Lobo Protector por lotochoc

Ese fin de semana fuimos con Erland al centro comercial, luego a comer. Aunque mi pequeño Luka no cedía del todo era tanto lo que Erland se esforzaba por ganarse su confianza y el echo de que Erland en si te demostraba que podías confiar en él con solo una sonrisa, se hacía imposible para Luka no reír de vez en cuando. Los observaba de cerca y aunque Erland era ya mayor a veces me parecían dos niños hablando de lo mismo. En ese instante pude sentir algo que llevaba conmigo muy poco tiempo, era un calor agradable en mi pecho, que no dejaba que mi sonrisa se borrara al estar los tres juntos. Mientras comíamos Erland nos dejó unos instantes solos a mi y a Luka. -Papi extraño mucho a mi papá Cristóbal. ¿Cuando volverá de viaje? -Hablas todos los días con él, hijo. -¿Tu y él se van a separar?-su pregunta me sorprendió -¿Por qué lo dices?-me acerqué tomando su pequeña mano con cariño -Te gusta Erland-dijo sin dudarlo, me sorprendió, pero lo entendía, suspiré -Hijo ese es un problema de adultos, tu no deberías preocuparte por eso. -Pero...yo no quiero dejar de ver a mi papá. -Nunca dejarías de verlo. Es tu padre y lo va a ser siempre. -Pero yo no sería feliz si no están juntos. Yo quiero que estemos siempre los tres. No quiero tener otra casa. ¡Yo no quiero vivir con Erland!-estaba molesto pero con lagrimas en sus ojos. No podía decirle nada, por lo general Luka siempre era muy maduro y respetuoso, pero ahora estaba siendo un niño como nunca. Solo pude abrazarlo.-Quiero irme a casa y estar con mi papa Cristóbal-justo en ese instante llegó Erland borrando su sonrisa, bajó su rostro y ofreció llevarnos de vuelta. Volvimos a casa y en la entrada sorpresivamente estaba Cristóbal. Luka se bajó corriendo del auto para abrazar a su padre. Él nos quedó mirando. Me bajé del auto seguido de Erland quien se puso rápidamente a mi lado, para enfrentar a Cristóbal. -¿Que clase de mala broma es esta Alexander?-bajó a Luka e izo que la niñera lo llevara adentro dejandonos a los tres. -¿Crees que estamos bromeando?-contestó molesto Erland y tomó mi mano, yo dolorosamente lo aparté. -Solo somos amigos. Nos encontramos hace poco y está apoyando mi proyecto de la fundación.-ambos me miraron -Erland estaremos en comunicación-me puse del lado de Cristóbal para despedir a Erland quien bajando su mirada entró al auto y partió, antes de que pudiera decirme algo me dirigí adentro, pero me detuvo de brazo. -Tienes que darme una explicación. -Hablemos en tu oficina por favor.-le dije soltándome y caminando rápidamente entramos a la oficina y él nuevamente me quiso tomar del brazo, me solté fuertemente y me puse al otro lado del escritorio. -¿Que haces aquí? se supone que tenías la gira hasta fines de mes -Mi hijo me dijo que necesitaba de mi y que mi marido se sentía solo por eso andaba consiguiendo amigos. -Sabes que Erland no es solo un amigo. -¿Que crees que haces? Piénsalo muy bien Alexander. No cometas errores. -Quiero el divorcio Cristóbal. Ya no quiero cometer errores. Quiero estar con Erland. -¿Sabes el daño que le estas haciendo a nuestro hijo? -Luka aun es un niño y no entiende las cosas. Deja de utilizarlo para que me quede contigo. Si lo que quieres es que mi padre te siga apoyando en tu carrera política esta bien, no me opondré, pero lo que yo no quiero es seguir a tu lado. -Yo no te daré el divorcio Alexander, sabes el daño que le haría a mi carrera política el echo de separarme en medio de ella. -¿Que quieres entonces? -Esperemos dos meses mas. Solo dos meses mas y podrás irte con él. Solo con una condición. -Habla claro de una vez. -Si vas a mantener una relación con el que nadie se entere aun. Ni siquiera nuestro hijo. No quiero que comience su sufrimiento aun. Suspiré pesadamente, solo era eso, podía hacerlo.Asentí deseando que pasaran lo mas rápido posible esos dos meses. -Yo no te voy a separar de nuestro hijo Cristóbal. Yo no te odio ni nada por el estilo, al único que puedo llegar a resentir es a mi mismo. Son errores que cometí yo. Problemas que me busqué yo mismo y lamento si caíste involucrado. -Alexander...caí involucrado en el momento en que me enamoré de ti y aun mas cuando comenzamos una relación saliendo fruto de ello nuestro pequeño Luka. Aunque para ti fue un error para mi nunca lo sería. Salí de la oficina, me sentí algo mas aliviado por haberlo dicho. Un par de días después volví al hogar de Erland. No había hablado con él hasta ese entonces, quizás estaba dolido por lo que había pasado con Cristóbal. Me hizo pasar y lo noté algo desalentado. Nos sentamos en el gran sofá, mientras yo lo miraba a la cara el me evitaba. -¿Necesitas hablar de algo con tu amigo?-me dijo sin mirarme aun Yo sonreí y me acerqué tomando sus manos.-No quiero que seamos solo amigos Erland-el me vio a los ojos sorprendido-Quiero hacer las cosas bien de un principio. Quiero ser sincero contigo desde ahora en adelante. Se que será difícil aun por mi culpa al principio, pero luego seremos libres para estar juntos por el resto de nuestras vidas...si así lo quieres tu. -Por supuesto-apretó mis manos sonriendo. Expliqué detalladamente en la situación que me encontraba y pudimos acordar esperar ese tiempo para dar a conocer nuestra relación. -¿Te parece esperar ese tiempo? -Esperaría aun mas por estar contigo Alex-tomó mi rostro y nos besamos lentamente, suavemente, disfrutando de nuestro calor. -Ya no será mas una espera con incertidumbre. Esto tiene fecha Erland. Aunque...-colé mi mano en su entrepierna-...podemos ensayar algunas cosas. El río majestuosamente, nos unimos en un beso para comenzar a desprendernos de nuestras ropas, esta vez había una necesidad que se encendía con cada toque, caricia, con cada beso y gemido. La cama no fue suficiente para la llama de nuestro amor, el sofá, la alfombra, la ducha. Parecía que aquel fuego no se volvería ameno en ningún momento, pero luego de varías horas nuestros cuerpos nos pasaron la cuenta. Estábamos en la cama nuevamente. Yo estaba apoyado en su pecho, acariciando su barbilla suavemente mientras el jugueteaba con un mechón de mi cabello. La sonrisa de nuestros rostros no se borraba. -¿Puedes venir mañana?-susurro con cierto miedo. -Vendré todos los días hasta que ya no pueda irme mas-se acercó besándome suavemente. -Tendré que contener esos deseos hasta ese final... Volví a casa sin poder borrar mi sonrisa hasta que me encontré con Cristóbal. -Pensé que habías vuelto a las regiones. -Asi es, pero decidí que los fines de semana viajaría para estar con mi familia. Eso serviría para mi campaña. Ya que no van conmigo, yo tengo que venir aquí. -De acuerdo.-iba saliendo del dormitorio y me detuvo. -¿A donde vas? -No creas que porque seguimos con esta farsa dormiremos juntos. -Es lo que corresponde a los esposos. -Sabes que no somos nada. -Pero me prometiste que mantendríamos nuestro matrimonio hasta el final de mi campaña política. No quiero que ni los sirvientes inventen rumores sobre nosotros. Vas a dormir conmigo si o si. Su mirada estaba llena de odio y me vi acorralado. Para suerte mía o quizás algún plan de Cristóbal, no intento hacerme nada durante toda la noche, pero aun así no pude dejar de estar alerta y poder dormir durante toda la noche.