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49. Toma mi Mano (29) por dayanstyle

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Hyukjin se movía por la cocina del restaurante para tener las cosas listas para Yoseob mientras su mente vagabundeaba por centésima vez hacia Changbum.

¿Por qué Changbum le había dado un orgasmo alucinante y luego lo había dejado a la mitad de la noche? Había intentado convencerse de que era porque Changbum era un vampiro, pero Hyukjin no estaba seguro si debía sentirse utilizado o no. Pensó que habían estado muy bien juntos anoche —aunque Hyukjin no estaba seguro de qué pensar sobre toda la cosa de vampiro y la mordida. Eso no era su fetiche, pero después de que Changbum le había dado no uno, sino dos orgasmos que explotaron su mente al morderlo, Hyukjin rápidamente estaba cambiando de opinión.

Cuando revisó su cara en el espejo esta mañana, no sólo no vio las marcas dejadas por el ataque, sino que tampoco había visto moretones en su cuello. Eso era algo muy bueno. Explicarle las marcas de mordida a Hyuk no habría sido fácil.

-Podrías soñar con Changbum en el descanso -dijo Yoseob mientras movía sus dedos en el mostrador sobre el que Hyukjin estaba trabajando-. En este momento necesito las cebollas.

¿Cómo infiernos hizo Yoseob para saber acerca de Hyukjin y Changbum? No creía que había sido ruidoso anoche. ¿Lo habría sido? Hyukjin sintió el calor en su cara como si estuviera de pie a la luz directa del sol, mientras Hyuk se reía desde el fregadero.

 

«Bien, ahora mi hermano menor sabe que me gustan los hombres».

 

Pero, si él estaba leyendo las cosas correctamente, entonces Hyuk también lo hacía.

Hyukjin dejó las cebollas en un tazón pequeño y se lo entregó a Yoseob, preguntándose si había un agujero en alguna parte en el que pudiera meterse. Tímidamente miró a Hyuk, preocupado por lo que su hermano ahora pensara de él.

-Suéltalo, Hyukjin. Lo he sabido desde hace algún  tiempo -bromeó Hyuk mientras sumergía una olla grande en el agua jabonosa-. Puedes ser un hombre del tipo privado, pero no puedes ocultar el hecho de que tus ojos vagabundean hacia los hombres.

«Bueno, maldición». Hyukjin había pensado que Hyuk nunca atrapó las miradas sutiles o leves gemidos cuando veía a un hombre muy caliente y tentador. Pero el escuchar que su hermano estaba bien con que Hyukjin fuera gay no lo hacía admitir abiertamente una maldita cosa.

-Está bien, suficiente   de   bromear   con   tu hermano. Necesitamos movernos. El restaurante se llenará en unos diez minutos. Necesitas poner la cara en el juego -dijo Yoseob mientras asaba las cebollas que Hyukjin le acababa de   entregar-. Por lo general, hay mas gente en la comida.

Hyuk gruñó, con el rostro intenso mientras le mostraba a Yoseob que tenía  la  cara en  el juego. Hyukjin tenía  que reírse. Hyuk ya estaba empezando a relajarse, y no había estado en el pueblo ni veinticuatro horas.

Una vez más a Hyukjin le pareció que el lugar era un poco demasiado perfecto, pero podía ver que era bueno para Hyuk. Su hermano menor estaba más sonriente desde que llegaron de lo que había estado en los meses que habían estado en la carretera. También podría ser por Leo esa sonrisa juguetona en el rostro de su hermano. Hacía sentir mejor a Hyukjin que Hyuk se viera tan feliz. Un agrio Hyuk no era algo con lo que quisiera tratar nunca de nuevo.

Hyukjin hizo a un lado la idea de Hyuk y la remplazó con Changbum. Su pene se animó con la idea del hombre moreno y guapo. Su piel cosquilleó con el recuerdo de lo que habían hecho juntos anoche. Quería—-¿Tengo que tirar un cubo de hielo sobre  tu cabeza? -Yoseob preguntó mientras chasqueaba los dedos delante de la cara de Hyukjin-. Deja eso fuera.

Hyukjin asintió rápidamente y regresó a trabajar, rezando para no haberle dejado una mala impresión a Yoseob. Baekho era quien contrataba, pero Yoseob era el que diría si quería mantener a Hyukjin o no.

Mierda, Changbum estaba volviendo loco a Hyukjin.

 

Trabajó duro el resto de la jornada, alejando los pensamientos de Changbum cada vez que llegaban a sus manos, que era cada cinco malditos minutos.

Hyukjin limpió su área de trabajo cuando la gente en el restaurante disminuyó. Para un pueblo pequeño, seguro como la mierda tenía muchos clientes. Hyukjin se había sorprendido de lo ocupados que habían estado no solo en la cena sino también en la comida.

-¿Es siempre así?

 

-La mayoría de los días -dijo Yoseob mientras apilaba un plato con carne asada y puré de papas-. Mañana vas a trabajar con Rasa. Él es un tipo realmente agradable, pero tiene una forma de cocinar demasiado en serio para mí. Yo evitaría soñar despierto si fuera tú.

Hyukjin asintió, con ganas de preguntarle si Yoseob iba a darle una buena recomendación a Baekho. En su lugar, salió del restaurante y miró alrededor del pequeño pueblo, mientras esperaba su aventón. Era una tarde agradable, una cálida brisa soplaba. Hyukjin se mordió el labio inferior mientras veía de nuevo el restaurante y luego comenzó a vagabundear por la calle. Él no iba a estar fuera mucho tiempo, y explorar un poco más no hacía daño. Después de todo, si él y Hyuk iban a hacer de este pueblo su casa, debería llegar a conocer algunos de los negocios.

Hyukjin vio un taller con unos cuantos vehículos estacionados afuera y a través de la puerta abierta pudo oír las herramientas eléctricas que utilizaban y se preguntó hasta qué hora el lugar permanecía abierto. No es que  debiera importarle. No tenía un maldito carro.

Viendo del otro lado de la calle, Hyukjin vio una tienda de motocicletas. El letrero decía Motocicletas Wu. Él tampoco era dueño de una motocicleta. Había una librería en el mismo lado del taller y también una pequeña oficina de correos.

Pero al lado de la tienda de motocicletas había un edificio que despertó la curiosidad de Hyukjin. Centro de Ayuda Zhang.

¿Que harían ahí? ¿Qué servicios ofrecerían? Hyukjin caminó rápidamente a través de la calle, con la intención de encontrar los horarios de trabajo publicados en la puerta o la ventana y encontró que el lugar seguía abierto.

Había un hombre con el cabello corto color rubio rojizo sentado detrás del escritorio, otro con el cabello castaño corto apoyando la cadera casualmente contra el escritorio. Lo que llamó la atención de Hyukjin era el hombre de los guantes azules sentado en una mesa de la habitación, mirando por encima de  lo que parecía ser un libro de contabilidad.

Hyukjin abrió la puerta, haciendo una mueca cuando todas las miradas giraron hacia él.

 

-Hola -dijo el hombre detrás del escritorio, poniéndose de pie y caminando hacia Hyukjin-. Soy Zelo Zhang. ¿Necesitas ayuda?

Hyukjin miró a los otros dos hombres. Ellos lo veían con curiosidad. El de los guantes azules se rascó el brazo y mordió su labio inferior. La mirada de Hyukjin se concentró en los guantes de látex azul. El tipo estaba revisando un libro. ¿Por qué usaba guantes para eso?

-Yo solo... -¿Por qué vino aquí? Tenía un trabajo y un lugar para quedarse. Él realmente no tenía ninguna necesidad de ayuda.

-Tómate tu tiempo -dijo el hombre del  pelo castaño-. Soy Xiumin. Si necesitas ver unos folletos, están ahí por la ventana. -Señaló una mesa con varios contenedores y folletos en cada uno de ellos. Hyukjin se acercó a la mesa, esperando que los tres hombres apartaran su atención de él.

-Hay que asegurarse de dejar los folletos de nuevo bien en el contenedor correcto. Sí, sí hay que hacerlo -el hombre de los guantes azules declaró y rápidamente desvió la mirada, cuando Hyukjin miró sobre su hombro al hombre.

-Él es Niel -dijo Zelo-. Es un buen tipo, pero quisquilloso con el orden.

Hyukjin asintió, con mucho cuidado colocó los folletos de nuevo en el contenedor correcto. Tal vez debería haberse sólo quedado en el restaurante. -¿Qué servicios ofrecen aquí? -¿Y por qué acababa de hacer esa  pregunta?

Zelo se encogió de hombros. -Depende de lo que necesites. Ofrecemos ayuda financiera para aquellos que buscan obtener un préstamo del banco o para lograr reparar su vehículo en el taller de Eli. Ofrecemos asesoramiento, refugio, reuniones

—dependiendo para lo que estés necesitando una reunión—  y también ayudamos a encontrar trabajo. Y a finales de este mes, estaremos ofreciendo servicios para las adolescentes que están embarazadas, y consejería para parejas jóvenes que están embarazadas. El hombre a veces, simplemente necesita tanta ayuda como la mujer.

Zelo no había incluido nada de lo que Hyukjin podría necesitar. Todo parecía maravilloso, pero él no necesitaba un crédito ni reparar un carro. No le hacía falta un refugio, ni una reunión, y él no estaba embarazado. Y él también tenía un trabajo.

-¿Qué tipo de orientación ofrecen? -Joder, ¿por qué no se callaba y caminaba de regreso al restaurante? Hyukjin no estaba tratando de hacer que todo el mundo aquí supiera sus problemas. Pero había una profunda voz interior que le decía que le diera sentido a lo que le había sucedido, a todas las cosas alrededor de él y de su vida. Se sentía como un completo desastre y no veía un fin en algún lugar cerca. Incluso con su sobre análisis no estaba teniendo las respuestas que necesitaba. Y Hyukjin había sobre analizado su situación a muerte mientras trabajaba en la cocina.

Zelo miró a los dos hombres en la habitación, y luego otra vez a Hyukjin. Hubo un destello de algo indefinible en los ojos. La postura de Zelo se volvió un poco más rígida. -Podemos hablar atrás -señaló hacia la parte posterior del edificio.

Hyukjin no lo creía. Él no iba a ir a ninguna parte con alguien que no conocía. Chansung había sido una excepción. Hyuk y él habían necesitado un lugar para quedarse, y no le había gustado aceptar el aventón por parte de un extraño anoche. De cualquier modo ¿Por qué estaba considerando hablar con  Zelo?

-He terminado con los libros -dijo Niel poniéndose de pie, llevándose el pequeño libro con él mientras se dirigía hacia la puerta, deteniéndose brevemente para enderezar los folletos ya derechos-. Voy a ir al lado y ver lo que está haciendo Minnie.

-Te voy a acompañar ahí -dijo Xiumin, mientras sostenía la puerta abierta, y ambos salieron. Hyukjin los vio pasar por delante de la gran ventana del frente, vio a Xiumin girar los ojos hacia él y luego alejar la mirada.

-Seguro  que sé cómo desocupar una habitación, ¿huh? -dijo Hyukjin, nervioso, con la mirada aun fija a la ventana y más allá al pueblo.

-No te preocupes por ellos. Ven, siéntate. -Zelo señaló una silla plegable de metal marrón frente a su escritorio-. ¿Te puedo ofrecer algo de beber?

-Agua. -Hyukjin contestó mientras se sentaba. La silla no era la más cómoda. Hacía que le dolieran sus nalgas. Y después del sexo fantástico que Changbum le había dado anoche, todavía estaba un poco adolorido. Una silla de metal no era en donde tenía que estar sentado en este momento.

Zelo señaló con la cabeza, en dirección a la parte de atrás. Hyukjin vio hacia la puerta, preguntándose si él solo debería huir de esto. Esto era una locura. Ni siquiera estaba seguro de si sería prudente hablar de lo que le había sucedido. Las cosas estaban bien ahora. ¿Por qué molestar el carretón con manzanas7?

-Aquí tienes. -Zelo regresó al frente, con un vaso de agua en la mano. Él se lo dio a Hyukjin y luego se sentó en la silla junto a Hyukjin. ¿Por qué no se había ido  detrás  de  su escritorio? Esto era un poco demasiado íntimo para el gusto de Hyukjin. Zelo debería de estar sentado en la silla acolchada, y Hyukjin debería de estar acostado viendo al techo y confesando la historia de su vida.

 

Así que ¿por qué estaban aquí sentados uno frente al otro?

-En primer lugar -comenzó Zelo, sonriéndole a Hyukjin-, sería bueno saber tu nombre. -Su voz se había suavizado, volviéndose un tono más suave. Sus ojos verdes eran amables, haciendo de este el trabajo perfecto para el hombre. De alguna manera Zelo hizo que Hyukjin se relajara mientras estaba sentado ahí preguntándose por dónde empezar.

-Hyukjin, Jang Hyukjin.

 

-Es bueno conocerte Hyukjin. -Zelo dio unas palmaditas en el hombro de Hyukjin. El toque fue tan ligero que si Hyukjin no hubiera visto a Zelo, no lo habría sentido-. Ahora, empieza en cualquier lugar que te guste. Ni siquiera tiene que ser acerca de por qué quieres hablar.

Hyukjin estaba un poco confundido. ¿Por qué Zelo no quería que hablara sobre por qué estaba aquí? -Fui     atacado -soltó Hyukjin y rápidamente bajó la mirada hacia el vaso de agua en sus manos. «Sigue así».

-¿El atacante sigue siendo una amenaza para ti,  Hyukjin?

-Zelo no perdió el tiempo en preguntar.

 

Hyukjin negó con la cabeza, y luego se encogió  de hombros. -Aún no lo sé. Fue en el rancho de los Moon.

-¿En la casa de Pa? -Zelo parecía sorprendido. Empezó a ponerse de pie, líneas alrededor de sus labios-. ¿Fue uno de los hombres Moon?

-No -respondió rápidamente Hyukjin-. No, los Moon han sido muy amables al dejar que Hyuk y yo nos quedemos ahí.

-¿Quién es Hyuk?

-Mi hermano menor.

Zelo pareció relajarse, sentándose en su silla. -Perdona. Supongo que no debo perder la compostura, pero pensar que uno de los Moon te hubiera atacado  me  tomó  por sorpresa. Ellos realmente son un buen grupo de hombres.

Al ver que Zelo era tan humano como Hyukjin, él asintió, sintiendo la tensión lentamente escurrirse de sus músculos y su tenso estomago. -Lo son.

-Entonces, ¿quieres hablarme sobre el ataque?

 

¿Quería? Al contar la historia, Hyukjin tendría que revelar lo que sucedió después, ¿no es así? ¿Sabría Zelo que los vampiros no sólo existen, sino que vivían aquí en la villa Kim? ¿Podría traicionar el secreto de Changbum tan fácilmente? Hyukjin parpadeó para contener las lágrimas que amenazaban con salir mientras veía un punto en el suelo. No había pensado que el ataque le hubiera afectado tanto. Changbum lo había subido por las escaleras y se había ocupado de sus heridas físicas, luego había tenido el mejor sexo de su vida.

Pero él no había tratado con el ataque. -Va a sonar estúpido -dijo mientras tomaba un sorbo de agua. Sabía a agua de la llave con un ligero sabor metálico.

-Si te molesta, entonces no es estúpido. Diferentes personas reaccionan a las situaciones estresantes de diferentes maneras. Lo que podría ser importante para ti puede no serlo para otra persona, y viceversa.

No tenía mucho sentido, pero Hyukjin estaba empezando a sentirse tonto por buscar a alguien con quien hablar. Infiernos, ni siquiera había pensado que era un problema hasta ahora. -Yo estaba parado en la ventana de mi dormitorio y vi a mi hermano en el corral. La siguiente cosa que supe es que vi una sombra frente a su camino. Corrí escaleras abajo mientras el atacante iba tras de mi hermano. No pensé, no tenía tiempo para hacerlo. Lo único que pasaba por mi mente era mantener seguro a Hyuk. Acabé saltando sobre el hombre y traté de mantener al extraño lejos de Hyuk.

-Eso fue muy valiente de tu parte.

 

-No, eso fue muy tonto. Yo podría haber sido asesinado. Y no sabía ni quién era el hombre o por qué trató de atacar a Hyuk en primer lugar.

-¿Cómo te hace sentir?

-¿El ataque? Zelo asintió.

-Aterrorizado. El   hombre me cortó abrió mi  rostro…

-Hyukjin se quedó en silencio mientras sus dedos trazaban una cicatriz que no estaba ahí, recordando que Changbum lo había sanado. No había una cicatriz en la cara para corroborar su historia. ¿Zelo lo vería como un loco o no le creería?

-Tómate tu tiempo, Hyukjin.

 

No estaba tratando de ganar tiempo. Hyukjin estaba tratando de encontrar la manera de terminar la historia sin traicionar a Changbum. Por mucho que el hombre le intimidara, Hyukjin no podía divulgar el secreto de Changbum. Había algo en Changbum que no solo lo atraía sino que hacía que Hyukjin se sintiera seguro. Lo cual era muy extraño teniendo en cuenta que Changbum le asustaba un poco.

-Me siento atraído por alguien que me asusta. -Hyukjin no sólo lo sentía también veía sus manos temblar mientras se preguntaba por qué estaba confesando sus miedos y problemas. Zelo era un completo desconocido, aun así estaba aquí hablando de sus asuntos.

-¿De quién? -Zelo preguntó mientras se sentaba un poco más derecho.

 

«Oh, no». Hyukjin no iba a dar ningún nombre. -Prefiero no decírtelo. Sé que suena loco, pero siento esta profunda atracción y conexión con él. Debería huir. Realmente debería... -Hyukjin se puso de pie, caminando hacia la mesa en la que Niel había estado sentado y comenzó a pasearse frente a ella.

-Parece que estas manejando mucho -comentó Zelo.

 

Hyukjin se mordió el labio inferior y luego dejó que el dique se abriera. Él lo había mantenido fuertemente cerrado durante tanto tiempo que probablemente no podría haber detenido que las palabras salieran, aunque lo había intentado. -Mi padre murió cuando Hyuk tenía dos. Mi mamá nos crió sola, no volvió a casarse. Ella hizo un gran trabajo, pero luego el cáncer se llevó a mamá. Yo estaba en mi propio departamento para ese entonces y me llevé a Hyuk conmigo. Lo estábamos haciendo bien, ambos trabajábamos, hasta que el bastardo del propietario acorraló a Hyuk y lo abordó. Cuando Hyuk lo rechazó completamente, me dijo que nunca agregué a Hyuk en el contrato de arrendamiento y que eso era una violación de contrato. Nos desalojó. Hemos estado vagando de ciudad en ciudad, encontrando trabajos esporádicos desde entonces.

-Y estás abrumado por la responsabilidad de asegurarte de que tanto Hyuk como tu estén a salvo y bien cuidados.

Hyukjin miró a Zelo. -¡Exactamente! Me preocupa todo. Quiero decir, yo no pedí ser el guardián de mi hermano, no es que me queje, pero me da miedo como el infierno saber que tengo una vida dependiendo de mí.

-¿Qué edad tiene Hyuk? -Zelo preguntó.

-Veintiuno.

-Parece que tiene edad suficiente para cuidar de sí mismo.

-Pero yo soy el hermano mayor. Tenemos que permanecer juntos, y es mi trabajo asegurarme de que no le pase nada.

-Tengo un hermano mayor. Su nombre es Lay. Él hizo un trabajo muy bueno cuidando de mí, pero llega un momento en que nosotros los hermanos menores queremos abrir nuestras alas y tratar de volar por nuestra cuenta. Te sorprenderás de lo que Hyuk será capaz de hacer.

-No es solo eso. -Hyukjin movió la mano ante la declaración de Zelo-. Es todo.

-¿Sobrecargado?

 

Hyukjin asintió. -Y luego, cuando el hombre mostró sus garras cortándome la cara, todos mis temores, mis preocupaciones, todo lo que yo había estado manteniendo en el interior llegó a un punto, que ni yo sabía.

-De nuevo -dijo Zelo poniéndose de pie, cruzando la pequeña habitación hacia Hyukjin-, ¿cómo te hace sentir el ataque?

-¡Jodidamente violado! Me sentía indefenso. Yo quería hacerle daño al hombre. Yo quería matarlo por ir tras Hyuk. En cambio, el maldito casi me mata -Hyukjin dejó de caminar, frotándose  las  manos  en  la  cara-. Pensé  que  iba  a  morir -murmuró.

 

Zelo puso una mano sobre su hombro, dándole un ligero apretón. -Pero has sobrevivido.

Sí, había sobrevivido. Pero ahora sabía que los vampiros existían, y no podía hablar de eso con Zelo. Con la única persona que podía hablar sobre lo que sentía era con Changbum. Y él no estaba muy convencido de hablar con un vampiro sobre su miedo a los vampiros.

 

-Hay algo más que te carcome.

El hombre era muy perspicaz, pero Hyukjin tenía que mantener eso para sí mismo. Se encogió de hombros. -Me siento un poco abrumado. -Hyukjin utilizó la palabra descriptiva de Zelo para resumir todo en pocas palabras.

-¿Dijiste que el hombre mostró sus garras y te corto en la cara?

¿Lo había hecho? Mierda. Hyukjin curvó los labios, jugó con los folletos en los contenedores. Había estado tan atrapado con Zelo diciéndole lo que pasó que no había sido discreto.

-Cuéntame acerca de este hombre que te asusta y emociona, al mismo tiempo.

-¿Quién dijo algo sobre que él me emociona? -Hyukjin preguntó.

-Porque -dijo Zelo mientras sonreía-. Conozco esa mirada. Eres muy serio acerca de ese hombre.

Hyukjin dejó escapar un largo suspiro, el sonido fue fuerte en la pequeña habitación. Él puso sus manos en su espalda baja, viendo a la mesa que estaba al frente. -Él no es como cualquier hombre que haya conocido antes. -¿Y no era eso la maldita verdad?

Zelo se sentó en la mesa, cruzando los brazos sobre el pecho mientras escuchaba.

-Él es maravilloso y aterrador, encantador  e intimidante. ¿Cómo puede un hombre ser todas esas cosas al mismo tiempo?

-¿Qué tiene él que te intimida?

 

La oscura y amenazadora apariencia que Changbum tenía en el pasillo. La forma en que le había advertido a Hyukjin que se mantuviera a distancia. Los colmillos en la boca del hombre. La sensación de que podía perderse en Changbum y perder  su corazón. Había una lista de cosas, pero finalmente Hyukjin se dio cuenta de cual era la verdadera respuesta. -Confiar en él para que cuide de mi corazón.

-Siento interrumpir.

 

Hyukjin sintió su corazón acelerarse al oír la voz de Changbum detrás de él. ¿Cuánto tiempo habría estado ahí? ¿Cuánto habría oído?

-¿Sí? -Zelo preguntó.

 

Hyukjin se giró lentamente, viendo a los pies de Changbum, demasiado avergonzado para ver más arriba.

-Tienes un montón de gente buscándote, Hyukjin. -El tono de voz de Changbum no era de enojado, ni siquiera herido. Quería preguntar por qué Changbum estaba ahí, pero Zelo estaba en la habitación, y Hyukjin no quería que el consejero supiera que era Changbum de quien había estado hablando.

-¿En serio? -Zelo preguntó.

 

La puerta se abrió y entró uno de los Moon. Hyukjin no estaba seguro cuál. Todos se veían iguales. La única razón por la que reconocía a Leo del resto se debía a que el hombre estaba interesado en  Hyuk.

-Les dije a todos que estabas aquí -proclamó con orgullo-, porque soy inteligente.

Zelo se río. -Hola, Lee Joon.

-Hola a ti también -dijo Lee Joon-. ¿Has terminado de exprimir su cabeza? porque voy a llevarlo a casa antes de que se acaben la  cena.

-Mentiroso -dijo Mir mientras se deslizaba detrás de Lee Joon-. Ya te comiste dos porciones antes de que Hoon llamara diciendo que nadie podía encontrar a Hyukjin.

Así que esa era la razón de que Changbum estuviera aquí. ¿Le pidieron que viniera o fue voluntario? -Siento preocupar a todos.

Lee Joon movió la mano desestimándolo. -No  es nada. Hemos tenido que buscar cuerpos antes.

«Está bien» Hyukjin nunca había oído hablar de esa forma antes. Quizás tendría que mantenerse alejado de Lee Joon.

Hyukjin se dio la oportunidad de ver a Changbum, viendo que el hombre lo veía con una cuidadosa e indescriptible expresión. De nuevo sintió el cuarto lleno de gente mirándolo. -Estoy listo -dijo mientras pasaba a Zelo, y luego a Lee Joon y Mir. Hyukjin se detuvo cuando Changbum deslizó su mano sobre la suya, impidiéndole hacer una rápida salida.

La medida lo tomó por sorpresa. Hyukjin quería sentir el toque de Changbum y no estaba seguro de qué hacer. Changbum le dio un ligero jalón y Hyukjin lo siguió fuera del centro de ayuda. Aun seguía confundido como el infierno, incluso después de hablar con Zelo, pero sabía que iba a seguir la forma tranquila de Changbum a cualquier lugar.

Y eso era lo que le asustaba más.

 

 

 Continuara...

 


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