Jaehyun inhaló bruscamente cuando sus ojos se abrieron de golpe. ¡Se sentía vivo! La sangre que corría por sus venas lo hacía sentir como si él fuera invencible. Se centró en su entorno, captando un dulce aroma cerca.
Sus fosas nasales flamearon mientras tomaba el celestial aroma. —Estás despierto.
Jaehyun se puso de costado y se abalanzó. Cubrió a Tae Yong por debajo de él, chasqueando los dientes a sólo pulgadas de la cara del hombre. Se sentía como se pudiera tomarse al mundo. Antes de que la razón o el sentido pudieran afianzarse, Jaehyun hundió sus colmillos en el cuello de Tae Yong, gruñendo cuando Tae Yong se resistió debajo de él.
—Joder, Jaehyun —Tae Yong gimió mientras Jaehyun bebía profundamente. Su pene endurecido, la sensación lo hacía molerse contra Tae Yong. El hombre debajo de él se retorcía al tratar de quitarse los pantalones del pijama y luego comenzó a tirar de la ropa de Jaehyun—. Quítatelos.
Jaehyun comenzó patear hasta que Tae Yong lo liberó de la ropa que lo tenía confinado. Tae Yong envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Jaehyun, invitando a Jaehyun a joderlo. Jaehyun gruñó mientras seguía bebiendo de Tae Yong.
—Jódeme, maldita sea —le ordenó Tae Yong mientras agarraba el eje de acero de Jaehyun, guiándolo hacia su culo. Jaehyun no lo pensó dos veces cuando lo llevó a casa. Nunca había follado a un hombre, nunca había estado arriba y se estaba volviendo adicto a la sensación del cuerpo fuerte debajo de él. Jaehyun no parecía obtener suficiente mientras embestía con su pene el culo de Tae Yong.
—¡Más fuerte! —gruñó Tae Yong empujando a Jaehyun lejos, rodando rápidamente sobre sus manos y rodillas—. Jódeme más duro, Jaehyun. Jódeme como tú lo deseas.
Jaehyun agarró a Tae Yong por el cabello, jalándolo hacia atrás mientras embistió de nuevo con su pene el culo de Tae Yong. Se aferraba a las largas y sedosas hebras, como si fuesen riendas. Separando aún más sus rodillas, se empujaba profundamente en el cuerpo de Tae Yong.
—¡Sí!
Jaehyun finalmente llegó a ser plenamente consciente de su entorno, los recuerdos empezaron a regresar lentamente. Sus empujes empezaron a vacilar al recordar cómo su mejor amigo lo había clavado a la pared.
—No. Concéntrate en mí, Jaehyun. Concéntrate en joderme, mi amor.
Jaehyun sacudió la cabeza, tratando de borrar de su mente las horribles imágenes. Soltó el cabello de Tae Yong cerrando los puños en alto. Dino. ¿Cómo?
Tae Yong se empujó de debajo de Jaehyun, rodando hasta que estuvo sentado. —Te tengo —Tae Yong se disparó, envolviendo sus brazos alrededor de los hombros de Jaehyun—. Te tengo, bebé.
—Él-él-él trató de matarme —gritó Jaehyun mientras sus hombros temblaban. Las imágenes horripilantes pasaban a través de su mente una y otra una vez, por lo que Jaehyun comenzó a temblar de pies a cabeza—. Él trató de matarme.
—Lo sé, bebé —Tae Yong se balanceó con Jaehyun en sus brazos, sosteniéndolo contra él mientras Jaehyun se venía abajo. Las visiones de Dino y Leroy fijándolo contra la pared, y luego Leroy clavando estacas a través de él lo atormentaban, haciendo rodar su estómago—. ¿Por qué?
—No sé, cariño. Los guls no tienen ningún sentido.
—¿G-Guls? —preguntó Jaehyun mientras se empujaba hacia atrás, mirando a Tae Yong a sus ojos negros como el carbón.
—Sí, Jaehyun. Fueron guls los que te secuestraron.
Jaehyun se estremeció. —Te llamé —confesó en un susurro.
Tae Yong parecía tener un dolor mortal. Sus ojos se humedecieron con el rojo de sus lágrimas mientras le asentía a Jaehyun. —Lo sé. Te escuché, bebé. Así fue como te encontré.
Jaehyun asintió, sin saber qué decir después de pasar por algo tan horrible como lo que había acabo de experimentar. — Sostenme.
Tae Yong acostó a Jaehyun suavemente, envolviendo su cuerpo alrededor del suyo. Jaehyun respiró contra Tae Yong mientras trataba de purgar las imágenes de su mente. Iba a perder la cabeza si no olvidaba. Tenía que olvidar. —Hazme olvidar.
Tae Yong cambió de postura, acunando la cara de Jaehyun y rozando con sus labios los de Jaehyun. La sensación de su piel era embriagadora mientras Jaehyun trataba de meterse dentro del hombre que había capturado su corazón y le hacía creer que el amor era real.
Tae Yong maniató sus muñecas, llevándolas sobre la cabeza de Jaehyun mientras se acomodaba entre sus piernas, dejando que sus penes se molieran juntos y tomó posesión de los labios de Jaehyun, al igual que su mente y su corazón. Jaehyun se perdió en Tae Yong.
La piel de Jaehyun se sentía en llamas cuando Tae Yong besó su camino hacia abajo desde el cuello de Jaehyun, deteniéndose en su pezón lamiéndolo y mordiéndolo ligeramente. Siseó cuando Tae Yong le extrajo sangre, lo miró, y luego le dio a Jaehyun esa sonrisa devastadora.
—Perdón. Me dejé llevar un poquito.
Jaehyun sonrió hacia el hermoso hombre haciéndole sentir como si fuera un rey. —Perdonado.
Tae Yong se rio entre dientes mientras lo besó alejando el dolor. r13;¿Mejor?
—No estoy seguro. Hazlo de nuevo.
Tae Yong sonrió ampliamente mientras le besaba el esternón a Jaehyun. Besó de un pezón al otro, dejando un húmedo rastro con la lengua, cuando comenzó su descenso. —¿Mejor?
—No —bromeó Jaehyun mientras Tae Yong volvía a arrastrarse sobre su cuerpo.
—Creo que sé lo que hará que mi Jaehyun se sienta mejor. — Tae Yong meneó las cejas, cuando cogía el lubricante del cajón lateral.
Jaehyun le arqueó una ceja, mientras Tae Yong lubricaba sus dedos. r13;Confía en mí. Es la panacea para alguien que sufre de pene-en-el-culo-itis.
Jaehyun rio a carcajadas mientras Tae Yong se reía entre dientes. El hombre era devastador cuando sonreía. Estaba tan contento de darle una oportunidad a Tae Yong y no dejar que sus inseguridades lo obligaran a rechazarlo. Gimió cuando Tae Yong insertó un dedo. — ¿Sabes lo que eres ahora; no, amor?
Él asintió con la cabeza. —Los colmillos son un claro indicativo. —A pesar de que estaba bromeando acerca de todo en el momento, Jaehyun aun sentía su mundo de cabeza. No entendía nada de lo que le estaba pasando. Inclinó la cabeza hacia atrás cuando Tae Yong comenzó a besarlo nuevamente. No había nada en el mundo que se sintiera mejor que los suaves labios de Tae Yong en su piel.
Jaehyun rodeó con sus brazos a Tae Yong, jalando al hombre más cerca. Necesitaba sentirse a salvo en un mundo que se había vuelto loco. Tae Yong era su roca. Jaehyun respiró hondo cuando sintió a Tae Yong entrar en él. Un profundo sentimiento de paz entró en su cuerpo cuando Tae Yong comenzó a mecerse lentamente dentro y fuera de él.
—Estás a salvo, bebé.
Jaehyun no estaba muy seguro de eso, pero se negó a detenerse por algo negativo en este momento. Tae Yong le estaba dando todo lo que necesitaba en este momento. Su cabeza le daba vueltas por el éxtasis mientras Tae Yong levantaba sus piernas y las acomodó sobre sus hombros. Agarró las caderas de Jaehyun y se balanceó de nuevo sobre sus talones.
—¡Tae Yong! —Jaehyun gritó mientras arañaba la suave piel de su vampiro. Tae Yong no sólo lo estaba haciendo olvidar, sino que estaba haciendo que Jaehyun se enamorara aún más profundamente de él por la manera tan suave con la que trataba a Jaehyun. Puso sus manos sobre el sólido pecho y Tae Yong lo miró. Le sonrió seductoramente a Jaehyun, haciendo que su corazón se saltara un latido.
—Tu culo es tan malditamente apretado. —Tae Yong le guiñó un ojo.
—Me alegro de que pienses así. —Jaehyun sonrió mientras arqueaba la espalda, enganchando su culo más alto para su amante.
Tae Yong gruñó cuando empezó a joder a Jaehyun apropiadamente. La cabeza de Jaehyun se azotaba de un lado a otro, mientras el pene de Tae Yong lo reclamaba. Podía sentirlo rozando su próstata, y la sensación fue empujando a Jaehyun cada vez más cerca del borde.
Gritó cuando su orgasmo rompió a través de él, enviándolo a una espiral fuera de control mientras Tae Yong martillaba dentro de él. Jaehyun alcanzó y jaló a Tae Yong hacia él, hundiendo sus colmillos en su amante.
—Sí —siseó Tae Yong y luego hundió sus dientes a un lado del cuello de Jaehyun mientras gruñía su liberación. Jaehyun no estaba seguro de lo que le iba a suceder a partir de ahora, pero sabía que no sería capaz de hacerlo sin Tae Yong a su lado.
D.K. ladeó la cabeza mientras observaba la extraña manera en que Min Hyuk bailaba. Normalmente, el pequeño hombre era como un río fluyendo, suave y sin defectos. Pero en estos momentos él estaba haciéndolo de forma muy inestable.
—Hey, D.K. —Tae Yong lo llamó, mientras se acercaba con su pareja. D.K. estaba muy contento de que todo hubiera salido bien para estos dos hombres. No había nada peor que perder a tu pareja. En lo personal él no sabía cómo se sentiría, pero había visto a un hombre o dos atravesar por ese sufrimiento, y no había sido un bonito espectáculo.
—Este es mi pareja, Jaehyun —dijo Tae Yong con orgullo mientras le presentaba a D.K. su pareja. Jodida A.20 suerte le había sonreído a Tae Yong. D.K. lo había visto cuando era un caos sangriento, pero limpio, el hombre era precioso. Le había dado un breve vistazo a Jaehyun cuando se llevó a cabo la ceremonia la otra noche, pero había estado demasiado ocupado observando a Min Hyuk entonces.
—Encantado de conocerte. —D.K. le guiñó un ojo a Jaehyun mientras lo tomaba de la mano.
—Apártate y deja de joder —advirtió Tae Yong.
D.K. se rio entre dientes mientras besaba el dorso de la mano a Jaehyun. —Quítate las bragas de volantes. Puedo apreciar la belleza cuando la veo.
Jaehyun resopló mientras jalaba su mano liberándola. D.K., quería a gruñir. —Lo dudo mucho. Creo que necesitas gafas.
D.K. levantó las cejas y le frunció el ceño a Jaehyun antes de mirar a Tae Yong. —¿Es en serio?
Tae Yong dio un paso atrás mientras cruzaba los brazos sobre el pecho. —Eso me temo.
¿Cómo diablos podía un hombre tan jodidamente caliente como este creerse tan poca cosa? Eso no tenía ningún sentido… —
¡Oh mierda! —D.K. salió disparado hacia la pista de baile y recogió a Min Hyuk llevándolo en brazos mientras corría hacia la oficina de atrás donde Jaehyo celebraba una reunión. Pateó la puerta abriéndola y entrando, sin molestarse en lo más mínimo en tocar primero.
—¿Qué pasó? —Jaehyo y Yu Kwon se pusieron de píe de un tirón mientras D.K. se quedó allí presa del pánico.
—Está teniendo espasmos. ¿Es hora?
Jaehyo dio vuelta al escritorio y examinó a Min Hyuk mientras D.K. sostenía al pequeño hombre con fuerza en sus brazos. r13;¿Cómo te sientes, cervatillo?
—Estoy bien. Estaba tratando de rascarme la espalda. — Min Hyuk destelló hacia arriba en D.K.. Está bien, se sentía como un completo imbécil. Pero él podría haber entrado en trabajo de parto.
Jaehyo se rio entre dientes mientras le besaba la frente a Min Hyuk. —Gracias, D.K., por tu rápida respuesta.
«Sí, lo que sea». —No hay problema. —Suavemente colocó a Min Hyuk sobre sus pies antes de retirarse de la oficina del Príncipe. En fin, qué diablos.
—Perdone.
D.K. se volvió para ver al hombre de ayer, el que hizo que Min Hyuk cayera de culo. Gruñó mientras golpeaba con fuerza al tipo contra la pared. —No eres bienvenido aquí —D.K. se detuvo cuando Min Hyuk salió contoneándose de la oficina. Él miró al hijo de puta de arriba abajo, en actitud amenazante—. Fuera de aquí.
El muy cabrón tuvo el descaro de negar con la cabeza. — Tengo que ver al Príncipe.
D.K., miró a Min Hyuk, quien los miraba con curiosidad. Volvió a mirar al hombre que no era bienvenido en su club.
—Ni lo pienses.
Justo en ese instante, Jaehyo salió de su oficina, Yu Kwon a su lado. —¿Qué estás haciendo aquí, Sang Gon? — preguntó Jaehyo, su voz irritada. D.K., se sentía igual. Demasiadas cosas estaban pasando por aquí últimamente. Ellos no necesitaban de un imbécil vampiro gamberro jodiéndolos a todos. Y la bolsa de ducha vaginal ni siquiera era de su Aquelarre.
—Necesito hablar con usted, Príncipe, es sobre mi pareja.
D.K. casi ríe de lo absurdo de la situación. Sintió pena por la persona que había corrido con tan mala suerte de tener que enlazarse con este hijo de puta.
—¿Y quién es tu pareja? —preguntó Jaehyo, en un tono carente de preocupación.
Sang Gon sonrió, un gesto carente de humor mientras se lamía su labio inferior. —Es curioso que lo pregunte. Está en el club ahora. Él se llama Jaehyun.
—¿Por lo que me estás diciendo que tuve el gen en mí todo este tiempo? —preguntó Jaehyun, viéndose confundido como el infierno. Tae Yong sonrió mientras acariciaba con sus nudillos la cara de su pareja. Jaehyun era realmente un hombre hermoso. El que su pareja creyera que tenía alguna carencia estaba más allá de Tae Yong.
—Sí, bebé. Parece que el gen fue suprimido cuando estabas en el vientre materno.
Jaehyun sacudió la cabeza mientras cogía el vaso al alcance de su mano, tomando un trago y luego tosiendo. —Odio que no pueda beber nunca más. —Dejó sobre la barra el vaso y luego se volvió hacia Tae Yong, limpiándose la boca—. Sabía que era adoptado, pero ¿realmente nací como un vampiro?
Tae Yong se sintió aliviado de que su pareja no se viera o sonara molesto acerca de ese hecho. Le gustaba ser quien era y no lo cambiaría por nada en el mundo. Oraba porque Jaehyun tuviera la misma opinión. Era muy hermoso ser un vampiro.
—Sí —respondió con una sonrisa—. Y podría añadir que tus colmillos son sexis como el infierno.
Jaehyun se ruborizó mientras pasaba la lengua por sus colmillos. —¿Crees que soy sexi?
Tae Yong se empujó más cerca de su pareja, invadiendo su espacio personal cuando se inclinó, pellizcando suavemente a Jaehyun en el cuello. —Tú eres el hombre más sexi que haya conocido —le susurró al oído a su pareja—. Quiero joderte a cada segundo que estoy cerca de ti. Y cuando estamos separados, en todo lo que pienso es en joderte.
—¿Entonces, debo asumir que quieres joderme? —Jaehyun bromeó. A Tae Yong le gustaba este Jaehyun. Él era juguetón y receptivo. Pasó los nudillos sobre el bulto en los jeans de su pareja.
—Y tú quieres joder conmigo, por lo que veo. —Tae Yong estaba duro como una roca. Era cierto. Jaehyun lo hacía sentir vivo otra vez. Durante demasiado tiempo solo hacía seguido adelante, aguantando los golpes que le daba la vida, simplemente existía. Su pareja había infundido nueva vida a sus viejos pulmones, haciéndolo sentir como si pudiera conquistar al mundo.
—No voy a negarlo —dijo Jaehyun en voz baja mientras su rostro entero se había sonrojado de un tono profundamente rojo. Era realmente adorable. Jaehyun levantó la vista mirándolo a través de sus pestañas, poniendo el corazón de Tae Yong a correr. Bajó la cabeza, besando a su pareja, vertiendo todo lo que sentía en ese beso. Tae Yong acunó la cara de su compañero, acariciando con los pulgares las mejillas de Jaehyun mientras lo jalaba más de cerca.
—Te amo, Tae Yong —confesó Jaehyun quedamente cuando Tae Yong rompió el beso. Tae Yong sentía como si estuviera caminando entre las nubes ante la declaración de su pareja. Le sonrió a Jaehyun mientras descansaba la frente contra la de su pareja.
—Te amo, también, Jaehyun.
—Ahí está.
Tae Yong levantó la cabeza bruscamente cuando escuchó esa voz. Era el hombre que había tratado de arrebatarle a su pareja. Siseó, empujando a Jaehyun detrás de él, mientras Sang Gon, Jaehyo, Yu Kwon, D.K., Hong Bin y Min Hyuk se acercaban a ellos.
No le importaba quiénes eran. Su pareja estaba primero, y tenía la sensación que encontrarse con Sang Gon de nuevo no iba a ser algo bueno. Tenía la palabra “problemas” escrita por todo el rostro. —¿Qué es esto?
Jaehyo apretó sus labios mientras asentía en dirección de la pareja de Tae Yong. —Sang Gon afirma que Jaehyun es su pareja.
Tae Yong saltó, golpeando a Sang Gon en su rostro aterrizando en el hombre, por lo que Sang Gon se golpeó fuertemente contra el piso. Tae Yong no iba a tratar con este cabrón nunca más. Estaba harto de que el hombre se acercara a su pareja.
D.K. jaló a Tae Yong quitándolo de Sang Gon. Mientras era alejado miró hacia abajo, al caos sangriento que había hecho, dándose cuenta en el último minuto lo que Sang Gon estaba tratando de hacer. Y Tae Yong había ido directamente hacia ello. El hijo de puta no se había defendido.
Sang Gon se limpió la boca, giró la cabeza y escupió en el suelo, antes de volver a mirar a Tae Yong, con un brillo malicioso en los ojos. r13;Quiero que Tae Yong sea llevado ante los Ancianos por atacarme.
«Mierda, mierda, mierda». Al diablo con él. Si, se lo iba a cargar... Tae Yong saltó sobre el hijo de puta de nuevo, aterrizando un sólido golpe en su cara antes de que D.K., lo quitara de encima de él de nuevo. Tae Yong lanzó una patada, aterrizando su píe en ángulo totalmente recto en las joyas de la familia de Sang Gon—. Ahora tienes qué denunciar.
Jaehyo se interpuso entre los dos, mirando a Sang Gon. — ¿Qué acerca de tu reclamo sobre Jaehyun?
Sang Gon se encogió de hombros. —Mi error. Pensé que era.
Tae Yong cerró los puños a sus costados. Todo esto había sido una trampa desde el principio. Saltó de nuevo, pero Jaehyo lo detuvo. —Basta ya. Se te hará justicia pronto.
—¿Cómo? —gritó Sang Gon—. ¡No puedes hacer justicia con tus propias manos!
Jaehyo envolvió sus dedos alrededor del cuello de Sang Gon, sus colmillos a pulgadas de la cara del vampiro. —Oh, pero yo puedo. ¿Has olvidado quién soy?
Sang Gon fulminó con la mirada a Tae Yong. Apretó los labios cuando negó con la cabeza—. No, Príncipe. No lo he olvidado.
—Ya te había dado una advertencia. Viniste hasta aquí esta noche y de manera intencional provocaste a Tae Yong. No te daré otra oportunidad. —Jaehyo hizo tronar sus dedos, todo el mundo en el club se calló—. Llévalo afuera, D.K., y átalo. Deja que el sol le dé una lección.
Bajo cualquier otra circunstancia, Tae Yong habría sentido lástima por el hijo de puta. No esta vez. Sang Gon era una amenaza para su pareja. Tae Yong no iba a aguantarlo más. Si él se acercaba a Jaehyun de nuevo, Tae Yong iba a terminar lo que empezó y matar al hijo de puta.
—¡No puedes hacer esto! —gritó Sang Gon mientras Tae Ho y D.K. lo arrastraban hacia la parte de atrás del club.
Jaehyo ignoró a Sang Gon y se volvió hacia Tae Yong. —Ven a mi oficina. Quiero saber acerca de los guls.
Tae Yong asintió con la cabeza, deslizando su mano en la de Jaehyun mientras observaba a Sang Gon ser arrastrado hacia la parte posterior del club. Muy bien, así que sentía una onza de lástima por el hombre. Él desvió la mirada.
Pero no la suficiente como para ayudarle al tipo.
continuara....