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46. El G.O de Seung HO (27) por dayanstyle

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Notas del capitulo:

VOLVIIIIIIIIIIIIII.....

Siento no haber publicado en muuucho tiempo, pero las cosas se me han complicado bastante y no los voy a aburrir con mis largas travesías solo les pido paciencia que pronto me podré en marcha con las publicaciones en un nuevo portal.

sean un poquito mas pacientes nenes que lo unico que no tengo casi es tiempo.

Seung Ho entró al edificio de departamentos. Uno de los lobos Timber le llamó, diciéndole que su pareja estaba con Leeteuk y que G.O estaba teniendo algún tipo de crisis nerviosa. Seung Ho nunca le diría a G.O, pero lo había visto venir. Las señales habían estado escritas en las paredes. Infiernos, estaban labradas en el  jodido concreto.

Su corazón se oprimió y su respiración quedó atrapada cuando caminó entre los policías en el vestíbulo del edificio y vio a G.O desplomado en el suelo, llorando fuertemente. Seung Ho empujó a todos y tomó a su pareja en sus brazos, llevando a G.O a su departamento. Parecía que ahí había ocurrido una pelea, y Seung Ho se enojó por ese hecho. Sabía que su pareja había visto más que su justa parte de violencia en el último par de días de lo que probablemente hiciera en toda su vida.

Un incidente más parecía que había ocurrido, y finalmente había quebrado a G.O.

—Estoy aquí —dijo Seung Ho mientras se sentaba en el sofá—. Estás a salvo, G.O.

—¿Qué me esta pasando? —G.O preguntó mientras se limpiaba los ojos—. Tengo miedo en un segundo, e ira al siguiente, me estoy riendo en un segundo y después estoy llorando. Siento como si mi mente se estuviera quebrando, y no hay nada que pueda hacer para evitarlo.

Seung Ho apoyó la mejilla sobre la cabeza de G.O, suspirando profundamente. —Has visto mucho en el último par de días. Tu cerebro está tratando de darle sentido a las cosas. En ocasiones no sabe qué pensar, por lo que se niega a darle sentido a lo que está sucediendo. Creo que tu mente se ha sobrecargado, G.O. Se necesita tiempo para procesar las cosas, un momento para desmenuzar los eventos y examinarlos.

—¿Eventos? —dijo G.O, la palabra le dejaba un mal sabor en la boca—. Yo diría que son algo más que eventos, Seung Ho.

—Quizás, pero sabes que lo que estoy diciendo es correcto—. Esperaba con un infierno que G.O entendiera, porque Seung Ho no estaba seguro de poderle explicar de otra forma. Era lo que era, simple y llanamente. La mente de su compañero se negaba a creer que los monstruos existen. Su mente se negaba a creer que alguien lo quería dañar. G.O estaba pasando por mucho y seguía tratando de huir. ¿Cómo se suponía que Seung Ho pudiera ayudarle si él no quería ningún tipo de ayuda?

—Entonces, ¿qué debo hacer? —Preguntó G.O, se oía tan malditamente desvalido.

—Yo diría que regresar al rancho y utilizar ese tiempo para dejar que tu mente procese todo esto, pero si sigues huyendo G.O. Si sigues huyendo de lo que te ha sucedido, eso no ayudará a tu mente a recuperarse.

G.O veía a Seung Ho, de verdad lo veía y sus ojos verdes parecían aburridos, como si fuera alguien que había visto demasiado. Ellos ya no estaban brillando. No como cuando Seung Ho lo vio por primera vez. No como en los dos meses en los que Seung Ho había estado viniendo aquí. En los últimos días G.O se había embotado, había visto un mundo para el que no estaba preparado y Seung Ho odiaba ese hecho. Odiaba que las gemas doradas de G.O estuvieran ahora sin pulir, pero el vivir en el mundo de los shifter tendía a hacerle eso a una persona. No había cuentos de hadas, no tenía sentido darle un falso sentimiento de seguridad. Las criaturas paranormales conocían los peligros que existen en el mundo real, pero de todos modos la mayoría de ellos se las arreglaban para vivir felices.

 

—Pareces más inteligente que el oso promedio —dijo G.O mientras estaba sentado arriba de Seung Ho y se salía de sus brazos.

—¿Eso es una broma? —Seung Ho preguntó.

—Aparentemente no, si tienes que preguntar.

 

Seung Ho se río entre dientes, jalando a G.O lo suficientemente cerca para besarlo en la frente. —Era una broma y muy buena. Prefiero ser Yogi que Boo Boo.

—¿Crees que jodía con Cindy? —Preguntó G.O—. ¿Y cómo podía salirse con la suya robando tantas cestas de picnic, sin atacar a nadie?

Seung Ho podía ver que el cambio de tema de G.O era una manera de hacerle frente a las cosas. Él podría ayudar a G.O con eso. Si G.O tenía que centrarse en algo más para lidiar con el trauma que su mente estaba tratando de manejar, Seung Ho le daría gusto. —Su ingenio y encanto, G.O. Era un oso muy suave.

G.O se echó a reír. —No lo creo.

 

¿Estaban todavía hablando de dibujos animados o G.O se refería a Seung Ho? —¿No crees que los osos son encantadores?

—Creo que la broma se ha salido de curso —dijo G.O enterrándose en los brazos de Seung Ho. Seung Ho no iba a discutir cuando tenía a su pareja empujándose dentro de él, por seguridad y refugio. Odiaba tener que romper la despreocupada conversación, pero necesitaba saber lo que había sucedido aquí esta noche.

—Recibí una llamada telefónica de que necesitabas ayuda, G.O. Pero nadie me dijo por qué.

G.O se puso rígido, pero no se apartó. La broma se fue de la habitación, como si una fuerte brisa hubiera soplado alejándola y trayendo la fría y dura realidad. —El señor Sung Soo no era el buen vecino que pensaba que era, y Daesung no era el vecino espeluznante que creía que era.

—Daesung es un shifter, G.O.

 

Si Seung Ho pensó que G.O ya estaba tenso, estaba equivocado. Los hombros de G.O se tensaron más y se quedó quieto en los brazos de Seung Ho. —¿Qué quieres decir con eso?

«Oh, demonios». Esto no iba en la dirección que Seung Ho creía que iría. Temía la respuesta a su siguiente pregunta. —¿Crees que los miembros de mi familia son los únicos shifter que existen?

Por la manera en que la respiración de G.O quedó atrapada, Seung Ho tenía la respuesta. —Vamos a dejarlo así por ahora, ¿de acuerdo?

G.O asintió.

 

—Pero aun así quiero saber lo que pasó.

—El señor Sung Soo es un loco. Ha matado a hombres, Seung Ho. Dijo que yo era su próxima víctima. Puso cámaras alrededor de mi departamento y me veía… —G.O salió disparado de los brazos de Seung Ho—. ¡Las cámaras!

Seung Ho se puso en pie, después de G.O mientras su pareja corría a la cocina. —El señor Sung Soo vino a mi departamento por una fuga de agua en su cuarto de baño. Encontré una pequeña cámara en ese lugar. Pero también vino aquí porque olía humo y revisó mi cocina.

Seung Ho comenzó a buscar en la cocina. Echó un vistazo alrededor de la estufa, el refrigerador, el horno de microondas, mientras G.O revisaba alrededor de los gabinetes y la pequeña despensa. Seung Ho sintió su piel erizarse en piel de gallina cuando encontró una pequeña cámara escondida encima de la  ventana, oculta justo dentro del umbral.

 

La tomó, liberándola cuidadosamente. Sabía que los lobos Timber tenían un experto en electrónica, y tenía la esperanza de que Niel les pudiera decir si esto era sólo una cámara de imagen o también con audio. Si tenía audio, el señor Sung Soo sabía demasiado.

—La encontré —dijo Seung Ho mostrándole a G.O el pequeño dispositivo.

—Es exactamente como el que encontré en mi cuarto de baño —dijo G.O mientras veía la mano de Seung Ho—. ¿Crees que plantó más?

Seung Ho y G.O pasaron una hora o dos buscando por el departamento. Por el rostro de su pareja, se sorprendió cuando Seung Ho encontró otro en la sala, escondido detrás del centro de entretenimiento, pero lo suficiente libre para ver lo que sucedía.

—¿Cuándo puso ese ahí? —G.O preguntó al centro de entretenimiento. Seung Ho sabía que su compañero estaba hablando consigo mismo, tratando de resolver las cosas en su cabeza—. ¿Qué pasa si nos vio teniendo relaciones sexuales, Seung Ho? ¿Y si te vio morderme? —G.O se estremeció, frotándose los brazos mientras veía la cámara en la mesa de café. Las lágrimas brillaban en las esquinas de los ojos de G.O cuando le dio la espalda a Seung Ho—. ¿Qué habrá visto?

—¿O escuchado? —dijo Daesung, mientras caminaba hacia el departamento. No tocó. No dijo una palabra mientras cerraba la puerta detrás de él. A Seung Ho no le gustaba el hecho de que  Daesung pensara que tenía derecho a entrar. Su oso despertó, olfateando el aire cuando Daesung se acercó. Lobo. Daesung era un lobo. Seung Ho ya sabía eso, pero su oso estaba midiendo a Daesung. El oso de Seung Ho dio un gruñido cuando Daesung se acercó a G.O. Quería desgarrar a Daesung por acercarse a su pareja.

Seung Ho estaba sintiéndose de la misma forma. Él entrelazó los dedos alrededor de la muñeca de G.O, dando un suave jalón semicubriendo a G.O. A pesar de que Seung Ho había sabido que Daesung era un shifter por el olor en el pasillo en las muchas ocasiones que visitaba a G.O, aun no conocía al hombre. Daesung era todavía un desconocido. La única razón por la que sabía el nombre del hombre se debía a que G.O lo había usado.

—Yo puse cámaras en el departamento del señor Sung Soo así que oía y veía todo lo que él oía y veía. —Daesung tuvo la decencia de sonrojarse un poco, lo que sólo hizo que G.O se mortificara. Seung Ho no se preocupaba por el voyerismo, pero a él le importaba cuando se trataba de G.O. A su pareja no le gustaba, así que Seung Ho se sintió ofendido de que alguien hubiera visto a G.O desnudo. El que compartiera hombres con Lee Joon y los recogiera de los clubes, era un punto discutible.

Pero esto se trataba de G.O, su pareja.

 

—Él sabe que eres un shifter oso, Seung Ho. Y él sabe que los vampiros existen. Tenemos problemas más grandes que perseguirlo. Incluso si suena loco como el infierno cuando empiece a hablar acerca de los shifter y los vampiros, eso hará que algunos humanos empiecen a ver un poco mas de cerca el mundo paranormal de lo que es cómodo.

Maldición, eso era cierto.

 

La regla número uno no hablada y hablada era no dejar que los humanos se enteraran del mundo paranormal. Seung Ho sabía que una gran cantidad de seres humanos aceptarían su mundo, tal vez incluso estarían fascinados por él. Pero había una gran cantidad de fanáticos por ahí que harían lo que fuera necesario para limpiar su mundo de los monstruos. Esa era una posibilidad que los monstruos no estaban dispuestos a arriesgar.

—¿Cuál es tu plan? —Seung Ho preguntó.

 

—Soy nuevo por aquí. Yo sé que Jongin es el Alfa, pero creo que necesitamos a un vampiro para que hechice al señor Sung Soo y lo haga olvidar lo que ha visto y oído.

Tenía sentido. —¿Qué pasa con los policías humanos que están arriba? Las cosas podrían complicarse un poco si un vampiro entra e hipnotiza a su asesino —señaló Seung Ho. Sabía que tenía que llamar a Jae Hyo. No sabían lo que el señor Sung Soo ya había dicho.

—Ya tengo mis pruebas en la cinta —dijo Daesung—. Cuando el señor Sung Soo acorraló a G.O confesó los asesinatos, las cámaras del tipo grabaron toda la confesión en su departamento, así que también la grabó la mía.

G.O palideció aún más. Su pareja parecía que estaba a punto de desmayarse. Seung Ho quería protegerlo. Él quería llevar a G.O a la habitación de Hansol y dejarlo ahí para que no oyera todo lo que se estaba diciendo, pero G.O no  podía  ser mimado. Tenía que enfrentarse a lo que estaba sucediendo en el mundo real y dejar de huir.

Por duro que eso sonara, Seung Ho sabía que era  la verdad. O la teoría funcionaba, o G.O se volvería loco y Seung Ho tendría que visitarlo en un cuarto acolchado.

—Llama al vampiro —dijo Daesung.

—Él es el Príncipe —le advirtió Seung Ho. Daesung abrió más los ojos para ver a Seung Ho, como si acabara de realizar algún tipo  de truco de magia que había sorprendido a Daesung.

—No mierda —murmuró.

—No mierda —Seung Ho repitió.

 

 

 

Jae Hyo se deslizó en la parte trasera de su carro, Jun manejaba mientras se dirigían a la Villa Kim. Jae Hyo tenía una deuda con Seung Ho por encontrar al culpable de la explosión de su club. Él pagaba sus deudas.

También era bueno limpiarle la mente a la persona que estaba amenazando con exponerlos a todos. Los vampiros rebeldes podían alimentarse y matar. Los shifter rebeldes podían matar, pero incluso en sus mentes traidoras sabían mantener al mundo paranormal en secreto. Los humanos no tenían ese instinto en ellos. Por alguna razón, algunos humanos no tenían un natural instinto de conservación en su interior. Shifters y vampiros lo tenían. Sin importar cuál era la situación, sabían que su supervivencia dependía de sobrevivir. Era así de simple. Sin alharacas, ni líos. No había ninguna zona gris.

Llegaron al edificio de departamentos junto a la estación de policía. «Qué conveniente».

Jae Hyo salió del asiento trasero y entró, dirigiéndose al departamento que Seung Ho le había indicado. Tocó a la puerta y esperó.

Cuando   Seung Ho abrió la puerta, Jae Hyo se detuvo.

-Necesito que  G.O me invite —señaló.

 

—Lo siento, se me olvidó —dijo Seung Ho, mientras pasaba un brazo por la cintura de su pareja y lentamente lo guiaba a la puerta. Jae Hyo pudo ver que G.O estaba en estado de shock. Sus ojos verdes nublados y sus pasos eran torpes.

—¿Qué le ha pasado? —Jae Hyo podría haber puesto una mano en G.O y verlo por sí mismo, pero no tocaba a ninguna pareja. Estaba prohibido y era de mal gusto.

—Demasiadas  revelaciones  en  demasiado  corto tiempo -respondió Seung Ho, con un toque de tristeza en su profunda voz.

 

Jae Hyo asintió. Él había visto eso antes. Cuando humanos se emparejaban con seres de otro mundo y no sabían nada sobre el mundo de los vampiros o shifter. El shock de enterarse de que existían a veces les tomaba un tiempo en lograr estar de acuerdo con eso, si era que lo lograban.

Pero Jae Hyo podía decir que G.O iba a estar bien, que iba a llegar a un acuerdo con el mundo en el que ahora vivía. Incluso sin tocarlo, Jae Hyo sabía que era cierto. Pero G.O no era su preocupación. Estaba ahí para ocuparse de un asunto diferente.

—¿Cómo voy a tocar al señor Sung Soo, cuando la policía de los humanos ya están alrededor? —Jae Hyo le preguntó a Daesung.

—Lo voy a bajar. Ya está esposado. El detective Leeteuk va a despejar el pasillo. Vas a tener menos de un minuto para hacerlo antes de que los policías sospechen.

Jae Hyo asintió. —Entonces bájalo.

 

Daesung dudó por un momento, mirando con curiosidad a Jae Hyo antes de abandonar el departamento.

—Creo que está perdidamente enamorado de ti. - Seung Ho se río entre dientes.

—Mis días de sexo casual han terminado —dijo Jae Hyo mientras esperaba.

—No pareces decepcionado.

 

Jae Hyo se volvió hacia Seung Ho y luego miró a G.O, que estaba allí de pie tratando de asomarse para ver a Jae Hyo. —¿Y tú? —le preguntó a Seung Ho.

Seung Ho negó con la cabeza. —No, en absoluto.

—¿Me estoy perdiendo de algo aquí? —G.O preguntó mientras veía a Jae Hyo, y entonces apartó rápidamente la mirada.

—No es nada —dijo Seung Ho mientras se ponía más cerca de G.O.

—¿Cómo esta tu gemelo? —Jae Hyo le preguntó.

—Mejor. Se levanta y se mueve, parece ser el mismo de siempre —dijo Seung Ho con una sonrisa. Jae Hyo no sólo podía ver la felicidad en los ojos de Seung Ho, sino también el alivio. Esa mirada sólo hizo que Jae Hyo extrañara a sus jóvenes hermanos gemelos. Tan locos como ellos se habían convertido, él realmente los extrañaba.

—Ya vienen —dijo Seung Ho señalando con la cabeza hacia la puerta.

Jae Hyo esperó a que Daesung trajera al hombre.

—No tenemos mucho tiempo —dijo Daesung mientras empujaba al señor Sung Soo más cerca.

—¿Qué jodidos sucede? —el hombre preguntó mientras trataba de alejarse. Pero con Daesung a sus espaldas, él no tenía ninguna esperanza. Daesung era un shifter, más fuerte que un humano. Daesung pudo contener al señor Sung Soo en su lugar con una sola mano.

—En resumen —dijo Jae Hyo mientras daba un paso más cerca, observando al humano palidecer—, te olvidarás de todo lo que has averiguado.

—Infiernos que lo haré —dijo el hombre, como si Jae Hyo fuera un hombre loco—. No olvidaré que los shifter osos y los vampiros existen.

—Sí —dijo Jae Hyo mientras colocaba una mano sobre la cabeza del hombre—. Lo harás.

—¿Qué  está  haciendo?  —G.O  preguntó  con pánico—.

¿Va a matarlo? —los ojos de G.O estaban muy abiertos y salvajes mientras trataba de alejarse de Seung Ho—. No puedo dejar que  haga eso —dirigió la declaración a Jae Hyo.

—¿Puedes defender al hombre que quiso matarte?- Jae Hyo le preguntó a G.O.

—Si. —La respuesta fue rápida y sencilla. Le sorprendía a Jae Hyo la compasión que algunos humanos tenían hacia alguien que tenía la intención de matarlos. Nunca entendió ese concepto. Tal vez porque nunca había sido humano, pero aún le desconcertaba. U-Kwon y B-Bomb le habían enseñado mucho acerca de los humanos a Jae Hyo, mucho más de lo que ya sabía, pero este concepto siempre se le escapaba.

—Sólo va a hacer que olvide —le aseguró Seung Ho a su pareja—. No duele.

G.O siguió de cerca como Jae Hyo puso su mano sobre la cabeza del hombre y luego cerró los ojos. Jae Hyo vio a las otras víctimas del hombre y lo que había hecho con ellos. Si la policía no llevara ya a este humano a prisión, Jae Hyo le haría un favor al mundo y rompería el cuello del hombre. Sin embargo, su único trabajo aquí era limpiar la mente del hombre. Empujó su poder en los recuerdos del hombre, encontrando y rodeando los que tenían que ver con el conocimiento acerca de los shifter y vampiros, y simplemente los sacó de la mente del hombre y los llevó a la suya.

Los shifter pensaban que los vampiros simplemente movían la mano y los recuerdos desaparecían. Eso no era verdad. Los vampiros tenían que llevar los recuerdos a su mente, tomarlos como propios. El guardia de seguridad de The Manacle, Rome, era un vampiro muy fuerte. Él era uno de los raros vampiros que tenía el talento para sostener tantos recuerdos en su interior y no volverse loco o comenzar a confundir los suyos con los de los demás. Jae Hyo creía en rodearse de vampiros con talentos, y tener a Rome era un bono extra.

—Su mente ha sido borrada —dijo Jae Hyo mientras apartaba la mano. Daesung sacó al ser humano del departamento mientras G.O veía a Jae Hyo.

—¿Solo así de simple? Jae Hyo asintió.

—No te ofendas, pero por favor ni se te ocurra tocarme.

 

Jae Hyo, junto con Seung Ho se rieron. —Yo nunca tomaría tu memoria —Jae Hyo le aseguró—. No eres una amenaza para nosotros —él se aseguró de que G.O entendiera la amenaza subyacente. Pareja o no, si alguien tenía a bien revelar que lo paranormal existía, la memoria se le limpiaría.

—Entendí el punto —dijo G.O mientras Jae Hyo se dirigía hacia la puerta.

—Entonces nos entendemos —dijo mientras entraba a la noche.

 

 Continuara...


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