Jaehyo se apareció en la oficina de Jung Min y de inmediato frunció los labios. Jung Min estaba con los pantalones hasta los tobillos, eso era algo que Jaehyo no quería ver. —Tienes visita —dijo, tomando asiento en una de las sillas más lejanas del cuarto. No tenía necesidad de ver eso de cerca.
Jung Min lo vio por encima del hombro, y le dijo: —Ya sabía que estabas aquí.
—Entonces deshazte de él —dijo mientras señalaba con la mano hacia el hombre que Jung Min estaba jodiendo sobre su escritorio. Realmente no quería interrumpir la diversión del líder del Aquelarre, pero necesitaba hablar con Jung Min en privado.
—Llegaste en el peor momento. —Jung Min maldijo mientras se alejaba del pequeño hombre—. Vístete.
El hombre le dio a Jaehyo una sucia mirada mientras tomaba su ropa y salía de la oficina. Jaehyo sonrió mientras el hombre cerraba la puerta. —Veo que tienes gusto por los humanos.
—Como tú —comentó Jung Min mientras se subía los pantalones y los cerraba—. Ahora, ¿qué es tan importante para que alejes mi diversión?
—Necesito que viajes conmigo. Si los Ancianos están realmente buscando a mis hermanos, entonces necesito asegurarme que descansen sin ser molestados.
Jung Min se sentó, dándole a Jaehyo una cuestionadora mirada. Nunca le diría al líder del otro Aquelarre, pero Jaehyo estaba empezando a disfrutar de sus encuentros. Tenía muchos seguidores y dos parejas, sin mencionar niños. Sin embargo, a Jaehyo le faltaba un amigo cercano. Lástima que el hombre actuaba como si sus entrañas estuvieran siendo sacadas por su nariz cada vez que Jaehyo llegaba. Él podía decir que Jung Min era un hombre leal. Estaba en su mirada.
—¿Puedes confiarme su ubicación?
Jaehyo cruzó una pierna sobre la rodilla, alisando sus pantalones con una sonrisa en sus labios. —No. Te pediré que te cubras los ojos hasta que lleguemos.
Podía ver que Jung Min realmente no estaba tratando de escuchar esto. El hombre ya había acompañado a Jaehyo en más de una ocasión, y el príncipe podía decir que Jung Min odiaba cada vez que Jaehyo llegaba a pedir ayuda.
—¿Quieres que confié en ti lo suficiente como para dejar que me vendes los ojos?
Jaehyo asintió.
—¿Cuánto tiempo tengo para pensarlo? —Jung Min le preguntó mientras se sentaba en su silla de piel de gran tamaño.
—Necesito la respuesta ahora —dijo Jaehyo.
Jaehyo podía ver la renuencia en el rostro del líder del Aquelarre mientras reflexionaba sobre las cosas. El Príncipe también dudaría si alguien le pidiera que se cubriera los ojos, pero la ubicación de sus hermanos debería de mantenerse en secreto. Si alguien supiera dónde encontrar a KwagMin y YoungMin, todo el infierno se soltaría. Era un riesgo que Jaehyo no estaba dispuesto a correr.
—Me jodes y los Ancianos se verán como niños pequeños en comparación con mi ira —Jung Min finalmente respondió.
Jaehyo sabía que él había designado al vampiro adecuado para dirigir el Aquelarre del norte. Jung Min pudo haber llegado a él en el pasado, pero el hombre era un oponente formidable. No es que Jaehyo estuviera preocupado por el hombre, pero Jung Min parecía del tipo que cumplía sus promesas.
—Muy bien. —Jaehyo se levantó y sacó un pañuelo de seda de su bolsillo—. Mejor nos vamos.
JunHyung lanzó a su compañero a la cama y lo vio rebotar mientras se movía a un lado y se desabrochaba los jeans, y los bajaba por su muslo. —Quiero que chupes mi pene. —JunHyung gimió mientras rodeaba con sus dedos su dolorosa y pulsante erección.
Podía ver todo el cuerpo de Hyun Seung temblar ante la solicitud. Mientras se colocaba sobre sus manos y rodillas y recorría la cama, JunHyung levantó la mano. —Te quiero desnudo —ordenó JunHyung, y Hyun Seung obedeció rápidamente, malditamente cerca de desgarrar la camisa mientras se la quitaba.
Una vez que la carne pálida de su pareja fue revelada, de nuevo se dirigió hacia JunHyung, como si no pudiera esperar para estar cerca de él.
—Tranquilo, pareja.
Hyun Seung fue más lento mientras JunHyung se quitaba la camiseta y la lanzaba a un lado y luego se quitó los jeans, mientras Hyun Seung se dirigía hacia un lado de la cama. JunHyung se quedó ahí y bombeó su pene un par de veces, pre-semen se escurría mientras veía el sexy cuerpo de Hyun Seung acercarse.
Tomó el pre-semen de la cabeza de su pene y lo llevó alrededor de los labios de Hyun Seung. —Lámelo —gruñó bajo. Su pene se sacudía y palpitaba mientras observaba la rosada lengua de Hyun Seung alrededor de sus labios, lamiendo el claro líquido inmediatamente.
El deseo surgió claro y brillante en los ojos de Hyun Seung al tiempo que abría la boca y se inclinó hacia delante, envolviendo sus labios alrededor del eje de JunHyung.
Él siseó mientras su pene se hundía lentamente en la parte de atrás de la garganta de su pareja.
Su pareja correspondía a la oscura seducción de JunHyung, y JunHyung sintió su hambre de deseo aumentar en espiral dentro de él. Pasó sus dedos por el cabello rubio oscuro de su pareja, sosteniendo la cabeza mientras se daba placer con la boca de Hyun Seung.
Hyun Seung no protestó. No, el hombre apoyó sus manos en los rígidos muslos mientras se inclinaba más cerca y tragaba el duro pene de JunHyung hasta que su nariz estaba contra la ingle de JunHyung.
Sus colmillos bajaron y sintió que el lazo entre ellos se fortalecía. Los bonitos ojos azules de Hyun Seung veían a JunHyung. Su boca formaba un sello hermético alrededor del pene de JunHyung. Los extraordinarios ojos de Hyun Seung brillaban mientras ordeñaba el pene de JunHyung con los músculos de su garganta.
Los dedos de los pies de JunHyung se curvaron y su cuerpo se tensó cuando la presión se construía. —Maldición, es suficiente —gruñó JunHyung mientras sacaba su pene.
Estaba tan malditamente cerca de correrse en la garganta de Hyun Seung. Lo que no hubiera sido algo malo, pero JunHyung tenía otras perversas ideas que quería llevar a cabo. JunHyung se arrastró sobre la cama, apoyando la espalda contra el respaldo y extendiendo las piernas.
—Ven y siéntate en mi regazo.
Hyun Seung se arrastró hacia JunHyung, su duro culo presionando el eje de JunHyung. Tomó el lubricante y lo usó para lubricar la entrada de Hyun Seung y preparar a su pareja para su pene. Hyun Seung ronroneó y gimió mientras jodia los dedos de JunHyung en su culo.
—Dime lo bueno que se siente —dijo JunHyung rudamente mientras desesperadamente trataba de detener su orgasmo. Hyun Seung parecía un ángel caído sentado en su regazo, sus bonitos ojos azules calientes con la lujuria, oscureciéndose.
—Tan bueno —jadeó Hyun Seung—. Tus dedos se sienten tan condenadamente bien dentro de mí.
JunHyung sacó su mano libre y alineó su pene. —Siéntate en mí, pareja.
Hyun Seung levantó las caderas y lentamente empaló su culo en el pene de JunHyung que esperaba. Se sentía como si su sangre estuviera en el fuego mientras Hyun Seung se sentaba. —Jódeme, bebé.
Hyun Seung levantó las caderas, apoyó los pies y comenzó a empujarse arriba y abajo del pene de JunHyung. JunHyung echó la cabeza hacia atrás, disfrutando del placer del apretado cuerpo de su pareja.
Podía sentir sus colmillos descender mientras Hyun Seung subía y bajaba.
Quería morder, quería hundir sus colmillos profundamente en el cuello de Hyun Seung. Llevó la mano detrás de la cabeza de Hyun Seung, jalando a su pareja y tomando los labios de Hyun Seung en un desesperado beso.
Sus colmillos rasparon el labio inferior de Hyun Seung, y JunHyung pasó su lengua por el labio raspado, tomando el dulce néctar de su pareja. La presión se estaba construyendo con rapidez dentro de él, y JunHyung sabía que no duraría mucho antes de soltar su carga. Se empujó hacia arriba, empujándose hacia Hyun Seung mientras lo besaba como un moribundo.
—¿Pensé que querías que te jodiera? —Hyun Seung bromeó cuando rompió el beso, envolviendo sus piernas alrededor de la cintura de JunHyung, que empujaba su pene más duro. JunHyung levantó la cabeza sintiendo que sus ojos cambiaban a rojo mientras sus colmillos hormigueaban por la carne de Hyun Seung.
—Oh, infiernos, JunHyung —murmuró Hyun Seung—. ¿Sabes lo sexy que te ves ahora?
JunHyung bajó la cabeza, la pelvis empujando el culo de Hyun Seung.
—Necesito morder.
Hyun Seung rozó sus dedos por los colmillos de JunHyung antes de inclinar la cabeza hacia un lado, dejando al descubierto su vena. — Entonces muérdeme.
JunHyung inhaló el aroma de su pareja antes de que sus colmillos rompieran la piel de Hyun Seung, hundiéndose profundamente. La dulzura de la sangre que llegaba a su lengua, hacía que su cabeza girara ante el sabor. Su pene profundamente dentro del culo de Hyun Seung mientras Hyun Seung se acercaba más.
—Por favor, nunca me dejes ir —le murmuró Hyun Seung tan bajo que JunHyung casi no lo oyó. Apretó su dominio sobre su pareja, en un prometedor silencio. Las uñas de Hyun Seung raspaban su espalda, haciendo que JunHyung gruñera mientras se alimentaba.
—Más duro, JunHyung. ¡Jódeme fuerte!
JunHyung se empujaba contra el apretado agujero de su pareja mientras bebía, sintiendo el familiar hormigueo recorrer su columna vertebral y robándole los sentidos. Él lamió los puntos de la herida y luego acunó la cara de Hyun Seung. —El día que te deje ir es el día que mi cuerpo ya no tenga vida. Sólo tú tienes el poder para destruirme, Hyun Seung.
JunHyung presionó sus labios contra los de Hyun Seung, besándolo suavemente mientras metía su mano entre ellos y acariciaba el pene de su pareja, sintiendo el eje pulsar en su mano. JunHyung se salió del cuerpo de Hyun Seung y se volvió a empujar, haciendo que su pareja gritara dentro de su boca.
JunHyung repitió el acto unas cuantas veces más, disfrutando de los gritos de placer de Hyun Seung antes de que su pareja hiciera erupción en su mano, su caliente semilla sobre la negra mano de JunHyung. JunHyung comenzó a joder a Hyun Seung con la velocidad de la luz, buscando su propia liberación.
Mientras el agujero de Hyun Seung pulsaba alrededor de su pene, JunHyung le dio un puñetazo a la cama mientras rugía su liberación.
Hyun Seung se levantó de la cama, mordiendo la piel de JunHyung, los dientes romos enviaron a JunHyung a un nivel más alto mientras su semilla era vaciada de su cuerpo.
JunHyung presionó su cara contra las sábanas, secándose el sudor, y luego besando la marca de la mordedura de Hyun Seung. Su pareja se estremeció, su cuerpo aún enroscado alrededor de JunHyung.
—Nunca te preocupes de que te deje, Hyun Seung. Eres mío, y planeo mantenerte conmigo.
Hyun Seung le sonrió con una expresión de pura alegría en sus ojos.
—Tengo mi propio vampiro.
JunHyung se rio mientras se rodaba de lado, jalando a Hyun Seung con él. —Ahora puedes renunciar a tu cacería.
Hyun Seung abrió la puerta del frente, el sol brilló frente a sus ojos mientras veía alrededor. Estando con JunHyung, se había olvidado de lo malditamente brillante que era estar al aire libre durante el día. Hyun Seung tuvo que levantar la mano para protegerse de la luz hasta que sus ojos se acostumbraron. No había una nube en el cielo, el sol tenía rienda suelta calentando a Hyun Seung.
Mientras sus ojos se acostumbraban, Hyun Seung comenzó a alejarse de la casa. Tenía que ir a buscar su mochila al refugio antes de que la desecharan.
No había mucho en su bolsa, pero era toda la ropa de Hyun Seung y las cosas que tenía con él cuando lo echaron de su casa. Si no conseguía su mochila, estaría atascado con la ropa que estaba usando. JunHyung había sido muy amable con él, y Hyun Seung no le iba a pedir más favores al hombre. A la mayoría de los hombres no les gustaban los amantes necesitados, y Hyun Seung no iba a forzar su suerte.
Fue un recorrido muy largo y pesado desde la mansión de Jaehyo a la ciudad, para cuando Hyun Seung llegó al refugio sus pies lo estaban matando, y tenía sed como el infierno. Bebió de la fuente en el pasillo principal antes de ir en busca de su mochila.
Quizás podría quedarse alrededor y encontrarse con JunHyung en el club más tarde, cuando el sol se pusiera. Realmente extrañaba el sol en su cara y quería disfrutar de él el mayor tiempo posible. Sólo deseaba poder compartir esto con JunHyung. ¿Cómo sería nunca conocer el sol?
Hyun Seung no podía ni siquiera contemplar esa idea. Le encantaba estar en sus cálidos rayos.
Hyun Seung era feliz cuando le dijeron que su mochila estaba en la oficina del consejero. Gracias a Dios que no la había desechado. Ahora él podía tomar una larga ducha caliente y tener ropa diferente.
Aunque había lavado su ropa en la lavandería de JunHyung, se sentía bien poder vestir ropa diferente.
—¿Cómo has estado? —El señor Thornton preguntó mientras Hyun Seung tomaba su mochila de una esquina.
Enganchó la correa sobre su hombro mientras le sonreía al hombre. —Muy bien —respondió con honestidad—. Conocí a alguien especial, y me invitó a vivir con él.
El señor Thornton le dio a Hyun Seung una genuina sonrisa. —Me alegra oír eso. Sólo ten cuidado ahí afuera, Hyun Seung. Hay un montón de personas que están buscando a alguien como tú para usarlo y abusar.
—¿Como yo?
El señor Thornton se sonrojó mientras agitaba una mano hacia Hyun Seung. —No es mi intención ofenderte, pero eres un poco ingenuo. No es una mala cosa. Prométeme que tendrás cuidado.
Hyun Seung sabía en su corazón que JunHyung no dejaría que le pasara nada. JunHyung lo había sostenido en sus fuertes brazos la noche anterior, murmurando palabras dulces hasta que finalmente Hyun Seung se quedó dormido. No, Hyun Seung sabía que JunHyung haría cualquier cosa para mantenerlo a salvo. —Se lo prometo, señor Thornton. Y gracias por aceptarme cuando lo necesité.
El consejero se levantó y le estrechó la mano a Hyun Seung y después lo acompañó afuera de su oficina. —Yo diría que cuando quieras, pero lo mejor para ti es mantenerte fuera de las calles. Si te sucede algo y te encuentras de nuevo con necesidad, ven a verme. Te ayudaré en todo lo que pueda.
Hyun Seung apretó el puño sobre su mochila, negándose a llorar ante la oferta del señor Thornton. No mucha gente quería ayudar, sin recibir nada a cambio. El tipo era un raro hallazgo.
Le dijo adiós con un movimiento de la mano y dejó el refugio atrás, disfrutando del sol mientras caminaba por alrededor.
JunHyung le había dado un poco de dinero, así que al menos podía permitirse el lujo de comer mientras estaba fuera. Sonrió mientras caminaba, pensando en lo que JunHyung le había dicho la noche anterior.
Eso era un compromiso de proporciones épicas, y Hyun Seung no podía estar más feliz. El hombre era guapísimo y trataba a Hyun Seung como si le importara. Quizás la suerte finalmente se había girado para mejorar. El Señor sabía que no había tenido suficiente buena suerte ni para llenar un dedal, y tener a JunHyung en su vida hizo que Hyun Seung sonriera como un tonto.
—Este debe ser mi día de suerte.
Hyun Seung vio sobre su hombro para ver a Randy apoyado en su motocicleta al lado del edificio por donde Hyun Seung caminaba.
«¡Oh, mierda!»
Podía sentir su corazón latiendo acelerado mientras trataba de apresurar sus pasos, pero Randy lo interrumpió. —Dime algo — preguntó casualmente, pero Hyun Seung sabía que había una tormenta en el interior del hombre por la ira en los ojos de Randy—. ¿Cómo puede un pequeño marica como tú girar la cabeza de JunHyung? ¿Lo estás chantajeando o algo así?
Sus dedos se cerraron alrededor de la correa de la mochila en el hombro, mientras Hyun Seung trataba de ver hacia cualquier lugar menos al cruel hombre. Él no tenía una respuesta porque no había una. Un hombre no podía convertirse en gay. O se es o no.
El puño de Randy voló al estómago de Hyun Seung, por lo que el aire salió de sus pulmones, sus ojos se humedecieron. Hyun Seung cayó de rodillas, sujetando su cintura mientras el dolor atravesaba todo su cuerpo. Joder, eso dolió. —Te voy a enseñar acerca de esparcir tu jodida enferma perversión.
Hyun Seung gritó cuando Randy lo jaló a un rincón y comenzó a golpearlo para sacarle la mierda. Nadie escuchó sus gritos de auxilio, mientras los puños de Randy golpeaban su cara, abdomen, costado, espalda y cabeza. Cuando la rodilla del hombre golpeó su ingle, Hyun Seung cayó con fuerza.
—Cada vez que te vea te voy a enseñar sobre esparcir tu maldita enfermedad —amenazó Randy, pateando a Hyun Seung, una vez más antes de irse.
Hyun Seung no podía moverse. Ni siquiera podía tomar una jodida respiración. Le dolía malditamente demasiado. Todo su cuerpo estaba con mucho dolor mientras trataba de arrastrarse a un rincón. Cuando extendió la mano, Hyun Seung vio sangre. Su sangre.
Lágrimas cayeron de sus ojos, mientras desesperadamente trataba de levantarse, pero tenía la sensación de que tenía más de un hueso roto. Randy era un hombre grande, tan grande como JunHyung, y Hyun Seung tenía la sensación de que si el hombre hubiera tenido la intención de matarlo de verdad, Hyun Seung estaría muerto ahora mismo.
Cuando la oscuridad comenzó a tragarlo, Hyun Seung le gritó en su mente a JunHyung.
JunHyung abrió los ojos de golpe. Podía decir que el sol todavía estaba alto en el cielo, pero cuando se dio la vuelta, vio que su cama estaba vacía, no estaba su pareja. Un profundo dolor se inició en el pecho mientras veía la cama vacía.
Hyun Seung estaba en problemas.
JunHyung podía sentir el vínculo entre ellos debilitarse a medida que salía de la habitación y corría a la puerta de Jaehyo. Dio un golpe mientras se frotaba el pecho, con la sensación de que nunca volvería a ser feliz.
—¿Sí? —dijo Yu Kwon, al abrir la puerta.
—¿Dónde está el Príncipe?
—No está aquí, ¿por qué? —Yu Kwon preguntó, la curiosidad en sus ojos.
Joder, ¿por qué el Príncipe elegía estar fuera ahora? El hombre tenía un sentido de la oportunidad que apestaba.
—Debido a que mi pareja está en problemas. Él no está en la cama, y puedo sentir su dolor. Su vida se está desvaneciendo rápidamente.
Yu Kwon asintió. —Tengo gente a la que puedo llamar. Son shifter. Si hay alguien que puede encontrar a tu pareja son ellos.
JunHyung asintió mientras Yu Kwon tomaba su teléfono celular y habló rápidamente en él. Se paseó por afuera en el pasillo, aferrando su pecho cada vez con mayor fuerza. ¿Por qué diablos no estaba Hyun Seung en su cama? ¿Qué llevó a su pareja a salir de la protección de la casa?
Yu Kwon cerró su teléfono celular y caminó rápidamente hacia el pasillo, donde JunHyung seguía el maníaco ritmo. —Ellos están en camino. Debes de darles algo con el olor de tu pareja.
JunHyung no sabía que los shifter podrían hacer eso. Estaba empezando a ver todo con una luz completamente nueva. Nunca realmente había pensado en ellos, JunHyung nunca había tenido una buena opinión de ellos. Pero ahora que los necesitaba...
Sí... estaba a punto de tener todo un nuevo respeto por los shifter.
Se paseó por el pasillo una vez que recuperó algo con el aroma de Hyun Seung. Esperar era lo peor. Sentía como si su mente se fracturara para el momento en que los dos hombres se presentaron, tocando la puerta principal.
—¿Dónde está amenaza? —gritó una voz desde arriba.
JunHyung vio cómo Yu Kwon rodó los ojos cuando las dos shifter bajaban las escaleras. —Nunca pensé que vería el día en que pedirías ayuda.
La mandíbula de Yu Kwon se tensó señalando a los dos hombres. —Hago un llamado a Changjo en busca de ayuda y me manda a Beavis y Butt-Head.
—Es Jong Su y Young Bin, lo comprendes. He oído que eres un nuevo papá.
Yu Kwon dio un paso atrás, bloqueando la entrada de su dormitorio.
—Acércate a mi hijo y voy a cortarte las bolas con un cuchillo oxidado.
—¿Podemos concentrarnos en mi pareja? —JunHyung gruñó—. Puedo sentirlo deslizándose. ¡Maldición!
—Lo siento —uno de los hombres dijo acercándose a JunHyung.
—Mi nombre es Young Bin. Dame algo con su aroma.
JunHyung le entregó la funda de la almohada que Hyun Seung había utilizado ayer por la noche cuando dormía. Imágenes de Hyun Seung sobre ella saciado y tranquilo desgarró a JunHyung mientras su pecho latía de dolor. —Encuéntralo, por favor. —Él no podía imaginar un mundo sin Hyun Seung. Era demasiado doloroso.
Young Bin asintió, y tomó la funda de la almohada en la mano. —Si salió caminando de aquí, lo encontraremos.
Carcomía las entrañas de JunHyung quedarse atrás sin hacer nada. Hyun Seung era su responsabilidad, y JunHyung no podía hacer una maldita cosa porque el sol estaba alto. Observó a los dos shifter salir llevándose la funda con ellos, se dirigió a su habitación a la espera de alguna noticia de que los shifter lo habían encontrado.
Yu Kwon llegó a la habitación de JunHyung unas horas más tarde. JunHyung no había dormido. No podía dormir con su compañero desaparecido.
No se había dado cuenta de cuánto se había acostumbrado a que Hyun Seung estuviera en su cama hasta que su pareja no estuvo ahí.
—Lo encontraron.
JunHyung rodó de la cama y se puso de pie en cuestión de segundos, mientras esperaba a que Yu Kwon continuara.
—Algunas personas encontraron a tu pareja inconsciente y casi muerto a golpes en el suelo. Ellos llamaron a una ambulancia, y Hyun Seung fue llevado al hospital. Aún está en cirugía.
JunHyung rugió estrellando su puño contra la pared. Él iba a averiguar quién le había hecho esto y destruirlo. Hyun Seung era un dulce chico. No había ninguna razón para que alguien pudiera hacerle daño. No podía imaginar nada que Hyun Seung pudiera haber hecho para merecer ser golpeado de esa forma.
—Eso es todo lo que sé por ahora. Le di a Young Bin el número de tu celular y le dije que te llamara ante cualquiera novedad.
JunHyung se secó las lágrimas de su rostro mientras asentía hacia Yu Kwon. —Gracias.
Yu Kwon se fue, y JunHyung vio el reloj. Faltaba una hora antes de que el sol se pusiera y entonces él estaría en el hospital. Si Hyun Seung se encontraba todavía en cirugía, debería de ser malo. Le dio un puñetazo de nuevo a la pared, se sentía desamparado.
—Si hay algo que necesitas, solo pídelo.
JunHyung asintió hacia Dino, que estaba de pie en el marco de la puerta con Jaehyun. —Vamos a ir al hospital contigo si lo deseas.
JunHyung no estaba seguro de lo que él quería en estos momentos. Su cabeza era un lío, sentía que su vínculo con Hyun Seung cada vez era más débil. Entró al cuarto de baño, se duchó y JunHyung se preparó para salir. Quería ver a Hyun Seung, conocer la gravedad de sus lesiones. Y luego JunHyung quería saber a quién tenía que matar.
continuara...