Universo Original (Tierra-0)
Mansión Wayne, 11:30 pm.
"Carajo, ¡que no fue mi culpa!"
Oh, no. Claro que no, no era culpa suya. No iba a permitir de ninguna manera que lo convirtieran en el villano sólo porque su pátetico novio nunca pudo entender que él, Jason Todd, el segundo y más sanguínario Robin, NO era ni de lejos un hombre de una sola pareja.
Jason, de hecho, se veía a sí mismo como la víctima de la situación. Y es que se lo había advertido, le advirtió a su dulce pájarito que no esperara nada de él, ni rosas, ni obsequios, ni poesías, ni palabras románticas, ni "te amo", y muchos menos, fidelidad. ¿Y qué fue lo primero que hizo? Exactamente eso. ¿Y era su culpa? Claro que no, bajo aviso no hay reclamo.
Le advirtió, no escuchó, ¿por qué entonces su novio ahora se comportaba tan irritante y difícil sí desde un principio sabía que no le sería fiel? ¿Por qué tenía que soportar las miradas asesinas de Tim y Demian? ¿O los regaños de Alfred? ¿Y la furia de Bruce? Eso, en definitiva, era injusto.
¿Qué esperaba Dick? ¿Qué lo amaría por siempre? ¿Qué serían felices? No. La única razón por la que aceptó ser su novio fue para tenerlo por más tiempo en su cama.
Y vamos, Jason Todd era demasiado para una sola pareja, él odiaba la monotonía, la rutina, la estabilidad, los noviazgos cursis y las palabras absurdas de romance. Eso no era para él. Amaba el sexo, la diversión, el poder, la libertad, y sobre todo, las relaciones de una sola noche.
Y Nightwing debió entender eso antes de hacerse ideas estúpidas de su relación.
¿Acaso era su culpa que él se enamorara? ¿Qué esperara inútilmente que le correspondiera? ¿Qué aquella prostituta de Gotham estuviera tan buena y quisiera follarla duro? ¿O que lo descubriera en el acto? La respuesta era un rotundo no.
Entonces, sí estaba tan convencido de eso, ¡¿por qué mierda estaba ahí?! Justo frente a la mansión Wayne, observándo insistentemente hacia el balcón del primer Robin.
"¡¿Qué demonios?!". De acuerdo, eso en verdad daba miedo. No recordaba siquiera cómo y cuándo habia ido a parar a ese lugar, pero francamente no le importaba saberlo ya que tenía que hablar con Grayson tarde o temprano y esa parecía ser una buena oportunidad para hacerlo sin la interrumpción de Batman o su mayordomo.
Con eso en mente, se inclinó para recoger una piedra y la lanzó hacia la ventana de la habitación de Dick, esperando luego a que saliera para confrontarlo, sin embargo, eso nunca pasó. Lanzó otra piedra y tuvo el mismo resultado, por lo que intentó con otra, y otra, hasta que vislumbró una enorme piedra en el suelo que no temió recoger y arrojar con tanta fuerza que rompió el vidrio. Al poco tiempo, la luz se encendió y la silueta de su amante hizo acto de presencia.
-¡¿Pero qué demonios te pasa, Jason?! ¡Rompiste mi ventana! ¿Es que estás loco o qué?
-¡Cierra la boca idiota! ¡Esto es tú culpa!
-¿Pero qué dices?-exclamó indignado-¿Qué quieres decir con eso? ¿Acaso yo te dije "rompe mi ventana Jason"?
-¡No! ¡Pero tienes la jodida culpa por no contestar mis llamadas ni mis mensajes y por evadirme todo este tiempo!
-¡¿Y qué se supone que hiciera?! ¡Me engañaste Todd!
-Oh, claro. Así que ya apareció el gato ¿no? ¡Te dejé muy en claro que solo era sexo, Dick! Tú solito te engañaste, así que no intentes hacerme responsable de eso.
-¡Yo te amaba Jasón!
-¡Ese es tu maldito problema, Dick!.
-Lárgate de mi casa, Todd. Ahora.
La frialdad con la que habia dicho eso y las lágrimas que se derramaban de los ojos azules le causaron una mezcla de dolor y remordimiento a Red Hood, un cúmulo de emociones que solo causaron el aumento de su furia, y sin pensar en la magnitud de sus palabras, apretó los puños y gritó dejándo salir toda su frustración.
-¿Qué? ¡¿Ahora te vas a poner a llorar?! ¡Te gusta hacerte la víctima, verdad Dick! "Oh, pobre Dick, su novio le rompió el corazón y es un monstruo sin escrúpulos. No se merece a alguien tan perfecto y bueno como Richard Grayson". ¡Pues te diré una cosa perra, la verdad de todo esto es que tú quieres que yo sea el malo para que así tú puedas seguir siendo el intachable Nightwing! ¡¿Recuerdas acaso quién se me ofrecía como zorra?! ¡¿Quién abría las piernas y gemía de placer en mi cama?! ¡No te obligué a nada y fuí muy claro contigo desde el principio! Y ahora, que pasó todo esto, solo buscas limpiar tu nombre ante todos y acusarme de novio infiel cuando eras tú el que saltaba a mis brazos sabiendo que nunca me tendrías como tu pareja. ¡Eres solo una zorra hipócrita y egoísta!
Esa fue la gota que derramó el vaso. Dick, ofendido y molesto, entró rápidamente a su habitación y cerró la puerta con un azote, no permitiría que Jasón viera lo dolorosas que eran esas palabras para él.
"¡No, no te vayas! No me dejes solo, Dick. Vuelve, por favor"
-¡¿Ahora huyes?! Siempre fuíste al igual que Bruce un maldito cobarde. ¡Sal y enfréntame Dick! ¡DIIICK!
"Regresa...me siento frustrado sin tí".
-Dick, maldita sea. ¡Sal ahora!
No supo cuánto tiempo se la paso gritando, pero Nightwing nunca salió. A esas alturas, ya era una milagro que sus gritos no despertaran a Alfred y a Batman, aunque no creía que este último estuviera en casa a tales horas de la noche.
"Mierda, Dick. Siempre haces todo difícil".
Su ira crecía al ser ignorado de esa manera, y eso aumentaba el volumen de sus gritos.
-¡DICK, SI NO SALES AHORA, EMPEZARÉ A DISPARAR Y ME VALE UNA MIERDA SI LE DOY A ALFRED!
Nada. Solo silencio de su parte y el inscesante sonido de la lluvía al caer. Fue entonces cuando entendió que no importaba lo que dijera o hiciera, Dick ya no iba a escucharlo.
Finalmente lo había perdido.
Y ese simple pensamiento le hizo darse cuenta que lo que realmente sentía en ese momento no era furia sino la más terrible desesperación por recuperar a su pájarito a como diera lugar. Dios, añoraba el olor de su cabello, la suavidad de su piel, el exquisito sabor de su cuello, la cálidez de sus brazos, su sonrisa, su voz, ¡joder que lo extrañaba como nunca antes habia extrañado algo!
Y quería que regresara a su lado, que volviera a cocinar para ambos, que lo acompañara a patrullar la ciudad, que luchara codo a codo con él, que lo fastidiara con sus irracionales preocupaciones, que lo besara, que lo adorara, quería que Dick volviera a su vida porque simplemente sin él ya no encontraba sentido ni dirección.
Una vida sin Dick le era totalmente inconcedible.
Pero, ¿cómo hacer que lo escuchara? Él no quería verlo y no creía que eso fuera a cambiar después de que se había comportado como un idiota. Sin embargo, Jasón Todd tampoco era un cobarde que se rendía ante la primera señal de problemas.
-¡Diiick!-no hubo respuesta, ya lo esperaba-De acuerdo, no quieres hablar, esta bien. Entonces yo hablaré y tú escucha-"Coño, esto es absurdo"-¡TÚ TIENES LA MALDITA CULPA DE QUE NO TE DEJE EN PAZ!-la luz en la habitación se encendió, pero Dick no salió a su encuentro-¡Sí, la tienes Dick! ¡Tienes la culpa por meterte en mi vida a la fuerza, por hacer que no deje de pensar en tí, por causarme insomnio desde que te fuíste, por hacerme extrañar tus besos, tus caricias, tus putas preocupaciones, tu voz, los amaneceres a tu lado, y toda tu maldita presencia! ¡De eso y más eres responsable! Pero sobre todo...-respiró profundo, no era fácil lo que iba a decir y honestamente era un golpe a su orgullo-¡SOBRE TODO, TIENES LA CULPA POR HACER QUE TE AMÉ!
Gritó a todo pulmón, virtiendo todos sus sentimientos en esa simple y sencilla palabra, y esperó a que el otro respondiera. Algo que nunca pasó.
-¡Joder, Dick!
"¡¿Qué mierda le pasa?! Acabo de humillarme y ese idiota ni siquiera se toma la molestia de responder".
-¡DIICK!
Silencio.
-¡DICK! ¡DIIICK! ¡Maldita sea, sal!
Nada. No importaba cuánto gritara y arrojara piedras, Nightwing no salió.
-Dick...
Sus manos comenzaron a sudar, un nudo se formó en su garganta y un profundo temor se apoderó de todo su ser. Por primera vez en mucho tiempo, Jason no pudo evitar romper en llanto.
Tal parece que era cierto que uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y a él nunca le había importado alguien además de sí mismo, nunca había sentido algo por otra persona, no le había interesado nada ni nadie más que su trabajo como mercenario, pero Dick fue diferente desde el principio, él era la excepción a todo, y tanto fué su temor a eso que simplemente lo negó. Nunca quiso aceptar lo que sentía porque pensó que Dick siempre estaría ahí para él.
Debió recordar que no sería así.
Y no quería perderlo, no quería que se fuera, pero ya era demasiado tarde para eso. ¿Qué más podía hacer sí ya le había abierto su corazón y él no le creía? ¿Cómo hacerle ver que en verdad lo amaba? ¿Cómo?
"Amo las canciones"
Sus ojos se abrieron ante ese flash de memoria.
"Como cualquiera, pero me agradan más cuando alguien las compone subjetivamente"
Se apretó la cabeza y cerró los ojos. Poco a poco, el recuerdo iba haciendose presente en sus pensamientos.
"-¿Eso qué significa?"
¡Claro! Ya lo recordaba, ya ubicaba perfectamente cuándo, dónde y quién había dicho esas palabras.
"Mi madre era cantante, ella amaba escribirme canciones".
Había dos cuerpos desnudos en la cama de un hotel barato, uno de ellos acariciaba suavemente el pecho del otro y sonreía con una felicidad poco creíble en una situación así. Dick y Jasón, ambos en una de sus primeras noches juntos.
La primera en la que entamblaron una conversación más allá de gemidos, súplicas y lenguaje subido de tono.
"De ella aprendí que, cantar la letra de una melodía que se reproduce de fondo mientras estudias, limpias o trabajas, es muy diferente a cantar una que te nace del corazón en el momento en el que más lo necesitas y en el lugar menos esperado."
Dick le había compartido su rídicula obsesión por el karaoke.
"-¿Y cuál es la diferencia? Para mí todas son rídiculamente absurdas.
-La diferencia, Jasón, es que cuando compones una canción lo haces impregnando en ella los sentimientos que te acogen en ese momento. Si te sientes triste, enojado, alegre, temeroso, o...
-¿O?
-O enamorado-sonrió-Lo expresarás através de la letra. Y sí tu intención es transmitir a alguien más lo que sientes, con una canción sin duda lo harás."
Se secó las lágrimas y levánto la mirada nuevamente hacia el balcón.
"-JAJAJAJAJA.
-¿Qué es tan grancioso?
-Tú, por supuesto. JAJAJAJAJA.
-¡Ya basta, Jasón!-golpeó su brazo.
-Auch, tranquilo.
-Explícame ahora por qué te doy tanta gracia.
-Dick, bombón, no hay nada en tí que no dé risa. Empezándo, por ejemplo, con tus rídiculas ideas del amor. Por dios, Dick, ¿componer canciones? ¿Sentimientos? ¡¿CANTAR?! JAJAJAJAJA.
-No veo lo gracioso-frunció en ceño.
-¡Es que lo es!
-No, no es así. Además, si tanta risa te causa mis ideas será seguro porque tu voz debe ser espantosa para interpretar las más delicadas y subjetivas canciones.
-¿Disculpa? Mi voz es perfecta lindura, los criminales de Gotham te lo pueden confirmar cada vez que los intimido por información o simplemente por hacer que mojen los pantalones.
-Para cantar no necesitas una voz así.
-Entonces, me alegra no saber cantar. Puff, ni siquiera sé componer o escribir una estúpida canción.
-La letra llegará en el momento en que necesites expresar tus sentimientos.
-Ey, ya bajále con tus ridiculeses, sí. Esto es tan rosa hasta para tí Dick, y para tu información, eso de los sentimientos son pura mierda, en nuestro trabajo...o al menos en el mío, no necesito de emociones que nublen mi juicio y me hagan débil e inútil como a Bruce, ese tipo de cosas son para mariquitas iguales a tí.
-Vete al diablo, Jasón.
-Jajaja, ¿lo ves? Ya estás aprendiéndo a maldecir. ¡Así se hace muñeco."
-Dick...
Recordaba con claridad la mirada furiosa, pero a la vez dolida que el mayor había puesto en ese momento, lo herido que se había mostrado cuando se atrevió a burlarse de él y de sus sentimientos, y aunque en ese instante no le había importado en absoluto, justo ahora le pesaba como una gran roca en los hombros.
Cierto, toda esa basura cursi del amor no era lo suyo, lo despreciaba a muerte y casi lo hacía vómitar de tan solo presenciarlo, pero...
"Supongo que ya puedo descartar la idea de que un día lo hagas por mí, Jasón".
Si era por Dick, si era por hacer que le creyera y que regresara a su lado, bien podía humillarse aunque fuera una sola vez en su vida.
¿El problema? Que en verdad no sabía cómo componer una canción.
-Extraño tu aroma en la cama...-comenzó, empleándo inicialmente una tono de voz grave y nada agraciado-De ese que dejas cuando entras y sales. Dónde quedaron los beso' y todos los planes...
"No sé sí vivir o morir
Me encuentro en un limbo desde que te fuíste de aquí
Eres la única persona que quiero que se venga encima de mí..."
De acuerdo, no tenía la mejor voz ni era el mejor componiéndo, pero al menos podía decir que las palabras eran exactamente lo que pensaba y sentía.
Muy a su tosca manera, claro está.
******************************
-Mi libertad no la quiero
Tampoco la vida 'e soltero
Yo lo que quiero es que quieras
Lo mismo que todos queremo'
Tener un cuenta de banco
Con dígitos y muchos ceros
Hacer el amor a diario y de paso gastar el dinero bebé
******************************
Dick abrió los ojos como platos cuando a sus oídos llegó la canción que Red Hood se esforzaba por interpretar en el jardín. No podía creer lo que estaba haciendo, ¿acaso no se supone que odiaba todo lo relacionado con el romance? ¿Lo cursi? ¡Él mismo le había dicho que odiaba cantar! ¿Por qué ahora entonces...?
******************************
Dick, sí todavía me amas como ante'
Ya nada me parece interesante
Yo sé que en el amor soy un farsante
Yo sin tí no vuelvo a enamorarme bebé
Sí todavía me amas como ante'
Ya nada me parece interesante
Yo sé que en el amor soy un farsante
Yo sin tí no vuelvo a enamorarme bebé
****************************
"Mentiroso", pensó Dick, abriéndo la puerta al balcón y recargándose en ella, aun con algunas lágrimas resbalándo por su mejilla.
-¿Qué está sucediendo allá fuera, joven Richard?
El de cabello negro se sobresaltó al oír una nueva voz. Se volvió rápidamenre para encontrarse con Alfred y Bruce adentrándose a su habitación, este último con su traje de Batman con la máscara en sus manos, tal vez preparándose para salir.
-Alfred, Bruce-dijo, interponiéndose inútilmente entre ellos y la vista al jardín.
Sin tí yo no me vuelvo a enamorar
No sé ni qué pensar
Ya sé porque todo me sale mal...
-¿Ese es Jasón?-Bruce arqueó una ceja.
-¡No!
"Mentí diciéndote que era leal
Siento un amor real
Le pido a Dios me pueda perdonar..."
-¡Sí, sí es!-gruñó el anciano mayordomo, dirigiéndose furioso como pocas veces se le había visto hacia el jardín, siendo seguido con más calma por Batman.
Richard tragó saliva, una confrontación entre Jasón, Alfred y Bruce no presagiaba nada bueno.
***************************
No...
Quiero que te vaya'
¿Por qué no salvamo' nuestra relación?
Tú sabes bebé, perdona bebé
Hey, bebé
******************************
-¡Jasón!-exclamó Dick, saliendo al balcón-¡¿Qué crees que haces?! Para con esto, Alfred está muy molesto y va para allá, así que mejor vete.
"Bien, ya llamé su atención. Ahora, debo convencerlo de mis palabras". Dicho eso, aumento el volumen de su voz y cantó con más sentimiento y haciendo uso de ademánes.
-Si todavía me amas como ante'
Ya nada me parece interesante
Yo sé que en el amor soy un farsante
Yo sin tí no vuelvo a enamorarme bebé
-¡Joven Jasón!-gritó Alfred saliendo a su encuentro-¿Qué hace aquí? ¡Vayáse inmediatamente! El joven Grayson no hablará con usted, dejélo en paz-dijo, pero apesar de estar prácticamente a un paso de distancia de él y de estar evidentemente molesto, Jasón lo estaba ignorándo con maestría.
-Sí todavía me amas como ante'
Ya nada me parece interesante
Yo sé que en el amor soy un farsante
Yo sin tí no vuelvo a enamorarme bebé
-¡Jasón, basta! Ya no creo ni una de tus palabras. ¡Eres un mentiroso!
Claro que no las creía, no quería hacerlo. Pero sonaba tan sincero que tenía mucho miedo de ceder, de ceder a ese amor que supuestamente le tenía. Y no quería que volviera a engañarlo.
No quería eso.
-¡Estás siendo muy egoísta! Todo esto es solo porque no quieres verme con nadie más. ¡No soy de tu propiedad! ¡No soy un juguete ni tu pasatiempo!
-Tu aroma en la cama
De ese que dejas cuendo entras y sales
Dónde quedaron los beso' y todos los planes-ngh
Gimió, irguiéndose y poniéndose firme ante los intentos de Alfred por empujarlo hacia la salida, Jasón no iba a moverse ni un mílimetro de su lugar hasta conseguir el perdón de su ave aun sí Alfred lo tumbaba al suelo e intentaba arrastrarlo hasta la reja, justo como en ese momento.
No sé si vivir o morir
Yo vivo en un limbo desde que te fuiste de aquí
Eres la única persona que quiero que se venga encima de mí
-¡Vayase ahora mismo, Jasón!-gritó iracundo, e intentándo propinarle un puñetazo, el cual el menor esquivo sin despegar la vista del balcón.
Mi libertad no la quiero
Tampoco la vida de soltero
Yo lo que quiero es que quieras lo mismo que todos queremo'
Tener una cuenta de banco
Con dígitos y muchos cero'
Hacer el amor a diario y de paso gastar el dinero
Hey bebé
Alfred, ya cansado de gritar y empujar a Jasón para que se marchara, se decidió por llamar a la policía. Por ningún motivo iba a permitir que volviera a lastimar a Dick, él ya habia llorado lo suficiente por alguien que no lo merecía, incluso sí ese alguien era alguien a quien habia amado mucho en el pasado.
-¡Le advierto, joven Todd, que ya llamé a la policía así que o se marcha ahora o se irá en una patrulla!
-Sí todavía me amas como ante'
Ya nada me parece interesante
Yo sé que en el amor soy un farsante
Yo sin tí no vuelvo a enamorarme bebé
"¡No le creas nada!", y aun así, Dick se sorprendió a sí mismo derramando lágrimas al sentirse conmovido por todo lo que el otro decía. Habia tanta pasión, tanto sentimiento, tanto...amor en esa canción que no podía evitar pensar que, por primera desde que lo había conocido, Jasón estaba siendo sincero con él.
Es decir, ¿por qué otra razón pasaría horas bajo la lluvia, recibiendo regaños y empujones de Alfred, humillándose cantándo una canción cursi, con la peor voz de karaoke del mundo, y arriesgándose a ser encarcelado, solo por conseguir unos minutos de su atención? Era obvio que intentaba demostrarle su amor, su honestidad, y en verdad, Dios sabía que sí, Dick quería creerle.
Pero lo conocía, y Jasón era cínico, cruel e idiota todo el tiempo, y no podría soportar otra mentira de su parte.
-Jasón, por favor...-sollozó-Dime, que esto no es un juego. Dime que me amas.
Jasón miró fijamente las lágrimas que se escurrían de los bellos ojos de Dick, y sintió de inmediato una terrible punzada en el corazón por ser el causánte de ellas.
"Maldición Dick, no llores, no sollozes, no me mires con esa expresión tan dolida en tu rostro...no, por favor", suplicaba con las lágrimas resbalándo por sus mejillas, ni siquiera le importaba la mano que atenazaba su brazo con terrible fuerza e intentaba llevarlo a la salida, o la mirada fría y decepcionada que Bruce Wayne le mandaba desde el umbral de la puerta principal de la mansión, lo único en lo que podía pensar era en Dick y su rostro lleno de lágrimas por su causa,"Por favor no llores Dick...no arruines tu hermosa sonrisa por una basura como yo".
-Puedes pensar
Soy el rey de las mentiras
Volvería a fallar
Aunque lo jure por mi vida
Mis palabras no importan
Ni valen ni de rodillas
Dicen que ha visto muchas novelas
Y el actor debe llorar
No, ahora qué hago
Yo soy un farsante
Y me ahogo en el fracaso
No, lo juro en vano
Jamás yo vuelvo a ser infiel con chapeadoras
Yo te amo
No, escucháme
-Jasón...-suspiró aun sin creerle.
-Esta pena que siento
Voy a retomar el manto de Robin
Y te lo dedicaría enterito.
Justo en ese momento llegó la policía, y tan pronto como Dick vio las luces rojas y azules, salió corriendo hacia el jardín para evitar que arrestaran a Red Hood. Bien sabía que el menor no iba a moverse ni para escapar a menos que él lo obligara, sin embargo, justo cuando iba a atravezar el umbral, fue abruptamente detenido por Bruce, quien lo sujetó fuertemente de los brazos y lo obligó a mirarlo.
-¡Bruces, suéltame!
-¡No, Dick! Estás cometiéndo un error, él no te ama solo esta siendo egoísta. ¡No caigas otra vez en su juego!
-¡No es verdad!
-¡¿Acaso crees que solo por componerte una canción es sincero?! ¡Eso es precisamente lo que quiere que creas!
-¡No!
-Si todavía me amas como antes
Ya nada me parece interesante...
-Oficiales, que bueno que llegan, arresten a este joven por invadir propiedad privada. Ahora-dijo el mayordomo, señalándo a Jasón
-¡No! ¡Alto!
-¡Dick, basta!
-Yo sé que en el amor soy un farsante
Yo sin tí no vuelvo a enamorarme bebé
Lo siguiente que supo Jasón fue que un par de sujetos músculosos lo sujetaban con sometían y esposaban sus manos para empezar a jalarlo hacia la entrada a la propiedad Wayne donde se encontraba la patrulla, sin embargo, en ningún momento despegó la vista de Dick quien luchaba por llegar a él.
"Bebé, no merezco tu amor..."
-Sin tí yo no me vuelvo a enamorar
No sé ni qué pensar
Ya sé por qué todo me sale mal
Mentí diciéndote que era leal
Siento un amor real
Le pido a Dios me pueda perdonar.
-Cállate y camina-le ordenó uno de los oficiales, obligándolo en el acto a darle la espalda a Dick.
-¡Jasón!- gritó, removiéndose para soltarse del agarre de Bruce, a quien se le dificultaba cada vez más sujetarlo.
-¡¿Quiéres dejar de luchar, Richard?! Entiende que esto es por tu bien.
-¡No! ¡Tú entiende que no todos somos tan desconfiados como Batman! Que no todos creemos que las personas no cambian, o que no pueden empezar de nuevo. ¡Jasón está siendo sincero!
-Está mintiéndo.
-¡No, Bruce! Él está diciendo la verdad, por primera vez desde que iniciamos nuestra relación, Jasón está siendo honesto conmigo, está confesándo que me ama y no puedo ignorar un gesto así cuando me ha abierto su corazón.
-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué quieres regresar a la boca del lobo?! ¡¿PORQUÉ QUIERES QUE TE ROMPA EL CORAZÓN DE NUEVO?!
-¡Porque lo amo!
Batman guardó silencio. No podía creer lo que escuchaba de quien creía era el más sensato de sus Robins.
-Lo amo-repetió, y esta vez, le propino un puntapie al dueño de la mansión, para luego soltarse al fin del agarre y correr hacia Jasón, quien estaba a punto de ser subido a la patrulla-¡JASÓN!
-¿Dick?-se volvió hacia el llamado, pero el oficial lo obligó a voltear de nuevo.
-¡Entra!
-¡Jasón!
"¡Dick!"
-¡Dije que entres!-gruñó el oficial, intentándo meterlo a la fuerza.
-¡Vete al carajo!-dijo, y forcejeó hasta soltarse para correr al encuentro de su hermosa ave de ojos azules, quien no tardó en llegar a su lado.
-Jasón.
-Dick.
Nghtwing sonrió aun con rastros de lágrimas en sus ojos y, al estar frente a frente con Jasón, tomó su rostro entre sus manos y lo acarició ante la atenta mirada del otro. Red Hood no podía creer estar nuevemente bajo la cálidez de Dick, había creído que nunca volvería a sentir la suavidad de sus manos, o a recibir otra de sus miradas llenas de amor, pero justo en ese momento, no deseaba estar en ningún otro lugar que no fuera junto a su amado.
-Te amo, Jasón. En verdad te amo.
-Yo también te amo, Dick. ¿Puedes...perdonarme por haber sido un idiota contigo?
Grayson lo miró, primero sorprendido y luego con humor, soltándo incluso una pequeña risa de diversión que en definitiva no le agradó mucho al menor.
-¡¿Qué coño te da-¡Ngh!
No se lo esperaba, tal vez por eso fue muy torpe para corresponder el beso en un principio, pero cuando se recuperó de su shock, tomó el control de la situación y aumentó la intensidad de éste sin ningún reparo.
No había recibido una respuesta oral de Dick, pero con ese acto se lo decía todo.
¿Qué importaba que le levantaran cargos por resistirse al arrestro? ¿Qué importaba la mirada gélida y casi asesina que les mandaba Alfred a unos metros de ellos con los brazos cruzados y apunto de sacar su escopeta? ¿O la furia poco disimulada de su padre adoptivo tanto por el puntapie como por su desobediencia? Nada. En ese instante, el mundo no importaba por el simple y mero hecho de que...
-Te amo.
Estaba perdonado.
Fin