Tae Yong no estaba seguro de cómo tomar a Jaehyun. En un momento el chico estaba dispuesto para cualquier cosa que Tae Yong quisiera hacer con él. Al siguiente, quién demonios lo sabía.
Jaehyun se inclinó cerca de Tae Yong, y luego retrocedió. Quería ser mordido, y luego quería correr. Tae Yong estaba teniendo un severo dolor de cabeza con todas esas señales mixtas en movimiento. Si Jaehyun no fuera su pareja, Tae Yong ya se hubiera lavado las manos del lío. No era un hombre conocido por su paciencia.
—¿Me estás diciendo que quieres irte a casa? —Eso sería imposible. Todavía tenían que asistir a la ceremonia. No había manera de que Tae Yong pudiera dejar el club en este momento, y no iba a dejar que su pareja se fuera solo a casa.
No se fiaba de Sang Gon. De alguna manera Tae Yong sabía que iba a encontrarse con el vampiro nuevamente. Sang Gon parecía ser la clase de persona que volvía por más. No era más que un estúpido. No le extrañaría que el hombre fuera capaz de ir tras su pareja cuando estuviera en casa. Apretó los dientes casi perdiendo el control al pensar en Sang Gon cerca a su pareja.
Sí, iba a tener que matar a ese cabrón.
—Yo... —su pareja se silenció mientras miraba alrededor del club, confundido. «Eso es todo». Tae Yong había hecho de todo para tratar de calmar al hombre. Alguien tenía para hacerse cargo y tomar las decisiones. Su pareja al parecer, no estaba en una adecuada disposición mental para hacerlo por su propia cuenta.
Tae Yong agarró su mano y lo condujo hacia el pasillo BDSM. No iba a participar en una escena, pero tenía que sacar a su pareja de la gran multitud. Encontró una pequeña habitación hacia la parte posterior que no estaba en uso y tiró a Jaehyun a través de la puerta.
—Siéntate.
Jaehyun resopló mientras miraba alrededor de la habitación. Sus ojos se abrieron en la mesa para nalgadas y luego en la pared con flogs, látigos, y muchos otros creativos dispositivos colgados allí para deleite de sus ocupantes. —Creo que no.
Tae Yong agarró de los brazos a Jaehyun y lo empujó contra la pared, hundiendo profundamente sus dientes en el cuello de su pareja. Jaehyun gritó contoneándose alrededor y luego envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Tae Yong.
Tae Yong quería joderlo tan desesperadamente. Pero en lugar de eso, se concentró en los recuerdos de su pareja, en busca de unos en particular. Casi jadeó cuando vio que Jaehyun tenía en su mente los que Tae Yong había borrado, los recuerdos de cuando había sido atacado, y luego los que borró Rome de esta noche. Su pareja no había sucumbido al borrado como un ser humano debería hacerlo. Eso solo confundió aún más a Tae Yong, pero la confusión fue rápidamente remplazada con lujuria cuando su pareja apresó entre ellos la cubierta erección de Tae Yong.
Rápidamente se desabrochó los pantalones y los empujó hacia abajo, prácticamente rasgó la ropa de Jaehyun para poder llegar a él. Alineó su pene y lo penetró profundamente.
—¡Tae Yong! —Jaehyun gritó en éxtasis mientras inclinó su cabeza a un lado. Su pareja era un enigma que Tae Yong estaba decidido a resolver.
Sufría de lachtára tou aímatos pero había recuperado totalmente la memoria después de habérsela borrado, en dos ocasiones. Tae Yong captó genes vampíricos en la sangre de su pareja, pero aun así, Jaehyun era humano. Su cabeza era un torbellino, mientras empujaba su polla profundamente en la suavidad de Jaehyun, en su apretado culo.
—Tae Yong, por favor —Jaehyun rogó mientras curvaba con fuerza sus dedos en la camisa de Tae Yong—. Por favor.
Tae Yong separó las piernas, plantando sus pies firmemente en el suelo cuando agarró las caderas de Jaehyun. Poderosamente condujo su polla dentro del culo mientras bebía profundamente. Quería saber más. Tae Yong buscó en los recuerdos de su pareja para ver si podía encontrar alguna pista de lo que estaba pasando. Lanzó un gruñido de frustración cuando se vio con las manos vacías.
Jaehyun no tenía ni idea de quién era o qué era. Y tampoco la tenía Tae Yong.
—Tae Yong, hazme venir, por favor —le rogó mientras Tae Yong empujaba a su pareja más contra la pared, fijándolo allí con sus brazos y pene.
Tae Yong se perdió. Podía sentir la conexión entre ellos. Su vínculo ya existía, pero estaba desesperado porque Jaehyun lo sintiera también. El hombre actuaba como si pudiera tomarlo o dejarlo, y Tae Yong no iba a tolerar eso más.
Los músculos de Tae Yong se estremecieron cuando sus brazos rodearon el esbelto cuerpo de Jaehyun. Extrajo sus colmillos, sellando la herida con la lengua, echó hacia atrás su cabeza y miró los cristalinos ojos azules de su pareja. —Córrete para mí, Jaehyun. r13;Selló su orden con sus labios, compartiendo el carmesí sabor con su pareja.
Jaehyun intentó devorar la lengua de Tae Yong, lamiendo el interior de su boca como si estuviera tratando de obtener hasta la última gota. Tae Yong gruñó empujando sus caderas con más fuerza. Mordió su labio inferior hasta que probó su propia sangre y luego permitió que su pareja bebiera de él.
Se sorprendió al encontrar a Jaehyun chupando codiciosamente su labio inferior. Podía sentir el movimiento de succión mientras Jaehyun gemía. Los colmillos de Tae Yong se alargaron aún más mientras las visiones de Jaehyun bebiendo su sangre y semen de su pene jugaban en su mente. Era el mejor afrodisíaco para un vampiro.
Sus cuerpos estaban en exquisita armonía uno con el otro, cuando Tae Yong sintió la construcción de su orgasmo tratando de aflojar sus rodillas. Siseó ruidosamente cuando Jaehyun gritó su nombre, pintando sus cuerpos con su semilla.
La sensación de ordeñe alrededor de su pene fue demasiado para Tae Yong. Hundió los dientes de nuevo en el cuello de Jaehyun mientras su pene entraba en erupción, su cuerpo se estremeció con su orgasmo. Golpeó con más fuerza la suave carne de Jaehyun, haciendo todo lo posible para empujar su pene tan profundamente que su pareja nunca olvidaría quién lo había jodido.
Jaehyun volvió a gritar cuando Tae Yong tomó un último trago de su cuello y luego lo selló. Apoyó la cabeza al lado de la de su compañero mientras trataba de conseguir tener bajo control su respiración. Sus músculos estaban amenazando con ceder cuando sacó su pene del culo de Jaehyun y luego lentamente bajó a su pareja dejándolo sobre sus pies.
Jaehyun se aferró a él como si fuera un hombre a punto de morir cuando se inclinó hacia él. Tae Yong acariciaba a su compañero con los dedos mientras sentía el vínculo totalmente encajado en su lugar. Ellos habían tenido sexo antes, y Tae Yong había sentido la conexión, pero de alguna manera esto era diferente. De alguna manera su vínculo se había profundizado solo hasta ahora.
Definitivamente iba a tener una charla con el Príncipe. Esto no era normal. Nada de esto lo era. Todo acerca de su relación no encajaba. Y Tae Yong estaba decidido a poner todas las piezas del rompecabezas en su lugar.
Hong Bin frotó su barbilla con su mano mientras veía cómo lentamente escoltaban a los humanos a la salida del club. La ceremonia para nombrar al nuevo líder del aquelarre comenzaría pronto. Todo esto era solo política para él. A Hong Bin podría importarle menos si solo le estampaban una tarjeta de identificación en la frente a Park Jung Min, diciendo que él era el nuevo líder, y sería llamado así a partir de esta noche.
Vio a Jung Min parado al otro extremo de la barra mirando a todo el mundo. El hombre parecía misterioso y tranquilo, algo que a Hong Bin no le gustaba. No era que estuviera en busca de un hombre ruidosamente fanfarrón, pero Jung Min era un poco demasiado tranquilo para su gusto. Jung Min era un concienzudo pensador, y Hong Bin no estaba tan seguro de que eso fuera una buena cosa. El hombre no era un idiota como lo había sido Kim Jong Wan. Si este vampiro se ponía en contra de su Aquelarre, él demostraría ser un magnifico oponente.
—Se le ha borrado la memoria al último de los humanos — Jun, el tercero al mando, dijo mientras se reunía con Hong Bin.
Hong Bin asintió con la cabeza. —Bien. Que comience la diversión.
—Sí. Estoy muy ansioso por eso. —Jun se rio entre dientes. Su mejor amigo se volvió hacia Jae Kyung, el barman, y pidió un vaso de crimson.
—¿No bebiste suficiente de los humanos? —preguntó Hong Bin mientras Jae Kyung le entregaba el vaso con sangre a Jun.
—No estaba de humor.
Eso no se parecía a Jun, pero Hong Bin tenía muchas otras cosas de qué preocuparse además de ahondar en el problema de su amigo. Jun podía ser muy reservado a veces. Hong Bin enloquecía cuando veía a su amigo cabizbajo a su alrededor.
Hong Bin chocó el brazo de Jun con el suyo, y asintió con la cabeza hacia la escalera que conducía al segundo piso. —Aquí viene Jaehyo.
—¿Debería estar haciendo esto? No está totalmente recuperado de su percance con esa sangre contaminada — comentó Jun, mientras observaban al Príncipe caminar hacia la parte frontal del club con Yu Kwon a su lado. Su otra pareja, Min Hyuk, se acercó a la barra con su guardaespaldas D.K. cerca detrás de él.
Hong Bin sonrió cuando miró el vientre hinchado de Min Hyuk. Su parto sería muy pronto. Min Hyuk iba a ser un maravilloso gonea vampir, padre vampiro. El bebé iba a ser un diabólico malcriado.
—Hey, Min Hyuk —Hong Bin saludó al diminuto hombre mientras se tambaleaba en la barra. Min Hyuk destelló hacia él, mientras pedía un vaso de leche. Nunca entendió cómo el hombre bebía tanto de eso siendo humano, mucho menos ahora que era un vampiro. Sabía que Jaehyo era el vampiro más antiguo, el original, y nadie sabía hasta qué punto sus poderes llegaban, pero el darle a su pareja la capacidad de beber esa mierda era algo que lo sobrepasaba.
—¿Estás listo para la ceremonia? —preguntó Min Hyuk. Hong Bin ignoró la pregunta y le preguntó una él mismo. — ¿Cómo te sientes? ¿No te hiciste daño cuando te caíste? —Hong Bin había visto rojo cuando presenció cómo el hombre más pequeño fue empujado al suelo. Pensó que su maldito corazón iba a detenerse.
El Príncipe y Yu Kwon amaban a Min Hyuk con cada fibra de su ser. Si algo le hubiera sucedido a Min Hyuk, no habría sido por el Príncipe por quien hubieran tenido que preocuparse, sino por la arisca pequeña mierda de Yu Kwon que habría provocado un baño de sangre.
—Estoy bien. Gracias por preguntar. —Min Hyuk le sonrió. El hombre era realmente demasiado hermoso para las palabras. Hong Bin siempre vivía con temor de cometer alguna pequeña indiscreción con el hombre. Jaehyo había hecho bien en enlazarse con ambos hombres.
Volvió la cabeza, y luego Hong Bin se levantó cuando la ceremonia comenzó. Esto iba a ser aburrido, siempre que tuviera que estar allí vigilando al Aquelarre visitante. A pesar de que ellos habían depurado la casa y Dinominado a todos los seguidores de Kim Jong Wan, el anterior líder del Aquelarre que asesinó Jaehyo, todavía no confiaba en ninguno de ellos.
Justo cuando Jaehyo presentó a Park Jung Min como el nuevo líder del Aquelarre del Norte, los Ancianos, entraron por la puerta del club.
Tae Yong se quedó sin habla cuando vio a los Ancianos caminar dentro del club. ¿Desde cuándo ellos venían aquí? Él no los había visto desde hace más de doscientos años, e incluso entonces, sólo los había vislumbrado cuando fue convocado para ayudar a uno de los hijos de los Ancianos. Nunca había conocido a ninguno de ellos personalmente, pero ellos no se veían de edad ni un poco.
Todos ellos todavía se veían hermosos como el infierno y como si apenas estuvieran entrando en sus treinta.
La multitud se apartaba cuando los tres Ancianos caminaban hacia el escenario. La sala entera estaba en un silencio sepulcral, mientras ellos se sentaban ante una de las redondeadas mesas que se habían establecido para la ceremonia.
—Por favor, Jaehyo, sigue adelante. —Uno de los Ancianos hizo un gesto con la mano hacia Jung Min—. Esta es una ocasión propicia. No queremos interrumpir.
Tae Yong podía ver la irritación en el rostro de Jaehyo cuando continuó con la ceremonia. Se preguntó si alguien se daría cuenta si agarraba a su pareja y lo sacaba por la puerta de atrás. Tae Yong no sabía qué esperar, y el tener a Jaehyun aquí, mientras los Ancianos estuvieran presentes, lo ponía jodidamente nervioso.
Contuvo sus siseos posesivos cuando uno de los Ancianos giró su cabeza hacia ellos. Lenta y seductoramente, deslizó su mirada de arriba abajo por el cuerpo de Jaehyun. Tae Yong tenía ganas de matar al hijo de puta. Clavó sus ojos en el Anciano, una desconcertante sonrisa cruzó el rostro del hombre, y luego se volvió hacia el escenario.
Tae Yong no estaba seguro del significado de esa mirada, pero él quería a Jaehyun con un infierno fuera de allí. ¿Por qué todo el jodido mundo iba tras su pareja?
—¿Qué está pasando? —le susurró Jaehyun al oído a Tae Yong. Puso una tranquilizadora mano en la pierna de Jaehyun, a pesar de que sentía algo, y le guiñó un ojo a su sexi pereja.
—Agua fiestas. Relájate, amor. Ellos son los que llamamos Ancianos. No es gran cosa. —Tae Yong se echó hacia atrás, haciendo todo lo posible para parecer casual. Nadie sabía que Jaehyo era el vampiro original. Todos se sorprendieron cuando se convirtió a su verdadera forma cuando Yu Kwon y Min Hyuk se encontraban en peligro. Eso los hizo cagarse por la sorpresa. Ahora los Ancianos estaban aquí. Intentarían hacer que Jaehyo hiciera parte de su círculo. Y si conocía bien al Príncipe, Jaehyo no entraría en eso.
Tae Yong no entendía por qué Jaehyo sólo no se comía a los hijos de puta. El Príncipe realmente no se comía a la gente, pero la idea hizo sonreír a Tae Yong.
O al menos, el Príncipe podría echar sus viejos culos al sol. El Príncipe era el original. Tenía gran influencia sobre todos ellos. Tae Yong sabía que no era tan fácil, pero no perdía las esperanzas.
La ceremonia había terminado, y el Aquelarre del Norte se iba. Tae Yong aprovechó la oportunidad para llevar a su compañero lo más lejos del club que le fuera posible. Sólo tenía unas pocas horas antes que amaneciera, pero era el tiempo suficiente para llevar a Jaehyun a casa. Agarró a su pareja por el brazo y lo condujo hacia la salida del club.
Tae Yong miró a Rome cuando se acercaba a la salida. El vampiro se rio y le levantó el dedo medio mientras Tae Yong sacaba a Jaehyun por la puerta principal y lo llevó hacia el estacionamiento donde estaba estacionado su Audi. —¿Sabes conducir?
Jaehyun torció los labios hacia arriba, mirando a Tae Yong como si fuera tonto. —Si no recuerdo haber venido aquí, entonces, ¿cómo en el infierno voy a acordar si conduzco, eh? —Palmeó sus manos en sus caderas, viéndose como un jodido malcriado.
Oh, su compañero se lo estaba buscando en grande. Tae Yong estaba medio tentado a arrastrarlo de nuevo al club, a uno de los cuartos oscuros y tirarlo sobre una de las mesas para nalgadas. Estaba tan cerca de hacerlo, demasiado cerca.
—Entonces te llevaré a tu casa. —Abrió la puerta del pasajero, su pareja le dio una ardida mirada antes de deslizarse dentro. Tae Yong suspiró mientras cerraba la puerta. Perfecto puto final para una perfecta puta noche.
Conduciendo a través de la ciudad, deslizó su mano sobre la consola y entrelazó los dedos con los de Jaehyun. Su pareja suspiró mientras miraba por la ventana. Tae Yong estaba preocupado por su pareja. Había tantas cosas desconocidas acerca de Jaehyun, que estaba tentado a llevarlo a su casa y nunca dejar que Jaehyun se fuera de su lado.
Tae Yong se detuvo frente a la casa de Jaehyun, apagó el motor, soltó la mano de su pareja y se deslizó fuera del lado del conductor. Sonrió cuando los ojos de Jaehyun se agrandaron de lo rápido que llegó hasta la puerta de su pareja y la abrió.
—Eres rápido.
Tae Yong se rio entre dientes. —No tienes ni idea. —Siguió a Jaehyun, explorando la zona, mientras se dirigían hacia la puerta. Tuvo un mal presentimiento cuando su compañero desbloqueó la puerta principal. No estaba seguro de si era Sang Gon o alguien más, pero Tae Yong lo sentía en el aire. Era como si una entidad viva y respirante lo rodeara, advirtiéndole. Tae Yong mirada alrededor, pero no veía nada sospechoso.
—¿Tengo que invitarte a pasar de nuevo? —preguntó Jaehyun mientras abría la puerta, mirando sobre su hombro a Tae Yong con un brillo travieso en sus ojos.
—Sólo si quieres —respondió.
Las casas de los cambiaformas eran los únicos lugares en donde podía entrar un vampiro sin haber sido invitado antes, lo que lo dejaba aún más perplejo acerca de su pareja. Si Jaehyun tenía rastros de vampirismo en su sangre, ¿por qué todavía tenía que ser invitado a entrar?
—Te invito a entrar, Tae Yong —dijo Jaehyun con una sonrisa.
Tae Yong cruzó el umbral y luego siseó, mostrando los colmillos mientras empujaba a Jaehyun detrás de él.
—Whoa, relájate. Es sólo mi mejor amigo, Dino —Jaehyun gritó mientras se empujaba por encima de los hombros de Tae Yong. Los ojos de Tae Yong miraron alrededor, asegurándose de que Dino fuera el único que había invadido la casa de su pareja. No le gustaba esto. Ese mal presentimiento lo estaba montando duro.
—¿Por qué está en tu casa? —preguntó Tae Yong mientras sostenía a su pareja detrás de él—. ¿Por qué iba a estar aquí cuando no estás? —Tae Yong podía sentir a Jaehyun tensarse por detrás de él por la forma tan brusca en que había hecho la pregunta. Esto estaba jodidamente demasiado mal. No le cuadraba nada bien que otro hombre invadiera la casa de su pareja.
—¿Por qué estás aquí, Dino? —preguntó Jaehyun a su mejor amigo. Incluso ese título no le cuadraba nada bien a él. Tae Yong normalmente no era del tipo posesivo, pero nunca antes había estado enlazado con alguien. Tenía derecho a ser un pendejo cuando estaba preocupado por Jaehyun.
—Tú-tú acabas de convertirte en un vampiro —le dijo Dino a Tae Yong con calmado asombro.
Tae Yong gruñó, cruzó la habitación, y asaltó a Dino. Cómo deseaba poder romperle el cuello al hombre en el proceso. Estaba disponiéndose a buscar en la mente de Dino cuando de pronto sintió como si en su piel un millar de hormigas se pasearan por todas partes.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Jaehyun, mientras trataba de quitar la mano de Tae Yong de la cara de Dino—. ¿Estás tratando de matarlo?
Tae Yong parpadeó y se dio cuenta de que había estado a punto de aplastarle el cráneo a Dino. Rápidamente quitó su mano y luego ladeó la cabeza, mirando al hombre que su pareja afirmaba era su amigo.
¿Qué mierda estaba pasando aquí? No había ninguna maldita manera de que Dino fuera una lamia (monstruo con cuerpo de mujer que chupa la sangre). Tae Yong agarró de nuevo la cara de Dino con su mano, sosteniéndole al hombre la cabeza mientras rápidamente borraba la mente de Dino de vampiros y luego sacó su teléfono celular.
—Ve a la cocina, mi amor —dijo Tae Yong suavemente mientras empujaba a su pareja para que fuera hacia la parte posterior de la casa. No había manera de que él permitiera que Jaehyun estuviera cerca de un gul (monstruo). Marcó un número en su teléfono mientras Jaehyun hacía lo que le dijo que hiciera. Tae Yong miró sobre su hombro para ver a Dino mirándolos a ambos interrogativamente.
—Si trajiste compañía a casa, me puedo ir —le gritó Dino a ellos desde la sala de estar.
Tae Yong se sentía aliviado de que su limpieza mental hubiera funcionado, sólo los gul eran unos bastardos difíciles. A veces funcionaba. Pero a veces ellos jugaban juegos, haciéndole creer a los vampiros que había funcionado.
—Hola.
—Hey, Hong Bin. Es Tae Yong. Tengo un problema. —Tae Yong comenzó a explicar todo. Le dijo al segundo al mando sobre Jaehyun y lo que estaba pasando con su pareja, terminando con la conversación con el gul de píe en el otro cuarto.
—Dame su dirección. Te enviaré a Tae Ho y D.K..
—Pero ¿qué pasa con los pequeños Príncipes? Ellos necesitan a sus guardaespaldas.
Hong Bin resopló. —Jaehyo se lo ha pasado a lo grande con los Ancianos. Amenazó con Eliminar cualquier necesidad de contar con los Ancianos, si no se largaban con un infierno de su club. Eso no les cayó muy bien a los tres hijos de puta. Están convocando a una reunión con el Consejo Superior.
Tae Yong se quedó sin aliento. El Consejo Superior se componía de dos hombres. Dos hombres muy antiguos que se encontraban en un sueño profundo en estos momentos. Si los Ancianos iban a tener una reunión con ellos, entonces tenían los huevos suficientes como para despertarlos.
Tae Yong no quería estar cerca cuando eso sucediera. Si despertabas al Consejo Superior antes de que fuera su tiempo tenías un 50% de probabilidad de estar entregándoles tu culo antes de ser asesinado.
—¿Pero cómo van a encontrarlos? Nadie sabe dónde duermen r13;dijo Tae Yong mientras se asomaba por la esquina, mirando a Dino desde el pasillo.
—Vaya uno a saber. El Príncipe se llevó a sus parejas a casa y dijo que no quería ser molestado.
Gracias a la mierda que había llamado a Hong Bin en lugar de Jaehyo. —Voy a esperar aquí a Tae Ho y D.K.. ¿Has oído algo acerca de guls entrando en el área?
—No. Lo hubiera sabido de inmediato si lo hacían. ¿Estás diciendo que eso es el mejor amigo de tu pareja?
—Sí.
—Voy con Tae Ho y D.K.. Quiero conocer a ese gul.
Tae Yong rodó los ojos. Esto se estaba convirtiendo en un circo de tres pistas. Todo lo que necesitaba era a los espeluznantes jodidos payasos para comenzar el show. —Voy a estar aquí. — Colgó el teléfono y se dirigió a la cocina para ver a su pareja, pero Jaehyun no estaba allí.
—Mierda —maldijo Tae Yong mientras corría hacia la sala de estar.
Dino se había ido también.
continuara...