2 de noviembre, la verdad nunca me ha emocionado esta fecha, como ha otras personas, y nunca colaboro en estas festividades, es por eso que me pregunto porque estoy en esta situación, Ahh es cierto, Lizzi y Soma.
- Awww Ciel te vez muy bonito, definitivamente el azul es tu color—me veo en el espejo y no me reconozco, tengo puesto un pomposo vestido de flores tradicional de color azul, en la falda tiene flores de diferentes colores, y la blusa es blanca con flores bordadas de colores azules, traigo mi cabello recogido hacia atrás, con flores artificiales de distintos colores, y sobre mi rostro un maquillaje de catrina, aunque solo la mitad de mi rostro, me veo….
- Esto es ridículo, soy un doncel, no una mujer- definitivamente me veo ridículo- recuérdenme porque estoy vestido de esta forma- y es que por más que lo pienso no me convenzo del todo por vestirme de así.
- Ciel tienes que ayudarnos, lo estás haciendo por nosotros, no a todos les fue tan bien como a ti en el examen con el profesor Michaelis y dijo que si alguien participaba en el concurso de catrinas nos iba a dar la oportunidad de volver a presentar el examen- Ahh es cierto, en el examen de introducción al estudio del derecho la mayoría lo reprobó, más bien todos, el único que pasó fui yo, siendo sinceros sabía que iba a pasarlo pero no con diez, había una respuesta que confundí, pero cuando dio los resultados había sacado un diez, la verdad es extraño.
- Y porque no fuiste tu mejor Lizzi- pregunte resignado, todavía no acaba de comprender porque tenia que hacerlo yo, había más mujeres en mi salón.
- A mi no me queda el azul Ciel, y ese es el color que nos dieron, y que mejor que tu por tus ojos azules, te hacen ver más bonito- pero que fastidio era eso.
- Ándale Ciel hazlo por tus amigos – ahhh esta bien, me iba a resignar por completo, aparte de que no es como si me pudiera echar para atrás solo faltaban 30 minutos para que el evento iniciase, respire profundo y me mire de nuevo al espejo, por mis amigos, me repetí mentalmente, para caminar hacia la salida del salón en donde me estaba arreglando.
Todo el lugar estaba decorado con calaveras y flores, había altares que los alumnos hicieron, camine rápidamente al de mi grupo, rehuyendo a las mirada de los curiosos, ahhh eso era un fastidio, cuando divisé a mi grupo casi corrí escondiéndome detrás de ellos, no me gustaba ser el centro de atención, y lo vi, parado junto al altar, con un impecable traje negro, completamente negro, y la cara pintada de calavera, ahhh por Dios, porque tenía que estar ahí, ah ya me acordé, es el tutor del grupo.
- Se le ve bien Joven Phantomahive, con usted representándonos de seguro vamos a ganar – ese profesor me saca de quicio mira que coquetearme descaradamente enfrente de todos.
Desde que le pregunté sobre la jurisprudencia he evitado a toda costa quedarme solo con el maestro, le rehuyó a su mirada, he incluso a veces lo ignoro magistralmente, pero hay algo que ha cambiado, ahora hay ocasiones en que me sorprendo observándolo, viendo como camina, viendo su vestimenta pulcramente limpia, y pienso que ya quede traumado, porque como puede ser posible, no lo se y la verdad no me gusta pensar mucho en el asunto, así que mejor lo ignoro.
- Gracias profesor—es lo único que sale de mis labios para escaparme y involucrarme en la conversación de Lizzi y Soma.
- ¡ Agni! Agni por acá!!! – empezó a gritar Soma, porque siempre tenía que estar gritando, voltee para ver a quien le gritaba cuando vi a un hombre de tez morena y cabello blanco que se acercaba a nosotros, estaba vestido de forma rara, me pregunto quien será – chicos les presento a Agni, mi prometido – prometido, no podía creerlo, quien se compromete a los 18 año.
- Príncipe Soma, su padre me envió a buscarlo, tiene que estar listo para la fiesta de la tribu que será en la noche - ¿tribu?, ¿fiesta?, ¿príncipe?, de que estaba hablando.
- Soma conoces a este sujeto—pregunte todavía confuso.
- Señor Ciel un gusto conocerlo, Soma me habló mucho de usted, yo soy el protector de Soma, y también su Prometido, entiendo que de acuerdo a sus costumbres esto le parezca raro, Soma es el heredero del jefe de nuestra tribu, por eso lo comprometieron conmigo a tan corta edad, para mi es un honor servirle – uhmp, Soma un príncipe, vaya eso no me lo esperaba, no sabía que todavía quedaban tribus antiguas las cuales fueran independientes del Estado.
- Angi no hables con tanto formalismo van a pensar que no nos queremos – escuche que dijo Soma, sin duda tengo mucho que procesar, no sabía que hubiera personas de este tipo en el Colegio, sabía que había gente de dinero, como los Midford, la familia a la cual pertenecía Elizabeth, que contaban con una gran cadena de centros de entrenamiento, los Kelvin, que eran dueños de tiendas departamentales y tenía varios orfanatos, y por supuesto lo Phantomahive los cuales tenían alrededor del país despachos siendo conocidos a nivel nacional por ganar los casos más complicados. Pero nunca se imagino que un príncipe fuera a estudiar en ese colegio, todo era un completo enredo.
- Joven Phantomahive por favor acompáñeme, voy a entregarle el discurso, hay que ensayarlo unos minutos—escuche la voz de mi profesor, y ahora que hago, no me quiero quedar solo con el.
- Bueno Ciel me tengo que retirar, espero que ganes, da todo tu esfuerzo por favor—oh no, y yo que pensaba pedirle que se quedara conmigo mientras ensayaba el discurso.
- Ya también me retiro Ciel, ayudare en lo que haga falta del altar, por favor practica mucho, tenemos que ganar—me dijo Lizzi caminando hacia los otros alumnos, vi como todos se alejaban y me dejaban con el profesor.
- Entonces vamos—la voz del maestro me sacó de mi ensoñación, lo seguí, sintiendo como me jalaba del brazo – Ahh por cierto Ciel, los dos participaremos juntos, el director pensó que era buena idea que el maestro tutor participará con su grupo para que hubiera una mayor convivencia—no lo podía creer, tendría que desfilar junto a él, tomarnos del brazo, enfrente de todas las personas, eso no puede ser posible.
Que hice mal en la otra vida, acaso invoque a un demonio para merecer esto, porque tenía que tener tan mala suerte.
- Joven Ciel por favor ponga atención a lo que va decir—volví a la realidad cuando escuche que me reprendió por no prestar atención, estaba parado junto al pizarrón, simulando que daba mi discurso.
- Si, si estoy poniendo atención – la verdad es que ni siquiera recuerdo que estaba diciendo.
- Por favor repita su discurso – la verdad es que el discurso no era la gran cosa, ya me lo había aprendido, es solo que me perturba estar solo con ese maestro.
- Buen día, compañeros, maestros, jueces y público en general, mi nombre es Ciel Phantomahive y vengo representando al grupo 102 de la Facultad de Derecho, El día de muerto es una festividad….. - empezó a recitarlo.
- Muy bien Ciel solo te falta algo…- me dijo mientras se acercaba a mi, muy cerca, oh no, estaba demasiado cerca, que pensaba hacer- tienes que sonreír un poco, siempre estás muy serio, es de mala educación no sonreír – nunca había sentido más alivio en mi vida que en ese momento, sus manos tocaban mis mejillas y las pellizcaba tratando de que sonriera, bueno por lo menos no intento nada raro.
- Si, si, sonreiré cuando pase—dije cansado, todo esto de verdad que me agotaba.
Tenía al profesor sumamente cerca, eso me incomodaba, y más por su manera de verme y sonreír parecía que me devoraba con la mirada, no pensé que empezaría de nuevo con eso, me aparte nerviosamente de él, mientras caminaba hacia la salida.
- Es hora de irnos, déjeme escoltarlo hacia su lugar en el evento- la verdad es que lo único que quería era salir de ahí, estaba por correr para que este no se me acercara cuando la puerta se abrió.
- Tía Ann- que alivio, enfrente de mi estaba una señora vestida con un extravagante vestido rojo, mi Tía hermana de mamá.
- Oh, Ciel te vez tan lindo, tu madre me dijo que te támara muchas fotos ya que no iba a poder venir—mi tía Ann es maestra de la facultad de medicina en esta institución, casi nunca la veo, pues esta en otro edificio pero siempre los fines de semana nos va ha visitar—Profesor Sebastián, el director lo andaba buscando, parece que su grupo es el único que no se pone de acuerdo en el altar-
- Gracias Madame Red, ahora mismo voy, estaba con Ciel terminando de preparar su discurso, si no es molestia podría llevarlo a su lugar junto a los otros concursantes, en un segundo yo lo acompañare- que alivio, me sostuve de brazo de mi tía, y vi salir a Sebastián.
- Vamos Ciel, tu hermano quiere verte antes de que empieza el concurso-
Suspire por…, ya no me acuerdo cuanto había suspirado, estaba cansado, traer este vestido si que era incomodo, el concurso ya había terminado, para mi mala suerte gane el primer lugar, era la primera vez que no me sentía orgulloso de un logro, la verdad es que no sabía si era completamente mi logro, muchos estudiantes me apoyaron solo porque el Profesor Michaelis me acompañaba, como sea, me levante de donde estaba y camine hacia el salón, solo quería cambiarme.
Mi hermano me dijo que lo esperara, ya que el tenia que ayudar con la desmantelar el auditorio, tardaría más o menos como una hora, lo único que quería era quitarme este estúpido traje, acostarme en mi cama y leer un poco.
- Joven Ciel, pensé que ya se había ido, todos los de primero ya se fueron—escuche una voz a mi espalda, es enserio vida, acaso hice algo malo en mi vida pasada, matar a personas acaso.
- No, todavía esperare a mi hermano- respondí mientras seguía caminado, quería alejarme pronto de ese maestro.
- Que le parece si mientras espera le invito a comer, para celebrar su triunfo-
- Muchas gracias pero no-
- Oh vamos Ciel, no todos los días se gana un concurso.
No se lo que pasó, pero de alguna forma me convenció y ahora estoy sentado frete a el en un restaurant cerca de la escuela, si tengo que ser sincero en algo, esto no es tan malo, la comida es deliciosa, y el Profesor es un tipo agradable siempre y cuando no este de pervertido, en todo la comida se a comportado súper bien, no ha insinuado cosas raras, ni me ha visto con esa mirada que parece desnudarme.
Debo estar loco para pensar que ahora el maestro me parece apuesto y agradable.
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