Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Paro de emergencia por Shinjimasu

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Desperté y no encontré a Shingo a mi lado. La puerta del baño estaba abierta y tampoco estaba en la cocina. Al parecer había salido. Me senté sobre la cama y froté mis ojos antes de bostezar, pensando si era correcto ir o no a la universidad.

Las señales de mi embarazo habían sido demasiado obvias, pero como suele suceder con ese tipo de cosas no lo noté hasta que fue tarde. Por supuesto nunca pensé los resultados, pero ahora no encontraba solución alguna. Shingo había mal interpretado mis palabras: nunca me quejé de vivir así, sino del hecho de que no podíamos tener un bebé siendo tan jóvenes y sin una estabilidad ¿Qué clase de vida le daríamos? ¿Cómo nos haríamos cargo si ninguno de los dos había cuidado niños pequeños?

Claro era una locura, sin embargo, algo no dejaba de inquietarme. Era una sensación de incomodidad en la idea de darle solución al problema.

Iba a levantarme cuando Shingo entró al departamento. Nos miramos, pero desvié la vista –Buenos días- dije en voz baja.

-Buenos días- lo escuché cerca de mí -¿Dormiste bien?-

-Sí- respondí, pero antes de preguntárselo a él, lo sentí tomarme la mano mientras se sentaba frente a mí sobre la cama.

-Hice que alguien me consiguiera esto- dijo extendiéndome un pequeño empaque con pastillas.

-¿Qué es esto?-

-Sabes lo que es- lo escuché decir mientras me sujetaba ambas manos. Me estremecí cuando un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sí, sabía para qué eran.

-P-Pero, esto…-

-Fueron el pago de un favor- dijo adivinando lo que iba a objetar, pues este tipo de “medicamentos” eran bastante caros. Estuve en silencio sin alzar la vista hasta que él habló de nuevo –No tienes que hacerlo solo- agregó mirándome –Podemos esperar a cuando regrese del entrenamiento-

Miré el reloj para darme cuenta de lo tarde que era. Él debía irse ya -Estaré bien- respondí antes de sentirlo besar mi frente -¿Desayunarás?-

-No tengo tiempo-

Mi rostro fue más que obvio en ese momento para expresar lo que sentía.

-Te amo Yoshio- dijo antes de levantarse. Yo no quise soltar su mano, pero se fue antes de que pudiera sujetarlo con fuerza. De mi boca no salieron palabras para detenerlo, así que solo lo miré irse.

El departamento se sintió demasiado grande entonces. Nunca antes había tenido ese miedo a quedarme solo salvo ahora. De verdad prefería estar sentado sobre la cama a moverme hacia cualquier parte, pero sabía que el quedarme ahí solo retrasaría más lo inevitable. De esa misma manera comencé a recordar cosas que no venían al caso…

“El chasquido de sus bocas besándose era embriagante. Yoshio aún era inexperto y tímido, pero Shingo se encargaba de guiarlo. La pared detrás de su cuerpo era lo único que lo detenía, acorralándolo y dejándolo a merced de su impaciente compañero, quien comenzaba a introducir sus manos debajo de su playera. Yoshio se sobresaltó, pero no lo detuvo. Sintió sus manos rozándole el abdomen, levantando su ropa, tocándolo de tal forma que comenzó a sentir presión bajo su cadera.

Shingo mordió su labio y deslizó su mano un poco más abajo para tocar su miembro, pero Yoshio lo detuvo de inmediato, empujándolo para quedar libre. No supo qué decir y se quedó callado unos cuantos segundos que parecieron eternos.

-Lo siento, fui demasiado rápido- se disculpó Shingo al notar su asustada expresión.

-Está bien…- respondió tomándolo por su chamarra –Estoy listo-

-No, no lo estás- sonrió besando su mejilla –Ya debo irme-

Yoshio supo que lo había incomodado e intentó detenerlo, actuando antes de pensar en algo para decir. Lo sujetó por el borde de la playera que sobresalía por debajo de su chamarra negra y lo detuvo –Quédate a dormir aquí... solo por hoy-

-La cama es pequeña-

-Puedo dormir en el suelo-

Shingo tomó y besó su mano –Claro que puedes- dijo antes de agarrar sus cosas y salir del departamento, dejando a Yoshio solo.”

Sí, desde siempre fui inseguro. Esa pudo haber sido mi primera vez, nuestra primera vez, pero tuve demasiado miedo. No por Shingo, sino por mí. Sabía que él quería hacerlo, sin embargo no tuve el valor para corresponderle. Tenía miedo de no saber qué hacer, de mostrarle mi cuerpo, de tocarlo con torpeza, de hacerle saber lo ignorante que era incluso para sentir placer. No quería decepcionarlo, aunque lo que sucedía en realidad era que yo no confiaba del todo en él  a pesar de creer amarlo.

Era un completo desastre, tanto o incluso menos que ahora.

Suspiré y finalmente me levanté de la cama. Ignoraba si debía ingerir las pastillas antes o después de haber comido algo, así que solo tomé un poco de té y esperé algunos minutos. Si iba a hacerlo, sería mejor cuanto antes.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).