Dos meses más pasaron volando, Hiroki no podía creer que en esos cuatro meses que había pasado con los dos médicos fueron de los mejores y más felices de su vida, sin contar el tiempo en el que sus padres vivían; ahora siempre andaba alegre, nadie lo maltrataba ni molestaba, bueno al menos no en el mal sentido, porque tanto Nowaki como Tsumori no daban su brazo a torcer, con respecto a quién obtenía más atención de parte del castaño y eso a veces lo ponía en aprietos.
Hiroki no quería que los galenos terminaran peleados por su culpa así que uno de esos días en los que la discusión entre ellos se estaba agravando Hiroki no pudo contenerse y lloró suplicando que no siguieran, fue ahí que los mayores reconocieron el dolor que le causaban al castaño cada que peleaban por él y eso era lo que menos querían, no querían que sufriese por nada, ya que cuando Nowaki lo había encontrado desamparado y todo maltrecho eso fue lo que deseó de todo corazón y más cuando deliraba llamando a su madre muerta, haría todo lo que estuviera en sus manos para que Hiroki fuera feliz siempre, por lo que propuso un pacto de tregua tanto cuando estuviesen los tres juntos o cuando cada uno saliera a su cita acordada con Hiroki, eso incluía no infiltrarse en ellas, aunque les fuera imposible no meterse, en especial para el ojiazul pero era leal a su palabra, de eso ya había pasado un mes y desde ahí las cosas estuvieron más tranquilas.
Las citas que tenían se reducían al viernes por la tarde y los fines de semana, los cuales eran turnados para que sea más justo, además durante esos días comían fuera y hacían las compras de víveres, con esa rutina llegaron hasta las vacaciones de medio año.
-bienvenido Hiro chan! –saluda el ojiazul desde la cocina-
-buenas tardes Nowaki san –responde mientras dejas su mochila en su lugar-
-cómo te fue el último día de este mitad de ci… clo jum –trata de contener la risa al ver la facha con la que el menor entraba a la cocina, dándole más ternura el puchero que hacía-
-no te rías Nowaki san!! Yo no sabía que el último día antes de entrar a vacaciones todos los estudiantes se volvían locos! –la facha del menor era lamentable, venía mojado, todo cubierto de harina y huevos-
-pobre Hiro chan jump –vuelve a reírse- no pudiste escapar?…
-es que me agarraron entre tres, dijeron que también lo debía mi bautizo porque soy el nuevo de la clase
-ah, es cierto, eso es lo que siempre hacen con los nuevos en las secundarias estatales, pero al menos no pasó a mayores, será mejor que te des un baño y laves esa ropa, porque si la dejas así será bastante difícil que quede totalmente limpia
-está bien –responde cabizbajo- lamento haber ensuciado el pasillo, pero apenas me asee lo limpiaré –tras un asentimiento de parte del mayor, que sonreía tiernamente, Hiroki se marcha apresurado-
Tras un rato tallándose el cabello apenas logró quedar totalmente limpio, igual tuvo que batallar con su ropa, pero al menos ya estaba aseado, solo faltaba el pasillo, entonces se apresuró a limpiarlo y entre tanto el galeno rubio llegó.
-Hiroki!! –lo abrazo por detrás, asustando al mencionado ya que no se había percatado de la presencia del rubio por lo entretenido que estaba aseando el piso- tan temprano y limpiando, que servicial eres-
-Tsu… mori san ja, ja basta, me hace cosquillas!! –se mata de la risa-
-no pensé que tenías tantas –dice sin dejar de hacerlas-
-si ja, ja si tengo, pero ja, ja so… solo es ciertos lugares ja, ja, así que por favor… -tratando de zafarse-
-Tsumori senpai deja de molestar a Hiro chan! –sigilosamente aparece tras el rubio, arrebatándole luego al castaño de sus brazos-
-ah… con que estabas aquí Nowaki –dice desganado-
-sí y me alegro por ello –lo mira con su ceño fruncido, luego gira hacia el ojimiel relajando la mirada- estas bien Hiro chan? –le pregunta tocándole la mejilla-
-si… -responde nervioso y totalmente rojo- estoy bien… -ultimadamente se sonrojaba fácilmente con cualquier toque del ojiazul, más no hacía lo mismo con el rubio, a lo cual el galeno mayor ya se había dado cuenta hace mucho, pero aún mantenía viva su esperanza-
-y?... que tu turno no comienza en una hora? Ni siquiera estás listo –dice Tsumori desganado después de presenciar la escena anterior-
-ya lo sé, solo quise preparar algo para Hiro chan, aunque inevitablemente también lo disfrutarás tú… -gira hacia el menor- Hiro chan siéntate ya te sirvo-
-sí, muchas gracias Nowaki san! Tsumori san –le menciona señalando la silla para que tome asiento, a lo que el mayor solo obedece- cómo te fue hoy?
-muy bien gracias, no estuvo ajetreado, pero eso lo debo preguntar yo, no crees? –lleva su mano a la cabellera castaña- aunque creo que te bañaron con harina –dice sonriente, viendo lo que le había sacado del cabello al menor- bueno será mejor que te prepares, porque esto no se comparará en nada con lo que pasa en fin de año
-solo lo hubieras visto cuando llegó –se mofa el ojiazul-
-Nowaki san!! –protesta el menor-
-ja, ja en serio?, debiste sacarle una foto!
-Tsumori san!! Tú también me vas a molestar con eso?!! –haciendo un puchero-
-tranquilo Hiroki, es solo que por tratarse de ti es raro y por eso me hubiese gustado verte, pero como te dije es mucho peor a fin de año, así que ten cuidado, ok? –el mencionado asiente efusivamente, viendo con hambre el suculento platillo que el ojiazul había preparado-
-sírvanse! –ofrece Nowaki mientras se sienta para el también almorzar; luego de disfrutar aquel delicioso platillo, Nowaki se fue al hospital, mientras dejaba a los otros dos con mucho pesar.
…
La tarde para el ojiazul pasaba por demás lenta, era así siempre, quizá no desear que pasara rápido haría lo contrario, pero no podía dejar de contar los minutos para llegar a casa y estar cerca de su amado.
Tal y como había sido para Tsumori, lo fue para Nowaki, todo estaba pacífico, con casi ninguna emergencia, eso al menos era bueno; pasó a hacer la visita rutinaria a sus pacientes y eso lo distrajo más, ya no faltaba mucho para volver y entre eso una enfermera lo llamó para decirle que el director lo solicitaba, por alguna razón sintió un estremecimiento, casi siempre que lo mandaba a llamar el director era bueno para su carrera, pero no tan bueno para su relación sentimental, así que no sabía que esperar; rápido llegó hasta la oficina del director, encontrándolo sentado en su espera
-buenas noches Dr. Yoshida –el mayor le indica con la mano que pase y se siente- disculpe, pero por qué me mando a llamar?
-Nowaki no pongas esa cara, no es nada malo, al contrario, es otra oportunidad la que te vengo a ofrecer, ya son casi tres meses desde que volviste de Inglaterra y el que asistieras al congreso de Londres elevó tu currículo a lo alto, eso hace que muchos doctores estén interesados en capacitarte más y es por eso que te mandé llamar –saca una carta- se presentó un congreso de actualización en Akihabara, qué te parece?
-… -se queda sin habla, toma la carta y la lee en silencio-
-no te alegra Nowaki?
-si… pero, la carta no va dirigida exclusivamente a mi
-claro, pero qué mejor que enviar a ese congreso al mejor de mi equipo médico –dice emocionado-
-me halaga Dr. Yoshida, pero no me parece justo que yo sea el único que pueda beneficiarse con esta clase de congresos… -el mayor lo mira extrañado- lo siento mucho Dr. Pero esta vez debo declinar su ofrecimiento
-eh? Pero que dices muchacho? Mira yo creo que debes pensarlo, además no durará tanto como el anterior, solo será una semana –trata de hacerle cambiar de opinión-
-le seré sincero Dr. Yoshida, la verdad es que la última vez que me fui, dejé a la persona más importante para mí aquí sola y no quiero que vuelva a suceder, porque siento que si me alejo, esta vez puedo perderla para siempre –habla muy serio-
-ah, ya veo, se te oye muy firme en esa decisión y te apoyo, el amor es lo más importante en este mundo y no quisiera que por tanta insistencia mía lo perdieras… ok, pensaré en darle la oportunidad a otra persona
-y que le parece Tsumori senpai?, recuerde que el declinó la oferta anterior por razones personales, no creo que ahora no pueda, es más sé que está libre, además como dijo, esta vez solo será una semana, no creo que se niegue, incluso cuando regresé, él parecía que se había quedado con ganas de haber ido –trata de convencerlo- bueno eso es justo, Tsumori senpai hizo lo mismo conmigo, además será por menos tiempo y así esta vez estaremos a mano- pensaba sonriente-
-ohh se ve que ya te lo dijo, pues ahora que lo mencionas, la razón por la que Tsumori declinó la última vez, fue una parecida a la tuya, que coincidencia, no?
-sí, mucha coincidencia
-bueno, está decidido, Tsumori será quien vaya esta vez, y por favor no le menciones que primero te llamé a ti, si no pensará que tengo un favoritismo contigo –le dice algo preocupado-
-descuide Dr. Yoshida, no lo pensaba hacer, solo espero que no invente alguna otra excusa
-ja, ja, ja lo dices como si lo hiciera a propósito, pero esta vez no creo que la rechace ya que esta oportunidad puede que no se repita; bien eso es todo Nowaki, ya terminaste tu turno verdad? –el menor asiente- entonces vete a descansar, mañana le diré la buena notica a Tsumori-
-hasta luego Dr. Usted también que descanse! –se marcha cerrando la puerta- ahora si Tsumori senpai, ni creas que desperdiciaré esta enorme oportunidad, haré todo lo que esté en mis manos para lograr el amor de Hiro chan, lo siento, pero en la guerra y en el amor, todo se vale –piensa mientras se cambia para irse-
La tarde y parte de la noche Tsumori y Hiroki lo pasaron de lo más divertidos; para fortuna del rubio esa semana se había instalado un festival tradicional o Matsuri en un templo cerca de las afueras de la ciudad, por eso apenas habían terminado de comer se fueron para disfrutar de la tarde, cuando llegaron vieron que la mayoría de las personas usaban kimono, eso en parte les hizo sentirse fuera de lugar, pero pronto el galeno encontró un lugar conde vendían unos bellos kimonos que además no estaban muy costosos, así que decidió que ya era hora de comprarse uno nuevo y lo más importante de regalarle uno al menor, quien con mucha pena aceptó el regalo, tras el cambiarse guardó sus cosas y salió para esperar a su amado, el cual no se hizo esperar…
-tsumori san… -lo llama uno poco apenado- em… cómo me veo? –se sonroja-
-… -apenas se dio la vuelta quedó impactado y sin habla, era la primera vez que veía a Hiroki vestido así y realmente le quedaba muy bien, lo hacía ver más adorable de lo que ya era y para rematar estaba con un sonrojo que se le hacía casi imposible al mayor no lanzarse a abrazarlo y besarlo en ese instante- te ves muy bien… muy lindo –esa frase hizo que el sonrojo del menor se incrementara- ven –estirando la mano- vamos, si no nos apresuramos el tiempo se nos hará corto –insiste y el menor le da la mano-
Así agarrados de las manos caminaron por todo el festival, estaba muy lleno y la razón era que solo estaría hasta ese fin de semana, por lo que no podían perderse de nada; habían muchos juegos de azar y para fortuna del mayor no estaban trucados ya que así pudo demostrar sus habilidades al castaño, quien más que emocionado lo animaba y gustoso aceptaba los regalos que recibían por ganar, también habían conseguido unos tres peces dorados en el Kingyo Sukui con los cuales Hiroki se encariño mucho, así que Tsumori compró un pecera pequeña para poder conservarlos en casa. Luego de eso comieron algunas delicias del lugar, llevándose a casa unos Taiyaki y muchos takoyakis.
-cómo están?
-muy deliciosos Tsumori san también debería comer uno –saboreando gustoso el takoyaki-
-ja, ja, ja no gracias, si como algo más explotaré –se ríe-
-el tren ya se atrasó mucho –menciona el menor un poco preocupado-
-sí, es extraño, se supone que el último saldría hace 15 minutos y ya llevamos esperando más de 30 aquí
-y si no llega Tsumori san, cómo regresaremos?
-no lo sé, quizás lo más prudente sea buscar un lugar donde pasar la noche y ya mañana partir en el primer tren –esa idea emocionaba mucho al mayor ya que era la oportunidad que estaba buscando y pese a que no había planeado eso, parecía que las circunstancias estaban a su favor-
-pero Nowaki san se preocupará si no regresamos…
-descuida le llamaremos así… -es interrumpido por un ruido-
-es el tren!! –grita emocionado Hiroki- mira Tsumori san ahí viene –señalando al tren lejano-
-si… -dice un tanto desanimado –ok era muy bueno para ser cierto –piensa rendido-
El tren se había demorado porque en el último viaje había sufrido un desperfecto el cual tardaron en reparar, el encargado se disculpó con las personas por la tardanza y luego partió con los pasajeros a bordo; ya eran cerca de las 11 cuando llegaron y los esperaba un ojiazul muy molesto.
-no puedo creer que hayas traído hasta estas horas recién a Hiro chan!!
-por favor Nowaki san no culpes a Tsumori san, fue culpa mía, me entretuve y nos retrasamos –se pone delante del rubio encarando al ojiazul-
-a… a dónde fueron?... –queda embobado al ver a Hiroki en kimono- wow Hiro chan se ve muy adorable en kimono –pensaba Nowaki sin quitarle la vista de encima al menor-
-a un festival a las afueras de la ciudad, recuerda que era mi turno para salir con Hiroki…
-lo sé, pero tampoco es para que te lo lleves tan lejos y además lleguen casi a media noche! –le espeta furioso-
-tú también lo trajiste un día tarde, que no se te olvide –contra ataca-
-si casi ni pasaban de las 10!
-horas más horas menos, ya no importan porque ya estamos a la par
-Nowaki san trajinos taiyaki y también takoyaki, quieres? –pregunta sacando el suculento manjar- está muy delicioso! –menciona queriendo apaciguar la situación-
-gracias Hiro chan –le sonríe y luego da una mordida- es cierto está muy bueno, pero es mejor que mañana probemos más, ya es tarde, ve a dormir ok?
-sí, buenas noches Nowaki san y Tsumori san muchas gracias por todo –sonriente se va llevándose consigo a los peces y la pequeña pecera-
-traía peces? –pregunta extrañado Nowaki-
-así es, los quiso conservar como mascotas
-sabes fuiste muy inteligente al llevarlo tan lejos, que pretendías?, acaso te retrasaste a propósito?, tenías la intención de perder el último tren para quedarte un día lejos de aquí y a solas con Hiroki? –lo interrogaba-
-jump –se mofa- parece que te afectó demasiado, pues en realidad y aunque no lo creas no me retrasé a propósito…
-y lo demás?, eso si querías que pasara verdad? –frunciendo el ceño-
-y quién no Nowaki, no me vayas a decir que tú no aprovecharías esa oportunidad!
-me pregunto si no hiciste lo mismo cuando estuve lejos
-eso quedará en incógnita, buenas noches! –se marcha sin borrar la sonrisa de su rostro-
-jump –ríe- tienes razón senpai, claro que aprovecharía esa oportunidad y vaya que me diste una gran idea…
El fin de semana pasó más tranquilo de lo que habían pensado que pasaría, Nowaki ya no hacía problema sobre lo que había pasado el viernes, ya que sabía que a casi nada tendría su tiempo con Hiroki, por eso estaba más tranquilo; y fue exactamente lo que esperó y vio complacido cuando el rubio llegó la tarde del Lunes totalmente furioso.
-buenas tardes senpai
-buenas para ti…
-que sucedió, por qué estás tan molesto?
-Yoshida sensei me eligió para ir a un congreso en Akihabara… -cabizbajo menciona susurrando-
-ah… y qué eso no es bueno? –sonríe-
-sí y no, -levanta la vista hacia su kouhai- eso te pone feliz verdad?
-por cuanto tiempo –desvía la pregunta cuya respuesta era evidente por la sonrisa que tenía el menor-
-una semana, si no se alarga… sabías algo al respecto?, no pareces muy sorprendido-
-siempre hay congresos de actualización, lo raro sería otro curso al exterior como al que fui…
-lo sabías! –le dice seguro, obteniendo solo una risa de respuesta- estoy casi seguro de que tú eras el que tenía que ir a este curso, pero de alguna forma hiciste que yo sea el que fuera, verdad?
-eso fue lo que hiciste tú la última vez, no?; tómalo como un favor para agrandar tus conocimientos y no como un tipo de venganza senpai
-jump, aprendes muy bien de tu senpai eh? –responde aceptando su derrota temporal-
-ni te lo imaginas… -dice altivo-
-ya llegué! –entrando con un par de bolsas- Tsumori san que bueno que llegó!
-hola Hiroki
-Hiro chan sabes? Tsumori senpai irá a un congreso a otra ciudad por una semana y partirá mañana –el rubio lo voltea a ver sorprendido y como confirmando con los ojos que él estaba al tanto-
-es en serio? –dice un poco triste-
-si pequeño –lo abraza- me extrañarás? –el menor asiente-
-pero no es muy pronto mañana, o ya lo sabías?
-yo no, hasta en la mañana… pero bueno no será por mucho, traeré recuerdos y tomaré muchas fotos para que conozcas el lugar, me hubiese encantado llevarte, pero es más un viaje de estudios y te aburrirías –alargando el abrazo lo más que puede-
-además no tendrías tiempo para él, verdad Hiro chan?
-eso creo, bueno entonces hoy prepararé una cena especial para Tsumori san –se marcha hacia la cocina-
-bueno al menos te llevarás eso de Hiroki –le sonríe a modo de burla-
-ni se te ocurra hacerle algo mientras no estoy Nowaki –le advierte, aunque en el fondo sabía que de nada servía su advertencia-
-solo te digo que no lo obligaré a nada y llegaré solo hasta donde Hiro chan quiera –le dice serio-
-… -solo baja la cabeza- dime Nowaki… -le habla un poco deprimido- qué de diferente haces tú de mí, para estar siempre adelante?... –el ojiazul solo abre por demás los ojos, sorprendido ante aquella pregunta, era como si de alguna manera con lo que había dicho anteriormente Nowaki, el rubio ya se diera por vencido- solo cuídalo si?... –se marcha hacia su habitación- ya no tiene sentido, no importó que tan lejos haya estado ni todo lo que hice, nunca tuve oportunidad, -piensa acomodando su maleta- siempre supe hacia dónde se inclinaba más la balanza –dice muy triste- y no quiero obligarlo, ya que si él no es feliz yo tampoco lo seré… fufhh –suspira- quizá este viaje me sirva para despejar mi mente y mis sentimientos, al menos un poco –sonríe- ja, ja, al menos fue muy divertido mientras duró –menciona Tsumori en voz baja-
La noche pasó volando y a la mañana siguiente Tsumori decidió marcharse solo, pese a que Hiroki quería acompañarlo hasta el aeropuerto, no lo dejó, sabía que le iba a costar más dejarlo ir si lo acompañaba, él ya había decidido por los tres y alargar las cosas solo le dolería más, pero se marchó tranquilo sabiendo que el mejor había salido triunfante y que su amado Hiroki quedaba en buenas manos.
Pese a que Nowaki prácticamente estaba haciendo justicia, no dejaba de sentirse mal con él mismo, ese sentimiento se acrecentó después que Tsumori le insinuara que había ganado, el rubio era su mejor amigo, él que le ayudó y enseñó muchas cosas, pero Hiroki era su todo, lo amaba y solo por eso no dudaría en ganárselo por completo, aunque ya sabía que Hiroki sentía algo más que solo cariño por él, solo bastaba aclarárselo; se sentía culpable por la tristeza de su senpai, pero no daría su brazo a torcer; al día siguiente como se tenía previsto Tsumori se fue al congreso de Akihabara y Nowaki puso en marcha su táctica, ya tenía planeado una salida que abarcaba todo el fin de semana, pero para ello hizo turnos de más y más largos entre semana para que no dudaran en dejarle libre todo el fin de semana.
Alistó lo necesario y la tarde del viernes le dijo a Hiroki que al día siguiente después de realizar las compras necesarias irían a Osaka, ya que había pasado mucho tiempo y ya era hora de hacer una nueva visita a la tumba de los padres del castaño, eso le puso muy feliz, quería llorar de la emoción, pero solo se limitó a dar un abrazo de agradecimiento al ojiazul, Nowaki no quiso aprovecharse de las circunstancias así que solo se dejó abrazar. Al día siguiente Hiroki dejó muy bien alimentados a sus peces y ya con todas sus cosas listas se marcharon rumbo a la estación de trenes lo más temprano posible para no perder ni un minuto del día.
El viaje iba de maravillas, había un hermoso clima con una brisa refrescante, pero nadie contó con que el tren sufriera una desperfecto y se plantara en medio camino, pensaron que quizás sería algo muy rápido de solucionar, pero no fue así; ya eran pasadas las dos de la tarde y para esa hora ya tenían que haber estado en medio picnic luego de haber terminando de visitar las tumbas de sus padres, pero seguían varados a medio camino, al menos no sufrieron de hambre y comieron lo que el menor había preparado para el almuerzo, después de dos horas más se logró reparar el tren y siguió su curso, llegando a su destino casi entrada la tarde.
-vamos rápido Nowaki san! –salía corriendo de la estación-
-será mejor que tomemos un taxi –hace parar uno- al cementerio por favor! –el chofer asiente y ambos suben, pero por más carrera que hizo el chofer no lograron llegar a tiempo, el cementerio había cerrado sus puertas hace varios minutos y aunque le rogaron al guardia diciendo que venían desde otra ciudad, este no se amilanó- lo siento Hiro chan… -dijo triste acariciando la cabellera del castaño quien se encontraba cabizbajo-
-ni modo… será mejor regresar o si no el último tren nos dejará –dice muy triste y casi a punto de llorar, tenía muchas ansias de visitar a sus padres y dejarles aquellas flores hermosas que con tanto cariño había escogido y ahora solo se iban a echar a perder-
-Hiro chan… -lo ve caminando cabizbajo- no me gusta verte así, me duele que estés triste- piensa- es cierto! –dice casi en susurro- Hira chan! –le da alcance- no estés triste, hoy nos quedaremos aquí y mañana vendremos de nuevo para visitar a tus padres, de acuerdo? –sonriendo lo trata de animar-
-mañana?... pero si nos quedamos será otro gasto y yo no quisiera…
-no te preocupes por eso, buscaremos un lugar modesto, que te parece?
-lo dices en serio Nowaki san! –se alegra-
-nunca bromearía con algo así
-gracias, gracias, gracias Nowaki san, no sabes lo feliz que me siento ahora, pensé que pasaría mucho tiempo más, ya que estamos lejos y con lo quecuesta mucho venir aquí…
-por eso exactamente es por qué no debemos perder esta oportunidad, bien que te parece si damos un paseo a modo de buscar un buen lugar? –el menor asiente aún sonriente-
Caminaron a paso lento paseando por el centro de la ciudad mientras veían el ocaso, pasaron por un parque el cual Hiroki reconoció, estaba peligrosamente cerca de la que era su secundaria, aun así prefería no pensar en ello y despreocuparse, al fin y al cabo ya estaban en vacaciones de medio año por lo que de seguro no se chocaría con ninguno de sus antiguos compañeros además de todos modos era sábado y en cuanto a su familia, esta no rondaba mucho esos lugares; cuando ya no hubo luz del sol, Hiroki que ya conocía la ciudad, llevó a Nowaki a una zona donde sabía que había lugares cómodos para quedarse y que eran económicos, iban en eso cuando de pronto algo llamó la atención de Hiroki.
-no puedo creerlo… -dice muy sorprendido y casi sin voz-
-qué sucede Hiro chan? –le pregunta preocupado por la expresión del castaño y su repentina parada-
-Akihiko… -susurró viendo la imagen de la portada de una revista que se exhibía en un aparador- Akihiko se casó?...