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49. Toma mi Mano (29) por dayanstyle

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Changbum pasó las manos sobre la espalda de Hyukjin, aliviado de que su pareja estuviera a salvo y acostado en su cama. Había utilizado más la llamada de la sangre en un maldito día, de lo que lo había hecho en toda su vida. La casa estaba en orden, los cachorros de regreso en donde debían estar, y los shifter habían acabado con la mayoría de los lobos que habían atacado — aunque Jongin tuvo que derribar a Kris y evitar que le prendiera fuego a la casa. Changbum nunca había visto a Eric tan enojado como cuando el enorme hombre T.O.P, apuntó la  bazuca a uno de los lobos en el porche.

Por lo que Changbum había oído, los lobos Timber tenían a los lobos grises que habían quedado y ellos se estaban encargando del pequeño problemita. Estaba jodidamente agradecido  de que la casa no había ardido en llamas ni volado en pedazos.

«Malditos locos shifters».

 

-¿Te estoy aburriendo? -Hyukjin preguntó mientras empujaba el hombro de Changbum, logrando que saliera de sus pensamientos.

Changbum se río, agarrando a Hyukjin alrededor de la cintura y jalando a su pareja en la cama. -No puedes escapar de mí tan fácilmente.

Hyukjin se reía mientras Changbum se sentaba a horcajadas en sus caderas. -¿No me vas a dejar ir, verdad?

Changbum se inclinó hacia adelante, presionando sus labios en la mejilla de Hyukjin, acariciando su piel más que besándola, y luego le murmuró al oído. -Quiero tu respiración en mi cada vez que cierres los ojos. -Su lengua comenzó a descender lentamente por debajo de la mandíbula de Hyukjin, sintiendo que su pareja se estremecía cuando besó la otra mejilla, de nuevo murmuró-: Quiero que me anheles como una adicción, dulce, dulce Hyukjin. -Changbum rozó un beso en la frente de Hyukjin, en cada párpado, y luego bajó la cabeza al cuello de su pareja, inhalando el olor ya familiar del hombre que amaba. Se apartó y besó sobre el corazón de Hyukjin-. Pero sobre todo, Hyukjin, quiero que me ames.

Hyukjin acunó la cara de Changbum y le dio un beso, los labios de Hyukjin eran cálidos y dulces mientras suavemente masajeaba los labios de Changbum enviándole oleadas de deseo que recorrían el cuerpo de Changbum. Sus emociones giraban mientras Hyukjin profundizaba el beso y enviaba ondas de choque a través del   cuerpo de Changbum.

Cuando Hyukjin liberó la cara de Changbum, la cabeza  de Changbum giraba con la pasión del beso. -Yo ya te amo, Changbum.

Changbum extendió la mano, acariciando con sus nudillos un lado de la firme mandíbula de Hyukjin. Una dura, áspera y estremecedora respiración lo recorrió cuando Hyukjin lo miró con el calor sexual, brillando en sus ojos de color   café cobrizo. -¿Entonces por qué me tienes miedo, Hyukjin?

Hyukjin se encogió de hombros ligeramente y luego besó la palma de Changbum. -Ya lo sabes.

-Porque tengo tu corazón.

-No suenes tan arrogante -Hyukjin se rio-. Pero tienes que admitir, que me asustaste anoche.

¿Cómo Changbum había olvidado eso? -Eso fue porque tu sangre olía tan malditamente dulce que tenía miedo de saltar sobre ti ahí en el pasillo.

-¿En serio? -Hyukjin le preguntó con sorpresa en el tono-. ¿Me echaste porque te gustó la forma en que olía?

-No -dijo Changbum mientras deslizaba sus manos bajo la camiseta de Hyukjin, disfrutando de la sensación de la suave piel de su pareja, y luego pellizcó los pezones de Hyukjin. Sonrió cuando su pareja gimió-. No me gustaba la  forma  en que olías. La amo. Eso me estaba volviendo loco. Hacía que todos mis sentidos cobraran vida -Changbum mordió el cuello de Hyukjin, soltando un pequeño rugido-. Y todavía lo hace.

-Así que tengo lo que deseas -bromeó Hyukjin.

 

-Te deseo totalmente, Hyukjin, y no sólo tu sangre. -Changbum estaba tan fuertemente adolorido ahora que sentía como si fuera a perder su propia piel. Eso era fuerte y doloroso.

-Sólo me quieres por mi cuerpo -Hyukjin se rio y luego se dobló, tomando por sorpresa a Changbum al ponerlo  de espaldas-. Dos pueden jugar a eso, mi vampiro adictivo.

Changbum se quedó atónito. Nunca se había fijado que Hyukjin fuera tan agresivo, especialmente no en la cama. Levantó la cabeza, colocando sus manos sobre su pecho mientras veía a Hyukjin desabrochar sus jeans y luego bajar el cierre. Maldición, el hombre era sexy como una jodida cuando   estaba   a cargo. Changbum podía vivir con eso.

Hyukjin jaló los jeans de Changbum hasta que los bajó por las caderas de Changbum y se los quitó. Hyukjin fue luego por la camisa de Changbum. -Ahora tú eres el que está desnudo, mientras que yo todavía estoy vestido.

-Estoy a tu merced -dijo Changbum mientras extendía sus brazos-. Haz lo que quieras.

-Seguro como el infierno que espero no hacerlo mal -dijo Hyukjin mientras bajaba la cabeza y llevaba el pene de Changbum a su boca.

 

-¡Hyukjin! -Changbum veía estrellas mientras Hyukjin llevaba el eje de Changbum hacia abajo. Las manos de Hyukjin lentamente se movían hacia cada lado del cuerpo de Changbum, hasta llegar a sus muslos. Changbum se quedó sin aliento ante la dulce agonía cuando Hyukjin acunó sus bolas, sus dedos jugando con el saco apretado de Changbum mientras su lengua giraba alrededor del pene de Changbum, haciendo que Changbum gimiera su aprobación. Su pareja exploró el cuerpo de Changbum mientras sus labios se apretaban alrededor del eje de Changbum y entonces fue hacia arriba.

-Dios, Hyukjin -Changbum entrelazó los dedos en el cabello de Hyukjin, jalando algunos mechones cuando Hyukjin tomó de nuevo el pene de Changbum en su garganta-. H-Hyukjin.

Hyukjin se inclinó y comenzó a mamar la cabeza del pene de Changbum. Changbum se rompía en un millón de estrellas brillantes mientras disparaba su semilla en la parte de atrás de la boca de su pareja. Changbum respiraba inundando su alma de aire mientras lentamente su cuerpo se formaba de nuevo.

Se sentía sin huesos, incapaz de moverse mientras Hyukjin se enderezaba y le sonreía a Changbum. -¿Listo?

 

Changbum sólo tenía la suficiente energía para arquear una ceja.

 

Hyukjin se río y luego se empujó de la cama y se denudó. Changbum se quedó con la boca abierta cuando Hyukjin lanzó su camiseta a un lado y luego pellizcó sus propios pezones, gimiendo como una ramera. Su flácido pene se estremeció, haciendo su mejor esfuerzo por volver a la vida.

Su pareja se lamió los labios y gimió, y luego empujó los jeans por sus piernas, palmeó su pene, acariciándose un par de veces antes de patear los jeans a un lado. -No te veas tan sorprendido. -Hyukjin subió a la cama de rodillas, y luego deslizó su mano bajo la almohada, sacando el tubo de lubricante.

«Oh, demonios».

 

Hyukjin iba...

«Oh, demonios».

 

-Mi turno -dijo Hyukjin mientras retiraba la tapa y lubricaba sus dedos. Changbum tragó saliva duro cuando Hyukjin dejó la botella de lubricante a un lado y luego metió la mano entre las piernas de Changbum. Sus ojos se cruzaron, cuando Hyukjin recorrió su agujero. Sus piernas comenzaron a temblar, respiró lentamente, haciendo su mejor esfuerzo para relajarse.

-Confía en mí, Changbum. Te va a encantar.

 

-Confío en ti -dijo Changbum, mientras veía hacia abajo, sintiendo los dedos de Hyukjin empujando dentro de él-. Solo que nunca H-H-Hyukjin. Oh, Dios, Hyukjin.

Changbum podía oír a su pareja reír mientras lentamente insertaba un segundo dedo, abriéndolos en tijera. Changbum alzó las piernas, y luego plantó los pies en la cama, dejando caer las piernas a los lados.

-Así es, simplemente gírate hacia mí.

 

Changbum levantó la cabeza, entrecerrando los ojos. -¿Quién eres tú y qué has hecho con mi pareja?

Hyukjin se carcajeó... y luego empujó un tercer dedo en el culo de Changbum.

-Um, ah, sí, mierda. -Lo que Changbum estaba diciendo no tenía absolutamente ningún sentido, y no podría importarle menos. Lo que Hyukjin le estaba haciendo era ¡jodidamente fantástico! Changbum tomó una rápida respiración y luego la dejó escapar lentamente mientras el ardor se calmaba y el placer se extendió sobre su ingle, haciendo que Changbum levantara sus caderas, queriendo que Hyukjin empujara los dedos más profundo dentro de él.

-Te lo dije -Hyukjin le sonrió.

 

Changbum podría siempre deslumbrarse por la sonrisa de su pareja. Levantó los brazos, pasando la yema de su dedo pulgar sobre los labios de Hyukjin. -Ahí está.

La sonrisa de Hyukjin se tambaleó mientras veía confundido a Changbum -¿Qué?

-El brillo -dijo Changbum. Sonriendo cuando Hyukjin se ruborizó-. No vuelvas a perderlo otra vez. Es impresionante.

Hyukjin sacó su mano liberándola y luego se inclinó sobre Changbum, tomando su boca en un dulce y devorador beso. Changbum sintió como si estuviera siendo levantado al cielo con el sabor de su pareja en su boca. Hyukjin pasó la lengua por los dientes de Changbum, mordiendo su labio inferior, y entonces se apartó -¿Listo?

Changbum asintió. -Pórtate travieso conmigo.

 

Los ojos de color cobre de Hyukjin brillaban mientras tomaba el lubricante, cubriendo su pene antes de colocar su pene entre las piernas de Changbum. Changbum no podía apartar los ojos de Hyukjin. Su pareja finalmente se veía feliz. Sonreía como un loco, sólo eso hacía a Changbum sonreír.

Changbum abrió más las piernas mientras la cabeza del pene de Hyukjin sondeaba su agujero. Changbum envolvió sus piernas alrededor de Hyukjin, plantando los talones sobre el culo de su pareja, y luego se empujó, enterrándose hasta la raíz en el pene de Hyukjin.

-Changbum -murmuró Hyukjin bajando la cabeza y cerrando los ojos.

-No cierres los ojos -dijo Changbum, aunque tenía que admitir que eso jodidamente dolía. Tenía que recordar no hacer algo tan estúpido de nuevo. Tomar un pene hasta el fondo de su culo la primera vez fue una jugada muy tonta.

 

Hyukjin abrió los ojos, el color café ardía como  calor líquido. Changbum levantó la mano y jaló a su pareja hacia abajo, jalándolo del cabello mientras tomaba los labios de Hyukjin con los suyos. Hyukjin comenzó a mover sus caderas, y el placer fue puro y explosivo.

Changbum curvaba los dedos en el cabello de Hyukjin mientras su pareja colocaba sus manos a cada lado de la cabeza de Changbum. -Changbum -Hyukjin murmuró en la boca de Changbum-. Te amo, Changbum.

La cabeza de Changbum cayó hacia atrás, separando sus labios mientras arqueaba su espalda. Hyukjin se empujó más profundo, con largos empujes, haciendo que Changbum sintiera como si su cuerpo estuviera medio helado y medio en flamas.

-Eres tan malditamente impresionante -dijo Hyukjin mientras sacaba su pene casi totalmente del culo de Changbum y luego empujó sus caderas hacia delante-. Quiero envejecer contigo. Te amo tanto que no quiero vivir sin ti.

Changbum gruñó y se rodó, colocando a Hyukjin debajo de él. Se sentó a horcajadas en las caderas de su pareja, haciendo que el pene de Hyukjin entrara más profundo en su culo. -Nunca te dejaré ir, Hyukjin. -Changbum se inclinó hacia adelante, colocando las manos sobre la cama. Empezó a moverse hacia atrás y adelante tomando un ritmo. Se contuvo tanto como pudo.

Changbum mordió el cuello de Hyukjin, el sabor de la sangre de su pareja estalló en su boca mientras Hyukjin gritaba. Changbum gruñó, empujando su culo hacia el pene de Hyukjin, exprimiendo hasta la última maldita semilla del pene de Hyukjin.

Changbum lanzó un gruñido cuando sintió los dedos de Hyukjin curvarse alrededor de su pene, jalándolo, Changbum estaba bebiendo la sangre de Hyukjin y corriéndose al  mismo tiempo. Lamió la herida cerrándola, respirando con dificultad mientras lentamente sacaba el flácido pene de Hyukjin. -Maldición -Changbum jadeó y cayó de costado, deseando que hubiera un ventilador en la habitación porque estaba sudando como el infierno.

-Mmm -murmuró Hyukjin mientras se acurrucaba junto a Changbum.

Changbum giró la cabeza, besando la parte de atrás de la cabeza de su pareja, cerrando los ojos y sonriendo mientras se quedaba dormido.

 

 

 

-¿Puedo verte en mi oficina?

 

Hyukjin se secó rápidamente las manos en una toalla de manos y siguió a Baekho. Esto era todo. Baekho iba a contratarlo o decirle que se fuera. Él rezaba por conseguir el trabajo. Había trabajado mucho ayer y hoy. Hyukjin había ido aún más allá, asegurándose de que ni a Yoseob ni a Rasa les faltara algo mientras cocinaban. Y Yoseob tenía razón. Rasa no perdía el tiempo en la cocina. El tipo era realmente agradable, pero muy exigente.

-Toma asiento -Baekho señaló con la mano la silla del otro lado de su escritorio, cuando Hyukjin entró en la oficina.

Hyukjin se sentó obedientemente.

-Te he visto durante todo el día de ayer -comenzó Baekho.

¿Lo había hecho? ¿Cuándo? Hyukjin no recordaba haber visto a Baekho ayer. Pero, él había estado tan ocupado que un autobús pudo haberse estrellado en el frente del restaurante y Hyukjin no se habría dado cuenta.

-Trabajas bien bajo presión y ayudaste a Yoseob enormemente.   Rasa me dice que está impresionado contigo. Eso es algo viniendo del vaquero. Te voy a contratar. Pero te lo advierto, Hyukjin, no sueñes despierto. Sé lo que es estar caliente, pero deja la lujuria por mi hasta después de tu hora de salida.

Hyukjin  se  quedó  con  la  boca  abierta  hasta  su pecho. ¿Hablaba en serio? ¿Cuando le dio a su jefe la impresión de que lo quería? Hyukjin se exprimía el cerebro, pero no podía pensar en algún momento en que pudo darle a Baekho una impresión equivocada. -Yo... ¿qué?

Baekho se echó a reír. -Solo estoy bromeando. Regresa al trabajo.

Hyukjin se rascó la cabeza, preguntándose en qué infiernos se acababa de meter. Bueno, al menos su jefe tenía sentido del humor. Eso era algo bueno, eso esperaba.

Baekho salió de la oficina, silbando. Hyukjin se reía consigo mismo, sacudiendo la cabeza. Él podía ver que iba a tener un infierno de vida aquí en la villa Kim. La gente estaba tan loca como el infierno, pero eran agradables. Estaba feliz de no haberse ido. No sólo se habría perdido lo mejor de su vida, sino que realmente le gustaba este pueblo.

A pesar de que todavía pensaba que era un poco demasiado perfecto.

Hyukjin se sobresaltó y se agarró del respaldo de la silla en que había estado sentado cuando un hombre apareció en la oficina de la nada. No creía que se acostumbraría a eso. Era extraño como el infierno.

-¿Quién eres? -Hyukjin le preguntó al hombre que veía la oficina de Baekho. El hombre pasó los dedos por la parte de atrás de la silla de la oficina de Baekho, deslizando sus dedos como si hubiera encontrado un centímetro de polvo.

 

-Tengo una propuesta para ti. -Levantó una aburrida mirada hacia Hyukjin. Un escalofrío recorrió  la  espalda  de Hyukjin. Los ojos del hombre estaban llenos de odio  y desprecio. Hyukjin nunca había visto a nadie tan insensible en su maldita vida.

-De donde yo vengo,   podría   hacer   que   te arresten. -Hyukjin mentalmente sacudió la cabeza. Se estaba volviendo tan loco como los residentes del pueblo y sólo había estado aquí cuarenta y ocho horas.

La esquina de los labios del hombre se elevaron en lo que debería haber sido una sonrisa. Hyukjin se estremeció.

-Te pagaré un millón de dólares por dejar el pueblo.

 

Hyukjin estaba sorprendido. ¿Había oído bien  al hombre? «¿Un millón de dólares? ¿Americanos?»-¿Puedo preguntar por qué me quiere pagar para que deje el pueblo? -Hyukjin preguntó con cautela. Tenía ganas de preguntar si el hombre quería que saliera del pueblo al atardecer. Así era como se sentía toda esta situación. Quizás debería correr y conseguir un revólver de seis tiros, junto con el sombrero de vaquero de Rasa.

El hombre cruzó las manos detrás de la espalda, recorriendo con la mirada a Hyukjin como si fuera mierda de perro en el zapato del hombre. El vello de Hyukjin se erizó, sintiendo lentamente construirse la ira en su interior. Podría no ser rico como este hombre que al parecer lo era, pero no había razón para que viera a Hyukjin como si fuera un inútil.

-Mi hijo parece haber perdido el camino. Si pierde a su pareja, entonces él se convertirá en un asesino despiadado, algo para lo que lo he estado preparando durante toda su vida. Tu, Jang Hyukjin, eres la única cosa que se interpone en mi camino.

 

Hyukjin tenía un mal presentimiento sobre todo esto. -¿Y quién es tu hijo?

-Changbum. Ahora, ¿aceptas mi oferta?

 

Hyukjin se sentó de nuevo, cruzando una pierna sobre la otra, y luego puso las manos sobre sus rodillas. -¿Cuánto crees que vale Changbum?

El hombre se echó a reír, pero el  sonido  no  era gracioso. -Astuto hombre de negocios. Puedo respetar eso. Di tu precio, y podemos negociar.

Hyukjin se inclinó hacia atrás, moviendo el brazo sobre el respaldo de la silla. -No creo que haya una cantidad de dólares  para lo invaluable.

Los ojos del hombre se estrecharon, mostrando ira cuando se aferró al respaldo de la silla de Baekho, las uñas se alargaron y cortaban la suave piel, recordándole a Hyukjin que no estaba tratando con un humano. ¿Cómo podía haberlo olvidado tan fácilmente? Este tipo probablemente podría drenarlo y dejarlo seco, pero Hyukjin se mantuvo firme. Changbum significaba más para él que cualquier cantidad de dólares. Él estaba siendo honesto cuando le dijo que Changbum era invaluable.

-Eres un pobre tonto. El último hombre que trató de emparejarse con uno de mis hijos trató con Changbum. No es en absoluto lo que aparenta ser. Changbum es sanguinario. Ha participado en cacerías en las que ha matado shifters por la pura alegría del deporte. Cuales sean las fantasiosas nociones que tengas de él, son solo ilusiones. Ahora, toma el dinero antes de que retire la oferta de la mesa y acabe matándote.

Sí, Hyukjin ahora estaba malditamente asustado. El hombre parecía que iba a cumplir su promesa. Pero, de nuevo...

-Puede tomar su mierda y salir de la oficina de mi jefe -respondió con furia, el pensar que alguien tratara de separarlo de su pareja hacía que su carácter no solo aumentara, sino que explotara-. No me importa si me amenaza con destriparme. No voy a dejar ir a Changbum. No hay un jodido precio que puede nombrar que me haga desistir. -Hyukjin sólo rezaba que no le abriera el vientre. El hombre se veía como si pudiera hacerlo.

Hyukjin corrió alrededor de la silla, haciendo todo lo posible para alejarse del padre de Changbum, pero el hombre fue más rápido. Estiró el brazo y tomó el cuello de Hyukjin, jalándolo hacia atrás. -Entonces podemos resolver este asunto de una manera diferente. -Hyukjin tenía la sensación de que sabía lo que implicaba una manera diferente, e hizo todo lo posible por cubrirse el cuello con las manos.

-Hyukjin, pensé que te dije —Wow, wow, wow -gruñó Baekho entrando a la oficina, viendo a Hyukjin y al padre de Changbum-. Aparta las malditas manos de él.

-¿Y qué vas a hacer si me niego, shifter?

 

Hyukjin estaba sorprendido por la cínica manera que el hombre dijo la palabra shifter. Realmente no le agradaba su suegro. El hombre era un imbécil, y Hyukjin estaba contento de que Changbum se hubiera alejado del imbécil cuando lo hizo. Se estremeció al pensar en cómo Changbum habría sido si este hombre hubiera conseguido su deseo.

Baekho sonrió, pero la sonrisa no fue nada amable. Si el hombre no fuera su jefe, y Hyukjin no supiera que era un hombre amable, podría rezar para que Baekho no fuera tras él. La sonrisa era francamente diabólica.

-¿Por qué no eliges a alguien de tu propio tamaño?

 

«¿Propio tamaño?» Baekho era como dos veces el tamaño del hombre. Por supuesto, Hyukjin no iba a señalar eso. Esperaba que Baekho limpiara el suelo con este imbécil. Aún le enojaba que el padre de Changbum le pusiera precio a la felicidad de su hijo. No había suficiente dinero en el mundo para hacer que Hyukjin dejara a Changbum.

Había aprendido la lección de la manera difícil, lo que se sentía no tener a su pareja a su lado. No quería volver a experimentar esa sensación desgarradora del alma otra vez.

-Admítelo -dijo el padre de Changbum mientras cerraba más fuerte los dedos en el cuello de la camisa de Hyukjin, la tela del frente de la camisa se tensó incómodamente. El hombre podría estrangularlo de esta manera-. Todos ustedes shifters son unos salvajes.

-Algunos días, pero ¿no lo somos todos? -Baekho respondió.

El suegro de Hyukjin dejó escapar una risa mientras se acercaba más a Hyukjin. Más cerca no era lo que Hyukjin quería. Quería que el imbécil soltara la parte de atrás de su maldita camisa para que él pudiera moverse tan lejos como le fuera posible.

-He demostrado que los shifter no son más que bárbaros salvajes. ¿Cómo crees que los lobos encontraron a los osos?

Hyukjin se puso rígido, y lentamente giró la cabeza hacia el padre de Changbum. -¿Tu los enviaste?"

-Mi pequeño regalo a Changbum por emparejarse.

-¿Hay algún problema?

Hyukjin jadeó al ver al hombre de pie en el marco de la puerta. Tenía que estar malditamente arriba de los dos metros — aunque no tan alto como Jongin —y sus buenos ciento treinta kilos de puro músculo. Seguro como la mierda que esperaba que este tipo estuviera de su lado.

La cabeza de Hyuk apareció por un lado del recién llegado, sonriéndole a Hyukjin y levantando el pulgar. -Te he traído   una   ayuda   muy   grande   -murmuró y señaló al hombre-. Su  nombre  es  E.Den.

Hyukjin rodó los ojos. Hyuk podría  ser  un  maldito tonto. Pero Hyukjin habría besado a su hermano ahora por enviar al tipo aquí. Él podría usar toda la ayuda posible.

-Uh, ¿alguien me puede ayudar con esto? -Hyukjin preguntó.

-Por supuesto -dijo E.Den mientras entraba en su oficina y le dio un revés al padre de Changbum con tanta fuerza que Hyukjin fue puesto en libertad inmediatamente. Rápidamente se apresuró hacia el otro lado de la oficina, quedándose de pie junto a  Hyuk.

-Pagarás por esto -gruñó el padre de Hyukjin, viendo a E.Den como si ya fuera un hombre muerto.

-No, si le digo al Príncipe que estas iniciando esta mierda de nuevo, Sang Kyung -gruñó Baekho.

El hombre entrecerró los ojos hacia Baekho y luego desapareció, pero no antes de dar una mirada fulminante a Hyukjin. Maldición, su suegro era espeluznante como el infierno.

-Gracias -dijo Hyukjin mientras hacía su mejor esfuerzo por enderezar su camisa, pero era una causa perdida. La parte trasera se extendía fuera de forma. ¿Qué sucedía con la familia de Changbum que arruinaban sus malditas camisas?

-La próxima vez grita -dijo E.Den mientras salía de la oficina-. Vamos, Hyuk, vamos a terminar nuestro debate sobre los lobos contra los osos.

Hyuk saltaba ansioso, mientras seguía a E.Den a la cocina. Hyukjin nunca entendería cómo Hyuk hacía amigos tan malditamente rápido. Pero gracias a Dios que los tenía.

-¿Estás bien? -Baekho preguntó mientras veía la maltratada camisa de Hyukjin.

-No está tan mal para usarse.

Baekho le estaba dando esa extraña mirada de nuevo. Se la había dado el día en que entró en el restaurante. -¿Te pasa algo?

Baekho se encogió de hombros. -Muchos hombres hubieran tomado el millón de dólares y corrido. ¿Por qué elegiste a tu pareja sobre el dinero que Sang Kyung te ofreció?

-¿Cuánto aceptarías por dejar a Ren?

 

Baekho gruñó. -No hay suficiente dinero en el mundo para que deje a mi pareja.

-Exactamente -dijo Hyukjin mientras se giraba hacia la puerta, sólo para ver a Changbum de pie con una sonrisa que podría iluminar el mundo entero.

-Gracias.

 

-Y esa es mi señal para salir -dijo Baekho mientras se deslizaba por un lado de Changbum.

-Hombre, juro que sabes exactamente cuándo aparecer. ¿Tienes algún tipo de radar que se enciende cada vez que hablo sobre mis sentimientos  por ti?

Changbum se carcajeó, entrando a la oficina y jalando a Hyukjin a sus brazos. Hyukjin se inclinó hacia atrás en los brazos de Changbum para ver el rostro del hombre, y vaya si los labios de su pareja no eran besables. -No, pero me alegró saber dónde estoy parado contigo.

Hyukjin bajó la cabeza, sintiendo la cara caliente.

-Awww -dijo Hyuk detrás de ellos-. Mejor besa al hombre.

-Fuera, Hyuk -gruñó Hyukjin-. ¿Por qué no estas acosando a E.Den?

Hyuk se reía mientras se dirigía de nuevo al área de la cocina, dejando a Hyukjin y Changbum solos para besarse. Y vaya si Hyukjin no estaba disfrutando de cada segundo de eso.

-¿Todos los que no son humanos están locos? Parece que cada persona paranormal que me encuentro  necesita terapia. Me sorprende que Zelo no esté reservado por los próximos diez años.

Changbum se reía mientras besaba a Hyukjin en la punta de la nariz. -Vine a darte un aventón a casa.

-En un vehículo o… -Hyukjin se aferró a Changbum mientras su pareja lo llevaba de regreso al rancho. Debería de haber sabido que Changbum haría las cosas de la manera extraña.

 

 

Continuara...

 

 

 


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