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46. El G.O de Seung HO (27) por dayanstyle

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G.O estaba sentado ante la mesa, desayunando con el clan Moon. Había esperado que cuando se reunieran hubiera miradas de ira o comentarios sarcásticos sobre cómo se había escapado de la casa ayer, pero nadie dijo ni  una  palabra acerca de su colapso mental. De hecho, lo estaban tratando como a uno de la familia.

G.O no estaba seguro de confiar en ese sentimiento.

¿Quién perdonaba a alguien tan fácilmente? Él mismo se sentía culpable como el infierno, entonces ¿por qué la familia de Seung Ho no estaba en contra de G.O? Eso sería lo lógico en su mente, pero la familia actuaba sin lógica.

—Tienes que comer más —señaló Seung Ho sirviendo más tocino y huevos en el plato de G.O—. No te ofendas, pero te servirían unos kilos  más.

G.O ya tenía un peso saludable. Unos pocos kilos más y comenzaría a tener llantas en su cintura. —Estoy lleno.

—¿Qué pasa con los humanos y su peso? —Hoon preguntó al tiempo que tomaba dos bísquet bañados en miel. Toda la cesta de bísquet se veía pegajosa y olían maravilloso, pero G.O había comido demasiado—. Un oso no tiene en cuenta el peso de su pareja. Sinceramente, me importaría un bledo si mi pareja tuviera kilos de más. Mientras se ajuste a mi personalidad, el peso no importa.

 

—Eso sería, si tuvieran que rodarme para atravesar la puerta de la entrada —dijo G.O apartando el plato—. Yo no soy un levantador de pesas o un corredor, pero sí trato de cuidarme.

—Confía en mí —dijo Seung Ho acercándose más y bajando la voz—. Si yo pensara que estuvieras engordando demasiado, haríamos ejercicio. —Le guiñó un ojo a G.O antes de inclinarse hacia atrás. Risas disimuladas rodearon la mesa, y G.O podía sentir sus mejillas arder. Eso no era algo que quería que Seung Ho compartiera con su familia.

—Yo me comeré eso —dijo Hansol alcanzando el plato de G.O—. Yoseob es un buen cocinero.

—Gracias, Hansol —dijo Yoseob sonriéndole con orgullo.

 

G.O le sacó la lengua a Hansol, que sólo se río. Era una jugada infantil, pero G.O sabía que Hansol lo tomaría por lo que era, una broma. No podía ver en dónde Hansol estaba poniendo toda esa comida. Era pequeño como el infierno. ¿A dónde iba  toda esa comida?

—Si está bien contigo, G.O, me gustaría llevar a Hansol hoy conmigo mientras trabajo —dijo Hoon antes de llevar el bísquet recubierto de miel a la boca. Maldición, el hombre empujó todo el bísquet dentro de la boca.

G.O hizo una mueca. Sabía que los Moon ahora estaban siendo cuidadosos en lo que respecta a Hansol y todo era su culpa. Le había declarado la guerra a la familia en lo que concernía a su sobrino. Ellos no querían que pensara que le estaban robando a Hansol. Tenía que arreglar  eso. —Está bien. Honestamente —dijo y luego se giró hacia Lee Joon—. Siento haber explotado contra ti. Fue toda la tensión. Te juro que no era nada personal.

 

—¿Me veo ofendido? —Lee Joon preguntó—. Tú eres de la familia. Estás autorizado a actuar como un pendejo de vez en cuando.

—Lenguaje —le recordó el señor Moon a Lee Joon.

—Lo siento, Pá —dijo Lee Joon mientras le sonreía a su padre.

El señor Moon rodó los ojos mientras se ponía de pie, tomando a Yoo Geun de su silla alta. —En cuanto mejores regresa de nuevo al trabajo.

—Esclavista —le dijo Lee Joon al señor Moon cuando su padre salió de la cocina. G.O sabía que Lee Joon no estaba al ciento por ciento. Aun caminaba con dificultad, y su destreza era un poco torpe. Seung Ho le había dicho que Lee Joon podría nunca sanarìa por completo, pero mientras no fuera un vegetal, todo el mundo estaba de acuerdo en ayudar a Lee Joon a salir  adelante.

A Lee Joon no le gustaba ser mimado, pero estaba de buen humor con eso. G.O, probablemente se habría derrumbado si tuviera que depender de otras personas para las cosas simples. Pero Lee Joon no, se tomaba las cosas con calma. Eso decía mucho sobre su carácter.

—Tengo que ir a trabajar hoy —dijo G.O mientras se ponía de pie—. ¿Te importaría llevarme?

—Te llevaré —dijo Seung Ho, mientras rápidamente se terminaba su comida y bebía su jugo de un solo trago. G.O no había querido que Seung Ho se atragantara la comida. Tenían un montón de tiempo.

—¿Estás seguro que está bien que Hansol se quede aquí? -;le  Preguntó G.O a Hoon.

—Es de la familia. Nosotros nos encargamos de la familia -dijo Hoon como si estuviera ofendido. G.O vio a Seung Ho darle una ligera inclinación de cabeza y dejó el asunto. Él estaba tratando de llevarse bien con los Moon no enojarlos.

—Gracias —dijo mientras agitaba el cabello de Hansol y luego se dirigió hacia la puerta. Se sentía extraño dejando a Hansol. Se había sentido extraño y culpable ayer por dejar a Hansol. G.O no creía que se sintiera algún día cómodo con ceder la atención de Hansol a otra persona, pero estaba eternamente  agradecido de que su sobrino no hubiera estado en el departamento la noche anterior. Las cosas podrían haber ido muy mal.

No era que no hubieran estado mal de todos modos.

 

Seung Ho llevó a G.O a la ciudad, tomando una ruta con paisaje. G.O sabía que había una manera más rápida, pero tenían tiempo. —Háblame de tu mundo —dijo G.O mientras veía por la ventana.

—No creo que estés listo para eso, bebé. No quiero que tengas otra crisis.

—¿Es malo? —Preguntó G.O.

—Diferente.

—Dímelo.

Seung Ho suspiró. —Sabes que tengo seis hermanos y dos padres, ¿verdad?

G.O asintió.

 

—Bueno, mi Pá esta emparejado con un Fey. Leo sigue siendo soltero. Doo Joon esta emparejado con un humano. Soo Hyun se emparejó con un shifter ocelote.

—¿Un gato? —Preguntó G.O.

Seung Ho se río entre dientes. —No dejes que Dongho te oiga llamarlo así. Se enojará.

«Un shifter gato que no quiere que nadie lo llame gato. Qué extraño».

 

—Mi gemelo esta emparejado con un humano, y Chansung, se emparejó con un vampiro que es un... —Seung Ho se interrumpió, se rascó el mentón y sacudió la cabeza—. No estoy seguro qué otra cosa es Junho. De él se sabe que es un híbrido, pero no me preguntes con lo que está mezclado. Luego están los tres vampiros que viven aquí junto con Jinwoon, que es Fey y ayuda en todo en el rancho.

G.O permaneció inmóvil, tratando de abarcar todo lo que Seung Ho le dijo. Seung Ho debió de haber notado la rigidez de sus hombros, porque él mismo se puso rígido, una sombra oscura cruzó sus ojos. —Tu preguntaste.

G.O asintió. —Lo hice. —Miró por la ventana, para ver los campos llenos de vacas y caballos, preguntándose cómo había caído en este mundo—. Pensé que vivir en la ciudad  era extraño. He visto a mujeres irse con extraños que les hacían una proposición, a traficantes de drogas vendiendo justo frente a la tienda de la esquina, personas sin hogar, sin alegría ser atacados.

—G.O siguió mirando por la ventana—. Cuando llegué aquí, a la Villa Kim, pensé que este sería un lugar maravilloso para criar a un niño. Es muy relajado, y la gente es muy amable.

—Hasta hace unos días —agregó Seung Ho.

 

G.O asintió, estando de acuerdo. —Ahora veo que nada es realmente seguro. Hay cosas peores por ahí que los matones y traficantes de drogas, Seung Ho no sé qué hacer con esa información. Me siento tan impotente para mantener seguro a Hansol.

—Está seguro, G.O. Está con shifter osos y una familia que lo adora. Vive en un pueblo que está a cargo de una manada de lobos Timber que llevan el cuidado de las familias a un nivel completamente nuevo.

G.O cerró los ojos. —Lobos Timber —dijo en voz baja.

—Sí, lobos Timber —repitió Seung Ho.

 

G.O abrió los ojos cuando Seung Ho se detuvo a un lado del camino. Vio a su pareja, preguntándose qué estaba haciendo  Seung Ho. No le gustaba la tormenta que veía en los ojos de Seung Ho.

—Me gustaría críar aquí a mi familia en un latido del corazón, G.O. La comunidad es unida, las personas ayudan, y los shifter cuidan tu espalda sin importar nada. Esto puede ser un pequeño pueblo, pero nos preocupamos por los demás. Nadie le hará daño a Hansol, y nadie más te hará daño. Lo que pasó en el bosque fue una rareza. Admito, que hay cosas peligrosas por ahí, que te matarían primero en lugar de razonar contigo, pero eso es lo que es la comunidad. Nos preocupamos por los demás. Por lo general, no es tan emocionante por aquí. De hecho, para serte franco, es aburrido. Sin embargo, si deseas mudarte podemos hacerlo. Pero te lo digo ahora, no vamos a encontrar un lugar más seguro que Villa Kim.

—¿Nosotros? —Preguntó G.O.

—Nosotros —respondió Seung Ho—. Eres mi pareja, y Hansol es mi hijo o sobrino, cualquiera que sea el título que desees que utilice. Yo voy a donde vayas, y viceversa. Estoy en esto a largo plazo, G.O.

—Wow —dijo G.O mientras sonreía—. Eso es lo más que te he oído decir de una sola vez.

La sonrisa de Seung Ho era algo que se estaba volviendo familiar para G.O. Sus ojos grises ardían cuando las orillas de la boca de Seung Ho se elevaron. Sí, G.O conocía esa mirada, pero no esperaba verla aquí en la carretera rural. Sospechaba que Seung Ho había tomado esa ruta secundaria por una traviesa razón.

—¿Por qué me ves de esa forma? —G.O preguntó con inocencia. Él lo sabía. Sólo quería escuchar a Seung Ho admitirlo.

—Porque te vas a quitar los pantalones y venir aquí, encima de mi, mi pequeño dulce bocado—. Seung Ho se inclinó, desabrochando sus jeans y separándolos, pasando los dedos sobre el contorno delineado que comenzaba a hincharse.

—¿Aquí  afuera,  en  donde  cualquiera nos pueda ver? -Preguntó G.O. Sabía la respuesta. Podía verlo en los ojos de Seung Ho mientras su pareja liberaba su eje, pasando su pulgar sobre la cabeza del pene que escurría.

—Aquí mismo, en este momento.

 

G.O se lamió los labios, los ojos fijos en lo que estaba haciendo Seung Ho entre sus piernas. Quería que ese sólido eje se deslizara por su garganta. G.O necesitaba sentirlo entre sus labios. No estaba seguro de porqué la necesidad se sentía tan desesperada, pero él ignoró la pregunta de porqué y se puso de rodillas, observando el juego erótico mientras se desabrochaba sus pantalones.

La mano de G.O golpeó el respaldo cuando Seung Ho movió el asiento hacia atrás. —No seas tímido, G.O. Quítate los pantalones.

El temor de ser atrapado y la emoción de tener a Seung Ho en su boca hicieron que G.O rápidamente se desvistiera de la cintura para abajo. No tenía tiempo que perder si quería tontear y aun así llegar a tiempo al trabajo. Su jefe, Baekho, lo entendería, pero G.O no iba a explicarle a Baekho porqué llegó tarde. Infiernos no. No era de su incumbencia.

Una vez que G.O se quitó la ropa, se lanzó entre las piernas de Seung Ho, tomando a Seung Ho en su boca. Ver la expresión  de su pareja, valió la pena. Seung Ho tenía los ojos muy abiertos como platos, un grave gruñido salió de su boca. Sus ojos oscurecidos de hambre, mientras observaba a G.O estirar sus labios para tomarlo.

—Qué vista —dijo Seung Ho.

 

G.O lamió un lado y luego chupó la cabeza del pene, dejando que su lengua recorriera el eje de su pareja, mientras Seung Ho trabajaba con un dedo dentro de  la  entrada  de G.O. Los ojos de G.O rodaron cuando Seung Ho toco la próstata, G.O gimió.

Mientras G.O trabajaba con su boca el pene de Seung Ho, Seung Ho trabajaba estirando la entrada de G.O, con sus gruesos dedos. —Ahora voy a joderte —dijo Seung Ho mientras sacaba su pene de la boca de G.O—. Ven y siéntate en mi regazo.

G.O se lamió los labios, saboreando a Seung Ho mientras deslizaba una pierna sobre el regazo de su pareja. Seung Ho acunó su trasero y lentamente bajo a G.O. De dónde sacó lubricante, G.O no estaba seguro y en ese momento no le importaba. Lo único que le importaba era sentir a Seung Ho dentro de él.

Ambos sisearon y suspiraron cuando G.O bajó por el eje de su pareja. G.O gritó cuando el pene de Seung Ho lo llenaba. Su pareja estaba bien dotado, y G.O lo sentía cada vez que Seung Ho lo tomaba. La sensación le causaba placer y dolor, y le encantaba.

 

—Dios, G.O —gruñó Seung Ho cuando G.O finalmente   se sentó.

 

G.O utilizó los hombros de Seung Ho como palanca para levantarse y volver a bajar. Seung Ho curvó los dedos alrededor del eje de G.O, apretando mientras gemía. Sostenía el pene de G.O en su mano mientras G.O se movía, subiendo y luego bajando,

 

Sintiendo que Seung Ho lo llenaba tan completamente que G.O sentía sus ojos abrirse más. —Tan grueso.

Seung Ho sonrió, mordiéndose el labio inferior mientras movía sus caderas, levantando a G.O y luego bajándolo. —¿Te gusta?

—Dios, sí.

 

Seung Ho curvó su mano libre en la cadera de G.O y lo rebotó, lo que hizo que G.O gritara cuando se hizo cargo tomando la otra cadera, y soltando el pene de G.O. Tomar a G.O en la cabina de su camioneta, lo llevó a nuevas alturas, mientras movía sus caderas y tomaba la boca de G.O con la suya.

Sentía como Seung Ho estaba luchando para entrar dentro de G.O cada vez que empujaba sus caderas hacia arriba, y G.O amaba esa sensación. G.O empujaba su culo hacia abajo, tomando cada centímetro de Seung Ho con caja empuje de su pareja hacia arriba. Mientras se hundía en la boca de Seung Ho, dentro del cálido poder del sol de la mañana, G.O podía sentir los agudos caninos de Seung Ho crecer.

Rompió el beso e inclinó la cabeza, diciéndole sin palabras a Seung Ho que lo mordiera. Seung Ho pasó los dientes sobre la piel de G.O y luego los hundió en su carne. La sensación hizo que G.O se estremeciera y retorciera mientras Seung Ho se empujaba más fuerte.

Seung Ho gruñó liberando sus dientes y lamiendo el cuello de G.O mientras sus cuerpos chocaban. —Mío, G.O, eres mío.

Seung Ho estaba diciendo las palabras como si fueran sacadas de algún lugar muy dentro de él. G.O podía sentir la posesión en la manera en que el cuerpo de Seung Ho se estrellaba contra el suyo, en la forma en que sus ojos se oscurecieron aún más, y en la forma en que sus manos se apoderaban fuerte de los costados de G.O.

Seguridad, protección, amor todo eso giraba en los profundos ojos de Seung Ho. En ese momento, G.O supo que sin importar dónde vivieran, siempre y cuando estuviera con Seung Ho, estaría a salvo, sería querido y apreciado.

—Y tú eres mío. —G.O trató de hacer el mismo gruñido que Seung Ho le había dado, pero se quedó corto. Él no era un oso, pero había sentido el gruñido, y Seung Ho sonrió mientras jodía a G.O tras el volante.

El cuerpo de G.O se arqueó y la cabeza cayó hacia atrás cuando el orgasmo arrasó al hombre, quitándole sus sentidos y dejándolo temblando y gritando el nombre de Seung Ho. Podía sentir la caliente semilla de Seung Ho llenándolo, cada empuje de Seung Ho era mas duro, gruñidos, gemidos y gritos llenaban la cabina de la camioneta.

G.O cayó en el pecho de Seung Ho, ambos luchando por respirar, G.O besó el cuello de Seung Ho. Qué manera de comenzar su mañana. Acarició con la nariz el cuello de Seung Ho, inhalando el olor de su sudor, y debajo estaba el olor familiar de Seung Ho. G.O se estaba convirtiendo rápidamente en adicto a la manera en que olía Seung Ho. G.O estaba empezando a asociar el hogar y la seguridad con el olor de Seung Ho.

G.O se inclinó hacia atrás, sintiendo calambres en su estómago a medida que se inclinaba y sostuvo su costado. El dolor se sentía incómodo como el infierno, y cada vez peor. G.O se movió del regazo de Seung Ho, y Seung Ho no lo detuvo. Gracias a Dios que el hinchado pene de Seung Ho estaba bajando. Los ojos de su pareja se estrecharon mientras estudiaba la cara de G.O. La preocupación llenaba sus ojos mientras veía a G.O apartarse sosteniendo su costado izquierdo. —¿Qué te sucede?

—No lo sé —dijo G.O mientras dejaba salir un largo suspiro—. Me duele el estómago. —Se balanceó en cuatro patas mientras  apretaba   la  cabeza   contra  el  brazo  de Seung Ho, sintiendo como si su estómago estuviera queriéndose salir.

—Háblame, G.O. —Seung Ho envolvió su brazo alrededor de la cintura de G.O, levantándole el mentón por lo que G.O pudo ver sus ojos grises. Se veían tan preocupados, tan llenos de preocupación—. ¿Tengo que salir corriendo al hospital?

G.O abrió la boca para responder, y todo lo que salió fue un extraño sonido estrangulado. Algo le estaba destrozando por dentro. Dolía tan malditamente tanto. G.O arqueó la espalda y lanzó la cabeza hacia atrás dejando salir un grito y luego apoyó la cabeza en el hombro de Seung Ho de nuevo.

—Eso es todo —dijo Seung Ho mientras encendía la camioneta y tomaba el camino, pero G.O tomó la muñeca de su pareja jalándola tan fuerte como pudo pero sabiendo que no era lo suficientemente fuerte.

—No lo hagas —se lamió los labios, tratando de hablar a través del dolor—. No manejes. Te necesito.

—Pero necesito llevarte al hospital —dijo Seung Ho dejando la camioneta detenida sus ojos mas abiertos y sus manos temblando—. ¿Que se supone que haga?

—Ll-llamar a alguien —dijo G.O antes de acostarse sobre su espalda, gritando y clavando sus garras en el pecho. Sintió dos fuertes manos agarrándolo, apartando las garras de su pecho. Seung Ho detenía fuertemente las manos de G.O mientras hablaba rápidamente por su teléfono celular usando la otra mano. G.O no podía oír lo que estaba diciendo Seung Ho. La sangre corría demasiado rápido en sus oídos para que pudiera oír algo. Todo lo que sentía era el dolor, un dolor insoportable.

Seung Ho arrojó su teléfono en el tablero mientras sacaba a G.O de la camioneta y lo acostaba en la hierba del campo al   lado de la carretera. —Háblame, bebé. Por favor, dime lo que te está pasando. —Su voz era tensa, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras acunaba a G.O en su regazo—. ¿Qué te pasa, G.O?

G.O jadeaba por el dolor, esperando a que cediera un poco para poder hablar. —Duele —gimió—, me duele mucho el cuerpo—. El dolor se había extendido. Había comenzado en el estómago, pero ahora G.O lo sentía por todo su maldito cuerpo. Era como fuego corriendo por su torrente sanguíneo.

Sus huesos se sentían como si estuvieran demasiado largos, demasiados duros. —Mi-mi cuerpo.

—Mierda —Seung Ho maldijo—. Mierda, mierda, mierda. —Él bajó a G.O, pasando su mano sobre el cuerpo de G.O. Sus ojos estaban tan malditamente grandes que G.O quería reírse. Si tan sólo no le doliera malditamente tanto.

—¡G.O! —Seung Ho gritó.

 

G.O parpadeó abriendo más los ojos y viendo a Seung Ho.

 

—No estabas respirando.

 

¿No había estado respirando? ¿Cuándo? G.O ni siquiera se acordaba de haber cerrado los ojos. —¿Qué me está  pasando?—gimió mientras se retorcía por el suelo.

 

—Pá, ¡ayúdame! —Seung Ho gritó.

 

¿El padre de Seung Ho estaba aquí? ¿Desde cuándo? Los ojos de G.O rodaron hacia atrás mientras su cuerpo convulsionaba, sus uñas se enterraban en la tierra mientras veía fijamente a Seung Ho—. Ayúdame —murmuró antes de que las convulsiones giraran su cuerpo.

—Oh, Dios mío —dijo Lee Joon, lo suficientemente fuerte para penetrar a través del dolor de G.O—. Esta jodidamente cambiando.

—¿A qué? —Seung Ho gritó—. ¡Qué está pasando con mi pareja!

G.O volvió a caer al suelo, sentía en su espalda cada piedrecilla y cada brizna de hierba en su piel desnuda. Recordaba vagamente que estaba desnudo de la cintura para abajo, pero eso estaba hasta abajo en su lista de mierdas. Sólo quería su cuerpo de nuevo, su propio cuerpo.

—Hijo, sostenlo —dijo el padre mientras se arrodillaba junto a la cabeza de G.O—. Tómalo y sostenlo en tu regazo. ¿Cómo estás, G.O?

G.O se lamió los labios, saboreando la sangre. Debió de haberse  mordido el  labio, pero  no  recordaba  haberlo hecho.

-Estoy desnudo —dijo, tratando de sonreír, pero sabía que no lo había logrado muy bien.

—Si. —El señor Moon sonrió, pero G.O podía ver la preocupación en los ojos del anciano—. Puedo ver eso.

G.O cerró los ojos y, por primera vez, vio lo que le estaba destrozando por dentro. Vio a un oso de pelo negro en el centro de su cuerpo. Se veía confundido, incluso asustado, cuando vio a G.O y entonces clavó sus garras en las costillas de G.O. Cuando G.O gritó, el oso dio marcha atrás, como si no estuviera seguro de lo que había hecho en realidad. G.O pudo ver que el oso no estaba realmente tratando de hacerle daño. Podía sentir el miedo del oso, su confusión. Simplemente quería salir. G.O podía verlo en los profundos ojos verdes del oso.

El oso tenía ojos verdes. Los ojos de G.O, sólo que más oscuros. El oso era G.O.

El oso lo vio por un momento y luego vio las costillas de G.O otra vez, dudando. Volvió a ver a G.O, una mirada indefensa en sus ojos antes de que rugiera y comenzara a luchar de    nuevo para salir. G.O gritó cuando vio la mirada de pánico en los ojos del oso.

—Él quiere salir —gritó G.O.

 

—¿Quién? ¿Quién quiere salir, G.O? —Seung Ho preguntó mientras pasaba las manos arriba y abajo de las piernas de G.O—. Dime, mi amor. Por favor, dime lo que está pasando.

—Mi... —G.O volvió a gritar, sus huesos se quebraban en sus hombros y rodillas. Gimió y trató de rodar, pero las manos, las fuertes manos, lo estaban presionando. G.O intentó hablar de nuevo, temía que la siguiente ola de dolor causara que se desmayara, y los hombres necesitaban saber—. Mi oso quiere salir.

—¿Tu qué? —Seung Ho le preguntó, con los ojos de nuevo bien abiertos.

—¿Ha dicho su oso? —Lee Joon preguntó.

 

—Está confundido. No quiere hacerme daño, pero quiere salir. —dijo G.O al sentir náuseas formándose en la garganta. Giró la cabeza a tiempo para vomitar, los hombres lo sostenían colocándolo  de lado.

—Si estás cambiando, hijo, tienes que dejar de luchar contra eso. Es tu primer cambio. Podría matarte si no dejas que simplemente suceda.

Eso era más fácil decirlo que hacerlo. G.O estaba jodidamente aterrado. No debería haber ningún animal tratando de salir de él. No debería de haber ningún animal, y punto.

—¿Cómo? —Seung Ho preguntó.

 

—Nos preocuparemos por el cómo más tarde, hijo. En este momento tenemos que pensar en conseguir que atraviese por su primer cambio.

 

Lo que fuera que el señor Moon dijo fue ahogado por los gritos de G.O. Sus huesos se quebraban, sus articulaciones se separaban y se unían en donde quiera que ajustaran, quebrándose y reformándose. G.O sintió que en su piel algo estaba creciendo. No estaba seguro de cómo lo sabía. Sólo lo sabía.

—Santo infierno —murmuró Lee Joon acercándose.

 

G.O estaba en el suelo jadeando, le dolía la cabeza, pero finalmente estaba clara. Parpadeó varias veces, enfocando su vista. Todo parecía más nítido, más vibrante de lo que incluso había visto naturalmente antes. Las hojas eran más verdes, y G.O, incluso podía oír a los animales que se escondían lejos entre los arbustos y árboles. G.O podía oír el viento soplar y el olor de la tierra con fuerza. Un impulso de correr tensó sus músculos, haciendo que se pusiera de pie con las piernas temblorosas.

Hasta el rostro de Seung Ho era más claro, como si G.O lo estuviera viendo realmente por primera vez. Se inclinó hacia su pareja, oliéndolo sobre sus temblorosas piernas.

—Maldición, bebé, eres asombroso —dijo Seung Ho mientras sonreía—. Simplemente impresionante.

—Llamaré al restaurante y le avisaré a Baekho lo que está pasando —dijo el señor Moon mientras veía a G.O con curiosidad—. Me gustaría saber qué infiernos acaba de pasar.

G.O rodó sobre su espalda, inclinando la cabeza a un lado mientras veía al señor Moon. No estaba seguro de por qué hacía eso, pero sentía en sus entrañas una enorme necesidad de que el padre supiera que G.O reconocía que era más dominante y estaba a cargo.

El señor Moon se inclinó, apoyando sus rodillas sobre la hierba mientras acariciaba el cuello de G.O y luego su  vientre.

-Yo te acepto en mi manada, G.O.

 

Tan pronto como el señor Moon, dijo las palabras, G.O se giró juguetonamente. Quería rodar en la hierba, dejando su olor detrás.

—Ve a correr con tu pareja, Seung Ho. Lee Joon llevaré la camioneta de regreso a casa. Voy a llamar al médico para que pueda examinar a G.O. No lo mantengas fuera demasiado tiempo.

—No lo haré —dijo Seung Ho sonriéndole a G.O. Su pareja se desnudó y cambió a su oso. G.O de nuevo mostró su abdomen e inclinó el cuello. Seung Ho empujó el hocico por el cuello de G.O, dándole un ligero mordisco antes de empujar a G.O para que se levantara.

G.O se levantó, mirando hacia atrás al señor Moon y luego a Seung Ho en su forma de oso. G.O lamió la boca de Seung Ho, inhalando su aroma, familiarizarse con el olor de su pareja en forma de oso.

—Vayan a correr. —El señor Moon dijo como si fuera una orden. G.O se sentía en la necesidad de obedecer. Seung Ho salió primero, y G.O corrió tras él, sintiéndose más libre de lo que se había sentido en su vida. No estaba seguro de qué demonios había pasado, pero a su oso no le importaba, como tampoco le importaba a G.O en ese momento.

Examinaría todo más tarde. En ese momento todo lo que quería hacer era perseguir a Seung Ho y correr.

 

 

 

 

 Continuara...

 

 

 


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