Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La historia de mi vida por punke

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenas noshes(?)

Les traígo un nuevo capitulo, con un poquito más del dramaqueen que es Kakashi.








Los personajes aqui presentes no me pertenecen mas que a sus respectivos autores y las actitudes de cada personaje fue de cada partner que lo interpreto.

Capitulo cuatro: Amarga navidad

 

Después de haber aclarado la situación con Nero, y saber que Itachi no estaba embarazado, tuve de nuevo esperanzas de que podría con mi relación, ya no había secretos entre nosotros; al menos no de mi parte; y si él no se había ido después de saber sobre mi primera intención con él, sentí que ya estábamos un escalón arriba y estando a inicios de diciembre solo podía pensar en que quería pasar esas fechas decembrina a su lado, además no había mucho que hacer como había empezado a trabajar en Akatsuki no tenía derecho a pedir vacaciones por lo que sería la primera vez en 9 años que no pasaría esas fiestas con los Namikaze.

 

Pero me sentía positivo ante eso, además en el trabajo ya empezaban a asignarme misiones únicamente a mí, muchas de ser guardan espaldas de famosos que salían de viaje a algún evento a los cuales iban como invitados. La fama que tenía en la agencia se debía a que durante las capacitaciones y entrenamientos que nos proporcionaban siempre era de los primeros lugares, tenía amplios conocimientos para la defensa cuerpo a cuerpo debido a los 7 años que tenia de experiencia en el judo, me hice experto en el manejo de armas ya que por igual me había metido a cursos independientes a la carrera universitaria, porque lo cierto es que yo siempre quise ser policía y mi plan era entrar a la academia pero Minato me convenció de que era mejor tener una carrera profesional que se le relacionara, que de esa forma tendría mejores oportunidades y como siempre, tenía razón.

 

Así entonces realizaba ya trabajos de ser escolta, en uno de esos trabajos me toco escoltar al escritor Yuki Eiri, junto a su familia, su esposo Fye D. Flowright e hijo Riku, un niño adorable al cual recuerdo aun con mucho cariño porque desde que me conoció me veía maravillado y apenas tenía la posibilidad se me acercaba para pedirme que le enseñara mis instrumentos de trabajo, que no eran la gran pero le entusiasmaba saber porque me veía como policía y él quería ser policía cuando fuese mayor, Fye era un hombre igualmente muy amable y dulce que procuraba mi comodidad cuando los acompañaba, ambos eran demasiado buenos como para que merecieran a la basura que era Yuki; porque Riku no era el único fascinado conmigo.

 

Después de unas tres misiones donde tuve que escoltarlos de ida y vuelta a la cuidad, Yuki siguió pidiendo mis servicios de escolta, pero únicamente para él, solía acompañarlo a los bares a los cuales asistía, su pretexto; había estado recibiendo cartas de amenaza por parte de un grupo de personas que al parecer conocían que él cometido un crimen en norte América del que nunca se le vio culpable porque su hermano o cuñado lo encubrieron, he olvidado y la verdad no me interesa recordarlo, pero en fin, entre esas noches que tenía que acompañarlo y me tocaba regresarlo a su departamento; donde solo él tenía acceso ya que en la casa donde vivía con Fye y Riku, no encontraba la inspiración para “trabajar”; siempre lo llevaba a rastras ya que apenas podía caminar de lo ebrio que acababa, y era en ese estado alcoholizado donde más hacía evidente su gusto por mí, no tenía más que elogios y halagos para mi sobre todo: mi rostro, cabello, cuerpo; incluso trataba de besarme, pero jamás le respondí a nada, en primera estaba casado, su esposo e hijo a veces me mandaban mensajes para saludarme y en segundo yo estaba con Nero, ¿Cómo iba a engañarlo? Si por el sentía demasiado cariño y él jamás me engañaría, pero lo más triste de esa situación era que había recibido más halagos y atenciones de un desconocido en menos de un mes que de Nero en el tiempo que llevaba de conocerlo; se que me voy a oír como toda una colegiala ofendida; pero era triste realmente no saber si había algo que le gustaba de mí, pero de igual forma no podía exigir nada, nunca me sentí con ese derecho.

 

Volviendo a los primero días de diciembre logre convencer a Nero de ir a comprar el árbol de navidad, recuerdo haberle comprado también un gorrito ridículo con el que nunca acepto salir pero eso no me importaba yo me sentía entusiasmado, les repito, yo sentía que ya me quería, incluso me lo había dicho una semana antes sin que yo lo hubiera forzado al decirle primero que lo quería. Todo pintaba a que sería mejor en adelante pero también empezaba a ver comportamientos extraños en él, me daba regalos sin razón, ignoraba llamadas, mensajes cuando estaba conmigo cosas que no hacía normalmente o que yo no había notaba antes y en una ocasión que fui por él al trabajo me di cuenta de lo que posiblemente pasaba.

 

Estaba en el auto, en el estacionamiento de la cafetería en dirección hacia los ventanales del sitio, desde ahí podía ver como él parecía jugar con uno de sus compañeros, que lucía como un adolescente también y aunque me convencí a mí mismo de que solo eran juegos, que Nero jamás me engañaría lo deje pasar, no dije nada porque no quería verme como un sujeto celoso e inseguro, ya había llegado hasta ahí siendo nada, ahora que parecía quererme no me iba apartar pero la semilla de la duda ya se había plantado en mi cabeza y la única forma para apartarla era enfrentando la situación.

 

El momento se dio a un par de días de que fuera noche buena, me arrepiento un poco de no haber aguantado tres días para preguntar, pero esa tarde nos habíamos puesto de acuerdo para cenar en su casa y embriagarnos ya que no habría pendientes para mí al día siguiente pero entre más bebía más sentía la necesidad de preguntar y propuse el estúpido juego que jugaba con los chicos de Akatsuki  ese de reto-reto, que al final solo es una modificación de verdad o reto, no espere a estar más ebrio para preguntarle si había alguien que le interesara. Para entonces yo conocía cada gesto suyo, aun si me hubiera querido mentir habría sabido la verdad.

 

Y la verdad era que si había alguien, y no solo era un gusto, era algo que incluso llevaba más tiempo que “nuestra relación”, aunque eso sí me dolió no me rompió tanto yo ya sabía que no era suficiente para él, ni siquiera era su tipo; lo que termino conmigo fue escuchar que en todo ese tiempo él solo había tratado de quererme como yo quería y que yo no podía entender lo difícil que era tratar de enamorarse de alguien con quien no había nada. Después de ello no pude decir más y aun si hubiera podido solo le habría pedido perdón así que sin más que decir él se fue a dormir y apenas desapareció de mi vista me fui de allí, era pasada la media noche pero no podía ni quería permanecer más donde él, no al menos en ese momento donde me estaba rompiendo y yo solo quería olvidar, así que fui al único lugar donde no me preguntarían que había pasado y solucionaría mí sentir.

 

El departamento de Yuki entonces fue mi refugio en esa noche fría y su cama fue la única medicina que encontré para mi pena, por qué para ese momento donde al menos mi amor no había sido suficiente ahora solo quería sentirme deseado, que alguien disfrutara de estar conmigo; aun si solo iba a satisfacer la curiosidad que tenía Yuki conmigo eso no importo; y desde entonces ya nada fue igual.

 

Por esos días desde que había empezado a sospechar lo de Nero con el otro chico, incluso después cuando dormía en la cama de Yuki aun cuando él no se encontraba en el departamento porque tenía que pasar las fiestas con su familia, yo tenía un sueño o una pesadilla recurrente donde Itachi si había resultado estar esperando al hijo del bastardo de Dante y por ello una pandilla de maleantes lo había secuestrado atrapándolo dentro de una bodega, y yo que comandaba al escuadrón que se encargaría de su rescate hice la negociación donde me ofrecía a cambio de él, porque ¿cómo iba a dejar que le hicieran algo en su estado? Solo nos teníamos el uno al otro, teníamos que cuidarnos… Entonces en el sueño se realizaba el cambio y a mí me esposaban dentro de la bodega y mientras permanecía ahí pensaba en que si no era Itachi quien se preocupara por mí, nadie más lo haría por qué creer en que le podía importar a alguien más no parecía real, ni siquiera en mis sueños.


Volví a ver a Nero más o menos a una semana de lo sucedido, se disculpó, parecía apenado por lo que me dijo y todo lo que había pasado así que cuando me pidió una segunda oportunidad un mes después, acepte sin dudar, evidentemente con Yuki nunca existiría nada y como tampoco iba a buscarlo, dejarlo a un lado fue tan fácil como entrar; y por Nero, a pesar de todo, seguía sintiendo mucho amor.


De esa nueva oportunidad con él puedo rescatar muchos momentos hermosos que aprecio aun ahora, porque tuve lo que tanto había buscado en él, una relación real, con muestras de afecto, nombres ridículos, todo parecía genuino pero también veía como él se esforzaba por que creyera en que su amor era real y créanme que es lo que más aprecie y apreciare de él toda mi vida, que dio todo de sí para tratar de reconstruirme y quisiera decir que lo logro, pero no.


La verdad era que yo no tenía solución, no entonces al menos, estaba roto y era malo, muchas veces hacía evidente mi desconfianza hacia Nero, más cuando decidió que era mejor salirse de la cafetería donde trabajaba por miedo a recaer con la misma persona. Y yo que siempre había sido conocido por tener un gran manejo sobre mis impulsos, emociones o tan solo por ser un hombre maduro, en ese entonces me volví un monstruo; que ni yo me aguanto al recordarme; con mis miedos e inseguridades hacia un pobre chico de 19 años volví tan insana la relación que la mejor opción que tuvo Nero fue irse de mi vida también… y no puedo culparlo por irse, contribuí tanto a que tomara esa decisión que aun ahora solo puedo seguir pidiéndole disculpas por todos los problemas que le cause.

 

Continuara…

Notas finales:

Espero les haya gustado :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).