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59. Calor en Aumento (05) por dayanstyle

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Seung Hyun estaba de muy mal humor cuando llegó al lugar del incendio. La única cosa en su mente era el hecho de que Jong Hoon estaba sentado en su casa, disfrutando de una comida que deberían haber compartido juntos. A pesar de que no era culpa de sus hombres, Seung Hyun quería patear hasta el último de sus culos.

—¿Acelerante? —Seung Hyun preguntó mientras se acercaba a Jo Kwon, que estaba de pie al lado del camión de bomberos. Se quitó el casco, mostrando el sudor que corría por el costado de su cara. Vio a Yeon Soo y Sung Kyu de pie cerca de la estructura quemada con mangueras a todo volumen.

Jo Kwon pasó una mano por su cabello, mirando a la casa y luego a Seung Hyun. —Hasta que la conclusión sea definitiva por el marshal, no lo sabremos con seguridad. Pero la casa se incendió muy, muy rápido. Si tuviera que adivinar, diría que son incendios provocados.

Jo Kwon era un humano, incapaz de detectar los sutiles aromas que los shifters podían identificar fácilmente. Seung Hyun era un shifter, su sentido del olfato era excelente. Se acercó al fuego en el que Yeon Soo y Sung Kyu seguían trabajando para sofocar. Seung Hyun no podía esperar a que los nuevos chicos comenzaran la próxima semana. Esta mierda con tan poco personal estaba alterando sus nervios.

Tenía que acercarse con el fin de saber con certeza si fue gasolina lo que inició el fuego. Tan pronto como llegó a medio camino de la estructura, Seung Hyun olió el agua, humo, madera quemada, y un toque sutil de gasolina. No era tan fuerte como el último incendio, pero ahí estaba. Seung Hyun sabía sin sombra de duda que tenía un pirómano en sus manos.

Girándose hacia Jo Kwon que le había seguido, Seung Hyun le dijo:

—Conéctate con Felix por la radio y dile que encuentre dónde jodidos está el marshal. Lo necesito aquí pronto. —Aunque Seung Hyun ya sabía cómo se inició el fuego, no podía decirle a la policía que su nariz era prueba suficiente. Iba a tener que dejar, no sólo que la policía supiera que alguien estaba iniciando los fuegos en el pueblo, sino que también tenía que informarle al Alfa. El informe del Marshal ayudaría a respaldar su opinión.

Hasta ahora, el culpable estaba apuntando a viviendas vacías, pero Seung Hyun sabía que era sólo cuestión de tiempo antes de que estuviera incendiando algo más grande. Ese era siempre el escenario. El quemar casas vacías le decía que el tipo era nuevo en esto.

Pero él no se quedaría nuevo por mucho tiempo.

 

Él ayudó a los hombres a extinguir el incendio, sintiéndose cansado para cuando todo era solo un montón carbonizado de nada. Tener el fuego bajo control había tomado más tiempo porque nadie había visto el pequeño granero detrás de la casa hasta que fue consumido por las llamas. A Seung Hyun le encantaría tener en sus manos al que hizo esto.

Nunca entendió por qué una persona tenía placer de iniciar un incendio. Había visto la devastación que un incendio causaba. No tenía ningún sentido para él que alguien pudiera emocionarse por algo tan letal como las llamas.

Pero, de nuevo, si alguien inició los incendios, no estaban bien de la cabeza. Después de ayudar a los chicos a revisar el lugar, Seung Hyun se dirigió a la estación de bomberos con los chicos para escribir su informe.

 

Después de ver el tráfico-no-existente, no había nadie fuera tan tarde, pero aun así era su trabajo asegurarse de que no hubiera nadie cerca cuando el camión retrocedía en la calle, en dirección a la estación. Seung Hyun bostezó, escribió su informe, y luego se dirigió a las duchas. Tenía la esperanza de que el agua lo despertara porque se sentía muerto sobre sus pies y todavía tenía que regresar a casa.

Atravesó la puerta después de las diez de la noche, cansado, con hambre, y con ganas de nada más que estirarse junto a Jong Hoon. Estaba agradecido de haber tomado una ducha en la estación porque el único pensamiento en su mente era dormir.

Al ver la casa vacía, sin su pareja a la vista, Seung Hyun vagó hasta la terraza de atrás para encontrar a Jong Hoon acurrucado en uno de los asientos, la colcha de su cama alrededor del chico. Su pareja estaba profundamente dormido.

Tan suavemente como pudo, Seung Hyun empujó sus brazos bajo el hombrecito y lo levantó, llevando a su pareja a su dormitorio.

—No es más que escandaloso —Jong Hoon murmuró en su sueño mientras intentaba enterrarse a sí mismo en los brazos de Seung Hyun. Éste le sonrió a su pareja mientras acomodaba a Jong Hoon en  la  cama.  No  estaba  seguro  de  lo  que  Jong Hoon   estaba soñando, pero el hombre hizo un puchero antes de suspirar. Seung Hyun se desnudó y luego subió junto a Jong Hoon, envolviendo sus brazos alrededor del hombre más pequeño y jalándolo más cerca de él.

Le encantaba cómo su pareja se sentía enterrado junto a él. El hombre tenía la forma perfecta para encajar en el cuerpo de Seung Hyun. Ahora que el olor de su pequeño impala llenó sus pulmones, se encontró con que ya no estaba agotado. Cuanto más tiempo se quedaba allí inhalando el olor, más duro se volvía su pene hasta que estaba completamente erecto. Los colmillos de Seung Hyun crecieron cuando su deseo se encendió.

 

—¿Seung Hyun? —Jong Hoon preguntó en la oscuridad del cuarto con voz adormilada.

—¿Quién más estaría subiendo desnudo en la cama contigo? —bromeó mientras apartaba la manta de alrededor de su pareja. Podía ver el miedo en los tímidos ojos café-canela de Jong Hoon.

El café estaba creciendo más a un color caramelo que capturaba la luz de la luna y hacía brillar los ojos del hombre. Era una vista espectacular, que aumentaba los deseos de Seung Hyun.

Sabía que tendría que tomar su tiempo con Jong Hoon. Si el chico nunca había besado, dudaba que su pareja hubiera tenido sexo. Se movió despacio dejando que Jong Hoon se acostumbrara, Seung Hyun primero besó la mandíbula de su pareja, y luego sus labios.

Sus manos masajeaban lentamente la suave piel de Jong Hoon, tratando de relajar a su pareja mientras levantaba la camisa centímetro a centímetro sin prisas, y luego la pasó por la cabeza del hombrecito. Seung Hyun gruñó cuando vio la impecable piel de su pareja a la luz de la luna.

Se giró hasta estar sobre sus manos y rodillas sobre su pareja, Seung Hyun bajó la cabeza y sostuvo el bronceado pezón entre los labios, provocando el pequeño brote con los dientes. Utilizaba su lengua como un arma para los sentidos de Jong Hoon, haciendo que su pareja gimiera de placer mientras chupaba la satinada piel.

Era un poderoso sentimiento ver el pequeño cuerpo del impala retorcerse bajo su toque, sabiendo que le daba tal placer a su pareja. Jong Hoon no estaba escondiendo nada de él. Dejó que sus gemidos se oyeran, junto con siseos y gemidos. Dentro de él, su oso grizzli gruñía su aprobación de tomar a su pareja, de reclamar al pequeño hombre.

 

Seung Hyun soltó el húmedo pezón, usando su lengua para recorrer el pecho de su pareja hasta darle al pezón descuidado la misma atención. Las manos de Jong Hoon permanecían en la cama, a la altura de su cabeza mientras se estremecía de nuevo ante el toque de los labios de Seung Hyun.

Su cuerpo se ruborizaba por el calor que sólo excitó más a Seung Hyun que observaba a su pareja luchar por respirar. Sus labios se abrían y sus manos se cerraban y abrían. Sentía una fuerte y abrumadora necesidad de tocar y explorar.

Seung Hyun quería quitarle los jeans a Jong Hoon y lamer al hombre del culo al pene. Su respiración se escapó en un áspero gruñido cuando sus manos recorrieron la cremosa piel del cuerpo de su pareja. Jong Hoon gimió cuando Seung Hyun acarició y besó su camino por el delgado pecho del hombre, al plano abdomen, deteniéndose en el ombligo de su pareja para darle a la carne  una pequeña mordida.

Las caderas de Jong Hoon se mecían hacia adelante, era muy claro lo que el hombre quería y deseaba. Seung Hyun abrió los jeans y luego apartó la tela para liberar al hombre.

Tímidamente, Jong Hoon pasó la mano sobre el corto cabello de Seung Hyun. Estaba duro como el granito, pero el toque de Jong Hoon envió más sangre al sur, causando un dolor imposible.

Seung Hyun comenzó a jugar con él, acariciando suavemente el eje de su pareja, jugando con las bolas de su pareja sólo con la punta de los dedos. Jong Hoon soltó un suspiro tembloroso cuando Seung Hyun dejó que sus manos recorrieran la piel suave y desnuda.

Cuando deslizó sus dedos entre el pliegue del culo de Jong Hoon, sintió el gemido de su pareja vibrar profundamente dentro de su propio cuerpo. Su excitación palpitaba con la necesidad de enterrar su pene dentro de su pareja. Su sangre hervía. Caliente deseo recorría sus venas.

 

—Aliméntame con tu pene, mi pequeño impala. —Las manos de Jong Hoon con torpeza tomaron la base y lo mantuvo firme en su mano. Eso no era exactamente de lo que Seung Hyun estaba hablando, pero al menos el hombre estaba tratando.

Bajando la cabeza hacia la erección de su pareja, Seung Hyun tomó el duro pene en su boca. Tomó las caderas de su pareja y mantuvo a Jong Hoon abajo cuando el chico empezó a resistirse violentamente. Seung Hyun chupaba la ancha cabeza, encantado con el ahogado gemido que Jong Hoon soltó cuando deslizó el pene por su boca hasta la base. Su pareja se sentía tan bien contra su lengua, caliente y tan suave como terciopelo envuelto alrededor de una columna de acero sólido.

—S-Seung Hyun —dijo Jong Hoon en un tono débil justo antes de que todo su cuerpo se sacudiera y se corriera en la garganta de Seung Hyun. Seung Hyun levantó las piernas de Jong Hoon hasta que las rodillas del hombre golpearon su pecho. Chupó el pene de su pareja hasta que Jong Hoon terminó.

Pero él no había terminado.

 

Seung Hyun recorrió con sus labios las bolas de Jong Hoon, lamiendo el arrugado saco. Tomó cada una en su boca antes de que su  lengua recorriera la piel entre las bolas y el culo. Miró a su pareja para ver los ojos de Jong Hoon oscuros de pasión, aumentando el intenso calor. Su mirada se transformó a hambrienta.

Usando su saliva, Seung Hyun insertó su dedo índice hasta el primer nudillo. El cuerpo de Jong Hoon se arqueó contra su dedo cuando Seung Hyun lo movió lentamente dentro y fuera del culo del hombre. Su pequeño impala se movía como si estuviera ávido por el contacto de Seung Hyun.

—Quiero reclamarte esta noche —dijo, su voz áspera y oscura, casi irreconocible. Seung Hyun deslizó un segundo dedo dentro del culo de su pareja. Jong Hoon gritó, sacudiendo sus caderas, sus muslos tratando de apretar la cabeza de Seung Hyun.

 

Usó sus hombros para mantener los muslos de su pareja separados. El rostro de Jong Hoon estaba salvaje por el tormento y el placer cuando dos pequeños caninos aparecieron en la boca del hombre. Seung Hyun no lo había esperado, no cuando sabía que Jong Hoon era un impala. Supuso que el destino lo hacía para que todos los shifters pudieran reclamar a su pareja.

El chico era devastadoramente sexy. El hombro de Seung Hyun comenzó a palpitar mientras pensaba en Jong Hoon hundiendo esos dos diminutos puntos en su carne.

Se inclinó sobre su pareja, sus dedos aun dentro del culo de Jong Hoon, Seung Hyun usó su lengua para explorar los caninos de Jong Hoon. Eran gruesos, pero cortos. Jong Hoon abrió la boca, alimentando a Seung Hyun con su lengua mientras se empujaba.

El hombre estaba destrozando los sentidos de Seung Hyun cuando se estremecía y temblaba, sus manos se aferraban a las sábanas. La necesidad se volvió abrumadora cuando Seung Hyun empujó un tercer dedo en el culo de su pareja.

Sabía que tendría que ir por el lubricante pronto. No estaba seguro de cuánto tiempo más podría aguantar. La presión en su pene se estaba volviendo insoportable. Necesitaba liberarse.

Seung Hyun sacó la mano del apretado y caliente culo de su pareja. Se deslizó por debajo de la almohada y cerró los dedos alrededor de la bien utilizada botella.

La respiración de Jong Hoon estaba saliendo en pequeñas y cortas explosiones, Seung Hyun usó el lubricante para lubricar su pene.

Dejando la botella a un lado, Seung Hyun se limpió la mano en la sábana.

Las manos de Jong Hoon se deslizaron por encima de su cabeza mientras sus dedos se cerraban alrededor de la cabecera. Abrió las piernas, en una descarada invitación.

 

Fijando su mirada en la ardiente mirada de su pareja, Seung Hyun entró en Jong Hoon, empujándose lentamente, llenando a su pareja con atención deliberada a pesar de que sus caderas se resistían y los tendones de su cuello se veían tensos bajo su piel. Se movió suavemente en el interior de su pareja, acariciando el cuerpo de Jong Hoon con enloquecedora calma.

Seung Hyun podía sentir el crepitar del fuego en la superficie de su piel. Su cuerpo le urgía a avanzar más rápido. El fuego parecía abrumador en Seung Hyun, gruñía mientras se empujaba más fuerte. Jong Hoon estaba jadeando y temblando, el resplandor de la luna envolvía al hombre, por lo que su pequeño impala se veía frágil y desamparado.

Tomando a Jong Hoon en sus brazos, Seung Hyun gimió mientras hundía su pene más en su pareja. Sus piernas temblaban y su tensión aumentó mientras sostenía a Jong Hoon. Su pareja envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Seung Hyun, con los brazos alrededor del cuello de Seung Hyun sosteniéndose.

Deslizó sus manos detrás de su pareja con ternura, sus dedos curvándose alrededor de los pequeños globos de culo de Jong Hoon. Seung Hyun no sabía qué lo golpeó más fuerte: el calor del apretado culo de Jong Hoon aferrándose a su pene mientras empujaba sus caderas, o la repentina y totalmente inesperada mordida en el cuello de Seung Hyun.

Juntas, las dos sensaciones resultaron casi catastróficas. El hambre de Seung Hyun por Jong Hoon, era tan profunda que le pareció verter hacia fuera su interior. Dejó caer la cabeza hacia un lado mientras los labios de Jong Hoon lo exploraban. Su cuerpo comenzó a moverse en un exigente feroz ritmo. El olor a sexo y sudor en la caliente piel era intoxicante.

Seung Hyun luchaba por el control ya que la fricción mantenía sus cuerpos unidos retorciéndose juntos casi enviándolo sobre el borde. Sus manos se aferraron a las caderas de su pareja mientras Seung Hyun desaceleraba su ritmo.

—No quiero que esto termine tan pronto. —La voz ronca de Seung Hyun llenó la habitación, oyéndose tan desesperada como se sentía.

—Yo tampoco —Jong Hoon respondió sin aliento—. No quiero que salgas nunca de mi cuerpo. —Las piernas de su pareja se tensaron alrededor de la cintura de Seung Hyun mientras sus dedos se cerraban alrededor de la nuca de Seung Hyun, sus uñas clavándose en su carne.

Su pareja no tenía idea de lo tentadoras que esas palabras eran de verdad.

Seung Hyun solo podía imaginarse estar encerrado así para siempre. Sabía que era un deseo vacío, no una realidad práctica, pero eso no le impidió disfrutar del tierno cuerpo de su pareja.

—Oh, mi pequeño impala. Si tan sólo pudiera mantenerme enterrado así para siempre.

Seung Hyun lentamente empujó su pene hacia arriba, la tortuosamente lentitud pareció más intensa que cuando estaba empujándose con fuerza.

—Reclámame, Seung Hyun —Jong Hoon comenzó a rogar—. Quiero ser tuyo.

Seung Hyun se rio, sabiendo que su pareja estaba sintiendo los efectos embriagadores del sexo que compartían juntos. Esperaba que fuera algo más que sexo hablando, porque Seung Hyun planeaba hacer precisamente eso. Moviéndose hacia adelante, Seung Hyun colocó a Jong Hoon sobre su espalda.

—Reclámame, mi pequeño impala. Muéstrame que realmente quieres pertenecerme. —Seung Hyun deslizó la mano bajo el culo de Jong Hoon, levantando a su pareja mientras empujaba su pene más profundo—. Muéstramelo.

Jong Hoon clavó sus diminutos colmillos en el hombro de Seung Hyun. Al mismo tiempo, el pene de Seung Hyun se engrosó, anudándose dentro de su pareja cuando su cuerpo explotó, sintiendo como si su semilla estuviera siendo arrancada de sus bolas.

Seung Hyun dio un gruñido profundo y depredador y enterró sus colmillos en el hombro de Jong Hoon, sintiendo el culo de su pareja apretar su pene, y cuerdas de esperma de color blanco perla chapoteando entre ellos.

Seung Hyun gruñó mientras sacaba los caninos y lamia la herida en el hombro de su pareja. Jong Hoon había estado haciendo lo mismo, pero ahora se retorcía y se reía. —Eso hace cosquillas.

Sintiéndose travieso, Seung Hyun siguió lamiendo a su pareja que gritaba y trataba de escapar. Pero no había forma de escapar. El pene de Seung Hyun estaba encerrado en el culo de su pareja y no  había nada que pudiera hacer hasta que la hinchazón desapareciera.

—No me hagas golpearte —Jong Hoon amenazó mientras seguía moviéndose, sin saberlo volvía loco a Seung Hyun. Su pene estaba aún ultrasensible y los movimientos de su pareja sólo hicieron que palpitara de placer dentro de él.

—Ah, vamos, mi pequeño impala. ¿De verdad podrías golpearme después de darte tan terriblemente delicioso placer?

Las cejas rubio miel de Jong Hoon se fruncieron mientras estrechaba sus ojos café-canela. —Deja de llamarme mi pequeño impala. Sólo me recuerda que me quieres comer.

—Lo hice.

Jong Hoon finalmente se calmó y apoyó la cabeza en la almohada.

 

Seung Hyun vio con absoluta fascinación como los párpados de su pareja comenzaban a bajar lentamente. Jong Hoon no tenía ni idea de lo sexy que se veía ahí acostado y bien jodido, con sueño, con la luna una vez más proyectando su pálida luz sobre el delgado cuerpo del hombre.

Acomodándose detrás del hombre, Seung Hyun jaló a Jong Hoon más cerca, besando la marca con la que había reclamado a su pareja antes de cerrar los ojos, sintiéndose extremadamente feliz.

 

continuará...


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