Ya había pasado casi una semana en la cual no había día en el que Nowaki y Hiroki entablaran una larga y agradable conversación, por suerte para ambos el rubio no se había enterado debido más que todo a su ausencia; se podría decir que el ojiazul y el castaño se hicieron los mejores amigos a distancia, se contaban de todo, desde como lucían, aunque el mayor lo sabía perfectamente, era lindo escuchar al menor describirse a sí mismo, hasta que, qué planeaban para el futuro, siempre tenían de que hablar e incluso parecía que el tiempo no era suficiente; pero eso traía consecuencias, para Nowaki ya le habían advertido que redujera el tiempo de sus llamadas ya que estaba empezando a perjudicar su trabajo y para Hiroki que se quedaba hasta tarde y dormía muy poco lo cual se veía reflejado en su rostro e incluso más de una vez se había quedado dormido siendo el rubio quien lo despertaba, lo cual era un tanto extraño para Tsumori quien preocupado preguntaba al menor si se sentía bien, por lo que Hiroki se sentía mal por mentirle al evitando contarle la verdadera razón.
En esos días Hiroki había hallado la llave de la misteriosa habitación de Nowaki en el lugar donde le había indicado y cuando entró a ella con mucha emoción, esta decreció al ver que se trataba de una habitación de lo más normal, se sentía un poco tonto el pensar que podía encontrar algo extraño y fuera de lo común, pero ese sentimiento así como llegó se fue de inmediato ya que por alguna extraña razón estar ahí le hacía sentir muy bien, le daba la sensación de un cálido hogar, aunque prácticamente solo era una habitación más del que ahora era su hogar, aun así lo que sentía era algo que no quería dejar de sentir, saltó a la cama e inevitablemente sintió ese agradable aroma que le parecía nostálgico, miró alrededor y posó su vista en un portarretrato, se levantó y lo tomó, en la fotografía estaban Tsumori, otra persona y un montón de niños alrededor de ellos, era obvio esa otra persona era…
-Nowaki san… -dijo en casi un suspiro y acariciando la fotografía mostrando una hermosa sonrisa- luce incluso mucho mejor de lo que me describió, su mirada es tan sublime –dice mientras observa esos ojos azules que le hacían perderse como en lo profundo del mar- Nowaki san es tan atractivo… ah!! –se da cuenta de lo que dijo- pero que rayos estoy diciendo, que tengo en la cabeza, si él y yo solo somos amigos, no tengo ni no debo pensar así!! –se estaba regañando mentalmente cuando de pronto escuchó un ruido afuera y sin más dejó el portarretrato en su lugar y salió de ahí como alma que lleva el diablo y cerrando con nerviosismo con llave-
-Hiroki? –grita entrando hacia el pasillo- dónde estás?
-Tsumori san, buenas tardes cómo está?, no pensé que regresaría tan pronto –decía nervioso-
-si, en realidad no fui al hospital, hoy tengo el día libre y pensé que, qué mejor día que hoy para – mostrando boletos de tren- visitar a tus padres! –suelta sonriente-
-ah! –ve muy entusiasmado los boletos- es enserio Tsumori san, iremos hoy?
-por supuesto, no te engañaría con algo así, por eso salí, para comprar los boletos, el tren sale en dos horas, lo suficiente para que te alistes y compremos algunas flores, te parece?
-claro que sí! Muchas gracias Tsumori san –abrazando al rubio efusivamente- me alistaré rápido, además podemos comer ahí, preparé el almuerzo hace poco
-woow creo que nunca terminaré de sorprenderme de lo hábil que puedes ser, está bien ve y alístate, yo guardaré tu deliciosa comida para llevarla –le dice al menor mientras se pierde en su habitación-
Hiroki estaba muy emocionado, al fin después de tanto tiempo visitaría la tumba de sus padres, ese día no podría ser mejor, se alistó muy rápido, luego ambos colocaron las bandejas de comida en la mochila del mayor y salieron del departamento para dirigirse a la floristería
-es aquí, esta floristería es la mejor de por aquí, te gusta? –pregunta el rubio mirando dulcemente al menor-
-incluso sin entrar se ve lo hermosa que es, de verdad llevaremos flores de este lugar? –mirando el interior a través del ventanal-
-si lo haremos, bien, entremos! –abre la puerta para que pasen-
-bienvenidos –los recibe el dueño que es un hombre algo mayor- oh vaya! Tsumori es un placer verlo por aquí, cómo ha estado?
-muy bien gracias Akira san y usted cómo ha estado?
-la vida me sigue tratando bien, como puedes ver –dice sonriente- y a qué debo tu visita, necesitas flores?
-eso precisamente… -gira hacia Hiroki haciendo un ademán para que se adelantara- Akira san te presento a Hiroki un amigo y es él quien quiere algunas de tus hermosas flores, Hiroki Akira san es un muy buen amigo de mucho tiempo
-mu… mucho gusto –Hiroki hace una reverencia, el conocer nuevas personas siempre lo ponía nervioso-
-el gusto es mío, bueno entonces los dejo para que elijan las que quieran y una vez las tengan me avisan, está bien? –los jóvenes asienten mientras Akira san se dirige a atender a unos nuevos clientes que estaban entrando-
-y bien Hiroki, de cuales te gustaría llevar? –sin dejar de sonreírle-
- no lo sé… todas son tan hermosas! –decía mirando maravillado las flores, pero al dar una vuelta al lugar halló unas que le llamaron la atención- estas, -coge las flores- estas son…
-mmhh… los siento Hiroki, -mirando al menor decepcionado- estas son orquídeas, son muy costosas no podré pagarlas, te parece seguir buscando?
-eh… si… -deja las flores algo triste- rayos hice sentir mal a Tsumori san sin querer, pero solo reaccione instintivamente, con padre siempre llevábamos de estas, es por eso que creí era lo normal, ni siquiera vi el precio… pero si, si son muy caras, debo dejar de actuar así y ser más detallista, buscaré otras! –piensa ya más animado y con una dulce sonrisa se dirige hacia otras- mira Tsumori san, estas también están muy bonitas
-es cierto son preciosas, en que color las quieres?
-blancas!, las blancas se ven más bellas
-ok, solo esas?
-sí, con estas es suficiente, gracias Tsumori san –dice sonriente aferrando las flores en su pecho y así se acercaron al mostrador-
-ohh vaya, pero que buen ojo tienes muchacho, esas flores además de hermosas tardan mucho en marchitarse, son lirios –le indica sonriente- te las envuelvo?
-si por favor –le entrega el ramo-
-gracias Akira san –le entrega el dinero-
-no gracias a ustedes por su visita y su compra –le entrega al menor el ramo envuelto- espero que me visiten en otra ocasión!
-téngalo por seguro Akira san, bueno con permiso, cuídese mucho! –se despide el rubio-
-me dio mucho gusto en conocerlo Akira san, hasta pronto! –el menor se despide con una reverencia-
-ah si Tsumori san, salúdame a Nowaki de mi parte por favor! –le dice casi en un grito antes de que el médico salga, recibiendo un asentimiento de parte de este-
-quién es Nowaki Tsumori san –pregunta el menor haciéndose el desentendido-
-es alguien sin importancia… -responde tajante y con una mirada rígida- demonios! Sabía que algo como esto pasaría, al menos Hiroki no parece querer indagar más en el asunto –lo mira de reojo y ve que el menor sigue llevando muy feliz el ramo- jump –ríe mentalmente- creo que me preocupo demasiado- pensando en eso se dirigen a la estación de trenes, para abordar su tren; el viaje pasó en un tris ya que Tsumori no perdió tiempo en enseñarle a Hiroki todos los lugares por donde pasaban, maravillando el paisaje a través de la ventana del tren- cansado?
-no, estoy muy bien! –responde mientras salen de la estación- ya quiero llegar! –dice emocionado-
-calma pequeño que el cementerio no se moverá!... –dándose cuenta de lo que dijo- ah, lo siento yo no quise…
-descuide Tsumori san, no me molesta, además ya ha pasado mucho tiempo e ir a visitar su tumba siempre me anima –coge la mano del rubio y los hace correr hacia donde ya quería llegar- por eso quiero estar ahí ya!
No les tomo mucho tiempo llegar, aunque cuando llegaron estaban muy cansados por la carrera, pero eso no detuvo a Hiroki quien a penas entró en el cementerio buscó con afán la tumba de sus padres
-ya estamos cerca Tsumori san! –sigue con su carrera-
-calma Hiroki, ha, ha ten consideración por este pobre hombre viejo –decía en son de broma-
-vamos Tsumori san, usted para nada es viejo ja, ja, ja!... –se da cuenta que ya había llegado- aquí, estas son sus tumbas
-ha, ha, ha… -jadeando por la falta de aire- me alegra que… ya hayamos… llegado –tratando de recuperar el aire- aunque casi me matas con la carrera, me alegra mucho el verte tan contento –le sonríe mientras dirige su vista hacia las lápidas, pero su vista es desviada hacia las flores que estas tenían- orquídeas? –pregunta extrañado-
-eh? –lleva su vista hacia las flores-
-por qué hay este tipo de flores en la tumba de tus padres Hiroki?
-yo… -oh no!... debí haber sabido que padre no dejaría de visitar a mamá! Que hago, que le digo a Tsumori san, se supone que no hay nadie más, que no tengo familia! –pensaba aturdido- es… es que había un hombre que quería mucho a mi madre, se enamoró de ella después de que mi padre muriera y cuando ella murió sufrió mucho –recordando como su ahora padre había padecido el dolor de su pérdida- y prometió que siempre le traería flores… -desviaba la vista para que el rubio no descubriese que ocultaba algo-
-ah, ya veo, ese hombre ha de tener mucho dinero no?
-sí, algo así… -tragando duro-
-pero si la quería tanto, por qué no te acogió a ti? –encara al menor-
-ah! –lo mira asustado y vuelve a desviar la vista- yo… no lo sé –dice cabizbajo-
-entiendo, bueno no es que me alegre el que hayas pasado todo lo que tuviste que pasar, pero estoy feliz de haberte conocido y de que vivas conmigo –le sonríe tiernamente para calmarlo- es extraño, es muy extraño que esa persona haya dejado de lado a Hiroki, si tanto amaba a su madre, lo mínimo que pudo haber hecho es acoger a Hiroki como su hijo, además sé que Hiroki me está ocultando algo, me evade mucho la mirada y se pone nervioso con muchas cosas, quiero que me tenga confianza y me lo cuente todo, pero no quisiera presionarlo, lo mejor es tomarlo con calma y esperar a que se abra a mí –pensaba sin borrar su sonrisa acariciando la cabellera del menor- bueno y a qué esperamos coloquemos las flores!
-está bien Tsumori san –vuelve a sonreír aunque de una manera un tanto fingida- estas flores están muy frescas, seguro padre vino hoy… él siempre acostumbra a dar una vuelta al cementerio para volver y despedirse, espero que ya lo haya hecho y se haya ido… -pensaba preocupado el castaño-
Hiroki trató de dejar de lado su preocupación y decorar alegremente los floreros que ya tenían flores aumentando con las que habían llevado, al terminar les rindieron una oración y se sentaron en un prado para comer lo que habían preparado
-mhh adoro comer todo lo que preparas Hiroki!! –apenas pronuncia con la boca llena-
-me alegra que le guste a pesar de que esté frío, si gusta puedo hacerlo de cena también y al estar caliente de seguro le gustará aún más
-en serio, a ti sí que te gusta consentirme! Gracias
-es lo mínimo que puedo hacer, puesto que siempre hace tantas cosas lindas por mí, como esta, en verdad lo hago con mucho gusto –terminando de comer- muchas gracias por la comida!
-buen provecho y también muchas gracias! –dice limpiándose los labios el rubio-
-buen provecho –se levanta- bueno será mejor que regresemos o no encontraremos trenes de regreso, iré a tirar todo esto –recogiendo los deshechos de la comida y algunos tallos y hojas de las flores- podría recoger las cosas Tsumori san
-claro no te preocupes, aquí te espero –empieza a recoger las fuentes de comida-
-quisiera quedarme todo el día, pero ya no habrán más salida de los trenes y Tsumori san perdería un día de trabajo, no quiero perjudicarlo… mamá, papá… prometo no abandonarlos por tanto tiempo… -tiraba la basura en un tacho que estaba un poco alejado del lugar donde habían comido- espero que las flores que pusimos pasen desapercibidas, no quisiera que padre se inquietara más, lo mejor es que todos se olviden de mi… -tan distraído estaba en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que alguien a lo lejos lo veía impactado hasta que levantó la vista hacia ese lugar- ah… Ta… Tanaka san –mencionó en un tono apenas audible, estaba aterrado, lo que no quería que pasara sucedió, el mayordomo de su familia lo había visto y sin duda lo reconoció- no puede ser…
-Hiroki sama?… -pensaba el mayordomo de la familia Usami al observar al joven a lo lejos- no puede ser, está bien! –intentó acercarse-
-no!... -su terror se incrementó cuando se dio cuenta que aquél hombre estaba por acercársele, así que solo hizo lo único que podía, huir- no, no, no… no quiero que me alcance, no quiero regresar a ese lugar, padre y Akihiko deben odiarme por matar a Haruhiko ni sama, de seguro me buscan para meterme a la cárcel, no quiero que eso pase, no quiero!!! – corría despavorido mientras sin querer un sinfín de lágrimas caían por su rostro empapándolo-
…
-por qué huyó! Debo alcanzarlo –intenta ir tras el joven pero lo detiene una voz-
-Tanaka que sucede? –el señor Usami le pregunta extrañado a su mayordomo-
-ah… -sale de sus pensamientos- no es nada Fuyuhiko sama, descuide… -no, no puedo decirle nada a Fuyuhiko sama, ha estado muy delicado y cualquier alteración lo puede empeorar, y más si no estoy seguro, que debo hacer? –pensaba sin mostrar su preocupación en su rostro-
…
-Hiroki!, -el rubio ve como el menor se acercaba hacia el corriendo- por qué te tardaste tan… to –cuando se acerca lo suficiente lo mira que está sumamente alterado y hecho un mar de lágrimas- qué sucede pequeño, por qué estás así?!
-por favor Tsumori san vayámonos de aquí… se lo suplico salgamos de aquí pronto –sin escuchar la respuesta del mayor, quien lo veía aturdido, sigue su marcha hacia la salida-
-espera Hiroki… -el menor no lo oye por lo que sin más coge la mochila y lo sigue detrás- pero que le sucedió, está muy asustado, no debo dejarlo solo, Hiroki no sufras solo, prometo protegerte de lo que sea, solo confía en mi… -pensaba en pleno trote hacia la salida del cementerio para luego dirigirse a la estación de trenes-
…
-bueno mi amor vendré otro día a visitarte, y perdóname por favor, por no haber podido cuidar bien de nuestro hijo, prometo que encontraré a Hiroki cueste lo que cueste… -le hablaba Fuyuhiko a la tumba de la que en vida fue su esposa-
-lo siento Fuyuhiko sama, tal vez si debí ir tras Hiroki sama… -levanta la vista hacia los floreros- ahora estoy seguro de que se trataba de él, vino a dejarle flores a sus padres, lo más seguro es que vuelva de nuevo, pero no entiendo por qué huyó, entonces qué fue lo que sucedió ese día, puede que no…
-nos vamos Tanaka? –interrumpiendo los pensamientos de su mayordomo-
-si Fuyuhiko sama –siguiendo al mayor- será mejor que piense muy bien lo que debo hacer… -pensando en lo último ambos mayores se retiran del cementerio para dirigirse a su hogar-
…
Hiroki permaneció en silencio profundo durante todo el viaje de regreso y Tsumori decidió no perturbarlo en mientras, el menor estaba como ido, no quería sentir ese dolor que le provocaba el recordar todo lo que vivió, claro que de vez en cuando lo recordaba, era imposible no hacerlo, cierto!, pero el ver a una persona que traía tan vivamente sus recuerdos le provocaba un profundo dolor, porque con los recuerdos volvían las sensaciones, el dolor y horror por el que le había hecho pasar Haruhiko y la culpa que sentía por haber causado su accidente en el que el menor estaba seguro que su hostigador había muerto.
Llegaron al departamento entrada la noche y apenas la puerta se cerró el menor no pudo soportarlo más, cayó de rodillas al piso y volvió a caer en llanto, mientras que el rubio no pudo más y decidido iba a preguntarle a Hiroki lo que había sucedido
-Hiroki por favor ya no estés así… -se arrodilla junto al menor para abrazarlo- te lo suplico, dime que pasó allí, quiero saber y así poder ayudarte, no me gusta verte así
-no… no puedo snif, snif, por favor déjeme solo Tsumori san –se zafa del abrazo y se dirige apresurado a su habitación-
-Hiroki espera! –le da alcance evitando así que le cierre con llave- no vez que lo único que quiero es ayudarte, de verdad odio que estés así y yo sin poder hacer nada al respecto
-es que nadie puede hacer nada snif, snif ni siquiera yo!, por favor déjeme solo!
-no lo haré –se adentra cerrando tras de sí la puerta- si no quieres contarme lo que pasa para poder ayudarte, al menos déjame estar contigo para calmarte, -se acerca al castaño y lo encierra en un abrazo- no quiero que llores más, quiero que sonrías siempre, no quiero que recuerdes cosas dolorosas, quiero que olvides cualquier cosa que te lastime y crear nuevas experiencias que solo te den felicidad y sé que si me voy ahora y te dejo solo, no lo podrás hacer
-Tsumori san snif… lo siento –calmándose un poco-
-eso mi niño, así es… tranquilo yo estoy aquí y prometo que nunca te dejaré solo –delicadamente se separa un poco Hiroki- porque yo te quiero mucho… -lentamente se acerca al menor hasta tomar posesión de sus labios en un beso, dejando a un Hiroki totalmente sorprendido-