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El cerezo dormido... por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola

Espero lo disfruten

CAPITULO 5 LA PERSONA MÁS IMPORTANTE

 

 

 

Hacía calor. El sonido de las cigarras delataba el verano, mientras corría con todo lo que sus piernas podían dar. Llegaba tarde para la cita que había planeado con tanta diligencia. Ese día era especial. Al fin se le declararía a su adorada Sakura-chan.

 

Al girar la intersección de la calle al fin pudo verla, lucía un hermoso kimono rosa con peces dorados bordados por todo el traje. Su cabello corto estaba arreglado en una sencilla coleta hacia atrás con una horquilla que adornaba su peinado. Esperaba de pie sin haberle visto mientras corría hacia ella aún. Con el aliento perdido al llegar y detenerse frente a ella tuvo que sostenerse de las rodillas mientras recuperaba el aire que había perdido durante su agitada carrera, la sorpresa en la cara de ella fue notoria y una adorable sonrisa cubrió su rostro al intentar ayudarle a respirar dándole leves golpecitos en la espalda.

 

- ¿Estas bien? - Le pregunto la chica con un gesto preocupado al verle respirar con agitación. Verla preocupada por él, y sentir que su suave mano le daba leves palmaditas en la espalda para ayudarle a recuperarse de la agitada carrera, le hicieron perder el rumbo de lo que había ido a hacer. Haciendo que al recordarlo lo soltara en un impulso propio de él, pero que deseo enseguida no haberlo hecho...

 

-¡Por favor se mi novia! –Gritó de repente desconcertando a cuanta gente se paseaba por ahí y dejando en Sakura una mirada por demás impactada, que pronto se convirtió en un fuerte sonrojo, que el no tardo en imitar al percatarse de que había arruinado todo con aquella declaración impulsiva.

 

Se suponía que iba a ir con ella al templo, la levaría al festival que ahí se realizaría, comerían takoyakis y jugarían a atrapar peces dorados, y cuando comenzaran a explotar los juegos artificiales del festival el reuniría todo el valor que pudiera y confesaría por primera vez, los tiernos sentimientos que la joven le inspiraba, y si todo salía bien y ella le correspondía… Quizás… Sólo quizás fuese capaz de tener un beso de ella… Pero ahora ¡Lo había arruinado! ¡Tienes que decir algo Naruto! Se reprendió a sí mismo, dejando salir una lamentable y trémula voz…

 

-L-Lo siento… Sakura-chan… Yo…- Dijo apenas, con dificultad mirándola lucir más hermosa con aquel sonrojo en sus mejillas pálidas, se maravilló con la imagen que ella tenía para él en ese momento, y pensó con determinación y seguridad que pasara lo que pasara ahora no se arrepentía de haberse enamorado de ella… - Sakura- chan… -La llamo un poco más sereno, sin apresurarse, intentado que ella pudiera entender que el amor que le tenía con solo con pronunciar su nombre se hacía más grande en su pecho y le hacían pensar que ella era preciosa…

 

- Te quie…

 

-¡Naruto! –Le interrumpió la chica, con tono nervioso y entrando en pánico. Llevo sus manos a su rostro buscando calmarse así misma mientras respiraba profundamente una y otra vez. Al fin, después de tres repeticiones mas ella levanto su mirada hacia él, y casi con lentitud estiro su mano hasta agarrarse firmemente de su camisa, sus mejillas seguía rojas y su mirada parecía trémula como si de un momento a otro fuera a llorar. Y mientras él seguía absorto en cada detalle de su pequeño rostro, supo que ella también tenía algo que decir… - ¡Naruto! ¡Yo…! Yo… -Ella apretó el agarre sobre la tela de su camisa y bajo la mirada insegura.

 

Naruto la escucho respirar hondo y exhalar antes de dedicarle una mirada decidida que contrastaba con las manos temblorosas aferradas a su camisa. Sintió que sus mejillas hormigueaban cuando las finas y pequeñas manos de Sakura le soltaron la ropa y se posaron cada una en sus mejillas sosteniéndole la mirada se perdió en las esmeraldas que ella poseía por ojos y esperó a que ella al fin tuviera el valor para decir lo que quería…

 

-Y-yo… Lo que más deseo es que la persona que me gusta siempre este a mi lado… Quiero verle sonreír… Y que la razón de sus risas sea yo… Incluso ahora lo deseo… -Dijo ella sin soltarle, impidiendo que el pudiera evadir su mirada esmeralda tan decidida. El temblor de sus manos al hacerle una última pregunta le hicieron sentir que su corazón se partiría si le escuchaba decir que él no era esa persona. - Por eso… Pensaba juntar mucho valor y poder contarle mis sentimientos… Decirle “Tu eres mi persona más importante”

 

Sintió que sus muñecas se tensaban al escucharla, quería más que nada evadir su mirada pero inevitablemente volvía a clavar sus gemas azules en aquellas esmeraldas. Y al verla tan temblorosa y asustada. Decidió que no importaba quien fuera aquella persona, él la seguiría amando, porque a pesar de que ella se hubiese llamado así misma egoísta, el entendía. Porque el mismo deseaba que ella sonriera también. Por eso se obligó a preguntar lo más sereno que pudo.

 

- ¿Q-quién es esa persona Sakura-chan? - Dijo sin poder evitar titubear y sin disimular el tono triste de su voz al preguntar aquello.

 

- Esa persona es…- Sintió sus blancas manos ponerse frías sobre sus mejillas, gesto que reconoció como nervios en la chica, ella estaba a punto de decirle quien la había cautivado al punto de tener que reunir tanta voluntad incluso para decirle quien era, pensó en decirle que no tenía por qué decirle cuando escucho su voz de nuevo decir un nombre que no esperaba - ¡Namikaze Naruto-kun! ¡Eres la persona más importante para mí! ¡Te amo!

 

La calidez que invadió sus mejillas y el alivio instantáneo al escucharla decir su nombre, mientras ella le sonreía más aliviada al por fin declarar sus sentimientos de la manera más cálida posible lo conmovieron al punto de querer llorar de felicidad al saber que sus sentimientos eran correspondidos.

 

-Naruto-kun… Tú eres a quien amo…

 

Aquella frase hizo que impulsivamente la tomara de la cintura y la levantará del suelo girándola por los aires de la cintura, mientras reía con alegría, sintiéndose afortunado como nunca por estar ahí con ella en sus brazos…

 

Pero…

 

Justo antes de que él pudiese decirle a ella lo feliz que estaba, un ruido lejano comenzó a arrastrarle de sus brazos… Vio con terror como el rostro de ella se tornó acongojado y su sonrisa se borraba de sus labios… Vio cómo su pálida mano se dirigía a su rostro para sostenerle de las mejillas y susurrarle…

 

-Tienes que despertar ahora Naruto- kun…

 

Y con cierta desazón la dejó en el suelo para volver a la vida real… La observo asentir y justo antes de que la realidad le golpeara de repente junto con los primeros rayos de sol, beso su frente en una despedida triste y anhelante…

 

-Naruto-kun… No estás solo…Así que sonríe… Por favor…

 

Tenía que despedirse de aquel dulce recuerdo, y abandonar a aquella ilusión de su mente… Debía enfrentar su realidad para poder volver a ella...

 

-Yo aún estoy esperando… - Susurró melancólico y aquella Sakura de sus sueños le regalo una dulce sonrisa antes de desaparecer en una ventisca de pétalos de cerezos…

 

Sin más aquel parque, aquellos árboles, aquella tarde, poco a poco fue convertido en oscuridad, llevándose consigo hasta el último pétalo de cerezos en que se había convertido aquella materialización de una Sakura con tres años menos… Aquella que guardaba en sus preciados recuerdos como la más especial…

 

Aquel momento que marco un inicio en él, que termino cuando ella cerro sus ojos verdes aliviados de que él estuviera bien… Contenta de haberle salvado sin saber que lo había condenado a la soledad. Era momento de abandonar aquel bello recuerdo y dejar atrás su ingenuidad y tímida forma de amarla, era momento de estar para ella…

 

Casi con melancolía la vio desaparecer en las penumbras del sueño que terminaba y dar paso a la luz de una brillante mañana. Una mueca nostálgica fue lo único que plasmo en su cara justo antes de despertar.

 

Se sentó con parsimonia sobre la mullida cama y miro el reloj en la cama que sonaba la alarma anunciando que un nuevo día comenzaba, más brillante que el anterior. Sus ojos azules quedaron levemente cegados por la luz de la mañana. Giró su rostro hacia la ventana donde solía pasar sus tardes contemplando aquel cerezo marchito, que le hacía sentir vacío e incompleto.

 

Contempló con pesar las finas gotas sobre sus manos que descendían una a una desde sus ojos por sus mejillas. Una sonrisa amarga se dibujó en su cara al descubrir una vez más que había llorado en sueños… Aunque esta vez había sido diferente… Sus lágrimas a pesar de saberle amargas tenían algo similar a la esperanza que nacía tímida en él. Aquel trise sueño le había enseñado algo que había olvidado…

 

La puerta de su habitación anuncio con un rechinido a alguien tras ella, al abrirse la cabellera roja de su hermano fue lo primero que distinguió, seguido de una mirada recelosa y preocupada. Cerro los ojos saboreando la esperanza que había nacido en su pecho antes de sonreír confortado ante su hermano que le devolvió el gesto junto con una mirada aliviada al decir.

 

-Buenos días Naruto…

 

-Buenos días Gaara…

 

A pesar de sentir un poco de nostalgia Naruto al fin entendía que no estaba solo, que tenía a su lado a buenos amigos y sobre todo a su hermano Gaara apoyándole, no había nada que le pudiera impedir tener esperanza en el futuro que le deparaba. Así que sin demoras salió de la cama y se dispuso a asearse para poder ir al colegio, para comenzar a vivir su día a día y visitar nuevamente la habitación de Sakura donde le hablaría de su día mientras esperaba a que el milagro de verla despertar se realizara, le contaría que, como siempre desde que ella dormía él también había soñado con ella.

Le contaría lo mucho que a extrañaba y le diría lo mucho que le dolía no poder hablar con ella. Le pediría perdón por haberla dejado sola tanto tiempo… La tomaría de la mano y velaría su sueño como debió ser desde el principio. Compensaría lo tonto que había sido todo ese tiempo y de alguna manera le haría saber que ella era lo más importante para él… Aquel triste sueño le había recordado que ella era la persona más importante para él…

 

- ¡Es una mañana muy buena! – Declaró con alegría, sintiendo muy a su pesar que su hermano sin poder evitarlo lo observaba con cautela, quizás para verificar que realmente lo estaba intentando esta vez. Para confirmar que no se rompía lentamente cuando sonreía, así que no oculto su tristeza en sus ojos, pero no borro la sonrisa naciente en su rostro. Pues, aunque fuese un sueño ella le había pedido sonreír… Y aunque se sentía triste aun, estaba seguro de que su sonrisa esta vez era genuina porque aun en sueños ella le había recordado sus deseos hacia la persona que amaba, sus deseos hacia el… Por eso había decidido sonreír aun en la espera angustiosa que llevaba desde que ella había caído dormida.

 

*

Medito un poco el comportamiento de su hermano, tal como venía haciendo desde que todo había empezado, se había convertido en una reacción inmediata para el hacer aquello y no es que fuera tonto pues notaba que Naruto se forzaba así mismo a sonreír solo para no preocupar a los demás. Pero, aunque ahora parecía estar haciéndolo de nuevo había algo diferente. Era como si al fin su mente se hubiera aclarado, así que tragándose sus sospechas le respondió.

 

-Tienes razón… Esta muy agradable el clima el día de hoy… -Le respondió el pelirrojo satisfecho y con desconcierto cubriendo su expresión, para convertirse prontamente en una sonrisa al verlo sonreír como de antaño. Dejando que la preocupación de que el rubio perdiera las esperanzas de nuevo se fueran con aquella sonrisa aliviada.

 

Gaara observó a Naruto adelantarse y saltar las escaleras a trompicones mientras bajaba, supo que al fin las cosas volverían a ser como antes. Supo que su hermano hiperactivo, feliz y sonriente, había vuelto… Quizás no del todo, pero poco a poco comenzaba a mostrarse a sí mismo de nuevo.

 

-¡Ten cuidado! ¡Podrías caerte! –Le advirtió con tono entretenido viendo al rubio llegar a salvo al final de las escaleras para girarse y hacerle una mueca burlona por el aviso tardío.

 

Suspiro con fastidio al ver que lo tiraba a loco, pero la sonrisa que cubría su rostro quitaba impacto a su molestia.

 

-¡Date prisa Gaara o no desayunaras! ¡Buenos días Dei-Nii!- Saludo al rubio mayor que salía del comedor, seguramente en camino a buscarlos a sus habitaciones. Colocando una mueca desconcertada en la cara de su hermano mayor.

 

-Buenos días… -Respondió Deidara anonadado por la hiperactividad del menor, al abrazarlo de la cintura y elevarlo en volandas al girar con el divertido y depositarlo en el suelo. - ¡Vaya! ¿Te paso algo? Te ves feliz. - Comentó el mayor mientras Gaara le seguía bajando las escaleras.

 

-¿Tú, crees?- Sonrió risueño el rubio menor.

 

-Bueno, eso creo…-Le respondió Deidara con gesto despistado.

 

Gaara les observó con cierto sentimiento de nostalgia y preocupación, sus dos hermanos solían ser muy despistados y hasta cierto punto eso lo convertía en el “serio” de la familia.

Un recuerdo le golpeo entonces ante ese pensamiento. O más bien un par de ojos negros le vinieron a la mente, tan serios e impasibles como dos pozos profundos de aguas tranquilas.

 

Sentía inquietud. Aquel par de mellizos que apenas habían conocido un día antes, le habían dejado la impresión de que debía observarlos con más detenimiento. Algo le decía que debía estar atento a Naruto y su interacción con ese par. Era como si tuviera una corazonada de que no debía dejar que su amistad se volviese muy cercana, y eso lo tenía un poco estresado. Después de todo no se suponía que debía cuidar a su hermano de cada persona que se le acercara, no era un chico débil, aunque en esos seis meses no lo hubiera demostrado tanto.

 

Esperaba en verdad que no tuviese que hacer nada para comprobar esas curiosas corazonadas sobre aquel par Uchiha. En verdad, esperaba poder apoyar en ellos también un poco del dolor de su hermano tal como habían hecho cada uno de sus más cercanos amigos. Esperaba que Sasuke y Sai resultaran ser para Naruto el alivio que tanto había estado buscado para él, para sí mismo y para sus amigos… Deseaba que su encuentro con ellos fuese más que un mero capricho y los ayudara a seguir a delante y que su espera fuese más llevadera.

 

Realmente lo deseaba.

 

Continuará…

 

Notas finales:

Dejen RR

 


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