Narra Maxim
La cicatriz más larga nacía desde el cuero cabelludo que se encontraba justo en la parte superior de la sien derecha y viajaba por el centro de la mejilla para después dividirse en “Y”. Por un lado, la cicatriz continuaba con su camino hasta pasar sobre una parte de los labios y para formar un círculo; después la cicatriz continuaba descendiendo en el borde de la mandíbula.
La otra división de la cicatriz se evitaba el camino largo para bajar directamente por un lado de la mejilla. Pero esa descendía aún más por el cuello y se perdía en el principio de su ropa médica.
¿Hasta dónde abarcaría?
-¿Signos?-parpadeé justo después de que avancé por el pasillo con la camilla delante de mí y me percaté de que estaba a menos de cuatro pasos para invadir el espacio personal del Doctor Iván
-Presión baja y latidos irregulares-una enfermera respondió a la primera pregunta que escuché provenir del Doctor Iván. Su tono de voz era grave, pero su pregunta se escuchó con claridad.
En esos momentos, la camilla se encontraba frente a Iván, quien no se tomó demasiado tiempo en inclinarse y observar la herida del ojo. Al parecer, eso era un protocolo de todos los doctores.
James, la de la clínica y ahora Iván habían hecho lo mismo cuando tuvieron su primer contacto con Dany
-Llévenlo a la habitación individual 272 de cuidados intensivos, mientras un grupo de 4 se encarga de atender las heridas que tiene en la cabeza; otros van a enfocarse en estudiar la información que la enfermera Celine les dará a conocer de inmediato-
-¿Qué información?-no pude evitar meterme en la conversación y preguntar lo que me causó ruido inmediatamente después de que lo escuché.
La mirada verdosa de Iván pasó de su equipo de trabajo, hacia mí
-¿Quién eres?-sus ojos se entrecerraron y me sentí juzgado. Su pregunta salió tosca
-Maxim-reprimí el gesto que quise hacer al darle mi mano para presentarme-Soy amigo de James y de este chico-coloqué una mano sobre el pequeño borde metálico que había en la camilla y lo apreté con fuerza. Estaba sintiéndome incómodo
-La información es el historial médico del paciente que James me compartió hace poco más de una hora-asentí mientras observaba a mi alrededor y me encontré a todo el equipo del personal médico con su atención en nosotros. Sentí otro poco más de incomodidad-No perdamos más el tiempo, los especialistas llegarán dentro de poco para realizar su evaluación-mencionó mientras regresaba su atención a su equipo.
Los presentes, incluyéndome a mí, liberamos el aire que habíamos estado reteniendo.
Nadie mencionó nada más y el equipo médico continuó con su camino dentro de la sala de emergencias llevándose con ellos a Dany.
En la entrada, solo quedamos Iván, dos enfermeros; uno era el enfermero amable que había estado atendiendo a Dany en la ambulancia y yo. Se compartieron datos entre ellos e intercambiaron opiniones sin preocuparse de mi presencia. Me sentí aún más incómodo por estar estorbando en ese pasillo así que di dos pasos hacia atrás hasta que sentí la seguridad de la pared contra mi espalda.
Y fue justo a tiempo que me moví porque dos enfermeras pasaron en medio del pasillo con otro paciente que iba en silla de ruedas. Ellos tomaron otra dirección y poco a poco se alejaron de mi posición
-Venga, no puede estar aquí-aparté mi mirada del pasillo y observé al enfermero amable. Me di cuenta de que Iván y el otro enfermero entraban a la sala de emergencias mientras continuaban platicando entre ellos.
Seguí de cerca al enfermero por el pasillo que momentos antes habíamos recorrido hasta que nos desviamos ligeramente hacia la derecha para llegar a una sala de espera. Ahí, me encontré con August, Ana y Sergei.
Los tres, en cuanto me vieron, se levantaron de sus asientos y se acercaron a mí
-¡¿Y Dany?!-Ana me preguntó
-En estos momentos ya se encuentra recibiendo la debida atención-el enfermero respondió por mí-Pueden estar tranquilos-sonrió-Los invito a que pasen a la cafetería que tenemos saliendo a mano derecha, pueden consumir libremente en lo que esperan alguna nueva información, pero les recomiendo que antes realicen su registro en recepción-señaló hacia el otro lado de la sala de espera y nos encontramos con un escritorio redondo de cristal laminado en donde había varios doctores y doctoras firmando papeles o revisando algún tipo de documentación-Después los buscaré para darles avances-volvió a sonreírnos a cada uno de nosotros y dio media vuelta para regresar sus pasos por el mismo pasillo
-Bueno-August suspiró-Será mejor que nos apresuremos con el registro porque quiero comer algo, lo que sea-asentí a su idea.
El rostro de August ya no se veía saludable y el de los demás tampoco. Seguro que el mío tampoco era la excepción
-Andando-Ana nos indicó y los cuatro nos acercamos al escritorio.
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-¿Cuántos años tiene Daniel?-dejé de mover el lapicero y después de observar la hojas que tenía frente a mí, volteé a ver a los demás
-Creo que tiene entre 17 y 19 años-Ana me respondió mientras observaba hacia August. Yo también volteé a verlo
-Creo que sí, no me acuerdo muy bien-hizo una mueca y mi vista regresó a los papeles que la enfermera que atendía la recepción nos había entregado momentos después de que nos acercamos para solicitar nuestro registro tal y como el enfermero amable nos había indicado
-Lo apuntaré, no creo que ese estimado se aleje demasiado de la realidad-escribí con mi mano temblorosa, por culpa de la debilidad, el número 18 justo sobre la línea que había a un lado del nombre de Daniel.
Tampoco le había anotado sus apellidos porque no tuvimos ni idea y la enfermera que nos estaba atendiendo, nos dijo que los datos del paciente podían ser únicamente los que supiéramos con certeza, pero que los datos del encargado o tutor del paciente, debían de ser verídicos y completos.
Del resto del registro, solo pude anotar la nacionalidad de Daniel, y eso, también lo dudé.
Venían otras preguntas como alergias, operaciones, enfermedades, antecedentes y otras cosas más que solo nos confundieron; así que optamos por no rellenar nada. Pero en cambio, en el nombre de tutor, familiar o contacto de confianza, agregué todos mis datos y Ana también agregó los suyos
-Disculpe…-empecé a preguntar mientras leía el apartado que había justo al final del pequeño expediente
-Dígame-escuché la respuesta de la enfermera y volteé a verla mientras sostenía el papel a una buena altura para que ella pudiera verlo adecuadamente
-En esta parte-señalé con mi dedo índice-Menciona si contamos con seguro…-dudé-Nosotros no contamos con un seguro, no en este país-expliqué mi duda porque, en ese apartado, venían varios espacios en blanco que debía de rellenarse con información referente a una cosa. Dinero-¿Qué procede en este caso?-la enfermera dio un vistazo rápido a lo que le señalé y después sonrió
-No se preocupen, el doctor Iván me dio indicaciones de que esto se mantenga, por el momento, en segundo plano-elevé una ceja ¿Segundo plano?
-¿Eso qué quiere decir?-Ana también se acercó al escritorio
-Para obtener la cantidad que debe pagarse, normalmente se da una evaluación rápida de lo que el paciente requiere o porque ya tienen cita previa, pero como en este caso todavía se está realizando un examen al paciente, no contamos con la cifra exacta de lo que van a costar los servicios médicos-asentí a pesar de que no estaba entendido-Me parece que el doctor Iván arreglará este asunto con la persona que solicitó el servicio, su nombre…-ella empezó a teclear en su computadora y leyó unas cuantas cosas hasta que su atención regresó a nosotros-El señor James Bogdánov-asintió sin apartar su mirada de la pantalla-Él es conocido del Doctor Iván así que el pago de los servicios se acordará por ambos lados-su mirada regresó a nosotros
-Entonces esta parte del registro no nos concierne ¿Verdad?-quise asegurarme de lo que conseguí comprender
-Es correcto-asintió una única vez-¿Terminaron?-extendió su mano para que le entregara las hojas que habíamos rellenado y, con duda, se lo entregué. Ella lo tomó con firmeza y empezó a teclear en su computadora-Eso es todo, gracias-fue su última indicación y yo me quedé observándola otro poco más con la intención de preguntarle más sobre ese apartado
-Vamos a comer algo-Ana me tomó de un brazo y me arrastró hacia la entrada-Si dice que no toquemos el tema del dinero, entonces no hay que tocarlo-murmuró mientras dábamos los primeros pasos fuera de la recepción-Yo ni siquiera tengo una cuenta en el banco y no quiero tener que escapar de un lugar como este ¿Viste toda la seguridad?-ella se aferró con más fuerza a mi brazo sin dejar de hablarme en voz baja-Más que un hospital, este lugar parece un laboratorio, pero con áreas verdes naturales y sin un domo que lo rodeé ¿O no?-diferí de su comentario
-Este lugar sí tiene un aire de hospital, también me impresionó toda la seguridad que tiene, pero o de seguro están atendiendo a alguien que trabaja en el gobierno o a un pez gordo, muy gordo-elevé ambas cejas-Además, no podríamos escapar, Dany está aquí-le recordé
-Bueno, sí-Ana por fin soltó mi brazo-Tal vez me estoy volviendo paranoica porque tengo hambre-frotó su abdomen y me reí
-Sí, de eso se trata-la observé de reojo y ella negó mientras sonreía.
Los cuatro continuamos con nuestro camino sin necesidad de mencionar en voz alta el destino.
Teníamos hambre y la sugerencia que el enfermero amable nos había dado momentos antes, había sido suficiente como para provocar que nos moviéramos en piloto automático rumbo a la cafetería que contaba con menú gratuito.
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-Yo también estoy preocupado por toda la seguridad que hay-Sergei mencionó justo poco después de que un mesero, sí, un mesero, tomara nota de lo que queríamos y se retirara rumbo a la barra de la cafetería.
Las instalaciones de la cafetería resultaron ser acogedoras y el servicio, ni se diga. Era como estar en una cafetería que se encontraba establecida en alguna calle importante de la ciudad. Incluso el servicio de meseros estaba presente.
Fue algo sorprendente de descubrir
-Como dijo Max, tal vez algún pez gordo está siendo atendido y por eso lo tienen bajo resguardo-August recargó ambos codos sobre la mesa y no mencioné nada sobre lo de “Max”-Seguro lo atacaron y como el pez gordo sobrevivió, los guardias quieren cerciorarse de que no vengan a rematarlo-bostezó y empezó a observar a su alrededor-Este lugar es agradable, no me siento como en un hospital-volvió a bostezar y no comentamos nada ante lo último
-¿Y si Sean los contrató para resguardar a Dany?-Ana mencionó poco después de que guardamos silencio-¿Qué tal si ya se enteró de todo y nos está vigilando en este preciso instante?-mis ojos, se movieron hacia cada esquina de la estructura en busca de cámaras de seguridad que nos estuvieran apuntando directamente.
Y sí encontré cámaras, pero no tenían nada de sospechoso
-Creo que deberías callarte, el hambre te está afectando-August le respondió y ambos empezaron a discutir.
Yo suspiré
-¿Cuál es tu versión, Sergei?-lo observé. Él estaba sentado a mi lado y a pesar de que él ya estaba en una buena posición como para dormir, me respondió
-Creo que es mucha seguridad como para cuidar a una sola persona, pero la única seguridad que me pareció acorde al hospital, es la del arco de seguridad-cruzó sus brazos a la altura del pecho-Había grupos definidos de seguridad-
-¿A qué te refieres?-
-Por ejemplo, los guardias que están allá-como el ventanal estaba a su lado, no tuvo problemas en señalar hacia la zona de la entrada número 3. Me encontré con tres guardias que portaban sus respectivas gafas para el sol y radios. Las armas las mantenían ocultas, pero se alcanzaban a distinguir por la pequeña protuberancia que se les generaba en una parte de su cintura-Ellos no tienen la misma vestimenta que esos cuatro-su dedo se movió unos cuantos grados hacia la derecha y esta vez señaló a otros guardias que mantenían posición de descanso, pero sus armas permanecían entre sus dedos.
También llevaban radios, pero no gafas.
-¿Entonces no vienen juntos?-pregunté mientras veía intercaladamente a ambos grupos y, conforme más tiempo pasaba examinándolos, más diferencias encontré.
Parecían trabajar para distintas personas
-Eso creo yo-Sergei elevó ambos hombros-También…-volteó a verme-¿Viste los automóviles del estacionamiento?-asentí varias veces y él sonrió con obviedad-O varias personas fueron lastimadas en el mismo sitio o esto es una gran coincidencia-negó levemente-Mejor no hay que hacer tantas preguntas, ya deberías estar acostumbrado a esto ¿No?-me observó de reojo
-Tengo hambre-aseguré e hice una cara de lástima-No estoy pensando correctamente-él sonrió
-No hay problema, la energía viene en camino-fue lo último que mencionó antes de que nuestros alimentos arribaran.
Yo me pedí un café bien cargado y sin azúcar junto a una gran rebanada de pastel de chocolate. Me urgía despertar. Y a pesar de que necesitábamos comer algo más que solo lo que el menú de una cafetería nos ofrecía, con eso estábamos conformes por el momento.
Los cuatro empezamos a comer en silencio y de vez en cuando intercambiamos alguno que otro comentario acerca de las instalaciones que no dejaban de parecernos increíbles.
El tema de la seguridad no volvimos a tocarlo.
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-Los familiares no pueden pasar la noche en el hospital, solo se permite cuando el paciente es un niño o durante partos-la enfermera nos observó a los cuatro-Puedo recomendarles una empresa de taxis para que los lleve a algún hotel-elevó ambos hombros-Además, las visitas son solo por la tarde y…-revisó su reloj de pulsera-Hace media hora se terminó el tiempo-no mencionamos nada al instante.
Nuestra estancia en la cafetería se había alargado a dos horas porque los asientos nos resultaron demasiado cómodos; aparte de que el ambiente, el olor y la comida gratuita impedían que saliéramos del lugar. Así que decidimos esperar en ese lugar para recibir noticias del enfermero amable en lugar de estar sentados en los fríos pasillos donde solo había asientos pequeños e incómodos.
Escena Retrospectiva (Flash Back)
-¿Van a pedir algo más?-pregunté mientras revisaba por tercera vez el menú
-Estoy llena, ahora solo pediré una botella de agua porque siento que estoy secándome-Ana me respondió mientras recargaba sus brazos sobre la mesa para después, colocar su barbilla sobre ellos
-Me gustaría un chocolate caliente-Sergei se inclinó un poco hacia mí para ver por sí mismo el único menú que nos habían dejado-Pero creo que también pediré una botella con agua, el dulce ya me fastidió-hizo una mueca
-Yo también quiero una-August le siguió
-Yo sí pediré el chocolate-sonreí mientras cerraba el menú y lo colaba sobre la mesa.
Llamé al mesero y tomó nuestra nueva orden. No parecía fastidiado de nosotros, pero sí algo cansado
-Me gustaría dormir un poco-Ana cerró sus ojos-Estoy muy cansada-murmuró y se acurrucó sobre sus propios brazos.
Yo me dediqué a estirar mis piernas y August empezó a frotar la espalda de Ana.
Justo después de que nuestra nueva orden llegara, a través del ventanal me percaté de que el enfermero amable se aproximaba a la cafetería. El ingresó y dio un vistazo rápido a todo el lugar hasta que me encontró observándolo. Se acercó hacia nuestra mesa con paso seguro y no pude evitar verlo de abajo hacia arriba.
El uniforme color menta que portaba en esos momentos le quedaba excelente, entre sus brazos llevaba una tabla sujetapapeles en color azul.
Mi mirada lo recorrió hasta su cabello color castaño que permanecía bien peinado.
En el poco tiempo que se dilató para llegar hacia nosotros, no dejó de sonreír. Él parecía ser alguien simpático por naturaleza, pero no podía evitar preguntarme del porqué su atención hacia nosotros estaba siendo un poco más… ¿exclusiva?. Tal vez aparte de simpático, también era alguien demasiado servicial.
-Hola-su sonrisa alcanzó hasta sus ojos, por lo que se le crearon unas ligeras marcas en el borde.
Ana se enderezó y volteó a verlo
-¿Cómo está Daniel?-pregunté
-En estos momentos continúan evaluándolo. Un equipo de especialistas junto al Doctor Iván está realizando los análisis correspondientes-de nuevo sonrió-Les llevará toda la noche entre que toman algunas muestras de piel y se revisa el expediente médico para evitar cualquier tipo de problema-su sonrisa disminuyó apenas un poco de tamaño mientras asentía varias veces y nos observaba a los cuatro alternadamente
-¿Toda la noche?-como las luces de la cafetería ya estaban encendidas, las ojeras de Ana se notaron aún más cuando hizo su expresión de sorpresa
-El análisis es un proceso lento, son las bases para saber lo que está sucediendo dentro del cuerpo y obtener un tratamiento adecuado-nos explicó-Les sugiero que vayan a descansar, mañana nos comunicaremos con el número que dejaron en el registro para darles nuevas noticias-su sonrisa volvió a aumentar de tamaño-Bueno, tengo que irme. Los veré después-dio media vuelta y, antes de que saliera por completo de la cafetería, saludó a los meseros y después se alejó.
Al parecer, era una persona simpática por naturaleza
-¿Entonces? ¿Qué hacemos?-Ana se cruzó de brazos. Ella y los demás no le estaban tomando mucha importancia al servicio que nos ofrecía el enfermero.
¿A lo mejor era normal?
-Yo tengo mucho sueño, quiero descansar-August respondió y dio un sorbo a su botella
-¿Por qué no vamos a asegurarnos de que no hay más información?-los tres observamos a Sergei-Si no encontramos nada más, podremos quedarnos en la sala de espera para descansar-elevó ambos hombros
-Los asientos de ahí si estaban cómodos-Ana fue la primera en levantarse-Andando-
Fin Escena Retrospectiva (Flash Back)
Y justo poco después de que pasamos por la puerta de la entrada 3, la enfermera que teníamos en frente nos había alcanzado para informarnos sobre el reglamento del hospital
-¿Entonces no vamos a poder pasar la noche aquí?-Ana colocó un puño en su cintura y la noté con una posición amenazante. Su paciencia se estaba viendo afectada por el cansancio
-Reglas son reglas-la enfermera elevó ambas cejas-No podemos hacer excepciones-Ana suspiró y los cuatros nos observamos
-¿Y ahora?-Ana preguntó
-Parece ser que la mejor opción es que vayamos a algún hotel y…-respondí mientras mi mirada regresaba a la enfermera-¿A qué hora empieza el horario de visita?-
-De dos a ocho de la noche-respondió enseguida
-Entonces a esa hora regresamos-de reojo pude ver que la enfermera asentía a mis palabras
-Les conseguiré un taxi, tomen asiento por favor-después de decirlo, caminó rumbo al escritorio de recepción y poco después seguimos sus pasos para tomar asiento en la sala de espera.
Justo cuando tomé asiento, vi que el Doctor Iván llegaba a recepción para hablar un momento con la enfermera que ya se encontraba realizando una llamada. El Doctor vestía ropa médica de color azul y sobre ella su bata blanca. También llevaba puestos unos anteojos.
La enfermera nos señaló y el Doctor Iván volteó hacia donde nos encontrábamos. Él se acercó a nosotros con sus manos dentro de los bolsillos de la bata.
Yo me levanté en seguida
-¿Cómo está nuestro amigo?-los demás también reaccionaron y se levantaron de sus lugares como si de resortes de trataran. Iván suspiró
-Un oftalmólogo y dos dermatólogos continúan analizándolo, hemos avanzado en tratar las heridas que tiene en la cabeza; los exámenes de sangre y otros todavía no están listos-con su dedo índice, empujó la parte central del marco de sus lentes para volver a acomodarlos en su lugar. Ahora me daba cuenta de que sus movimientos eran demasiado rígidos, pero no por nervios o por enfado. Se veían “naturales”-Cuando obtengamos los resultados podremos continuar-
-La gangrena… en sus muñecas-Ana dio un paso hacia él-¿No está avanzando?-
-Aún se está evaluando el daño tisular-relamió sus labios-Y estamos buscando alternativas para evitar la anestesia al momento de tratar las heridas de esa zona-al mencionar lo de la anestesia, supe que él ya estaba al tanto de lo que había ocurrido en la clínica. Seguro James lo había puesto al tanto-La enfermera me mencionó que planean pasar la noche en un hotel para regresar mañana. Bien, yo les recomiendo que solo uno de ustedes se quede para firmar permisos y darle avances. Pero los avances no vendrán de un día para otro, si no tienen ningún problema en quedarse durante bastante tiempo entonces, adelante-
-La enfermera nos dijo que los familiares no pueden pasar la noche aquí-mencioné
-Y es correcto-me prestó atención-Es por eso que permitiré que solo uno se quede-aparté mi mirada para pensar en una solución-Platíquenlo entre ustedes e informen su resolución a la enfermera-señaló con su mano extendida a la enfermera que continuaba al teléfono-Ella me informará y a la persona que se quede, se le darán algunas indicaciones ¿Entendido?-nos observó a cada uno
-Bien, gracias-August le respondió y extendió su mano hacia Iván. Ambos se estrecharon las manos y después, Iván regresó hacia el escritorio de recepción. Poco después se fue por un pasillo aún con sus manos dentro de los bolsillos de la bata
-Chicos…-los tres observamos a Ana-A mí me gustaría quedarme y bueno, creo que debería de serlo porque en el registro los datos de contacto son los míos, pero no me siento muy bien y…-empezó a jugar con su cabello que, mientras estábamos en la cafetería, se había dado un tiempo para arreglarlo un poco
-Yo me quedo-la interrumpí-En el registro también están mis datos-
-Pero necesitas descansar-August interfirió
-No tengo ningún problema en quedarme-negué con firmeza-Me quedo, ustedes vayan a un hotel para descansar y regresen mañana a la fábrica-
-¿Estás seguro?-volteé a ver a Sergei
-Lo estoy-asentí y los cuatros nos quedamos en silencio-Vayan, estaré bien-les aseguré porque no los vi tan convencidos de mi decisión
-De acuerdo, después buscaremos la manera de turnarnos o ya se nos ocurrirá algo, no podemos dejarte todo a ti-Ana negó con su dedo índice-Avísanos en cuanto la situación te sobre pase-asentí y agradecí internamente su gesto
-Un taxi vendrá a recogerlos en 10 minutos-la enfermera anunció desde el escritorio de la recepción.
Los cuatro suspiramos al mismo tiempo.
Y en un santiamén, ellos tres se notaron más frescos. Al parecer la situación los había sobrepasado desde hace bastante tiempo y de verdad que necesitaban con urgencia de un buen descanso
-Hay un problema, creo que no tenemos el dinero suficiente para cubrir los gastos del taxi, del hotel y de los boletos de avión-August informó-De mi parte, no creo poder costear todo eso-
-Yo ni siquiera tengo cuenta disponible en el banco y mi efectivo puede que nos alcance para el taxi, pero no más-Ana respondió-Tendremos que llamarle a Lucy o a James para que nos manden un poco de dinero o que nos compren los boletos del avión en línea para que el taxi nos lleve directamente al aeropuerto-opinó
-Bueno, creo que puedo ayudarlos con algo para el hotel-empecé a sacar mi cartera porque estaba seguro de que tenía algunos billetes, o incluso podía darles mi tarjeta, pero no sabía si el hotel que seleccionaron iba a recibirla sin el propietario junto a ella-No es mucho y no sé si la moneda rusa sea más barata que la alemana, creo que tendrán que pedir la ayuda de James-empecé a sacar algunos billetes que se me habían mojado y por eso ahora estaban arrugados
-Guárdalo, puede que lo necesites-Sergei detuvo mi mano que ya contaba con unos cuantos billetes-Yo me encargo del hotel y si James no puede ayudarnos entonces no tendré ningún problema en pagar los vuelos-Sergei empujó mi mano, pero insistí
-Tómalo, la comida aquí es gratis-le recordé mi dato de respaldo
-Comida con azúcar, que no nutre y que sirve para dar energía en un corto lapso de tiempo-Sergei me respondió-Consigue algo más saludable para que recobres fuerzas-
-¡Ya sé!-August elevó el tono de su voz y varias enfermeras que pasaban por ahí nos hicieron el signo del silencio y después continuaron con su camino-¿Por qué no te desmayas y que te atiendan aquí? Por como veo el lugar, parece que la comida para pacientes es excelente-August no se inhibió por el silencio que las enfermeras le pidieron, pero sí bajó su volumen.
Los tres sonreímos
-Bien, mañana lo llevaré a cabo-bromeé y platicamos de otras cosas más para subir los ánimos hasta que el taxi llegó y entonces mis ánimos bajaron un momento cuando empezamos a despedirnos.
Los vi alejarse y después regresé a tomar asiento en la sala de espera.
Una enfermera me hizo el favor de prender la televisión, pero colocó un noticiero que a la larga me causó sueño, así que me decidí por ignorarla.
Conforme la noche pasaba, me di cuenta de algunas anomalías que me convencieron aún más de que ese hospital no era convencional. Las personas que se iban y llegaban no parecían ser normales. Se veían peligrosas o importantes porque llegaban con varios guardaespaldas que portaban armas y que daban un aire de amenaza.
Procuraba no verlos tan fijamente porque tal vez alguno podría malinterpretar mis acciones y traerme problemas que no quería, así que lo hice con disimulo y después; cuando me acostumbre a la rutina nocturna del hospital y de que el hambre regresó a mi cuerpo, creí que podría dormirme, pero había algo que no quería salir de mi cabeza desde que había realizado el registro.
Era consciente de que el Doctor Iván conocía a James y viceversa, pero me parecía algo complicado de creer que solo entre ellos dos se iba a discutir el tema del dinero.
Dinero, dinero, dinero.
El avión, el transporte, la atención privilegiada sin cita, los medicamentos o los tratamientos que Dany iba a necesitar… eso no nos iba a salir tan barato. Estaba seguro de ello.
En esos momentos no contaba con dinero suficiente porque había dejado de lado mi trabajo para buscar a Daniel. Había tomado mis prioridades y no me quejaba, pero ahora estaba siendo consciente de los problemas que podrían desencadenarse.
Ana, con lo que había mencionado después del registro y poco antes de que se marcharan sobre que no tenía una cuenta en el banco, me daba a entender que sus bienes eran escasos.
August había gastado su último efectivo en Estonia para llenar 2 veces el tanque de gasolina de la ambulancia porque no podíamos arriesgarnos en quedarnos a mitad de camino. Con ello habíamos conseguido desplazarnos a la primera clínica y al aeropuerto. Estaba seguro de que vi unos últimos billetes en su cartera y no sabía si con eso iba a poder sobrevivir más tiempo. No sabía si tenía una cuenta o algún tipo de ahorro.
Y ahora, Sergei se había ofrecido en pagar el hotel y los boletos del avión. Él era profesor, me imaginaba que ganaba bien, pero esos gastos se resentían cuando llegaba el estado de cuenta a fin de mes con las exigencias del banco para pagar los nuevos gastos.
No sabía cómo iban a arreglarse para el pago de algún hotel o si iban a viajar de inmediato, pero esperaba que llegaran a salvo a la fábrica.
Me acomodé sobre el asiento y crucé mis brazos a la altura del pecho.
Ahora quedaba sobrevivir la noche; al día siguiente ya vería cómo me las apañaría. Por ahora, me reconfortaba el hecho de que Daniel estaba siendo atendido por especialistas.
Estaba en buenas manos y eso era lo que importaba.