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Fugitivos II: ¿Una razón para vivir? por diidi1897

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Hoy subo cap porque llegamos a las 100 leídas en Wattpad y aquí solo nos falta una leída para llegar al mismo número xD pero weno jaja

Les recuerdo que esta es la segunda temporada de Fugitivos!

 

Narra James

-¡Tierra!-fue lo primero que Tomás gritó después de que bajara apresuradamente de la embarcación-¡Bendita tierra!-se dejó caer como peso muerto sobre la arena de la playa y se regocijó en ella-Por fin…-suspiró profundamente y quedó en posición de estrella mientras apretaba cierta cantidad de arena entre sus puños para después aventarla a su alrededor con otra exclamación de euforia que me pareció ser demasiado.

Estaba a nada de decirle que era un exagerado porque no era como si hubiéramos pasado más de dos días en el mar a comparación de otros casos que se daban a conocer en las noticias o en las películas sobre marineros, pero después vi que Claudio y Heinz también se acostaban a su lado y entonces decidí no mencionar nada.

Tal vez sí había sido una situación demasiado exigente y arriesgada, Sean nos había traído de un lado a otro con el barco, fue una total locura que era mejor no recordar por el momento. Tal vez en un futuro iba a ser una buena anécdota; podríamos contarla en la seguridad que la tierra nos otorgaba.

Escuché ruido a mis espaldas y vi a Sean bajando de la embarcación con toda la calma que su imperturbable rostro exponía en esos momentos

-¿Y Roger?-preguntó de inmediato mientras observaba a su alrededor. Yo lo imité y encontré… a nadie y nada.

Claro, los demás nos habían dejado sin ayuda en ese lugar para que tuvieran más ventaja, esperaba que de verdad les sirviera de algo. Sean se notaba cada vez más enojado y no estaba explotando, así que esa era una mala señal para los que continuábamos a su lado en esos momentos

-No veo a nadie…-decidí mencionar lo que resultaba ser obvio mientras observaba a mi alrededor. La playa se encontraba totalmente deshabitada y en ese momento me pareció aún más olvidada a comparación de cuando habíamos llegado

-¡Tomás!-Sean se acercó a los tres que continuaban descansando sobre la arena

-¿Ahora qué?-Tomás se enderezó y observó a Sean

-Consigue un automóvil-Sean ordenó y Tomás suspiró mientras se ponía de pie

-¿Por lo menos sabes a dónde vamos a dirigirnos?-le preguntó despectivamente y en ese momento estuve seguro de que no iba a interferir si es que ambos empezaban a golpearse de la nada.

Sean se la había pasado dando órdenes a Tomás porque se aprovecha de que Tom se sintiera el responsable por todo lo que estaba sucediendo y de lo que le había sucedido a Daniel; tal vez sí lo era o tal vez no, pero Sean veía una oportunidad muy buena que nacía de la culpa y no la estaba desaprovechando.

Era algo cruel, pero si Tom permitía que Sean lo hiciera era porque tal vez así sentía menos la culpa; nadie podía interferir en ese acuerdo silencioso, pero bastante obvio que existía entre los dos.

Muchas veces Sean jugaba “sucio”, sacaba ventaja de las situaciones que a algunas personas podían parecerles injustas e incómodas, pero resultaban ser un buen movimiento en momentos tensos

-Estamos solos en este lugar y creo que lo mejor sería que los dejaras continuar en paz con el plan que tenga entre manos-Tomás se acercó a Sean-Dany no va a mejorar si estás o no a su lado en estos momentos-justo después de que escuchamos esas palabras, dio la impresión de que el aire a nuestro alrededor dejó de moverse por completo.

Como Sean se encontraba de espaldas a mí, no pude ver la expresión que tenía en ese momento por haber escuchado esas palabras, así que me enfoqué en examinar la parte corporal y tampoco encontré ningún signo de violencia o de un posible ataque

-Hazlo-Sean ordenó con un tono de voz que tampoco me reveló nada y Tom suspiró, pero no supe si fue de alivio o de desesperación

-Bien-Tom aceptó sin mencionar otra cosa

Claudio y Heinz se levantaron de la arena y por la mirada que Claudio le dedicó a Sean entendí que las palabras sí lo habían afectado.

Claudio estaba a punto de decirle algo a Sean, pero Heinz lo detuvo “a tiempo” para que no jalara del gatillo y ambos se reunieron en silencio junto a Tomás que ya se encontraba en medio de la vereda por donde habíamos llegado.

Los observé mientras intercambiaban unas cuantas palabras hasta que después Tomás cerró sus ojos y se concentró en cumplir lo que Sean le había encargado.

Mi mirada se colocó en la espalda de Sean, pero no tuve muchas ganas de acercarme a mencionarle algo porque… aunque lo hiciera, no iba a saber qué decir. Los temas que normalmente me ayudaban para iniciar una conversación no iban a funcionar en esos momentos porque mis temas principales para romper el hielo eran mencionar algo sobre el clima del momento o preguntar directamente ¿Cómo van las cosas?

No podía utilizar ninguna de mis dos opciones porque el clima, era una total mierda en ese lugar y seguramente no iba a ser agradable hablar sobre el pequeño fin del mundo que los poderes de August, Ana y míos habían creado.

Elevé mi mirada hacia el cielo grisáceo e hice una mueca. Odiaba los días así porque me daban ganas de hacer nada y también provocaban que me hartara del café o del té o de cualquier bebida caliente que el resto de las personas tomaban sin ningún problema porque ellos sí las necesitaban para esos días.

Los demás no comprendían que mi interior ya era lo suficientemente caliente como para tener que disfrutar bebidas calientes. Las aborrecía por completo y casi nadie sabía sobre eso.

Mi otra opción para iniciar una conversación era preguntar directamente sobre ¿Cómo estaban las cosas? y, ¿Cómo estaban? Terribles.

Totalmente terribles.

Y si se me ocurría preguntarle eso a Sean, era seguro que iba a molestarlo aún más; él era de las personas que con darles su espacio era suficiente, pero no tanto espacio porque podían volverse locos o hacer algo verdaderamente estúpido que nacía de un arranque.

Había excepciones, pero con Sean no se sabía.

Me decidí en observarlo otro poco más en silencio para no interferir en lo que sea que estuviera pensando.

Él continuaba en la misma posición, justo donde el oleaje estaba a nada de estrellarse contra sus botas, pero parecía importarle muy poco porque Sean estaba en el limbo que dividía a su cordura y a los pensamientos que seguramente se habían desencadenado por las palabras de Tomás.

Todavía no sabía si las palabras de Tom habían estado mal o si habían salido a la luz en el momento idóneo; probablemente era un poco de ambos casos.

No terminaba de comprender esa “obsesión” que Sean parecía estar desarrollando con ver a Daniel después de su rescate, pero pensándolo un poco más a detalle, me daba la impresión de que Sean necesitaba ver a Daniel para que su motivo fuera aún más grande, él necesita las pruebas físicas para dar inicio a su venganza.

Porque sí, era demasiado obvio, Sean iba a vengarse. Él no era de los que hacían “borrón y cuenta nueva” no, él quemaba el libro por completo si es que era necesario para alcanzar su objetivo.

Solamente estaba buscando ese motivo que le otorgara el plus a todas sus futuras acciones, él necesitaba tener bien definido el “porqué” de sus decisiones. Lo conocía.

No lo culpaba y no tenía por qué juzgarlo, cada quien sobrellevaba y resolvía las situaciones a su manera; lo había comprendido más tarde que temprano desde que se habían llevado a Daniel.

Parpadeé y aparté mi mirada de la espalda de Sean cuando escuché algo parecido a un automóvil acercándose hacia donde nos encontrábamos

-¡Nuestro transporte ya viene!-gritó Tomás desde el sendero-¡Vengan!-Sean no tardó en dar media vuelta. Ambos cruzamos miradas por un pequeño lapso de tiempo y no pude evitar preguntarlo

-¿Estás bien?-él pasó a mi lado

-Aún no-me respondió y continuó con su camino hacia los otros tres que nos esperaban.

“Aún no” había dicho, esperaba que la calma no se aplazara por mucho tiempo. Todos necesitábamos urgentemente de una buena noticia.

Di media vuelta y troté hacia el resto

-¡¿Cómo lo conseguiste?!-grité mientras veía hacia el automóvil que se acercaba rápidamente a nuestra posición

-Bueno, estoy controlando la mente de los que están en él y…-Tom elevó ambos hombros-Fue sencillo-le restó importancia al asunto y estuve a nada de sonreír un poco, pero me detuve al darme cuenta del tipo de automóvil que se acercaba.

Me reuní con ellos y todos observamos fijamente al automóvil.

Tomás era un completo imbécil.

-Es una… ¿Patrulla?-preguntó Claudio en voz alta y froté el puente de mi nariz. Estaba seguro de que iba a terminar el año con muchas canas

-¿¡Por qué una mierda de patrulla?!-le recriminé a Tomás

-¡Tranquilo!-Tomás elevó ambas manos-Tuve la opción de atraer a una pareja que había rentado un auto, pero cuando ya casi los controlaba por completo, una patrulla costera les cortó el paso para explicarles que esta zona estaba prohibida por el momento y pregunté del porqué y me explicaron que había criminales cerca, entonces…-Tomás tomó aire-Me decidí por meterme en la mente de uno de los que estaban en la patrulla y en ese momento les pidieron por la radio que mantuvieran vigilada la playa específicamente en esta zona, supongo que tiene algo que ver con nosotros o no sé-explicó con movimientos alterados en sus manos-Los de la patrulla costera preguntaron del porqué ésta zona y les respondieron algo con códigos y también los de la radio les mencionaron algo sobre que se dirigían hacia el hospital Hiiumaa por un incidente que también terminaron de explicar con códigos-

-¿Se habrán enterado de lo hicimos?-preguntó Heinz mientras se cruzaba de brazos

-Es lo más seguro-afirmé mientras la patrulla se estacionaba a nuestro lado, en su interior había 3 policías costeros que parecían estar viviendo un viaje astral

-¿Los bajo de la patrulla?-preguntó Tomás y puse mis ojos en blanco

-Si quieres sentarte sobre las piernas de uno es tu asunto-le respondí mientras me acercaba al asiento del piloto-Yo conduzco-arrastré al policía fuera de la patrulla y lo tiré sobre la arena, pero cuando estuve a punto de tomar asiento, Sean apareció casi de la nada y me ganó el lugar

-Conduzco-dijo mientras se colocaba el cinturón de seguridad

-Sean, no me fastidies-me molesté de inmediato, ya tenía bastante con los mareos que nos había provocado en el barco

-Apresúrate-me respondió sin voltear a verme y suspiré. No era momento de discutir.

Rápidamente me acomodé en los asientos traseros junto a Tomás y Claudio.

Los tres quedamos en la parte trasera y Heinz como copiloto

-Me alegro por ser su compañero de asiento en este nuevo recorrido-mencionó Tomás con tono burlón mientras Claudio y yo nos colocábamos apresuradamente el cinturón de seguridad

-Todavía me pareces un imbécil-aseguré y Sean empezó a conducir como si detrás de nosotros el mundo estuviera extinguiéndose rápidamente

-¿A dónde vamos?-preguntó Heinz mientras se mantenía aferrado al asiento del automóvil con ayuda de sus dedos y uñas. Sean era un demente sobre el asfalto, en el mar, en el aire y en todos los putos lugares del mundo.

Realmente era alguien de cuidado por las idioteces que hacía

-Al hospital Hiiumaa-respondió a la pregunta del pobre Heinz que parecía no querer salir disparado hacia el frente por si a Sean se le ocurría frenar de momento.

Tomás, Claudio y yo tampoco nos estábamos quedando atrás con las ganas de querer vivir una larga vida.

 

El camino fue tortura con todas sus letras. En todo momento, Sean parecía que de verdad tenía una carrera contra la muerte y no sabía si habíamos ganado o si la habíamos perdido. Tal vez un poco de ambas porque durante el trayecto nos encontramos con unas cuantas patrullas a las que les ganamos en velocidad y que, si bien ya iban apresuradas, resultó que ahora lo iban más porque intentaban detenernos.

Fue toda una persecución, Sean era bueno con el volante y con el cambio de velocidades, pero sus vueltas y desvíos de dirección eran demasiado peligrosas para mi corazón.

Con todos esos “obstáculos” que Sean consiguió quitarse de encima, llegamos al mentado hospital Hiiumaa.

Cuando dimos una última vuelta que iba a llevarnos hacia la entrada, nos encontramos con 3 patrullas que también llegaban en esos momentos. Los policías nos observaron con sorpresa y más aún por la cantidad de patrullas que venían persiguiéndonos

-¡Arriba las manos!-una patrulla se estacionó frente a nosotros y un policía salió de ella mientras le apuntaba a Sean. Ninguno de nosotros se inmutó por esa acción y salimos calmadamente de la patrulla-¡Dije arriba las manos!-repitió el policía con un tono de voz que a cualquier civil lo hubiera tirado al piso enseguida

-¿En qué área crees que estén?-Sean me preguntó sin darle importancia a la situación que teníamos justo en frente y a los lados

-¿Emergencias?-conseguí responderle porque a mí sí me estaba importando la cantidad de patrullas que continuaban arribando

-Bien, iré al área de emergencias-avanzó hacia la entrada del hospital como si los policías y las patrullas no existieran a su alrededor

-¡Alto! ¡Alto!-el policía le gritó y como Sean no reaccionó, el otro accionó su arma.

Por supuesto que Sean ya se lo esperaba y no le tomó mucho para controlar la trayectoria de la bala. Lo supuse por los movimientos que hizo, pero me aseguré de ese pensamiento cuando el tanque de una patrulla fue perforado. La gasolina empezó a derramarse y la lluvia de disparos hacia Sean no se hicieron del rogar.

Eso hizo molestar a Sean y quise advertir a los policías sobre que no era buena idea meterse con alguien que iba a ganarles y que no estaba en su mejor momento, pero fue demasiado tarde.

Sean controló a su antojo cada una de las balas y las re-direccionó hacia la misma patrulla.

La explosión fue inmediata, pero tuve un poco de tiempo para controlar la enorme onda expansiva que nació por la explosión. A pesar de que conseguí controlarla para evitar que lastimara a los policías, algunos vidrios del hospital explotaron en miles de pedazos.

-Apresurémonos, seguramente van a llamar a más refuerzos-les sugerí a los otros tres que permanecían sin moverse. Asintieron a mis indicaciones y empezamos a correr rumbo a la entrada.

Sean ya llevaba unos pasos por delante de nosotros.

Observé hacia los policías que se encontraban ayudándose unos a otros para levantarse, se les notaba aturdidos por lo que había pasado, pero estuve seguro de que tendríamos un poco de tiempo hasta que consiguieran que sus manos dejaran de temblar y consiguieran tomar con firmeza sus armas.

Justo cuando mi mirada regresó al frente, un fuerte mareo me detuvo. Mis piernas no respondieron correctamente y me sentí como si hubiera tomado una gran cantidad de alcohol en una sentada

-¡No veo! No veo…-escuché el grito de Heinz a mis espaldas-¡Agh!-se quejó e intenté ver hacia donde él se encontraba, pero mi visión se atrofió por completo. Solamente fui capaz de ver destellos azules y una ligera sombra que conseguí identificar a Heinz que ya se encontraba en el piso. Intenté dar un paso hacia él, pero mis oídos empezaron a zumbar dolorosamente.

Escuché más quejas y entendí que a todos los presentes nos estaba sucediendo lo mismo.

Poco a poco me hinqué y cubrí mis orejas. También apreté con fuerza mis párpados, creía que todo mi cuerpo estaba a nada de explotar

¿Qué era esto?

¿Qué nos estaba pasando?

-¿Qué les pasa?-alguien preguntó mientras colocaba su mano sobre mi hombro ¿Quién era?-Hey…-la misma persona se inclinó frente a mí y fui capaz de distinguir a Tomás

¿Él no estaba siendo afectado?

-No veo…-le expliqué-Los oídos…-otro fuerte sonido en baja frecuencia consiguió atrofiar los movimientos en mi lengua, pero pude continuar con muchos esfuerzos-Me zumban…-mi cuerpo se contrajo por otro sonido en muy baja frecuencia.

Estaban atacando a los puntos más vulnerables del ser humano. La vista y el oído eran necesarios para llevar a cabo todas las actividades del día a día, si uno fallaba inesperadamente, los movimientos del cuerpo se atrofiaban por completo

-Espera, intentaré algo-Tom me indicó y colocó sus manos en mi cabeza.

Otro zumbido provocó que me contrajera dolorosamente. Sentía que mi saliva estaba escurriendo de mi boca, pero no podía controlarla. Mi cuerpo no estaba respondiendo a las órdenes que mi cerebro mandaba.

Lo que mi cuerpo estaba sufriendo en esos momentos era algo parecido a un corto circuito muy potente.

El zumbido empeoró por un segundo, pero después empezó a disminuir

-Ya casi, ya casi-las manos de Tomás apretaron con más fuerza mi cabeza y después sentí total tranquilidad.

Sentía que iba a desmayarme, nunca había sentido algo como eso.

Había sido terrorífico

-Fue Maxim-Tomás susurró a mi lado-Leí su mente, va a reunirse con los demás en la parte trasera del hospital porque algo sucedió con el personal del hospital-

-¿Y Daniel?-los demás no me importaban mucho en esos momentos

-No lo sé, todavía no puedo encontrarme con su mente-claro, ese había sido un problema desde el principio de la misión

-Entonces supongamos que también lo llevarán a la parte trasera; evitemos que Sean vaya a ese lugar-le respondí mientras mis sentidos empezaban a ser controlados por mí

-Creo que ya no podremos detenerlo con palabras, tendremos que hacer uso de la fuerza-explicó

-¿Estás loco?-pregunté entre dientes-Sean no ha bajado la guardia en ningún momento ¿Cómo vamos a conseguirlo?-esa idea siempre se me había pasado por la cabeza, pero siempre quedaba totalmente descartada

Nada ni nadie podía tocar un solo cabello de Sean si él no lo permitía

-Tenemos que encontrar la manera de distraerlo, después me encargaré de mantenerlo inconsciente en lo que se nos ocurre otra cosa-continuó susurrando cerca de mi oído

-¿En dónde está él?-

-También le afectó un poco el poder de Maxim, pero está controlándose más rápido que los demás-Tomás observó hacia lo que había a mis espaldas y supuse que se trataba de Sean

-Ayuda a Claudio y a Heinz mientras les explicas tu idea-conseguí enderezarme y tomé aire mientras veía que Tom ayudaba primero a Heinz que de verdad parecía estar sufriendo al igual que el resto de los presentes.

Al parecer, Maxim también tenía sus cartas bajo la manga. Cartas de muy mal gusto y dolorosas.

Di media vuelta y observé a Sean; él ya se encontraba de pie, pero todavía se veía aturdido y adolorido.

¿Esa era nuestra oportunidad de oro?

Solamente pude avanzar dos pasos hacia él porque cuando estuve a nada de dar el tercero, Sean observó de reojo hacia mi posición. Él ya se encontraba alerta, de verdad que iba a ser extremadamente complicado tomarlo desprevenido.

¿Cómo íbamos a conseguirlo?

Fingí demasiado bien y me acerqué a él sin un plan de por medio

-¿Te afectó?-me coloqué frente a él para intentar detenerlo un poco más en lo que seguramente los demás salían por la parte trasera

-Un poco ¿A ti?-frotó su rostro con ambas manos

-Tom me ayudó-no supe decir si fue un poco o mucho lo que me había afectado porque jamás había sentido algo como eso-Fue Maxim ¿Verdad?-interrogué

-Por supuesto-aseguró y observó hacia el hospital-Tuvimos que estar en su campo de visión para que nos afectara-sus ojos se entrecerraron mientras recorría de un lado a otro la fachada del hospital.

Rápidamente me rodeó y continuó con su camino hacia el interior del hospital. Observé hacia Tom y Heinz que se encontraban ayudando a Claudio para que se levantara y después de eso se acercaron a mí.

Empezamos a correr hacia el interior del hospital

-Los demás ya están en la parte trasera, mantengamos un poco más a Sean en el área norte para darles ventaja-Tom me comentó y asentí

-¿Sabes cuál es su plan?-lo interrogué mientras les cedía el paso para que entraran a lo que me pareció era la recepción

-No tienen ningún plan-aseguró-Tendremos que deshacernos de Sean-afirmó y asentí a pesar de que todavía no sabía muy bien cómo íbamos a conseguirlo.

Observé el interior del hospital, no había ninguna persona, pero sí había gran parte de los vidrios hechos pedazos. Tal vez hace unos momentos todo había sido un caos

-Hay alguien ahí-Claudio indicó a mis espaldas y lo encontré señalando hacia un médico que parecía estar inconsciente en medio del pasillo.

De inmediato, me acerqué para revisar su pulso

-Está vivo, probablemente se desmayó-fue la primera consecuencia que se me ocurrió. No era normal ver a un médico desmayado en su “área natural”

-Yo creo que lo golpearon-Tomás mencionó mientras tocaba con su dedo índice la mejilla del médico y pude ver una ligera mancha colorada que bien podría convertirse en poco tiempo a un moretón

-¡No lo toquen!-ese grito femenino que provino de nuestras espaldas consiguió que me sobresaltara.

Todos volteamos en seguida, pero no encontramos a nadie

-Está escondida detrás del escritorio-Tom no tardó en darnos las pistas e inmediatamente, Sean se aproximó al escritorio.

Una mujer salió a rastras y cuando se percató de que Sean se aproximaba a ella, no pudo hacer más que soltar gritos ahogados por el pánico que tenía en esos momentos

¿Por qué estaba tan asustada?

-¡No me toques!- a Sean no le importaron los gritos desesperados de la mujer y la tomó de un brazo para obligarla a levantarse-¡Malditos fenómenos!-ella intentó liberarse, pero al parecer Sean la tomó con demasiada fuerza porque hizo una mueca de dolor mientras era obligada a ponerse de pie.

Me decidí por aproximarme e interrogarla, podía ser que ella había visto lo que nosotros necesitábamos de información

-¿Qué pasó aquí?-pregunté a pesar de que ella continuaba intentado que Sean la soltara

-Son unos malditos fenómenos al igual que los otros ¡Lárguense!-¿Otros?

-No sé de qué hablas-probablemente sí la estaba entendiendo, pero era mejor hacerme el loco-Quiero que me platiques lo que sucedió antes de la explosión-

-¡No lo sé! ¡Suéltame!-se volvió violenta e intentó arañar el rostro de Sean con su mano libre, pero él fue más rápido y ella terminó completamente sometida

-Ella vio cuando trajeron a Dany-mencionó Tomás y volteé a verlo

-¿Estás en su mente?-él asintió sin parpadear y después hizo una mueca

-Vio el estado de Dany y por la manera tan alterada que llegó el otro equipo, no le pareció que esos fueran unos pacientes como los que atendía todos los días-

-¿Qué más?-Sean interrogó sin liberar en ningún momento a la mujer que parecía a punto de desmayarse

-Estuvo vigilando todo el tiempo a los otros cuatro y…-Tom negó varias veces-Continuó con sus actividades hasta que un médico se acercó a Maxim, intercambiaron unas cuantas palabras y posteriormente el médico gritó…-Tom pasó saliva

-¿Qué gritó?-lo presioné

-Gritó algo sobre un experimento-relamió sus labios y vi el sudor en su frente-August lo golpeó…-Tomás parpadeó y volteó a verme-Después escucharon que llegaban las patrullas y se fueron corriendo-

-¿Por dónde?-Sean lo interrogó y Tom guardó silencio por un momento-¡¿Por dónde se fueron?!-Sean liberó a la mujer y ella terminó totalmente inconsciente sobre el piso

-Se fueron por la derecha-Tom señaló hacia el pasillo donde el médico continuaba desmayado.

Sean no perdió el tiempo y empezó a trotar rumbo a ese pasillo. Cuando estuvo a una buena distancia de nosotros, decidí que ese podía ser el inicio a la idea de Tom

-Es momento de actuar, muchachos-susurré para que solamente Claudio, Heinz y Tom me escucharan

-¿Qué vas a…-empezó a preguntar Heinz, pero le gané

-¡Dany!-grité a la nada y antes de que diera inicio a mi carrera rumbo a las escaleras que había a un lado de la recepción, conseguí ver que Sean se detenía para observar hacia donde nosotros nos encontrábamos.

No me quedé a ver sus siguientes movimientos porque empecé a subir apresuradamente las escaleras que… no sabía hacia dónde iban a llevarme.

Lo siguiente que sucedió fue demasiado imprudente.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer!

Espero que tengan un resto de semana bastante agradable.

Nos leemos pronto <3 


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