Rome estaba junto a la puerta de entrada al club. Veía a todos los vampiros del Aquelarre del Norte entrar mientras dejaba escapar un suspiro. Con tantos vampiros en un solo lugar, los humanos vendrían en tropel. Esta noche su limpieza mental iba a conseguir un nuevo récord mundial.
—¿Estás listo para todo el mundo? —Jun, el tercero al mando del Príncipe, preguntó mientras se unía a Rome.
—Tanto como si esperara por un tratamiento de conducto radicular.
Jun se rio entre dientes mientras se apoyaba contra la pared. r13;Lo has oído ya. Vamos a tener una gran concurrencia de humanos.
Rome sabía eso. Cada vez que los vampiros se congregaban en gran número, emitían algún tipo de feromona, atrayendo a los humanos. El club ya estaba cerca de estar a toda capacidad, y la noche aún era joven. Ya podía ver la cola formándose en la puerta.
Gruñendo de frustración, Rome salió a la calle, listo para jugar al gorila y decidir a quien se admitía en el club. Gruñó cuando vio a dos humanos entrar en una riña. Sacudió la barbilla. Tae Ho, el guardaespaldas de Yu Kwon, se dirigió hacia él. Rome señaló a los dos hombres forcejeando. Tae Ho rodó los ojos y luego salió a la calle para separarlos.
The Manacle era un club donde los vampiros se alimentaban, pero también proporcionaba un ambiente seguro para los humanos que venían de fiesta. Las peleas eran un no-no.
Los que venían al club querían que se hiciera todo lo posible para mantener la intervención de la policía humana al mínimo. No es que lo necesitaran, pero jugando bonito pasaban desapercibidos.
Rome vio cómo el vampiro inusualmente grande agarró a los dos humanos por los cuellos de sus camisas, diciéndoles que se perdieran. Los dos hombres parecían frenéticos, como si quisieran discutir con Tae Ho, pero luego asintieron con la cabeza. Su sentido común prevaleció. Rome sonrió ante la desesperación en las caras de los dos humanos. Si no hubieran estado riñendo, no les habrían pedido que se perdieran.
Tae Ho le sonrió mientras se acercaba. —Me trataron de sobornar.
Rome se rio mientras cruzaba sus manos frente a él. —No siempre lo hacen. —Les hizo un gesto a las siguientes dos personas en la fila para que entraran al club mientras tres salían. Rome levantó la mano, limpiando sus mentes a medida que pasaban al lado de él en dirección al estacionamiento.
Sabía que Jaehyo había permitido tanto al Aquelarre visitante, como a su propio Aquelarre, alimentarse antes de que comenzara la ceremonia. Una vez que la ceremonia comenzara, los humanos serían conducidos a la salida. Se lamió el labio inferior cuando vio al hombre del que quería beber. El pequeño descarado estaba allí de pie con sus amigos, riendo con ellos, parecía no tener ni idea de a dónde estaba a punto de entrar.
¿Pero acaso no todos lo ignoraban? Rome dobló un dedo, indicándole al pequeño humano que quería que se acercara a él.
El chico miró a su alrededor, sus amigos reían mientras lo empujaban para que fuera hacia Rome. El chico le guiñó el ojo a Rome. Oh, sí, iba a divertirse con este.
—Oye, Jun —gritó Rome de nuevo al club. El tercero al mando asintió con la cabeza a Rome.
—¿Qué pasa?
Rome le sonrió al humano. —Necesito que seas el hombre de la puerta.
Jun miró al rubio y se echó a reír. —Seguro que sabes cómo elegirlos. Si no lo cansas mucho, envíamelo cuando hayas terminado.
—Lo haré. —Rome le hizo un guiño a Jun mientras llevaba al rubio al interior del club.
Tae Yong, sentado a la barra, miraba por encima de la multitud de juerguistas humanos. El club estaba lleno esta noche. Podía sentir en sus colmillos las ganas de beber de alguien. Se apartó de la barra, caminando entre la multitud, tratando de averiguar quién le gustaba.
No pensaba en tener sexo con ellos, pero no se le permitió a Tae Yong salir esta noche, por lo que beber de Jaehyun estaba fuera de cuestión. Se abrió paso entre la multitud, preguntándose qué estaría haciendo su pareja.
Su paso vaciló cuando vio a su pareja bailando como un seductor y lujurioso dios sobre la pista de baile. Eso le enfureció.
¿No le había dicho su pareja que nunca volvería aquí? ¿Y por qué jodidos estaba bailando como si estuviera incitando a un vampiro para que se le acercara?
Tae Yong gruñó cuando eso precisamente fue lo que sucedió. Un vampiro del Norte se acercó a Jaehyun, colocándole las manos encima a su pareja. Tae Yong apretó los labios mientras golpeaba a los humanos más cercanos a él para sacarlos fuera de su camino, dirigiéndose directamente hacia Jaehyun.
—¡Mío!
El otro vampiro siseó, manteniendo férreo control sobre el brazo de Jaehyun. Su pareja lo miró como si hubiera visto a un fantasma y luego parpadeó unas cuantas veces. —Tú eres real.
Tae Yong quería preguntarle a Jaehyun qué carajos estaba haciendo aquí, pero él tenía otro asunto que tratar en este momento. Levantó la pierna, aterrizando su pie en el pecho del otro vampiro quitándolo de una sola patada.
—¡Mío! —repitió su reclamo mientras agarraba rápidamente a su pareja.
Tae Yong envolvió su brazo alrededor de Jaehyun, empujando a su pareja a través de la multitud y hacia la entrada del club. Se dio vuelta para enfrentar al hermoso hombre. —¿Qué demonios estás haciendo aquí?
Jaehyun parecía confuso y luego parpadeó. —No estoy seguro. Algo dentro de mí me trajo hasta aquí. Estaba en un concierto y entonces...
Tae Yong maldijo. Vaya suerte la que tenía. Al parecer su pareja estaba sufriendo de lachtára tou aímatos, el ansia de sangre. Era algo raro, pero a veces cuando los vampiros se alimentan de los humanos, éstos se volvían adictos a la mordida. Ellos sentían la necesidad de que bebieran su sangre. Tenía que ver con algo en la saliva del vampiro.
La saliva se entrelazaba con algo dentro de los glóbulos rojos del humano, haciéndolo casi enloquecer por ser mordido nuevamente. Tae Yong tuvo la certeza de que Jaehyun estaba sufriendo de lachtára tou aímatos cuando él presionó su cuerpo contra el de Tae Yong, inclinando su cuello hacia un lado. Tae Yong corrió los nudillos por el cuello de su pareja, sus dientes doloridos por hundirse en esa suave y flexible carne. —Ven conmigo, Jaehyun.
Tae Yong llevó a su lloriqueante pareja de nuevo al club. Guiándolo a uno de los cuartos oscuros y luego cerró la puerta. Podía ver el deseo en los ojos de Jaehyun cuando su pareja se empujó de nuevo contra él. —Quítate la ropa, Jaehyun.
Su pareja vaciló por un momento y luego se desnudó. Tae Yong gruñó cuando la cremosa carne le fue revelada. Jaló a su desnudo compañero a sus brazos, lamiendo el cuello de Jaehyun. Su pareja gimió una vez más, tirando del cabello de Tae Yong, tratando de llevar su cabeza más cerca. Tae Yong echó para atrás a su pareja contra una de las mesas de la habitación.
Tae Yong desabrochó sus pantalones y los empujó más debajo de sus muslos. Volcó a Jaehyun, presionando su espalda contra la mesa mientras empujaba las piernas de su compañero hacia atrás y alineando su pene se empujó de un solo golpe al mismo tiempo en que mordía a Jaehyun en el cuello. Su pareja gritó cuando Tae Yong prácticamente envolvió su cuerpo alrededor de Jaehyun. Selló su boca alrededor de la mordedura mientras embestía con su pene el culo de Jaehyun, haciendo a su pareja gritar de placer.
—Tae Yong. —Jaehyun exhaló su nombre como si se tratara de una deidad. Tae Yong empujó más fuerte, jalando una de las piernas de Jaehyun alrededor de su cintura mientras bebía de la dDinociosa y exótica sangre de su pareja.
—Oh, Dios, Tae Yong —gritó Jaehyun mientas su cuerpo se retorcía, semen hizo erupción entre ellos. Tae Yong martilló el culo de Jaehyun unas veces más antes de sellar la herida y gritar. Deslizó su mano por el pecho plano de su pareja mientras trataba de controlar su respiración.
Jaehyun se estremeció y luego miró a Tae Yong. —Pensé que eras un sueño. Pensé que me estaba volviendo loco.
Tae Yong se inclinó hacia adelante, besando al delgado hombre mientras liberaba su pene con delicadeza. —Pensé que no querías volver aquí —dijo comenzando a arreglarse la ropa. Aunque Tae Yong sabía que Jaehyun estaba sufriendo de lachtára tou aímatos, todavía le molestaba que su pareja no lo hubiera buscado cuando llegó al club.
Jaehyun negó con la cabeza mientras se levantaba de la mesa. Tomó su ropa y se vistió. —No es como si lo hubiera hecho intencionalmente —dijo de forma mordaz—. Estaba en un concierto con Dino y luego estaba aquí. Este lugar parece atraerme. Eso es algo que realmente no aprecio.
Jaehyun se frotó las sienes, una vez que se vistió. Honestamente deseaba poder recordar venir aquí. Una cosa que notó fue que el vacío que había sentido durante todo el día se había ido. Trató de ignorar a Tae Yong lo mejor que pudo. El hombre estaba llegando a él de una manera que Jaehyun no estaba dispuesto a examinar.
Agarró su camiseta, deslizándola por sobre su cabeza, y luego se dirigió hacia la puerta. Esta no era la forma en que normalmente actuaba y era un poco desconcertante. Si Tae Yong realmente no lo quería aquí, Jaehyun no iba a quedarse. No era un masoquista, y no iba a tirársele encima a nadie.
—¿Por qué no me buscaste cuando llegaste? —preguntó Tae Yong cuando Jaehyun tomó la manija de la puerta.
Jaehyun miró su mano mientras consideraba la pregunta de Tae Yong. —Sabes, ni siquiera recuerdo cómo llegué aquí. Mira, ya lo entendí. Tú no me quieres aquí. No hay problema. —Jaehyun abrió la puerta y salió, necesitaba estar lo más lejos posible del hombre que atormentaba sus sueños.
—Jaehyun, espera —Tae Yong lo llamó, pero Jaehyun no esperaría. ¿Para qué? ¿Para escuchar los reproches de Tae Yong de nuevo? No, gracias.
Jaehyun se abrió paso hasta la puerta, listo para largarse de allí. Gritando cuando alguien lo agarró del brazo y lo giró. Era el hombre que había intentado bailar con él antes.
Jaehyun gruñó y trató de jalar su brazo, pero el hombre no lo soltó. —Mira, no estoy de humor para esta mierda.
—¿Entonces por qué estás aquí? —preguntó el hombre apretando su agarre un poco más fuerte. Jaehyun volvió a intentar liberar su brazo, pero el hombre lo sostenía como si fuese un alicate. Esto no estaba resultando muy bien. Jaehyun pensó en patear al hombre en sus testículos por un sofocante segundo, hasta que vio a Tae Yong venir hacia él. Simplemente genial. Su noche se estaba convirtiendo en un enorme dolor de cabeza.
Suspiró mientras fulminaba con la mirada al hombre que lo sostenía y luego miró al hombre que venía hacia él. ¿Cómo había logrado meterse en esta situación? Jaehyun no estaba seguro, pero estaba más que listo para salir de ella. Los labios de Tae Yong se retrajeron amenazadoramente cuando notó que el otro hombre sostenía a Jaehyun de su brazo.
—Tienes cinco segundos para soltar a mi pareja —gruñó Tae Yong, tirando del otro brazo de Jaehyun. ¿Qué era él, una cuerda?
Esto no era un tira y afloja, y Jaehyun rápidamente se cansó de esta escenita. ¿Y qué demonios era una pareja?
—¿Tu pareja? —El hombre retrocedió, liberando el brazo de Jaehyun.
Al fin. Jaehyun fulminó con la mirada a Tae Yong y luego se dirigió hacia la puerta. No quería entrar a este concurso de quién meaba más lejos. Bueno, nunca había tenido a dos chicos peleándose por él antes, y descubrió que no le gustaba. Esperaba que ellos hicieran lo que quisieran hasta que de un momento a otro sintió un fuerte tirón.
—¡Maldita sea! —gritó Jaehyun cuando su brazo fue atrapado de nuevo. Se dio la vuelta para ver a Tae Yong allí de pie con una expresión exasperada en su rostro. Tragó saliva cuando Tae Yong pasó la lengua por su labio inferior, revelando las puntas de sus colmillos. ¿Cómo diablos había olvidado que se había enredado con un vampiro?
Jaehyun miró a su alrededor, dándose cuenta de la multitud por primera vez. Su ritmo cardíaco se aceleró cuando vio a un hombre chupándole el cuello a otro hombre, y no precisamente estaba tratando de hacerle un jodido chupetón. Mientras más observaba a la gente a su alrededor, más se daba cuenta a qué clase de club había ido.
Una zona de alimentación.
Jaehyun dio un paso atrás, las manos le sudaban mientras se preguntaba si saldría de aquí en una sola pieza. Claro, hasta ahora Tae Yong había sido agradable, incluso si Jaehyun había pensado que el hombre sólo era un sueño, pero Jaehyun estaba ahora en el territorio del hombre. ¿Habrían cambiado las reglas?
—Puedo oír tu corazón latiendo más rápido. Cálmate, Jaehyun. No dejaré que nadie te haga daño —dijo Tae Yong jalándolo aún más hacia el clubr13;. Estás aquí como mi invitado.
Invitado, si claro. Era una jodida vaca de sangre, y él lo sabía. Jaehyun jaló su brazo fuera del alcance de Tae Yong y comenzó a retroceder tan rápidamente como sus pies se lo permitieron, sin quitar los ojos de Tae Yong ni por un segundo.
—Me tengo que ir —dijo Jaehyun rápidamente—. Creo que dejé mi estufa encendida.
—Jaehyun.
Jaehyun sacudió la cabeza negativamente. No sabía a qué clase de jodido juego loco Tae Yong estaba jugando, pero él no quería ser parte de eso. Había oído hablar de lo que les sucedía a los humanos que eran utilizados como donantes de sangre por vampiros. Hasta ahora, había pensado que todo eso era una fantasía, al igual que sus sueños. Mirando alrededor del club, Jaehyun sabía que la fantasía era real.
Estaba viviendo y respirando una pesadilla.
—Jaehyun —dijo Tae Yong de nuevo, sólo que esta vez, le tendió la mano a Jaehyun—. Ven conmigo, amor. No te haré daño, y no voy a dejar que nadie te haga daño.
Jaehyun se quedó ahí mirando la mano de Tae Yong tendida hacia él. Sus emociones entremezcladas, caóticas. Desesperadamente quería alcanzar y tomar la mano de Tae Yong, aceptar lo que el hombre quería darle. Pero también quería correr por su vida porque estaba casi seguro de que estaba en pDinogro.
—Todo esto es real, ¿no? —Jaehyun susurró.
—Lo es, mi amor.
Jaehyun frunció el ceño. —¿Por qué me sigues llamando así? Si esto es real, entonces tú me dejaste. Yo no soy tu amor.
Jaehyun lanzó una última mirada de anhelo a la mano de Tae Yong, entonces giró sobre sus talones y se fue atravesando el club. Aparte de todo este asunto de los vampiros chupasangre, si todo esto era real, entonces Tae Yong lo había dejado sin decir una palabra o una nota o... ¡maldita sea!
Jaehyun se sentía algo traicionado. Como mínimo, se sentía como una aventura de una sola noche, un consuelo sexual que no había estado a la altura. Si él lo hubiera estado, Tae Yong no lo habría dejado. Esa era la razón por la cual no quería involucrase con el hombre. Sabía que su corazón iba a ser arrancado de su pecho.
Y vaya si no podía oír el desgarre.
Ya era suficientemente lamentable que finalmente hubiera encontrado a la única persona que había hecho tronar a su corazón. Jaehyun nunca había pensado en encontrar a su verdadero amor en un hombre. ¿Pero para ser usado y luego tirado a un lado? Eso era humillante. Y Tae Yong no había venido a buscarlo. Jaehyun se había encontrado con él en el club.
Se acercó a la puerta frontal, notando a un hombre con la mano levantada mientras pasaba y luego oyó el grito de Tae Yong. Jaehyun sintió un zumbido en las orejas mientras daba un paso fuera del club y luego miró a su alrededor. ¿Cómo demonios había llegado hasta aquí? Él estaba en el concierto con Dino... y ahora no lo estaba.
Jaehyun miró hacia atrás al edificio de ladrillo, al ver una multitud de pie en la entrada del club, se preguntó dónde demonios estaba Dino.
—¡Jaehyun!
Jaehyun miró sobre su hombro para ver al hombre caliente que había sido protagonista de sus sueños últimamente. Vio cómo el hombre se le acercaba. —Tae Yong, ¿verdad? —Podría haber jurado que ese era el nombre del hombre de sus sueños. Era un poco extraño ver al hombre de sus fantasías de pie delante de él.
La tristeza se apoderó de la cara del hombre mientras se volvía hacia un enorme tipo parado en la entrada del club. Jaehyun vio a Tae Yong lanzarle al hombre una mirada asesina antes de volver a dar vuelta. r13;Sí. Soy Tae Yong.
continuara..