CAPÍTULO 11
-¡Natasha, cuidado!
La pelirroja se giró al llamado y esquivó la lluvia de balas que iban en su dirección, apuntó al causánte y le disparó con su brazalete izquierdo.
Ese era el último, sin embargo, apenas dieron la vuelta para alejarse de ahí, los pasos de más enemigos acercándose retumbaron en los pasillos que se conectaban a ese, por lo que, sin perder tiempo, la espía cargo sus armas y abrió fuego contra ellos apenas aparecieron a su vista.
¡Bang, Bang, Bang, Bang, Bang, Bang!
¡Bang, Bang, Bang!
¡Bang!
Uno a uno fueron cayendo, pero por cada dos que derrivaba, diez más aparecían. Era un ciclo sin fin.
-¡Diablos!-gruñó, sintiéndo aun el estómago revuelto y el mal sabor de boca como producto del vómito de su omega, una consecuencia nada agradable de su vínculo.
¿En serio Clint no pudo escoger otro momento para vomitar? Se sentía tan incómoda peleando con ese sabor repugnante en la boca y la sensación de haber devuelto el desayuno. Pero fuera de eso, las cosas se estaban poniendo pesimas tanto para ella como para el Doctor. Afortunadamente habían logrado evacuar el piso del hospital donde estaban peleando, pero los pisos superiores, especialmente donde Bruce dijo que se encontraría la bomba debido a su privilegiada ubicación en el edificio, se encontraban aun habitados y sí la gente había escuchado los disparos y había salido huyendo, seguro estaban atascados en el ascensor y en las escaleras, lo que difícultaba aun más la tarea de subir para desactivar la bomba.
-Estamos en desventaja-dijo el de lentes.
Natasha se volvió hacia él, era conciente que soltar al otro sujeto ahí no sería lo más inteligente, en especial porque aun había cíviles en el hospital y enfermos en sus habitaciones que por una u otra razón no podrían moverse con facilidad, pero sí no llegaba a la bomba pronto, todo estaría perdido tanto para los que estaban ahí como para los de la ciudad. Así que, quisiera o no, no había otra opción que llamar a Hulk.
-Bruce, lo siento.
-¿Qué? ¿Por qué?-preguntó confundido.
-Por esto-y lo electrocutó, para luego salir corriendo hacia una ventana, esquivándo balas y devolviéndolas.
Al cabo de unos segundos, el rugido furioso del hombre verde se dejó escuchar en todo el piso, y al minuto siguiente, todas las balas que se dirigían a ella se desvíaron hacia Hulk, mientras éste golpeaba, rompía, rugía y aplastaba a los sujetos de negro. Natasha aprovechó entonces para sacar la cabeza por la ventana e identificar desde afuera el piso al que tenía que ir.
-Allí está-dijo, disparó su gancho y se preparó para subir.
-¡AAAGGRR!
Pero antes, la espía le dirigió una última mirada al gigante, y cuando éste también la miró, una suave sonrisa apareció en sus labios.
-Gracias, grandote.
Y se elevó hacia el piso superior. El gancho se había sujetado de la pared a lado de la ventana, por lo cual, tuvo que romperla para poder ingresar, causándo que las miradas de todos los que estaban ahí se posaran en ella.
-Nos están atacando, evacúen ahora-ordenó estoica, caminándo a paso firme por el pasillo.
Había cientos de habitaciones y puertas de servicio, pero no le fue difícil ubicar la que Bruce le había descrito debido a que se encontraba en un área casi aislada, justo a lado de la bodega de medicamentos cáducos, y al ingresar, se topó de frente con la segunda bomba.
-Aquí Romanoff, ¿alguien me copia?-dijo por su comunicador-Encontré la segunda bomba, ahora voy a proceder a desactivar-¡Ah!-gritó al sentir como una bala le pasaba rozando la mejilla.
Se agachó rápidamente y disparó a sus atacantes. Eran demasiados apesar de que el gigante verde se había quedado con el doble.
-¡¿Estás bien, Nat?!-escuchó a su omega en su comunicador. Se oía asustado.
-Estoy bien.
-¿Qué fue eso?
-Tengo al enemigo pisándome los talones. ¿Hay alguien disponible que pueda ayudarme?
-Lo siento hermosa, pero yo también tengo un serio problema de hombres de negro aquí.
-Visión y yo aun no encontramos la tercera bomba-habló Wanda.
-Me gustaría ir a ayudarte Nat, pero Steve, Sam y yo estamos hasta el cuello de balas.
-Ni siquera hemos podido acercarnos a Zemo-intervino Sam.
-De acuerdo. Yo me encargo, buena suerte a lo demás-apagó su comunicador y siguió disparándo mientras analizaba la composición de la bomba, corriendo números y teorías en su cabeza para dar con el cable que debía cortar.
Sin embargo, Natasha notó que no sería tan sencillo. La maldita bomba tenía contraseña para ingresar a su sistema, y solo ingresándo podrían desactivarla. Un cable suelto no la detendría.
¿El problema? Es que debía haber más de un millón de posibles combinaciones númericas que intentar. Si no pensaba en algo pronto, nadie ahí sobreviviría a la explosión.
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Una vez que colgó, lanzó una patada lateral a su adversario y le disparó, para luego volverse a disparar a los que lo acompañaban. Sam pasó volándo por encima de ella y soltó una lluvia de balas para ayudarla, mientras que Steve lanzó su escudo y noqueó al resto.
Una vez que el camino se vió despejado, los tres avanzaron por el largo túnel de drenaje que conducía directamente a la vieja estación de subterráneo donde se escondía Zemo, pero al metro y medio, más hombres aparecieron y comenzaron a dispararles.
-¡Maldición!-gruñó Sharon-Estos tipos parecen ratas, ¿de dónde salen tantos?
-No tengo idea-dijo Steve-Pero será mejor que terminemos con ellos o nunca llegaremos a Zemo.
-Me parece que nunca acabaremos con ellos-comentó el único beta en el equipo-Se parecen a ese animal mitológico al que le cortaban una cabeza y dos más brotaban, excepto que en este caso surgen como diez.
-¿Te refieres a la Hydra de Lerna?-pregunto la alfa femenina.
-¿Así se llama?
-Chicos, preferiría que no mencionaran a Hydra ahora-dijo Steve, derrivándo al último sujeto de negro.
Al menos, el del momento.
-Andándo-ordenó, y retomaron su camino.
-¿Cuántos metros crees que logremos correr antes de que aparezcan más?-preguntó el moreno.
-Sam tiene razón Steve, esto es cosa de nunca acabar.
-¿Y qué propones?
La rubia se detuvo, y también los hicieron su alfa y Falcón. Analizó el lugar y los cientos de túneles que debían estar conectados a ese, pensando en una forma menos predecible de llegar a su destino.
-Tengo una idea.
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Matt se encontraba limpiando sus lentes con un pañuelo cuando escuchó los pasos ahora tranquilos de su colega dirigirse hacia él, sonrió suavemente y volvió a colocarselos, para luego posar su atención en su acompañante.
-¿Te encuentras mejor?-preguntó.
-Sí, gracias-respondió Tony, recargándose en el respaldo y posándo su mirada en el techo-La mejor versión de mí resulta ser un bastardo, waw, no sé si sea ironía o casualidad, igual ya no importa mucho, ¿o sí?
-Depende de la perspectiva.
-Odio que hables con acertijos, ¿eso-eso que significa?
-¿Por qué dices que el Tony Stark de este mundo es la mejor versión de tí?
-Porque es un alfa
-¿Y eso qué?
-¿Cómo que eso qué?-se irguió y miró a Matt-Tú más que nadie debería saber lo terrible que es ser un jodido omega. ¿Acaso nunca has deseado ser un alfa? ¿Ser quién tenga el poder de elegir y ser libre?
-¿Por qué lo haría?-respondió con una seguridad que descolocó al castaño.
-Rayos, mejor olvídalo-se talló el puente de la naríz-Continúemos con la investigación, para eso estamos aquí ¿no?
-Bien. ¿Qué sigue?
-De acuerdo, ya quedó establecido que la desaparición fue omicidio y que tal vez mi "yo" alfa lo hizo para poder lanzar su app. Ahora, ¿recuerdas el accidente de los miembros del concejo?
-Por supuesto.
-Pues descubrí que no fue un accidente.
-¿Tenías razón?
-Sí, la tenía. El avión en el que viajaban el Concejal Rockwell y la Concejal Hawley, era comandado por un sistema de piloto automático diseñado para despegar, volar y aterrizar sin intervención humana, y era completamente eficaz y complejo como para ser corrompido, pero como supondrás, alguien logró hackearlo.
-¿Y eso te sorprende porque...?
-Porque yo mismo lo diseñe, o bueno, mi otro yo lo hizo, y el encriptado era lo suficientemente complejo como para que un simple pirata informático lograra hackearlo, sin embargo, alguien lo hizo, se apoderó del control del avión y lo estrelló a propósito para asesinar a los concejales. Luego hizo estallar uno de los motores para hacerlo parecer un accidente y sobornó a la policía para que no investigara más.
-¿Por qué alguien haría algo así? ¿Qué buscaba?
-Los miembros del concejo eran los supervisores de una misión confidencial llamada S. I. M, la cual les fue otorgada al Capitán América y a la Agente 13. Ambos iban en camino a una reunión con ellos y Hill antes de estrellarse. Así que, el que lo hizo, obviamente no quería que los concejales llegaran a la reunión y por eso los asesinó.
-¿Tienes algún sospechoso?
-A muchos, en realidad.
-¿A alguien en especifíco que quisiera hacerlo?
-Para poder señalar a alguien necesito saber en qué consisite la misión S. I. M. Es claro que el responsable de esto se veía muy afectado con el avance de esa misión y por eso buscó detenerla.
-Y no lo consiguió.
-No, no lo hizo.
-¿Puedes hacer que el Capitán o la Agente 13 te revelen algo de ella?
-Hmphs-sonrió con burla-Sí, como si el Capipaleta fuera a decirle algo al amigo que lo traicionó. Y la rubia oxigenada es una bruja, dudo que quiera compartir información, especialmente conmigo.
-¿Cómo planeas dar con el responsable entonces?
-Me las arreglaré. Además, mi fiel amigo Jarvis ya está trabajando para hackear el sistema de SHIELD y obtener todo lo relacionado con esa misión, solo hay que darle tiempo.
-¿Estás seguro?
-Confía en mí Matty, nadie es mejor invadiendo sistemas que una IA del grandioso Tony Stark.
-Querrás decir el segundo mejor. Digo, el tipo al que buscamos debe estar un escalón arriba de tí sí fue capaz de hackear tu sistema, ¿no lo crees?
-Cierra la boca-bufó y el abogado soltó una carcajada.
No cabía duda de que el ego de Stark había sido herido con eso, y vaya que Matt lo estaba disfrutándo. Quien quiera que fuera ese tipo, sin duda se había ganado el aprecio de Daredevil.
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"-Señor, ¿está seguro que quiere continuar con esto? El FBI, la policía, e incluso los Vengadores no has advertido de una bomba implantada aquí, y-"
"-No, dijeron que posiblemente la habían puesto aquí."
"-Los Vengadores lo aseguraron.
"-Entonces, que se encarguen ellos de encontrarla y desactivarla, es su trabajo proteger personas, ¿no?"
"-Señor, tal vez sea mejor si cancela la conferencia de prensa. Hay mucha gente allá afuera y no podemos ponerlos en riesgo".
"-¡¿Estás loco?! ¡Es el inicio de mi campaña! Y necesito ganarme al pueblo si quiero volver a ser electo. Además, si están aquí es bajo su propio riesgo, no me haré responsable de su falta de instinto de autoconservación".
"-Pero señor-"
"-Ya basta, Hall. Es la hora de mi discurso".
Wanda frunció el ceño y apretó los puños con ira, desvaneciéndo sus poder para dejar de leer la mente del Alcalde, quien en ese momento salía al estrado y saludaba tan campante a la gente como si no hubiera una bomba amenazando la vida de cada uno. No podía creer hasta dónde llegaba el egoísmo de ese hombre, ya se le había advertido hasta el cansancio de la maldita bomba y el sujeto ni se inmutaba, esperándo egoístamente que ellos lo resolvieran como sí su intervención no fuera necesaria, típico de los líderes políticos.
Pero la pelirroja sabía que no tenía tiempo para pensar en eso, tenían que hallar y desactivar la bomba o todas las personas que se encontraban ahí iban a morir, y claro no iba permitir que eso pasara.
-Visión-lo llamó por su comunicador-¿Cómo vas? ¿Ya la localizaste?-preguntó mientras avanzaba disimuladamente entre la gente.
Si la polícia la veía, sin duda iban a arrestarla, así que tenía que moverse con cuidado y dejar que Visión examinara todo desde arriba y a una distancia prudente.
-Aun no, Wanda-respondió el robot del otro lado de la línea.
-¿Estás seguro?
-Lo estoy.
-Continúa búscando, los otros ya encontraron dos, solo faltamos nosotros.
-Lo haré, pero...-se calló repentinamente.
-¿Visión?
-Wanda, veo a varios sujetos armados dirigiéndose a tu ubicación.
-¿Cuántos son?-preguntó, deteniéndose en su andar.
-Demasiados. Y el número aumenta cada vez más. Bajaré para ayudarte.
-¡No! Tú encuentra la bomba y desactivala, yo me encargo de ellos.
-¿Estás segura?
-Sí. Apresurate.
-Si necesitas ayuda, llamamé.
-Lo haré.
Dicho esto, la comunicación se cortó y Wanda usó su poder para crear corrientes de niebla roja que atravezaron las frentes de cada persona presente, incluyendo al Alcalde, lográndo así tomar el control de ellos y hacer que se alejaran a prisa del lugar. Justo a tiempo para iniciar su batalla contra los hombres de Zemo.
Las balas no se hicieron esperar, le dispararon de todas las direcciones, rodeándola, asegurándose de que no escapara o se moviera de su posición, pero la beta creó un campo de fuerza psíquica para repelar las balas e hizo levitar los númerosos autos que se hallaban ahí para lanzarlos contra sus adversarios, creándo grandes explosiones que lograron dispersarlos.
Sin embargo, estos se reagruparon rápido y coordinaron sus ataques en su contra, mientras que la pelirroja hacia lo posible por contraatacar lanzándo autos, postes de luz, y escombros, pero al ver que seguían avanzándo, levánto su pie y pisó con fuerza el suelo, usándo su poder para crear una enorme grieta con la pisada y extenderla hasta los contrarios, quienes se vieron en la obligación de retroceder para no caer en ella. Luego, concentró toda su energía para extender una enorme niebla roja con la cual, les arrebató las armas y los golpeó con ellas, lográndo deshacerse de una considerable cantidad de enemigos.
Pero eso no fué suficiente, pues los que pudieron esquivar las armas lograron llegar a ella y rodearla, pero justo en el instante en que se habían lanzado para sujetarla, los hombres cayeron al suelo retorciéndose y gritándo horrorizados por las imagenes que se reproducían en sus cabezas.
Sus peores miedos hechos realidad.
-Wanda, ¿todo bien?-la llamó Visión.
-Sí-respondió ella, lanzándo con su poder al grupo que intentaba alcanzarla-¿Ya la encontraste?
-Aun no, pero justo ahora estoy revisándo los drenajes.
-Bien, sigue búscando Visión. Sam y la Agente Carter dijeron que la bomba estaba aquí, así que tenemos que encontrarla pronto.
-Entendido.
-Voy a cortar ahora. Llamamé cuando la encuentres.
-Lo haré.
Wanda cortó la comunicación y detuvó las balas que se dirigían a ella, para luego devolverselas a los tiradores con la misma presión que la de un revolver, y lanzar de ahí a otros sujetos que intentaron someterlala. Eran muchos, pero no iba a detenerse por eso.
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-¡¿Qué demonios están haciendo?! Tengo a cien personas aquí, ¡¿y ningúno puede decirme dónde están?!
-Señor, ya revisamos todos los túneles y no hay ni rastro del Capitán América y su equipo.
-¡No pudieron solo haberse desvanecido! ¡Encuentrenlos, ahora!
-Sí, señor.
-¡Y tú!-señaló a uno de ellos-Traeme el control, haré estallar la ciudad con los Vengadores en ella.
-Enseguida, señor-respondió, moviéndose al instante para cumplir su mandato.
Pero antes de que el sujeto siquiera pudiera alcanzar el objeto encargado, la pesada puerte de hierro que sellaba el lugar se abrió de repente y por ella ingresaron Steve, Sharon y Sam, quienes se dirigieron inmediatamente hacia Zemo.
-¡Maténlos!-gritó el susodicho, recogiéndo el control de las bombas y corriéndo a la salida.
-¡Que no se vaya!-ordenó Steve a su equipo, quienes asintieron e intentaron ir detrás del beta, sin embargo, los hombres de Zemo les obstruyeron el paso y abrieron fuego en su contra. Sam se elevó para esquivarlas, mientras que la rubia fue protegida por el potente escudo de su pareja.
-Steve-dijo conmovida.
-Sharon, te cubriré la espalda, tú ve por Helmut.
-¿Qué? ¡No!
-¡Es una orden!-alzó la voz, dejándo de cubrirlos y lanzándo su escudo.
-No me interesa si es una orden-recargó su arma y disparó a la par del escudo de Steve-Nosotros te abriremos paso, tú ve por Zemo.
-Pero-
-¡Pero nada!-exclamó, usándo sin querer su voz alfa-Un líder no pierde el tiempo con los heraldos de sus enemigos, él va directo con el que los dirige. Dejános esto a Sam y a mí y detén al bastardo antes de que haga explorar la ciudad.
-No voy a dejarte, Sharon. Son demasiados, no podrán con ellos.
-Steve, sí cortas la cabeza el cuerpo se vuelve inservible, vé por Zemo.
-Sharon.
-¡Ya!
El alfa no quería dejar a su novia y a su amigo en tan precaria situación, en verdad estaban en desventaja en cuanto a cantidad y no resistirían mucho así, pero reconocía que su alfa tenía razón, sí no detenía a Zemo cuanto antes no quedaría nadie a quien salvar, así que sin mediar otra palabra, tomó su escudo y corrió tras el ex convicto mientras Sam le abría paso desde arriba con sus armas, y Sharon lo hacia desde tierra, lográndo atrávezar el campo de batalla e introducirse al mismo túnel que anteriormente había tomado Zemo.
-¿En serio piensas que podemos con ellos?-preguntó el moreno a la rubia.
-No-lanzó una patada lateral, golpeó con su codo al que intentó atenazarla por detrás y disparó a los que corrían hacia ella-Pero de algún modo tenía que convenserlo. Lo conoces, Steve no es el tipo de persona que deja atrás a alguien, antes prefiere quedarse él.
-Suena a algo que diría una esposa de su esposo.
-Jajaja-rió con ironía-No estás tan lejos de la realidad, querido Samy. Tengo la certeza de que Steven me pedirá matrimonio muy pronto.
-¿En serio?-disparó, esquivó el cohete que le habían lanzado y se dejó caer en picada hacia el grupo que pretendía derrivarlo, causándo que se dispersaran y abrieran fuego desde diferentes direcciones-Espero entonces, ser su padrino.
-No podría ser alguien más, Falcón.
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¡Explosión! ¡Explosión! ¡Explosión!
Y las flechas se acabaron. Recogió rápidamente su siguiente carga y continuó disparándo, mientras su amigo asgardiano lanzaba rayos, golpeaba y noqueaba a los sujetos de negro.
El número de atacantes había disminuído considerablemente, al igual que la cantidad de adversarios que aparecían cada que derrivaban a uno, por lo que se podría decir que ya casi tenían la víctoria en la bolsa.
Excepto por un pequeño detalle.
Peter aún no daba con la contraseña para desconectar la bomba, y lo que era peor, habían descubierto que dicha contraseña de modificaba cada quince minutos, lo que difícultaba en demasía poder hallarla.
-Niño, ¿cómo vas?-preguntó através de su comunicador.
-No se preocupe señor Hwakeye, ya estoy muy cerca.
-Escuché eso hace más de treinta minutos, ¿puedes apresurarte? Aunque las cosas ya se tranquilizaron aquí afuera, no es precisamente un verano en la toscana.
-Lo sé, lo sé, le juro que me estoy esforzándo.
-Pues esfuerzate más.
-Oiga, esto es tecnología tan avanzada como la del señor Stark, y yo-
-Me dijeron que eras un genio, niño, así que es hora de demostrarlo.
-¡Pero yo no...!
-Comunicate cuando la hayas desactivado-y cortó la comunicación.
Peter suspiró al oír el pitido que indicaba que la conversación se había acabado, tronó sus dedos y siguió corriéndo combinaciones cada vez más rápido antes de que la bomba se modificara de nuevo, ya había encontrado la combinación correcta en cinco ocasiones pero el tiempo siempre le jugaba en contra y no lograba insertarla a tiempo para desactivarla, lo que terminaba en que la bomba volviera a cambiar su contraseña y él tuviera que empezar de nuevo.
¡Diablos! Empezaba a frustrarse, la presión era una carga muy pesada en sus hombros y el simple hecho de que en cualquier momento podría activarse y hacerlo pedazos solo lograba presionarlo más.
El sudor ya corría por su frente y sus dedos se movían rápidos y certeros sobre el pequeño teclado de la computadora a la que estaban unidos los cables y el diminuto cilindro que conformaban la bomba. Su respiración era agitada y su corazón latía acelerado mientras que en su cabeza desfilaban cientos y cientos de números en busca de los correctos, pero justo como otras veces, cuando parecía que ya tenía los correctos, la bomba se modificó y tuvo que reiniciar todo el proceso.
-¡Rayos!-gruñó.
Pero eso no lo detendría, y sin pensarlo dos veces, volvió a la carga con más rápidez que la anterior. Los dedos comenzaban a punzarle y su cabeza a doler por tanto esfuerzo físico y mental, y aun así, los ignoró para seguir con su tarea.
Cabe destacar, que más allá de la presión y la preocupación que sentía en ese momento, también estaba muy emocionado y exitado ante la idea de estar a punto de hackear un sistema tan complejo como ese, y sí lo lograba podría jactarse de haber salvado a la ciudad usándo solo su gran intelecto.
Quizás hasta lo convertían en vengador.
Una sonrisa se formó en sus labios tanto por contemplar esa idea como por haber encontrado nuevamente la contraseña correcta, y sin perder tiempo, la insertó justo a un minuto de que se cumplieran los quince, y esta vez, por fin pudo entrar al sistema y ejecutar la desactivación de emergencia.
-¡¡SIII!!-gritó eufórico, levantándose y bailando cómicamente ante su gran hazaña-¡¡La desconecté!! ¡Tome eso, señor Stark! Peter Parker es más listo que usted-declaró con orgullo, inflándo su pecho y colocándo las manos en su cintura-Sí, mucho más listo. Jijiji, ¡soy más listo que el señor Stark! Wiii.
-¡¡Peter!!
El castaño se sobresaltó al oír el grito tan cerca de su oído. Llevó su mano al comunicador y presionó el botón para responder el llamado.
-¡Señor Hwakeye, no lo va a creer! ¡Desconecté la bomba!
-Sí, yuhuu, genial. ¡Ahora sal a ayudarnos!
-Ah, sí, claro.
Peter se colocó nuevamente la máscara de su traje y salió rápidamente para ayudar al par de vengadores, quienes aun estaban atascados con los sujetos de negro.
Captó casi de inmediato a uno de ellos apunto de atacar a Clint por la espalda, por lo que se apresuró a lanzarle su telaraña, envolverlo y envíarlo al otro extremo del auditorio, para luego disparar al techo y columpiarse hacia el omega.
-¿Se encuentra bien, señor Hwakeye?
-Deja de llamarme "señor Hwakeye", me haces sentir viejo niño-bufó mientras disparaba sus flechas-¿Hallaste la contraseña?
-Sí, señor...es decir, sí jefe.
-Bien hecho, niño. Sabía que eras un genio.
-¡Oh gracias, señor Hwakeye!
-¡Que no me llames así!
-Ah, lo siento. Entonces, ¿cómo debo llamarlo?
-Hwakeye, solamente.
-Entendido-hizo un saludo de soldado-Compañero Hwakeye, je.
Clint miró al castaño menor y sonrió inconscientemente, para luego revolver sus cabellos y continuar con la batalla. Spiderman, en definitiva, seguía siendo un niño.
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¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Contraseña incorrecta.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Contraseña incorrecta.
-¡Diablos!-gruñó la espía.
Sus dedos eran rápidos para teclear e insertar las combinaciones a tiempo, pero siempre le fallaban los números. Estaba empezándo a desesperarse, en verdad, ya no sabía que más hacer y Hulk aun no llegaba a ayudarla con los hombres de Zemo, sí seguía así no llegaría a ningún lado.
Pero justo en ese momento, el muro a su costado se hizo pedazos ante la enorme fuerza del gigante verde, quien se deshizo rápidamente de sus obstáculos.
-Bien hecho, amigo-dijo, para luego concentrarse en los números.
-Gracias, chica pelirroja-respondió Hulk, soprendiéndo en demasía a la alfa.
En todos esos años, nunca había oído a Hulk, Hulk no Bruce, decir algo más que gruñidos y rugidos de ira, y hasta había llegado a pensar que en verdad el otro sujeto era un monstruo, pero luego de esa extraordinaria demostración de perfecto uso del habla, iba a considerar la posibilidad de que Hulk era algo más que un gigante aplasta-todo.
-...tasha? ¡Natasha!
Los gritos en su comunicador la sacaron de sus pensamientos, por lo que rápidamente se conectó para escuchar el mensaje de su omega para el equipo.
-¿Alguien me copia?
-Aquí Romanoff, te copio Clint. ¿Puedes repetir el mensaje?
-El niño Spiderman logró desactivar la primera bomba, la escuela ya es segura. ¿Cómo van con las otras dos?
-¿Qué hace ese niño ahí?-preguntó Sam dejándo oír los disparos de fondo.
-Eso después, Falcón-dijo Steve-Lo importante es que la primera bomba ya está fuera. Concentrénse en deshabilitar las demás.
-Cap, ¿cómo vas con el psícopata? ¿Ya lo atrapaste?
-Estoy en eso, Clint. Persigo a Zemo por el subterráneo, tiene el detonador y no sé por cuánto más lo mantenga en apagado, así que tienen que apresurarse con esas bombas.
-Eso suena muy alentador, Cap.
-Lamento que sea así Barton, pero es difícil pensar en algo cuando estás en una persecusión. Nat, ¿ya encontraste la segunda bomba?
-Sí, pero aun trabajo en la contraseña. No te preocupes, haré que Bruce se encargue, tú concentrate en Zemo.
-De acuerdo. ¿Wanda?
No hubo respuesta.
-¡Wanda! ¿Estás ahí?
Silencio de nuevo.
-¿Visión?
La falta de respuesta por parte del par puso en alerta al equipo.
-Si alguien está desocupado, vaya a apoyar a Wanda y a Visión.
-Comprendido-respondió el halcón-Creo que ya que casi terminamos aquí, tan pronto como la situación esté bajo control, enviaré a Thor a la conferencia.
-Bien. Eso es todo-cortó la comunicación.
Natasha recargó sus armas y se acercó inmediatamente hacia Hulk, quien se encontraba de espaldas a ella y en alerta ante cualquier enemigo.
-Ey, grandote-lo llamó y el de verde se volvió hacia ella-El sol se está ocultándo-dijo, extendiéndo su mano y tomándo la de Hulk, para luego pasar suavemente los dedos sobre su palma.
-¡GRRR!-rugió, sintiéndo como empezaba a perder la conciencia y se tambaleaba de un lado a otro, encongiéndose poco a poco hasta recuperar el tamaño y la forma de Bruce Banner, quien de inmediato se sujetó la cabeza ante las terribles punzadas que sentía.
-¿Te sientes bien?
-¡¿Qué sí estoy bien?! ¡Me electrocutaste, Nat! ¿C-Cómo pudiste hacerme algo así? Creí que erámos amigos.
-Lo somos. Pero necesitaba al otro sujeto.
-¿Ah, sí? ¿Y no se te ocurrió que Banner también es útil?
-En ese momento, Banner solo estaba siendo un estorbo. Pero es su oportunidad de compensarlo-dijo, para luego tomar su brazo y arrastrarlo hacia la bomba, ignorándo olímpicamente que el pantalón rasgado y estirado del Doctor se le había caído en el proceso.
-¿Qué es esto?
-La bomba. Tienes dos minutos para desactivarla.
-¡¿Qué?! ¿Solo dos minutos? Necesito más tiempo, Nat.
-También pantalones, pero no es el momento de ser exigente.
¡Bang!
Le disparó al primer sujeto que entró al lugar.
-Zemo tiene el detonador en la mano y sí el Cap no logra atraparlo a tiempo, lo va a activar. Razón por la que Nueva York solo nos tiene a nosotros para evitar millones de muertes, así que ponte a trabajar. Yo te cubriré.
Dicho esto, la pelirroja se alejó para interseptar a los nuevos intrusos y Bruce se puso de cuclillas para empezar a trabajar en la bomba.
Reconocía que el sistema era muy complejo, inteligente, casi como una IA o astibos de una, capaz de modificar su contraseña cada quince minutos para proteger la intrusión a su sistema, pero ciertamente no era algo que representara un problema para él. Ya había creado a un robot de conciencia propia, ¿qué tan difícil podía ser desactivar una bomba?
Bueno, tan difícil como que el sistema se estaba defendiendo de él.
-De no ser porque solo Tony puede crear inteligencias artificiales, diría que tú eres una-murmuró con el ceño fruncido.
Algo le daba mala espina de ella.
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Steve bloqueó el puño de Zemo y tomó su brazo para torsercelo, pero el alfa se liberó y contraatacó con una patada lateral, un golpe en el estómago y un cabezazo que desesquilibró al súpersoldado, y cuando intentó atacar, el hombre lo mandó al suelo con otro potente puño.
-¿Qué sucede Capitán?-se burló-¿Ya está cansado? Pero si apenas iniciamos.
El rubio intentó nuevamente golpearlo, pero Helmut lo esquivó con soprendentes reflejos y lo pateó.
-Esperaba más de un súpersoldado.
-¿Cómo...-alzó la vista hacia él-¿Cómo lo hiciste?
-¿Cómo?-sonrió divertido y le mostró al otro alfa su celular-Bueno, su amigo Stark crea cosas muy interesantes.
Steve miró horrorizado lo que se mostraba en la pantalla. El logo de Stark Industries y una "E" en color blanco que solo podía significar una cosa.
-Extremis-susurró.
-Qué lástima que el señor Stark no está aquí para ver como uso su creación en su contra, pero creo que me basta con usted. Quien diría que una simple aplicación me pondría al nivel de un gran vengador como el Capitán Rogers. Agradescale a su amigo por eso-dijo y volvió a golpear el rostro del héroe.
Steve sabía que tratar de vencer a Zemo sería inútil, los dos estaban casi a la par y de continuar con esa batalla pasarían días antes de que alguien ganara, no tenía tiempo para eso. Lanzó su escudo hacia una pared en la que rebotó e impactó a Zemo por la espalda, dándole la ventana perfecta para sujetarlo con una llave y tirar con toda su fuerza de su brazo, haciéndo crujir los huesos y arrancándole alaridos de dolor a Helmut, quien a pesar de todo, aun apretaba con fuerza el detonador en su mano.
-Suéltalo.
Zemo no respondió, siguió tratándo de liberarse de la llave y quitarse el brazo que lo asfixiaba.
-¡Suéltalo!
-¡AH!
El Capitán tiró con más fuerza, pero al ver que realmente el prófugo no iba a ceder, optó por romperle definitivamente el brazo. Acto que hizo gritar desgarradoramente al hombre, y por supuesto, lo obligó a soltar el detonador.
Steve intentó recogerlo, pero una patada en sus piernas por parte del otro alfa lo hizo caer, y el detonador volvió a las manos enemigas.
-Lo siento, Capitán-dijo mientras posaba su dedo en el botón rojo-No es nada personal, pero no dejaré que la muerte de mi familia quede impune.
-¡No!
Apenas tuvo tiempo de lanzar su cuchillo, (regalo de su alfa), a la muñeca de Zemo, quien no logró esquivarlo y se le incrustó casi por completo, lográndo que de nuevo soltara el control, y esta vez, Steve lo recogiera a tiempo.
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-¡Bruce, de prisa!
¡Bang, Bang, Bang! ¡Bang!
-Ya casi lo logro, Natasha.
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Lo levánto para examinarlo, cuando de pronto...
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-¡Wanda, cuidado!
-¡Ah!
-¡¡Wanda!!
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¡BANG!
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Y la copa se hizo pedazos en el suelo, mientras quien la había estado sosteniéndo se dejaba caer de rodillas con una mano en su corazón, llorándo sin motivo aparente, temblándo ante un inexistente frío, lloriqueándo por un dolor irracional.
Sufriéndo por aquello que no veía pero sentía desde su extremo.
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Todo fue muy rápido, casi en un borrón, un flash, un parpadeo que le costó una bala perforándo su pecho, quizás en el corazón, y el dueño de esa bala era sin duda Zemo.
"¡¿De dónde sacó una maldita arma?!", pensó. Pero no había tiempo para pensar en eso, de hecho, ya no lo había ni para hablar. Inevitablemente se desplomó al suelo en un estruendo que hizo eco en el túnel, y el pequeño aparato que había reposado en su mano, se deslizó hasta los pies de Zemo, quien apenas pudo recogerlo con el brazo al que le había atravezado la muñeca.
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Wanda no tuvo tiempo de reaccionar cuando un cohete fue lanzado hacia ella y, de no ser por la llegada oportuna del Dios del Trueno, éste sin duda le habría dado.
-Thor.
-¿Ya encontraron la bomba?
La pelirroja miró esperanzada a Visión, pero éste tenía una mirada tan seria que le hizo tragar saliva y regresar su vista al Dios.
-No.
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-...a-al..to...-intentó hablar, pero la sangre en su boca opacaba sus palabras.
-Dígale adiós a sus amigos y a la ciudad, Capitán-posó su pulgar en el botón-Se terminó.
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Insertó e insertó números, combinaciones, probabilidades, una y otra vez, cada intento más rápido, más acercado, pero la contraseña no aparecía.
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-¡No!...no lo...hagas.
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-Thor, Visión, sobrevuelen la ciudad, si no está aquí hay que hallarla.
-Revisaré todos los lugares con la mayor concentración de gente.
-Y yo le pediré ayuda a Heindell, tal vez el pueda decirme algo.
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Y el click se dió.
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-¡Ya está!
-¿La desactivaste?
-Sí. En el último-
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¡¡EXPLOSIÓN!!
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-...segundo.
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Los ojos de todos los vengadores, a excepción del Capitán América, se abrieron con horror e incredulidad al ver como el puente de Brooklyn se venía abajo con los cientos de autos que lo cruzaban en ese momento, sepultándo a los desafortunados en lo más profundo del mar con enormes pedazos de concreto y cables cayendo sobre ellos.
La última bomba había detonado.
Y no pudieron impedirlo.
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-Ahora lo sabes, ¿no?-le murmuró muy cerca de su rostro-Lo que se siente no poder salvar lo que amas...perderlo todo a manos de quienes se dicen "vengadores".
Steve apretó los puños con ira e intentó decir algo pero las palabras no le salieron, y lo útimo que vió antes de caer en la insconciencia, fue las linternas de varios polícias acercándose al lugar, mientras Zemo le sonreía con enorme satifacción.
Él había ganado.