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55. Dulce Deleite (01) por dayanstyle

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Cory notó que su pareja estaba inmóvil como una estatua. Ni siquiera parpadeaba. Aún estaba conociendo a su pareja, y se encontraba con una gran cantidad de encantadoras maneras, pero Cory estaba  bastante seguro de que esto no era normal. El hombre ni siquiera parecía estar respirando.

Los ojos de su pareja estaban fijos en la puerta principal. Giró la cabeza y Cory vio a un pequeño hombre parado allí. No era muy alto, pero la mirada en sus ojos fue lo que llamó la atención de Cory. Estaban vacíos de cualquier emoción. Era como si un interruptor hubiera sido apagado y la persona que estaba allí de pie, sólo fuera una cáscara.

—¿Lo conoces? —Cory preguntó, sin apartar los ojos del desconocido. El tipo estaba justo dentro de la puerta, con los ojos fijos en Kisu. A Cory no le gustaba la sensación que estaba recibiendo.

—Lo conozco, es...

La vacilación de Kisu hizo que Cory se girara y mirara directamente a su pareja. Los ojos de Kisu iban de Cory al hombre que estaba en la puerta, y luego bajó sus largas y oscuras pestañas. Cory inclinó la cabeza, preguntándose cómo Kisu conocía al extraño. —¿Kisu?

Cuando su pareja habló, su voz sonó perdida y torturada. —Es Min Woo.

 

Cory giró la cabeza muy lentamente, su mirada recorrió al hermano de Kisu. —¿Eres Min Woo?

Min Woo no respondió. Sus ojos no se apartaban de Kisu. Cory salió de la mesa al mismo tiempo que Baekho daba la vuelta al mostrador, Cory se acercó al chico. —Tienes bolas para mostrarte aquí. Debo destruirte donde estás.

Min Woo lentamente levantó la mirada hacia Cory. Finalmente había emoción en sus ojos, pero infiernos si Cory podía interpretar lo que el tipo estaba pensando   o sintiendo. —Es mío —susurró Min Woo antes de que sus ojos se giraran hacia Kisu—. No puedes tenerlo.

—¿De qué estás hablando? —Cory preguntó. El hombre estaba demasiado calmado, controlado. Le recordó a Cory una bomba de relojería a punto de explotar en cualquier momento.

—Yo me equivoqué, no puedes vivir con él —dijo Min Woo a Kisu en un tranquilo tono—. ¡No te dejaré ir!

—Min Woo —dijo Kisu mientras se levantaba—, tienes que detener esto. Nunca nos llevamos bien. ¿Por qué me detienes? No te entiendo.

—Nunca me entendiste. —La voz de Min Woo se tensó ligeramente.

—Nunca quisiste.

Kisu avanzó, pero Cory se rehusó a dejar que su pareja se acercara demasiado. Este era el mismo hombre que había cortado los brazos de su pareja. Estaba sorprendido de estar de pie aquí y no tratar de matar al vampiro.

—¿Qué hay que entender? —Kisu preguntó mientras se pasaba la mano por el largo cabello con frustración—. Has estado molestándome desde la infancia. ¿Por qué crees que he tratado de mantener espacio entre nosotros? No estaba tratando de romperte el corazón a propósito, pero ¿qué esperabas que hiciera?

Una sonrisa irónica jaló las comisuras de la boca de Min Woo. —No se puede romper un corazón que no existe. Nací sin conciencia, Kisu. Pensé que para ahora te habrías dado cuenta de eso. Nunca quise hacerte daño. —Las manos de Min Woo en puños a su lado mientras miraba el abdomen de Kisu y luego de nuevo la cara de su hermano—. Pero no puedo evitar lo que soy. Tú eres todo lo que tengo, Kisu. No dejaré que te vayas.

Un escalofrío gélido recorría la columna de Cory. El hombre quería decir cada palabra que decía. Min Woo era un psicópata genuino sin conciencia. Pero tenía remordimientos, algo que la mayoría de los psicópatas no tenían. Quizás porque Kisu era su hermano. Cory había leído acerca de la enfermedad, pero nunca había conocido a alguien que tuviera la enfermedad.

Y Min Woo era un vampiro. Eso era una combinación peligrosa.

Baekho se movió lentamente hacia ellos, con los ojos fijos en Min Woo.

—No lo intentes, lobo —advirtió Min Woo—. No estoy aquí para hacerle daño a nadie.

—Pero lastimaste a Jong Hoon —dijo Kisu—. Lastimaste a un inocente impala.

—Él me atacó —dijo Min Woo en su tono inexpresivo—. Yo sólo me defendí.

Cory emitió un gruñido. Toda esta situación iba por el camino equivocado. —Jong Hoon no le haría daño a una mosca. No digas que te lastimó. También atacaste a Kisu.

 

—Jong Hoon entró después de que Kisu se fue. Él me atacó —repitió el hombre—. En cuanto a Kisu. —Min Woo se giró, fijando sus ojos muertos en Kisu—. No me dejes otra vez y no me veré obligado a venir a buscarte.

—Min Woo —dijo Kisu con voz tensa—. Estoy acoplado ahora. No voy a volver.

Un tic empezó en el ojo izquierdo de Min Woo. Cory retrocedió. No porque él tuviera miedo del pequeño vampiro, sino porque quería proteger a su pareja. Podía ver por qué Kisu le temía al hombre. Min Woo tenía una mirada que decía que estaba funcionando fuera de una célula cerebral y vivía dentro de su propio pequeño mundo... feliz.

—¿Él es tu pareja? —Min Woo señaló con la cabeza a Cory—. ¿Él es el único que impide que regreses a casa?

Cory podía sentir a su búfalo acercarse a la superficie, listo para defender a su pareja. Sus cuernos empezaron a crecer en su cabeza mientras que sus dientes se alargaban. Nadie apartaría a Kisu de él, ni siquiera su enfermo hermano. El hombre necesitaba ayuda profesional, o morir. Cualquiera de esas opciones era adecuada para Cory. Pero él no pondría sus manos en Kisu.

Los ojos de Baekho se volvieron de lobo y sus dientes también crecieron. Ambos veían a Min Woo como una amenaza. Oyó a Ryeowook salir de la cocina.

—La comida está lista. —Se detuvo a mitad de camino, mirándolos a todos.

—¿Qué sucede?

Cory ignoró al hombre, manteniendo sus ojos fijos en el tipo parado en la puerta, con la mano en la perilla. —Yo soy la pareja de Kisu. —No terminó la frase. Cory no necesitaba explicarle a Min Woo que no le impedía a Kisu ir   a alguna parte. Kisu era libre de ir a donde quisiera. Pero podía ver por qué su pareja mantenía su distancia. Su hermano era un loco peligroso.

—Sólo tienes que ir a casa, Min Woo —dijo Kisu, con voz suplicante—. Me aseguraré de que nadie te persiga si te vas ahora y no regresas.

—¿Así de simple? —Min Woo le preguntó de manera uniforme—. ¿Me abandonas tan fácilmente?

Agitación, pura y simple.

—¿Qué quieres que haga? —Kisu preguntó—. ¿Volver al aquelarre para que me tortures?

—No fue mi intención. —El tono de Min Woo tenía un poco de emoción, como si estuviera luchando para que Kisu supiera lo que sentía. Pero estaba fallando. En vez de oírse sincero, su tono bajo y pausado, estaba lleno de rabia.

Era la cosa más extraña que Cory hubiera presenciado.

—¿Qué puedo hacer? —Min Woo le preguntó, la emoción huyó rápidamente, sustituida por una mirada vacía—. ¿Qué puedo hacer para que vuelvas a casa?

—No puedes —dijo Kisu, verdadera emoción llenaba su voz. Cory podía sentir los dedos de su pareja clavándose en su espalda. Kisu tenía miedo—. Vete.

—Pero no me quiero ir, Kisu. No quiero irme a casa si no estás allí. —De alguien más, Cory esperaría un puchero y un gemido, una protesta, cualquier cosa menos los ojos llenos de nada.

Min Woo levantó la vista cuando la puerta sacudió su mano. Todos se giraron para ver quién entraba. Si era uno de los residentes humanos, estaban jodidos. Tanto Baekho como Cory estaban a medio cambio. Su secreto saldría. No había manera de que Cory pudiera explicar los cuernos y no podían explicar los dientes. Baekho podría salirse con lo de los ojos.

Pero no era un humano quien entraba.

 

Era Jongin, Chanyeol a su lado. Ninguno de los dos parecía feliz. Cory podría decir que el Alfa estaba de un humor letal. Sus ojos grises ya no estaban de su color claro sino que eran una masa humeante de oscuras nubes.

—¿Es él? —Jongin preguntó, señalando con la cabeza a Min Woo.

Cory había visto a Chanyeol unas cuantas veces. Pero nunca había visto al hombre como si el mismo infierno estuviera a punto de abrirse y tragarlo entero. Cory estaba medio esperando que los rayos iluminaran el cielo y el trueno retumbara por la manera en que Jongin y Chanyeol se veían. Algunos podrían pensar que era un poco dramático, pero no veían lo que Cory estaba viendo.

Y ellos eran aterradores.

—Esto no es asunto tuyo, lobo —dijo Min Woo—. Esto es entre mi hermano y yo.

Jongin se apoyó contra la pared junto a la puerta, ahora con el rostro inescrutable. —Estás en mi pueblo. Cualquier cosa que hagas es mi asunto. Te lo preguntaré una vez más. ¿Atacaste a mi gente?

—No fue su intención —respondió Kisu rápidamente, sorprendiendo a Cory. ¿Por qué Kisu daba la cara por Min Woo? Su hermano lo había atacado con un cuchillo. Y no cualquier cuchillo. Era un arma con intención de impedir que Kisu sanara. ¿También su pareja estaba loco?

 

—¿Cómo no fue intencional el atacar a dos personas? —Chanyeol preguntó, sus ojos recorriendo a Min Woo—. Me parece muy intencional.

La mirada en blanco se había ido de Min Woo, sustituida por agitación pura.

La bomba de tiempo estaba a punto de estallar. Cory podía leerlo en la postura del hombre, sus ojos, y su boca. Empujó a Kisu completamente detrás de él, con su masa corporal formando un muro entre los dos hermanos.

—Te. Hice. Una. Pregunta —dijo Min Woo.

Chanyeol se adelantó, muerte escrita en su rostro, pero Jongin alzó una mano, deteniendo al centinela de hacer daño corporal.

—¿Qué quieres que haga con él? —Jongin le preguntó a Kisu—. Y para que lo sepas, dejarlo ir no es una de las opciones.

—¿Por qué estás dándole a mi pareja la decisión? — Cory preguntó. No quería que Kisu sintiera ninguna culpa por lo que le pasara a este loco. Había estado con Kisu poco tiempo, pero ya conocía a su pareja, era todo lo contrario a Min Woo. Kisu era amable, compasivo, y tenía un gran corazón. La culpa se lo comería vivo.

—Porque es su hermano —replicó Jongin con un tono sin discusión en su voz—. Estoy siendo generoso al permitir que él tenga algo que decir.

—No quiero hacerle daño —dijo Kisu.

—Entonces creo que Jae Hyo acaba de recibir un nuevo miembro en su aquelarre. —Jongin extendió la mano y agarró a Min Woo tan rápido que Cory casi se pierde lo que pasó—. No lo creo. El único lugar que vas es a la mansión.

 

Min Woo había tratado de salirse.

—Llévanos a donde tenemos que ir. —Jongin acercó a Min Woo más, su frente a sólo unos centímetros de distancia—. Y no hagas cosas divertidas.

Cory vio cómo Jongin y Min Woo desaparecían del restaurante. No podía decir que estuviera triste de ver desaparecer al vampiro, pero él podía sentir la confusión y el dolor que venía de su pareja. Tomando la mano de Kisu, Cory lo acercó más, envolviendo a su pareja en sus brazos.

—Es lo mejor.

Realmente esperaba estar diciendo la verdad.

 

 

Jongin parpadeó, dándose cuenta de que no estaban en el club de Jae Hyo ni en su casa. —¿A dónde nos trajiste? —Jaló de la camisa a Min Woo, listo para mostrarle al vampiro por qué joder a un Alfa era una elección muy mala.

—En mi cabeza —respondió Min Woo suavemente—. Ahí es donde estoy la mayor parte del tiempo.

Mirando a su alrededor, Jongin vio que estaban de pie en una especie de palacio. Sólo que parecía haber visto días mejores. Las paredes estaban en mal estado y algunos de los pilares parecían como si fueran a desmoronarse en cualquier momento. Había hierba mala creciendo desde el suelo de mármol, y el lugar parecía desierto.

—¿Qué quieres decir con que estás en tu cabeza? — Aunque no se viera bien, parecía bastante real. Tenía los pies firmemente plantados en el suelo.

 

Min Woo miró a Jongin, y se acordó a alguien que estaba tan perdido emocionalmente que cerrarse era su única opción.

En todos sus años de vida, Jongin nunca había visto a nadie con ojos que parecían vacíos de vida, felicidad, y cualquier tipo de emoción real.

—Este lugar me llama, hasta en sueños. No sé lo que es, pero me encuentro viniendo aquí a menudo. —Min Woo envolvió sus brazos alrededor de su cintura, dándole a Jongin una imagen del real Min Woo—. No recuerdo haber venido aquí, así que no sé por qué mi mente sigue conjurando este lugar.

—No creo que esto esté en tu cabeza, Min Woo. — Jongin podía sentir otra presencia. Su lobo le decía que era un vampiro. No estaba seguro de si el hombre que estaba junto a él estaba sintiéndolo, o si Min Woo realmente no sabía que él no era el único aquí.

—Si no está en mi cabeza, entonces, ¿por qué oigo que me llama? ¿Por qué siento como si una mano invisible me jalara aquí una y otra vez?

Jongin no estaba seguro, pero no tenía un buen presentimiento sobre esto. Algo muy dentro de él, quizás su instinto de supervivencia, le estaba diciendo que se fuera, y rápidamente. —Necesitamos irnos, Min Woo. Llévanos con Jae Hyo.

Min Woo dio un paso lejos de Jongin, sacudiendo la cabeza de un lado a otro. —No quiero ir con el príncipe. Quiero a Kisu.

Jongin estaba realmente cansado de la mierda de Min Woo. Sacó su teléfono celular y llamó a Jae Hyo. Si Min Woo no iba a lograr sacarlos de aquí, el príncipe lo haría. Joder si se quedaba   en  este  horrible   lugar  un  minuto más.  —Hey, Jae Hyo. Necesito que me lleves.

 

Llama a un taxi.

Jongin sintió un tic nervioso en el ojo mientras suprimía el gruñido amenazador que quería salir de su pecho.

—No ese tipo de transporte. Llevaba al hermano de Kisu contigo, pero en su lugar hicimos un pequeño viaje al campo. —Jongin veía cómo Min Woo se acercaba a una  pared, pasando la mano por la superficie. Era mejor que el chico se cuidara. Este lugar parecía inestable como el infierno—. Estoy en una especie de palacio viejo y parece que se cae a pedazos…

—¿Ves una entrada grande con suelos de mármol verde? —Jae Hyo preguntó, interrumpiendo a Jongin. No le gustaba la preocupación en el tono del príncipe. Eso no era una buena cosa. Jongin miró hacia atrás y vio el descolorido piso verde.

—Sí.

Se hizo el silencio en el otro extremo. Jongin apoyó una mano en su cadera, viendo al pequeño vampiro explorar la habitación en la que habían entrado. —Cuándo quieras empezas a hablar —le dijo a Jae Hyo.

—Estás en la casa de Young Min.

—¿Tu loco hermano? —Jongin preguntó.

—No digas eso. Él puede oírte.

Jongin estaba a punto de decirle a Jae Hyo que le importaba una jodida cuando una sombra captó  su atención. Un hombre grande, salió de las sombras, sus ojos enfocados en Min Woo y luego en él, los azules ojos helados. — ¿Por qué has venido aquí?

Min Woo se giró muy lentamente, con expresión sombría. — Debido a que este lugar me jala aquí. ¿Por qué estás aquí?

 

Young Min ladeó la cabeza, sus ojos penetrantes. —Puedes quedarte. El lobo tiene que irse.

—Uh, Jae Hyo, creo que tu hermano quiere comerse a Min Woo. —Apenas las palabras salieron de su boca, Jae Hyo apareció a su lado. Jongin dejó el teléfono en su chaqueta—. ¿Ahora qué?

Young Min se movió rápidamente, agarrando a Min Woo y empujando al pequeño vampiro detrás de él. —No quiero comérmelo. Ahora vete.

—Lo siento, no podemos hacer eso. Prometí a su hermano que lo llevaría con Jae Hyo. —Jongin se giró y miró al príncipe—. Y aquí está. ¿Puede alguien llevarme a mi casa ahora o tengo que dar vueltas por el dramatismo?

Realmente quería regresar a casa. Jongin sabía que a Young Min le gustaba el sabor de la carne, y eso simplemente le daba asco. Quizás en su forma de lobo podía comprender comer presas, pero en forma humana… eww asco.

—¿Qué interés tienes con él? —Jae Hyo le preguntó a su hermano—. El único valor que tiene para ti, es su carne, y pensé que habías dicho que intentarías... otros medios de saciar tu apetito.

—Mi interés no es de tu incumbencia. Puedo regresarlo a su aquelarre vivo y entero. —La mandíbula de Young Min se tensó, sus ojos azul zafiro ardiendo con el calor—. Ahora, voy a decir esto sólo una vez más. Deja este lugar en este momento.

—Está bien, simplemente no hay una salida —recordó Jongin a todo el mundo a su alrededor. Se estaba volviendo un maldito dolor de cabeza.

Jae Hyo dio un paso adelante sólo para detenerse cuando Young Min mostró los colmillos. —Acércate más a mi pareja y te mataré.

 

El príncipe inhaló bruscamente cuando Jongin gimió. Genial, el vampiro psicópata tenía una pareja psicópata. Se preguntó qué infiernos estaba fumando el destino el día que unió a estos dos.

 

continuará...

 

 

Notas finales:

''—Hey, Jae Hyo. Necesito que me lleves.

 

Llama a un taxi.

Jongin sintió un tic nervioso en el ojo mientras suprimía el gruñido amenazador que quería salir de su pecho.''

 


solo de imaginar esta escena hace que me meé de risa hahah


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