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32. El oso de Junho (22) por dayanstyle

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Pa reía mientras los pequeños corrían por el patio. Se sentía bien tener granujas corriendo alrededor de nuevo. Veía a Taehyun y Jimin perseguir a Nana, haciendo su mejor esfuerzo por atraparla, el pequeño Taeyang tropezó algunas veces mientras trataba de mantenerse de pie. Apoyó a Sulli sobre su hombro mientras palmeaba su espalda, siendo recompensado por un fuerte eructo proveniente del pequeño paquete.

—¿Estás seguro de que no quieres dármela? —Chan Hee le preguntó por centésima vez, acercándose.

Pa rodó los ojos. —Pareciera que no crié a ninguno de los míos. Juro que puedo hacerlo, tuve siete hijos.

—Si, exactamente. Ninguno de ellos fue niña —dijo Chan Hee mientras se acercaba y estiraba las manos como si Pa fuera a dejarla caer. Quería patear al hombre. Pa no podía culpar al lobo por ser sobreprotector. Sulli era linda como un botón de rosa, pero el papá era irritante como el infierno.

—Déjalo en paz —Byung reprendió a Chan Hee mientras se unía a ellos—. Creo que él sabe lo que está haciendo.

Chan Hee miró a Byung, sus manos se acercaron un poco más. Pa se rio y finalmente renunció y entregó a la bebé. Jesús, nunca había visto a unos padres tan malditamente nerviosos antes.

Pa veía incrédulo cómo Chansung salía de la casa en su forma de oso y se dirigía al bosque.

Si, esa iba a ser una noche inusual.

 

 

—¿A dónde vamos? —Ryeowook preguntó mientras corría al lado de Junho—. Tú sólo caminas demasiado rápido.

—Pensé que los vampiros eran rápidos —Junho murmuró mientras trataba de alejar sus miedos.

Había estado entre los brazos de Chansung, disfrutado ser sostenido, hasta que su obsesiva fobia al compromiso lo golpeara. Él quería patearse a si mismo por levantarse y dejar al oso.

La cosa jodida era que Junho anhelaba el amor y la conexión que sentía con Chansung. Sólo estaba aterrado de arruinarlo, de que Chansung dependiera de él. Estaba seguro de que haría una decisión equivocada que podría lastimar a Chansung.

Infiernos, ni siquiera pudo comprometerse en arreglar su motocicleta. Por años estuvo en partes en el granero. Una vez, solo una vez, la había armado completamente, dado un paseo y entonces la desarmó de nuevo, había intentado armarla cientos de veces, limpiado las partes miles de veces, pero nunca logró armarla completamente después de esa primera vez.

—No me estereotipes. Sólo porque soy un vampiro no significa que sea rápido. ¿Me ves alto? No soy la típica criatura que ves en la pantalla grande.

Junho se rio. —No trataba de decir que lo fueras. Lo siento.

—Ellos siguieron el camino que iba hacia la parte de atrás de la casa del padre de Junho. Quería su maldita camioneta. A Junho no le importaba que lo echaran de la propiedad de su padre. Eso era suyo, y tenía todo el derecho a llevársela.

 

Junho saltó cuando vio una sombra salir del bosque. Rápidamente empujó a Ryeowook detrás de él y se preparó para la pelea.

—Ah, realmente me amas. — Ryeowook  se reía graciosamente.

—Cállate —Junho gruñó mientras al menos media docena de figuras salían del bosque. Su corazón se aceleró y entonces soltó una fuerte exhalación cuando notó que era Luhan quien guiaba el camino.

—¿Qué infiernos? ¿No pueden usar un método convencional de viajar como un carro?

Luhan movió la mano mientras se giraba hacia el grupo detrás de él. —¿Por qué debería cuando tengo elf exprés?

—¿Qué? —Junho inclinó la cabeza mientras veía a un hombre alto de apariencia elegante dar un paso hacia adelante. Tenía la sensación de que parecía que lo estaban engañando en lo que a este hombre se refería.

—Tao. —Luhan señaló con su pulgar por arriba del hombro—. Él es un elf. Él puede hacernos aparecer a donde querramos ir. Aunque no puede llevar a todo un autobús lleno de gente. Seis es un buen número.

Junho sacudió la cabeza. Desde que se había involucrado con los Moon, nada alrededor tenía sentido.

—¿Estás listo? —Luhan preguntó.

 

Maldición. Quizás Junho debería de haber escuchado lo que el chico había dicho en la tarde. —¿Para qué?

Luhan gimió como si no pudiera creer lo que Junho estaba preguntando.  —Amigo,  ¿no  escuchaste  durante  la   comida? ¿Pizza? ¿Italia?

 

—Wow. Despacio. ¿Qué acerca de pizza e Italia?

—Yo deseo una pizza y pensé que podría ser cool ir a Italia por ella. —Luhan sonrió y movió las cejas.

—¿Has oído de la entrega a domicilio?

—¿Dónde esta la diversión en eso? En primer lugar fue Tao quien sugirió ir a Italia.

—Infiernos, sí —el hombre con las orejas puntiagudas interrumpió—. He estado ahí. Tienen una pizza para morir.

Sus ojos vieron más allá de Luhan cuando oyó un ruido.

r13;¿Trajiste a otros?

 

Luhan juntó sus cejas y sacudió la cabeza negando. —No, somos todos. —Todos ellos se giraron para ver a un hombre detrás de otro caminar por el bosque a unos metros del camino.

—¿Amigos  tuyos?   —Luhan  preguntó mientras ellos comenzaban a alejarse—. Porque, no recuerdo haberlos invitado.

Junho tragó saliva, su garganta estaba seca incluso más cuando los hombres entraron al camino. No estaba seguro qué infiernos estaba sucediendo, pero no le gustaba nada. Ellos eran rápidamente sobrepasados en número.

—Lo conozco —dijo Ryeowook  mientras señalaba a un hombre en particular—. Él no es un vampiro muy amable.

—¿Vampiro? —uno de los hombres que estaba con   Luhan gritó.

—Sólo mantente detrás de mi, Donghae —Luhan le dijo al hombre.

—Como si pudieras hacer más daño que yo —Donghae protestó—. Sabía que era mala idea.

—Creo que necesitamos correr — Ryeowook murmuró—. Esto no se ve a nuestro favor. Él tiene la lujuria por la sangre en los ojos.

 

Junho vio al hombre al que se refería. Sus pupilas eran enormes.

Junho no estaba seguro si eso era una señal de la lujuria de la sangre o no. Ni siquiera estaba seguro de lo que era la lujuria por la sangre, pero no podía ser bueno. Seguro que no se oía bueno.

—¡Corran! — Ryeowook  gritó y Junho no lo dudó. Se dirigió hacía la casa de su padre. Era el lugar más cercano en el que pudo pensar. Cómo se protegerían una vez que ellos llegaran ahí, era un lío totalmente diferente, ellos tratarían con eso una vez que cruzaran ese desvencijado puente.

—¡Maldición! —Junho se agachó y tomó a Ryeowook  cuando el vampiro se cayó—. No tenemos tiempo para que te caigas, no si no quieres ser comido. —Junho levantó a Ryeowook  y lo lanzó sobre su hombro mientras corría.

—Como sea que llegaste aquí, usa eso y sal con un infierno de aquí —Junho gritó sobre su hombro a Luhan. Sabía que Tao podía desaparecer a seis personas a la vez. Luhan se lo había dicho. Luhan había llegado con cinco hombres. No había manera de que pudieran llevarlo a él y a Ryeowook .

—No hay manera de que te deje —Luhan jadeó y le gritó al hombre detrás de él—. Tao, ve a casa.

—Al instante —el hombre con las orejas puntiagudas gritó y él y varios de los hombres desaparecieron, los únicos que se quedaron fueron Luhan, Heechul, y un hombre con piercing.

—¡Oh mierda! —Junho se detuvo en seco cuando unos lobos, de hecho muy grandes, salieron de la línea de árboles y se dirigieron a ellos a toda velocidad.

—Corre. —Luhan lo empujó—. Ellos son los chicos buenos.

 

Por supuesto que Junho esperaba que tuviera razón. Los lobos se veían tan enormes como para jodidamente comerlos. Parpadeó y parpadeó de nuevo, cuando tres osos salieron detrás de los lobos. Reconoció a uno de ellos como a Chansung. Bueno, él creía que era Chansung. El hombre era uno de los trillizos.

Junho cayó al suelo cubriendo con su cuerpo a Ryeowook  mientras los lobos y los osos pasaron a su lado. Levantó la vista y vio que eran al menos una docena de lobos. Los hombres que atacaban los excedían en número, pero los lobos y los osos parecían pelear mejor que los atacantes.

—¡Muévanse! —el hombre con los piercing gritó—. Tenemos que llegar a un lugar seguro.

¿Seguro? ¿Dónde infiernos podían ir? No había ningún lugar seguro. —¿Y dónde infiernos es eso?

El chico miraba alrededor frenéticamente y lanzó sus brazos al aire. —Infiernos si sé eso.

—¡Abajo, Key! —Heechul le gritó al hombre de los piercing. Junho rodó fuera de Ryeowook  y se puso de pie cuando un vampiro saltó a la espalda de Key. Estaba asombrado de que Key pudiera pelear tan bien, pero no lo suficientemente bien.

El vampiro estaba ganando. Junho saltó sobre el vampiro, liberando al hombre de los piercing.

—¡Corre! —gritó mientras luchaba con el no muerto. Antes de que Key pudiera correr, otro hombre de apariencia gótica, atacó.

«¡Santa mierda!»

 

Una gran parte de los atacantes habían cambiado a lobos.

¿Qué infiernos estaba sucediendo aquí? Junho gritó cuando sintió que su cuello estaba siendo arrancado de su cuerpo. Cayó al suelo y rodó una y otra vez, tratando de deshacerse de quien le estuviera arrancando la piel de los huesos.

Se puso de pie y cayó de espaldas, justo encima del vampiro. Oyó un grito, pero el jodido no lo liberaba. Junho abrió más los ojos cuando vio los colmillos de Ryeowook y saltaba sobre Junho, cayendo sobre el vampiro que aun sostenía a Junho. r13;¡Quítamelo, Ryeowook!

—Estoy tratando — Ryeowook dijo esperanzadoramente mientras le enterraba las uñas y mordía al no muerto.

Junho se sintió mareado, extrañas formas se formaban frente a sus ojos. Se puso de pie, sabiendo que su vista se veía afectada debido a la perdida de sangre. Y había perdido mucha sangre. Todo su lado derecho estaba empapado con lo rápido que fluía su sangre.

—Quítamelo… —Junho colapsó sobre la hierba del campo.

 

Sus dedos se agarraban de la hierba tratando de llegar al oso que luchaba a sólo seis metros o algo así de él.

—Lo tengo.

 

Junho gimió cuando un hombre azul con el cabello blanco lo tomó de su espalda y piernas, levantándolo del suelo. No tenía la energía para luchar para liberarse de la cosa o preocuparse de cómo en el infierno el hombre era azul.

Cerró los ojos, esperando no morir.

 

Necesitaba decirle a Chansung que lo sentía y que estaba enamorado del oso. Chansung necesitaba saberlo. Necesitaba saber que no era su culpa. Necesitaba decirle a Chansung que era debido a su fobia al compromiso y que no era a causa de Chansung.

Necesitaba…

 

Chansung se estaba volviendo loco tratando de llegar con su pareja. Él se paró sobre sus patas traseras y golpeó al vampiro, cayendo con todo su peso sobre el hijo de perra antes de clavar sus mandíbulas en el cuello del vampiro y desgarrarlo. Trataba desesperadamente de llegar con su pareja, pero cada vez que avanzaba en dirección a Junho otro rebelde se atravesaba en su camino.

Jongin cambió y le gritó al hermano de Chansung:— Hoon, ve con tu padre y dile que llame a Changjo y a Jae Hyo. —Antes de que el Alfa cambiara de nuevo, lanzó la cabeza hacia atrás y gritó con toda su fuerza al campo abierto—. ¡Him Chan!

Chansung estaba concentrado en el lobo que mordía su pata trasera cuando repentinamente una docena de hombres salió del bosque, inmediatamente entraron en la pelea. Chansung no estaba seguro cómo los hombres sabían a quién matar pero ellos estaban matando a los adecuados.

Chansung se giró para atacar al lobo que sostenía su flanco cuando vio a un hombre azul aparecer, tomar a Junho del suelo y desaparecer.

Rugió su rabia mientras desgarraba al lobo, su rabia lo consumía al pensar en que alguien tenía lo que era suyo. Chansung desgarraba rebeldes, desesperado por encontrar al hombre que había secuestrado a su pareja.

Estaba luchando con furia ciega. Chansung ya no se sentía él mismo, sólo a la bestia que se había liberado. Junho estaba perdido y tenía que encontrar la manera de ir tras su pareja. No se le escapó notar que más rebeldes aparecieron.

 

Chansung estaba hundido en las emociones, no sólo porque su pareja estaba en problemas, sino que ellos estaban perdiendo la batalla.

 

Junho sintió una niebla levantarse y su consciencia regresar. Él se quedó acostado un momento, esperando ser atacado, pero todo estaba en silencio. Entreabrió los ojos, tratando de ver alrededor, no reconocía nada y él estaba consciente.

—Estás a salvo humano.

 

«Demasiado para ser engañado».

 

Abrió los ojos completamente para ver al hombre de la piel azul sentado junto a la ventana, viendo hacia la oscuridad. Muy extraño que el hombre pareciera melancólico mientras sus ojos revisaban algo de afuera de la ventana.

—¿Quién eres? —Junho preguntó y entonces gimió cuando su cabeza comenzó a pulsar.

—No soy bueno ni malo. Soy Kiseop.

 

¿Qué infierno de tipo de respuesta era esa? Junho no estaba seguro de querer saber la respuesta con todos los eventos que habían tenido lugar en solo cuarenta y ocho horas. Su vida había pasado de preguntarse acerca de las intenciones de Chansung a un circo de tres pistas con payasos y palomitas incluidas.

Y Junho realmente odiaba a los payasos.

 

Maldito Stephen King y la película IT. Cada vez que él había visto esa…Esperen, ¿por qué infiernos estaba pensando en eso?— ¿Dónde estoy?

Kiseop giró la cabeza de su vigilia para ver a Junho. —Has perdido demasiada sangre.

Quizás seguía inconsciente y esto era sólo un sueño bizarro.

—Eso no me dice dónde estoy.

—En una cueva de vampiros.

 

«Maldición,  maldición, maldición».

 

¿Por qué tenía que preguntar? Por como iban las cosas últimamente Junho debería de saber que no iba a querer saber la respuesta. —Entooonces, ¿cómo llego a casa? —Extraña pregunta, considerando que él no tenía casa en este momento.

Junho no le gustó la baja risa que Kiseop le dio. No le gustó ni un poco. —Podrás regresar con tu oso tan pronto como estés listo para viajar.

—Estoy bien —Junho protestó mientras se enderezaba y entonces rápidamente volvió a caer. Se mareó y la bilis subió a su garganta—. Está bien, quizás no.

—Descansa.

 

No había mucho que pudiera hacer ahora. —¿Qué me sucedió? —Recordó la pelea y el ser atacado. La mano de Junho fue hacia su cuello e hizo un guiño de dolor al sentir el vendaje.

¡Chansung!

 

—Tengo que regresar. —Hizo un segundo intento para levantarse pero los efectos fueron peores esta vez. Esta vez realmente vomitó. Junho se giró sobre un lado de la cama. Su dolor de cabeza era peor y pequeñas líneas danzaban frente a sus ojos.

—Si intentas levantarte de nuevo, el mareo será peor r13;Kiseop advirtió.

—¿Qué jodidos está mal conmigo? —Junho preguntó mientras escupía algo con sabor a bilis. Se sentía mal por vomitar en el suelo, pero no tan mal dado que él no quería estar aquí.

—Voluntariamente aceptaste una donación.

—¿Una donación de qué?

—Sangre.

 

Junho gruñó y su cabeza golpeó la almohada. —¿Es por eso que estoy enfermo?

—Si y no.

—Te juro que si no empiezas a explicarte, voy a sentarme y vomitar hacia ti —Junho amenazó mientras sentía un pulsante dolor en su cerebro. Quería a Chansung. Con lo loco que había actuado con el oso, Junho quería a su pareja.

Pareja.

 

Qué extraño era pensar en Chansung de esa manera. La palabra no parecía tan amenazante como él pensaba que sería. Al pensar en el sedoso cabello negro, sus ojos grises humo, el nudo en su estómago se tensaba. Quería a su oso.

—No tomo bien las amenazas, humano.

 

Junho Llevó su brazo a los ojos, la luz le lastimaba y hacía que el dolor de su cabeza empeorara. —Y yo no tomo bien el que  hayan  hecho  alguna  mierda  conmigo  mientras  estaba inconsciente. Ahora dime qué jodidos sucedió.

—Perdiste una gran cantidad de sangre. Te traje aquí. Jae Hyo se encargó de ti antes de que saliera a ayudar a los shifters —Kiseop dijo irritado—. Más allá de eso, tendrás que preguntarle al Príncipe.

¿Príncipe? Junho suspiró. Ni siquiera iba a preguntar. De cualquier manera sabía que no le gustaría la respuesta. No le había gustado ninguna respuesta que había recibido. —¿Sabes lo que le sucedió a los demás? —¿A Chansung? Junho se acostó pensando en el hombre que había cambiado a lobo justo frente a sus ojos, el hombre que había mostrado sus colmillos que brillaron a la luz de la luna, y se preguntaba si habrían sobrevivido. Pero la mayor pregunta que plagaba su mente era si habría sobrevivido su pareja.

—¿Por qué solo no te acuestas y descansas? Haces demasiadas preguntas —Kiseop gruñó y vio de nuevo por la ventana.

—Tú también las harías si todo esto te cayera de una vez, no creo poder aceptar mucha más mierda. —Sabía que no podía. Junho estaba cerca de quebrarse. Necesitaba saber lo que le había sucedido a su oso, y necesitaba saber qué estaba mal en él. Quería cruzar el cuarto y estrangular al hombre azul. Qué mal que el vértigo aumentaba con cada movimiento.

—Entonces no perteneces a nuestro mundo. En mi mundo si no puedes manejar lo paranormal, estás fuera de la cocina, humano. ¿Eso era una broma?

 

Junho no estaba de humor en este momento. Estaba muy preocupado por su oso. —Jódete, Kiseop.

 

Eso hizo que el hombre azul se carcajeara, eso irritó incluso más a Junho. —Lo siento. No eres tan afortunado para que yo engalane tu cama con mi presencia.

«Jódete».

 

 

continuara..


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