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43. su Imperfecto Compañero (26) por dayanstyle

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Después de toda la ira, angustia, dolor y traición, Yesung descubrió que no podía tolerar el ver a su pareja tan infeliz. No era lo suficientemente fuerte para mantenerse alejado. Se sentía desgarrado al ver a su pareja acostado viéndose tan descorazonado.

Ya fuera que Yesung lo admitiera o no, sabía que Ryeowook tenía su corazón.

Se sentía extraño finalmente dejar salir las emociones que había estado sosteniendo tanto tiempo y darle a su pareja el cuidado que necesitaba. Su corazón decidió contra su mente, cuando Yesung apartó las mantas de los hombros de Ryeowook y giró a su pareja con un suave movimiento de su mano. —¿Estás enfermo?

El labio inferior de Ryeowook temblaba cuando sacudió la cabeza. Yesung esperó a que su pareja dijera algo que le hiciera saber lo que estaba mal, pero el vampiro solo se quedó viéndolo con sus ojos oscuros. Yesung retiró un mechón de cabello negro humo de la frente de Ryeowook y entonces bajó la cabeza y depositó un suave beso en los labios del vampiro.

Podía sentir a Ryeowook temblar bajo su mano mientras tomaba aire. El sonido era música para sus oídos. Yesung retiró los cobertores y se estiró al lado de su pareja, jaló a Ryeowook a sus brazos y le dio un profundo beso, permitiéndose sentir la sensaciones de los labios de su pareja recorrerlo. Era mejor de lo que había imaginado que sería. Los labios de Ryeowook eran suaves, cálidos y moldeables, la lengua de Yesung se empujó contra los labios de Ryeowook, demandando entrar.

 

Ryeowook se abrió para la lengua de Yesung, tomó el real sabor de su vampiro. Ryeowook gimió, sus dedos se aferraron a los hombros de Yesung, jalando suavemente a Yesung para que se acercara más. Yesung no tenía problema en acercarse más mientras lamía los labios de Ryeowook.

Podía sentir la dura erección de Ryeowook presionando sus caderas mientras Ryeowook se retorcía debajo de él. Yesung tenía la misma reacción que su pareja, su pene se presionaba dolorosamente contra su cierre. Incapaz de resistir más, pasó sus manos sobre la espalda de su pareja y entonces acunó firmemente su trasero, apretando los suaves montículos bajo sus manos.

La sensación del cuerpo de su pareja, el beso que incendiaba su sangre, movió algo en el interior de Yesung, haciendo que sintiera como si tuviera que tener a Ryeowook ahora, en ese segundo. Movió su mano entre ellos y abrió los pantalones de Ryeowook, palmeó la erección del hombre mientras mordisqueaba el cuello de Ryeowook inhalando su aroma.

Las manos de Ryeowook tomaron el cierre de Yesung, liberando su pene y tomándolo entre sus temblorosas manos. El vampiro estaba descoordinado al principio, jalándolo inseguro, pero entonces comenzó a igualar las caricias de Yesung. El saber que tenía a su pareja en la cama, le dio a Yesung tanto placer, que su cabeza giraba ante la realidad.

El pulgar de Yesung se deslizó sobre la cabeza del pene de Ryeowook, tomando el lubricante natural y usándolo para jalar más duro, dejó que sus dedos jugaran con las bolas de Ryeowook bajando las caricias. La piel era suave sin fallas, sedosa al toque, Yesung movió su muñeca y apretó el puño.

—Yesung, oh, Yesung — Ryeowook gritó dentro de la boca de Yesung con una desesperación que hizo que Yesung gruñera. Empujó sus caderas, enviando su pene más adentro del puño de Ryeowook. Habían pasado años desde que había estado con un amante, y  Yesung sabía  que  urgentemente  quería  esto  toda  la  noche,  iba a correrse muy pronto.

No podía evitarlo, no cuando Ryeowook estaba acostado casi sobre él, entregándose tan desvergonzadamente.

Yesung inclinó la cabeza, lamió los hinchados por los besos hermosos labios. Levantó la cabeza y la apoyó al lado de la de Ryeowook, cerrando los ojos, tratando desesperadamente de lograr que Ryeowook se corriera primero.

—Córrete para mi, Ryeowook —Yesung murmuró contra la sien de su pareja mientras un choque eléctrico recorría su cuerpo, señalando que estaba tan malditamente cerca de correrse.

Ryeowook gritó su placer y un chorro de caliente semen llenó la mano de Yesung y sus sentidos. Su pene pulsó unas cuantas veces más en la mano de su pareja antes de hacer erupción, su semilla cayó sobre la camisa de Ryeowook. El olor del semen combinado hizo que Yesung quisiera joder a Ryeowook hasta que su pareja estuviera gritando al cielo.

Ryeowook colapsó contra Yesung, acariciando con su nariz su pecho. Ahora que el momento había pasado, Yesung no estaba seguro de qué decir o hacer. Lentamente envolvió los brazos alrededor de su pareja, apoyando el mentón en la cabeza de Ryeowook. ¿Podría simplemente dejarse ir?

 

—Gracias — Ryeowook dijo tranquilamente.

 

—¿De qué?

 

—Por darme otra oportunidad.

 

Yesung jaló a Ryeowook más cerca, besando su oscuro cabello mientras veía la pared más alejada, dejando que pasara por su mente todo lo que había sucedido entre los dos. Ellos no podían seguir en esa tensa relación, así que Yesung sabía que tenía que comportarse como un hombre de verdad.

 

—Envié por tus cosas. Puedes vivir aquí conmigo así podré mantener un ojo en ese vagabundo trasero —bromeó. Yesung sabía malditamente bien que lo quería todo el tiempo e iba a hacer su mejor esfuerzo por lograr que las cosas funcionaran entre Ryeowook y él.

Wook se giró en sus brazos y le sonrió. —¿Quiere decir eso?

 

—Si.

Ryeowook palmeó su pecho, la excitación brillaba en sus ojos. —No tienes cafetera. Necesitamos una cafetera si voy a quedarme aquí.

—Infiernos, no —dijo Yesung sacudiendo la cabeza—. He oído lo que te hace la cafeína.

Ryeowook bufó. —Mentiras, todas mentiras. Puedo manejar una taza de café tan bien como cualquier persona. Dame algo y te lo  probaré.

Yesung no podía negar que tenía curiosidad de ver lo que el café le hacía a su pareja. Pa le había dicho que Ryeowook se ponía un poco acelerado cuando lo bebía, y Yesung se sentía lo suficiente  travieso para ver lo que podía suceder.

—Te diré qué —lo veía mientras pasaba los dedos por la delgada cara de Ryeowook —, tengo que ir a la ciudad y recogeré una taza del restaurante. Pero tú tienes que comer y recuperar algo de peso. ¿Trato?

Ryeowook asintió moviendo la cabeza rápidamente mientras sonreía ampliamente. —Trato.

Yesung se deslizó de la cama, se acomodó los pantalones y entonces se puso los zapatos. —No me tardaré, así que siéntete en casa. Y lo que sea que hagas…

—Mantengo mi vagabundo trasero en casa — Ryeowook terminó para él.

Yesung se inclinó y le dio un rápido beso a Ryeowook antes de dirigirse a la puerta. —Si, quédate adentro.

Yesung subió a su camioneta y se dirigió al pueblo, sintiendo su corazón un poco más ligero sabiendo que su pareja estaría esperándolo cuando llegara a casa. Vio la camioneta de Jongin estacionada frente al restaurante y se estacionó al lado.

 

 

 

Baekho vio a Yesung cuando entró al restaurante. —Aquí —le dijo deslizándose fuera de la banca, estaba sentado a la mesa con el Alfa—. Nos vemos después.

Jongin asintió y Baekho se dirigió a la cocina en donde Yoseob estaba cocinando. —¿Cómo trabaja el nuevo ayudante?

—Baekho le preguntó robándole una papa a uno de los platos.

 

—¿G.O? Lo está haciendo genial, ¿por qué? —Yoseob preguntó mientras colocaba los platos terminados en la ventanilla de entrega—. Él mantiene las cosas en orden.

Baekho vio al nuevo chico trabajando afuera. Jongin le había pedido que contratara a G.O, y el señor sabía que Baekho y Jae Suk necesitaban ayuda extra. G.O se estaba encargando de cuidar a su sobrino después de que la casa se incendió y los padres de Hansol murieron. Sabía que no era fácil ser padre soltero así que se aseguró de darle a G.O todas las horas que podía.

—Solo preguntaba —Baekho contestó—. Estaba pensando también en contratar a alguien que lavara los trastes.

Yoseob se giró y le dio un bajo gruñido. Baekho realmente estaba impresionado de que fuera humano. —Ya lo has dicho cinco veces. ¿Sabes lo difícil que es cocinar y lavar los trastes?

 

Baekho se rio bajando la cabeza cuando Yoseob le lanzó una toalla y le dijo: —Te vi hace una semana cuando entraste diciendo que pensabas contratar a alguien para que lavara los trastes.

—Mi memoria no es tan mala.

—Si, lo es —dijo Jae Suk saliendo de su oficina—. Esto apesta.

 

—Dile, Jae Suk —Yoseob presionó—. Si tengo que lavar un sartén más cuando estoy con prisa cocinando, voy a gritar. Podrías conseguir también un ayudante de cocinero.

—No es un maldito restaurante de cuatro estrellas, y no eres un chef —Baekho le recordó—. ¿Para qué necesitas un ayudante de cocinero?

—Para hacer las pequeñas mierdas para las que no tengo tiempo —Yoseob comentó mientras dejaba caer grandes piezas de pollo en el aceite caliente—. Nunca dije ser un chef, pero tener ayuda en la cocina puede ser, bueno de… ayuda.

—Tienes a Rasa —le dijo con una sonrisa, sintiendo cómo superaba a Yoseob y vencía al jovencito en su  quejumbroso juego.

—Está ocupado cocinando para toda la Casa. Infiernos, él probablemente necesite también un ayudante de cocinero. Solo dame uno. —Yoseob regresó a cocinar, ignorando a Baekho.

—Ponte en su lugar —Jae Suk gruñó.

 

—Bien, conseguiré alguien para que lave los platos y un ayudante de cocina. —Baekho empujó la puerta y salió de la cocina. Todo el mundo era tan malditamente demandante en estos días. Besó a su pareja mientras caminaba detrás del mostrador, vio a Ren charlando con G.O.

 

—Mejor regresa a trabajar antes de que Yoseob salga de aquí con su maldito cuchillo Ginsu y le empiece a gritar a todos.

Ren sonrió mientras caminaba hacia Baekho, dejando a G.O regresar a tomar órdenes. —¿Está enojado?

—No tienes ni idea.

 

Yesung se recargó mientras escuchaba a su primo.

 

—Descubrí que el padre de Ryeowook es Kim Sang Kyung.

—¿Sang-qué? —preguntó Yesung. No sabía el apellido de Ryeowook, realmente nunca se lo había preguntado. Seguro como una mierda que eso era demasiado.

Jongin sonrió. —Kim Sang Kyung. Es muy conocido en la comunidad de los vampiros y respetado. Tengo la sensación de que él te quiere fuera, él va a enviar a alguien a hacer el trabajo. Por lo que he oído, es demasiado arrogante para ensuciarse las manos. Es conocido por su postura contra los shifters —dijo Jongin y entonces se inclinó, sus ojos grises fijos en los de Yesung—. Odia a los shifter con pasión, así que no lo subestimes Yesung.

Solo jodidamente genial. Su maldito suegro lo quería muerto… ayer. ¿Qué jodido sucedía con la familia de Ryeowook? Ellos le estaban poniendo malditamente difícil el emparejarse con el hijo menor.

—No soy tan estúpido como para bajar la guardia —dijo Yesung mientras el mesero le traía su café—. ¿Puede prepararme uno grande para llevar, para cuando me vaya?

 

El mesero asintió. —Lo tendré listo junto a la registradora.

—Gracias.

—¿Le vas a dar café a tu pareja? —Jongin preguntó, arqueando una ceja—. ¿Has oído lo que le causa?

Yesung se encogió de hombros. —Quiere una taza. —No iba a quedarse sentado y decirle a Jongin que él realmente quería ver lo que sucedía cuando Ryeowook bebía café, pero por la mirada del Alfa, ya lo sabía.

—Es tu cuello.

 

Yesung se rio y sacudió la cabeza. —Si, mi cuello. Me voy de aquí y me dirigiré a la casa. Gracias por la información.

—Cuando quieras —dijo Jongin cuando Yesung se dirigió a la registradora y tomó el café para Ryeowook.

—Va por la casa —dijo Baekho—. Solo graba cuando Ryeowook lo beba y se vuelva loco.

¿Todos sabían acerca de la reacción de su pareja con el café? Yesung vio a Baekho antes de salir del restaurante. No podía ser tan malo como todos lo hacían ver. Era solo café. Yesung dejó el café en el porta tazas del tablero y se dirigió a la casa. Podía ver que todas las luces de la casa estaban encendidas.

¿Por qué todas las luces estaban encendidas? Tomó el café y entró en la casa, se quedó con la boca abierta cuando vio a Ryeowook arriba de la mesa de la cocina con un martillo en la mano. —¿Qué infiernos?

Ryeowook giró la cabeza alrededor, sus ojos más abiertos mientras veía y señalaba el suelo. —¡Ratas! ¡Vi ratas!

Yesung rodó los ojos. Tenía que comprar las trampas. No había visto ninguna, pero todos gritaban la misma maldita cosa. Dejó la taza en la mesa y le quitó el martillo de las manos a  Ryeowook.

 

r13;Yo me encargaré de la plaga. —Tomando a Ryeowook de la cintura, Yesung lo jaló de la mesa—. ¿Comiste?

—¿Me oíste? —dijo Ryeowook moviendo las manos frenéticamente, señalando la puerta del sótano—. Hay ratas aquí. Salté a la mesa después de eso.

—¿Has estado aquí arriba todo el tiempo?

 

Ryeowook movió la cabeza rápidamente. —Infiernos, si. Esas cosas son horribles.

 

Yesung se rio, tomó la taza y se la dio a Ryeowook. —Ten, te compré café.

 

La cara de su pareja se iluminó mientras tomaba la taza de Yesung, le dio un gran trago, rodó los ojos hacia atrás de su cabeza. La pura dicha en la cara del vampiro causó que Yesung  sonriera. —Prepararé tu sangre mientras disfrutas eso.

Ryeowook no hizo ningún sonido mientras bebía el contenido. Yesung abrió el refrigerador, tomó una bolsa y recordó la taza a tiempo. Una tensión de culpa se estableció en su pecho mientras calentaba la cena de su pareja. Sabía que debería de permitirle a Ryeowook beber de él, pero aun no estaba seguro de estar listo.

Toda su vida Yesung había soñado con encontrar a su pareja. Era algo que la mayoría de los lobos no hacían cuando eran cachorros, pero Yesung lo hacía. Él había soñado en quién sería y cómo viviría feliz.

Qué tontería era eso.

 

Pero aun sostenía su creencia de que emparejarse era lo más íntimo y más sagrado. Y después de lo que Ryeowook había hecho, le iba a tomar un tiempo a Yesung confiar realmente en el hombre. Él no había sido nada más que amable y gentil con Ryeowook desde que descubrió   quién  era,  tratando de coaccionarlo a que se emparejaran con más gentileza que normalmente no era fácil para él.

Ahora él iba a tener que aprender a confiar en el hombre, y alimentarlo era un acto de amor y confianza. Eso podría oírse como algo muy estúpido, pero no para Yesung. Era algo que sentía con fuerza y no iba a dejarse ir hasta que confiara totalmente en el vampiro.

El microondas timbró, sacando a Yesung de sus pensamientos y le dio la taza a su pareja. —Ten —dijo Yesung cuando se giraba, pero Ryeowook no estaba en ningún lado a la vista.

 

 

 

Changbum estaba sentado en la oficina de su padre con sus dos hermanos, mientras Sang Kyung estaba sentado detrás del elegante escritorio de roble cereza, tamborileaba los dedos en el escritorio viéndolos. —Veo que fue un error cómo lo manejaron y dejaron vivo al shifter.

Se había preguntado lo mismo acerca de dejar vivo al lobo. Pero Changbum había visto la sinceridad en los ojos de Ryeowook cuando dijo que era feliz. Ellos podrían no haber estado aquí para Ryeowook cuando necesitaba a sus hermanos, pero incluso Changbum no era tan cruel para dejar a Ryeowook solo. —Ryeowook dijo que el lobo era su pareja —contestó Changbum.

—¡Así que solo se alejaron! —Sang Kyung golpeó con su puño el escritorio, sus ojos llenos de furia. Eso no era una pregunta, era una acusación—. Ahora estás actuando como Ryeowook con toda esa mierda sentimental. No me importa lo que tu hermano diga. Ese lobo necesita aprender una lección, y ustedes tres van a dársela.

—Pero pensé…

 

—¿Te pedí que pensaras, Changbum? —Sang Kyung preguntó con irritación y malicia—. Quiero que sigas mis jodidas órdenes. Llamé a Ryeowook y le dije que nos encargaríamos del lobo. Ahora encárguense con una jodida de él.

Changbum, junto con Chanyong y Sanghoon, se pusieron de pie y salieron de la oficina. Pudo haber defendido a su padre ante Ryeowook, pero Changbum estaba realmente empezando a ver una clara imagen de su padre y no le gustaba.

—¿Vamos a matar al lobo? —Chanyong preguntó.

—Ya oíste a padre —Changbum contestó. Sabía que ir contra Sang Kyung podría resultar en un peor castigo que solo retar al hombre. Y Changbum no iba a ser castigado si podía evitarlo—. Él quiere que nos encarguemos de Yesung así que vamos a encargarnos de él.

—No me gusta esto —Sanghoon dijo viendo hacia la puerta de la oficina—. Ryeowook dijo que era feliz. ¿Por qué le haremos esto?

—¡Porque tu padre lo ordenó! —Changbum gritó y entonces se arrepintió de su exabrupto cuando Sanghoon se apartó. Joder, incluso empezaba a oírse como su bastardo padre. Changbum había notado muchas cosas desde que regresó de la Villa Kim.

Lo principal es el darse cuenta que no quería convertirse en Kim Sang Kyung. El hombre podría ser reverenciado por la comunidad de los vampiros, pero apestaba como padre, y Ryeowook era el único que había abierto los ojos a eso.

—Vamos, tenemos que encargarnos de algunas cosas antes de irnos. —Changbum caminó hacia su recámara, sus hermanos detrás de él.

 

continuara...


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