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47. El Apareamiento de Seung Ri (28) por dayanstyle

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Seung Ri gimió cuando lentamente abrió los ojos. Fue un infierno de sueño el que había tenido. ¿Qué había comido durante la cena? Sea lo que sea, sabía que debería de evitarlo. Aunque tenía que admitir que estaba impresionado con lo vívido que había sido.

«¿Un lobo?»

«Jesús»Nunca había tenido una imaginación así antes.

¿Desde  cuándo  soñaba  con  hombres convirtiéndose en animales? Quizás necesitaba su propio consejero.

—Estás despierto.

«Oh. Jodido infierno».

El hombre era real.

¡Y estaba sentado en su cama!

 

Seung Ri trató de incorporarse, pero se mareó y se dejó caer en la cama. Se cubrió los ojos con un brazo, esperando aun estar soñando. Porque si no era así, la vida había dado un giro equivocado en alguna parte.

—¿Cómo te sientes? —Daesung preguntó, sus dedos recorriendo la cabeza de Seung Ri—. Tuviste un desagradable desmayo detrás del sofá.

Seung Ri se quedó muy quieto. No estaba seguro de qué decir a un hombre desnudo sentado en su cama. Por cierto, un hombre desnudo muy hermoso.

—Estoy bien —bufó, tratando de escabullirse del hombre.

—Deja de huir de mí. Sólo estoy revisando tu cabeza.

Seung Ri dejó de moverse, permitiendo que Daesung lo revisara. No estaba seguro de por qué, pero le gustaban las manos del hombre en él.

«Oh, Dios. Realmente estoy perdido. Me gusta un maldito lobo».

 

Daesung le sonrió a Seung Ri, y Seung Ri se derritió en el momento. El brillo de la sonrisa calentó a Seung Ri donde estaba acostado.

El hombre era realmente hermoso.

 

«Pero eso no significa que debas enamorarte de él. Hola, es un maldito shifter».

 

La bofetada mental de Seung Ri no fue buena.

 

Los ojos grises de Daesung brillaban mientras miraba a Seung Ri. ¿Cómo se suponía que iba a defenderse de una sonrisa como esa? —Creo que vas a vivir —dijo Daesung mientras se inclinaba hacia atrás.

—Gracias —respondió Seung Ri sin convicción mientras se incorporaba y apoyaba la espalda contra la cabecera—. Creo.

Daesung se rio y el pene de Seung Ri se endureció. Al parecer, no importaba lo mucho que luchara en contra de la atracción hacia Daesung, nada funcionaba.

Estaba empezando a pensar que nada lo haría.

—Nunca tuve la oportunidad de regresarte el cumplido.

 

Seung Ri se ruborizó. No podía creer que le había dicho a Daesung que pensaba que era hermoso. Seung Ri normalmente no era tan directo.

—Sólo para que conste, creo que eres un sexy- paquete.

—¿En serio? —Seung Ri dijo antes de poder pensarlo mejor—. Quiero decir, gracias.

Dios, se estaba convirtiendo en un idiota junto a este hombre. Bueno, no podría culparse. Después de todo, el hombre estaba desnudo. Sus hombros eran anchos, su cuerpo era robusto y musculoso, y parecía diez años más joven cuando sonreía.

—De nada —dijo Daesung lentamente mientras se inclinaba más cerca de Seung Ri.

—Voy a hacer algo por lo que me he estado muriendo por hacer desde que puse los ojos en ti. Te voy a besar, pareja. Así que si quieres mutilarme, hazlo ahora.

Eso era lo último que Seung Ri quería hacer.

 

Daesung se inclinó hacia delante, rozando sus labios con los de Seung Ri, haciéndolo temblar ante el contacto. Los labios de Daesung eran cálidos y acogedores, y podía oler un toque de menta.

—Quiero lamerte por todas partes —gruñó suavemente en la boca de Seung Ri.

Seung Ri estaba con eso. A él le gustaba ser lamido. Amaba ser lamido, sobre todo si el baño de lengua venía de este hombre. —Está bien.

Daesung sonrió y Seung Ri se olvidó de todo lo de los lobos y sólo pensaba en el hombre. Incluso olvido por qué estaba tan  asustado.

 

Lo único que quería era que Daesung lo besara con esos deliciosos labios.

Y Seung Ri consiguió su deseo.

 

Daesung presionó la boca de Seung Ri, por lo que el sabor de menta de Daesung se quedó en la lengua de Seung Ri. Él también sintió el calor y la pasión en el beso. Daesung estaba jugando para siempre.

Seung Ri gritó cuando Daesung lo jaló hacia abajo desde la cabecera de la cama con una maldita mano. «¡Una de sus manos!» Eso encendió a Seung Ri e inmediatamente abrió las piernas. Se daba cuenta de que con Daesung, Seung Ri se estaba convirtiendo en un puto sin sentido y no le importaba en lo más mínimo. Lo único que quería en ese momento era el gran y musculoso cuerpo de Daesung envolviéndolo.

—Quiero joderte, Seung Ri. Quiero hundir mi pene en tu culo y hacerte mío.

Bien. Él estaba para todo eso.

 

Daesung dejaba besos por un lado del cuello de Seung Ri y luego por el otro lado del cuello de Seung Ri. La punta de su lengua permaneció alrededor de la manzana de Adam de Seung Ri, jugando suavemente con sus labios mientras el gran hombre gemía. Daesung estaba cubriéndolo, arriba de él, su pene contra el abdomen de Seung Ri, y la humedad que goteaba sobre su abdomen sólo le recordaba a Seung Ri que tenía un sexy hombre acostado sobre él.

Esto era una locura… Esto era una locura. Pero Seung Ri no podía lograr expresar una protesta. Estaba demasiado ocupado temblando ante la exploración de Daesung.

—Tienes demasiada ropa, Seung Ri. Así era.

 

Seung Ri movió sus caderas mientras Daesung desabrochaba sus pantalones y se los bajaba, lanzándolos a un lado.

—Jodidamente perfecto.

—Gracias —dijo Seung Ri mientras sentía un rubor arrastrándose por su cuello y cara.

Daesung se inclinó hacia delante, tomando la punta del pene de Seung Ri en su boca mientras su mano subía y bajaba por las piernas de Seung Ri, sus uñas raspando a lo largo de la piel de Seung Ri.

La mano derecha de Daesung bajó y tomó los tobillos de Seung Ri mientras tomaba el pene de Seung Ri hasta la parte posterior de la garganta.

Su mano izquierda recorrió la parte posterior del muslo de Seung Ri, agarrando su culo mientras chupaba a Seung Ri.

—¡Daesung! —Las manos de Seung Ri recorrían el cabello de Daesung mientras gemía.

Daesung se apartó, permitiendo que el pene de Seung Ri se deslizara de entre sus labios. —Pon tus piernas sobre mis hombros. —Daesung ayudó a Seung Ri hasta que estuvo a horcajadas en la cara del hombre. Dios, Seung Ri nunca había sentido algo tan malditamente bueno en su vida.

Daesung gruñó y giró a Seung Ri sobre su abdomen, luego envolvió su brazo alrededor de la cintura de Seung Ri y lo jaló, levantando el culo de Seung Ri en el aire. Daesung estuvo de nuevo sobre Seung Ri, sólo que esta vez le estaba lamiendo el culo como un hombre moribundo. Seung Ri gritó, sus dedos se cerraron en la manta cuando Daesung clavó dos dedos en el culo de Seung Ri.

—Joder —Seung Ri jadeó, la palabra demasiado confusa y en voz baja para ser oídas. Daesung iba a ser su muerte.

 

Él nunca había tenido a alguien que lo tratara así. La vida sexual de Seung Ri, por desgracia, carecía de cualquier pasión o calor.

Pero Daesung estaba cambiando eso. Niño, ese era un cambio.

Daesung se inclinó aún más hacia abajo, chupando el saco de Seung Ri en su boca. Si el hombre estaba tratando de convencer a Seung Ri que era bueno, estaba haciendo un  trabajo malditamente bueno en eso.

—Mio —gruñó mientras Daesung movía los dedos en el culo de Seung Ri—. Todo mio.

Su voz se había vuelto ronca y baja, haciendo que Seung Ri temblara. Quería sentir los músculos, el sudor y la agonía de placer detrás de él cuando Daesung le jodiera contra la cabecera.

¡Quería a Daesung dentro de él!

—Daesung.

—Aun no, cariño. —Daesung dijo las palabras mientras lamía la grieta de Seung Ri.

Cuando Seung Ri gritó, no estaba seguro de poder tomar más tortura de este magnífico hombre. Quería sentir a Daesung golpeando su carne.

La mano de Daesung se deslizó desde la cadera de Seung Ri para rodear su pene, dándole un ligero jalón mientras su lengua bañaba el culo de Seung Ri. Acariciaba el pene de Seung Ri lentamente, volviéndolo loco.

—Vas a hacer que me corra —advirtió Seung Ri.

Los dedos de Daesung se deslizaron hasta la base del pene de Seung Ri, agarrándolo y deteniendo la explosión de su orgasmo.

Nunca, jamás en su vida, Seung Ri había sido lamido tan a fondo. Infiernos, él nunca había sido lamido, y punto, y se encontró con que amaba sentir la lengua de Daesung en su culo, y en todo alrededor de su culo.

El hombre giraba la lengua en el agujero de Seung Ri llenándolo y luego sacó la lengua e introdujo sus dedos, haciendo que Seung Ri se levantara.

—Tranquilo, niño —instruyó Daesung mientras se inclinaba hacia atrás—. Ya he terminado de torturar tu culo con mi lengua. Ahora es el momento de complacerte con mi pene.

En su estado de aturdimiento, Seung Ri tuvo tres segundos completos para averiguar lo que el hombre estaba diciendo antes de que Daesung se sumergiera en su culo.

—¡Oh, Dios! —Seung Ri gritó.

—¿Te gusta? —Daesung bromeó mientras agarraba las caderas de Seung Ri y se empujaba en él y luego se detuvo—. No puedo oírte, pareja.

—No te detengas, por favor, ¡no te detengas!

—No pienso detenerte hasta que seas mío. —Daesung se empujó otra vez, su pene golpeando el dulce punto de Seung Ri cada vez que se retiraba—. Vas a ser mío, Seung Ri.

—Tuyo —gritó Seung Ri. Estaría de acuerdo con cualquier cosa en este momento con tal de que Daesung no dejara de joderlo.

Daesung colocó su mano en medio de los omóplatos de Seung Ri, presionando hasta que los hombros de Seung Ri tocaban el colchón y su culo estuvo en el aire.

—Tan lindo.

Seung Ri gimió, su pene palpitando tanto que era casi doloroso. Movía sus piernas y el frente de los muslos de Daesung se fundía con la parte posterior de las piernas de Seung Ri, impidiendo que se movieran.

Daesung lamió una larga fila hasta la columna de Seung Ri, haciendo que Seung Ri ronroneara de placer.

El hombre seguro como la mierda que amaba usar su lengua. Daesung estaba detrás de Seung Ri, mostrándole a Seung Ri cuán dominante era realmente.

Daesung usó sus piernas y extendió a Seung Ri más. Malditamente cerca de subir a la espalda de Seung Ri mientras se empujaba más profundo, más duro y más rápido, encerrando completamente a Seung Ri bajo de la pared de  músculos.

—Tu  culo  se  siente tan malditamente  bien, cariño. Podría vivir dentro de él para siempre.

 

Seung Ri se empujó hacia atrás ante las palabras de Daesung, sintiendo su pene pulsar. —Dios, Daesung. Me estás volviendo loco.

—Ese es mi plan, cariño. Y estaba haciendo un trabajo muy bueno en eso.

 

Seung Ri gritó cuando Daesung tomó un puñado del cabello de Seung Ri e inclinó la cabeza hacia un lado. Una explosión de placer sensual recorrió a Seung Ri por la manera en que Daesung estaba tomando lo que quería.

El hombre lo estaba controlando, dominando, y Seung Ri estaba disfrutando de cada segundo de eso.

—¡Mío!

 

Seung Ri gritó con tanta fuerza y por tanto tiempo, que su voz se desgarró cuando Daesung lo mordió en el cuello. Su pene explotó sobre la manta debajo de él y su visión se volvió borrosa.

Daesung aumentó su empuje mientras gruñía en el hombro de Seung Ri. Daesung lamió la herida, se puso rígido, y luego echó la cabeza hacia atrás y rugió su liberación.

Seung Ri podía sentir los íntimos pulsos del pene de Daesung en su culo cuando el hombre derramó su semilla dentro de él.

—Mío —dijo Daesung más suavemente mientras lamía el hombro de Seung Ri—. Ahora estás ligado a mí, Seung Ri.

«Oh, infiernos»¿Qué jodidos había hecho?

 

 

 

 Continuara...

 


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