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43. su Imperfecto Compañero (26) por dayanstyle

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Yesung abrió la puerta del restaurante para su pareja, deteniéndose tan pronto vio el caos frente a él. ¿Qué infiernos estaba mal con esos osos? Lee Joon estaba sosteniendo a Seung Ho casi ahogándolo y Baekho estaba escondiendo al nuevo mesero detrás de él. No creía que la comida aquí fuera tan mala.

Rasa  salió  de la cocina, con  un  cuchillo en la  mano.

r13;Me agradas, Seung Ho, pero G.O dijo no. Así que sal con un infierno de aquí o yo haré que te vayas.

—¿Qué sucede? — Ryeowook preguntó mientras ellos entraban en el restaurante.

Si, Yesung quería también saberlo. El maldito restaurante estaba erupcionando en un caos, y Ryeowook no estaba involucrado en esta ocasión, ¿Podría dejar de maravillarse? —¿Quieres que compremos algo en el mercado y regresar a casa o tratar con la plaga  que pelea?

Ryeowook se veía un poco pálido mientras sacudía la cabeza. Está bien, más pálido que lo usual. —Estoy seguro que la plaga de la casa es más grande. Comerás aquí.

Yesung se rio y entraron en el restaurante. Mantenía a Ryeowook pegado a su lado mientras rodeaba a los hombres que discutían. No estaba seguro quién ganaba, pero apostaba por Rasa. Ese era un cuchillo malditamente grande.

—Uh, cuando tengan oportunidad —Yesung dijo mientras caminaba al lado de Baekho y el asustado mesero—, nos gustaría ver el menú.

 

Baekho rodó los ojos. —¿Crees que tengo tiempo para esa mierda ahora? Toma tú el maldito menú.

—Yo lo haré —dijo G.O apresurándose a salir.

 

Pero la salida de G.O solo enfureció más a Seung Ho. Seung Ho rugió y se liberó del agarre de Lee Joon sobre su cuello. Yesung se apartó cuando Lee Joon trató de atraparlo de nuevo. Empujó a Wook y G.O detrás de él tan rápido como pudo.

—Seung Ho, ¡Te lo advierto! —Yesung gruñó. No tenía ni idea de lo que sucedía aquí, pero no iba a dejar que lastimaran a su pareja—. Necesito con una jodida que te apartes.

—¡Mio!

 

Las cejas de Yesung se elevaron. Lentamente se giró y vio detrás de él. Ryeowook se veía en shock, justo como él se sentía. G.O, por otro lado, estaba pálido como el papel. —¡Oh mierda!

—Amigo —dijo G.O—, estás loco.

—Maldición si eso no se siente como un déjà vu. —Rasa se reía disimuladamente.

Yesung le dio una rápida mirada a Baekho para confirmar sus sospechas. Gruñó cuando Baekho asintió. Joder, eso solo se ponía mejor y mejor. G.O no tenía ni idea de lo que ellos eran. Yesung no podía evitar asombrarse, considerando cuántos de ellos comían en el restaurante con frecuencia, cómo Baekho podía mantener a un humano trabajando para él y que no tuviera ni idea acerca de su tipo.

—Ahora, mira, Seung Ho —Yesung comenzó girando la cara hacia el oso. Necesitaba calmar esa situación antes de que alguien saliera herido—. Sé como te sientes ahora pero…

Yesung parpadeó y movió la mandíbula mientras se levantaba del suelo en donde había caído a varios metros de distancia de donde había estado segundos antes. Joder, eso dolió. Suavemente se tocó la mandíbula. Aunque dolía como el infierno, nada parecía estar quebrado.

Yesung se giró hacia Seung Ho, listo para golpear la cabeza del hombre. Se quedó en shock cuando vio a Ryeowook y a G.O golpeando con los puños la cabeza y los hombros de Seung Ho.

Si, de algún modo sabía que Ryeowook se involucraría.

 

Yesung tomó a Ryeowook de la cintura y lo apartó de Seung Ho. Con lo mucho que le había conmovido que Ryeowook atacara a Seung Ho, no podía permitir que su pequeña pareja saliera herido. Tampoco podía permitir que G.O saliera herido.

—Baekho —gritó—, ¿un poco de ayuda aquí?

 

Baekho rodó los ojos y caminó entre los hombres parados en medio del restaurante. Vio a Yesung y entonces a Seung Ho. —Él no sabe, así que apártate con una jodida y espera hasta que le expliquen las cosas.

Seung Ho gruñó, extendió su pecho. Yesung casi estaba seguro que el hombre iba a empezar a golpeárselo como un cavernícola. Para su sorpresa Seung Ho se relajó y sonrió. —Puedo hacer eso.

—¿Esperar o explicarle las cosas? —Baekho preguntó escéptico.

—Ambas —dijo Seung Ho mientras se sentaba en la mesa más cercana—. Ahora sé dónde trabaja. Eso es bueno.

Yesung no confiaba en la calma. No cuando Seung Ho acababa de estar totalmente loco. Suavemente empujó a Ryeowook a una de las mesas sentándose a su lado así podía mantener un ojo en el oso. No correría ningún riesgo.

—El imbécil es cool —Lee Joon anunció a todos—. Algunas veces su cerebro es una mierda, pero vuelve a estar en línea en un momento.

 

Yesung sonrió cuando Mir palmeó el pecho de su pareja.

—Eso no es lindo, Lee Joon.

—Pero, honey bunny, sabes que es verdad. Seung Ho solo está enojado porque es su turno de que su trasero sea palmeado.

—Aun así no es lindo —dijo Mir mientras se deslizaba en la mesa de Seung Ho, Lee Joon se deslizó al lado de su pareja. Yesung podía ver a G.O viendo extrañamente a Seung Ho mientras tomaba los menús y los llevaba a la mesa.

—No te preocupes por ellos —dijo Ryeowook señalando a la mesa de los gemelos—. Ellos se quedaron en sus cabezas como cachorros.

—¿Cachorros? —G.O repitió la palabra, sus cejas se elevaron hasta la línea del cabello.

Yesung gruñó.

 

—Dulzura, piensa antes de hablar —le recordó suavemente su pareja. Ryeowook curvó los labios hacia adentro, bajando la vista rápidamente al menú. Yesung tocó la pierna de Ryeowook con su pie, le dio un guiño cuando el vampiro levantó la vista hacia él.

—¿Ya han decidido? —G.O preguntó sosteniendo el lápiz sobre la libreta.

—Tomaré el especial. —Yesung le entregó el menú al mesero.

—¿Y tú? —Se giró hacia Wook.

—Uh, nada para mi, gracias.

 

G.O asintió y se alejó, sus ojos se atrevieron a ver a Seung Ho varias veces más mientras llegaba detrás del mostrador.

—Quiero ir a la ferretería y ver si tienen trampas —dijo Yesung—. ¿Estarás bien un minuto?

 

Ryeowook rodó los ojos negros media noche. —Creo que puedo manejar estar dentro de un restaurante lleno de shifters.

Yesung se levantó y se inclinó dándole un rápido beso en los labios a Ryeowook. —Ahora regreso. —Le dio a Baekho una leve inclinación de cabeza, dejándole saber al shifter que mantuviera un ojo en su pareja. Baekho asintió en respuesta entendiéndolo.

Yesung salió del restaurante y se dirigió a la ferretería. Si se apresuraba, podría llegar antes de que cerraran. No le gustaba dejar a Ryeowook solo en el restaurante. Ni qué decir que otra mierda podría aparecer, y Yesung se estremeció ante la idea de que el vampiro estuviera involucrado en algo de eso.

Seung Ho era un oso, y Yesung realmente no sabía mucho sobre ellos, pero él sabía que el shifter había encontrado a su pareja y no había nada que pudiera mantener a Seung Ho lejos del humano.

Yesung maldijo cuando llegó a la ferretería y encontró la puerta cerrada. Él se iba a deshacer de esas ratas de una manera u otra. Era asqueroso tenerlas en su casa. Ni siquiera quería pensar en la posibilidad de que la plaga se reprodujera en su sótano.

Yesung fue atrapado fuera de guardia cuando fue repentinamente golpeado contra la pared. Sabía que era un vampiro porque no podía fácilmente apartarse de quien estuviera sosteniendo sus brazos. Sin otra manera de salir de eso, Yesung giró la cabeza, golpeando la cara de la otra persona. Oyó huesos quebrándose y el aullido de dolor, el control que lo sostenía se alejó.

Se giró para ver al otro hombre parado ahí con una libertina sonrisa en su cara, y por alguna razón, Yesung sabía quién era el hombre sin que se lo presentaran. —Sang Kyung.

—Muy bien, shifter. Sabes reconocer lo mejor cuando   lo ves.

—Difícilmente —Yesung gruñó—. Reconozco a un desalmado bastardo cuando lo veo.

Las aletas de la nariz de Sang Kyung se movían y entrecerró los ojos a una ranura. Eran negros como los de Ryeowook, pero no había empatía, carecían de bondad o cariño. —Veo que Ryeowook te ha  puesto en mi contra.

Oír el nombre de su pareja en los labios de ese hombre enfureció a Yesung. —No hables de mi pareja.

—Ah, verás, es por eso que estoy aquí. Ryeowook no es tu pareja. Él es un vampiro, un pura sangre, y regresará al camino. Tiene deberes y obligaciones, y no permitiré que se revuelque con inferiores shifters, salvajes entre el mundo de lo paranormal.

—Él dejó la casa, así que sus deberes ya no te conciernen.

—Si, quería salir y experimentar un poco de la vida. Le permití esa libertad, pero es tiempo de que regrese a casa que es donde pertenece. Ryeowook no puede manejarse en el mundo real, debe de ser vigilado constantemente. Le concedí tiempo para que se divirtiera un poco, pero nunca soñé que pudiera caer tan bajo como para tratar de emparejarse con un asqueroso shifter.

Yesung saltó, pero fue detenido por dos vampiros antes de que pudiera arrancarle la garganta a Sang Kyung. El bastardo no tenía ni idea de quién era Ryeowook. Su pareja era amable, divertido, cálido y ahora siempre sonreía y trataba de complacer a Yesung. El hombre no tenía ni idea del real tesoro que era Ryeowook, y no iba a dejar que ese hombre se acercara a su pareja.

—Ryeowook parece estar manejándose bien solo.

Sang Kyung bufó ante las palabras de Yesung, un chasquido salió de sus delgados labios. —La estupidez es agregada a   tus cualidades. El niño es irresponsable, un accidente en dos pies, y altera mis nervios, pero pertenece a casa.

—No olvides  lo  de  que  es  una  decepción  y  un  error  r13;Yesung  bufó—. No deberías de olvidar esas cosas, Sang Kyung.

 

Sang Kyung colocó sus manos detrás de su espalda, dándole a Yesung una tensa sonrisa. —¿Cómo incluso podría olvidarlo?

—Bastardo —Yesung gruñó y cambió luchando por liberarse de los dos vampiros. Cuando finalmente se liberó, Yesung se giró para darle a Sang Kyung un poco de su rabia, pero el hombre se había ido.

Miedo oprimió su corazón y corrió de regreso al restaurante. Si Sang Kyung había ido tras Ryeowook, Yesung iba a desgarrar al hombre, lentamente. No había pasado por todos esos problemas para ahora darse la vuelta y perderlo. Yesung cambió de nuevo a su forma humana y corrió por la calle hacia el restaurante. Ignoró las  bocas abiertas cuando abrió la puerta y entró corriendo. Estaba desnudo como el día que había nacido mientras revisaba el lugar en busca de su pareja. Yesung suspiró aliviado cuando vio a Ryeowook por el mostrador platicando con Ren.

—Maldición, ponte algo de ropa —dijo Lee Joon riéndose.

—Yo… —Yesung atravesó el cuarto y jaló a Ryeowook a sus brazos, inhalando su aroma y besando su sien.

—¿Por qué estás desnudo, Yesung? — Ryeowook preguntó mientras se quitaba la camiseta y hacía su mejor esfuerzo por cubrir el pene de Yesung.

Besó a su pareja de nuevo mientras se reía. Se sentía tan bien tener a Ryeowook en sus brazos. —Porque la ferretería estaba cerrada. —Esa era una estúpida razón pero era la única que se le ocurrió en el momento.

—¿Así que te quitaste la ropa?

Yesung pasó las manos por el cabello de su pareja, viendo a los hermosos ojos negros media-noche. —Vamos, hay que irse.

Ryeowook se encogió de hombros y se bajó de la silla alta y entonces vio a la cocina. —¿Qué de tu comida?

—Ten —dijo Baekho dándole a Yesung contenedores de hielo seco—. Hablaremos después.

Yesung tomó a Ryeowook y la comida y salieron del restaurante. Revisó el área mientras su pareja subía a la camioneta, asegurándose   de   que   Sang Kyung   no   estuviera alrededor.

r13;Necesito detenerme en la casa de mi primo. —No había manera de que Yesung llevara a Ryeowook a casa. No mientras Sang Kyung estuviera cazando a su hijo.

Necesitaba hablar con los Moon y avisarles que Sang Kyung estaba en la ciudad. Le hizo señas a Lee Joon y esperó a que el oso se acercara.

—Amigo. —Lee Joon se rio disimuladamente—. Si quieres hablar conmigo, ponte algo de ropa.

Yesung ignoró al hombre y bajó la voz para que Ryeowook no pudiera oírlo. Su pareja podría tener un ataque de pánico si sabía que Sang Kyung estaba cerca. —El padre de Ryeowook me brindó una visita. Mantén a los hermanos de Ryeowook a salvo.

Lee Joon    asintió  y  le  sonrió  mientras  veía  hacia Ryeowook.

r13;Mantén a salvo a tu pareja. Les avisaré a mi Pa y a mis hermanos.

—Gracias —dijo Yesung y entonces entró a la camioneta.

—¿Qué fue todo eso? — Ryeowook preguntó mientras Yesung colocaba la reversa y sacaba la camioneta para dirigirse a la Casa. No quería mentirle a su pareja, así que Yesung sabía que tenía que confesar la verdad. El veredicto no iba a ser muy bueno.

Yesung hizo gestos mientras le daba una rápida mirada a su pareja. —Me encontré con tu padre.

—¡Qué! — Ryeowook gritó y entonces se giró hacia Yesung—. ¿Te lastimó?

El terror en la mirada de Ryeowook, calentó el interior de Yesung. Había descubierto que su pareja era muy protector con él —lo que le daba un total giro a la moneda de su rudo comienzo.

—No, no me lastimó. Pero no quiero ir a casa en donde estaremos solo nosotros dos. Tiene a otros con él. —Y Yesung podría morir si algo le sucedía a su pequeño vampiro. Odiaba huir pero si eso significaba mantener a salvo a su pareja, Yesung huiría hasta el fin de la tierra.

—Lo siento —dijo Ryeowook —. No quería que nada de esto sucediera.

Yesung tomó la mano de Ryeowook y entrelazó sus dedos  juntos.

r13;No es tu culpa ser criado por un pomposo bastardo. No tienes nada de qué disculparte.

—¡Pero mi padre te quiere muerto por mi causa!

—No —Yesung estaba en desacuerdo—. Tu padre me quiere muerto porque es un cerdo racista. Esa es la diferencia.

—Yo no la veo — Ryeowook confesó mientras se giraba y veía por la ventana.

Yesung jaló a Ryeowook a su lado. —Deja de ser rudo contigo, bebé. Eres mi imperfecta pareja, y te amo.

—¿Lo haces? — Ryeowook preguntó asombrado.

 

Yesung se dio cuenta que nunca le había dicho a su pareja lo que sentía por él. Se aseguraría de corregirlo cada día de su vida. —Si, lo hago, Ryeowook.

 

Su vampiro se deslizó más cerca mientras Yesung llegaba al camino de grava. Los centinelas de la casa, vieron la camioneta y regresaron a sus puestos cuando vieron a Yesung.

—¿No será difícil de explicar a tu manada por qué estás desnudo? — Ryeowook preguntó haciéndose a un lado de la camionetar13;. Y para el registro, no me importa que seas un shifter, deja de mostrar lo que me pertenece.

Yesung se reía y tomó unos pantalones de algodón de detrás el asiento, rápidamente se los puso. —¿Mejor?

Ryeowook sacudió la cabeza. —No, también deberías de tener camisa.

—También tú deberías —Yesung puntualizó.

 

Ryeowook vio hacia su pecho y se ruborizó. —Yo la usé para cubrirte.

—Bien, póntela antes de que tenga que arrancarle los ojos a alguien. —Yesung guió a su pareja a la Casa una vez que la camisa estaba en su lugar. Nadie vería el glorioso cuerpo de su pareja, sólo él. Yesung era un bastardo egoísta en lo que concernía a Ryeowook, él no compartía, ni siquiera el que vieran el cuerpo de su pareja.

—¿Qué te trae aquí tan tarde? —Jongin preguntó entrando al vestíbulo.

Yesung envolvió su brazo alrededor de los hombros de Ryeowook, jalando a su pareja más cerca. Odiaba que Sang Kyung lo tuviera nervioso, pero sabía que el bastardo no estaba lejos. —El padre de Ryeowook me brindó una visita afuera de la ferretería.

La jovial expresión de Jongin se transformó a una de ira mientras veía a Yesung y Ryeowook. —¿Lastimó a alguien?

—No, pero me sentiría mucho mejor si mi pareja está en algún lugar con guerreros alrededor. El hombre no parece que vaya a ceder fácilmente.

—No lo hará — Ryeowook intervino—. Si sé algo acerca de mi padre, es lo tenáz que es cuando quiere algo.

—Toma tu antiguo cuarto —le dijo Jongin a Yesung señalando las escaleras—. Veré lo que hace el hombre en mi pueblo.

Yesung llevó a Ryeowook arriba, no quería que su pareja oyera nada más de los planes que su primo tenía. Una cosa era que Ryeowook supiera que su padre era un bastardo desalmado, y otra muy diferente que oyera cómo su muerte era planeada. Ryeowook era un buen chico y Yesung no quería que sufriera más de lo necesario.

 

 

Jongin subió los pies con botas al escritorio y se acaricio su labio inferior, esperando a que Jae Hyo, el príncipe de los vampiros, contestara el maldito teléfono.

Hola, Jongin.

—¿Cómo estás, Jae Hyo? —Jongin preguntó.

Casi igual que la última vez que llamaste.

El hombre era un imbécil arrogante, pero Jongin había aprendido a apreciarlo con los años. Aunque ni en un millón de años le diría eso. —Tuve la visita de Kim Sang Kyung esta noche.

Jongin llegó al punto, no quería estar al teléfono más de lo necesario. Prefería estar afuera estrangulando al bastardo no invitado.

Jae Hyo suspiró. —Le dije que se mantuviera alejado de la Villa Kim. Al parecer sus prejuicios son más profundos que su lealtad a mí.

—Aparentemente. ¿Qué necesito saber de él, aparte de lo que ya me has dicho?

Dado que no puede difuminarse al interior de tu casa, solo tienes que vigilar los alrededores. Incluso teniendo guerreros un vampiro tiene muchas maneras de entrar a la casa de un shifter. Mantenme informado de la situación, y yo me encargaré de que las cosas terminen.

—Justo eso era lo que no quería oír. —Jongin se pellizcó el puente de la nariz mientras sacudía la cabeza—. Gracias.

Vigila tu espalda, Jongin. Sang Kyung no es conocido por  sus modales. Es rudo en un mundo de vampiros, no le importa nada ni nadie, sólo amasar su fortuna. Por lo que tengo entendido, podría incluso vender a su  hijo si pensara que con eso ganaría poder y dinero.

—Se oye como alguien que me gustaría conocer y encargarme de él personalmente. —Jongin amaría poner sus manos en Sang Kyung. Era gente como él la que le daba mal nombre al mundo paranormal. Infiernos, el hombre hacía el mal nombre—. Mantendré los ojos abiertos. —Jongin colgó el teléfono, suspiró alejándose del escritorio para advertirle a sus centinelas sobre Sang Kyung.

 

 

 

 

 continuara...

 


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