Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Paro de emergencia por Shinjimasu

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

No sabía qué pensar. Esa noticia me había caído como una bomba, pero la actitud de Yoshio fue la que finalmente me desesperó: si yo pudiera darle todo lo que se merece, lo haría sin dudarlo, pero era algo completamente alejado de mis manos.

Desde nuestras primeras salidas supe que él merecía mucho más de lo que podía ofrecerle. Yoshio era un príncipe, un niño al cual consentir, pero nunca me preocupé por ello. Lo obligaría a adaptarse a mí, sin embargo poco después entendí que era yo quien debía adaptarse a él.

Nunca antes había tenido algo tan preciado en mi vida, y ahora que lo tenía debía cuidarlo por sobre todas las cosas. Era por eso que me purgaba no poder darle la familia que sabía que él quería, pero que se negaba  a aceptar.

Precisamente pensaba en ello cuando el estúpido de Fukui apareció frente a mí.

Mi rostro no mintió -¿Qué quieres?-

-Qué grosero eres Shi ¿No te da gusto verme?-

-¿Qué quieres?- repetí molesto.

-Ese niño sí que te ha hecho cambiar, antes se te iluminaba el rostro al verme-

No tenía intenciones de escuchar estupideces suyas e intenté pasarme de largo, justo después me detuvo.

-Ok, ok, vayamos despacio: como al parecer no accederás tan fácilmente a hablar conmigo, tendré que optar por la vía rápida. Te explicaré, justo ahora tu amado príncipe nos está observando desde el balcón, algo chismoso a mi parecer, pero bueno. Tengo a uno de mis muchachos apuntándole desde el edificio de junto. Lo único que tienes que hacer para que no tengamos problemas es tomar mi mano. Solo eso-

No había palabras para expresar el coraje que sentí en esos momentos. Evité voltear para saber si era cierto, pero estaba seguro de que lo era: Fukui nunca mentía con ese tipo de cosas. Suspiré y tomé su mano. Me sonrió y caminamos hacia el callejón que estaba a un lado. No quise hablar al principio, pero decidí no aplazar más la situación.

-Lo repetiré una vez más…-

-No hace falta Shi, ya podemos hablar- me dijo dándose la vuelta para acorralarme contra la pared –Pero creo que sabes lo que quiero-

-No, no lo sé-

-¿Me harás decirlo?-

-Tu esfuerzo es en vano, ya te lo dejé en claro desde hace mucho tiempo-

-No, creo que no hablamos de lo mismo- sonrió- Ya no me interesas más Shi, aunque si quieres aún puedes buscarme cuando sea- dijo acercándoseme al rostro. Lo aparté y sonrió de nuevo –Ahora mis gustos son más refinados-

-No sé de lo que hablas-

-Sí, sí lo sabes- respondió –Porque tú mismo has disfrutado de ese dulce chico ¿O me dirás que aún no lo has tocado? Porque si es así no podría creerte-

-Eso no te incumbe-

Fukui se encogió de hombros y se apoyó a mi lado –Tienes razón, sinceramente no me interesa lo que hagas con ese mocoso riquillo; lo que me interesa es el beneficio que yo puedo tener si tú sales con él-

-Vete al diablo-

Él rió -Shi, eres tan lindo como siempre… quisiera hacer el amor contigo justo aquí- agregó acariciando mi rostro para después alejarse –En fin, quería verte porque creo que te interesará hacer un trato conmigo, y antes de que digas cualquier cosa te diré lo que quiero: pago a cambio de protección-

-¿Protección de qué?-

-De mí mismo, claro- sonrió –Tú no puedes vigilar a ese niño todo el tiempo, y ambos sabemos que últimamente estas calles se han vuelto muy peligrosas, así que tu chico podría verse involucrado en algún tipo de… accidente-

Reaccioné por impulso, precipitándome hacia su cuerpo -¡Si te atreves a hacerle algo yo voy a…!-

-No harás nada- respondió tajante alejándome con fuerza para ponerme contra la pared –No puedes hacer algo para protegerlo, no de mí ¿Te diste cuenta de lo fácil que fue traerte hasta aquí? ¿No crees que cualquier día mis muchachos podrían entrar a tu casa y prepararle una sorpresita a tu príncipe? ¿O incluso sorprenderlo directamente? Tú sabes que puedo hacerlo- sonrió –Queda en tus manos, Shi ¿Cuánto quieres a ese mocoso?- dijo finalmente antes de irse junto a su grupo –Te doy hasta mañana para escuchar tu contra oferta-

Cuando me quedé solo no pude pensar en otra cosa. Sabía que Fukui era capaz de hacerle daño, él no se detendría por nada, así como yo tampoco lo haría con tal de tener a Yoshio a salvo.

Estuve inquieto por un rato, fui a mi entrenamiento, pero era claro que no podía concentrarme. No pensaba en otra cosa: sabía lo que Fukui quería de mí, pero yo ya había renunciado a esa vida. No podía regresar al “yo” de antes, no ahora que Yoshio se había embarazado.

Eso complicaba mucho más la situación.

Extrañamente el entrenamiento nunca se me había hecho tan corto, y volví a casa lo más pronto que pude aún sin saber cómo solucionar el problema. Entré al departamento y no vi a Yoshio sino hasta que rodeé la cama, encontrándolo dormido en el suelo. Suspiré e intenté despertarlo: olvidé que habíamos discutido en la tarde.

-Si sigues durmiendo en el suelo te enfermarás- le dije cuando despertó antes de quitarme la playera -¿Comiste algo?-

-Ahm… no, pero…-

-¿Qué te preparo?- pregunté caminando hacia el refrigerador. No quería mirarlo, me sentía mal al hacerlo.

-Lo que sea está bien, pero yo…-

-Vete a lavar, estará listo en unos minutos-

-¡No, espera!- exclamó llamando mi atención finalmente –Yo quiero decirte algo- agregó haciéndome prestarle atención a pesar de querer evitarlo -No quiero que pienses que soy un inútil. De verdad puedo cuidarme solo-  dijo con pena -Tú haces mucho por mí y en serio me gustaría devolverte un poco de eso. Yo quiero ayudar. Quiero que puedas estar seguro de que no me meteré en problemas… ¡Quiero que confíes en mí!-

Parecía tan entusiasmado que me dejó sin palabras ¿Cómo podía permitirle eso si Fukui me tenía amenazado con lastimarlo? Dejar salir a Yoshio libremente solo le haría las cosas más sencillas a él para lastimarlo.

–D-Dime algo- pidió sin poder contener la duda por más tiempo.

-Estás rojo-

-¿Eh?-

-Tus mejillas están muy rojas- dije acercándome.

-¡No te burles de mí! ¡Esto es serio!-

-Lo sé- respondí acariciando su cabello mientras intentaba ganar tiempo para pensar –Por eso no puedo evitar pensar en lo lindo que te ves cuando estas preocupado-

-Lo haces de nuevo- se quejó tratando de soltarme -¡Siempre es lo mismo!-

-Yoshio-

-¡No, cállate!- respondió sollozando -¡Siempre que trato de hablar contigo me humillas y haces que pierda confianza! ¡Odio eso!-

-Yoshio-

-Sabes que para mí es difícil y aun así te empeñas en siempre rebajarme… ¡Detesto sentirme así por tu culpa! ¡Te odio!-

Después de eso hubo un silencio que él mismo rompió.

-Estoy muy confundido- lloró –No sé qué hacer… si lo pierdo, también te perderé a ti y no quiero que eso suceda-

-No me perderás- respondí acercándome –No te dejaría-

-¡Entonces dime lo que debo hacer!- pidió en un sollozo, dándome tiempo para abrazarlo -¡Dime qué es correcto!-

-Yoshio…-

-Yo sé que te he hecho daño- agregó sin  mirarme –Sé que por culpa mía te has metido en conflictos, que te has peleado con otras personas… los moretones de tu cuerpo no son por el entrenamiento; no hago más que causarte problemas. Y lo que más deseo es dejar de ser una carga para ti-

Al escucharlo lo alejé tan solo un poco, sujetando su rostro con mis manos para poder limpiar sus mejillas solo para que nuevas lágrimas bajaran por ellas –No eres una carga-

-¿Entonces qué puedo hacer? Dime cómo puedo ayudarte-

No respondí. Me sentía atado; por supuesto no podía contarle sobre la amenaza de Fukui, pero tampoco podía negarle hacer lo que quería solo porque sí. Estaba desesperado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).