.

r13;¿Junho está bien?

 

—Me parece que está bien —dijo Lee Joon mientras subía los escalones del frente.

Ese había sido un largo día.

 

Junho pudo oír a Chansung afuera con Lee Joon. Sus nervios se tensaron  cuando  oyó  el  rechinido  de  la  puerta  de  malla al abrirse. Quizás había sido un poco descuidado al decidir venir aquí. Eso pareció lo más lógico en ese momento.

—¿Qué sucede? —Chansung preguntó mientras entraba a la sala. Sus ojos grises revisando a Junho como si buscara heridas.

—Los dejaré solos niños para que hablen —dijo el padre de Chansung, mientras señalaba con su mano a Ryeowook—. Ven, Ryeowook, vamos a buscar algo de café.

—Yo…uh…no bebo café, señor — Ryeowook dijo mientras seguía al padre de Chansung fuera del cuarto.

—Entonces es tiempo de que empieces.

 

Junho los vio retirarse, inseguro de qué hacer. Chansung cruzó el cuarto y tomó asiento al lado de él, sentándose tan tenso como Junho estaba. —¿Sucede algo?

Junho sacudió la cabeza. —No. Sólo no me sentía como para regresar a casa. —Se sentía como un total imbécil. Después de las palabras que le había lanzado a Chansung en el campo, Junho no se sorprendería si Chansung lo echara. No había sido muy amistoso. Junho sintió pánico con Chansung estando tan cerca, pero hizo su mejor esfuerzo para mantener esa pequeña información en si mismo hasta poder entender sus emociones.

—Sabes que siempre serás bienvenido aquí —dijo Chansung viéndose un poco más relajado.

Ahora Junho se sentía como una mierda. Chansung estaba siendo amable, incluso después de que él le dijo que se jodiera. Junho se rascó el mentón, preguntándose por qué le había dicho eso a este hermoso hombre. Él siempre había sido cortés en la conversación. —Gracias.

—Tenemos una habitación extra arriba —dijo Chansung mientras señalaba hacia el techo—. Creo que tu amigo puede necesitarla.

 

Junho asintió aturdido. ¿Chansung lo estaba invitando a su cama? Su corazón comenzó a latir fuerte debajo de sus costillas mientras la boca de Junho se secaba. Él quería contestar, darle a Chansung una respuesta. Sólo no estaba seguro de que las palabras pudieran salir de su seca garganta.

—Entonces vamos a instalarlo. —Chansung se puso de pie y le ofreció la mano a Junho, él la ignoró y se paró al lado de Chansung.

—Quizás deba regresar a casa.

 

Chansung se giró, su mirada evaluando a Junho. —Pero pensé que dijiste que no querías regresar a casa.

Eso era por lo que a Junho no le gustaban los compromisos ni las relaciones. Estaba nervioso como el infierno y se sentía atrapado. Si Chansung hubiera dicho ‘joder’ y nada más, Junho estaría  sobre eso. Pero lo sabía bien. Chansung era un chico para siempre. El hombre gritaba ‘compromiso’.

—Yo… —Junho no estaba seguro de lo que su cerebro trataba de obligar a su boca a decir, así que se dirigió a la puerta.

—Junho, espera. —Chansung tomó su brazo—. ¿Sólo dormir? Junho se detuvo.

Quería estar de acuerdo.

 

Había tantas cosas que él quería hacer pero no estaba seguro de cómo pedirlas. Todas las cosas le llegaban al mismo tiempo, y Junho sentía un hormigueo, como si todo su cuerpo estuviera teniendo una reacción alérgica o algo así. No dijo una palabra cuando Chansung tomó su mano y lo llevó hacia las escaleras.

Las escaleras crujieron mientras seguía al hermoso hombre. Los ojos de Junho en el lindo trasero de Chansung. Se preguntaba si una moneda rebotaría en los fuertes músculos. Imágenes de morder el perfecto trasero de Chansung tenían a Junho duro como una roca, quería tocar el lindo y redondo trasero.

 

—Entra aquí. —Chansung señaló una recámara y entonces  la abrió.

 

Junho entró y sus ojos inmediatamente se centraron en la gran cama en medio del cuarto. Vio todo lo que había ahí, pero no podía evitarlo. ¿Realmente quería eso? Junho no estaba seguro. Estaba menos seguro mientras Chansung liberó su mano y comenzó a desnudarse.

No era un hombre pequeño, pero al lado de Chansung, Junho se sentía pequeño como el infierno. El hombre era alto, musculoso y Chansung tenía vello negro esparcido por su cuerpo. Si, Junho quería algo de eso. Quizás después él podría encontrar una excusa e irse, pero por ahora, Junho lo quería.

—Si sigues viéndome de esa forma, nosotros haremos algo más que dormir aquí. —Chansung sonreía mientras le advertía a Junho y se quitaba los jeans.

Eso era exactamente lo que Junho esperaba. Habían pasado años desde que había tenido sexo e imaginaba al hermoso oso contra su propio cuerpo. Junho podía sentir su pene endurecerse mientras veía a Chansung quitarse la ropa. Sus ojos recorrían los largos y vigorosos músculos que estaba exponiendo. Sólo un ciego tonto no sería capaz de ver el lindo y bien desarrollado trasero que gritaba por ser tocado.

Maldición, el hombre era simplemente delicioso.

 

Junho deslizó sus manos dentro de los bolsillos traseros mientras veía a la izquierda pretendiendo no ver a Chansung cuando el hombre se giró. Podía sentir sus ojos que lo jalaban para ver, pero Junho sabía que si lo hacía, podría babear.

 

—¿Vas a dormir totalmente vestido? —Chansung preguntó con un poco de atrevimiento en su voz. ¿Era la imaginación de Junho o la voz de Chansung era más baja?

Junho no contestó inmediatamente. No estaba seguro de qué decir. El sexo estaba en el menú, de lo que Junho no tenía duda, pero ¿discutiría abiertamente sobre eso? ¿Eso enloquecería a Chansung? Vio sus muy usadas botas, preguntándose si podría disculparse e irse a su casa. Quizás esto no fue una buena idea.

—Hey. —Chansung caminó y levantó el mentón de Junho con sus nudillos. La única cosa que Junho podía ver eran los hermosamente expuestos bíceps y pectorales. Podía sentir su cuerpo zumbar mientras lamía sus labios—. No te haré hacer una maldita cosa que te haga sentir incómodo. Lo prometo.

Junho rodó los ojos. Como si el hombre pudiera forzarlo. Chansung era unos centímetros más alto y más musculoso que Junho, pero seguro como una mierda que él podría darle al oso  pelea.

—Sé eso.

 

Chansung estudió a Junho durante un momento antes de asentir.

—Bueno. Ni siquiera pienses que no estás seguro alrededor de mí.

 

De nuevo, giró los ojos. ¿Chansung lo veía como un desamparado imbécil? Curvó sus labios y llevó sus manos a las caderas. —Puedo cuidar de mi mismo.

Chansung tomó los brazos de Junho y lo forzó a verlo. —Algunas veces estar seguro no siempre es algo físico, Junho.

Junho podía sentir su cuerpo temblar de rabia. Chansung estaba hablando sobre el corazón de Junho, y eso era más de lo que podía manejar en ese momento. —Déjame ir.

Chansung retiró las manos, levantándolas y dando un paso hacia atrás. —Sabes, no te entiendo. Voy detrás de ti, y tú te alejas. Yo me alejo y tú vienes detrás de mí. Terminemos esta danza y vayamos al punto. ¿Qué es lo que te asusta?

Junho apretó la mandíbula mientras Chansung lo golpeaba en la cabeza con la pregunta del millón de dólares. Sus labios querían formar la palabra ‘compromiso’, pero Junho se rehusó a permitir que esa simple palabra saliera. Sabía que si le decía a Chansung la verdad, el oso podría tratar de tranquilizarlo, que no había nada que temer en eso. Chansung no podría entender su miedo ni hacerlo a un lado para intentar acercarse a él.

Si eso fuera tan fácil, Junho se hubiera comprometido con Chansung desde que lo vio. Muy mal que no lo había hecho. —Nada, no le temo a una jodida cosa. Esto fue un error. Debo regresar a casa.

Para su sorpresa, Chansung no trató de detenerlo. Junho no estaba seguro si quería al hombre o no. Sus emociones estaban en conflicto, y su estómago echo un nudo. No estaba seguro de si debería quedarse o irse. Pero Junho sabía una cosa con seguridad. Necesitaba alejarse de Chansung lo más posible.

Necesitaba pensar sin que el hermoso oso frente a él lo distrajera.

—¿Necesitas que te lleve?

 

Chansung le daba a Junho lo que quería. Lo dejaría ir caminando sin protestar. Entonces ¿por qué le enojó malditamente tanto que Chansung le preguntara?

—No. —Junho se dio media vuelta y salió como tromba de la recámara. El sol ya estaba subiendo, sería una soleada mañana, así que caminar debería ser menos arriesgado que en la noche. No podía creer que había pasado veinticuatro horas sin dormir. Quizás ese era el problema. La falta de sueño volvía a una persona irritable como el infierno.

 

—Es un largo camino desde aquí a tu casa —Chansung le recordó con un tono divertido en su voz, mientras seguía a Junho por las escaleras.

—Lo caminé anoche, seguro que puedo hacerlo de nuevo.

—Junho dudó por una fracción de segundo. Se desgarraba entre quedarse o irse. Sabía que Chansung quería más que sólo un revolcón en la cama. El oso quería un compromiso, y eso fue lo que decidió a Junho—. Adiós.

Pensó en Ryeowook en la recámara de huéspedes, pero no podía salir a la  luz del sol y no había nada que pudiera hacer en ese momento. Además, Junho sabía que el vampiro estaba en buenas manos.

Qué mal que su propio cerebro no procesaba ese conocimiento acerca de Chansung.

 

Junho rápidamente repensó que era una tonta idea caminar a casa. Estaba tan cansado que quería acostarse a un lado del camino y dormir. El negro asfalto parecía buena idea ahora.

Después de lo que le parecieron mil años, Junho finalmente llegó al camino de tierra que lo llevaría a su casa. Su cuerpo entero se sentía como si cada músculo le doliera. Sus piernas se sentían tan débiles que parecía que fueran a ceder. Junho pasó su mano por su cara y subió las escaleras del porche.

Había tenido mucho tiempo para pensar mientras caminaba a casa, Junho se dio cuenta que no quería irse. Estaba demasiado asustado por la voz de su miedo y quería que Chansung se hiciera cargo, lo hiciera quedarse y aceptar el compromiso.

 

Junho sabía que así no era como Chansung manejaría la situación. El oso siempre le permitiría elegir. Junho había tenido una epifanía durante su larga caminata. Se dio cuenta de que estaba asustado, cuando permitió que la verdad saliera a la superficie.

Junho quería que Chansung lo controlara.

 

Caminó por las crujientes escaleras hacia su recámara. Sus huesos realmente le dolían por la falta de sueño y el caminar esa larga distancia. Todo lo que Junho quería hacer era dormir. Aunque primero necesitaba darse un baño. Dos días de polvo hacía que su piel hormigueara.

Junho se permitió una larga y caliente ducha, mientras rezaba porque el chorro de agua relajara sus músculos. Levantó la cabeza y permitió que el agua cayera en su cara y cabello. Se preguntó cómo le iba a decir a Chansung lo que realmente quería. Infiernos, ni siquiera podía encontrar el valor para hablar de su miedo. ¿Cómo iba a hablar de sus deseos?

—Junho, no te acabes el agua caliente —su madre le gritó desde el otro lado de la puerta.

«Joder». Necesitaba su propio lugar. Esto era ridículo. No tenía privacidad, y eso lo estaba volviendo loco. El problema era que Junho necesitaba encontrar un trabajo primero. Él siempre estaba moviéndose. Moviéndose de una cosa a la siguiente, nunca se comprometía en nada, ni siquiera en un trabajo. Junho estaba comenzando a pensar que algo estaba seriamente mal con él.

—¡Junho!

 

Junho suspiró y cerró el grifo del agua. Ni siquiera podía encontrar tranquilidad en su propio maldito cuarto de baño. Tomando una toalla, Junho se secó mientras se preguntaba si incluso encontraría su camino en la vida.

 

 

—¿Has tratado de hablar con él? —Pa le preguntó mientras se sentaba en una de las sillas de la sala.

—Tengo que hacerlo. Parece estar fuera de mi alcance. No estoy seguro de cómo manejar esta situación —Chansung le confesó.

Su Pa se frotaba el mentón mientras parecía que estuviera considerando las palabras de Chansung. Se inclinó hacia adelante y apoyó sus brazos en sus poderosos muslos. Eso aun asombraba a Chansung, lo fuerte que realmente era su padre. Cada uno de los niños pensó que su Pa se marchitaría y moriría cuando su madre murió. Su padre los había engañado a todos. Él seguía siendo tan fuerte y dominante como lo había sido desde que Chansung era un cachorro.

—¿Has pensado que todo esto podría ser un poco abrumador para el jovencito? No tenía ni idea de que los shifter existían hasta que se lo dijimos. Algunos hombres necesitan tiempo para absorber algo como eso.

Chansung se sentó en el borde del sofá, reflexionando las palabras de su Pa. —¿Crees que sea eso? ¿Que sólo necesite tiempo para ajustarse a las noticias de que las were-criaturas y los vampiros existen? —¿Podría ser tan simple? Pensó que se volvería loco esta mañana cuando Junho había salido de su casa. Estaba enfermo de preocupación de que algo malo pudiera sucederle a su pareja, pero sabía que Junho se enojaría si hubiera ido tras él.

—No tomes mis palabras como un hecho, podría ser algo totalmente diferente, hijo. Puedo ver el hambre en sus ojos cuando él te ve. Mi pregunta es ¿qué tipo de hambre es la que anhela?

 

Chansung no estaba seguro de qué infiernos hablaba su Pa. ¿Qué quería decir con qué tipo de hambre anhelaba? Eso no tenía sentido para él.

—No olvides que tendremos una comida afuera este fin de semana. Invita a tu pareja. Has que se sienta en casa.

Chansung asintió distraídamente mientras salía de la sala y entraba a la cocina. Abrió la puerta de la cocina y caminó hacia el corral. Las palabras de su Pa le daban vueltas en la cabeza. No importaba de qué ángulo las viera, las palabras de su Pa aun seguían sin tener sentido.

Chansung había estado acechando a Junho por semanas, su pareja no cedía ni un centímetro. Chansung comenzó a preguntarse si su relación con el fuerte hombre estaba condenada al fracaso antes incluso de empezar.

Quizás el destino no siempre tenía razón.

 

 

 

Dongho estaba arriba de los escalones escuchando a Chansung y Pa. Sabía que escuchar conversaciones ajenas estaba mal. Pero odiaba ver a alguno de los Moon triste. Su pareja, Soo Hyun, le había mostrado lo que una verdadera familia ofrecía, y Dongho quería que su primo Junho también lo sintiera.

Conocía el problema de Junho, no se necesitaba ser un genio para descubrirlo. Está bien, quizás sí se necesitaba serlo, considerando que Chansung no tenía ni idea, Dongho vio la necesidad y el hambre de Junho de ser dominado.

Ahora todo lo que su primo necesitaba era que el oso también lo viera. Algo le decía a Dongho, que Chansung necesitaba de un fuerte golpe en la cabeza antes de tener una pista sobre eso.

 

 

continuara...


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