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55. Dulce Deleite (01) por dayanstyle

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Kisu abrió los ojos, mirando alrededor del cuarto oscuro, buscando... Cerró los ojos, sintiendo el dolor de lo que le había sucedido.

¿Cómo podía Min Woo venir tras él de esa manera? Ellos eran hermanos. Sabía que el tipo había sido agresivo con él, pero Kisu nunca pensó que su hermano lo quisiera muerto.

Pero eso fue estúpido, sabía que Min Woo finalmente trataría de matar a alguien, tarde o temprano. Realmente sólo tenía a Kisu en tan mal estado el saber que fue su propio hermano. Sentía sed y estaba de mal humor, Kisu apartó la manta y salió de la cama. Él había estado en shock por lo que Min Woo había hecho.

Ahora estaba enojado.

 

Después de que su hermano lo atacó, Kisu sabía que era Min Woo quien habló con él en la sombra oscura. Estaba incluso dispuesto a apostar que era su hermano a quien Cory había visto en el camino a la casa de Woo Hyun. ¿Cómo no había reconocido la voz de su hermano? Kisu no estaba seguro. Pero el hombre iba a pagar por lo que había hecho.

Min Woo siempre había sido un poco loco —está bien, muy loco, pero esto había ido muy lejos y enfureció a Kisu.

Al abrir la puerta de la habitación, Kisu notó una ligera rigidez en el brazo, pero la ignoró. Necesitaba encontrar a Cory y decirle lo que pasó y quién estaba detrás de todo esto.

 

Tan pronto como Kisu salió al pasillo, el olor de la sangre se estrelló contra sus pulmones. Era fuerte, rico, e hizo que su boca se hiciera agua. Siguió el rastro para ver a Cory de pie en una habitación, viendo al impala que yacía allí en su forma cambiada.

—¿Qué sucedió?

Cory se dio la vuelta tan rápido que derribó la lámpara junto a la cama del hombre. —Kisu —dijo, como si estuviera viendo a un fantasma. Su tono era bajo, tranquilo, un susurro.

—¿Qué sucedió? —preguntó de nuevo, con la esperanza de que Cory se lo dijera.

—Fue atacado... igual que tú.

—Sé quién lo hizo. —Se acercó más, su pecho se oprimió cuando vio al pequeño impala. Parecía como si estuviera profundamente dormido.

No se veía como si estuviera herido, pero el olor a sangre era aún un fuerte olor en la habitación.

—¿Quién? —Cory le dio a Kisu toda su atención, sus pálidos ojos azules se estrecharon.

—Min Woo.

—¿Tu hermano?

Sí, eso era un shock para Cory, pero no tenía el mismo efecto en Kisu. Min Woo había sido una maldición en su existencia desde que era un joven vampiro. Él no estaba seguro de qué estimulaba a su hermano para necesitar deshacerse de Kisu. Bien, se habían odiaban  mutuamente.

¿Qué había cambiado?

—Llévame con él. —El gruñido en la voz de Cory era tan profundo que Kisu sintió vibrar su pecho.

—No puedo simplemente aparecer en el aquelarre de Jung Min con un shifter buscando venganza. Tanto como quiero que mi hermano pague, tendremos que dejar que Jongin lo sepa. Min Woo está aquí, en este pueblo. No nos hará ningún bien ir al aquelarre. —Kisu miró por la ventana de la habitación—. Pero dado que afuera está oscuro, creo que deberíamos tomar nuestras horcas e ir.

—¿Nuestras qué? —Cory preguntó mientras seguía a Kisu de la habitación.

—Si vamos a hacer todo esto de la turba enfurecida, también necesitaremos antorchas.

—Esto no es gracioso, Kisu. —Su compañero tenía una expresión que decía que no estaba ni un poco feliz por la forma en que Kisu estaba actuando.

—Me tengo que reír, Cory, porque si no lo hago, la única alternativa es llorar. Mi hermano ha tomado demasiado de mí. No voy a dejar salir las lágrimas. —Kisu se acercó a la cama donde el impala estaba acostado. Cruzó los brazos sobre el pecho, sintiendo rabia y un profundo dolor porque un miembro de su familia había lastimado a una persona.

—Está empezando a herir a otras personas ahora, Cory. Él tiene que ser detenido.

Brazos fuertes lo envolvieron, Cory lo jalaba hacia su ancho pecho. Podía sentir el calor de su pareja inundándolo y se encontró que era lo que necesitaba saber que Cory siempre estaría ahí para él, protegiéndolo, y dejando que Kisu supiera que le importaba. —Lo vamos a detener, amor.

Ahora que sabemos qué estamos buscando.

Kisu dejó escapar un largo suspiro. Sabía que este día vendría. No estaba seguro de por qué, pero  hasta donde podía recordar, Min Woo había vivido en el lado agresivo de la vida. Era casi como si hubiera hecho un juramento en su juventud de torturar y acosar a Kisu. Pero esto era diferente. Su hermano se estaba volviendo violento. Tenía que ser detenido.

Finalmente dio unas palmaditas en el brazo de su pareja. —Sigamos adelante y avisemos a Jongin y entonces tenemos que ir a la panadería. No importa qué suceda, no voy a permitir que mi hermano venga aquí y se lleve lo que tú y yo hemos estado trabajando muy duro para construir. —Kisu no sólo se estaba refiriéndose a su negocio, sino también a su relación. Le gustaba lo que tenían juntos, y él no iba a dejar que Min Woo arruinara eso.

—Ahora vuelvo, olvidé mi teléfono en nuestra habitación. —Cory tocó el brazo de Kisu—. No salgas de aquí sin mí.

Kisu dejó que su mano rozara el brazo de Cory, antes de girarse hacia el impala. —¿Quién es el impala?

—Jong Hoon.

«Oh, Dios». Kisu había conocido a Jong Hoon cuando Cory fue a recogerlo al rancho de los Moon. Era un pequeño hombre que parecía estar lleno de energía. El verlo ahí tirado curándose desgarró el corazón de Kisu. ¿Por qué Min Woo fue tras Jong Hoon? No tenía ningún sentido para él. No había manera de que pudiera dejar que se saliera de esto. Kisu quería matar a Min Woo por esto.

Fuertes pisadas se oían que subían, y el sonido era cada vez más fuerte. El ruido le recordó a Kisu un tren de carga. «¿Qué…?»

—¿Dónde está? —Un fuerte y ensordecedor estruendo llenó el aire, y Kisu conocía esa voz. Pertenecía a Taecyeon. Kisu tenía ganas de correr y esconderse. El tono era profundo, lleno de un gruñido que prometía dolor si su pregunta no era respondida.

—En su dormitorio —respondió Cory.

Kisu se alejó de la puerta. Él no quería ser golpeado. Taecyeon no era un hombre pequeño. Se sobresaltó cuando el hombre entró en la habitación y dejó escapar un ruido extraño, casi sub-vocal que era un cruce entre un resoplido y un gruñido sordo.

Kisu se dirigió hacia la puerta. Ya se sentía bastante culpable acerca de lo que le había ocurrido a Jong Hoon. No quería a Taecyeon sobre él. Encontró a Cory en el pasillo. Él acababa de terminar su llamada de teléfono y colgó el teléfono. Kisu tomó a su pareja y logró salir como del infierno de allí.

Aparecieron en la parte posterior de la pastelería. Pero hubo un pequeño problema.

—¿Qué infiernos? —Woo Hyun gritó mientras se estrellaba de espaldas contra la pared, mirando a ambos como si hubiera visto un fantasma—. Tú... cómo... no aquí a... —Se veía pálido y sus ojos azul cobalto tan abiertos que Kisu temía que acabarían saliendo de la cabeza del pobre tipo.

—Cálmate, Woo Hyun.

—¡Tú cálmate! —Woo Hyun, gritó mientras sus ojos rápidamente iban de un lado a otro, de Cory a Kisu—. La gente simplemente no aparece de la nada. —Su voz era tensa, y Kisu podía ver el pulso en el cuello latiendo frenéticamente. El hombre estaba a punto de desmayarse o tener un accidente cerebrovascular.

Doo Joon apareció en la puerta, viendo de Cory y Kisu a Woo Hyun. —¿Alguien averiguó algo?

 

Kisu asintió.

Una lenta sonrisa se formó en la cara de Doo Joon. —Mi pareja, Yoseob, actuó de la misma manera cuando se enteró, sólo se desmayó... como veinte veces.

Kisu se habría reído, pero no creía que Woo Hyun se lo agradeciera. Trató de evitar que se formara la sonrisa, pero era como tratar de sacar la carne cruda de la boca de un león, imposible.

—Esto no es divertido —dijo Woo Hyun al ver a los hombres que comenzaron a reunirse en la cocina de la panadería.

—Quizás él no necesita público. —Kisu no estaba seguro de lo que el tipo necesitaba. Él nunca antes se había ocupado de quien se enterara de la verdad. ¿Debería darle un vaso de agua?

Doo Joon sacó a sus trabajadores, mirando por encima del hombro antes de salir. Tenía esa misma sonrisa divertida en su rostro. —Buena suerte.

De alguna manera tenía la sensación de que iban a necesitarla. Kisu se acercó a Cory, deslizando su mano en una más grande mano de su pareja. —¿Estás bien ahora, Woo Hyun? —Miró al humano, pero la tez de Woo Hyun no parecía haber mejorado. Ahora era casi tan pálido como Kisu.

—Sólo... sólo dame un minuto. —Woo Hyun se deslizó hasta el suelo, con las manos en la cabeza, las rodillas estiradas a su cuerpo—. Tengo que sentarme aquí y ordenar mi cabeza durante mucho tiempo.

Kisu no estaba seguro de si debía hacer lo que el hombre le pidió o presionar a Woo Hyun hasta que dijera que estaba bien. El hombre estaba sentado allí, viéndose tan malditamente perdido.

 

—Lo siento, Woo Hyun. No tenía intención de hacer que abrieras los ojos a este mundo.

El hombre levantó la cabeza buscando los ojos de Kisu.

—¿Ustedes dos no son los únicos?

Sacudiendo la cabeza, Kisu le dirigió una mirada de disculpa. —¿Qué crees que somos?

Su lengua se deslizó hacia afuera para lamer sus labios. Woo Hyun miró a Cory y luego a Kisu y al otro lado del cuarto en donde estaba el equipo que se necesitaría, sin embargo, nada estaba aún instalado. —No lo sé. Dime.

Kisu dio a su pareja una mirada interrogante. Quizás era mejor que Woo Hyun no supiera toda la verdad, pero si iba a trabajar aquí, cosas más raras iban a pasar. —Yo nací como un vampiro, Woo Hyun. Cory puede cambiar a un animal.

Las pupilas de Woo Hyun parecían hacerse más grande y luego regresaron a lo normal. Kisu no tenía ni idea de lo que eso significaba. Pero una cosa era cierta. Si Woo Hyun no podía aceptar lo que eran, entonces tendría que ser tratado. No habría ninguna otra forma de evitar el problema.

Sus grandes ojos azul cobalto aún eran enormes, pero Kisu podía ver manchas de curiosidad comenzar a brillar en ellas. Su reacción no hubiera sido real si no estuviera aterrado. Kisu lo sabía. Woo Hyun iba a necesitar tiempo para absorber lentamente lo que ahora sabía.

Con tal de que no los traicionará.

—¿Estamos bien? —Cory preguntó. Su pareja se movía de un pie al otro, esperando la respuesta de Woo Hyun.

Apoyando los brazos sobre las rodillas dobladas, Woo Hyun asintió. —Necesito tiempo, pero no le diré a nadie lo que me acaban de decir.

 

—¿Cómo sabemos que no va a salir de aquí y decirle al mundo? —Kisu preguntó.

—Porque necesito el trabajo. —Woo Hyun afirmó una verdad dura—. Cuando vinieron a buscarme, yo acababa de tener otra discusión con mi papá. No me gusta pedirle dinero prestado, pero a veces no puedo evitarlo. La peor parte es tener que aguantar un sermón de una hora acerca de que consiga arreglar mi vida. —Woo Hyun, lentamente se puso de pie, pero aun así utilizó la pared para apoyar su espalda—. Le recordé que tenía trabajo aquí, pero... no lo sé. Simplemente no es lo suficientemente bueno para él. Nada de lo que hago gana su aprobación.

La cara de Woo Hyun era de resignación y resentimiento.

 

Kisu no había esperado eso. No estaba seguro de por qué Woo Hyun les estaba diciendo acerca de su tensa relación con su padre, pero parecía bastante mala. Sólo le recordaba la relación que tenía con Min Woo. Pero él no estaba tratando de obtener la aprobación de su hermano. Trataba de conseguir no ser torturado.

La tensión fue a sus brazos. Kisu levantó sus mangas hasta que vio las pequeñas cicatrices que recorrían sus brazos. Él sabía que era del cuchillo que Min Woo había utilizado.

¿Por qué su hermano fue tras él con un arma? Kisu no lo sabía.

—Hablaremos de eso más tarde. —Cory señaló las cicatrices de Kisu—. En este momento tenemos cosas que hacer aquí. —Su pareja se giró hacia el humano, sus labios en una línea firme—. Somos criaturas pacíficas, Woo Hyun. No digo que no hay shifters y vampiros malos —Cory le dio un rápido vistazo  antes de  continuar—, pero  en su  mayoría, vivimos nuestras vidas al igual que los humanos, con más o menos los mismos objetivos. Queremos familia, un lugar para establecernos, y a las personas que nos importan a nuestro alrededor.

—Y ganarse la vida —dijo Woo Hyun, aunque Kisu no estaba seguro de que el hombre estuviera de nuevo en sí mismo por el momento.

—Eso también —estuvo de acuerdo Cory—. Ahora vamos a lograr terminar la panadería.

Woo Hyun arrastró los pies un poco hacia adelante y se detuvo. —¿Cómo puede un vampiro manejar una panadería?

Kisu le dio al humano una traviesa mirada. —Aún estoy tratando de averiguarlo. Pero al parecer mi pareja piensa que se puede hacer.

—Es posible. —Cory colocó su brazo alrededor de los hombros de Kisu, maldición hacía que sus rodillas se doblaran. —Solo tienes que tener un poco de fe en mí.

—Tengo fe, no confió mucho en el Señor brillante y radiante.

—¿Estás hablando del sol? —Woo Hyun preguntó.

Kisu no pudo resistir. —No, yo estaba hablando de las personalidades soleadas de los trabajadores de la construcción.

Una sonrisa se deslizó sobre la cara del Woo Hyun mientras se acercaba más.

—No sé nada de eso. Pero son calientes. Especialmente Do Yeon, pero no le digas que dije eso.

—¿Por qué? —Kisu preguntó.

—Porque él siempre tiene una expresión enojada en su rostro.

 

—Estoy bastante seguro de que no tiene nada que ver contigo —respondió Cory mientras conducía a Kisu de la cocina al área del taller. Kisu se quedó inmóvil, mirando el estante de exposición. Los carpinteros habían terminado y el vidrio se había instalado.

Era nada menos que una obra de arte. Era hermosa.

 

Saliendo del brazo de Cory, Kisu se acercó a la caja, pasando sus manos a lo largo de la suave veta de la madera. Nunca pensó que un mueble le haría sentirse así, pero lo hacía.

Estaba casi mareado.

—Supongo que te gusta lo que han hecho. —Cory se acercó a Kisu por detrás, dándole un fuerte abrazo mientras le besaba el cuello.

Apoyado en su pareja, Kisu sonrió. —Recuérdame celebrar contigo más tarde.

—Tengo la sensación de que ustedes dos están hablando sobre sexo —dijo Woo Hyun con un rubor mientras caminaba hacia el otro lado del mostrador.

—Oh, sí. —Kisu se rio—. Y mucho de ello.

—¿En serio? —Cory preguntó con un gruñido grave y ronco. Kisu podía sentir la felicidad de su pareja presionando su espalda baja. Por mucho que lo odiara, Kisu se apartó.

—Céntrate en el trabajo. —Palmeó el pecho de Cory—. Juega más tarde. —El gran shifter búfalo lucía un mohín cuando Kisu se acercó a Woo Hyun. Sin embargo mantuvo al menos dos metros y medio entre ellos. Woo Hyun no estaba listo para tener a un vampiro cerca. Estaba en sus ojos azul cobalto.

 

—Sin ánimo de ofender —dijo Woo Hyun como si supiera que Kisu estaba al tanto de lo que estaba sintiendo.

—Para nada. —Trabajó el resto de la noche, colocando los estantes, asegurándose de que el equipo fuera instalado y funcionara, y comprobando la factura de los alimentos que se suponía que debía llegar en la mañana.

—¿Esto es correcto? —Kisu preguntó. No comía alimentos. ¿Qué sabía él acerca de los ingredientes para un postre? Si no fuera una categoría RH de sangre, Kisu no le daría ni un segundo pensamiento. Pero ahora que estaban manejando un panadería. Tenía que prestar atención.

 Su pareja se encogió de hombros. —No tengo la menor idea.

 

—Dame eso. —Woo Hyun, tomó la factura—. Con su conocimiento combinado, ustedes podrían ser capaces de hornear un rollo para la cena. —Parecía que el humano se adaptaba a ellos más rápido de lo que Kisu había pensado. El chico parecía irritado—. ¿Quién ordenó esto?

—Jongin —respondió Cory—. ¿Por qué está mal?

—¿Por qué el alcalde…? —Woo Hyun parpadeó a los dos, con creciente comprensión en sus ojos—. ¿Él también?

Cory se aclaró la garganta mientras Kisu miraba alrededor de la tienda. Esto era incómodo.

—Vas a necesitar un par de cosas más —dijo Woo Hyun, dejando pasar la pregunta sin respuesta. Bien, porque Kisu no quería ser responsable de dejar el gato fuera de la bolsa sobre la gente de la Casa.

¿O era el lobo fuera de la bolsa?

 

—Parece que lanzó una lista de comestibles más que una lista detallada de lo que necesita una panadería. —El dedo de Woo Hyun recorría las hojas, sus ojos enfocados.

—¿Cómo sabes tanto de este negocio? —Cory preguntó.

Woo Hyun, levantó la vista. —¿No ves el canal de comida? Yo vivo y respiro ese canal. Estoy sorprendido de que mi papá dijera eso de mí.

Y de nuevo los ojos tristes.

—¿Por qué no haces una lista mientras Cory y yo vamos por un café? —Habían trabajado duro, y Kisu sabía que el restaurante estaba abierto las veinticuatro horas.

—¿Puedes tomar un café? —Woo Hyun preguntó sorprendido.

—Esa cosa haría que mis colmillos se secaran —Kisu dijo por encima del hombro mientras salía. Cory se rio y agarró la mano de Kisu. Nunca conoció a alguien a quien le gustara tomarse de las manos tanto como su pareja.

—Eso fue gracioso.

—Me lo imaginaba —dijo Kisu. Caminaron de la mano hasta que llegaron a la cafetería. Cory mantuvo la puerta abierta para él, lo que permitía que Kisu pasara bajo el brazo. El lugar parecía bastante desierto.

—Oh, hola. Pueden tomar asiento en cualquier lugar, iré a tomar su orden de inmediato —un pequeño vampiro balbuceó rápidamente. Kisu estaba bastante sorprendido de ver a un vampiro trabajando aquí. Eran las tres de la mañana, lo que podría explicar su presencia, pero eso no le decía a Kisu por qué el tipo estaba tan nervioso.

—No te preocupes —dijo un hombre alto, musculoso y con todos los colores en su cabello—. Ryeowook es adicto al café. Va a desaparecer en el momento en que se vaya a la cama.

Kisu observaba con fascinación cómo Ryeowook corría de una mesa a otra, limpiando la superficie que ya estaba impecable. Luego corrió a cada mesa y agarró los contenedores de azúcar, llevándolos detrás del mostrador.

— Ryeowook, ya los llenaste antes —recordó el hombre al vampiro.

—No todos están llenos —dijo Ryeowook cuando empezó a desenroscar las tapas.

El shifter sacudió la cabeza y se giró hacia ellos. —Mi nombre es Baekho. Tomen asiento yo tomaré su orden.

La tapa del azúcar salió volando, golpeando contra la pared, Ryeowook corrió alrededor de la barra. —¡La tengo!

Kisu se deslizó en una cabina, preguntándose si tal vez debería sugerir ir a casa para conseguir algo de beber.

Ryeowook se aclaró la garganta, papel y lápiz en la mano, a pesar de que su mano estaba temblando mucho. —Tenemos una pequeña reserva de carmesí en la parte posterior si quieres un poco. —Su voz era firme. Eso era algo bueno.

—Está bien —respondió Kisu—. Voy a tomar una copa.

—Voy a tomar un café y un omelette —dijo Cory. Le dijo al camarero cómo quería que lo preparara, Ryeowook apuntaba todo y Kisu no estaba seguro de por qué. Queso y cebollas no era tan difícil de recordar.

El camarero se fue y Kisu se recostó.

—Es su primera noche y ustedes dos son sus primeros clientes —dijo Baekho como una forma de explicar el  extraño comportamiento de Ryeowook —. La mayor parte es a causa del café, pero creo que una pequeña parte son sus nervios.

Nunca había oído hablar de un vampiro  bebiendo café. Kisu abrió la boca para decir eso cuando la puerta se abrió y entró Min Woo.

 

 

continuará....

 

 

 


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